“Asustada y preocupada tomé con manos temblorosas la taza de las manos de mi madre, la miré a los ojos con los míos llenos de lágrimas, ella asintió incitandome a tomar el contenido de la taza, lo tomé confiando en que sería para bien, confiando en que mi madre en verdad me quería ver bien. Llevé la taza hasta mis mis labios y comencé a beber el té que aunque no era amargo si tenía un sabor no muy agradable, mi madre recibió la taza cuando acabé.

_ Acuéstate, verás que mañana te sentirás mucho mejor y todo estará bien nuevamente.

Me dormí casi de inmediato, pero una fuerte punzada de dolor me despertó en la madrugada, sentía que algo se arrancaba dentro de mí, el dolor era demasiado fuerte, el dolor se intesificaba con cada segundo que pasaba, como pude me puse de pie y me dirigí al baño, baje mi ropa y me senté sobre el inodoro, una punzada el doble más fuerte que la anterior me invadió mi mundo se derrumbó. El dolor fue como una ola que me arrastró y me sumergió en un mar de oscuridad y desolación. No podía respirar, no podía pensar. Solo podía sentir.

El dolor era como un cuchillo que me cortaba el alma, una y otra vez. Me sentía vacía, hueca, como si algo dentro de mí se hubiera roto y no pudiera ser reparado nunca más.

_ ¡Mamá! _ grité con todas mis fuerzas. _ ¡Mamá! _ volví a gritar en medio del llanto.

Sentía que me moría, me estaba destrozando por dentro.

_ ¡Alejandrooooooo!!!! _ grité por última vez con la voz rota.

Mi madre llegó y se paró en la entrada de la puerta del baño, me observó por unos instantes.

_ ¿Qué pasa mi amor? _ la calma con la que me habló incrementó mi dolor y entonces sentí como algo se desprendió de mi ser y comencé a sangrar.

_ ¡No! _ pedí en un doloroso lamento.

Mi madre se acercó a mí y me acunó en sus manos, y me susurró palabras de “consuelo” al oído. Pero yo sabía que no había consuelo para mí. Había perdido algo que nunca podría recuperar.

Y aunque intenté encontrar la fuerza para seguir adelante, el dolor me perseguía, me acosaba, me recordaba constantemente lo que había perdido. Me sentía como si estuviera caminando por un desierto sin fin, sin esperanza, sin nada que me sostuviera.

Pero incluso en medio de ese fuerte dolor y esa oscuridad, había una pequeña voz dentro de mí que me decía que no estaba sola. Que había alguien que me amaba, alguien que me había amado desde el principio. Y esa voz me daba la fuerza para seguir adelante, para buscar la verdad y para encontrar la justicia."

...QUERIDOS Y ESTIMADOS LECTORES, HOY COMENZAMOS ESTA NUEVA HISTORIA, EN DONDE EL AMOR SERÁ PUESTO A PRUEBA DE MUCHAS MANERAS....

...ESTE SERÁ UN AMOR JUVENIL PERSEGUIDO POR LA INTRIGA, LAS IMPOSICIONES, LA MALDAD, LA ENVIDIA, LAS TRAGEDIAS Y LA DIFERENCIA DE CLASES SOCIALES, PERO SERÁ TAN FUERTE QUE SOBREVIVIRÁ A TODO....

...ACOMPÁÑAME A VIVIR LA INTENSIDAD Y LA RESILIENCIA DE ESTE AMOR....

^^^"El amor es un riesgo que vale la pena correr, porque en el peor de los casos, te dejará con una historia que contar.”^^^

Alejandro.

🍁🍁🍁

El suave viento choca contra nuestros rostros mientras ambos corremos por el hermoso bosque entre las risas alegres de dos niños de trece años, hasta que llegamos a la orilla de un hermoso riachuelo y nos sentamos jadeantes por el esfuerzo, miro su pelo rubio alborotado por el viento, sus bonitos ojos verdes brillantes y en su boca la sonrisa más preciosa que pueda existir jamás, esos huequitos en sus mejillas que la hacen ver tierna y ese hermoso lunar casi inexistente en su mejilla el cual está muy cerca a su labio inferior; ella es Luciana de la Vega, la niña más dulce y bella que he conocido.

