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LA ESPOSA DE LA BESTIA.

Capítulo 01.

Era una típica historia de fantasía, donde el protagonista, el atractivo príncipe heredero, se enamora de una joven plebeya y juntos deben de luchar porque los reyes acepten su amor. La protagonista por supuesto posee un carisma único, su amabilidad y perseverancia la llevan a ganarse el cariño y respeto de todos. Ella y el príncipe viven su romance mientras lidian con los problemas típicos en la sociedad aristocrata.

Por supuesto como en toda historia, hay un villano y en este caso, era el segundo príncipe Darrell, quien no solo anhelaba el poder del trono, también deseaba a la bella protagonista, así que en busca de obtener lo que desea, comenzó con su plan para debilitar las fuerzas del príncipe heredero y es ahí donde entra el mayor aliado de este, Aleksander Ronchembert, mejor conocido como "la bestia" un general despiadado y leal al príncipe heredero, ya que ambos lucharon juntos durante la guerra, este era a quien más temía el segundo príncipe y a quien más ansiaba destruir, ¿como lo lograría?, pues había encontrado una forma, Aleksander había solicitado un compromiso con la joven Avery Levallois, una bella joven, amable y justa. Así que el segundo príncipe inició su plan, se acerco a Avery, la enamoró, le hablo mal de Aleksander, haciéndolo ver como un ser despiadado que no respetaba a nadie.

Avery en su ingenuidad, creyó en el segundo príncipe, pero aunque se negó al matrimonio, sus padres la obligaron a casarse, así que, esa misma noche, cuando ella se convirtió en la duquesa Ronchembert, comenzó su odio hacía Aleksander por haberla obligado a casarse con él, por lo que siempre rechazaba verlo, ignoraba sus intentos de cortejarla, sin importar que él quisiera llevar un matrimonio en paz. Avery solo buscaba la forma de encontrarse con su amado y aunque Ciel, la hermana de Avery le advertia que todo lo que hacía estaba mal, Avery estaba ciega de amor por el segundo príncipe.

Debido a esto, el segundo príncipe, le dijo que había una sola forma de que ellos puedan ser felices, el cual era, matar a Aleksander, Avery dudaba de esto, pero, Darrell le hizo creer que Aleksander estaba tras él, en conspiración con el príncipe heredero, planeaban asesinarlo, ya que comenzaban a verlo como una amenaza a su ascenso al trono. Avery temiendo perder a su amado, decidió seguir el plan de este.

Ella tenía que ganarse la confianza de Aleksander y así lo hizo, hasta el punto en el que no fue precavido y bebió el té que Avery le dio, sin saber que este contenía un veneno muy fuerte, que si bien no lo mató de inmediato, le hizo perder fuerzas, así, Darrell logró capturarlo, revelando que su amada esposa fue quien le ayudo y que gracias a ella, ahora, él podrá derrotar a su hermano, tomar el trono y tener a su amada para él. Darrell le hizo saber a Avery que, gracias a ella tendría a la mujer que siempre ha deseado, Avery estaba atónita ante esta revelación, ella se negaba a creer que Darrell la estuviera usando, incluso le dijo que estaba embarazada de él y que ella quería que se casaran, justo como él lo prometió.

Pero Avery solo recibió burlas de parte de Darrell, e incluso presento ante ella los cadáveres de su familia, sus padres y hermana, habían sido asesinados por el segundo príncipe, Avery estaba horrorizada por aquella escena, pero poco pudo hacer, ya que Darrell la apuñalo en el vientre con su espada, asegurando que los únicos hijos que él tendrá, serán los que su amada le dé, pues estaba seguro que la prometida de su hermano lo elegiría a él cuando tomará el trono.

Aleksander solo pudo ver todo, sin poder hacer nada debido al veneno y tras la muerte de Avery, él también fue asesinado.

Por supuesto, los planes de Darrell no salieron como lo planeaba, sus crímenes fueron descubiertos por la protagonista y el príncipe heredero y aunque Darrell quiso secuestrar a la protagonista para llevarla lejos al ver sus planes fallar, el príncipe heredero logró encontrarlo y salvar a su amada, ejecutando a Darrell por sus crímenes. Y así, los protagonista lograron detener al villano y conseguir su final feliz.

