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¿POR QUÉ DICEN QUE MI ADORABLE ESPOSA ES UNA VILLANA?

EN CUANTO LA VÍ

"El príncipe ilegítimo de Kardext"

Ese era el título con el que más era conocido Keres Jabbar Elrryan.

Debido a que su madre solo fue una sirvienta en el palacio, no se le permitía un grado noble por derecho.

Claramente, el trono estaba lejos de su alcance y todos se interponían para que el Emperador le diera algún título noble. No era nadie y no tenía nada desde muy pequeño. Por lo cuál, para sobrevivir, sólo pudo hacer una cosa.

Convertirse en la espada del Imperio Kardext.

Su padre, el Emperador y su hermano mayor, el príncipe heredero siempre lo mandaban a dirigir guerras, le ordenaban conquistar territorios o defender algunas ciudades.

Él obedecía cual perro entrenado.

Keres no había aprendido otra forma de vivir. Y gracias a esto, ningún noble, ni la Emperatriz, ni el príncipe heredero o la princesa heredera pudieron negarlo mucho más tiempo entregarle un título noble.

El mismo día que cumplió 25 años, luego de sufrir incontables guerras, su padre, el Emperador le otorgó el título de "Conde".

"Conde Keres Jabbar Elrryan"

Al recibir por fin, un título que le aseguró su estabilidad, en el banquete por su cumpleaños organizado por primera vez en su vida por la familia Imperial, el Emperador chasqueó los dedos, y los caballeros trajeron a toda una familia con la cabeza cubierta delante del Conde Keres.

Keres no estaba entendiendo nada, pero sus sentidos le decían que ahora mismo, no iba a ocurrir algo bueno.

Tensó su cuerpo cuando su padre se levantó del trono sosteniendo una espada.

«Conde Keres Jabbar Elrryan, tú contribución al Imperio Kardext es enorme, has traído gloria a tu nación y nadie más que yo está felíz por esto»

Los caballeros hicieron arrodillar a toda la familia en el gran salón Imperial mientras el Emperador entregó elegantemente la espada, a su hijo menor.

«Este es mi regalo para tí, Conde Keres»

Keres sostuvo la espada y miró nervioso como la mano de su padre señaló a su mano derecha, un caballero llamado Harold.

Harold asintió y partió hacía algún lado, mientras el príncipe heredero sonreía maliciosamente sentado en su trono, junto a su esposa, la hermosa princesa heredera.

[Definitivamente, algo no está bien]

Pensó Keres mirando su reflejo en la espada, sin interrumpir las palabras de su padre.

«Sé que eres un hombre sanguinario»

Las palabras del Emperador penetraron en cada rincón del salón, aquellas que no pudo refutar Keres.

«Tengo un grandioso regalo para tí Conde Keres, pero un hombre sanguinario cómo tú, necesita más emoción incluso al recibir un regalo»

Todo el mundo observaba la cara fría del Conde Keres, como si fuera alguna clase de monstruo. Nadie podía ver lo asustado que estaba, era claro, que su "familia" había preparado algo perverso para él.

Pronto, el caballero Harol apareció trayendo a una mujer que se notaba lastimada, con heridas leves sobre la piel de porcelana, su largo cabello estaba algo sucio y su figura era realmente delicada incluso cuando ella se mantenía mirando el piso.

«En el Reino de Elentia, se rumoreaba que existía una hermosa princesa, elegante y digna, una estrella única entre tantas»

Con sólo escuchar eso, Keres sonrió con ironía y amargura para sus adentros, levantando su mirada para mirar la encantadora sonrisa de su hermano mayor, que no era más que una vil máscara aristocrática que ocultaba su verdadero ser.

[Maldición, ella te rechazó cuando le propusiste matrimonio y me hiciste capturar a toda la familia Real. Ya me preguntaba yo "por qué todavía los tenías encerrados en celdas durante años". Era para hacerme esto]

Harold obligó a la princesa de Elentia a levantar su cara, mostrando en todos en el banquete, lo hermosa que era. Desde sus pestañas largas y sus labios de un rosa suave, sus ojos rojos y su cabello rubio. Todo era precioso, incluso con ese aspecto tan deprimente.

