Aquellos finos pasos resonaban junto al andar, acompañados por el taconeo de unos caros tacones, los cuales eran los únicos que se podían considerar pulcros en aquel pasillo lúgubre, acompañado con un olor espantoso a humedad, siendo el ruido de las gotas al chocar contra el suelo, el único sonido que la acompañaba.
Aquella mujer con fino traje blanco muestra su tarjeta de identificación al guardia de seguridad, el cual con descaro fumaba en un lugar donde claramente estaba estrictamente prohibido.
Su mano delicada pasa por el agujero del cristal sucio, dándole su tarjeta de identidad al guardia de seguridad, quien hace una mueca al ver la tarjeta, empezando a leerla en voz alta con un tono burlón.
~ Señorita Amélie... El mundo de las noticias debe estar completamente muerto, como para que una periodista como usted, venga a entrevistar a una asesina.
``~ Muchas gracias por permitirnos esta entrevista con la chica ~``
Amélie con un tono respetuoso, le responde al guardia de seguridad, con un tono de voz dulce, el cual iba acompañado con una encantadora sonrisa.
El guardia de seguridad confundido por aquella respuesta, recorre su mirada por la encantadora sonrisa de Amélie, no comprendiendo por qué una chica como ella estaba en un lugar como este.
~ Déjame adivinar, o eres la nueva, o simplemente te obligaron a aceptar este trabajo.
El guardia de seguridad agarraba unas llaves, las cuales tenían un número marcado, indicando la celda número 061, para después alejarse del puesto en donde se encontraba y empezar a guiar a Amélie en dirección a dicha celda.
``~ Veo que realmente existen diferentes opiniones con respecto a la chica que tienen encerrada, pero respondiendo a su pregunta. No, realmente fui yo la que pidió esta entrevista ~``
Atónico por aquella respuesta, el guardia de seguridad se gira, mirando estupefacto a Amélie, no logrando comprender por qué ella misma se había postulado para ese trabajo.
~ ¿Usted realmente sabe quién está allí encerrada?
``~ Por supuesto, por algo escogí esta tarea ~``
~ No creo que tenga realmente ese conocimiento, déjeme advertirle de una vez que la "chica" así como usted la llama, es totalmente un demonio, lleva varios meses aquí encerrada y aún no hemos podido conseguir sacarla de esa celda. Sin mencionar que dañó 10 de ellas solo porque no le gustaba el espacio reducido.
``~ Es exactamente a quién vengo a entrevistar, es la chica que busco ~``
~ Bueno, pues déjeme decirle que es su día de suerte, es la primera y la única que podrá entrevistarla. A los demás reporteros trató de matarlos, pero, ya que ella aceptó la entrevista, supongo que este no es el caso. A menos que tenga una retorcida forma de pensar... Como sea...
El guardia de seguridad deja de hablar, colocando la llave en aquella cerradura, abriendo la pesada puerta, la cual dejaba ver como dentro de aquella celda, se encontraba una más pequeña, una que estaba mucho más protegida, fuera del alcance de los rayos del sol.
``~ ¿Por qué la tienen fuera de la luz? ~``
~ Así mismo lo exigió ella, por su seguridad no se acerque a la línea amarilla, es el máximo rango que puedes estar frente a la celda.
Amélie asiente, en donde empieza a caminar curiosa hasta la celda, en donde todo parecía de un duro concreto, existiendo solo una pequeña entrada donde entraba la comida.
Aun así, sus pasos eran cautelosos, entendiendo la gravedad con la que debía tomar este asunto, acercándose a unos pocos milímetros al limitador de la celda, en donde curiosa empieza a observar, decepcionándose al percatarse de que solo había una inmensa oscuridad en aquella celda.
``~ Muchas gracias por aceptar mi entrevista ~``
Asombrada, Amélie empieza a ver unos ojos que brillaban de un hermoso color miel en aquella oscuridad, el cual empezaba a ser acompañado por unos pasos, los cuales se acercaban hasta la pequeña entrada.
*~ No hay de qué, empezaba a aburrirme el hecho de que solo tengo a un vejestorio como conversador. ~
``~ Si no le importa, me gustaría hacerle unas preguntas antes de ir directamente con el tema al que vine. ~``
*~ Adelante, tiempo es el que me sobra. ~
Amélie, entusiasmada, saca de su traje una grabadora, la cual enciende, empezando a grabar la conversación.
``~ Me gustaría saber un poco más de usted... por ejemplo, el hecho de ser un demonio le da la facilidad de poder escaparse sin ningún problema de esta prisión ¿Qué se lo impide? ~``
*~ Es fácil, estoy castigada ~
Aquella respuesta era de todo menos la que Amelie estaba esperando, sintiéndose confundida, pero a la vez curiosa por aquella respuesta, la cual estaba acompañada por un tono burlón.
