Estaba de rodillas en el suelo mientras escuchaba las palabras de mi esposo y mi hermana, me habían traicionado, aún tenía la carta en mis manos, las palabras:

Lo que no esperaban es que estuviera embarazada, las hojas aún saltaban ante mis ojos, y aquel fuerte golpe en mi vientre me lastimo a tal punto que la sangre salía como una cascada mientras intentaba reponerme de todo el Shock, el golpe, la carta, la traición y sentir que la vida de mi hijo se perdía. Me agarre el vientre con fuerzas y lo mire disgustada, afligida, llorosa.

- ¿Crees que me importa? Esa criatura no debía existir_ decía él con desprecio

Antonio el hombre que me conquistó en mi primer baile, desde ese día no tuve más ojos que no fuera para él. Era hijo de un lord muy respetado de una familia noble, pero sin muchos recursos, es el segundo hijo de tres hermanos. Mi abuelo por parte de mi madre fue quien me nombró su sucesora. Él era un duque muy respetado, el mismo rey lo tiene en muy alta estima. Así que la mayoría me reconocía como la futura duquesa y repentinamente falleció así como si nada, eso fue hace 8 años. Cuando cumplí 18.

Mi padre se casó con mi madre, cuando ella era una joven dama muy hermosa, con una linda cabellera dorada y ojos verdes como el esmeralda, mi padre tiene un carácter muy frío, lo que me hizo difícil entenderme con él.

Años más tarde mi madre falleció por problemas de salud, y cuando yo solo tenía 10 años me quedé sin el amor de una madre.

Papá paso la mayor cantidad de su tiempo fuera y al año de su muerte regreso con una esposa y una hija de 8 años. Aquello me afectó profundamente porque siempre quise jugar y tener una hermana, pero también entendí que mi padre estuvo engañando a mi madre por años, nunca le reclamé por eso.

Fue en aquella época que mi querido abuelo Marsell de Caspian me llevo a vivir con él, la verdad es que con él recibí todo el amor y atención que necesitaba, pero al cumplir los 16 mi padre le exigió a mi abuelo que debía verme y no perder contacto conmigo. De haber sabido que mi vida comenzaría a ir mal desde ahí, no me habría alejado de mi queridísimo abuelo, quizás no habría fallecido, pero tontamente creí que mi padre y su esposa me querían por buenos motivos.

Mientras veía pasar mi vida, en el suelo observé a aquellas dos personas importantes. Mi media hermana Flora, fue aclamada como una incomparable cuando fue debutante, su cabello rojo, sus ojos color miel le daban un aire misterioso y felino. Era lógico que cualquiera se enamorara de ella, hasta mi querido Antonio, cayó bajo su encanto.

¿Por qué me hacían esto? Me quitaron todo, el amor, la dignidad, incluso aquel bebé que se estaba formando. Cerré los ojos con lágrimas y escuché su preocupación; sin embargo, no era porque de verdad les importaba:

- ¿Si se muere qué haremos?_ decía Flora

- Buscaré la manera de que todo fue un accidente, no puedo perder mi título como duque_ decía Antonio

Si regresaran las cosas, no sería tan ingenua, no dejaría que mi abuelo falleciera, si volviera haría que pagarán TODO... Eso murmuraba mientras sentía que la vida se me iba...

Cuando abrí los ojos, sentí que el sol me cegaba, las cortinas se abrían y Molly me despertaba:

- ¿Qué sucedió?_ pregunté perpleja al darme cuenta de que estaba en la mansión de mi abuelo

Me toque el vientre y revise la sangre, se supone que estoy muerta.

- ¿Qué le ocurre a la Señorita?_ pregunto Molly, su rostro se veía joven desde la última vez que la vi con vida.

Salte de la cama y la abrace con fuerza, la persona que mas me cuido, mi querida Molly.

- ¡Molly! ¿Eres tú verdad?_ dije emocionada

- Parece que tuvo un mal sueño_ sonrió al ver mi rostro lloroso

Debió ser un sueño muy feo para qué despertará así_ me acomodo mi cabello

No podía dejar de llorar, ¿realmente fue una pesadilla todo lo que viví?, de repente note en mi muñeca una misteriosa marca.

- Que extraño, no recuerdo que tuviera eso señorita_ comentó Molly al verla

- Molly ¿es posible que alguien muera y regrese el tiempo atrás?_ pregunté

- Jajajaja que pregunta señorita. Pero si lo viera posible, diría que cambiaría aquellas cosas que me hicieron sufrir_ fue su respuesta

Venga, no piense en cosas como la muerte, su abuelo esta abajo y espera a que baje a desayunar con el_ agregó

Me quedé perpleja, así que mi abuelito. Está vivo...

