-Lo siento Maya, pero yo - comenzó a llorar mi papá y en el momento en el que hablaba sus manos temblaban-Te comprometí con un príncipe...

-JAJAJAJAJAJA- No podía dejar de reír, me parecía absurdo que yo estuviera comprometida- Papá, mejor hubieras sido actor en vez de estudiar leyes, JAJAJAJAJAJA.

Mi papá me abrazó muy fuerte mientras que me decía que él y mi familia iban a estar siempre a mi lado en los momentos buenos y en los malos. Continuó hablando de mi matrimonio y comenzó a decir otras cosas extrañas. Al ver lo tan buen actor que era mi papá, me comenzaban a dar escalofríos todo lo que decía, así que le pedí que me dejara sola por un momento.

Mi papá se dirigió a la cocina y se sentó con mi mamá para conversar, en cambio yo me dirigí a la sala para ver televisión con mi hermana mayor, Diana.

Después de ver una película de dinosaurios muy aburrida, Diana apagó la televisión, se acercó a mi oreja y me preguntó qué era lo que nuestro papá quería de mi. Le conté todo lo que había sucedido y tampoco pudo parar de reír, Diana me alegró mi cumpleaños diciéndo bromas sobre mi "prometido" imaginario inventado por mi papá. Después de unas cuantas risas, escuchamos llantos. Me fui gateando para observar qué era lo que pasaba y vi que mis papás lloraban, mi papá se lamentaba diciendo que era su culpa de que yo estuviera comprometida y mi mamá decía que debían haberme dado esa noticia desde hace mucho.

No pude creerlo, era la primera vez que los veía tan tristes y angustiados, todo me comenzaba a dar mucho miedo. Volví con Diana y le dije temblando "¿crees que exista la opción de que esté comprometida con alguien?"

Diana me miró fijamente sin respuesta alguna y me contestó "no lo sé, pero podemos averiguarlo."

Ambas nos dirigímos con nuestros papás y les dijimos que nos dijeran todo de mi matrimonio.

-Lo siento Maya, fue mi culpa, yo no sabía que ellos eran muy poderosos, ni mucho menos Reyes- decía con voz quebrantada mi papá- sólo pensé en hacer lo correcto pero....

-¡Alto! No necesito que me cuentes todo el comienzo de tu falsa historia. ¿Cuándo es la disque boda? ¿Con quién es?-respodí muy enojada.

-El día de hoy vendrán por ti a las 11 P.M., y te llevarán con ellos. Tu prometido es un Príncipe, no es de por aquí. - dijo mi mamá.

-¿Y por qué no simplemente se escapa para que no la encuentren? Ya dejen de decirle cosas sin sentido a Maya, ella acaba de cumplir 17 años y ya se los están arruinando. Además, obviamente no va a ser un Príncipe de por aquí, en este país no se rige por una monarquía. -Diana parecía muy molesta.

-Porque nadie puede escapar, son tan poderosos que nos tienen perfectamente ubicados y si alguien hiciera algo, muchos morirían, así que no puede hacer nada. -Papá lucía demasiado lamentable- Si tan sólo ella escapara, toda la familia estaría en riesgo. Pero sabes Maya, si fuera sólo yo el que muriera te permitiría escapar tan lejos como pudieras.

Toda esa farsa me tenía muy enojada, llegué a pensar incluso que podía ser real, pero era muy seguro que era una broma. Me encerré en mi cuarto y al poco tiempo Diana llegó, diciéndome que durmiéramos juntas. Todo iba bien hasta que vi mi hora en el celular, eran las 10:30. Por un momento llegué a sentir que todo podía ser real, pero a la vez no, así que le conté a Diana mis inquietudes y luego me dijo que me escondiera.

Terminé ocultándome en el cuarto de lavado entre la lavadora y unas cubetas, esperando a que dieran las 11 P.M. No escuchaba ni un sólo ruido y llegué a pensar en que no iba a llegar nadie hasta ese momento en el que abrieron la puerta de la casa.

Me encuentro en el cuarto de lavado, escondida entre la lavadora y unas cuantas cubetas, tengo mucho miedo. Sé que pronto algo malo podría suceder, aunque tal vez sólo se trata de una broma muy bien planificada. Muchos pensamientos pasan por mi mente en este momento.

-¿Dónde está?

-Por favor, denle una oportunidad más, ella es muy jóven y no creo que sepa qué quiere en estos momentos, no creo que sea capaz de tomar un matrimonio.

-Escúchame bien, ¿¡dónde está?!

-Lo siento -su voz tiembla, es mi padre el que habla- en su cuarto, ahí debe estar.

Son dos voces masculinas, una que pertenece a mi papá y otra que es de alguien que no conozco. Al terminar su conversación escucho pasos que sin duda alguna se dirigen a mi habitación. Escucho un grito de dolor, otro de miedo y uno amenazador.

-¡Estúpidos humanos! Les estoy preguntando dónde está la señorita Maya. Más les vale hablar o este señor pagará por su culpa.

-No por favor, dejen a mi papá, déjenlo, sé dónde está Maya, pero por favor no nos lastimen - era Diana llorando.