Keres la miró a los ojos y ella le devolvió una mirada vacía.

Aunque ella lo estuviera mirando de esa forma, Keres miró todo detalle que podía con el leve e imperceptible sonrojo en sus mejillas.

[Que linda]

Fue lo único que pensó.

Tal vez había invadido todo el Reino de Elentia, pero prefirió que sus hombres de confianza arrestaran a la familia Real.

Su hermano mayor estaba loco y no quería meterse en problemas al entrar en contacto con la princesa que lo había rechazado. Por lo cuál, había preferido no verla ni entablar alguna conversación con ella.

Esta era la primera vez que la veía.

«Conde Keres»

Dijo el Emperador, haciendo que Keres lo volviera a mirar.

«Tú conquistaste Elentia, eliminaste todo rastro de su existencia a excepción de la familia Real, así que, como tú naturaleza violenta, recibir simplemente mi regalo no es suficiente»

«...» [Oh, ...ahora ya sé, el verdadero propósito de este banquete]

«Guardamos este deseo para tí Conde Keres. Aquí, todos son la irrespetuosa familia Real que ofendió al príncipe heredero con descaro»

«...» [No es para celebrar mi cumpleaños, ni para la digna entrega de mi título noble]

«Debes decapitarlos ahora mismo, ¿Cómo podrían, unos simples reyes, no hacer caso de la palabra del príncipe heredero y la familia imperial de Kardext?»

«...» [Es para que todos sepan que soy obediente al Emperador]

«Hazlo y te entregaré tú regalo, te casaré con la hermosa princesa de Elentia»

«...» [Es para que me vea cómo un monstruo delante de todos]

Keres avanzó hacia la moribunda familia Real de Elentia, levantó la espada mientras que unos caballeros sacaron la bolsa que cubría la cabeza de los apresados.

Y les cortó la cabeza, ...uno por uno.

«...» [Es para que la princesa de Elentia me odie hasta después de la muerte]

Con el salón manchado de sangre, el Emperador tomó un documento Imperial en dónde Keres firmó y la princesa también.

Su majestad sonrió ampliamente diciendo:

«Felicidades, ahora son marido y mujer. Es una hermosa esposa, Conde Keres»

«... Muchas gracias, su majestad» [Es para que viva, una vida miserable]

Tomó a su esposa con cuidado y la besó en los labios, sellando el inesperado matrimonio.

[Es para que ella viva una vida miserable por rechazar a mi hermano]

¿POR QUÉ?

Princesa Oona Sinclair Elentia.

Había numerosos rumores sobre ella, rumores que se enfocan a su belleza, una hermosa princesa que los Reyes de Elentia ocultaban con afán.

No sólo los Reyes, si no el príncipe y las princesas.

"¿Por qué ocultar un buen rostro?" Se preguntaron muchos y algunos creyeron que esa princesa ni siquiera existía porque casi nadie la había visto.

Como un fantasma, ella jamás mostró su rostro.

Y todo el mundo estuvo curioso cuando el Imperio Kardext capturó a la familia Real, entonces ¿También capturaron a la princesa Oona Sinclair Elentia?

El príncipe heredero presumía que la tenía encerrada y que era realmente hermosa. Pero no podía tocarla ya que estaba comprometido y pronto se casaría.

Fue visto cómo un galante caballero que amaba a su prometida, tanto como para rechazar a la hermosa princesa Oona. Aunque nadie sabía, que el verdadero rechazado fue el príncipe heredero. Tan enojado por su rechazo, que mandó a su medio hermano Keres a destruir todo el Reino de Elentia.

«Esposo»

Dijo la princesa heredera mirando a su esposo sentado en la cama.

«¿Hum?»

«Fue estupendo»

Lo felicitó, por lo ocurrido en el banquete.

«La cara vacía de esa mujer, fue como un sueño»

«Oh, sí, ¿Y viste la cara de Keres?»

