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El Momento De La Venganza

1. Noche infernal

...❤️❤️❤️ MENSAJE A MIS LECTORES❤️❤️❤️...

Saludos cordiales a todos, empiezo una nueva historia.

Es importante hacer una aclaración especial, porque la narrativa podría no resultar agradable para personas de naturaleza sensible; forma parte de un desafío lanzado y que me propone crear una historia que desafíe mi estilo habitual de romance. ESTA NO ES UNA HISTORIA EN ESENCIA DE ROMANCE Y ESTÁ DIRIGIDA PARA MAYORES DE 18 AÑOS.

Mis lectores habituales saben que interactúo con ellos, mientras la historia está en emisión. Si la historia les va gustando, pueden dejar sus comentarios y darle "Me gusta"👍👍👍 en cada capítulo y siempre estaré agradecida por sus regalitos 🎁🎁🎁 y votos🗳️🗳️🗳️. Si la historia no te gusta, agradecería que dejes de leer tranquilamente y busques una novela de tu agrado, por respeto a los lectores que continúan entusiasmados con el argumento.

Las imágenes seleccionadas son referenciales.

...¡Empecemos!...

...🌹❤️🌠📖🌹❤️🌠📖🌹❤️🌠📖...

^^^Capítulo I: Noche infernal^^^

Entre momentos de consciencia e inconsciencia, Margarita escucha el sonido de la ambulancia que recorre las calles de la ciudad tratando de llevarla al hospital para preservar la vida de la joven, que unos campesinos han encontrado desnuda y semi enterrada en unos matorrales.

Sus atacantes la habían dejado ahí creyéndola muerta, pero como si no hubiese recibido dolor suficiente, los intentos por salvarla le traían más dolor, ahora no es capaz de emitir palabra alguna, una lágrima cruza por el costado del ojo, cuando la camilla baja de la ambulancia al suelo, porque el sufrimiento se incrementa cuando siente un movimiento.

Su cuerpo está destrozado, su moral está arruinada, su espíritu está quebrado; pero su mente sin poder evitarlo repasa una y otra vez lo que le sucedió; es imposible borrar el rostro de los cuatro sujetos, que dieron rienda suelta a sus bajos instintos en ella; que no se limitaron en su perversión.

Hace seis meses, Margarita cumplió dieciocho años, hace cinco meses el padre de Margarita falleció, hace cuatro meses Margarita llegó a la casa donde sufrió el ataque que padeció hace algunas horas, aquel ataque que empezó a las seis de la tarde y terminó a la medianoche, lo recuerda por el sonido del péndulo cuando escuchó la voz de quien estaba encima de ella decir "está muerta, está muerta"; como ya no se resistía, ya no gritaba, y apenas tenía pulso; pero aunque su cuerpo parecía haberse detenido ella podía percibir que la envolvieron en alguna tela y la subieron en un vehículo.

Está siendo llevada a un quirófano de emergencia, escucha que gritan porque traigan unidades de sangre, el daño físico por la violencia ejercida es grave; no entiende porqué ha sido víctima de tal vejación, si hubiese sabido que así iba a terminar su vida, entonces mejor hubiese aceptado la propuesta de Regina, hubiese sido mejor entregarse por propia voluntad por dinero con la posibilidad de haber salvado la vida de su padre.

La anestesia va haciendo efecto y Margarita va perdiendo definitivamente la conciencia, todo se vuelve oscuro, no ve nada, no escucha nada, no siente nada.

Margarita abre los ojos, el rostro del hombre que ve la asusta; la está mirando fijamente; con esa expresión asesina, ese hombre fue el segundo que la embistió, el que la cedió como obsequio al primero que la dañó quitándole la inocencia en un solo movimiento y de la manera más dolorosa.

- "Si lo que te pasó no quiere que se repita en tu dulce hermanita, vas a quedarte callada; así que cuando te pregunten no recuerdas donde sucedió, no recuerdas quienes fueron; saliste a comprar y alguien te atacó por detrás golpeando tu cabeza, de ahí no sabes nada más", dijo Demian Mussi; mientras le muestra un video de su hermana jugando en la playa de su pueblo natal.