- Molly ayúdame a vestirme rápido_ dije emocionada de volver a verlo. Habían pasado 8 años, su muerte ocurrió después de que debute y me nombraron oficialmente la futura duquesa.

Me mire al espejo y mi rostro, mi cabello, hasta el color de mis ojos eran diferentes, no solo tenía 16 años, sino que mi salud estaba bien. Cuando me fui a vivir con mi padre 2 años después, pase hambre y fui tratada de una manera cruel.

Baje casi corriendo las escaleras, la única persona que ame en mi vida y se preocupó de cuidarme fue mi abuelo.

- Abuelito_ llegué diciendo agitada por verlo

Me acerque a él y lo abrace con cariño.

- Abuelito, abuelito, por favor no te vayas nunca, te extrañé demasiado_ comencé a llorar de alegría

Si todo esto era un hermoso sueño, estaba feliz con solo verlo a él.

- Mi pequeña princesa. ¿Por qué estás llorando?_ pregunto con gentileza

- Soñé que no volvía a verte_ me justifique

Me voy a asegurar de cuidarte mucho_ dije, aunque esas palabras eran dirigidas a mí

- Nunca te dejaría sola mi princesita. Recuerda que yo me voy a asegurar de que seas presentada a la sociedad_ aseguró

Por cierto, me llegó una carta de tú padre_ me enseñó un sobre con su sello

- Puedes decirle que no me interesa volver a verlo_ dije seria.

Mi abuelo me miró sorprendido, los últimos días estuve preguntando si papá me había escrito. Supongo que le sorprendió mi respuesta ahora.

- Abuelito, me di cuenta de que durante todos estos años, jamás se presentó y me vino a visitar, ahora que pronto cumpliré 18 años quiere retomar el contacto. No, no confío en el después de que engaño a mamá_ agregué

- Yo jamás quise entrometerme en eso, pero reconozco que las acciones de tu padre, me afectaron mucho_ reconoció él

Mi abuelito siempre se guardó para él sus sentimientos, y jamás me impidió que quisiera o volviera a vivir con él. Apreté mis labios y juré que no me iría a casa de mi padre.

- No me voy a ir a vivir con él, si eso es lo que dice su carta_ fue mi respuesta y mi abuelito sonrió con cariño y comprensión.

No dejaré que tenga la oportunidad de maltratar me y manipular mis emociones. Estaría viviendo con mi abuelito hasta mi fiesta de debutante y me alejaría de Antonio.

Mi padre no aceptó la negativa de mi carta, según sus palabras él insiste en que, es mi abuelo quien no quiere que lo vuelva a ver.

- Tendré que ser bien directa con ese tipo que dice estar interesado en verme_ pensé en voz alta

Cuando decidí vivir con él, en un comienzo me trataba bien, luego siguieron su manipulación e ignorar lo que me pasaba.

Su esposa se empeñaba en hacerme hacer cosas, trabajar para ella, atenderla y quitarme las cosas que mi abuelo me regalaba.

Su forma de actuar fue sutil, quejándose primero o lamentándose y yo ingenuamente creía que era así:

- Oh mi pobre hija, no tiene un vestido apropiado para salir a esa reunión del té_ decía y yo le prestaba uno de mis mejores vestidos.

Por supuesto, jamás me los devolvieron, escudándose de que Flora ya fue visto en el, y que no querría que la gente dijera que yo le robaba las cosas a mi hermana. Cada año que pasaba su forma de operar incrementaba, menos mal que para ese entonces aún no vivía oficialmente con ellos, cuando cumplí los 18 años mi abuelo me nombró su sucesora de manera oficial, y en ese tiempo debía presentarme en sociedad, lamentablemente mi abuelo cayó enfermo y tuve que ser presentada acompañada de mi padre y su esposa.

Mi abuelo había organizado ese día con años, pero ellos las guardaron para Flora, el vestido, los zapatos, el peinado, las joyas y yo tuve la fiesta más simple, con un viejo vestido que mi madrastra no quiso porque su color era casi amarillo y no blanco como corresponde a las debutantes. Ella decía que el blanco no me favorecía en nada, mis ojos grises y cabello rubio dorado como el de mi madre, se veían mal ante esos tonos que use. La gente por lo que recuerdo habló de lo mal que se veía la futura duquesa, me sentía tan triste y fue cuando apareció mi salvador: Antonio lucia tan elegante, gallardo, su cabello castaño, sus ojos café avellana, le conferian una elegancia y belleza que no recuerdo haber visto, ni conocido. Cómo fuera, él me invitó a bailar en esa ocasión y yo no pude evitar sentirme atraída por su encanto.

