Zaidymar:
Mi cuerpo bañado en sangre de la persona que me lastimó los últimos meses, me hizo sentir un deseo de ser tomada en esta misma mesa donde aprendí a lastimar a una persona.
Si un año y medio atrás me hubieran dicho que el día de hoy me convertiría en lo soy, me reiría en la cara de la persona que me lo diría ¡Yo! Una niña criada en la familia más conservadora de mi pueblo aún a mis veinte años era virgen, que me daba vergüenza ser vista aún más tocaba por un hombre; sin embargo en estos momentos estoy en una fría mesa de aluminio siendo tomada con ferocidad, realizando el mejor sexo de mi vida, con aquel hombre que puso todo mi universo de cabeza.
El olor metálico, penetra por todas mis fosas nasales y ese líquido viscoso y de olor repulsivo, Se impregnó por toda mi piel y cabello, pero aún así yo solo le puedo pedir que me de más de lo que estoy recibiendo.
En esta oscura habitación donde sólo entra un rayo de la luna por una ventana que se encuentra a la altura de esta bodega, pido que me torture con todo el deseo que sale de él y me haga toda de él, me está tomando como si en cualquier momento fuéramos a desaparecer.
Un cuerpo sin vida se mueve al compás de nuestros movimientos, mientras el toma mi cuerpo de todas las maneras posibles, él cuerpo sin vida que brota sus últimas gotas de sangre, en éstos momentos se mueve de la manera que quiso volver a ser tomado y movido mientras él se la comiera.
pero eso nunca sucedió, lastima que su cuerpo solo pudo volver a ver sus movimientos en el momento que sus ojos se cerraron para siempre.
Él enrredo su mano en mi cabello haciendo arquear mi espalda dando una perfecta posición quedando a su disposición, de una sola estocada se introduce en mí, llegando hasta lo más profundo de mi interior haciendo que me agarrara de lo primero que pude palpar y era esa escultura humana tirada al lado de nosotros, y eso despertó aún más deseo en mí haciéndome gritar por más, como una loba en celo pidiendo ser tomada por su alfa.
Sus movimientos eran rápidos, feroces estoy siendo tomada de una manera magistral.
Ningún esposo escogido por mis padres me pudo haber hecho sentir como lo hace este hombre, el cual me ha llevado a un abismo de espina del cual no he podido salir, y ya a estas alturas de mi vida no quiero salir.
Mientras yo gritaba él daba feroces estocadas llevándome al paraíso de pasiones prohibidas, ya no resistía más y sentía mi cuerpo estremecerse y mi estómago comprimirse, cuando él sintió mi cambió se acercó a mí oído dando dos fuertes nalgadas y dijo que me viniera para él.
Yo no tenía potestad sobre mi cuerpo cuando él le hablaba, mi cuerpo obedecía sumiso a todos sus mandatos.
Me corrí en esa posición dejando salir ese maravilloso orgasmo que experimenté luego de haber realizado la peor cosa que pensé hacer jamás.
Pensé que él acabaría conmigo, pero me equivoque, él estaba dispuesto a acabar, pero era con mi cuerpo a base de pasión, lujuria y una entrega absoluta, en ese momento se salió de mi y volteó mi cuerpo dejándolo boca arriba me subió por completo en la mesa empujando aquel cuerpo para que callera al suelo.
Me jalo hacia atrás dejándome en una posición abierta completamente y se introdujo en mi, su largos brazos se estiraron y me sostuvo de los hombros, y en cada estocada me atraía a él, permitiendo una perfecta introducción en mí interior.
Es un hombre dotado en su anatomía y esa manera de comer mi cuerpo me hacía cada vez adicta a él; siento que mi cuerpo no me pertenecía a mí sino que cada fibra de mi piel, alma y cuerpo le pertenecen absolutamente a Damian Dufort.