Luego aquel hombre de más de treinta años se aleja y sale de la habitación; Margarita llora con desolación, su boca tiembla de frustración, aprieta las sábanas con sus manos, y eso provoca un dolor por la vía que tiene puesta, hubiese preferido morir se dijo a sí misma.

A los minutos, ingresa el personal médico, la ginecóloga le explica que le han inyectado diversos medicamentos contra las enfermedades de transmisión sexual, le ayuda a tomar una pastilla para evitar el embarazo y le presenta a la psicóloga que verá su caso, y que si necesita le ayudará mientras rinde su manifestación a la policía.

Margarita piensa que si tal vez se arma de valor, y dice lo que pasó ellos podrán proteger a su hermanita del mismo destino miserable e infeliz. Pero su esperanza se desvanece, cuando descubre que el comandante que acompaña a los oficiales es otro de sus verdugos, aquel que le sujetaba los brazos ante su intento desesperado de escapar cuando inició el ataque.

"Malditos desgraciados" es lo que dice en su mente, y no tiene más remedio que repetir lo que el dueño de la casa donde trabajaba le indicó que dijera, y luego el silencio desolador, ninguna otra palabra, solo el deseo irreversible de que su existencia terminara, de que su dolor acabara.

Cuando su cuerpo cansado la obliga a dormirse, los recuerdos de la noche en que la violaron salvajemente la despiertan con escalofríos; su cuerpo aún no se recupera de las heridas físicas y su mente es una pesadilla constante.

Han pasado varios días, y está en su habitación en otra sesión más con la psicóloga, quien ha tenido que salir urgente por una emergencia, está con la mente perdida hasta que siente los sonidos de mensajes del móvil de la licenciada. Como un impulso profundo, toma el equipo, que está sin clave, busca el nombre de su jefe, y busca información relacionada a él, encuentra la foto con sus demás atacantes en una noticia, obliga a su mente a recordar cada nombre que se reseña debajo de la imagen, si tuviera la oportunidad se vengaría de cada uno de ellos.

Como si el tiempo no pasara, revisa cada red social, cada información, cada evento, cada noticia, necesita saber de ellos, necesita conocer todo; sabe que no tiene el poder para enfrentar a esos monstruos. Pero en esa misma búsqueda encuentra un nombre, James Thompson el hombre a quien más miedo tiene su jefe, se dice que si tuviera el poder de aquel implacable CEO entonces podría destruir a esos cuatro monstruos que le arrebataron todo.

De pronto, siente que alguien se acerca, borra desesperadamente el historial y deja el móvil en su lugar.

- "Margarita, estoy acá para ayudarte, por favor no te cierres, puedo ayudarte. Dime qué necesitas que haga", dijo la psicóloga con mirada apacible.

- "¿Puede retroceder el tiempo?", inquirió Margarita con pensar en el alma.

- "Si lo hiciera, ¿qué harías?, lo que te pasó no es tu culpa. Ellos seguirían teniendo la misma intención", respondió la psicóloga.

- "Los destruiría antes de que esto suceda, los destruiría para que no le arruinen la vida a nadie más", expresó Margarita con odio y desesperación.

La psicóloga la mira fijamente y luego la ayuda a recostarse en su cama, no apaga la luz, porque sabe que a Margarita le aterra, "te puedo conceder el deseo, pero asegúrate de que al destruirlos, no te destruyas a ti misma en el proceso".

Margarita no entiende, horas más tarde sus ojos están cansados, los abre desesperada cuando alguien ingresa y apaga la luz, no tiene tiempo ni de gritar, porque una almohada está presionando su cabeza; lucha, pero es imposible vencer, siente la muerte llegar.

Un rayo de sol cae en el rostro de Margarita, se estira un poco, su cuerpo no le duele, sus manos no tienen cortes, se pone de pie sin dificultad; está en la habitación de un hospital, pero ella no es la paciente. Entonces ve a su padre dormir, mira alrededor, reconoce su cartera; saca su viejo móvil. Seis meses atrás, ha regresado, su extraño deseo se le ha concedido.

- "Feliz cumpleaños, pequeña", dijo su padre con dificultad.