``~ ¿Castigada? ~``
*~ ¿Sabes quién es el demonio de las rosas?.~
``~ Por supuesto, es el demonio más fuerte, es tan temido que ni los cazadores más experimentados se atreven a cazarlo. ~``
*~ Bueno, mi madre me tiene castigada aquí encerrada, así que prefiero esperar hasta que ella me ordene que pueda salir. ~
``~ Así que el hecho de que no escaparas hace rato es porque le tienes miedo al demonio de las rosas... ¿A tu madre?. ~``
*~ Miedo es una palabra muy fuerte, yo diría más bien respeto. ~
``~ Entiendo... Gracias por responder, ahora. Me gustaría saber por qué estás aquí encerrada. Es algo curioso que estés encerrada, pero nadie sepa el porqué de su encarcelamiento ~``
*~ Eso es muy fácil de responder, dime, Amélie, ¿has experimentado el sentimiento de querer proteger a alguien hasta con tu propia vida? ~
Amélie queda boca abierta, sorprendida por el mero hecho de que aquella chica supiera su nombre, sabiendo que ella nunca se lo mencionó.
``~ Lamentablemente, aún no ~``
*~ Eso es un problema, probablemente no logres entender mis razones ~
``~ Aun así... me encantaría escucharte ~``
*~ Bien, verás. Antes de entrar a esta celda, yo tenía a alguien a quien proteger, a alguien por quien yo daría mi vida sin pensarlo dos veces ~
``~ ¿Y dónde está ese alguien en este momento? En el instante que te detuvieron, estabas completamente sola. ~``
*~ Muerta, después de todo, yo la maté ~
``~ ¿Un accidente? ~``
*~ No, no fue ningún accidente ~
Amélie, confundida, baja su mirada, enfocando su mirada en su anillo decorativo, no entendiendo cómo alguien quien sentía ese inmenso amor, podía siquiera matar a alguien sin siquiera mostrar una pizca de remordimiento.
``~ ¿Entonces...? ~``
*~ La maté porque solo yo podía. Después de todo, ella me pertenecía ~
Durante siglos, nuestro mundo, el mundo de los humanos, ha sido siempre controlado y protegido gracias a la asociación de cazadores.
Una asociación que se encarga de expertos humanos con diferentes habilidades que les ayudan a enfrentarse a ciertos demonios.
A medida que el humano fue evolucionando, fueron encontrando diferentes métodos con los cuales podían contrarrestar con la agresividad del mundo intierno. Un mundo al que le llamamos la otra cara de la moneda.
Una dimensión paralela a nuestro planeta tierra, donde allí habitan cientos de razas, las cuales están categorizadas desde las más débiles, hasta las más fuertes.
En cada cierta época del año, en nuestro mundo aparecen brechas de portales, por donde estas razas logran salir, usualmente algunas pasan desapercibidas por su poca agresividad.
Pero algunas... Como los demonios y vampiros, se encargan de hacer y deshacer con los humanos como se les antoja...
Y ahí es donde interfieren la asociación de cazadores... Por lo general, la existencia de este nuevo mundo y de estas nuevas razas, son mantenidas bajo secreto, conociéndolos únicamente el gobierno o la asociación de cazadores.
Gracias a que mi padre es uno de los mejores cazadores, conozco toda esta historia...
Por mi parte, siempre he querido ser cazadora... seguir los mismos pasos que mi padre, pidiendo como deseo, en cada fecha de mí cumpleaños, que este me acepte como mi maestro y me empiece a entrenar...
Pero para mi desgracia, no hay mayor deseo que haga temblar a mi padre... El cual es capaz de matar demonios del doble de su altura sin pestañear...
Así como en cada cumpleaños digo en voz alta mi deseo, él en voz alta siempre me repite lo mismo "Bajo mi cadáver"
Nunca he entendido la extraña obsesión que tiene mi padre cuando se trata de mi protección y mi vigilancia...
A veces pienso que realmente le asusta que salga herida... Y más siendo yo su única hija...
Desde muy pequeña, desde que tengo memoria, cuando se trataba de salir, siempre era mi padre el que se aseguraba de estar conmigo. Incluso ahora, que empecé mis clases universitarias, mi padre se asegura de llevarme y de traerme siempre...
"Suspiro"
Dejo de fijar mi vista en el techo, llamando mi atención aquella hermosa melodía que empezaba a sonar del piano...
Alegre, salgo de mi habitación, bajando por las escaleras a toda prisa, haciendo resonar mis pasos ruidosos por la forma tan brusca en la que corría.
