Yo soy Malory Watson y mi vida se las resumiré en una sola página. Bueno mi primera vida porque ahora estoy iniciando la segunda a mis 52 años de edad por fin siento que comienzo a vivir de verdad..
De joven era la típica chica tímida y reservada, la que usaba anteojos grandes y faldas largas, la que todos ignoraban o llamaban por el absurdo apodo de cuatro ojos.
Si esa era yo la malory de 24 años, a pesar de ser la chica invisible tenía una mejor amiga quien era todo lo opuesto a mí. Susan era vivaz y extrovertida, luego de ganar su primer concurso de belleza se volvió toda una estrella del campus y eso también la llevo a conseguir patrocinios y algunas pasarelas.
No sé si fue porque éramos vecinas desde niñas o porque mi apariencia la hacía lucir mejor, pero yo la quería como si fuéramos familia. Luego de graduados Susan emprendió su vuelo y yo conocí a Harry, todos decían que hacíamos una pareja perfecta y así también lo creía.
Harry estaba estudiado para ser médico y yo estaba orgullosa de él. Fueron los mejores años de mi vida, hasta que tome una terrible decisión. Cuando cumplí mis 32 años Susan llegó de sorpresa de nuevo a la ciudad y yo estaba emocionada por presumir a mi encantador prometido.
Si se lo quería presumir a la mujer que siempre me dijo que me quedaría soltera toda la vida si no cambiaba mi forma de ser y vestir. Yo no le encontraba sentido a su pedido si alguien me amaba tenía que ser a mí tal cual soy y no a una versión que modificará solo para los demás.
Entendía que por su trabajo Susan debía lucir perfecta, Pero yo era feliz así con mis vestidos largos y mi piel al natural, así fue que Harry se enamoró de mí y con eso estaba satisfecha.
Esa noche arrastre a Harry hasta Susan y le enseñe el hermoso anillo en mi dedo, ella quedó asombrada y yo sonríe feliz. Que estúpida fui al no notar las señales luego de eso. Susan se quedó sin decir mucho.
- Estoy cansada de viajar y quiero recargar fuerzas, además quiero verte vestida de novia amiga mía.
Yo estaba que saltaba de la emoción por esas palabras, pero todo cambio poco después.
Solo bastó 6 meses para que me enterara de que Susan y Harry estaban saliendo, ninguno de los dos me dio la cara, me enteré por un foro de chismes en donde se los veía juntos y anunciado su próximo casamiento.
Jamás sospeché nada aunque todo pasaba en frente de mis ojos, las llegadas de Susan cuando yo compartía con Harry, las cancelaciones de último momento en que teníamos citas. Los mensajes y llamadas no respondidas por ambos. Todo estaba justo frente a mis ojos, pero no quise verlo.
No podía desconfiar de mi amiga por más de 20 años y mucho menos del hombre al que amaba con todo mi corazón.
Debo admitir que fui cobarde, lejos de ir a enfrentarlos me sumi en un abismo de depresión en el que no quería salir de mi habitación. Rogaba porque alguno de los dos viniera y me explicará que era todo una broma de mal gusto o que me dieran una explicación, pero eso nunca paso.
Lo que si pasó fue que un día recibí la invitación a su boda. También muchos mensajes de Susan pidiéndome que fuera su dama de honor ese día.
Incluso su madre vino a pedirme que por favor no arruinara la felicidad de mí "mejor amiga" ignorándola, que fuera madura y la hiciera feliz en su día tan especial.
Esa fue la gota que rebalso el vaso, esa mujer sabía perfectamente que Harry era mi prometido, yo fui la que cuido de ella mientras su hija viajaba y ni siquiera se preocupaba por ella. ¿Cómo se atrevía a venir a pedir tal locura después de saber toda la verdad?
Le cerré la puerta en la cara y me fui a llorar. Las dos personas que más quería me habían traicionado, las personas que eran parte de mi vida día a día parecía no importarles cuanto daño me hacían esos dos y todos celebraban su unión.
¿Acaso era yo la equivocada? Imposible, todo el mundo estaba mal, pero definitivamente yo no.