Margarita voltea abraza a su padre, ha llegado al día en que cumplió dieciocho años, y ahora debe tomar otras decisiones, cambiar la noche infernal, por una venganza, de paso salvar a su padre. Tal vez tenga que usar su cuerpo, pero está vez será bajo sus propias condiciones.

...Margarita Linares...

2. La traición la cobro

James Thompson está en una reunión de directorio, de una de las empresas de su padre, siempre le ha parecido que los negocios de su progenitor marchan a un ritmo muy lento comparados con los suyos; sin embargo, es necesario asistir, debe plantar su presencia y asegurarse de hacer saber, que en el fondo él es que da la última palabra, su cantidad de acciones se lo permitía y su prestigio lo avalaba, de pronto empieza a recordar lo ocurrido hace seis meses.

...*** Hace seis meses ***...

Un hombre estaba colgado de los brazos en un almacén, tiene varios moretones en el cuerpo, pues ha recibido muchos golpes con un bate de béisbol; ni siquiera se le puede reconocer el rostro, escupe sangre y lo único que anhela es la muerte.

La puerta del almacén se abre, un hombre viene arrastrando de los cabellos a una mujer, le jala la cabeza para que vea perfectamente al hombre que está colgado. Ella tiembla, sabe que no se va a salvar del castigo que le espera, sabía perfectamente que James Thompson cobra muy caro la traición, pero su deseo desenfrenado y la lujuria desmedida le hizo perder la razón.

- "Despídete de tu amante, porque tu calvario recién empieza", dijo James Thompson, de manera tan serena, como si la vida de dos personas no se fuera a extinguir frente a sus ojos.

James Thompson es un importante empresario, que ha hecho lo que sea necesario para estar en la cima de la riqueza y el poder; su padre es un magnate especializado en fondos de cobertura, Alonso Thompson era un hombre casado cuando se involucró con quien se convertiría en la madre de su segundo hijo varón. Alonso era más condescendiente con su hijo e hijas mayores, en cambio, con James sería muy exigente y abusivo; James solo se enfocó en ser el mejor y más poderoso que su padre, ahora con treinta y ocho años es un hombre de negocios, quien brinda apoyo a quien lo ayuda, pero destroza a quien le juega sucio, sin importar el método que tenga que usar para lograrlo.

...James Thompson...

La mujer que arrastraba era su esposa, Milena Farré, una pelirroja de veinticinco años, modelo de pasarela; el hombre que cuelga había sido contratado para ser su guardaespaldas y hace seis meses iniciaron su relación clandestina, mientras James estaba en Milán. Fue su hermano mayor Richard Thompson, quien le mandó las fotografías que evidenciaban la traición.

Richard odiaba a su hermano, aunque simulara lo contrario, había logrado más éxito y prestigio que él, y su padre Alonso le decía siempre que de nada había servido invertir tanto en él; que pese a todos sus contactos con empresarios, políticos y fuerzas policiales, su nombre no resonaba tanto como el de James, por eso siempre buscaba la manera de lastimarlo de manera indirecta, ya que sabía que en un enfrentamiento frente a frente, tendría las de perder.

Con el rostro lleno de lágrimas, Milena se arrodilló a los pies de James, haciendo un último intento de preservar su existencia.

- "Por favor James, no me mates. Sé que me equivoqué, tu lejanía y frialdad me hicieron sentir tan indiferente para tí, sé que no son disculpas, solo que me dejé llevar y lo siento. Por favor no me mates, por los años juntos, te juro que antes de esto nunca te fallé, te lo juro, me iré muy lejos, no sabrás nada de mí, pero no me mates", suplicaba Milena.

- "Siempre has sabido como soy desde que me conociste, siempre te di todo lo que querías, cumplí cada uno de tus caprichos, eras la reina de mi casa; y tú solo te revolcaste con otro, como la perra que realmente eres. Puedo amar mucho a una persona, pero no importa quien sea, la traición la cobro con la vida, venga de quien venga, pero tranquila, tendré compasión de ti, no vas a sufrir mucho", dijo James acariciando el rostro de su esposa, y luego cortando el cuello sin compasión.

La sangre le salpicó el rostro, soltó el cuerpo como si de un saco de basura se tratara; sacó un pañuelo, se limpió el rostro, luego con su encendedor lo quemó y se quedó mirando hasta que se hiciera cenizas.