_ Aquí está mi aporte. _ su voz es como la melodía de una bella canción; suave, dulce y bonita. Me muestra diez monedas.

_ Aquí está el mío. _ coloco mis diez monedas sobre sus delicadas manos.

De su mochila saco la alcancía en forma de cerdito, ella echa allí mis monedas y yo las suyas.

_ Ya tenemos que comprar otra. _ dice señalando la alcancía que está llena y yo asiento sonriendo al ver que una vez más, lo logramos.

_ Si, y serían dos con esta.

_ De aquí a que cumplamos dieciocho años tendremos el dinero suficiente para casarnos y ser felices por siempre. _ el brillo de sus ojos aumenta más, yo acaricio una de sus mejillas y dejo un tierno beso en su frente.

_ Ya deseo cumplir quince. _ murmura bajito.

_ Ya faltan solo dos años para eso. _ la consuelo y ella suelta un suspiro largo.

_ Dos años para que puedas besar mis labios. _ su cara se convierte en un arcoíris de mil colores.

_ Falta poco. _ me repito a mismo.

_ Si, deseo que el tiempo pase rápido.

Dejamos la alcancía nuevamente dentro de la mochila y nos dirigimos a la cabaña abandonada que está a pocos metros del riachuelo, al entrar yo levanto una de las tablas del piso de madera y allí escondemos la alcancía al lado de la otra, le colocamos algunos trapos encima y volvemos a dejar todo tal cuál estaba para luego irnos de la mano hasta estar dentro del riachuelo de agua fresca y cristalina, en donde nadamos y reímos sin parar.

_ ¡Niña Luciana! ¡Alejandro! _ escuchamos la voz de mi madre que nos llama. _ ¡Alejandro, hijo! ¡Niña Luciana!

Su llamado nos hace salir del agua y comenzar a correr por el camino que nos llevará a casa.

_ Me prometieron que no se demorarían. _ nos regaña mi madre con sus manos en la cintura.

_ Perdón, madre, se nos pasó el tiempo nadando. _ me disculpo.

_ Si, discúlpanos Matilde, es que nos divertimos mucho dentro del agua.

_ Si, ya me di cuenta, están todos empapados. _ nos señala a ambos. _ Vamos a casa, deben cambiarse, pronto llegará la señora Alfonsina y no quiero imaginar el grito que dará si encuentra a la niña Luciana así. _ La señora Alfonsina es la madre de Luciana y, es bien gruñona.

🍁🍁🍁

Los meses continuaron pasando y nosotros cada primero de cada mes nos encontramos en el bosque para meter nuestras monedas en la alcancía. Cuando cumplimos doce años le prometí a Luciana que la haría mi esposa, que la cuidaría siempre y para siempre y, pienso cumplir esa promesa pase lo que pase.

Pronto ambos cumplimos quince años, solo nos llevábamos un par de meses de diferencia; yo cumplía el siete de febrero y ella cumplía el dieciséis de abril.

Esa mañana todo en la hacienda estaba revolucionado por la gran fiesta que darían en su honor, y estoy seguro que ella sería la quinceañera más hermosa de todo el mundo.

Ella y yo somos amigos desde muy pequeños, para ser exactos desde los cinco años; yo soy el hijo de la empleada del servicio y ella, ella es una princesa, la única hija de Arturo y Alfonsina de la vega...

_ Hijo aléjate de la niña Luciana. _ comenzó a decir mi madre esa mañana mientras la ayudaba a organizar algunas cosas en la cocina. _ He notado como la miras, y no es correcto hijo, si los señores se dan cuenta nos van a poner de patitas en la calle.

_ Madre, estoy enamorado de Luciana y cuando seamos grandes la haré mi esposa.

_ Hijo, los ricos no se casan con los pobres, los padres de esa niña jamás permitirían una relación entre ustedes, hazme caso antes de que sufras mi amor.

_ No me alejaré, mamá, yo la quiero, ella también me quiere y lucharemos contra quién sea con tal de ser felices.

Mi madre solo niega con la cabeza y puedo ver tristeza en sus ojos y algo más que no pude identificar en ese momento.