Arme mi valija y compre un vuelo a la ciudad más alejada posible. No quería cometer una locura ese día. Por mi cabeza pasaba la idea de interrumpir en su ceremonia y contar toda la verdad, dejarlos como lo que eran. Unos traidores.
Pero luego pensaba en que solo me ensuciaría yo misma al bajarme a su nivel así que me fui, para nunca más volver.
Una semana después vi las fotos de su gran boda de ensueños, esa que debería ser mía, Pero me alegra contarles que no todo fue malo. Junto con las fotos también me llegó el pago de la venta de mi casa. Ahora podía seguir una loca idea que estaba instalada en mi cabeza últimamente después de disfrutar la gastronomía del lugar y su hermoso paisaje mi cabeza se vio inundada de ideas para que otros disfrutarán tanto como yo.
Abri un bloock de viajes y comencé a mostrarles a las personas las maravillas del mundo. Al comienzo no tenía seguidores. Pero poco a poco esos números fueron cambiando. Nunca dejaba ver mi rostro y todos me conocían por el apoyo de Malybloock.
Gracias al patrocinio pude ahorrar buen dinero y mis ganancias iban en aumento gracias a las personas que confiaban en mí.
Me llevo años llegar a ser una de las mejores y más buscada en Internet, pero a mis 45 años se podría decir que estaba logrando todo lo que quería. Aunque nunca más me fijé en el amor, no quería ni podía confiar en nadie para entregar mi roto corazón. Tampoco volví a buscar información de esos dos.
Aunque era inevitable de vez en cuando ver a Susan en algún comercial, de Harry si no tenía idea de su vida, pero sabía que seguían disfrutando de su matrimonio.
En una gala de fin de año los vi llegando abrazados y muy felices. No pude evitar sentir celos, ya que esa debía ser mi felicidad.
Un día mientras me encontraba reuniendo las mejores ideas para una bitácora de viajes una mujer se contactó conmigo para cerrar un trato con una editorial, ellos estaban dispuestos a llevarme al siguiente nivel lanzando un libro con mis fotos y mi experiencia.
Fue la mejor noticia después de ese amargo trago de volver a verlos a ambos. Revise todo emocionada y firme sin pensarlo. El Ceo me financiaba todas mis locuras y yo estaba feliz a pesar de no poder agradecerle la oportunidad en persona.
Los años siguieron pasando hasta el presente. Ahora soy la Malory de 52 años, la que todavía no se da una oportunidad en el amor, la que cerró su corazón para que nadie la vuelva a lastimar.
La que dedica su vida entera solo al trabajo, la que pronto descubría que no es buena idea planear demasiado la vida, porque a esta no le importa en lo más mínimo nuestros planes y hace desastres cuando menos lo esperamos.
La vida no solo es injusta, también suele ser demasiado impredecible. Yo creí que tenía todo resultó, que ya había superado ese doloroso pasado, aunque me negaba rotundamente a volver a enamorarme estaba satisfecha siendo yo sola.
De amor no se vive y mucho menos se muere. El amor solo es un sentimiento que puedes obtener no solo de otra persona, también viene de una mascota leal como mi dulce cati. Una gata rescatada de la calle en un frío día de invierno hace 3 años se convirtió en mi amiga más fiel. O de lo que disfrutas hacer como por ejemplo levantarme a las 5 de la mañana para poder apreciar el espectáculo más natural de la naturaleza. Amo cada pequeña cosa de mi aburrida vida diaria.
Una cena para mí, una película en el cine para mí, un café acompañado de un buen libro en donde solo yo doy mi opinión y punto de vista.
Suena solitario lo sé, pero cada quien vive a su manera y si tú sientes paz en la soledad que no te dé pena admitirlo y mucho menos disfrutarlo. Así como lo dice el dicho: Mejor sola que mal acompañada.
Te ahorras discusiones de quien lavara los platos o de quien es el turno de sacar la basura, mucho mejor aun no sientes la inseguridad de que algún día esa persona se canse de ti y te deje.
No tienes que escuchar decir que cambiaste, que ya no eres tan delgada, que ya no eres tan graciosa, que los años no te hicieron justicia y que te marchitas como una flor.