- "Terminen con él, luego ponen los cuerpos en el auto de ella, y hacen que caiga en un despeñadero; asegúrate que el automóvil explote cuando caiga. Los noticieros deberán asegurarse de transmitir la noticia, de que he quedado viudo, ante el trágico accidente de mi esposa", expresó James dirigiéndose a Thiago Pianini, su hombre de confianza.

El hombre de mirada siniestra asiente, y da las órdenes a su equipo de trabajo, mientras James sale del almacén, y sube al vehículo que lo estaba esperando.

...******...

James está saliendo de la sala de juntas y su hermano Richard se acercó a él, James lo quedó mirando, no le dijo ninguna palabra y siguió caminando.

- "James voy a ir a las playas del sur este fin de semana, ¿pensaste en lo que te comenté?", preguntó Richard.

- "Ir hasta allá para comprar una puta, no gracias", respondió James.

- "Las costeñitas son muy bonitas, piel bronceada, algunas bastante jóvenes", insistió Richard. "Puedes conseguir una que te puedas traer por un tiempo, para las noches frías, sin tantas complicaciones de una esposa, que encima te traicionan", agregó, con clara alusión de recordarle el engaño de su esposa.

- "No suelo tener noches frías, dime la verdad de tu insistencia y tal vez te acompañe", manifestó James con mirada fría.

- "Tengo que simular un viaje de negocios para llevar a alguien importante, en estos lugares serían más fáciles de descubrir, la discreción es importante en las cumbres políticas", expresó Richard.

- "¿Y qué gano?", preguntó James.

- "Ayudar a tu hermana. Jajajaja, supongo que eso no es motivo, te puedo vender acciones que aún no están en venta de la cadena de joyerías. Vamos James...", insistió Richard.

- "El beneficio que vas a obtener de seguro va a ser una ley que te ayude a explotar algo. Voy a hacerte este favor, y compraré las acciones, pero me deberás algo, hermanito", manifestó James, alejándose.

Richard sonríe, no solo quiere sacar provecho con el político, quiere obtener una herramienta para usar después contra su hermano, ha conseguido una mujer para seducirlo y meterla en su casa para conocer sus secretos.

3. El dolor como motivo

Margarita observa el vaivén de las olas del mar, su padre necesita un implante de desfibrilador cardíaco, debe pagar doscientos mil dólares para el equipo y su operación; en su vida pasada no tuvo el dinero para costearla, y su padre murió un mes después. Ella tiene una amiga, quien no era del agrado de la madre de Margarita, y le prohibía juntarse con ella, la expresión de la señora siempre era "es muy movidita".

Regina Montero, tiene veintidos años y es una escort de lujo, tiene su departamento exclusivo con vista al mar. A sus clientes les gusta la discreción absoluta, la hermosa joven trabaja en una agencia, que garantiza eso; aunque inició por necesidad, le resulta imposible dejar de vivir con el lujo que ahora tiene, al menos eso dice.

...Regina Montero...

En su vida pasada, Margarita fue a buscarla para que le prestara dinero, pero Regina le dijo que la cantidad era muy fuerte y que no podía arriesgarse a perder el capital que tenía, porque sabía que no le iba a poder devolver; pero que ella podía vender algo por lo cual le iban a pagar muy bien, hasta la suma que necesitaba.

En ese entonces, a la joven Margarita eso le pareció algo que no podría hacer; sin embargo, después de como la destruyeron, sabe que no tiene muchas alternativas, si había sobrevivido a la brutalidad, ahora haría lo que fuera necesario para salvar a su padre y encontrar el momento para vengarse de lo que le hicieron, aunque fuera en otra vida, está convencida de no haber sido la única víctima de esos hombres; teme que si no hace algo, al final termine teniendo el mismo destino que en su existencia anterior.

La muchacha que ese día obtuvo la mayoría de edad, dejó sus miedos, dudas y reparos en la arena de esa playa preciosa, donde tantas veces jugó feliz con su familia. Levantó su rostro, ahogó su timidez y se dirigió dispuesta a todo al lugar donde la citó Regina.

