NovelToon NovelToon

El Príncipe De Las Bestias

La cazadora exiliada

...****************...

A todas mis queridas lectoras...

He tenido muchos inconvenientes para continuar mi novela anterior, por completo había dejado de lado este pequeño espacio donde puedo dejar fluir mi imaginación y compartirla con todos ustedes

Vuelvo con esta encantadora historia de la cual espero se enamoren como yo! En un mundo de fantasía donde podamos olvidar la realidad y recrear escenas maravillosas en nuestra mente

Está es una historia 🔞 llena de escenas violentas, apasionadas y hasta tormentosas, como nos recomendó el doctor 🤣

Feliz año nuevo, nos leemos pronto ✨

...****************...

En medio de la muchedumbre, sostenida por dos guardias encapuchados, una jóven era enjuiciada por sus delitos

-Por favor no, yo no hice nada malo

-Es evidente que esa pordiosera miente, debía cumplir con su trabajo y no lo hizo! ¡Espera que creamos que esos cabellos son de los niños monstruos!

Aria sentía su cara húmeda, las lágrimas caían sin poder evitarlo. Aquel funcionario tenía razón, ella no pudo matar a los niños, por el contrario, los ayudó a escapar de la trampa que ella misma diseñó, para devolverlos a un lugar seguro

Los ancianos comenzaron a discutir entre ellos, la multitud que ansiaba escuchar el castigo para quemarla viva mientras se escuchaban los gritos, murmuraba aclamante

-Silencio- El anciano más antiguo, de pie, agitó su bastón en el suelo con tal fuerza que el polvo se levantó arremolinandose- Aria, por tus años de servicio, se ha decidido darte una última oportunidad

La mirada de Aria se posó en los ojos de aquel anciano, mismo anciano que la había acogido cuando a sus cortos 4 años de vida, fue abandonada por un hombre que se hacía llamar su padre

-Te otorgamos una misión imposible, si logras volver con vida y victoriosa, te perdonaremoa tus desobediencias

Tenía razón, no era la primera vez que Aria hacía lo que quería, pero desde niña, siempre fue compasiva, con gran sentido de la justicia y un arraigado deseo de salvar a los menos favorecidos, era un alma noble

La multitud se quejaba a gritos, pronto, comenzaron a lanzarle vegetales podridos, manchando su ropa y rostro

-Basta! Sino, todos serán castigados a cambio de ella

-Gran anciano, el pueblo está visiblemente molesto por esta injusticia. Es necesario un castigo para esta cazadora desleal y mentirosa

-Eso lo decide el comité, no el pueblo. Aria, serás enviada al Bosque de las Sombras, tu misión, si sobrevives al Bosque, será acabar con la bestia maldita que habita en el corazón del bosque, solo así, el príncipe podrá ascender al trono de Luneth en paz y tranquilidad

Todos volvieron a murmurar, pues nadie había sido capaz de salir vivo de aquel bosque

Aria asintió en silencio

-Ven a mis aposentos, allí te daré instrucciones y las herramientas necesarias para llevar a cabo tu misión

El anciano caminó lentamente adentrándose al castillo, los abucheos se hicieron presente, pero antes de ser atacada nuevamente, Aria corrió detrás del anciano

El camino fue silencioso, ninguno de los dos dijo sílaba alguna. Los ojos de Aria estaban rojos, pero ya no tenía más lágrimas para botar

Al final, si vida siempre fue así, ser desechada, maltratada y odiada por todos

Cinco pisos abajo, el anciano cerró las grandes puertas y se giró para mirarla a los ojos

-Aria, estoy… no sé si decir decepcionado u orgulloso… No debiste mentir de esa manera, yo te pude haber ayudado

-Lord Dan, ya lo he metido en demasiados problemas desde niña, sé que ha frenado con su poder al príncipe para evitar todos los castigos que merezco, no podía involucrarlo más

-Ese mocoso nunca me hará nada, pero tú, pequeña, estás siendo enviada a la muerte. Aria sé lo habilidosa que eres, pero el Bosque es… es otra cosa, te supera con creces, a ti y a todos

-Buscare la manera…- las mejillas de Aria, enrojecidas, sus ojos cristalinos, amenazaban con derramar lágrimas nuevamente

-Esto es una despedida, quiero que, si logras sobrevivir, no regreses jamás Aria, aunque regreses con la misión cumplida, te matarán hija, no podré evitarlo