En ese momento glorioso recordé la manera en que lo conocí y me parece irónico que esté de esta manera entregándome a él por completo, ¡sin duda alguna! ya perdí la poca cordura que me quedaba a lo largo de este año en el que él llegó a mi vida.
¡Un año atrás!!!
Llegue corriendo al club donde trabajo porque me retrase en la universidad, el día de hoy ha sido superagobiante, realizar más de dos cosas a la vez es agotador. Pero es la vida que decidí vivir, no pretendía quedar como el resto de mi familia, conformándose con lo poco que la vida les regala, ¡yo quiero más!, así que estoy luchando por ello.
¡No es fácil!, y quién dijo que las cosas grandes se consiguen a la vuelta de la esquina.
No soy de envidiar lo que poseen los demás, pero la vida en ocasiones aparenta ser tan injusta, hay personas poseedoras de grandes fortunas y no ser merecedora de ellas, ya que no le aportan gran cosa a la sociedad.
No es que añore tener más de lo necesario, por el hecho de que ser extremadamente rico, no es agradable, puesto que no viven tranquilos, siempre tienen que estar ocultos y no pueden tener vida privada, por qué el resto del mundo tiene que enterarse de todos sus pasos. Esa no es la vida que yo deseo llevar, si quiero vivir bien, tener una carrera para darme el gusto que quiero.
Deseo ser diferente a los miembros de mi familia.
En estos momentos estoy en la mejor universidad estudiando psicología, me gane una beca y para poder acceder a ella debí tomar una dura decisión, mis padres me pusieron a elegir entre mis estudios y ellos.
Los amo con todas las fuerzas de mi corazón, pero no pienso ser igual a las mujeres de mi familia, someterse a ser ama de casa sin futuro ni ambiciones, no estaba dispuesta a seguir sus caminos y por eso me desecharon, diciendo que en ese momento me había quedado sin familia.
Fue una dura decisión, pero en el momento que me pare del comedor de mi humilde casa, supe, que quería; Sin embargo, no sabía el valor me costaría.
Desde el día que salí de mi casa he pasado miles de adversidades; sin embargo, desde niña he sido muy centrada y decidida, ¡vine aquí para cumplir mis sueños y no pienso detenerme hasta cumplir cada uno de ellos!
No mucho tiempo de estar en la ciudad conocí a Marbel, una hermosa chica rubia de ojos azules que me ha brindado su amistad incondicional, ¡al igual que yo! estudia en la universidad, ¡Estudia economía! Sus padres le dan sus estudios, pero a ella le gusta trabajar y se dedica a ser mesera en un club exclusivo de la ciudad.
Al no tener quien me ayudara, en mis estudio fue la mejor opción que tuve, ella me ayudó a poder ingresar en el lugar donde ella trabaja, así que en las noches me dedico a bailar en un distinguido club de la ciudad de Madrid.
—Casi no llegas, zaidymar —reclamaba Marbel, en el momento de ingresar al camerino.
—¿Quién reclama?, ¡la responsabilidad en persona! —pregunté alzando una de mis cajas, en el instante ella sonrió y me abrazó.
—¡No seas así!, déjame disfrutar el momento, llegué primero que tú, y me hace sentir orgullosa mi puntualidad y dedicación —decía con rostro de triunfo como si hubiese realizado la gran maniobra de su vida.
No pude evitar sonreír, es una chica super alegre igual a mi, amo nuestra personalidad atrevida.
—¡Eres impresionante!, una chillona es lo que eres, anda adelántate para que me hagas el dos con Marlon, le suplicaba para que mi jefe no se vaya a aprovechar de mi tardanza.
Estando lista salí y en el pasillo me encontré a un extrañado Marlon viéndome fijamente.
—¡La universidad es la culpable de mi demora! Dije rápidamente sabiendo que vio mi hora de llegada, al ver su rostro sin expresión seguí hablando —Viene el mejor empresario de España a dar una conferencia, los maestros andan tan enloquecidos por la llegada de ese hombre, que ni siquiera conocen y tienen locos a todos los estudiantes —dije tratando de excusarme con mi jefe.