- ¿Usted será la futura duquesa?_ preguntó esa vez, que tonta fui al no sospechar que su pregunta tenía otra intención

- Emm si, mi abuelo hace poco me nombró su sucesora oficial_ dije con timidez

- ¿Podré visitarla en casa de su padre?_ preguntó

- Yo aún vivo con mi abuelo_ respondí

- Según supe, su abuelo se encuentra muy delicado y hay quienes sospechan que el duque no estará con nosotros por mucho_ argumentó

¿Cómo no pude ver lo que escondían sus palabras? Yo respondí que mi abuelo era fuerte y que me dolería mucho perderlo. Él fingió que eso le importaba...

- También tiene una hermana, ¿no es cierto?_ preguntó de pronto

- Si, se llama Flora. En dos años más hará su presentación a la sociedad_ dije sin prestar atención a esos detalles.

Efectivamente mi abuelo falleció a la semana de haberme presentado y fue mi padre quien se hizo cargo de ayudarme. Tengo recuerdos borrosos porque en ese tiempo estaba muy mal por la muerte de mi abuelo, mi madrastra me hizo trabajar en la casa, mi guardarropa me la quitaron y se la dieron a Flora, y mis vestidos cambiaron con colores que no me hacían resaltar. Pero yo solo estaba feliz en ese entonces porque recibía las visitas de Antonio, cuando terminó el año, se anuncio mi compromiso y solo por eso dejaron de pedirme que hiciera cosas en la casa y que cuidara a Flora y mi madrastra. También se preocuparon de darme más dinero para tener vestidos, por supuesto esos vestidos no buscaban favorecer mi figura, y la comida que me daban era poca.

- Debes entender que las futuras novias deben ser delgadas_ decía mi madrastra

- Si, pero aún tengo hambre_ dije

- Eres tan glotona y mal agradecida_ se quejaba

Mira a Flora, ella tiene una exquisita figura, su piel está radiante y muy pronto tendrá su fiesta.

- Me preguntó porque a Flora se le pasaron mis cosas para la fiesta de debutante_ pregunté

- Me sorprende tu egoísmo. Eres duquesa y tienes dinero, lo menos que puedes hacer por tú hermana es apoyarla. Pasaste años ignorandola, es tu manera de compensarla_ casi me gritó

- No se supone que yo siendo niña no debieron venir a verme, ustedes_ dije

Esa fue la primera vez que ella se atrevió a darme una cachetada, y no fue la última vez que lo hizo.

Flora fingía mirar a otro lado, no decía nada y sonreía con malicia, desde hace unos años sospeche que mi media hermana me odiaba.

Pero ahora que estaba viviendo aquí, su manera de tratarme era peor, de a poco el maltrato fue escalando, yo intenté defenderme. Fue Molly quien me intentó ayudar y por hacerlo fue expulsada sin sueldo y misteriosamente encontrada muerta el año en que Flora cumplió los 18 años. Ese día ella usaba el vestido que mi abuelo me compró, la nostalgia y la rabia me hicieron querer quitárselo ese día.

- Suéltame loca_ grito con el forcejeo

- No te corresponde usarlo, es lo que me regaló mi abuelito_ grite, ya estaba cansada de las humillaciones.

Después de todo era duquesa, aún no cumplía la mayoría de edad, así que estaba obligada a ser retenida. Antonio me aseguró que ese año me propondría matrimonio, soñaba que llegara ese día, solo para librarme de Flora y su madre.

- ¡Suéltame!_ unas manos me agarraron, ya había perdido a Molly.

- Por favor Leonor no hagas una escena_ fue Antonio quien me tomo para impedir que le hiciera algo a Flora.

¿Cómo no pensé que era rara la forma en que justificaba y defendía a mi hermana? Siempre diciendo que debo ser más considerada, que ella no tuvo a su hermana, que ella es buena. Le contaba a Antonio lo que vivía y él, solo le bajaba el perfil a todo...

Cuando baje las escaleras recordando todas esas cosas que viví, observé la cara de aquel sujeto que me pide que le diga padre, mi abuelito estaba a su lado y le explicaba que yo no deseaba verlo.

- Hija mía_ llegó diciendo George, es el nombre de mi padre.