Aria no dijo más, se acercó al anciano y lo abrazó en silencio. Dan acarició su fno y liso cabello blanco

-Recuerdo cuándo te encontré en aquella colina, tan inocente de lo que había sucedido, tan pequeña como una blanca ovejita regordeta

Aria fue abandonada por su padre a los 4 años, aquel hombre, que no era más que un borracho, tuvo su último acto de decencia y a las afueras de un monasterio, en la colina bajo la sombra de un árbol, dejó a la pequeña Aria, para luego encerrarse en el sótano de la casa donde vivían y dispararse en la frente con una escopeta

Aquel hombre no era más que un borracho que había matado a su esposa de una golpiza cuando la encontró revolcándose con otro hombre, esperó a que se fuera y en la madrugada, descargó su ira en ella, tomó sus cosas, a la niña y abandonó el pueblo, a medida que la pequeña iba creciendo, veía en el rostro de Aria, los ojos azules como el hielo de aquella bestia a la que amaba su querida esposa, aunque ella nunca lo confesó, era evidente que esa niña no era su hija

-Lord Dan, nunca podré recompensarte por haberme criado, a pesar de todo, tengo muchos recuerdos felices a su lado, todo lo que sé se lo debo a usted

El anciano tomó las manos de Aria y depósito un beso paternal en ellas, dejando entre aquellas pequeñas manos, un amuleto antigüo

-Esto te ayudará, ampliará tus sentidos, Aria debes saber que eres una cazadora nata por tus instintos y agudos sentidos, aunque no tengamos certeza, espero encuentres tu mitad inhumana para sobrevivir

Aria frunció el ceño y asintió en silencio, él siempre hizo hincapié en que ella no era cien porciento humana, pero contrario a eso, ella se sentía menos que humana, se sentía torpe e insignificante como muchas veces le hicieron creer mientras crecía

-Llevate mi caballo, en su bolso dejé objetos que te ayudarán y algunos alimentos- colocó una pesada capa en los hombros de Aria, cubrió su cabeza, y la empujó hacia la puerta- Vete y no mires atrás Aria, nunca más

El bosque vivo

El viento helado congelaba las mejillas de Aria, sentía escocer su piel, y sus labios estaban agrietados

Tenías 3 días galopando, se paraba a descansar por 2 horas para no retrasar su viaje, cazando aves pequeñas y bebiendo agua de manantiales para reponer energía

A pesar de ser cazadora, trabaja realmente como mercenaria, desde los 12 años, haciendo encargos a los ancianos y al rey, quien ahora sucumbe bajo una terrible y desconocida enfermedad de la cual su hijo, el actual príncipe heredero, saca provecho para ascender rápidamente al trono

A medida que avanzaba, el sol caía con más prisa, el temor se hacía presente, no podría adentrarse de día al Bosque

Justo con el último rayo del sol iluminando su rostro, se detiene frente al oscuro umbral del Bosque de las Sombras. La niebla envuelve los árboles altos y retorcidos. Toma aire, ajusta la capa sobre sus hombros y da un paso adelante con el caballo, que se reniega a avanzar

Está bien Rayo, no tengas miedo- susurró acariciando suavemente el pelaje del caballo, era lógico que aunque ella trataba de calmarlo, el caballo podía sentir la influencia maligna del bosque

En voz baja susurró -No hay vuelta atrás ahora. Si la respuesta está aquí, debo encontrarla. Debo cumplir la misión para vivir en paz-

Los sonidos del bosque se intensifican a medida que avanza. Los árboles parecen inclinarse hacia ella, y el suelo cruje bajo sus botas como si estuviera pisando algo vivo.*

“Es sólo mi imaginación... Esto no es más que un bosque." Pensó

De repente, escucha un susurro lejano. Gira rápidamente, pero no ve a nadie.

En su mente resonaba un pensamiento “¿Por qué estás aquí, extranjera?"