—¿Quién es el afortunado que tiene una universidad de cabeza? —preguntó risueño Marlon al verme en esas circunstancias.
—"Damian Dufort” la eminencia empresarial, ni siquiera va venir, solo concedió que su empresa diera la abertura en una entrevista —respondí bufando ya aburrida, de la exigencia en la universidad en estos días.
—¡Pero si eres una de sus fieles admiradoras! —reprocho Marlon por mi peculiar actitud para dirigirme al empresario.
—¡Sí!!, lo sé, pero no es para tanto, parecen perras en celo, quizás es feo, gordo, escuálido y gruñón! Por algo no permiten que salgan fotografías en las revistas —dije agobiada aún de todas las sugerencias de los docentes a los estudiantes.
—¿Quién te entiende?, niña loca, si tú también lo admiras, vives leyendo todos sus pasos empresariales —decía Marlon acomodando mi cabello, ya que salí aún desencajada del camerino.
—Pero tampoco así, es mi ídolo y conocerlo es mi mayor sueño, pero no es que, voy a armar el drama del siglo, como el que están armado en la universidad. Faltan dos semanas para que venga, ¡por Dios!, están locos —decía mientras caminábamos, entre a la barra para empezar a trabajar.
—Hoy vas a despachar en la mesa VIP, hay un importante cliente, así que ustedes dos son las encargadas —decía Marlon, ya que Marbel iba llegando, dio una sonrisa de picardía mientras se alejaba buscando a su esposa con la mirada hacia todos los lados.
Odio cuando hace eso, sabe que no me gusta, la zona VIP, suficiente con todo lo que aprendí, en el proceso de estos tres años que llevo trabajando aquí, para realizar mi trabajo, tuve que atravesar un largo recorrido, academias de bailes que me enseñaron a quitar toda la vergüenza que me daba estar cerca de un hombre, la amistad con Marbel, Marlon y Yuli a sido esencial en el proceso de mi avance para llegar al éxito que he tenido.
—Ese parece conejo cogiendo en todos lados —decía Marbel, mientras lo observaba agarrando su esposa Jully por la cintura.
Su comentario me sacó de mis pensamientos y los observe.
Negué con la cabeza y aliste todo lo necesario subimos a la zona que se nos había indicado, encontrando un grupo de personas muy elegantes y guapos a la vez.
—"¡Estos hombres sí que son de portada!", no como el empresariucho que viene a dormir a todos en dos semanas —decía Marbel burlándose del pobre hombre que no conocíamos aún.
—Estos son de revista, pero solo son de cuna de oro, que solo vienen a gastar lo que sus padres con esfuerzo y dedicación han construido —balbuceaba antes de llegar a la mesa acordada a tomar el pedido.
Los peculiares clientes al decir lo deseado, Marbel, bajo por un trago que querían las chicas plásticas que andaban con ellos, mientras yo me dirigí a la barra a buscar la botella pedida por los dos hombres, no puedo negar que son hermosos, fuertes y elegantes.
Regresé antes que Marbel y coloqué la botella en la mesa, me dispuse a servir los tragos, pero uno de ellos detuvo mi proceder, poniendo su mano encima de la mía.
La mano de ese hombre estaba tibia, y con una suavidad impresionante, ese toque me hizo sentir algo nunca experimentado alce mi vista hacia él y me encontré que me observaba de pies a cabeza, con su mirada hostil y penetrante, cómo, si hubiese conseguido un manjar, el cual estaría dispuesto para devorar, no se que me pasaba pero no daba para dejar de mirar esos ojos oscuros.
La mirada devoradora que recibí, hizo que todo mi cuerpo se descompensara con solo un simple mirar.
Sin embargo, no permití que se dieran cuenta de mi reacción, así que me recompuse del momento incómodo que experimenté y volví a tomar mi lugar y darle al cliente el del.