Aunque debo de admitir que yo no siento el paso de los años en mi cuerpo todavía tengo la suficiente energía para correr escaleras arriba, escalar montañas, desvelarme toda la noche y al otro día amanecer fresca como una lechuga.
Todo se lo debo al increíble trabajo que ejerzo, nunca me arrepentiré de tomar está decisión que cambio mi vida para bien.
Cuando el mundo se me estaba cayendo a pedazos llegó a mí la magnífica idea que me dio la oportunidad de renacer y de convertirme en una mujer mucho mejor de lo que era.
Porque era feliz, demasiado feliz en la pequeña burbuja que me había creado a mi alrededor, hasta aquella tarde en la que me encontré nuevamente con mi vieja mejor amiga y como si de una mala broma se tratara ella estaba en la misma editorial para la que trabajo recibiendo la invitación para el debut de mi libro "Bitácoras de viaje de Malybloock".
¿Qué diablos hacia Susan aquí? Si a duras penas agarraba un libro durante nuestros años de escuela. Además, ahora ella una mujer que no necesitaba estudiar, solo tenía que lucir bonita frente a las cámaras y ya.
Me escabullí para que no me viera, no por temor a enfrentarla, sino porque no deseaba que nadie supiera que alguna vez yo creí conocerla.
Llegué a una gran puerta que se abrió justo en mi cara haciendo que perdiera el equilibrio cuando sus fuertes brazos impidieron mi caída.
- Lo siento yo no vi por donde iba.
- ¿Malory Watson?
- Si soy yo. Usted es...
- Es un placer conocerte por fin Malory. Mi nombre es Robert Olzo.
Olzo... Ese apellido me suena familiar..
Con una mirada sería y profunda solo me dijo - Soy tu jefe.
Oh bendita sea mi suerte, en todos estos años jamás vi a mi jefe y justo me lo encuentro en una situación tan vergonzosa.
- Lo siento mucho señor Olzo. Levanté mi mano en forma de saludo, pero ese hombre no me quería quitar sus ojos de encima. Hasta que por fin me la estrecho.
- Hace mucho la quería conocer, ya que usted es de un perfil demasiado bajo tenía curiosidad de la mujer que sería.
Frunci mi seño algo molesta. ¿A qué se refería exactamente con ese comentario?
- ¿Acaso esperaba a una jovencita de no más de 30 años señor?
- Bueno por su manera de escribir sabía que tenía mucha experiencia cosa que se aprende con los años.
- Aun así soy muy vieja o no... ¿No leyó mi información? Digo sabe mi nombre a pesar de no conocer mi apariencia, pero no se detuvo a leer todo detalladamente.
- Tranquila Malory no me refiero a eso.
- ¿Entonces a que se refiere exactamente?
- Te ves mucho más joven. Me quedé analizando si tal vez fuiste capaz de adulterar tu información para ganar puntos.
No sé ni que responder ahora mismo, no sé si tengo que estar ofendida porque me está llamando mentirosa o si debo agradecer por alabar mi apariencia. Ya solo tragame tierra.
- Si me disculpa señor Olzo, tengo una cita con el editor y no deseo llegar tarde.
- ¿Podemos tener una reunión luego? Me gustaría charlar de su exelente trabajo.
- Será un placer.
Ahh que día más complicado, primero volver a ver a esa bruja de Susan, luego chocar con mi misterioso jefe y ahora preparándome para firmar mis ejemplares. Por favor madrecita no dejes que esa bruja venga a la firma. Si me cumples el deseo te prometo convertirme en monja.
Al día siguiente me arrepentí tanto de prometerle eso a mi madre, ella lo que más deseaba eran nietos, era claro que no me dejaría ser monja de buenas a primeras.
- ¿Malory eres tú? Que sorpresa tantos años y mira donde te encuentro. ¿Qué haces aquí? ¿Estas sola? Yo vine con mi esposo Harry que está por allá buscando algo para beber.
Le di la espalda sin pensarlo demasiado. Que gana fingiendo que no pasó nada entre nosotras. Bueno Susan debería de haberse convertido en actriz, se nota que se le da bien esa vocación.
- Malory no me ignores.
- Que haces aquí Susan. Yo pensé que apenas y sabías leer.