«Por supuesto»

«Fue realmente... estimulante»

***

Mientras tanto, Keres llegó a su mansión, una mansión dada por el Emperador debido a que ahora era un "Conde".

[No me sorprende]

Pensó al ver la deteriorada estructura, tenía aberturas en algunos lados.

«¿Qué mierda es esto?»

Se quejó un soldado, y detrás se empezaron a quejar, muchos más soldados.

«¿Es todo lo que tiene que ofrecer la condenada familia imperial?»

«El general Keres también es un príncipe, lo hacen trabajar como perro y ¿Sólo le dan esto?»

«¿Qué hay de los sirvientes? No veo nada»

«Deberíamos ir a reclamar al palacio imperial, esto es una falta de respeto al general Keres»

«Hagamos una queja al Emperador, esto es inaceptable»

«Sí, el general Keres también es su hijo»

«Todos son unos malditos bastardos e ingratos»

«Silencio»

Ordenó Keres y toda su tropa cerró la boca.

Él estaba consciente de que era tratado mal, pero ¿Qué más debía hacer? Nadie lo apoyaba y no quería que su leal tropa fuera herida o despreciada.

Miró a un lado y dijo:

«Por hoy descansamos allí, armen un campamento y preparen agua caliente en una tina»

«¡Sí, señor!»

Dijeron en únisono, moviéndose rápido para preparar todo. Aunque, su mano derecha, un guerrero llamado "Dylan" señaló el carruaje y preguntó:

«¿Y que hacemos con su esposa?»

Keres se agarró la cabeza como si le doliera.

[Cierto, me casé hace unas horas]

Dylan sonrió pícaramente al ver su cara.

«~¿Preparamos todo para su noche de bodas?~»

«Cierra el pico y vete. Yo me encargo de ella»

«~Eh~, bueno tu tienes la última palabra señor»

Dylan se fue y Keres soltó un cansado y largo suspiro. Respiró hondo y exhaló tratando de calmarse. Miró al carruaje y caminó hacia él.

Tocó la puerta.

«¿Puedo pasar?»

Hubo un largo silencio y al final Keres dijo:

«Voy a entrar»

Abrió la puerta, pero se sorprendió al no ver a nadie allí adentro.

«¿...? ¿...?» [¿Cuando se supone que salió de aquí?]

Oscureció un poco la mirada.

«¿Sé escapó?»

Pero luego simplemente cerró la puerta con un suspiro de resignación.

[Bueno, de todas formas hubiera sido una convivencia incómoda. Después de que me vio matar a su familia no creo que quiera quedarse a mi lado]

Se alejó del carruaje pensando:

[Aunque era realmente muy linda. Espero que logres sobrevivir]

Se marchó junto a sus hombres y ayudó con algunas cosas, la verdad era que cada vez que intentaba ayudar cómo de costumbre, sus hombres le quitaban lo que estuviera cargando y le decían.

«Yo estoy muriendo de ganas por hacer esto ¿Por qué no sólo se sienta por allí y espera?»

No sabía si enojarse con ellos o estar agradecido de que lo respeten tanto.

Al final, se quedó sentado, mirando el ardiente fuego de la fogata cuyo alrededor estaba con pescados asados.

Dylan se acercó a él.

«El baño está listo, ¿Quieres que llame a la señora?»

«Te dije que me dejaras eso a mí, sólo vayan a hacer lo que deben»

«Ni siquiera la sacaste del carruaje»

«Estaba dormida, así que ya vete»

«Huuuu, que gruñón»

Keres comió un pescado y entró a su tienda, dónde se metió a la tina de agua caliente y miró su reflejo.

[Al menos debiste tomar un baño y llevarte comida si planeas escaparte]

Se terminó de bañar y llevó por el mismo la tina afuera, finalmente sólo se metió a su cama y empezó a dormir junto a su espada.

No supo a qué hora de la noche fue, pero sintió sobre él la presencia de alguien. Agarró las manos de la figura y la puso debajo de él amenazando su cuello con el filo de su espada.

«¡¿Quién te... Mandó?...» [¿Eh?]

Vio la cara de su esposa en shock, y luego se asustó cuando ella puso sus ojitos vidriosos porque parecían querer llorar.