La historia en si, no era mala, ya que la protagonista no era una chillona y odiosa, por el contrario, ella se esforzó en todo, quien si fue estúpida, fue Avery, esa extra que se dejo engañar y que por su culpa, su familia también perdió la vida, su hermana, quien intento advertirle, fue quien más sufrió, pues cuando los subordinados de Darrell entraron a la mansión a capturar a la familia, estos hombres quisieron abusar de ella antes de matarla, afortunadamente ella logro evitarlo, desde su escondite vio como sus padres fueron colgados en las ventanas de la mansión y los sirvientes eran asesinados sin compasión.

La joven nuevamente fue capturada y por miedo a ser abusada, tomo una daga que tenía uno de los hombres de Darrell y ella misma se quito la vida, pues no dejaría que su cuerpo fuera mancillado por esos crueles hombres.

Y ahora, mucho antes de aquel horrible acontecimiento, un alma diferente había renacido en el cuerpo de aquella joven llamada Ciel Levallois, la hermana menor de Avery y a diferencia de esta, que poseía un lacio cabello negro y ojos miel, Ciel había heredado un par de preciosos ojos azules y un cabello negro con risos, dándole un toque exótico a su belleza.

Ciel se miro al espejo con sorpresa, seguía sin creer que tenía esa apariencia, aún no podía creer que haya reencarnado en esa desafortunada chica que tuvo que quitarse la vida para evitarse un peor sufrimiento y todo, por la idiota que tiene de hermana.

Ella lleva una semana en ese cuerpo y cuando despertó estuvo confundida, los recuerdos de ambas vidas eran confusos, el dolor de cabeza no la dejaba en paz hasta que finalmente comprendió su realidad y ahora solo tenía una cosa en mente, evitar el terrible destino que le espera.

Ciel escucha los cascos de los caballos, lo cual significa una cosa, sus padres y Avery han regresado de su visita al palacio, hoy era el día en el que Avary se encontraba por primera vez al segundo príncipe y tras una sola platica breve, ella quedaba encantada con él, pero, esa misma noche también se enteraría que sus padres planeaban un compromiso con Aleksander Ronchembert.

Ciel bajo a saludar a sus padres, dándoles la bienvenida y estos se sorprendieron de verla ya fuera de su habitación. Ciel les hace saber que ya estaba mucho mejor.

— buenas tardes, padre, madre.— saluda con cortesía.

— debiste decirnos, así habrías ido con nosotros.— comenta su madre observando su vestido.— ¿y de donde sacaste ese vestido tan horrible?

— no la molestes querida, ella apenas se esta recuperando.— la reprenden el conde.

Ambos padres siguen su camino, hablando al respecto, mientras que poco después por la puerta, entra una linda joven de cabello negro y ojos miel, vistiendo en tonos claros.

—¿Ciel?, ¿pero que has hecho?, pareciera que vas a un funeral.— le recrimina debido al color de su ropa.

— al menos no parezco estar usando los vestidos de las muñecas.— responde.

Avery se sorprende por como Ciel le responde, si bien no eran tan unidas, Ciel nunca fue severa con Avery.

— ¿que te pasa?, no te lo dije para que te enojes.— frunce los labios.— ven, tengo algo que contarte.

Avery toma de la mano a Ciel para guiarla hasta una de las tantas salas que habían en la mansión.

°°°

Capítulo 02.

En la sala, Avery habla de lo emocionada que estaba al visitar el palacio, no es que no haya ido antes, pues suele acudir a las fiestas que se dan en el lugar, pero, en las fiestas no le da la oportunidad de explorar el lugar, pero esta vez, ha podido ver gran parte del palacio y gracias a eso, ha podido hablar en persona con el segundo príncipe Darrell. Avery cuenta lo amable que fue con ella y que incluso ha prometido enviarle una invitación para beber el té con la reina, esto por supuesto emocionó a la joven, quien esperará ansiosa dicha invitación.