Aparentemente, era un club exclusivo, cada lugar era una exquisitez, observó cada detalle mientras la dirigían hacia el espacio donde se encontraban las piscinas. Cuando estuvo trabajando en la casa del hombre que le destrozó la vida, aprendió sobre los lujos, y podía notar que los hombres, ya entrado en años, en aquel lugar tenían bastante dinero, unos más que otros, y estaban acompañados de chicas jóvenes y hermosas.

Cuando llegó, notó que Regina estaba tomando sol y bebiendo una piña colada, se acercó hacia ella, quien cuando la vio, se puso de pie, la saludó y la hizo pasar a un privado.

- "¿Viste las instalaciones?", preguntó Regina mientras la invitó a sentarse.

- "Sí, todo muy lindo. No había ingresado antes a un lugar como este", respondió Margarita.

- "Maggie sé que necesitas el dinero, y me dijiste que estabas dispuesta a todo para obtenerlo, pero quiero que entiendas lo que eso significa, no quiero que después estés llorando por lo que pasó", dijo Regina.

- "No entiendo ese concepto de escort de lujo, pero sé que tendré que acostarme con alguien para obtener el dinero que necesito, no te preocupes estoy dispuesta", expresó Margarita.

- "Cariño parece fácil, pero algunas se arrepienten cuando llega el momento, y eso no es nada bueno. Debe saber que nosotras no solo vendemos sexo, vendemos compañía sin complicaciones. Actuamos como si fuéramos realmente parejas de hombres que contratan nuestro servicio, pero no olvidamos nunca que si bien podemos bailar, comer, conversar y hasta salir a pasear a lugares fabulosos con ellos, al final de todo lo que quieren es solo sexo sin complicaciones", explicó Regina.

- "Bailaré, comeré, conversaré y tendré todo el sexo que quieran, pero necesito el dinero para salvar a mi padre y ven... Dejar de estar preocupada todo el tiempo", afirmó Margarita.

La jovencita de ojos claros y piel bronceada, recuerda que su amiga se quejó que el poderoso James Thompson, "alguien con quien se acostaría gratis" según las expresiones que Regina misma dijo, estuvo en la fiesta de selección, pero no escogió a nadie, como que no hubo quien cumpliera su "standard"; Margarita necesita llegar a él, necesita que la escoja y debía arriesgarse, porque de él no solo obtendría el dinero, sino el medio para vengarse; tenía el dolor que sintió como motivo y no estaba dispuesta a detenerse.

- "Bueno, pagan bien por las más jóvenes, y mucho por las vírgenes. Te van a hacer algunas pruebas, tendrías que cambiar de look, vas a pasar por un ritual de belleza, hay que maquillar, hacer un corte, exfoliar, depilar, en fin, deben dejarte más bonita de lo que eres. También te van a tomar fotografías", dijo Regina.

- "¿Fotografías?", preguntó Margarita.

- "No te preocupes, no serán desnuda, pero hay que mostrar el producto, atraer al público, con discreción en un mundo virtual exclusivo. Además, deberás firmar un contrato, la mayoría del dinero va a tu cuenta bancaria, pero una parte a la agencia, después de todo, ellos hacen los contactos y garantizan la seguridad", respondió Regina.

- "Tendré los doscientos mil dólares, ¿verdad?", cuestionó Margarita.

- "Empezarán la subasta con ese precio, si es lo único que ofrecen tendrás ciento cincuenta mil, pero estoy segura que hasta triplicarán el valor, tienes potencial", afirmó Regina. "Si estás lista, sígueme, para que te expliquen ellos mismos, hay una fiesta de selección este fin de semana y debes estar ahí, si quieres el dinero cuanto antes", afirmó Regina.

- "Bien, empecemos", dijo Margarita aunque las piernas le temblaban, había tomado la decisión de hacerlo, pero eso no significaba que no estuviera nerviosa.

Margarita le obliga a su cuerpo a continuar, sabe que en esa vida no ha sido violentada, pero los recuerdos existen, en el fondo teme que le vayan a jugar una mala pasada en el momento preciso, pero se repite, una y otra vez, que no tiene muchas opciones, en su vida pasada, seis meses después de cumplir dieciocho años, cuatro hombres la atacaron de la manera más salvaje; nada podía ser peor que eso, se repitió una y otra vez.

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