^~ Por amor a dios Reichell, un día de estos me vas a matar de un susto.
Alegre sonrió ante la mirada llena de pánico que tenía mi madre, quien había detenido aquella hermosa melodía.
°~ Sabes que no puedes tocar esa canción sin mi. ~
Con una expresión molesta, esta se quita sus lentes, empezando a masajear su frente, para después fijar su mirada en mis pies.
^~ ¿Dónde están tus zapatos? Hace poco limpié el suelo y con la forma en que mantienes corriendo como caballo desbocado, un día de estos te vas a lastimar.
°~ El día que me caíga, ese mismo día me pondré zapatos. ~
Sonriendo alegre, miro discretamente los pies de mi madre, asegurándome de que esta tuviera puestos sus zapatos especiales.
~ Din Don ~
El sonido del timbre de la puerta interrumpe nuestra conversación, en donde miro emocionada a mi madre, creyendo que era mi padre que había regresado de sus misiones.
°~ ¡Yo abro! ~
Y nuevamente, empiezo a correr, esta vez en dirección hacia la puerta, escuchando los gritos preocupados de mi madre a mis espaldas.
^~ ¡Reichell, deja de correr que te vas a caer!
Alegre abro la puerta, decepcionándome al instante al ver que era un solo mensajero, el cual traía un paquete en sus manos.
~ Buenos días señorita Reichell, tan hermosa como siempre ¿Ya sabe que va a pedir como regalo de cumpleaños este año?
°~ Lo de siempre, como cada año. ~
Agarro el paquete y no queriendo seguir conversando, trato de cerrar la puerta, pero para mi desgracia, el mensajero pone su pie en el borde de la entrada, impidiendo poder cerrar.
~ ¿Quieres ir a cenar? Por supuesto, yo invito, para que celebremos tu cumpleaños.
°~ Gracias, pero no, ya tengo otros planes con mis padres. ~
~ Oh, supongo que sera para la próxima ocasión.
Este me sonríe, esperando mi respuesta, en donde, aprovechando su distracción, cierro la puerta en toda su cara.
"Suspiro"
Que hombre más insistente...
^~ ¿Era Vily de nuevo?
°~ Sí... No entiendo por qué sigue insistiendo... Realmente ya no sé cómo rechazarlo ¿De casualidad no conoces un método que lo espante? ~
Mi madre empieza a negar con su cabeza, mientras empezaba a reír burlonamente.
^~ ¿Quieres comer tu pastel? Tu padre no contesta mis mensajes.
°~ No, está bien, quiero esperarlo, siempre comemos mi pastel cuando él regresa de trabajar... Por cierto ¿Por qué pediste más medicina? Anoche miré y tenías aún la mitad. ~
^~ Ayer en las noticias, estaban hablando de una posible manifestación en todas las farmacias y no se sabría cuanto tiempo duraría, así que mejor mande a pedir más.
°~ ¿Manifestación? ~
^~ Ya sabes, de esas que la gente organiza cuando no les agrada que aumenten el precio, así sean por centavos.
°~ Mientras tú tengas tu medicina, ellos pueden hacer cuanta manifestación les plazca... De igual formas, el gobierno nunca les va a hacer caso, nunca lo hacen. ~
~ Din don ~
^~ ¿Vily habra olvidado entregar algo?
°~ De seguro, siempre mantiene su cabeza en las nubes. ~
De inmediato abro la puerta, encontrándome con la sorpresa de que allí estaba mi padre, con una caja blanca, con su enorme moño rosa y montones de globos que sostenía en su otra mano.
€ Feliz cumpleaños mi princesa.
°~ ¡Papá! ~
Emocionada me aparto de la puerta, dejándolo pasar, quien deja todas esas cosas en el suelo, para abrazarme, asfixiándome como siempre con aquel brusco abrazo.
°~ Iré por el pastel. ~
Emocionada entro a la cocina, en busca de mi pastel de cumpleañera, sacándolo de la nevera, agarrando servilletas y un pequeño cuchillo.
Alegre voy hacia ellos, mirándolos extrañados al ver que entre ellos dos parecían estar susurrándose algo.
°~ ¿Sucede algo? ~
Tanto mi padre, como mi madre, se separan un poco, empezando a sonreír, como si nada hubiera pasado.
€ No te preocupes princesa ¿Por qué no mejor empiezas a preparar tu deseo?
Mientras mi padre decía esto, de su chaleco iba sacando una pequeña vela con forma de estrella, la cual empezaba a colocar cuidadosamente en el pastel.