— voy a estudiar mucho, para impresionar a la reina, tal vez logre que ella quiera que yo me case con el segundo príncipe.— no para de hablar.

— ¿el segundo?, si buscará impresionar a la reina, al menos sería para ser la princesa heredera.— responde Ciel con fastidio.

— no sabía que eras ambiciosa Ciel, pero no, yo no busco el estatus. A mi me gusta el segundo príncipe, es tan lindo y amable.— suspira.

— el príncipe heredero es mucho más lindo.— se pone de pie.— más listo y además más fuerte.

— que molesta eres Ciel.— se queja Avery.

Ciel no dice nada más y se retira, ya no quiere escuchar más sobre lo supuestamente maravilloso que es Darrell.

En lo que restaba del día, Ciel se dirigió a la biblioteca, necesita estudiar y aprender un poco más de ese mundo, en especial de sus normas entre la sociedad.

Más tarde, durante la cena, Avery también le cuenta a sus padres sobre su encuentro con el segundo príncipe y que este prometió invitarla a beber el té con la reina. Esto la emociona mucho, al punto de pedirle a sus padres, que desea casarse con el segundo príncipe.

— Avery cariño, eso no es posible, precisamente de eso queríamos hablar contigo.— interrumpe la condesa.

La sonrisa de Avery se borró de inmediato al escuchar las palabras de su madre.

— pero, ¿por qué no?, su alteza no esta comprometido, y somos una familia de buen prestigio.— Avery se veía preocupada.

— ya he prometido que te casarías con otra persona.— informa el conde.

—¡¿que?!, no, yo no quiero, no aceptó...no quiero que ustedes elijan a mi esposo.— se queja.

— Avery, no hagas enojar a tu padre, él ya ha tomado una decisión.— le riñe la condesa.

— pero madre, yo ya tengo a alguien con quien quiero casarme.— señala a Ciel.— ¿por qué no usan a Ciel para ese compromiso?

— ¡Avery!, no esta en discusión, ya tienes veinte, estas pasando de la edad para casarte, tu hermana apena...

— esta bien, me casaré con esa persona si Avery no quiere.— responde Ciel.

Los condes y Avery se quedan en silencio ante la respuesta de Ciel. Si Avery desea tanto casarse con el segundo príncipe, entonces que sea libre para hacerlo, entonces verá por si misma la cruel realidad, después de todo, si ella se casa con Aleksander en lugar de Avery, el segundo príncipe no tendrá ninguna oportunidad contra él, porque a diferencia de Avery, ella no caerá en el engaño de Darrell.

— si no han pedido específicamente a Avery, entonces puedo tomar su lugar.— habla con calma.

—¿ya ven?, Ciel esta dispuesta a casarse.— interviene Avery.

— silencio Avery. ¿Estas segura Ciel?, recién has cumplido los dieciocho y he recibido otras propuestas para ti.— comenta el conde.

— tu padre tiene razón.— mira a Avery.— Ciel es más joven y comprende mejor la situación, deberías aprender y madurar un poco Avery.— le riñe.

Avery aprieta las manos sobre la falda de su vestido aguantando el enojó por el regaño que le estaban dando.

— hablaremos de esto después. En cuanto a Avery, si la invitación del segundo príncipe llega, no irás.— le advierte.

—¿que?, padre, no es justo, estaría perdiendo una gran oportunidad de ser cercana a él.— se queja.

— no me importa y si me enteró que has salido sin mi permiso, te enviaré a un convento por un año.— golpea la mesa con el puño.

Ante el ruido, Avery se sobresalta y agacha la mirada aguantando las ganas de llorar por la impotencia, no comprendía como es que sus padres no le querían permitir ser cercana al segundo príncipe, seguramente él, es mejor opción que el hombre con quien quieren casarla.

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Ciel había subido a su habitación después de la cena, al estar sola, no pudo evitar dejar salir un pesado suspiro.

—¿pero que hice? — no debió hablar de más.

