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ENVOLTURA DORADA DE CHOCOLATE (Omegaverse)

Capítulo 1

El sol brillaba intensamente en el azul cielo, esparciendo sus rayos dorados por todo lugar.

Algunas personas disfrutaban del calor del sol, otros se refugiaban bajo la sombra de ella, de pie en medio de la multitud, el joven miraba hacia el sol que trataba de cegar sus ojos.

Recordó una canción infantil, “Sol dame tu calor, brilla sobre mí”, y frunció el ceño con enojo, no tenía nada en contra del sol, era vital para la vida, el problema era el color dorado que reflejaba y el color del cielo que lo rodeaba, siempre que lo veía le recordaba a aquel chico de cabello rubio y ojos azules, y lo odiaba.

...****************...

“Gracias por su trabajo, nos vemos la próxima semana”

Neo salió del edificio, finalmente la larga semana de trabajo llegó a su fin, los demás que salieron después de él, subieron a sus propios autos y se alejaron por la avenida.

Él no tenía un auto propio, le era irrelevante por el momento, su mayor propósito por ahora era ahorrar todo el dinero que pudiera.

Tomó el autobús y llegó a casa rápidamente, su casa solo estaba a dos paradas por lo que era conveniente para él.

Entró a la casa, se quitó la corbata y saludó.

“Hola mamá, hola papá”

Una hermosa mujer apareció desde la cocina, detrás de ella un apuesto hombre con un delantal se acercó sonriendo.

“Hola hijo”, ambos saludaron al mismo tiempo.

“¿Cómo te fue hoy?”

Su madre se acercó y le dio un fuerte beso en la mejilla.

Neo ya estaba acostumbrado y abrazó a su madre como respuesta.

“Como siempre, nada fuera de lo común”, respondió seriamente.

“Ya veo”

A ambos padres les preocupaba que su hijo fuera tan serio, no era una mala persona, solo no sonreía mucho desde que era un bebé.

Pero había algo por lo que siempre sonreía.

“¿Mañana iras a cultivar hortalizas?”

Una hermosa sonrisa apareció en el rostro del joven ante la pregunta de su madre, una sonrisa que iluminó el corazón de sus padres.

“Sí”

Neo tenía un sueño desde que era muy joven, tener una casa grande en donde pudiera cultivar sus propias hortalizas, casarse, y tener una gran familia.

...****************...

“Papá, quiero que me ayudes con unos papeles para un terreno que acabo de conseguir”

Un día, Neo llegó de la secundaria sosteniendo una pila de papeles sorprendiendo a sus padres.

“Hijo mío, ¿qué hiciste?”

Su madre casi se desmaya por lo que había escuchado, había muchos estafadores por ahí y temía que su hijo haya sido estafado.

Cuando Neo dijo que había dado todos sus ahorros, su padre cogió las llaves del auto con pánico y fueron a verificar dicha compra.

Por suerte todo estaba en orden, pero al ser menor de edad, Neo necesitaba la firma de sus padres.

Viendo la seguridad de Neo, sus padres firmaron los papeles y fueron a ver el terreno.

Era un lugar desolado.

“Hijo, ¿éstas seguro de esto?”

“Sí”

Con gran seguridad, Neo se mostraba positivo.

“No te preocupes papá, este lugar crecerá con el tiempo, viviré muy bien aquí, podré cultivar todo lo que quiera, construir una casa y tener una gran familia”

Habló con una gran sonrisa, era la primera vez que sus padres lo veían sonreír de forma tan genuina, con lágrimas en los ojos, su madre lo abrazó.

“Claro que si, mamá te apoyará en todo”

Su padre quien los observaba, los abrazó a ambos con fuerza, tenía que apoyar a su hijo, aunque este sea un lugar desierto.

...****************...

