En una preciosa tarde de primavera en la ciudad de Los Ángeles, California, nació una hermosa niña de unos 3'200 kilos, o lo que es lo mismo, de unas 7'050 libras, con unos preciosos ojos azules y con forma de almendra, su tez blanca y su pelo rubio. Hija de un magnate de los negocios, y de una famosa abogada penalista, Nailah, cuyo nombre de origen egipcio, significa "Éxito", estaba destinada a ser exitosa.
Maravillados por la hermosa personita, fruto de su amor, que ambos habían creado, Jefferson Moore y Sophia Moore, no podían hacer nada más que sonreír y llorar de alegría.
Llevaban tres años casados, se habían enamorado en la universidad, aunque ambos estudiaron diferentes carreras y Jefferson terminó tres años antes que Sophia, habían podido coincidir en algunos eventos en la universidad antes de que él finalizará su carrera de economía empresarial, y tenían algunos amigos comunes, así fue como empezaron a salir.
Ambos provenían de familias adineradas, aunque la familia de Sophia Wright no era tan poderosa como la familia de Jefferson, aún podía considerarse una prometida digna de pertenecer a la familia Moore.
Cuando Sophia terminó su carrera de Abogada Penalista, Jefferson ya llevaba tres años dirigiendo su propia empresa, a la que había nombrado JS Group, en honor a ambos, pues eran las iniciales de sus propios nombres. Un año más tarde, Jefferson y Sophia, a la edad de veintisiete y veinticuatro años respectivamente, finalmente se casaron. Celebraron una grandiosa boda, considerada una de las más exquisitas de la década de los años 90.
Por supuesto sus invitados eran de la élite de la sociedad, y familiares y amigos más cercanos.
Una vez casados, ambos se centraron de lleno en sus carreras, aunque también dedicaron tiempo a su relación pues en realidad se amaban profundamente y se sentían muy afortunados de haberse encontrado el uno al otro. Luego, unos tres meses después de su segundo aniversario de bodas, Sophia finalmente estaba embarazada de la pequeña Nailah. Aunque estaban extremadamente felices de tenerla, decidieron que no tendrían más hijos en el futuro, pues querían darles todo a su princesa y además seguir centrados en sus trabajos, ya que a ambos les iba muy bien y se habían labrado un nombre tanto Jefferson en el mundo de los negocios como Sophia en el mundo de la abogacía.
En los últimos seis años Jefferson había conseguido que su empresa se convirtiera en una multinacional, y ya tenía sedes en otros cinco países en tres continentes diferentes, lo que había esparcido su fama como la pólvora y lo había convertido en uno de los hombres más poderosos de todo Los Ángeles y muy respetado incluso por sus rivales en el sector.
Por otro lado, Sophia que, en los últimos tres años, había defendido a innumerables acusados y había llevado a la cárcel a otros tantos, también se había convertido en una de las abogadas más cotizadas de la alta sociedad, siendo de las primeras opciones para importantes personalidades de todo el país.
Teniendo todo esto en mente, consideraron que no tendrían mucho tiempo libre para dedicar a la familia, por lo tanto, un solo hijo sería suficiente. Eso convertía a Nailah Moore automáticamente en la única heredera de su familia, siendo inmensamente rica y poderosa desde el mismo día de su nacimiento.
En los años próximos a su nacimiento Nailah había recibido los mejores cuidados de sus padres, abuelos y niñeras, era una niña muy mimada, a las que todos amaban.
Ella era realmente encantadora, muy cariñosa y también sabía comportarse correctamente delante de todos, desde muy temprana edad demostró una gran inteligencia y también era muy bella, era evidente que había heredado los buenos genes de sus padres.
Ellos por su parte, invirtieron mucho en la educación de Nailah desde que cumplió su primer año. A los dos años su inglés y su español eran impresionantes para un bebé de su edad.
Sus padres la apuntaron a clases de piano, de canto, de idiomas, de baile, de pintura, de manualidades y más tarde también la animarían a adentrarse en la cocina, pero para eso aún pasaron unos cuantos años.
Con siete años era bastante eficiente en la mayoría de esas actividades, de hecho, ella había decidido qué quería ser de mayor y esperaba en un futuro ser la mejor en su campo, pero decidió que no compartiría ese deseo con nadie por varios motivos, uno de ellos era por si cambiaba de opinión, otro era por si alguien intentaba impedírselo o simplemente persuadirla.