¿Quién anda ahí? Muéstrate.- gritó, estaba erizada, sus manos sudorosas, la garganta seca y el frío recorriendo su cuerpo, Aria no estaba segura de si fue una mala jugada de su imaginación o alguien había pronunciado aquella oración que le produjo un escalofrío

Sin respuesta. Aria sigue avanzando, pero los caminos parecen cambiar a cada paso. El sendero recto que había tomado ahora serpentea en direcciones imposibles

Rayo se agita relinchando y en un momento de distracción, Aria cae del caballo quien se echa negado a continuar

Por favor Rayo. No hagas esto ahora- conocía a Rayo desde que el anciano la acogió, era un caballo veloz y ágil. Pero sumamente caprichoso

Mientras discutía con el caballo, echó un ojo a su alrededor y sintió un agudo dolor en su cabeza mientras veía borroso

Pestañeando repetidas veces, miro a su alrededor para corroborar que ante sus ojos, el Bosque había cambiado

Esto... no tiene sentido. Estaba segura de que venía por aquí.- llevó las manos a su cintura estrecha y alzó una ceja

Se acercó a la maleta que colgaba del caballo para sacar la piedra que le había entregado Lord Dan, dispuesta a consultar con magia el camino del bosque

Las ramas de los árboles crujen, y una sombra fugaz se mueve entre ellas. Los latidos cardíacos de su corazón aceleran, con miedo y alerta, saca una daga de su cinturón. Adoptando posición de combate

¡Sal de donde estés! No te tengo miedo- Pronunció firme, aunque su corazón parecía salir por su boca

Una figura encapuchada emerge de la niebla. Su rostro está oculto, pero su presencia es inquietantemente calmada… y grande

“¿No tienes miedo? Entonces, ¿por qué tu mano tiembla?" El rostro no era visible, pero Aria estaba segura de que solo resonaba en su mente y en realidad no era su voz

Aria sujetando firmemente la daga, respondió- Porque sólo un insensato no tendría miedo en un lugar como este. ¿Quién eres y por qué me sigues?

"Eso debería preguntarte yo. Estás en territorio que no te pertenece. Las bestias no perdonan a los intrusos."

-No es tu problema, no tengo nada que ver con las bestias del bosque, vengo por algo más grande…- Aria dudó, el anciano le había contado que aquel bosque, al ser mágico, tendía trampa a los intrusos, por lo que seguramente era solo eso, ilusión y magia

La figura encapuchada permanece en silencio por un momento, como si estuviera evaluándola. Aria, por su parte, también lo veía a detalle, tenía que ser un espectro masculino, media alrededor de 2 metros, la túnica no dejaba ver absolutamente ni un detalle del cuerpo pero emitía una energía abrumadora, casi seductora. Sacudió su cabeza “Qué carajos estoy pensando”

"Algo más grande… Puedo ayudar, si tienes preguntas, las respuestas tienen un precio. Pero primero, debes demostrar que mereces conocerlas."

No vine hasta aquí para jugar a las adivinanzas. Habla claro o déjame pasar-

Levanta una mano, y de repente, las raíces de los árboles comienzan a moverse, bloqueando el camino de Aria. Ella retrocede, sorprendida

¡Basta! ¿Qué es esto? ¿Un truco de magia?- Aria empezaba a impacientarse

"El bosque vive, extranjera. Él decide si eres digna de avanzar. Yo sólo soy su guardián."

Entonces dile al bosque que no me iré hasta obtener lo que vine a buscar- Una sonrisa oculta ante los ojos de Aria se dibujó en el rostro desconocido, aquella pequeña mujer era sin duda valiente y decidida

La figura encapuchada inclina ligeramente la cabeza, como si estuviera escuchando algo que Aria no puede oír.

“Muy bien. El bosque te ha escuchado. Pero cuidado: no todos los que entran regresan."

La figura desaparece en la niebla. Las raíces se retiran lentamente, despejando el camino. Aria guarda su daga, aún estando alerta

Rayo se para en sus cuatro patas, invitando a Aria a montarlo, ya no se sentía ansioso

Aria murmurando avanzó montando su caballo -Si crees que esto me detendrá, estás muy equivocado.-

Mientras avanza, el bosque parece susurrarle cosas inaudibles. En un momento, ve una visión fugaz, un reflejo de sí misma con el rostro cubierto de sombras

¿Qué demonios fue eso...?-

La visión desaparece. Aria se detiene para recuperar el aliento, pero una voz familiar la llama.

"El bosque te está probando. Sólo los valientes superan sus desafíos."