Neo llegó a plantar sus cultivos, como era fin de semana, planeaba quedarse a dormir, el terreno se encontraba en la cima de una pequeña montaña rodeada de bellos árboles, como Neo predijo, el lugar creció rápidamente, volviéndose en una villa privada, comprar las casas aquí se había vuelto difícil y eran costosas, Neo tuvo suerte de conseguirlo barato en ese momento.

Le gustaba mucho el lugar porque las casas eran muy separadas, y podía tener privacidad, aunque por el momento solo tenía su huerta, estaba ahorrando para construir su casa, hoy dormiría en la casa de campaña.

...****************...

El fin de semana terminó en un abrir y cerrar de ojos.

Neo volvió a casa de sus padres llevando un gran cesto de zanahorias de su propio cultivo.

Se alistó para volver al trabajo y salió, bajó en la parada cerca de la empresa y emprendió su caminata como de costumbre.

Un Roll Royce se detuvo de repente en el camino, un Alfa alto y corpulento salió del auto llamando la atención de los transeúntes, brillaba como el sol deslumbrando todo a su paso.

Sus hermosos ojos azules siguieron al Omega que caminaba por la calle vistiendo un pulcro traje.

Neo apresuró el paso, pero una gran sombra se puso delante de él, levantó la vista y vio a un hombre inesperado.

El Alfa se detuvo delante de Neo y sonrió alegremente.

“Neo, soy yo, ¿me recuerdas?”

Esperó la respuesta de la otra parte y como no la escuchó, volvió a presentarse.

“Soy yo, Elián, Elián Dumont”

Neo lo miró sin expresión alguna y pasó de largo.

Elián se quedó perplejo en el mismo lugar, y cuando volteó, Neo ya había desaparecido.

...****************...

“Estoy seguro de que no me vio bien, después de todo, ya pasaron varios años”

Sentado en su oficina, Elián trató de convencerse a si mismo, no es como que Neo lo haya olvidado ¿verdad?.

“Si, debió ser eso, después de todo había mucha gente caminando a esa hora y pudo confundirse”

Un Alfa tan alto y de cabellera rubia era inconfundible.

La secretaria que estaba de pie desde hace un momento, miró a su jefe que hablaba solo con preocupación y miedo.

“Señor Dumont, ¿se encuentra bien?, ¿quiere que llame al doctor?”

El doctor privado de la familia Dumont estaba disponible ante cualquier llamada de emergencia, la secretaria tomó el teléfono pero Elián la detuvo.

“Estoy bien, dame los documentos”

“Si, Señor”

Terminó de firmar los documentos y la secretaria salió con ellos en mano, miró una vez más a su jefe antes de salir y fue a preparar un té relajante para traérselo después.

El rostro indiferente de Neo seguía apareciendo en la mente de Elián y una sensación de pánico lo invadió.

“¿Debería ponerme el uniforme de secundaria para que me reconozca?”

En esa época, solo usaban el uniforme escolar, por lo que es posible que Neo no lo reconozca sin eso.

Elián tomó el teléfono y se comunicó con la secretaria.

“Señorita Robin, por favor encargue que alguien vaya a mi departamento y traiga el uniforme escolar que está en el closet”

[¿Disculpe?]

...****************...

El día ya se había arruinado, Neo miró al cielo que estaba despejado y soleado, deseó que unas grandes nubes negras la cubrieran y empezara a llover.

Tratando de despejar su mente, Neo fue a la cafetería por un café bien cargado.

Cuando terminó la jornada laboral, Neo se dirigió a casa, tomó un baño y se acostó deseando tener bellos sueños.

Tuvo una pesadilla, en su pesadilla, un gran sol con ojos azules lo seguía.

Al día siguiente fue al trabajo como de costumbre sin ningún percance, pero al medio día mientras estaba sentado en la cafetería, un hombre alto entró, se acercó a su mesa y se sentó en el asiento vacío frente a él.

“Hola Neo, ¿cómo estás?”

Elián se sentó frente a él, lo estuvo esperando por mucho tiempo y cuando vio la oportunidad, se acercó a Neo.