Ahora mi miedo se duplicaba, todo lo que mis papás habían dicho era real, estaban unos hombres malos buscándome y ya habían golpeado a mi papá. ¿Qué me puede esperar de esta miserable vida? No me queda nada más que aceptar las consecuencias que mi vida tendrá. Lloro, y lloro cada vez más que escucho un paso acercarse a mi. Un hombre alto, fuerte, con muchos tatuajes y cabello largo me sujeta y me saca de mi escondite. Dos hombres se acercan y me dirigen a un carro.

Subo al carro y veo a un señor esperándome con una sonrisa de oreja a oreja. "¿Podría ser que este vejestorio sea mi prometido?" la angustia aumentó , pero el hombre me dijo que su hijo era mi prometido.

-Mucho gusto señorita Maya, soy el Rey Pashadindajh del Reino de Ksnki -No puedo creerlo, yo era muy buena en geografía y sabía claramente que no existía un lugar llamado Ksnki, pero sabía según los rumores que era una ciudad de otro lugar (tal vez otra galaxia) donde vivían los que dirigían a todo el mundo - puedes llamarme padre o papá si quiere, sé que podría ser difícil para ti todo este cambio, pero espero que te puedas acostumbrar pronto, ¿tienes alguna queja o sugerencia?

¡¿Qué?! ¡Viejo loco! Primero entran unos matones a mi casa y luego me dicen que soy la prometida de un príncipe de una ciudad falsa...Esto debe ser una pesadilla muy loca. Me pellizco para despertar, pero no parece funcionar. El hombre se me queda viendo y espera una respuesta, ¿qué debo decirle? No puedo pensar en nada, intento observarlo, pero me da miedo verlo fijamente así que desvío la mirada hacia un anillo de su mano.

-¿Y bien? -dice muy serio.

-Esto, em...yo...¿tendré un anillo de compromiso? - no sé por qué hablo y digo una estupidez, el hombre parece molesto pues no dice nada y yo sigo sin atreverme a mirarlo a la cara para ver cómo es, creo que he dicho algo malo

-Jajajajajaja- el Rey se ríe de lo que dije- por su puesto que tendrás un anillo, y muchas cosas más, tu boda será la más espléndida de todas, no debes preocuparte por nada de esas cosas.

-Oh, jeje, muchas gracias, supongo -aún tengo miedo, pero siento que puedo entrar en confianza - Disculpe, ¿qué va a pasar con mi familia?

-No los volverás a ver

Comienzo a llorar, ni si quiera me había despedido, no estoy lista para dejarlos así como si nada.

-No-tengo coraje, miedo y desesperación- yo no dejaré a mi familia, ¡no me casaré si ellos no van conmigo!

-¿Me estás retando?

-¡Sí! A donde vaya irá mi familia.

Decido enfrentarme con el Rey cara a cara, parece un hombre muy apuesto, fuerte y masculino, ojalá y su hijo sea tan bien parecido como él. Él tenía el cabello castaño claro de largi hasta los hombros y con unas cuantas rastas, ojos azules, nariz larga y recta, barba corta y la mandíbula muy marcada. El Rey también me está viendo fijamente, pero no parece enojado ni molesto, más bien le parece gracioso.

-Ahora sé que hice una buena elección al elegirte como esposa de mi hijo. Eres tan mandona como tu padre te describió, jajaja.

-¡¿Qué?! ¿Así me describió? Y yo que pensé que era una dulzura de niña. -digo en tono burlón

-En un futuro serás buena reina -me sonríe como si ya fuera un padre para mí- tu familia podrá acompañarte a Ksnki si así lo deseas y podrás vivir con ellos por un determinado tiempo. ¿Te parece?

-Bueno, ya que supongo que no se puede cancelar este absurdo matrimonio, yo...acepto ese acuerdo.

El Rey frota un anillo que lleva y de pronto dos de sus hombres aparecen. Él les habla en otro idioma, uno que no logro comprender. Yo como no comprendo que es lo que hablan, me pongo a analizar mi alrededor.

Los dos hombres vestían de una manera muy extravagante y anticuada para el siglo, llevaban una capa negra con capucha en forma de pico, una camisa color azul marino que tenía como mangas una armadura muy rara, y el pantalón era hecho de algún metal. Además portaban armas de todo tipo como espadas, pistolas, palos y algunas otras que no podía distinguir. En su oreja derecha tenían un pendiente negro pequeño en forma de equis, llevaban muchos anillos y cadenas y tenían una enorme cantidad de tatuajes y piercings.

El Rey llevaba una túnica verde militar con capucha, una corona de plata de guirnalda, un pantalón muy flojo de color blanco, muchos anillos, cadenas, el pendiente de equis de lado derecho y un cetro.

Finalmente los tres hombres me dirigen la mirada y un guardia se me acerca.

-Prepárese señorita, vamos a modificar el transporte.

Sólo afirmo con la cabeza intentándo mostrarme madura, aunque no sé a qué se referían con "modificar". De pronto todo empieza a girar tan rápido que me cuesta darme cuenta de que está girando y se estira quedando de una manera circular, lujosa, cómoda y de cristal. Ya no es un carro lujoso, ahora es una...¿bola?

Los hombres matones muestran su huella digital en un cristal y aparece una puerta en donde entra Diana, mamá y papá.