€ El tiempo pasa volando... Hoy ya estás cumpliendo tus dieciocho años... Cuando ayer apenas eras una pequeña niña corriendo de aquí por allá como una loquita.
Aquellas palabras las cuales debían estar acompañadas por felicidad y por nostalgia... Iban acompañados por todo lo contrario, la voz de mi padre temblaba, notándose de inmediato, como le costaba decir aquellas palabras, como su mano, a pesar de tratar de disimular, le estaba temblando.
°~ ¿Papá? ~
€ Ya que hoy cumples tus dieciocho ¿Por qué no abres tu regalo?
Ignorándome, este agarra la caja y la pone encima de la mesa, al lado del pastel, donde curiosa me acerco a esta, observando como de la nada se empezaba a mover.
Queriendo ver que era aquello que tanto se movía, abro la caja, saltando una pequeña bola de pelos, la cual agarro de inmediato, quien empezaba a mover enérgicamente su cola de un lado para otro.
|°| ¡Wuaf!
°~ ¿U,un perro? Pero creí que nunca me dejarían tener uno. ~
Extrañada y emocionada, abrazo a aquel cachorro, el cual, al igual que yo, estaba entusiasmado por conocerme.
^~ Tu padre y yo estuvimos pensando... Y ya que estás empezando a salir tan tarde de la universidad ¿Por qué no mejor tener a alguien que te pueda cuidar?
°~ Pero... ~
Bajo mi mirada hacia el pequeño cachorro negro con pequeñas manchas cafés en sus patas, las cuales parecían botas.
Está muy pequeño... Sin mencionar que parece un peluche...
€ No te preocupes, en unos cuatro o seis meses ya verás que te superara en tamaño, tu cachorro es un mastín tibetano.
^~ Tu padre y sus exageraciones, mira que conseguir un perro tan grande ¿Qué harás cuando arrastre por las calles a tu hija?
°~ N,no lo hará... Me encargaré de entrenarlo bien. ~
Emocionada, dejo al pequeño cachorro en el suelo, sentándome a su lado, en donde saco de inmediato mi celular, para tomarle una foto.
€ ¿Y bien?... ¿Cómo lo vas a llamar?
°~ Aún no lo sé... Necesita un buen nombre... Uno que le haga honor a su tamaño.
€ Mientras piensas en el nombre... ¿Por que no mejor pides tu deseo?
Con una medio sonrisa, mi padre enciende la vela, en donde la empiezo a mirar confiada al saber cuál sería mi deseo de cumpleaños... Pero por un momento, mis ojos se fijan en aquel cachorro. Empezando a dudar por un segundo lo que siempre he deseado.
€ Antes... Antes de que pidas tu deseo Reichell... ¿Por qué quieres ser cazadora?
Extrañada miro a mi padre, él siempre me negaba cualquier conversación con respecto a ser cazadora... Y el mero hecho de que me estuviera preguntando el motivo, me daba una extraña sensación.
°~ Quiero seguir tu ejemplo... Quiero defender a los humanos de las razas... ~
€ ¿Acaso eso es todo?
°~ ¿De qué hablas papá?... ¿Como que si es todo?... ¿Qué otra razón debería existir?... ¿Acaso... Seguir tu ejemplo y querer ayudar a los demás no es suficiente? ~
Mi padre, con una expresión de molestia mezclada con seriedad, se levanta de su asiento, apoyando sus manos en la mesa, de tal forma que me daba la sensación como si este estuviera a punto de gritarme.
€ Debes dejar a un lado tu capricho por ser una cazadora. No tienes la fuerza, ni el carácter para serlo. Y tampoco eres alguien especial al que puedan entrenar.
°~ No es justo, tú eres cazador únicamente porque tienes una barrera que te protege de cualquier demonio. ¡Si no fuera por eso, tampoco serías especial!. ~
Molesta levanto un poco el tono de mi voz, siendo incapaz de entender como el sí podía ser un cazador, y yo no.
^~ Será mejor comer el pastel, no queremos que las frutas se amarguen.
Mi madre, con una sonrisa incómoda, interrumpe aquella pelea, sintiendo de inmediato como el ambiente se relajaba por parte de mi padre, por el contrario de mi parte, quien aún exigía una explicación.
Pero al ver que este se negaba a darme una explicación, regreso a mi lugar, fijando mi mirada en aquella vela, la cual ya se había apagado por completo...
"Suspiro"
Le medio sonrió a mi madre, asintiendo con mi cabeza, observando como ella, con una gran facilidad, empezaba a cortar mi pastel de una forma tan ágil, que cada trozo que cortaba, lo cortaba tan perfecto que cada parte quedaba del mismo tamaño.
^~ Para... Para el siguiente año, puedes pedir dos deseos en vez de uno.