“Tal vez no me reconociste ayer, soy Elián Dumont, estuvimos en la misma secundaria, ¿lo recuerdas?”

Mientras hablaba, señaló un pequeño broche que tenía en el pecho de su traje, cuando se graduaron de la secundaria, los maestros les obsequiaron un pequeño broche a cada estudiante.

Como la idea del uniforme no había funcionado porque le quedaba chico, Elián buscó entre sus cosas toda la noche y encontró el broche.

Esperando que esta vez funcionara, miró expectante a Neo.

“¿A caso eres un acosador?”, pero obtuvo una reacción inesperada de parte del omega.

Temiendo que lo confundiera, Elián explicó rápidamente.

“No, en verdad soy yo, mira”

Sacó su identificación y se lo dio a Neo.

Neo ni siquiera lo miró, quien no recordaría a un tipo tan llamativo y grande.

Viendo su indiferencia, Elián sacó un anuario escolar como arte de magia y se lo enseñó a Neo.

“Mira, este de aquí soy yo y aquí estas tú”

“Lo sé”

Finalmente logrando su objetivo, Elián suspiró y sonrió.

“Que bueno, pensé que me habías olvidado”

“Quisiera hacerlo”

“¿Qué?”

Incrédulo por las palabras de Neo, Elián lo miró confundido.

“En primer lugar, no recuerdo que nos lleváramos bien, además nunca me agradaste”

Dejando a Elián aturdido, Neo se levantó y se fue, después de reaccionar, Elián se puso de pie y lo siguió.

“Espera, tengo algo que decirte”

Con sus largas piernas, alcanzó fácilmente a Neo.

“No quiero oírlo”, continuó Neo su camino.

Esta era su única oportunidad, después de tanto tiempo tenía que decirlo, Elián tomó un fuerte respiro y dijo en voz alta.

“¡Me gustas, siempre me has gustado!”

Las personas de alrededor los miraron con curiosidad, la declaración del Alfa fue tan fuerte y querían saber cual iba a ser la respuesta del omega, nadie podría rechazar a un Alfa tan atractivo, pero las palabras de Neo fueron lo contrario.

“A mi no me gustas”

Las personas se alejaron lentamente, la respuesta del omega fue tan seria y fría que hasta ellos se sintieron mal.

Elián se quedo quieto y lo miró.

“... ¿Por qué?”

“No me gustan los tipos como tú”

Después de decir esas frías palabras, Neo se alejó y entró al edificio.

...****************...

Elián caminó todo el camino hasta la casa de su madre.

Entró a la mansión y se acercó al jardín, donde su madre cuidaba las rosas.

“Madre”

Una hermosa mujer de cabellera rubia se dio la vuelta y le dio la bienvenida a su hijo con una sonrisa.

“Que gusto verte por aquí hijo”

“Madre ¿hay algo malo conmigo?”

“¿Qué?”

Capítulo 2

No me gustan los tipos como tú

No me gustan los tipos como tú

Con esas palabras repitiéndose dentro de su mente, Elián buscaba en su ordenador los últimos gustos en omegas estos días, las últimas tendencias mostraban como resultado un alto índice de popularidad en un actor alfa dominante, del cual sus fans eran en su mayoría omegas.

Así también como la popularidad de un grupo musical conformado por alfas, que tenía una gran base de fans omega.

Al parecer, estos eran los gustos en omegas estos días.

Mientras deslizaba la página de búsqueda, Elián encontró mercancía a la venta de este grupo y de aquel actor alfa.

"¿Es esto lo ideal estos días?"

Los tipos en las fotografías parecían tener una buena personalidad, y en los videos adjuntos se notaba que eran bastante amables, y aunque era molesto, tenía que admitir que no eran tan feos.

"¿A él también le gusta esto?"

Si esto era tendencia entre los omegas, podría ser que a Neo también...