Antes de entrar a la escuela estuvo rodeada de los mejores profesores particulares, por lo cual su primer año escolar fue bastante aburrido al principio, pero al menos allí pudo hacer algunos nuevos amigos.
El colegio al que asistía era obviamente el mejor de toda la ciudad, por lo tanto todos los niños que allí asistían eran todos de familias importantes y muy ricas. Muchos de ellos no eran precisamente lo que se dice amistosos, la mayoría de ellos estaban acostumbrados a que les sirvieran desde el minuto uno en que llegaron a este mundo y se sentían bastante arrogantes ya incluso a su temprana edad, sin embargo, había algunos que a pesar de provenir de familias aún más poderosas actuaban de una forma mucho más humilde.
Una de ellas Jessica Clark se convertiría en una de las mejores amigas de Nailah.
Se conocieron cuando dos abusones, Peter King y Damian Thompson, estaban intimidando a otra niña Bianca Anderson, Jessica y Nailah decidieron intervenir y ayudarla porque no podían soportar ver esa injusticia, en cuanto ellas dos enfrentaron a Peter y a Damian, se le unieron Paula Harris y Shirley Thomas, de repente los dos chicos ya no eran tan intimidantes como cuando eran dos contra una pequeña indefensa, ahora que tenían a cinco delante de ellos, incluso si las cinco eran todas niñas, ya no se sentían tan valientes.
Nailah fue la primera en enfrentarse a ellos.
“¿Como se atreven a intimidar a una chica? ¿Es que sus padres no les enseñaron modales? Es el primer año de clases y la primera semana y ¿es así como se comportan? ¿Acaso pretenden actuar así todo el tiempo? ¡Oh Perdón! Creo que no me he expresado correctamente… ¿Pretendían comportarse así todo el tiempo? Pues que sepan que no vamos a permitir que ninguno de ustedes dos, mocosos engreídos, se vuelvan a meter con ninguna de nosotras ni con ninguna otra chica de este colegio. ¿Les queda claro?”
Las demás chicas estaban un poco sorprendidas por cómo Nailah les había hablado a Peter y a Damian, y estaban encantadas de estar a su lado, todas pensaron que sería maravilloso tenerla como mejor amiga, y decidieron desde entonces no separarse de ella en la medida de lo posible.
Peter y Damian por su parte, aunque sintieron un poco de miedo, no lo demostraron y con una actitud arrogante, decidieron intentar humillarlas a todas.
“¿Quién te crees que eres para hablarme así?” Respondió Peter visiblemente enfadado.
“Si, ¿crees que puedes hablarnos como te dé la gana y que vamos a dejarte ir como si nada?” Añadió Damian aún más arrogante que antes.
Nailah no pudo evitar reírse a carcajadas, lo cual solo provocó que los dos chicos se molestaran aún más.
Entonces para añadir más leña al fuego, Jessica dijo: “¿Piensan que porque sus familias son ricas pueden tratar a los demás como quieran e irse de rositas? ¿Acaso se les olvida que nuestras familias son más ricas y poderosas que las de ustedes? Y no por eso nosotras vamos por la vida tratando mal a los que nos rodean, todos somos iguales, todos somos niños, y todos venimos a este colegio, es evidente que nuestros padres pueden permitirse que estemos aquí, así que por qué mejor no cierras la boca y te pierdes de nuestra vista, nos harías un enorme favor.”
Damian respondió antes que Peter esta vez y dijo: “¿Acaso estamos aquí para hacerles favores? Si alguien tiene que hacer favores a alguien, son ustedes, estúpidas niñas, que no tienen ni idea de cómo funcionan las cosas por aquí.”
“¿A quién llamas estúpidas, idiota?” Respondió Paula enfurecida, pues no soportaba que la llamaran así, ni a ella ni a sus nuevas amigas.
“Los únicos estúpidos aquí son ustedes” añadió Shirley.
Bianca que hasta ese momento no había abierto la boca, finalmente dijo: “¿Qué pasa? Ahora ya no son tan valientes, ¿Verdad? Esta será la primera y última vez que cualquiera de los dos se mete conmigo.” Tan pronto terminó sus palabras escupió, apenas unos pocos centímetros de distancia antes de que les cayera justo encima de ellos.