«¡!, no llores, no llores»

La soltó de inmediato y guardó su espada.

«Lo siento, pero no deberías aparecer así ¿Que tal si te mataba?»

«...»

«¿Tienes hambre? Iré a por algo de comida para tí-»

«¿Por qué?»

Keres se sorprendió, está era la primera vez que escuchaba la voz de su esposa. Y sólo pensó:

[Hasta eso es lindo]

Pero salió de sus pensamientos cuando su esposa le reclamó:

«¡¿Por qué no fuiste a buscarme?!»

«¿Hum?»

«... ¿Acaso no te importo?»

Keres no estaba entendiendo su reclamo para nada.

[Maté a toda tu familia delante de tú cara, tuviste una boda espantosa, ¿No es suficiente razón para saber el por qué te escapaste? Hasta yo quisiera irme si me hubiera sucedido eso y más]

Con aquella expresión fría respondió:

«Destruí tu hogar, maté a tu familia, estuviste encerrada en una celda por meses que seguro te parecieron eternos, te humillaron en el banquete y te obligaron a casarte con el hombre que te causó tanto dolor, ¿De verdad querías que fuera a buscarte para que vivas con resentimiento toda tu vida?»

LA NEGATIVA

...«¡¡Eres asqueroso!!»...

...Gritó Oona a su esposo, arrojándole un jarrón de porcelana a la cabeza. Haciéndole una gran herida la cuál manchó la cara de Keres con sangre....

Fue un recuerdo fugaz, Oona, ahora delante de su esposo, apretó la falda de su ropa harapienta que llevaba desde que fue encerrada en prisión.

Contestó a la pregunta anterior que le hizo su esposo dentro de aquella tienda de campaña.

«Cierto..., tú eres un ser malvado y horrible»

Keres sonrió con tristeza, no era la primera vez que le decían eso, sin mencionar que debido al banquete y las palabras del Emperador, los rumores de que era un monstruo y un hombre sanguinario empeorarían.

Se preparaba para levantarse con resignación, su relación no tenía futuro, pero...

[Al menos prometo cuidar de tí toda mí vida]

Keres hizo aquella promesa para sí mismo, porque estaba seguro que hacer aquella promesa en voz alta, molestaría más, a su resentida esposa.

Estaba por pararse cuando Oona agarró su ropa con la cabeza agachada.

«¿Qué pasa?»

«Hay cosas en las que te equivocas»

«¿Qué?»

«Más que cualquier cosa, debes saber que no me casé por obligación»

Keres estaba más confundido, él vio en primera fila como el Emperador la forzó a agarrar la pluma y empezar a dibujar su firma.

«Y sobre todo, ...quiero que sepas, que no me casé con el hombre que arruinó mi vida» [El que me arruinó la vida fue tú hermano Davor]

Él, miró la delgada mano de su esposa, la vio temblando, ¿Acaso le tenía miedo?

«No tienes que obligarte a fingir que te agrado, está bien, no te preocupes, no te haré nada, ni siquiera te tocaré o te hablaré si así lo quieres-»

«¡¡No!!»

La negativa tan fuerte y aguda por poco rompía los tímpanos de Keres.

Se sintió extraño cuando ella lo abrazó con fuerza gritando:

«¡No te atrevas! ¡No te atrevas a no hablarme! ¡Y tampoco te atrevas a no tocarme! ¡Si lo haces lloraré!»

Miles de signos de interrogación bailaron alrededor de Keres que no estaba entendiendo nada de nada.

[¿Está mujer, no me odia? ¿Está loca?]

«Tú eres mi esposo y yo tu esposa. Así que no lo hagas, no quiero que te alejes. Te lo ruego»

Keres suspiró resignado y con lentitud acercó su mano a la cabeza de Oona, dudó un segundo de si era buena idea tocarla, pero al final nada perdía. Acarició su cabeza suavemente.

«Sí, está bien. Haré lo mejor que pueda»

«Te odio»

«¡!» [¿Eh?]