Mi madre decía esto mientras me ofrecía un trozo de pastel, con una sonrisa en sus labios, queriendo que aquella conversación quedara en el olvido.
°~ No te preocupes mamá, este año pude pedir el mismo deseo que pido en todos los años. ~
Molesta, miro de inmediato a mi padre, quien deja escapar un suspiro de sus labios.
€ ¿Reichell, me podrias recordar que es lo que tienes en tu mano izquierda?
Incómoda, bajo de inmediato mi mano de la mesa, escondiéndola debajo de esta, desviando mi mirada de la suya, quien claramente me estaba desafiando.
€ ¿Y bien?
°~ Una herida... ~
No queriendo admitir mi derrota. Bajo el tono de mi voz, siendo este casi susurrándolo.
€ Bien, ya que no tienes el valor de decirlo, lo diré yo. Esa mano, la que tanto escondes, tiene una gran cicatriz, que la causo un demonio que trato de matarte. Y espero que recuerdes muy bien el sentimiento que sentiste ese día. Como el miedo te paralizo y si no fuera por tu madrina, no estuvieras viva en estos momentos.
En completo silencio, empiezo a comer mi pastel, no queriendo continuar ahora si esta conversación, sabiendo perfectamente que tenía las de perder...
"Suspiro"
No es justo que siempre me repita lo mismo... Eso pasó hace 8 años... Yo... Ya no soy aquella niña asustadiza...
En un completo, he incómodo silencio, empezamos a comer mi pastel de cumpleaños, a pesar de sentir el constante movimiento de la cabeza de mi madre, mi mirada permanece baja, enfocándola en mi trozo de pastel.
Por un lado... Entiendo la preocupación que siente mi padre...
Yo misma he visto como mi madre se sienta por horas pendiente de su móvil, en la espera de una llamada que indique que mi padre se encuentra bien...
Yo misma he vivido el sentimiento de estar pendiente de que llegue a casa sin heridas...
Pero aun así...
Me gustaría que al menos me diera otra oportunidad... Que me dejara permitirme demostrarle que si puedo con esto...
"Suspiro"
Aquel incómodo silencio es interrumpido por el tono de mi celular, empezando a sonar una pequeña melodía de piano, indicando que alguien me estaba llamando.
Sin mirar el nombre de quien me estaba llamando, levanto mi mirada hacia mis padres, quienes asienten, dándome el permiso de poder contestar estando aun en la mesa.
Extrañada por quien me estuviera llamando a estas horas, reviso mi móvil, indicándome de inmediato, que Aitor me estaba llamando.
¿Y este ahora que quiere?
A malas ganas contesto y sin siquiera dejarme hablar, este empieza a levantar el tono de su voz, obligándome a apartar el celular de mi oreja, temiendo quedarme sorda.
•~• ¿Qué demonios te pasa?... ¿por qué no contestas? Encima que me digno a llamarte en tu cumpleaños cuando sabes que mantengo ocupado.
°~ Pudiste mandar simplemente un mensaje ~
•~• Como sea ¿Ya estas organizada? Voy a pasar por ti en 10 minutos, sabes que detesto esperar.
Y sin siquiera dejarme responder, este cuelga de inmediato, dejándome atónica por aquella extraña y agresiva llamada.
¿Y organizarme para qué?
^~ ¿Era tu novio?
°~ Sí... Al parecer quiere invitarme a salir. ~
^~ Pero... ¿No le dijiste que tenías planes con nosotros?
°~ L,lo siento mamá, ni siquiera me dio tiempo de decir algo siquiera. ~
€ No pasa nada... En cada cumpleaños la pasas con nosotros, ve con el sí así lo prefieres. Si no llegas muy tarde, podemos continuar con la celebración.
°~ Bien... Si no les molesta, entonces puedo ir a pasar un rato con él, iré a cambiarme. ~
^~ ¿Cambiarte? Reichell, luces preciosa con ese vestido lima, resalta el color de tus ojos.
€ Además es nuevo, incluso lo compraste para celebrar tu cumpleaños ¿Para qué te vas a cambiar?
°~ Me organizaré el maquillaje entonces. ~
Alegre por los cumplidos, subo a la habitación, en donde me organizo el maquillaje, fijándome en el espejo, como mis ojos verdes, parecían tener un tono mucho más claro gracias al vestido lima que tenía.
Curiosa por mi cabello, empiezo a girar, buscando que ningún cabello estuviera levantado, pero, poco a poco fui descubriendo como mi cabello había pasado, de estar peinado a como si me hubiera acabado de levantar.
"Suspiro"
¿Es en serio?