Todos a su alrededor que habían visto como se desarrollaba todo el drama entre los siete, no pudieron evitar reírse de los dos niños y admirar a las cinco niñas. Estaban mirando lo que sucedía como si de una serie de televisión se tratase.
Las cinco niñas se tomaron de las manos y les dieron la espalda con total orgullo a los dos niños, que ahora, además, se sentían avergonzados por las burlas a su alrededor, querían llorar en ese momento, eso solo provocó que se enfadaran aún más con las 'estúpidas niñas' que acababan de humillarlos, así que se susurraron algo al oído y acto seguido se acercaron a las chicas para estirarles el pelo a las cuatro que habían salido en defensa de la primera.
Pero antes de que sus manos pudieran alcanzar sus cabellos, otros dos chicos se lo impidieron interponiéndose entre ellos y las chicas.
Al ver quiénes eran, se molestaron, porque estaban defendiendo a las 'niñas estúpidas', pero tuvieron miedo de hacerle frente pues no eran precisamente rivales para ellos.
Esos dos niños no eran otros que Jeremy Johnson y William White. Los White eran de las familias más prominentes de la ciudad y los Johnson tampoco estaban tan alejados de su círculo social.
Los White y los Moore habían hablado de unir sus familias en el futuro mediante el matrimonio de sus hijos. Los White tenían dos hijos, el mayor era William y la menor era Katherine. Pero dado que los Moore decidieron sólo tener a Nailah evidentemente la unión sería entre ella y William. Pero como ambos eran aún muy jóvenes y no lo entenderían, sus familias optaron por esperar hasta su adolescencia para dejarles saber acerca de este deseo.
Cuando William y Jeremy detuvieron a Peter y a Damian todos los demás se quedaron muy sorprendidos, pues no esperaban ese movimiento.
“Fuera de mi camino, ¿Por qué las defienden?” Espetó Damian con evidente molestia.
“¿No les parece poco valiente atacar por la espalda a unas chicas indefensas? Preguntó William.
“¿Indefensas? Já, ¿Acaso no has visto como nos han insultado y humillado delante de todos? Respondió Peter a William dándole una mirada aguda.
“¿Acaso no iniciaron ustedes con las intimidaciones y los insultos?” Interrogó de forma casual Jeremy.
“Mejor no se metan en esto, no tiene nada que ver con ninguno de ustedes” Dijo Damian que estaba decidido a atrapar a las chicas y no perder más el tiempo con estos dos inútiles que no sabían de qué lado estar. (O al menos esa era su forma de pensar en ese momento.)
Nailah Moore, Jessica Clark, Bianca Anderson, Paula Harris y Shirley Thomas que hasta ahora estaban distraídamente hablando y riéndose, al darse cuenta del alboroto detrás de ellas decidieron darse la vuelta y echar un vistazo, a ver que estaba sucediendo.
Justo cuando se giraron vieron que Damian y Peter se dirigían hacia ellas, pero otros dos chicos se interpusieron en su camino, lo cual les pareció extraño y sorprendente, pero se mantuvieron tranquilas mientras miraban a los cuatro chicos como si nada tuviera que ver con ellas.
De repente William las miró y les dijo con tono de héroe presumido: “Tranquila chicas, nosotros no permitiremos que nada les pase, están a salvo ahora”
Como si fueran todas hermanas y estuvieran conectadas, las cinco hicieron exactamente lo mismo y al mismo tiempo. Primero levantaron una ceja como queriendo decir “¿De qué estás hablando chico?” Luego se miraron entre ellas y acto seguido empezaron a reír a carcajadas como si les hubieran contado un buen chiste.
Levantaron la vista a los cuatro chicos delante de ellas y no pudieron evitar volver a reírse.
Naturalmente, tanto Peter King y Damian Thompson como Jeremy Johnson y William White, estaban sorprendidos por la reacción de las chicas y a la vez un poco avergonzados.
La primera en dejar de reírse y decir algo fue Jessica, ella miró a William de arriba a abajo y le respondió con desdén: “Gracias, pero no necesito que me defiendas, ninguna de nosotras lo necesitamos en realidad. Así que no hace falta que se molesten.”
“Sí, podemos arreglárnosla solas, somos chicas fuertes e independientes, no nos hace falta ningún chico para sentirnos a salvo” agregó Shirley rápidamente.