Tu abuelo me impide que nos veamos_ se quejo

- Es verdad, soy yo quien no desea verlo a usted señor_ dije con voz cortante como un cuchillo

El trago nervioso saliva, sabía que sus intenciones de ganarse mi afecto radican en querer tenerme bajo su control en el futuro. Está vez no caeré en su trampa.

- Abuelito, por favor dile a este señor que se vaya. No deseo verlo... Me ha ignorado todos estos años y se ha preocupado solo de su esposa e hija, además escuché que el conde ha gastado una fortuna en apuestas. ¿Será que el conde busca que lo ayudemos con sus malas costumbres?_ pregunté y note como su rostro enrojeció por la ira.

- Si fueras mi hija, te enseñaría una lección de respeto_ casi grito

- No lo soy. Así que por favor, Charles dile al señor conde que salga de la propiedad_ respondí

Mi abuelo el duque y yo no tenemos por qué escuchar sus groserías. Además, no quiero que nos vinculen con un apostador_ dije indiferente

Charles impidió que mi padre me levantará la mano, este sujeto ha perdido el juicio. Aún frente a mi abuelo se atrevió a hacer eso. La cara de mi abuelo cambio:

- Me aseguraré que el conde aprenda de respeto_ lo amenazó mi abuelito antes de ser llevado a la fuerza hasta la entrada.

Me sentía aliviada, el conde fue sacado de la casa de mi abuelo y se le prohibió la entrada, el sujeto era violento y todos incluso mi abue, fueron testigos de su actuar.

- Gracias abuelito, me di cuenta al fin, que ese hombre no es una buena persona_ dije

- Está mañana cuando bajaste te veías diferente, pero me alegro cariño que solita te hayas dado cuenta de como es él en verdad_ comentó

- Abuelito, ¿tú siempre has sabido como es él?_ pregunté con tristeza al no haberme dado cuenta de que mi abuelo antes buscaba protegerme.

- Desde la muerte de mi hija, decidí investigar a ese sujeto y cuando supe que pasabas sola en esa casa, solicité tu cuidado_ respondió

- Me hubiera gustado haberme dado cuenta, pero ahora sé la clase de persona que es_ comenté

- Lo importante es que ya sabes que lo mejor es mantenerte lejos de él, incluso... Sospecho sobre la muerte de mi querida Mariana, pero no tengo pruebas de ello, no hubiera hablado de esto, pero cuando vino tu padre y se atrevió a levantarte la mano, mis inquietudes aumentaron_ comentó

- No te preocupes abuelo, juntos podríamos encontrar la verdad de ser necesario y hacer justicia_ dije con seriedad

Quizás la muerte de mi madre y su enfermedad no fue casualidad, además el hecho de que tuvo un amante aún estando ella con vida, me dice que él no la amaba. Él haber vuelto al pasado puede tener muchas razones de ser, medite.

Durante esa semana pude dedicarme a hacer muchas cosas, para estas fechas yo visitaba con regularidad a mi padre, su esposa y mi media hermana. Por supuesto sus malos tratos, no era algo que le contaba a mi Abuelo, porque no sentía que fuera algo terrible, justifique vez tras vez sus acciones hasta que fue demasiado tarde.

Le pedí a Molly que me trajera un vestido nuevo que mi abuelo me compro y decidí salir a pasear al parque, la residencia del Duque siempre fue increíble y me decidí a qué en esta vida, me haría de amigos.

Él vestido azul, me ayudaba a resaltar mis rasgos y el color de mis ojos, mi abuelito siempre dijo que me parecía a mi madre, solo mis ojos eran diferentes, pero que seguía siendo bella. Me senté cerca del lago y me quedé por completo dormida mientras leía un poco...

- ¿Eres un hada?_ escuché una voz masculina

Abrí los ojos y me encontré con unos intensos ojos como el color del cielo claro y bello. Podía sentir su aliento cercano a mi rostro, me ruboricé, siempre creí que Antonio era guapo, pero este sujeto era hermoso.

Leonor Borges 16 años:

Adam 18 años

- Yo me quedé dormida_ dije nerviosa

¿Qué me sucedía, yo que había estado casada y viví hasta cumplir los 26, me avergüenzo de un jovencito? Bueno en realidad yo ahora tengo 16.

Tampoco tuve oportunidad de conocer a más hombres en mi vida, me intenté acomodar el cabello, ya que estaba revuelto por el viento y con algunas hojas.

El sujetó misterioso sonrió:

- Déjeme ayudarla, señorita_ decía él tomando uno de mis cabellos entre sus manos y sacando unas pequeñas ramitas.