"No", Elián cerró su ordenador de un golpe, se recostó sobre el espaldar de su cómoda silla recordando a aquel joven adolescente con el antiguo uniforme de secundaria.

Neo siempre había sido un joven reservado, solía caminar por los pasillos y patio de la secundaria sosteniendo siempre un libro diferente.

La primera vez que Elián lo vio, fue por la ventana de su salón de clases en el horario de descanso, en los días posteriores, verlo se volvió una costumbre, seguía sus pasos inconscientemente y esperaba verlo pasar todos los días.

Algo que llamó su atención, fue que Neo siempre llevaba un libro distinto sobre agricultura y jardinería cada vez que lo veía.

En el grupo de omegas que solían reunirse para vitorear sobre los chicos y chicas guapas de los grupos musicales, o sobre algunos de sus actores y actrices favoritos, Neo nunca solía participar de ello, parecía gustarle más los libros sobre agricultura.

"Un agricultor"

Quizás ese sea el tipo ideal de Neo, pensó Elián.

No se le había ocurrido, pero sabía muy bien que Neo solía cuidar de las plantas y rosas del jardín de la secundaria, ya que lo vio varias veces en ese lugar, incluso un día, ambos tuvieron una pequeña conversación en ese jardín.

Con un Elián emocionado por aquella conversación ese día, el joven y torpe alfa ocasionó un accidente en el preciado jardín de Neo, sintiéndose culpable y avergonzado por ello, Elián nunca confesó su culpa.

Con tales aptitudes, no sería un buen agricultor y menos un cuidadoso jardinero.

"... Se molestará más si se entera de aquello"

Sin ninguna otra pista sobre el tipo ideal de Neo, Elián se decidió a tomar clases sobre agricultura y jardinería.

En los siguientes días, el CEO Elián Dumont se encargaba de cuidar de las plantas y rosas de la empresa bajo la guía de los jardineros, además de llenar su oficina con distintas plantas y una pequeña maceta con un cultivo de tomates.

Un cultivo de tomates que pereció rápidamente.

...****************...

La cesta se llenó de grandes y rojos tomates que Neo recogió de su huerta.

Se veían tan exquisitas que podían comerse de inmediato.

Neo usaba un gran sombrero para cubrirse del sol que hoy era más abrasador que de costumbre.

Después de ese día en que se encontró con Elián, el alfa no volvió a aparecer, era algo bueno, pero... las pesadillas habían vuelto, no eran tan recurrentes y aterradoras como en el pasado, pero aun así, no dejaban de ser molestas.

Culpable o no, lo cierto era que la presencia de Elián le recordó aquel día de ese desagradable incidente.

¿Podía culparlo?, ¿era responsable?, ¿por qué Elián tuvo que fijarse en él?, ¿lo hizo a propósito?, ¿Elián lo sabía?, ¿fue cómplice de esa atrocidad?.

Se preguntó varias veces lo mismo en aquellos años.

Con el apoyo de sus padres y su médico, Neo superó aquel incidente ya hace varios años, solo que no sabía que ver a Elián después de años podía llegar a afectarlo de alguna manera.

Ese chico rubio que siempre solía molestarlo en la secundaria, incluso que cierto día apareció en el jardín de la secundaria que Neo solía cuidar, así que para deshacerse de él, tuvo que hablar con el alfa para aburrirlo y para que se fuera.

Por suerte, Elián no volvió a aparecer en el jardín después de ese día, pero, Neo se encontró con todas las hermosas rosas que cuidó con tanto esmero completamente secas, alguien había rociado un líquido extraño sobre ellas.

Con ese molesto recuerdo, Neo levantó la vista y se encontró con el fuerte reflejo del sol, hoy era especialmente brillante, demasiado brillante.

Con su cesto lleno de deliciosos tomates, Neo tomó otro cesto para recoger los tomates restantes.

Aparte de haberse cruzado Elián en su camino, Neo esperaba no ver a nadie más de aquella secundaria, menos a esos tipos.