“¿Lo ves? Te dije que no eran ningunas niñas indefensas, y que no te entrometieras en nuestro camino.” Le dijo Peter a William mientras le lanzaba una mirada arrogante.
“¿Qué dijiste?” Preguntó Paula a Peter.
“¿Has dicho indefensas?” interrumpió Bianca
“¿A quién llamas indefensa?” dijo Nailah con evidente molestia mientras miraba a William directamente a los ojos.
William se quedó mirándola por unos segundos antes de apartar repentinamente su mirada hacia Jeremy “Vámonos” le dijo a este último.
Jeremy y William se fueron como si nada hubiese sucedido. El primero miró al segundo con una expresión de duda en su rostro, y le preguntó: “¿Por qué nos hemos ido así de repente? ¿No se supone que íbamos a defenderlas? ¿Por qué has cambiado de opinión de repente?”
William lo miró, pero no dijo nada, unos segundos más tarde le respondió: “¿Te parece que realmente necesiten nuestra ayuda? ¿No has escuchado lo que han dicho?”
Jeremy se quedó pensativo un momento y luego asintió “Tienes razón”. Y luego ambos entraron en el edificio para dirigirse a su clase.
Atrás habían quedado Peter y Damian frente a las cinco chicas, de repente sonó el timbre y todos debían ir a clases. Peter y Damian no pudieron evitar dar un suspiro de alivio, mientras que las chicas seguían muy tranquilas como si nada hubiera pasado, les dieron una última mirada antes de finalmente darse la vuelta e irse a su aula.
A partir de ese día a Bianca Anderson, Jessica Clark, Paula Harris, Nailah Moore y Shirley Thomas, nadie se atrevía a molestarlas, y desde entonces se hicieron amigas íntimas e inseparables.
Luego de ese pequeño incidente, Jeremy volvió a acercarse a ellas disculpándose por si en algún momento las había ofendido y diciéndoles que quería ser su amigo. Ellas estuvieron de acuerdo, pues en realidad el chico no les había causado ningún problema, al contrario, él había dado la cara por ellas intentando defenderlas.
Por otro lado, estaba William, que también quería acercarse a ellas, pero al parecer ellas aún estaban un poco molestas porque él creía que ellas no podían enfrentarse solas a esos dos mocosos engreídos, pero en realidad lo que menos les agradaba es que, William era un arrogante que se sentía superior a todos los demás mientras que Jeremy a pesar de tener un buen estatus social, era más agradable, simpático y le gustaba más relacionarse con todos. William era más serio e introvertido, y sentía que los demás no merecían su valioso tiempo para desperdiciarlo con ellos.
Fueron pasando los años y cada uno fue forjando su propio carácter. Al llegar a la etapa de la adolescencia algunos de ellos habían cambiado bastante mientras que otros apenas presentaban cambios prácticamente imperceptibles.
Por ejemplo, Peter King y Damian Thompson ya no eran unos abusones, en realidad con el pasar de los años se habían vuelto menos arrogantes y mucho más sensibles. De hecho se disculparon con las chicas y se habían convertido en sus amigos poco después de aquel incidente.
Todos compartían las mismas clases, con lo cual, lo más sensato era llevarse bien, pues pasarían muchos años juntos, antes de que finalmente, cada uno tomara su propio camino.
También se unieron otros integrantes a su círculo de amigos, como por ejemplo Lina Scott, Yeniffer Smith, Samuel Wilson y Jackson Roberts.
La amistad de todos ellos fue creciendo con el tiempo, casi siempre estaban juntos en todas las fiestas, excursiones, actividades de invierno, campamentos de verano, etcétera.
Ya había pasado casi una década desde que se conocieron, nueve años juntos, habían hecho de ellos buenos amigos, y esperaban en el futuro conservar su amistad, que, aunque la mayoría se separarían en la universidad o después de terminar sus carreras, se prometieron estar disponibles entre ellos si algún día se necesitaban.
Las trece familias también se habían vuelto cada vez más cercanas con el paso de los años. Cada ocasión especial que podían compartir todos juntos, no desperdiciaban la oportunidad, y siempre las fiestas eran muy animadas.
La próxima fiesta que se acercaba y de las que todos hablaban últimamente era el cumpleaños de Nailah Moore.
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