Seguí atendiendo con profesionalismo a los clientes, pero el misterioso hombre pidió que me retirara, que ellos se encargaban de lo demás, no hise protesta alguna, ya que ni por la gracia, quería compartir con personas que tuvieran acceso a esta zona del club, las personas adinerada pueden ser crueles y traer destrucción a tu vida.
Llegué a la barra donde se encontraba Marlon junto a su esposa Yuli.
Sentí una extraña sensación como si fuese perseguida por alguien, y el toque de ese hombre me tenía nerviosa, y desconcertada, no sabía que un simple toque podía despertar sensaciones tan extrañas en el cuerpo de una persona.
Sentí una mirada desde un extremo del club observe a ver si alguien me miraba y al ver ese lugar quedé impactada
¡No había nadie!, que me estaba sucediendo mire a Yuli —Yuli, ya es la hora de mi show, ¿será que Marbel puede atender sola o con otra chica la mesa VIP? —pregunté o más bien supliqué juntando las manos en forma de súplica.
—¡No hay inconveniente, mujer!, andá a alistarte —dijo ella regalándome una sonrisa, ya que pudo percibir algo extraño en mi, su experiencia y sabiduría le agregaba un instinto protector sobre todas nosotras y decía que yo era un caso especial en el club.
Ellos son una de esas parejas que muy poco se encuentran, basados en confianza, respeto, compañerismo y amor, tienen muchos años casados, sin embargo, no han dejado morir el sentimiento entre los dos. Cada día tratan de fortalecer más su relación, no permitiendo volverse monótonos. En cada aspecto que podamos decir, amistad, sexo, complicidad, y aventuras, esos son los amores que valen la pena tener para luchar por él, espero que el dia que encuentre una pareja pueda llevar una relacióntan sana como la de esos dos, "Esos eran mis pensamientos en ese momento" pero todo con el pasar de los meses se distorciono.
Al tener la aprobación de retirarme, me fui a arreglar para mi mumero en la tarima, una vez ala semana me dedico a realizar bailes eróticos y seductores, el resto de los días me dedico solo a atender las mesas, este trabajo ha sido muy productivo para llevar mis gastos universitarios, más en los bailes, ya que mis propinas aumentan ese dia de la semana.
Procedí como lo habitual cuando me dedico a realizar mi actividad artística, pero esta vez había algo diferente, esa mirada que de algún lugar salía, me tenia nerviosa.
Decidí mirar directo a la mesa que anteriormente atendía, encontrándome que el misterioso hombre de mirada oscura no se encontraba en el lugar donde se encontraba minutos antes.
—¿Qué haces belleza? —pregunta Marlon acercándose sigilosamente, su llegada hizo que diera un brincó en el lugar en el que me encontraba haciendo latir mi corazón a mil.
—Es un día extraño —respondí brindando una sonrisa, desechando toda incomodidad sentida, debía calmar mis emociones, hay algo en ese hombre que no me agrada si se fue y no aparece jamás seria lo mejor para mi estabilidad mental.
—Cambia esa cara de gatito enjaulado, tienes una presentación que dar, ¿Te encuentras bien? Pregunta Marlon viéndome fijamente.
—Estoy bien, solo una tontería —dije dándole un beso en la mejillas.
—¿Piensas dejarme sin esposo? Me pondré celosa —dijo Yuli acercándose a nosotros.
—¡No!!!, ese es solo tuyo —dije despreocupada alejándome de ahí.
—Debes buscar un novio —grito Marlon para que lo escuchara.
Negué con mis dedos en el aire aun dando la espalda, en mis planes en esos momentos, no había espacio para un hombre, quería llegar lejos ser alguien importante, pero la vida me tenía preparado algo.
El ser humano es tan débil de mente, que cuando deja entrar las emociones de su corazón, la mente se distorsiona, haciendo que toda tu vida cambie, sin darte cuenta de los errores que cometes en el camino.