¡No me importa lo que el bosque piense de mí! No soy una cobarde. Además… ¿Por qué me estás ayudando?- preguntó irritada por seguir escuchando aquella voz en su mente

Con la pregunta al aire, el encapuchado desapareció con fastidio, ¿Por qué la ayudaba a avanzar? Los últimos intrusos murieron antes de cumplir 5 minutos en el bosque. Aquella mujer ya llevaba 2 horas sin rendirse

Aria continuó adentrándose más en el Bosque de las Sombras, determinada a encontrar el corazón del bosque, mientras las sombras parecían cerrarse a su alrededor

El rabillo del ojo vislumbra una sombra, normalmente los humanos no eran capaces de verla, eso hacía a Aria una excelente cazadora y había disfrutado de aquellos beneficios a la hora de hacer sus trabajos

Con sus botas, le dió la señal a Rayo de aumentar el galope, la capucha se cayó hacia atrás dejando volar sus cabellos blancos con el viento mientras veía ante sus ojos como la escasa luz de luna que antes la acompañaba, desaparecía y las sombras acechaban con rapidez detrás de ella cayendo a una encrucijada

Las ramas de los grandes árboles rasguñaban su rostro pálido y delgado, lucia realmente mal, si a eso sumaban las ojeras del cansancio del viaje

Sin poder detenerse, tratando de frenar, Rayo chocó contra un árbol que improvisó su posición, haciendo volar a Aria por los aires y caer por un acantilado, su cuerpo rebotaba entre las piedras grandes y filosas

Las sombras la perseguían deseosas de alimentarse de aquella luz que solo ellas veían, el corazón de Aria era de un color dorado intenso, una luz tan pura que no habían visto en décadas

El cuerpo de Aria yacía en el suelo, magullado, lleno de lodo y sangre de los cortes, su respiración era mínima, estaba inconsciente tras recibir un gran golpe en la cabeza mientras caía

Las sombras encerraron a Aria en un círculo, y cuando iban a tomar su luz, el bosque retumbó con la voz de la Bestia

¡BASTA!

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Gracias por llegar hasta aquí! recuerda, si te gusta la historia, dale amor y comenta 💕✨

Castillo maldito

El silencio del castillo en ruinas es casi tangible, roto solo por el susurro del viento entre las grietas de las paredes. La luz de la luna penetra débilmente a través de las ventanas cubiertas de polvo.

Por primera vez en décadas, el cuerpo de una esbelta mujer reposa en la cama de la habitación principal, sus heridas limpias y vendadas, cuidadas con la mayor delicadeza que aquel hombre casi salvaje podía proporcionar

Aria se despierta en una cama destartalada, cubierta con un manto raído pero limpio. Al intentar moverse, una punzada de dolor le recorre el costado, haciéndola gemir, al caer, varias costillas se fracturaron, le dolía incluso respirar. Su torso está vendado, y las heridas que había sufrido parecen haber sido limpiadas. Mira a su alrededor confundida

Murmurando pregunta -¿Dónde estoy...? ¿Quién hizo esto?-

Se incorpora con esfuerzo y observa la habitación. El mobiliario está cubierto de polvo, pero los vendajes en su cuerpo son recientes, lo que significa que no lleva tanto tiempo allí. Una bandeja con un cuenco vacío descansa sobre una mesa cercana

-Esto no tiene sentido. ¿Quién podría haberme ayudado en este lugar olvidado?-

Se pone de pie con dificultad, tanteando su pierna para confirmar que su daga sigue en su lugar, bien atada. Avanza hacia la puerta, que cruje al abrirse.

El pasillo que encuentra está iluminado por la tenue luz de la luna, y las paredes están cubiertas de enredaderas que se retuercen como si estuvieran vivas. Los escalones de piedra desgastados llevan al nivel inferior, donde un eco de voces apenas audibles la detiene

Susurros lejanos: "No debería estar aquí..."

-¿Quién está ahí? ¡Muéstrense!-

La respuesta es el crujido de una puerta cerrándose a lo lejos. Aria desenfunda su daga, avanzando con cuidado hacia el sonido, ahogando los gemidos de dolor y los jadeos de su respiración

Al entrar en el salón principal, el lugar la deja sin aliento. Las columnas están cubiertas de musgo, pero aún conservan grabados intrincados que relatan historias antiguas. En el centro de la sala, un enorme retrato llama su atención. Representa a una familia real: un hombre y una mujer majestuosos, y entre ellos, un joven príncipe verdaderamente apuesto

“Él... es él. Es el mismo hombre que vi en las leyendas. Pero esto fue hace décadas. ¿Cómo puede ser...?" Pensó

Una ráfaga de viento cierra la puerta detrás de ella con un golpe ensordecedor. Aria gira rápidamente, con la daga lista.

