...MAFIA ROMÁNTICA es una obra original de IRWIN SAUDADE...
...TikTok: Irwin Saudade...
...Agrega esta historia a tu biblioteca para que recibas actualizaciones y no olvides votar en cada capítulo. ¡Gracias por tu apoyo! ...
...💘💘💘...
¡Oficialmente estoy en quinto semestre de preparatoria!
—¿Cómo te sentiste en tu primer día? —Armando camina a mi lado.
—¡Estuvo padre! Conocí a todos mis profesores y creo que les caí bien a mis compañeros. Ya sabes que soy buena onda.
—Me da gusto escuchar eso. Aún no puedo creer que estemos en la misma preparatoria.
—¡Yo tampoco me lo creo! Apenas han pasado tres días desde que nos mudamos.
—¿Ya terminaste de acomodar tu habitación?
—Todavía no, aprovecharé la tarde de hoy para instalarme bien. Encontré mi PlayStation One.
—¡¿Todavía lo tienes?!
—Sí. Deja que encuentre mis videojuegos y que me instale bien. ¡Tenemos que jugar!
—Yo tengo el PlayStation... —pero no termino de hablar.
Un chavo empujó a Armando, usó sus manos para impactarlas en su espalda y provocó que su celular resbalara de sus manos. ¡La pantalla se estrelló al instante que tocó el suelo! Yo me agacho para recogerlo.
—¡Mierda! Se rompió la pantalla —dice él.
—Deberías reclamarle a ese tipo, fue él... —No me da miedo señalarlo con el dedo.
—No, no pasa nada. Lo llevo a componer y ya está.
—Pero él tiene que pagar, no fue un accidente, yo vi como te empujo.
El sujeto seguía caminando por el pasillo junto a su grupo de amigos. Eran cuatro muchachos.
—No te preocupes. No pasa nada.
Pero yo no me aguanto el coraje de ver que mi primo está dispuesto a conformarse con la pantalla estrellada de su celular.
—¡Oye tú! ¡Greñudo! —No me da miedo gritarle.
No me hace caso y eso me enoja. Arrancó un cronograma de la pared y lo hago bola. Con todas mis fuerzas la lanzo. ¡Logró pegarle en la nuca! Él se frena y al dar la vuelta...
—¿Quién me lanzó esto? —Pregunta él.
Sus amigos de detienen y también dan la vuelta. Hago contacto visual con ellos.
—¡Fui yo! —Lo digo con mucha seguridad.
Él parece reír y sin pensarlo dos veces, comienza a caminar en mi dirección.
—¡Déjalo! Te meterás en problemas —Armando me toma de la muñeca, pero yo no puedo dejar esto así.
—¿Quieres morir? —Pregunta el bravucón.
—¿Tú me matarás? —Lo miro directamente a los ojos—. ¡Eres un cobarde! Rompiste el celular de mi primo.
Le muestro la pantalla rota, él parece examinarla.
—¿Cómo sabes que yo la rompí? Tu primo estaba estorbando mi camino.
—¿Eres tonto o te haces el tonto? —Mi voz es firme—. Yo te vi cuando lo empujaste.
No responde nada, solo me observa, piensa y entonces me arrebata el celular. ¡Lo azota una vez más contra el suelo!
—¿No sabes quién soy?
—¡Yo te mataré! —Y con un movimiento rápido, tomó su mano y le hago manita de puerco. Ejerzo presión hasta hacerlo gritar de dolor, meto la mano en su bolsillo y saco su celular—. ¡Que patético eres! —Lo libero de mi agarre, se da la vuelta y yo azoto su celular contra el suelo. ¡Le rompo el dispositivo!
—¡Estás muerto! —Él parece enojado. Alza su puño y lo dirige hacía mi rostro.
—¡Es suficiente! —La voz de su amigo lo pone frío, como congelado—. ¡Déjalo! Te ha demostrado que eres patético.
Él muchacho que interviene me mira a los ojos, hay frialdad en sus pupilas y su altura no me sorprende.
—¿Cómo te atreviste a hacer eso en tu primer día? —Armando parece asustado.
—No fue la gran cosa, solo rompí su celular. ¡Es un tarado!
—No, Gonzo no es un tarado, es parte de la Mafia Gris de la escuela.
—¿La Mafia Gris? Eso suena a estudiantes que juegan a ser vándalos.
—En realidad no juegan, son los chavos más importantes y peligrosos de la escuela.
—¡¿Peligrosos?! —El tono de mi voz es incrédulo.
—Sí, ellos son peligrosos.
—¡Le hice manita de puerco al tal Gonzo! Y además le rompí su celular. Él no se me hace peligroso.
—Agradece que Bastian intervino, si no, quizá Gonzo si te hubiese hecho trizas.
—Como sea, yo me hubiese defendido.
—Lo que hiciste me pone a pensar que no la tendremos fácil estos próximos días en la escuela.
—¿Tú crees? Mejor deja de pensar en eso y valora que soy valiente. ¡Te defendí!
...💘💘💘...
...Estaba pensando en la noche que te vi, la misma que me abandonaste sin pensar y yo te entregué mi corazón, una noche oscura sin mirar atrás....
...To my love, to my love, to my love......
Mi celular comienza a timbrar. La música se detiene y mi voz también.
Me atrevo a contestar la llamada, es de un número desconocido.
—¿Hola? —Pasan algunos segundos y no hay respuesta—. ¿Hola?— Vuelvo a insistir, pasan varios segundos y no hay respuesta—. ¿Quién es?
—Veámonos mañana —la voz masculina me hace pensar.
—¿Vernos mañana? Seguro te equivocaste de número.