«Pero te amo tanto»

«...» [Juro..., que no entiendo a las mujeres]

***

En la noche, el Conde veía intrigado a su esposa durmiendo a su lado, aferrándose fuertemente a él.

Todavía estaba sucia y delgada, seguro debido a estar tanto tiempo encerrada en una celda, pero aún así, no dejaba de ser bonita.

De pronto pareció que lloraba, porque había pequeñas lágrimas al final de sus ojos cerrados.

[Está llorando, no creo que sea sorprendente, lo ha tenido difícil desde que rechazó a Davor]

Agarró un pañuelo y limpió suavemente aquellas pequeñas lágrimas. Entonces escuchó el susurro de su esposa, con aquella voz quebrada...

«Perdón... Keres»

«...»

Agarró la mejilla de su esposa notando que estaba muy delgada.

[Ahora tengo mucha curiosidad por saber que es lo que estás soñando]

Estuvo mirándola toda la noche, así que sólo se dio cuenta del tiempo cuando la luz del día empezó a iluminar la tienda.

«¡!» [Ya es de día]

Agarró las manos de Oona con suavidad y las quitó de su cintura lentamente. Se levantó y cubrió a Oona para que siguiera durmiendo mientras él se cambiaba de ropa.

Afuera de la tienda bostezó por no haber dormido, ya estaba cansado, pero ver a Dylan delante de su tienda mirándolo como un niño que muere porque le cuenten "Que pasó" lo hizo enojar.

«~¿Y?~»

«¿Y. Qué?»

«~¿Dormiste com-cof» [Otra vez mí estómago]

«Ya cállate y prepara una tina con agua tibia»

«Cl-claro, estará en 30 minutos, general» [Un día de estos mis órganos saldrán desde mi estómago]

«¿Qué tal es la ciudad cercana?»

«Pobre, apenas tiene algunas tiendas»

«De ropa»

«Sólo una y está en la plaza. Era la única tienda con un solo maniquí»

«Bien»

Se dirigió a su caballo y lo montó mirando a Dylan con un aura de muerte.

«Si alguien se atreve a entrar a mi tienda lo mato»

«¡Sí!»

Azotó su caballo y se marchó a la ciudad cercana, al llegar le tuvo que dar la razón a Dylan.

[Realmente es pobre]

La mayoría de las casas estaban deterioradas, había varias personas en las calles y el mercado apenas tenía 5 puestos abiertos con escasa comida, no había restaurantes ni florerías, vio por poco unas tres tiendas: una de ropa, maderería y herramientas de agricultura.

[Muy básico y lo que me preocupa más es que no he visto ninguna escuela de ningún tipo, no hay ni siquiera una escuela básica]

La gente lo miraba con su traje elegante, los murmurllos empezaron desde la lejanía ya que eran incapaces de acercarse a alguien con tan aterradora aura.

Keres no dijo nada, simplemente dejó a su caballo negro y entró a la tienda de ropa. Ahí, una abuela lo atendió con el cuerpo temblando ya que ese hombre alto y corpulento, realmente le provoca miedo. Pero ese sentimiento no era nada ante el hambre el invierno si no conseguía suficiente dinero para mantenerse a ella y su familia.

«B-bienvenido querido cliente ¿Q-qué es lo que puede ofrecer está humilde tienda a tan distinguido caballero?»

«Quiero comprar ropa para mí esposa»

«Oh, v-vaya, felicidades» [¿Alguien se casó con un hombre tan aterrador?]

La abuela se acercó al único riel de ropa que tenía.

«Digame, cuáles son las medidas que tiene su esposa»

«¿Hum? ¿Medidas?»

«Sí, si no tengo sus medidas, no puedo escoger un vestido adecuado»

«Oh, ...ella es delgada» [¿Cómo se supone que sepa sus medidas?]

«Hum, en todo caso, ¿Por qué no trae un vestido de su esposa, de esa manera puedo buscar uno con las mismas medidas»

«Es que ella no tiene»

La abuelita lo miró con desagrado, como si fuera alguna clase de demonio.

«No sé que tiene en mente, pero no es nada de lo que está suponiendo»

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