-¡Sal de donde estés! Sé que no estoy sola.-

Un gruñido bajo, resuena desde las sombras del techo abovedado. Dos ojos brillantes la observan desde la oscuridad.

-¿Por qué has venido a estas tierras humana?-

-¿Quién eres? ¿Eres tú el… el príncipe?- preguntó temerosa

La figura desciende lentamente, revelando a una bestia de proporciones imponentes. Sus garras relucen bajo la luz de la luna, y su rostro mezcla rasgos humanos y animales.

-Me llamaron príncipe una vez... antes de que esta maldición me consumiera. Ahora no soy más que una sombra de lo que fui. Responde a qué viniste, te advertí en el bosque y no escuchaste, no estaré salvandote siempre mocosa imprudente-

"Así que él era el encapuchado..." Aria respondió con firmeza -Si eres la fuente de esta maldición, entonces terminaré con tu sufrimiento aquí y ahora. A eso he venido, así que facilítame el trabajo, animal asqueroso-

Se lanza hacia Kael con la daga, pero él la detiene con facilidad, sujetándola por la muñeca. La fuerza de su agarre le hace soltar la hoja, que cae al suelo con un eco metálico. Aria sin razonar coherentemente había decidido iniciar una pelea en cuyas condiciones físicas no ganaría

-Ja! ¿De verdad crees que no lo he intentado? Esta maldición no se romperá con una simple hoja, cazadora.- Con fuerza, clavó la hoja de la daga en su pecho, justo en su corazón

Aria jadeando preguntó -¿Qué quieres decir? ¿Estás loco?

-Porque no puedo morir, aunque lo desee. Esta maldición no es solo un castigo; es un tormento eterno.-

Aria retrocede, mirando la sangre correr, mientras evalúa al extraño ser frente a ella. Sus ojos muestran desesperación y furia contenida.

-Si lo que dices es cierto, ¿por qué no me mataste mientras estaba inconsciente? Así ya no tendrías que salvarme más-

-Porque no soy un monstruo, a pesar de lo que aparento. Y porque quizás tú puedas ayudarme-

-¿Qué me hace diferente de los demás que han venido antes?-

-Ellos buscaban gloria o riquezas. Tú... no pareces estar aquí por eso. Pero dime, y no lo volveré a repetir ¿qué te trajo a este lugar olvidado?-

-Eso no es asunto tuyo.-

-Tal vez no, pero tu destino está ligado al mío ahora. Si decides irte, el bosque te reclamará. Y si te quedas, quizás pueda ofrecerte una salida-

Aria se cruza de brazos, mirando a Kael con una mezcla de temor y curiosidad. Finalmente, guarda la daga y suspira.

-Está bien. Habla. ¿Qué necesitas de mí?- No importaba si era algo imposible, mientras pudiera permanecer ahí para recuperar su fuerza y acabar con esa bestia

-Esta maldición no es simple. Fue creada con magia oscura y alimentada por el sufrimiento. Para romperla, debemos encontrar los fragmentos de poder que la sostienen. Pero no puedo hacerlo solo. Te pagaré por tus servicios-

-¿Y por qué debería ayudarte?- Igual lo ayudaría, pero quería saber si aquel animal la engañaba

-Porque si lo logras, me liberarás... y tú también podrás irte de este lugar con vida.-

Un silencio tenso llena la sala. Aria finalmente asiente, aunque su expresión sigue siendo de desconfianza.

-No confío en ti, pero aceptaré este trato. Por ahora.-

-Eso es suficiente. Por ahora. Descansa, para que te recuperes. Debes entender que lo que diré a continuación es una orden: No salgas de la habitación o morirás en las garras de alguna bestia o sombra-

Kael se da la vuelta sin esperar afirmación y atraviesa la puerta adentrándose en las sombras, Aria observa el retrato una vez más, preguntándose si realmente puede confiar en él y si es realmente el príncipe del retrato o solo la bestia maldita que acabó con su familia.

Aria regresó a la cama, no era para nada cómoda, pero al menos tenía un lugar donde pasar la noche mientras sanaban sus heridas. En el sillón viejo de madera, vislumbró sus maletas, se acercó con calma y buscó las posiciones que le había entregado Lord Dan, con eso sanaría más rápido. Un destello brilló con la luz de la luna, un afilado cuchillo antigüo que prometía acabar con la bestia al tocar su corazón. Lo usaría cuando pudiera moverse con destreza.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play