¿Será buena idea tomar el lugar de Avery y casarse con Aleksander?, es verdad que su apodo en el campo de batalla era la bestia, por su ferocidad en contra de sus enemigos, pero fuera del campo de batalla, era como cualquier otro noble, cortés y ágil en sus negocios, por algo su territorio había logrado prosperar y era uno de los duques más ricos del reino, siendo un pilar fundamental para los reyes. Ciel observa por la ventana levantando la vista hacía la luna. Aceptará el matrimonio y si Aleksander Ronchembert no resulta ser un buen aliado, entonces simplemente buscará el divorcio y se irá, porque duda que sus padres la acepten si se divorcia.

Al día siguiente en la sala familiar, el conde revela quien es la persona que ha pedido en matrimonio a una de sus hijas y que el rey ya había aprobado dicha petición.

— ¿la bestia?, padre quiere que me case con ese monstruo sanguinario...— grita asustada Avery.— no, no me importa el castigo, es un rotundo ¡no!

— eres demasiado exagerada Avery, la bestia solo es un apodo de batalla, eso no significa que realmente sea una persona cruel.— la mira con una sonrisa.— te sorprendería saber quienes son las verdaderas bestias.

Pobre e ingenua Avery, que se deja llevar solo por rumores, sin saber que a quien ella considera generoso y atractivo, es en realidad esa bestia que hambrienta de poder y capaz de usar a quienes sea con tal de obtener lo que desea.

— ¿lo ves Avery?, tu hermana menor es mas sensata y sabia que tú.— le reclama la condesa.— ¿que hice para que mi hija mayor sea tan tonta?

La condesa deja salir un pesado suspiro mientras que Ciel la consuela sosteniendo sus manos entre las suyas. Avery solo frunce los labios molesta.

— no soy tonta madre, yo solo quiero tomar mis propias decisiones en cuanto a un matrimonio, no pienso casarme con quien me impongan.— asegura.

— tu pensamiento esta bien hermana, pero enamorarte es un arma de doble filo, que si no sabes como usarla, puedes salir herida.— le responde Ciel.

Los condes se quedaron sorprendidos por las palabras de Ciel, después de recuperarse, la joven ha cambiado y su manera de ser ahora era más madura.

— di lo que quieras, definitivamente no me casaré con la bestia, ya que eres tan sabía y madura, entonces cásate tú.— grita Avery.

La chica de ojos miel salió corriendo de la sala, dejando a unos padres molestos, mientras que Ciel solo permanece en silencio.

°°°

Capítulo 03.

—¿estas segura Ciel?, al mandar la confirmación de quien será la novia, no hay forma de que te retractes.— advierte el Conde.

El hombre había llamado a su hija a su estudio, han pasado dos días desde la discusión con Avery y aunque quiso hacerla cambiar de opinión, esta no lo hizo encerrandose en su habitación.

— lo sé padre, estoy consciente de lo que conlleva aceptar el matrimonio con el duque Ronchembert y no cambiaré mi decisión.— asegura Ciel.

— bien, entonces enviaré mi respuesta al duque. Puedes retirarte.— le indica.

Ciel hace una leve reverencia ante su padre y se va de la oficina. Ella camina hacía el jardín, avanza hasta perderse entre los árboles, así que solo se sienta bajo la sombra de uno abriendo el libro que llevaba en la mano, este, era un libro sobre magia, ya que según lo que ha leído hasta ahora, en ese mundo toda persona posee mana, por lo que, estudiando y practicando pueden aprender algo de magia. Quienes más saben de eso, son los magos, estos sirven a la familia real, algunos se especializan en magia de ataque y otros, en sanación, ambos son parte fundamental en el ejército del palacio. Leyendo sobre eso, Ciel recuerda que la protagonista, siendo una plebeya perfecciona su magia y se convierte en la primera mujer en formar parte del aquelarre, que es como se le llama a la asociación de magos.

Ciel deja el libro en el suelo y se pone de pie tomando una rama que encuentra por ahí, coronando a practicar como si tuviera una espada en las manos. Si quiere sobrevivir, tendrá que aprender algo más que solo magia, por ahora lo importante, era fortalecer su cuerpo.