Todo el tiempo que tarde en organizarme el cabello y ya está nuevamente esponjado...
No queriendo perder tiempo en organizar nuevamente mi cabello, agarro una moña y me hago una cola de caballo, dejándome algunos mechones por fuera, siendo este mi flequillo.
°~ Mucho mejor ~
Me pongo unos tacones un poco bajos y ahora sí. Ya estando organizada, bajo a la sala, encontrandome con mi madre, quien estaba organizando la mesa.
°~ ¿Y mi papá? ~
^~ Salió hace un rato, sabes que detesta estar frente a frente con tu novio. De seguro volverá cuando tú vuelvas.
°~ ¿Quieres que te ayude con la mesa? ~
^~ Oh no, no es necesario. Además, no quiero que manches tu vestido ¿No dijo Aitor que estaría aquí pronto?
°~ Dijo que llegaría en 10 minutos ~
Mi madre levanta su mirada hacia el reloj de la pared, mirándolo por unos segundos, para luego volver a mirarme.
^~ ¿Segura? Hace rato pasaron los 10 minutos.
°~ Iré a mirar. ~
Extrañada por ver que aún no llegaba, salgo de la casa, buscando con la mirada su carro, pareciéndome curioso como aquel mandón ni siquiera había llegado.
¿Para qué demonios acosa si ni siquiera va a llegar a tiempo?
Molesta, cruzo mis brazos, buscando con mi mirada su carro, esperando que esté en cualquier momento llegara, pero mis ojos se fijan en Francys, quien estaba empujando una carreta con botellas de plástico, en donde de inmediato salgo a saludarlo.
°~ Buenas tardes Francys ¿Quieres que te ayude con la carreta? ~
√ Oh, buenas tardes pequeña, no te preocupes, estoy bien, él sol ha estado oculto durante esta mañana, no estoy cansado. Pero de todas formas, sería poco amable de mi parte aceptar tu ayuda con ese vestido y esos tacones.
Sonriendo alegre. Francys señala mis tacones, en donde le sonrió alegre.
°~ ¿Ya almorzo? Hoy cocine una nueva receta, me gustaría saber su opinión. ~
√ Justo estaba recolectando mis botellas para sacar para el almuerzo de hoy, pero, yo encantado de probar tu comida.
°~ Ya vengo ~
Emocionada, acelero mi paso para entrar a la casa, entrando de inmediato a la cocina, en donde empiezo a sacar una buena porción del almuerzo que había hecho.
A pesar de que la "nueva receta" era una total mentira, quería que Francys al menos tuviera su plato de almuerzo el día de hoy.
Sé que a pesar de siempre recolectar las botellas, estas a veces no le alcanzan para comprar siquiera una botella de agua...
Junto con un plato y un vaso de jugo, salgo de la casa, encontrandome con Francys, quien parecía estar mirando hacia el cielo.
°~ ¿Sucede algo? ~
√ No es nada, pero parece que va a llover.
Curiosa por sus palabras, levanto mi mirada hacia el cielo, no entendiendo como podía adivinar el clima del cielo con tan solo mirar su color. Pese a que este aún estaba de un celeste brillante.
°~ Espero que sea suficiente, si no lo es, dímelo, así te traeré un poco más. ~
Francys empieza a reír mientras negaba con su cabeza, recibiéndome el plato y el jugo, sentándose en el suelo, en donde queriendo acompañarlo, me siento junto a él.
√ No podría causarte tantas molestias, sin mencionar lo incómodo que debe ser caminar con esos zapatos... Por cierto.
Francys empieza a buscar en sus bolsillos, sacando de estos un pequeño broche para el cabello con forma de mariposa, la cual traía unos cristales, los cuales brillaban de bonitos colores.
°~ Q,que bonito. ~
√ No es mucho a comparación con las cosas que te debieron dar tus amigos, pero al menos me gustaría darte esto.
°~ Sabes que eres mi único amigo, apenas estoy empezando la universidad y no creo poder hacer amigos allí... Las... Las mujeres tienden a odiarme. ~
√ Debe ser porque eres muy bonita.
°~ No creo que sea eso... Deben considerar que soy rara al no interesarme casi en cosas de chicas. ~
√ ¿Te puedo dar un consejo?
°~ Por supuesto. ~
√ No todos los libros van a tener las mismas palabras, solo es cuestión de encontrar uno que vaya a juego con el que estás leyendo.
°~ Intentaré hacer amigas... Pero no te prometo nada. ~
√ Ya quiero que me cuentes de tus nuevos amigos.
°~ P,por cierto. ~
Emocionada, saco mi móvil, buscando la foto de mi nuevo cachorro, en donde se lo muestro de inmediato.