Las risitas se comienzan a escuchar provocando su ira.
- Pronto firmaré un contrato con esta editorial, ellos publicarán mi biografía de vida.
Lo dijo tan orgullosa de su misma que hasta yo dude. ¿Que contaría en de su vida tan grandiosa? ¿Acaso dira la verdad de como le robó el hombre a su mejor amiga? No claro que no lo ara, y la verdad ya no me molesta me hizo un gran favor aquella vez al quitarme a ese idiota, también gracias a eso yo ahora soy feliz.
- Me alegro por usted. Adiós.
Al llegar a mi lugar mientras veo como todos organizan mi mesa de presentación escucho una voz familiar, solo que está vez suena algo cansada.
- Hola Malory.
- Hola.
- Te vez muy bien.
- Gracias.
- Yo.. Yo.. quería decírtelo..
Hay no, ahora no por favor, ya pasaron años de eso ahora no nesesito ninguna explicación, nada de lo que diga devolverá el tiempo atrás y mucho mejor remediara su terrible traición.
No estoy dispuesta a escucharlo así que se lo are fácil y sencillo.
- Mira Harry yo no necesito ninguna explicación, si lo que quieres es disculparte, ya te perdone hace mucho atrás.
- ¿De verdad?
- ¿Porque no lo aria?. Todo está en el pasado ahora vuelve al lado de tú esposa y no te vuelvas a acercar a mi.
- No Malory, es verdad que quiero disculparme, pero también quiero hablar contigo.
- Pero yo no. Ahora eres un extraño al que deseo dejar atrás, por favor estoy trabajando y no te voy a regalar mi valioso tiempo.
Le di la espalda y fui a mi lugar, es verdad que los perdone hace mucho ya, de nada me servía guardar sentimientos marchitos, guardarles rencor significaba que aún tenía sentimientos por ellos y yo ya no quería guardar nada de mi triste pasado. Soy de las que le gusta viajar liviano y con eso me refiero a no tener sentimientos sin sentido.
La delegada del evento tomo el micrófono y comenzó a dirigir a las personas. Me sorprendió ver a todos mis fieles seguidores frente a mí pidiendo mi autógrafo y una foto conmigo.
Estaba algo nerviosa, pero muy feliz. Tantos años de esfuerzo me mostraban mis logros, luego de que la gran cola llegará a su fin Susan se paró en mi mesa, tomo mi libro entre sus manos con una expresión de desagrado.
- ¿De esto vives? Que bajo caiste amiga, si necesitabas dinero podrías haberme llamado en cualquier momento. Para esos son las amigas.
Yo la ignore, no me servía de nada discutir con esa mujer.
- Disculpa Luisa si ya terminamos aquí me gustaría irme.
- Claro Malory hisiste un gran trabajo, todos quedaron encantados.
- Gracias nos vemos.
Susan se quedó con una cara irreconocible a mis espaldas, sabía que esto no acabaría aquí, ella no dejaría que yo estuviera tranquila , no después de que le quite la oportunidad de humillarme a su antojo.
Al día siguiente la editorial estaba patas para arriba, tan como lo predije aveces creo que tengo algo de bruja.
- Quiero ver al Ceo.
Su voz se escuchaba hasta el pasillo más alejado.
- ¿Acaso no sabes quién soy yo? Si no me dejan ver al Ceo está mugrosa empresa quedará en la ruina y ustedes perderán sus patéticos trabajos.
Los años no le quitaron lo malcriada, ya está en sus 53 años y todavía actúa como una chiquilla de 15 caprichosa e insufrible.
- Señora por favor entienda que el señor Ozlo ahora está por tener una reunión. No puede atenderla.
- ¿Quien es más importante que yo?
La secretaria me ve como su salvavidas en ese momento. - Malory el señor te espera en la sala de reuniones.
- ¿Es ella quien va a tener la reunión? Ja déjala para después y ahora anúnciame inmediatamente.
Ya no soporte más que pusiera a todos tan incómodos con su sucia boca llena de veneno, así que lo mas calmada posible le dije.
- Señora por favor compórtese como lo que es. No se da cuenta de que está haciendo el ridículo en público.