Aproveché un momento de confusión y me llevé a Luciana hasta el claro del bosque en donde me permití bailar con ella el vals que, estaba seguro su madre no me dejaría hacerlo en la fiesta, estoy seguro que para doña Alfonsina, yo ni siquiera era digno de repartir las bebidas.

Uno una de mis manos con la suya y la otra la pongo en su cintura, mientras bailamos al compás del viento, del cantar del agua y de las aves.

_ Feliz cumpleaños, preciosa Luciana. _ le digo al terminar de bailar para después darle un delicado y anhelado beso en sus labios rosados y delicados, somos torpes a la hora de hacerlo, pues es la primera vez que nos besamos en la boca, pero estoy seguro de que este es el primero de muchos.

_ ¡Gracias!, es el regalo más lindo que he recibido en mi cumpleaños. _ esta vez es ella la que vuelve a rozar nuestros labios...

De uno de los bolsillos de mi pantalón saco la cadena que viene adornada con la mitad de un anillo, se la coloco en su delicado cuello y al final dejo un beso en su nuca, la otra mitad del anillo está en mi bolsillo, solo me alcanzó para comprar una sola cadena, pero saco la otra mitad y la uno a la que ella trae puesta para demostrarle que así como se unen esas dos piezas, nos uniremos nosotros algún día.

_ Hoy eres oficialmente mi novia y dentro de unos años, mi esposa. _ unimos nuestros labios nuevamente para sellar aquella promesa.

🍁🍁🍁

...Créditos de portada: A mi querida colega y amiga, Mar escritora 🤗😘...

Luciana.

🍁🍁🍁

Hoy es un día muy especial para mí, hoy cumplo 15 años y la hacienda está llena de vida y color, he esperado con tanto anhelo este día, mi corazón y mi mente bailan emocionados mientras recuerdo que en el claro del bosque, donde Alejandro me besó por primera vez, en dónde por fin me he convertido oficialmente en su novia. Recuerdo la forma en que me miró, con sus ojos azulados llenos de amor y nerviosismo. recuerdo la forma en que unió muestras manos y bailamos, y con su mirada dulce me dijo que quería pasar el resto de su vida conmigo.

No puedo evitar tocar mis labios mientras me miró al espejo, sé sintió tan bien nuestro primer beso... Fue como si el mundo se hubiera detenido. Solo estábamos nosotros dos, perdidos en el momento. Y después, me regaló una bella y delicada cadena con la mitad de un anillo. Me dijo que la otra mitad la guardaría él, como un símbolo de nuestro amor y nuestra promesa de estar juntos, que así como se unen esas mitades, así nos uniremos nosotros en el futuro.

Mi madre viene por mí y nos dirigimos al amplio salón en dónde es la gran celebración de mis quince primaveras, saludo a las amistades de mis padres, a mis compañeros de clases, a Leticia quien es mi mejor amiga, ella me abraza y besa mi mejilla con dulzura.

_ Estás hermosa, amiga, pareces una princesa de cuentos de hadas. _ me hace girar.

_ ¡Gracias! Tú no te quedas atrás, también estás muy chula.

La música suena en vivo, mis padres contrataron a una banda y aún grupo de mariachis que cantan muy lindo, todo se ve hermoso y divertido.

No dejo de pasear por todo el salón en compañía de mi madre.

 La hora del baile llega y abro la pista con mi padre quien me sonríe feliz.

_ Te me estás creciendo, vida mía. _ musita solo para los dos.

Soy hija única y siempre he tenido todo, comodidades, lujos, estudios, amor, mi madre aunque es más gruñona y seria siempre me demuestra su cariño, a su manera, pero lo hace, mi padre siempre ha sido el más sensible y consentidor.

Luego de bailar con papá, lo hago con algunos primos que viajaron desde el extranjero y luego con algunos compañeros de clases, me encantaría bailar con Alejandro, pero sé que mi madre no estaría de acuerdo y prefiero no hacerlo pasar un mal rato por un regaño de mi madre.

_ Hija, concédele una pieza de baile a Marcos. _ me pide mi madre y en su mirada puedo ver qué no aceptará un no, como respuesta.

_ Está bien, madre. _ ella sonríe satisfecha y se aleja dejándonos solos.