Llegando la hora del show, subí a la tarima adueñándose del podio, tenía puesto un corto vestido de cuero, completamente ajustado a mi cuerpo, solo tapaba mis nalgas, dejando mucho a la imaginación del espectador, resaltando los abultados senos que poseo, mi atuendo lo acompaña un antifaz de gatita junto a unas botas del mismo material del vestido que me llegan arriba de las rodillas, junto a un látigo rojo pasión del mismo color de mis hermosos labios; cuando me veía al espejo me desconocía completamente a la chica que va a la universidad a estudiar psicología.
Al estar en el centro del podio empezó acariciando el tubo con una de mis manos, tiraba mi cuello hacia atrás, sosteniendome del mismo objeto, que en este instante era mi único acompañante.
Dejando caer mi cuerpo lentamente hacia abajo tan lento que era seductoramente provocativa, al estar sentada por completo en el frío mármol, tiro mi cuerpo hacia atrás acariciando con el látigo desde mi mentón, bajando lentamente hasta llegar a mis abultados senos.
El compás de la luz hacía juego con cada movimiento realizado, ocasionando que en el lugar reinaba un silencio seductor.
Avanzando el movimiento lentamente hasta mi entrepierna para ahí detener el acto; volteó mi cuerpo hacia el público sin colocarme aún de pie, abriendo mis piernas fui acariciando el látigo por en medio de mi intimidad, se que ese acto, hacía volar la imaginación de muchos de los allí presentes.
Con mis piernas totalmente abiertas, dejando ver mucho a la imaginación del acechador, me puse de pies no perdiendo el seductor movimiento levantándome lentamente para que pudiesen ver como mis redondas nalgas tomaban asiento, en una silla que se encontraba en el lugar. Jalando lentamente una cuerda que llevaba a un recipiente, que iba botando un líquido, mientras jalaba la cuerda la miel caía de él, dejando mi cuerpo destilar ese líquido cremoso, tal acto ocasionando silbidos y gritos de euforia de los presentes.
Mientras la miel caía por mi cuerpo las cortinas del escenario iban bajando dejándome oculta del público.
—Un día de estos se va a subir un desquiciado de estos y te va a robar —decía Marbel pasando su dedo por mi cuerpo para chupar de él, tal acción ocasionó salir una sonora carcajada de ambas.
—Seré una indefensa, para dejarme ultrajar —dije caminando a la ducha, para limpiar toda evidencia del acalorado bailé.
—Me voy a cambiar, ¿te informaron que pidieron un privado contigo? —preguntó Marbel recostada a la puerta.
—¡No!!! Aun no me habían dicho, respondí nerviosa.
—Tranquila Marlon se negó, pero la cifra ofrecida era una tentación, pero dije que aún no estás preparada, dijo Marbel, y le agradezco su acto, ya que en serio no me siento preparada.
Cuando Marbel salió de mi camerino empecé a quitar todo residuo de mi cuerpo con una agradable ducha, tengo la osadía de realizar este trabajo, debido a que nuestros rostros se mantienen protegidos con un antifaz que nos identifica, cubriendo la mayor parte de nuestros rostros.
Mientras atendemos las mesas es de igual manera. Así que nuestros rostro no lo pueden ver porque si así fuese, sería una locura, estamos estudiando unas carreras empresariales y no sería ético ni agradable ser vista laborando en este lugar.
No es por indecencia ni que las mujeres que allí trabajan no merecen respeto, pero la sociedad es tan discriminatoria, que jugarían con el profesionalismo por el proceder de las muchas personas que con tanto esfuerzo de alguna manera buscan superarse y adquirir sus estudios a base de cualquier labor.
Salí de la ducha y empecé a alistarme para irme, eso era todo lo que debía hacer esta noche, Marbel pedía horas extras para poder irse esos días junto a mi, ¡pero algo sucedía! mi corazón no dejaba de latir como un presentimiento como si algo fuese a suceder.
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