...****************...

En la casa principal de la familia Dumont, la hermosa Señora de la casa se encontraba con el corazón roto mientras miraba desconcertada sus hermosas rosas que yacían sin vida en su jardín.

Las había cuidado con tanto esmero.

"... Señora", la empleada se acercó con cuidado a su amable contratante.

"... ¿Qué?, ¿qué pasó aquí?", preguntó tartamudeante la bella señora de cabellera rubia.

Vacilante, la empleada le pasó un frasco con un extraño contenido líquido dentro.

"... El joven Elián roció esto sobre las rosas, se veía emocionado, dijo que con esto las rosas brillarían más"

"... ¿Elián?"

"Sí, Señora"

La madre de Elián tomó el frasco de la mano de la empleada y casi cae desmayada al leer el escrito en la cubierta del frasco.

"¡Señora!", la empleada sujetó a su delicada contratante.

"... Joana, mi querida Joana, ¿qué le sucede a mi hijo?", preguntó la madre de Elián con sus hermosos ojos azules afligidos.

Capítulo 3

Una vez que te encuentras con una persona inesperada, es posible que la vuelvas a ver varias veces.

Sin embargo, más que una coincidencia, esto parecía un encuentro planeado.

Ese hombre rubio con esos característicos ojos azules, se encontraba frente a Neo otra vez.

"Hola, que coincidencia encontrarnos otra vez", saludó sonriente el alfa.

Como era la hora de la salida laboral, los compañeros de trabajo de Neo vieron al alto alfa rubio de pie ahí, frente a la entrada del edificio.

Sus miradas curiosas también fueron dirigidas a Neo, ya que al ser el omega una persona un tanto distante, era raro verlo en compañía de alguien tan llamativo como lo era Elián.

"Tenía que resolver algunos negocios por aquí, es bueno que te haya podido ver"

Aun con su sonrisa, Elián continuó con su conversación unilateral.

Sin responder, Neo comenzó a caminar rumbo a la parada de autobús pasando de largo por el lado del alfa.

En sus años de secundaria, los estudiantes solían hablar sobre los negocios de sus familias, era algo así como una competencia, una competencia generada en su mayoría por alfas, después de todo, ¿quién no sabía que los alfas eran unos seres competitivos por naturaleza?.

Fue ahí que supo de la familia de Elián, la familia Dumont, una empresa familiar que nada tenía que ver con las empresas que se encontraban alrededor de este distrito, así que el que Elián estuviera aquí por negocios, era claramente una mentira.

Neo llegó rápidamente a la parada de autobús, hoy el camino fue más fácil de transitar, ya que las personas se apartaban de su camino dejándole el espacio libre, fue extraño, pero Neo comprendió el comportamiento de las personas al ver al hombre detrás de él detenerse en la parada de autobús.

Elián.

Un alfa ciertamente llamativo que vestía un elegante traje y una larga gabardina de paño oscuro, sin mencionar su tan brillante cabellera rubia; hombres como él, no se veían esperando en una parada de autobús.

Como había varias personas esperando el autobús que tardaría un poco en llegar, aprovecharon su tiempo viendo y admirando al alfa rubio entre ellos, algunos incluso tomaron fotografías a escondidas.

Pronto llegó el autobús que se vio abarrotado rápidamente por la gran afluencia de personas, Neo se mezcló entre las personas y se ubicó de pie en la parte trasera del autobús.

Creyó que Elián no subiría al autobús al ser este un hombre de gran estatura, pues no lo vio entre las personas, además, según recordaba, el alfa solía transportarse en su auto privado desde la secundaria.

Pero, para su sorpresa, Elián subió al autobús sosteniendo una gran bolsa de compras, detrás del alfa, una señora subió sosteniendo a un pequeño niño en sus brazos.