°~ Mis padres me regalaron de cumpleaños un cachorro ¿A que no es lindo?. ~
√ Es precioso, de seguro será un excelente guardián, se nota que va a ser un perro grande.
Francys empieza a señalar las patas del cachorro, en donde me regala una pequeña sonrisa.
•~• ¿Reichell?
Aitor se acerca hasta nosotros, en donde con una forma brusca, empuja un poco a Francys lejos de mí, obligándolo a levantarse del suelo.
•~• ¿Qué haces sentada allí? Vas a estropear todo lo que te hace ver linda, levántate de allí.
Molesta por como este había empujado a Francys, me levanto del suelo, empujándolo un poco brusca.
°~ ¿Por qué demonios empujas a mi amigo?. ~
•~• ¿Tu amigo?... ¿Qué estupideces estás diciendo? No puedes ser amiga de un vagabundo.
√ Yo... Será mejor irme, gracias por la comida... Y Reichell, feliz cumpleaños.
Francys, queriendo regresar los platos, es detenido por Aitor, quien le empuja su mano, evitando que entregara las cosas.
•~• Te las regalo ¿Cómo es posible que quieras devolver algo que tocaste? Debes estar sucio y sin mencionar cuantos piojos tengas.
°~ ¿Podrías dejar de meterte en lo que no te importa? Esos platos son míos, no tuyos. ~
Molesta he incómoda por la situación que estaba haciendo pasar a Francys, agarro los platos, quien me mira por unos segundos y me sonríe, para empezar a alejarse con su carreta.
•~• Será mejor que tires esos platos, no sabes cuantas enfermedades puede tener ese vagabundo encima.
Ignorándolo por completo, empiezo a caminar hasta mi casa, entrando a esta, quien entra junto a mí, quedándose en la sala, mientras que por mi parte, iba hasta la cocina en donde empezaba a labar los platos.
"Suspiro"
Al final no le pude dar de mi pastel a Francys...
|•| ¡Wuaf!
Extrañada por aquel curioso ladrido del pequeño cachorro, salgo de la cocina, sorprendiéndome al ver como mi cachorro estaba mordiendo el zapato de Aitor, quien parecía querer patearlo, en donde de inmediato lo detengo, apartando al cachorro de este.
°~ ¿Estás loco?... ¿Por qué demonios ibas a patearlo?. ~
•~• Me estaba atacando ¿Acaso no lo viste?
°~ Es un cachorro, de seguro quería jugar, a diferencia de ti, que eres un adulto... O bueno, eso me gustaría creer. ~
Molesta, lo miro, frunciendo mis cejas, quien empieza a ignorarme por completo.
•~• Como sea, vámonos, se me va a hacer tarde por estar esperándote.
Preocupada, empiezo a revisar a mi cachorro, asegurándome de que este no tuviera ninguna herida, quien parecía estar contento, moviendo enérgicamente su cola para mí.
•~• No seas tan dramática, es solo un animal, mejor te espero afuera.
Aitor, sale de la casa, azotando la puerta detrás de él, provocando que mi enojo aumentara.
¿Cómo se atreve a tirar la puerta de mi casa de esa forma?
°~ Volveré enseguida, no tengo mucho de que hablar con ese idiota. ~
|•| Wuaf.
Alegre, mi cachorro ladra, en donde lo dejo en el suelo, para salir de la casa, encontrándome con que Aitor empezaba a fumar. Tirando las cenizas de su cigarrillo en mi césped.
°~ ¿Podrías al menos fumar en otro lado? Sabes que detesto eso. ~
•~• ¿Andas de mal humor o que te pasa?
°~ ¿A mí? Eso mismo te pregunto a ti. Me llamas de la nada, me haces esperar un montón de tiempo, eres agresivo con mi amigo y casi lastimas a mi cachorro. Sin mencionar lo mal que te estás comportando en mi casa. ~
•~• Bueno, como sea, te llevaré a un fino restaurante. De seguro estarás más contenta.
°~ ¿Al menos podrías disculparte? Que estés molesto con alguien, no significa que te puedas desquitar con los demás. ~
•~• Vale, vale. Pero ya deja de regañarme, eres mi novia ¿No? No eres mi madre como para que tomes ese papel.
Aitor, a regaña dientes, apaga su cigarrillo, tirándolo en la caneca de basura frente a mi casa, empezando a caminar, como si estuviera segura de que lo iba a seguir. Quien se percata minutos después de que no lo estaba siguiendo.
•~• Cómo planeo disculparme si ni siquiera quieres venir?.
"Suspiro"
Supongo que será la última oportunidad que le daré.