—No me equivoqué. Yo nunca me equivoco.
—¿Me estás invitando a salir?
—A las doce en punto, en la biblioteca abandonada de la escuela, aula virtual.
—¿Quién eres?
—Lo sabrás mañana.
—Nel, estás chiflado.
Y soy yo quien finaliza la llamada.
...💘💘💘...
Es la hora del receso. Armando, Julia y yo compartimos mesa durante el almuerzo.
—Disculpa —una chica se dirige a mí—. ¿Tú eres Nadir?
—¡Hola! Sí, yo soy Nadir.
—Mucho gusto, yo soy Gema. El profesor Carlos me pidió que te llamara, necesita que vayas al aula de computación en este instante.
—Está bien, voy para allá. ¡Gracias por avisarme!
Gema se va. Armando bebe jugo de mango. Julia degusta un cuernito.
—Ahorita regreso, iré a ver que quiere el profesor —me animo a decirles.
—Claro. ¿Quieres que te acompañemos? —Propone Armando.
—No se preocupen, terminen su desayuno. Los veré más tarde.
Al salir de la cafetería ingreso a uno de los pasillos principales que conducen a la cancha de baloncesto. El viento golpea fresco en mi rostro, voy a media cancha y entonces todo se vuelve oscuro. ¡Me vendan los ojos!
—¡Hey! ¡Suéltenme! —Intentó forcejearme. Pero me tapan la boca.
—¡Tranquilo! No te haremos daño —esa voz me parece conocida. ¿Gonzo? —Te citaron a las doce y no acudiste.
Me elevan, siento que me caigo, me han amarrado las muñecas y mi mente siente que él me esta cargando en su hombro. ¡Maldito! Intento patalear, pero sus manos sujetan mis pies con mucha fuerza. ¡Golpeo su espalda con mis manos amarradas! Siento un poco de dolor en las muñecas.
Los segundos se vuelven minutos, la oscuridad me hace pensar en posibilidades y entonces una puerta se abre.
—Aquí está, lo hemos traído —dice él.
—Siéntenlo en esa silla —es la voz de la llamada telefónica.
—Te he estado esperando desde las doce en punto. ¿Por qué no hiciste caso a lo que te dije? —Él hablaba en tono profesional.
—¿Quién rayos eres?
Me parece escuchar su risa, alguien cierra la puerta y siento que sus dedos juegan en mi nuca. ¡Me quita la venda! Veo todo borroso, comienzo a parpadear para aclarar mi visión.
—Quería presentarme de forma apropiada contigo, pero, tuve que usar otro método para poder traerte aquí.
Comienza a oler a tabaco. ¿Está fumando? Tengo las manos amarradas y mis tobillos están amarrados a las patas de la silla. ¡Canijos!
—¿Quién eres?
Sus pasos se acercan, la iluminación es escasa y entonces, él se detiene frente a mí.
—Mi nombre es Bastian Drew —sus ojos se clavan en mí, son de un marrón oscuro.
—¡Tú estuviste ayer! —Es lo primero que pronuncio al recordar mi enfrentamiento con el bravucón.
Acerca el cigarro a su boca, absorbe, deja escapar el humo. ¿Qué se cree? ¿Un gánster? ¿Qué quiere?
—Me sorprendió mucho que tuvieras el atrevimiento de encarar a Gonzo. Supe que eres nuevo en esta escuela.
—¿Supiste o investigaste? Esta escuela es demasiado grande como para saber que soy...
—Quiero dejar las cosas en claro —inclina su rostro, nunca aparta su mirada de mí—. ¡En esta escuela mando yo!
Recordé que Armando dijo algo sobre la Mafia Gris.
—Pues me alegro por ti. ¡Seguro eres el chavo más popular de la escuela!
—¡Lo soy!
—Pues felicidades. ¡Eso no me interesa!
Su mirada es tan seria y firme, como decirlo, autoritaria.
—Pero a mí sí me interesas tú, por eso estás aquí.
—¿Te intereso?
—¿Quién eres?
—¿Quién soy?
—Sí. ¿Quién eres?
—Soy un chavo buena onda.
Mi respuesta no parece ser de su agrado. Vuelve a fumar, la colilla se colorea de naranja fuego.
—No me gusta jugar, te pido que seas claro.
—¿Qué sucede contigo? Está bien que te creas el gánster de esta escuela, a mi no me importa.
—¿Tienes miedo?
—¿Por qué debería tener miedo? Estoy con un bravucón que se cree la gran cosa, nada que me sorprenda.
Se inclina, hasta quedar a mi altura, su rostro está más cerca que antes y lleva el cigarrillo hasta mis labios.
—Fuma.
Sin dejar de mirar sus ojos, prefiero soplar. Mis labios besan las puntas de sus dedos y...
—Yo no fumo.
—¿Quién eres?
—¿No se supone que si eres un gánster, antes de haberme secuestrado debiste haber investigado todo sobre mí? Un gánster profesional investiga a su víctima antes de traerla a un lugar como este.
Entonces, para sorprenderlo aún más, desató el nudo de mis muñecas jalando una punta del lazo. Al estar libre, agarró el cuello de su camisa y el timbre anuncia el inicio de las clases vespertinas.
—¿Tú...?
—A ver chico de la Mafia Gris, me da igual lo que tengas que ver en esta escuela y también me vale un tubo tu grupito de perros. No te metas conmigo y yo no me meto contigo, también sé meter las manos al fuego para defenderme. Este secuestro se me hace completamente estúpido, dices que te gusta ser claro y aún no entiendo tu punto. ¿Por qué te intereso?
Download MangaToon APP on App Store and Google Play