"Gracias, es difícil tomar el autobús con un niño en brazos y una bolsa de compras, muchas gracias, es usted muy amable"

Con Elián por delante, la Señora y su pequeño hijo pasaron entre la multitud sin problemas, hasta que Elián consiguió que la Señora y su hijo se sentaran cómodamente, el alfa se quedó tranquilo y se dirigió hacia el lugar de Neo después de intercambiar algunas palabras con la Señora.

"Dijo que alguien los esperará en la siguiente parada", informó Elián a Neo.

Antes de subir al autobús, Elián se percató de la Señora y de su pequeño hijo, ofreció amablemente pagar un taxi para que le fuera más fácil transportarse teniendo una bolsa de compras tan grande, más fue rechazado con amabilidad y entonces el alfa se ofreció a subir aquella bolsa tan pesada.

Un acto que hizo que la admiración por parte de las personas dentro del autobús hacia Elián, creciera más.

Solo Neo no se vio afectado por esa admiración que encontraba sin sentido.

Aun así, sintió que fue un buen acto por parte del alfa para con esa Señora y su pequeño hijo.

"¿Por qué subiste a este autobús?", preguntó finalmente Neo.

Feliz porque Neo fue el primero en hablar, Elián respondió contento.

"Tengo un negocio pendiente con un viejo amigo que vive por esta dirección"

"¿En qué parada te quedarás entonces?"

Elián no supo que responder, ya que ese viejo amigo no existía, y decir que solo siguió a Neo, lo haría ver como un acosador.

Así que era mejor ser sincero.

"... Quería acompañarte"

"¿Por qué?"

"... Siempre quise acompañarte de vuelta a tu casa en la secundaria"

Amigos, novios, Elián veía como los estudiantes se acompañaban a sus respectivas casas cuando cursaba la secundaria, él quiso hacer lo mismo en varias ocasiones, acompañar a Neo, pero la timidez y falta de sinceridad le hicieron perder varias oportunidades, ahora, no sería así, ya había perdido bastante tiempo.

"No éramos amigos, así que no lo hubiera aceptado"

Una ilusión rota por las palabras de Neo.

Incluso las personas de alrededor sintieron ese frío en las palabras del omega, y sintieron pena por el pobre alfa.

El autobús se detuvo en la primera parada, varias de las personas bajaron sin antes darle una mirada de lástima a Elián.

Cuando las puertas de salida se cerraron, el autobús volvió a su ruta.

Ya un tanto más vacío dentro del autobús, Elián se paró frente a Neo manteniendo una distancia considerable.

"... Dijiste que no te gustan los tipos como yo", repitió Elián las palabras antes dichas por el omega.

Levantando su vista para ver al alfa, Neo asintió.

"Entonces..."

"... ¿Prefieres a esos alfas de ese grupo musical y a ese actor?", preguntó Elián recordando la página que vio en Internet el otro día.

¿Grupo musical?, ¿actor?

Neo no entendía a que se refería el alfa.

"Eres demasiado alto", respondió en su lugar señalando el techo del autobús.

Elián era un alfa dominante, por lo que no era raro que fuera alto, pero sobrepasaba un poco el promedio regular, llegando a casi rozar con el techo del autobús.

Neo calculó un aproximado de la estatura de Elián, según su criterio, el alfa debería medir casi dos metros.

"¿No te gustan los tipos altos?", preguntó Elián tratando de encorvarse un poco más.

"¿Cuál es la medida que está dentro de tu estándar?", cuestionó impaciente esperando escuchar una respuesta que le fuera favorable.

"Un metro noventa y dos centímetros sería aceptable", con su respuesta dada, Neo bajó del autobús cuando este se detuvo en la segunda parada.

Esta vez, Elián no fue tras él y se quedó dentro del autobús hasta que este volvió a arrancar.

Un metro noventa y dos centímetros

Elián repitió las palabras de Neo varias veces mientras el autobús avanzaba.

Según la última vez que le tomó importancia a su estatura, fue al entrar a la universidad, esa vez tenía una estatura de un metro noventa y tres centímetros.

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