- Ja ¿como lo que soy?
- Si. Una señora de 53 años.
Susan se acercó a mí con la clara intención de golpearme. Alzó su mano en el aire, pero antes de sentir toda su ira la voz de Robert se escuchó como una sentencia.
- Que es todo este escándalo en mi compañía.
- Por fin aparece, todos aquí han sido muy groseros conmigo y estoy pensando seriamente en cambiar de editorial.
- ¿Que la detiene?
- ¿Que?
- Que la está deteniendo a salir por esa puerta y buscar a otra editorial señora.
- ¿No sabe quién soy? Yo soy una superestrella reconocida mi sola presencia aquí le está generando dinero y aun así se atreve a despreciarme.. Por esta mujer..
Su mirada se posó en mi como si yo fuera la causante de todo. Simplemente, la ignoré, eso parece molestarle más que cualquier palabra.
- Malory que está pasando..
- Yo acabo de llegar para nuestra reunión, señor.
- ¿Señora Wesler?
- Quería tener una reunión con usted para acordar los detalles, pero esta estúpida secretaria no me dejó pasar porque está otra estúpida tiene que entrar primero, aunque yo le genere mejores ganancias.
- Muy bien vamos entonces.
Susan sonrió ampliamente mostrando su superioridad sobre mi. Cuando la voz de Robert volvió a escucharse.
- Malory camina por favor.
- Si.. Si..
Debo de admitir que darle la espalda a Susan se está volviendo uno de mis hábitos favoritos. Yo siempre era su sombra en el pasado, la que caminaba a sus espaldas, pero ahora es ella quien ve la mía.
Al llegar a la sala de juntas el señor Olzo se veía demasiado molestó.
- Como se te ocurre permitirle a esa desagradable mujer intentar levantarte la mano Malory.
Ja no entiendo como puede ser tan informal con su empleada y a la vez lucir tan genial.
- Lo siento señor, ella podría ser un cliente muy importante para el futuro de la empresa y yo no deseo perder mi trabajo por algo tan insignificante.
- Malory tu seguridad siempre será algo importante, si esa mujer se comporta tan mal jamás trabajaría con ella porque perdería a todos mis mejores empleados en el proceso. Que sentido tiene que sea una buena fuente de ingreso si aquí no queda nadie que trabaje.
- Ja Ja tiene razón.
- Al menos te robé una sonrisa.
- Perdón yo no quería reírme de usted.
- Vamos a ver lo de tu libro que escuche fue todo un éxito.
No se porque, pero su presencia me pone nerviosa, tal vez son sus ojos o su voz profunda, puede ser su apariencia imponente o simplemente ya me volví loca, pero esta sensación que tengo en mi pecho es extraña y no me gusta.
No me gusta cuando se acerca más de la cuenta, cuando me habla bajito o se queda viéndome en silencio.
Tranquila Malory este hombre frente a ti es tu jefe, gracias a él tienes un plato de comida. No es un enemigo.
- En un mes tenemos un viaje.
Su voz me sacó de mis locos pensamientos.
- ¿Viaje? Espere acaso dijo ¿Tenemos?
- Si, vamos a ir a presentar tu trabajo a otra ciudad y yo seré tu acompañante.
- ¿Perdón?
- Que pasa Malory. Te molesta la idea o soy yo el problema.
- No señor, solo que usted es el que manda aquí y que se tome la molestia de acompañarme no me parece correcto.
- Bueno si es eso tranquila, tengo a alguien a quien ir a saludar así que de igual manera solucionó todo de una sola vez.
Claro que mi guapo jefe debe de tener una hermosa esposa y muchos hijos. Una familia como cualquier otra persona.
- Bien señor arreglaré todo para el viaje y aprovecharé para tomar nuevas fotos. Ahora me retiro.
- ¿Ya te vas?
- Le recuerdo que afuera lo sigue esperando una celebridad 5 estrellas. Buena suerte con eso. Adiós.
Ja Ja Ja Malory no pensé que podías ser tan divertida. Siempre te ves como un muro de hielo impenetrable, pero hoy pude disfrutar de ver un poco más allá de la gran muralla y me gustó mucho lo que vi.
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