Marcos Torres es hijo de un hacendado de la región, quien es socio y amigo de mis padres. La nueva canción comienza y Marcos me toma de la cintura para acercarme a él y comenzar a bailar, no puedo evitar sentir incomodidad, deseo que con todas mis fuerzas que la canción termine pronto.

_ Felicidades por tu cumpleaños, Luciana y déjame decirte que estás deslumbrante. _ dice a mi oído. _ deseo que te guste el regalo que te traje

_ Gracias. _ es lo único que logró decir.

_ Me gustaría invitarte a salir una tarde de estas, podría hablar con tus padres para que nos den el permiso. _ quiero gritarle que no me interesa salir con él, pero suspiro, debo ser educada.

_ No creo que me den permiso, a mis padres no les agrada que salga sin ellos. _ miento, muchas veces me han dejado ir al pueblo en compañía de Leticia y Sergio, ellos me ayudan a verme con Alejandro.

_ Haré el intento. _ dice seguro.

La canción acaba, agradezco al cielo y me alejo de la pista inmediatamente con ganas de ir en busca de mi novio, pero debo esperar un poco más.

 Mientras disfruto de la fiesta, siento la cadena en mi cuello y sigo recordando ese momento mágico. Me siento como si estuviera flotando en una nube de felicidad. Alejandro está aquí, sonriendo y cantando desde la distancia con mis amigos, Leticia y Sergio, ellos son nuestros mejores amigos, mi novio me sonríe y siento como mi corazón brinca de alegría y yo sé que él es el único que puede hacerme sentir así, única y especial.

El salón está lleno de mesas con manteles de colores vivos y flores frescas. El aroma de la comida mexicana llena el aire, haciendo que los invitados deseen probar cada cosa, las empleadas se encargaron de preparar cada uno de los platillos, en especial Matilde, a mi me encanta su sazón, ella hace magia con cada ingrediente..

En el centro de cada mesa, hay una fuente de tacos de diferentes clases, con tortillas frescas, carne asada, cebolla, cilantro y limón. Junto a ellos, hay platillos de enchiladas rojas, chiles rellenos y sopes de chorizo, de todo un poco.

En un lado del salón, hay una mesa dedicada a los postres, con una variedad de dulces mexicanos como flan, tres leches, churros y buñuelos. Y, por supuesto, no podía faltar mi hermoso pastel de cumpleaños, un hermoso pastel de vainilla de cinco pisos, se ve delicioso y muero por probarlo.

Los invitados comen y disfrutan de la deliciosa comida y la compañía de los demás. El ambiente está lleno de risas y conversaciones, y yo me sentía como la reina del noche, aunque quiero tener a mi amor un poco más cerca.

En un momento de la noche la fiesta se volvió más intensa, todos se divertían bailando, mis padres conversaban con otros hacendados de la región y aproveché el descuido para tomar la mano de Alejandro y llevarlo a un lugar un poco más apartado, deseaba volver a sentirlo cerca y besar sus labios, he esperado tanto tiempo por sus besos.

_ Cubramnos. _ le pido a nuestros amigos y ellos asienten sonriendo.

Entre risas llegamos hasta uno de los jardines en donde se encuentra una gran fuente, la luna brilla en el cielo con intensidad, la observamos por un par de minutos y luego nos concentramos en nuestros ojos.

_ Estás muy hermosa. _ le sonrió nerviosa.

_ Bésame. _ le pido muy cerca de su rostro.

Él mira a ambos lados, lo noto muy nervioso yo también lo estoy, pero él accede a mi petición, une nuestros labios en un beso dulce y delicado, juro que puedo escuchar el latido acelerado de nuestros corazones.

_ ¡Gracias! _ dice emocionado y me abraza.

_ ¿Por qué? _ pregunto cuando me separó de su pecho.

_ ¿Por todo, Luciana, por existir, por aceptar ser mi novia, por permitirme besarte, por este momento. _ besa mi frente con dulzura como siempre.

_ Gracias. _ le devuelvo cuando toca la mitad del anillo que me regaló. _ Tus besos y está cadena, son el mejor regalo que he recibido hoy. _ soy sincera.

Nos abrazamos fuerte antes de despedirnos para volver nuevamente a la fiesta...