Empiezo a caminar detrás de él, sintiéndome incómoda por su compañía, quien parecía estar mensajeando en su móvil.
Extrañada observo como este levanta su mano, llamando la atención de un taxi, quien inmediatamente se detiene frente a nosotros.
°~ ¿Y tu carro?. ~
•~• Por capricho de mi padre, ahora no tengo carro.
Confundida entro en el taxi junto a Aitor, quien da la dirección del restaurante, uno que estaba relativamente cerca. Llegando después de 10 minutos.
Aitor se baja de inmediato del taxi, en donde empieza a llamar a alguien, alejándose de nosotros.
~ Disculpe señorita ¿Y mi dinero?.
°~ L,lo siento, pensé que ya le habían pagado ¡Aitor!. ~
Grito su nombre, quien siquiera se digna a mirarme, por el contrario, este empieza a alejarse mucho más de nosotros.
~ Señorita, lo siento, pero tengo prisa.
Nerviosa y sintiendo mis mejillas sonrojarse, empiezo a buscar en los pequeños bolsillos de mi vestido, en donde lo miro incomoda al no tener efectivo.
°~ Acepta transferencia?. ~
~ Estos jóvenes de hoy en día... ¿Por qué piden un taxi si no tienen con que pagar?
Molesto, este me da su número de banco, empezando a "susurrar" su queja, en donde perfectamente podía escucharlo.
°~ D,disculpe las molestias. ~
Ignorándome por completo, este arranca el carro, en donde empiezo a caminar hacia el restaurante.
°~ Pudiste al menos pagar el taxi antes de bajarte ¿Lo sabes?. ~
•~• Oh ¿No lo hice?.
Como si fuera en un tono burlón, este me mira por unos segundos, cuelga su teléfono y entra al restaurante, en el cual teníamos una reservación.
•~• Te apuesto a que nunca habías venido a este restaurante, es muy fino y solo puedes entrar con reservación. Gracias a mis contactos pudiste entrar hoy.
°~ De hecho, vengo todos los sábados con mis padres, mi papá conoce al dueño. ~
Incómodo por mis palabras. Aitor se aclara la garganta, sentándose de inmediato en la mesa, en donde de inmediato llega el mesero.
Por mi parte, pido lo de siempre, mi pequeño filete bañado en vino, por el contrario de Aitor, quien empieza a pedir lo más caro de aquel lugar.
Quien sorprendentemente, empieza a comer lo más rápido posible, una vez que el mesero nos trae los platos, comiendo de una forma tan maleducada, que podía ver como metía más comida aun teniendo su boca llena.
•~• ¿Qué tal si vamos a mi casa? Allí te puedo dar mi regalo, ya sabes, ya es hora de que me demuestres el afecto que tienes por mí.
"Suspiro"
Molesta, dejo mis cubiertos aun lado de mi plato, limpiando mis labios de posibles rastros de comida, fijándome en su asquerosa sonrisa coqueta.
°~ ¿Por qué sigues insistiendo con el mismo tema? Ya te dije que no estoy lista, además, apenas vamos a cumplir una semana, ni siquiera nos hemos besado como para que me estés pidiendo esto. ~
•~• Si todo es tu culpa, no nos hemos besado porque no quieres hacerlo.
°~ Eres mi primer novio... ¿Está mal querer ir despacio?. ~
•~• Por supuesto que no, tú puedes ir al ritmo que quieras ¿pero para qué esperar a que yo sea tu primer hombre?.
°~ Aitor... ¿Qué es lo que te gusta de mí?. ~
•~• Bueno... Eres bonita, tienes buen cuerpo, eres de familia con dinero...
Inmediatamente, lo interrumpo, no gustándome aquella respuesta.
°~ ¿Es todo?... ¿Es lo único que te gusta de mí?.~
•~• T,tu cabello color cobre también me gusta, pero solo cuando lo traes organizado.
De mis labios se escapa una sonrisa, no entendiendo como estaba saliendo con un tipo como este.
°~ Aitor, sera mejor que term... ~
Justo este me interrumpe, levantándose de la mesa y empezando a llamar a alguien.
•~• Ire al baño, tu paga la cuenta mientras termino.
°~ Por supuesto. ~
Por supuesto que no, idiota.
Al este alejarse, levanto mi mano, llegando de inmediato el mesero.
°~ Pagare lo mío, mi acompañante va a pagar lo suyo, en este momento entro al baño. Yo me tengo que ir ya. ~
Cansada por aquella mala situación, pago mi plato, que por suerte fue poco, empezando a caminar de camino a mi casa, sintiendo como mis pies me empezaban a doler y como, para mi mala suerte, empezaba a llover.
Esto es fantastico...
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