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Más tarde regreso a la casa, donde había un pequeño alboroto porque Avery recibió la invitación de Darrell donde la invitaba al palacio para beber el té en compañía de la reina, Avery estaba emocionada, pero justamente cuando iba de salida, el conde se enteró y mando cerrar las rejas de la mansión y prohibió a los sirvientes llevarla. Después de su comportamiento infantil y caprichoso, no tenía permiso de salir a ninguna parte, incluso el conde le pidió a la condesa que escribiera una carta de disculpas en nombre de Avery, pues no podrá asistir a la reunión.

— si Ciel es quien se casará con esa bestia, entonces yo tengo todo el derecho de ir con el segundo príncipe, si le agrado a la reina, podría conseguir un compromiso con él.— asegura.

— con ese comportamiento infantil, lo único que lograrás es pasar vergüenza ante su majestad.— le grita la condesa.

— ¿por qué no confías en mi madre?, si el segundo príncipe me invitó, es porque le agrado.— insiste.

— suficiente, no vas a ningún lado, es tu castigo por tu falta de respeto hacía nosotros.— le regaña el conde.

Este ordena a las doncellas que se lleven a Avery a su habitación y la encierren, solo recibirá sus comidas en la habitación, por lo que no tiene permitido salir en tres días. La condesa con ayuda de las doncellas se llevan a una histérica Avery, quien suplica que la dejen salir, pues estaba perdiendo una gran oportunidad de hacerse cercana a la reina.

— a su edad y aún se comporta como una chiquilla de cinco años.— el conde deja salir un suspiro y mira Ciel.— me alegra saber que al menos tú eres más consciente.

— no se preocupe padre, yo no seré como Avery, no dejaré que un capricho destruya a nuestra a familia.— asiente.

El conde se sorprende por las palabras de Ciel, mientras que ella hace una reverencia y se marcha. Al pasar por la habitación de Avery esta golpea la puerta, suplicando para que la dejen salir, así que Ciel le da una patada a la puerta, causando que Avery se asuste.

— deja de actuar como una niña caprichosa, tienes veinte años Avery, debería darte vergüenza ese comportamiento.— le grita Ciel.

— no soy caprichosa, solo quiero elegir que hacer con mi vida, es lo que nadie entiende.— responde molesta.

— el que tengas permiso de elegir que hacer con tu vida, no significa que seas lo suficientemente lista para elegir algo bien.—

— ¡cállate!, no te quiero escuchar, yo se lo que hago.— grita molesta.

Ciel sonríe con burla y sigue su camino, no cabe duda que su hermana es una tonta, dejándose llevar por ese absurdo capricho con el segundo príncipe, pero pronto verá que Darrell no esta interesado en ella, cuando se haga publico quien en realidad es la futura esposa de Aleksander, el interés del segundo príncipe por Avery se irá, verá que se acerco a la hermana equivocada.

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Avery había intentado salir por la ventana, pero, el balcón era muy alto y no había forma de bajar por ahí, además de que el conde fue lo suficientemente listo como para colocar guardias cerca de la zona de su habitación. Así que solo ha estado en el balcón observando a distancia el palacio y suspirando, había perdido una gran oportunidad. Seguramente el segundo príncipe pensará que es una niña al no poder acudir al palacio solo porque sus padres no se lo han permitido.

Abajo, Avery observa como Ciel se acerca a los caballeros, con quienes parece entablar una conversación. Finalmente uno de ellos le entrega su espada y le va dando consejos de como sostenerla; Avery no sabía que su hermana estaba interesada en practicar la espada.

El caballero le enseña posturas para mantener el equilibrio mientras ataca y Ciel trata de seguir esos consejos.

— le aconsejo conseguir una espada más ligera, el peso es importante, en especial para un principiante.— le comenta el caballero a Ciel.

— buen punto, se lo agradezco capitán Gales, sus consejos me han sido útiles.— hace una leve reverencia.

— por nada señorita, si necesita ayuda, no dude en decirme.— responde de manera cortés.

Ciel ahora tiene una idea de lo que debe de hacer, el problema ahora es, si su padre le permitirá conseguir una espada.

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