- Le agradezco_ dije aún avergonzada

Él seguía muy cerca, sentí que observaba cada uno de mis movimientos.

- Todavía no me responde si es un hada o alguien real_ comentó él

- Vivo aquí_ dije simplemente

- ¿Es usted la nieta del Duque?_ preguntó

- Si, así es ¿y usted por qué está en las tierras de mi abuelito?_ pregunté

- Su abuelo el duque, me deja cabalgar cerca del lago, a menudo recorro el sector y jamás había visto un hada_ mencionó él con una encantadora sonrisa

Si algo había aprendido en mi vida anterior es que, no podía ser alguien tan ingenua, aun si eran encantadores y más encima saben que soy hija del duque.

- Cómo puede ver no soy un hada_ dije levantándome

Por cierto, aún no me dice quién es_ respondí firme, observando con atención

- Jajajajaja es una joven muy directa. Mi nombre es Adam_ respondió

- ¿Adam simplemente?_ pregunté

- Si, soy amigo de su abuelo. Mi casa está cerca, quizás algún día tenga la fortuna de verla nuevamente_ comentó él acercándose hasta su caballo

- ¿Trabaja para mi abuelo?_ quise saber, por alguna razón el sujeto tenía educación.

- Si trabajo con él, le ayudó con sus caballos pura sangre. Este es uno de ellos, su nombre es Trueno_ anuncio y me hizo un gesto para qué me acercará.

- Es increíble, es tan hermoso, no recuerdo haberlo visto_ dije tocando el cuello de Trueno

- Trueno es nuevo, lo he entrenado este tiempo para entregarlo a su abuelo_ mencionó y me volvió a mirar

- Algún día podré montar a Trueno_ dije apartando mis ojos

- Tendrá que pagarme si quiere montarlo_ anuncio el

- ¡¿Cómo?!_ pregunté sorprendida

Usted trabaja para mi abuelo y él ya le pagó a usted para que entrene a Trueno_ reclamé

- Pero el caballo es de su abuelo, no es suyo. Él pagó para usarlo, y usted también debe hacerlo si quiere que Trueno se acostumbre a la manera en que las damas montan un caballo_ argumentó

Era verdad, los caballeros y las damas tienen una forma diferente de montar un caballo.

- ¿Cuánto saldría para que usted le enseñe?_ pregunté sin dejar de acariciar a Trueno, su pelaje era limpio y áspero.

- No es mucho_ comentó y me gire a verlo

En cuestión de segundos Adam me plantó un beso, tenía los labios ligeramente abiertos y sentí su aliento suave.

Le di un empujón con fuerza y me limpié la boca, lo mire con enfado.

- Puede usar a Trueno_ dijo divertido y sonriente

- ¿Cómo se atreve? ¡No tenía derecho a hacerlo! Le diré al duque lo que ha hecho_ dije con enfado

Lo que más me molestaba era que cai en su trampa y parecía divertido con haberme robado un beso.

- Esto no se quedará así_ dije molesta y me aleje del lugar.

- ¡Señorita, espere!_ decía él intentando detenerme

Seguí caminando molesta sin mirarlo, aún podía sentir el calor de sus labios en los míos, alguien más joven se atrevió a darme mi primer beso.

Luego mi voz interior me decía: ¿Hubiera preferido que fuera Antonio de nuevo?

Bueno debía admitir que era mejor así, a ser besada otra vez por ese, asqueroso traidor.

Cuando llegue a casa, mi abuelo estaba de tan buen humor que no quise arruinar su ánimo por un absurdo beso robado, el tipo fue demasiado atrevido, ya que trabaja para mi Abuelo.

- Ya lo pondré en su lugar, uno de estos días_ me dije

A la mañana siguiente recibí la invitación de la hija del marqués a una fiesta de té, recuerdo que una vez fui invitada a aquellas ocasiones y siempre buscaba una excusa para no ir, cuando acepte una vez, me tocó llevar a Flora y ella fue el centro de atención, lo que a futuro género que ya no fuera incluída en los círculos. Jamás supe la razón, pero me imagino que eso fue obra de mi hermana.

- Molly, dile a la hija del Marqués, que estaré encantada de ir_ respondí

Las cosas en esta vida serían diferentes, empezando por eso. Ya me tocará ajustar cuentas con el entrenador de caballos atrevido, nadie podía burlarse de mí, y mucho menos él. Todavía le daba vueltas a qué me robó mi primer beso en esta realidad.

- Por lo menos es lindo_ susurré y me reí