Capítulo 3: El Tercer Examen - Combates Uno a Uno
La arena principal de Konoha vibraba con la emoción del público. Los combates comenzaban en la fase final de los exámenes Chunin, el torneo de los más fuertes. Las apuestas estaban al máximo y la multitud mostraba su entusiasmo mientras los ninjas sobrevivientes del bosque de la muerte se preparaban para sus combates.
Sasuke caminaba con pasos firmes hacia el área designada para su batalla, con los ojos fijos en el contrincante que tenía frente a él. Aunque su expresión era tan impasible como siempre, su mente recorría las opciones. Sabía que este combate era crucial para demostrar que su habilidad superaba los límites. Quería sentir la victoria, no solo por los demás, sino por sí mismo. La venganza contra Itachi nunca había sido tan cercana, y lo que sucediera aquí hoy, solo aceleraría ese camino.
Tn estaba observando desde un rincón, completamente oculta entre las sombras. No había mucha gente que se hubiera dado cuenta de su presencia, ya que mantenía su usual silencio frío. Sin embargo, su mirada fija en Sasuke era imparable, y las emociones que sentía podían palparse en la tensión del aire. Tras el entrenamiento con su padre, Madara, ella tenía un nivel de percepción y control total sobre sus emociones. Sasuke solo era una pieza más dentro de un plan mucho mayor. Pero había algo en sus ojos... Esa expresión inquebrantable que le había cautivado al verlo durante el bosque.
El combate de Sasuke con el ninja de la Aldea de la Lluvia comenzó con una feroz ráfaga de ataques, al estilo que caracterizaba a su rival. Él estaba entrenado en técnicas de largo alcance, y aunque su técnica era precisa, no logró sorprender a Sasuke. Con cada ataque que lanzaba, Sasuke respondía con velocidad y agilidad, utilizando su Chidori para contrarrestar a su oponente, quitándole el control del terreno y dejando a todos los espectadores boquiabiertos por la precisión y fuerza de sus movimientos.
Sasuke no se demoró en acertar un Chidori directo que derribó a su oponente. La multitud estalló en vítores, pero Sasuke, al igual que siempre, mantuvo una calma gélida, como si ese combate no significara nada para él. Como si ya hubiera superado todo eso hace mucho tiempo. Sin embargo, en lo más profundo de su corazón, sentía la urgencia de alcanzar su objetivo: vengarse de Itachi.
Tn, desde las sombras, observó sin que nadie la percibiera. Sabía perfectamente que este no sería el momento para acercarse a Sasuke; no lo haría frente a todos esos espectadores. Sin embargo, algo en su interior la impulsaba a seguirlo.
El Tercer Examen no estaba solo en el campo de batalla; más de uno había caído debido a las tensiones del mismo. Sasuke, tras finalizar, dio una breve mirada al frente y volvió a su asiento. Las siguientes rondas continuarían y él estaría listo.
---
La noche cayó rápidamente en Konoha. Sasuke se encontraba en su habitación en la aldea de la hoja, aunque sus pensamientos estaban en otro lugar. Mientras miraba por la ventana, el sonido de la noche lo envolvía como una oscura neblina. El eco de su respiro interrumpió un silencio tenso y pesado. Sin embargo, sus pensamientos estaban centrados en algo mucho más doloroso: el veneno de Orochimaru corriendo por su cuerpo. Sasuke trataba de convencerse a sí mismo de que no estaba siendo controlado por esa fuerza, pero la marca de Orochimaru latía constantemente, esa marca que había quedado impregnada en su cuello.
A pesar de lo que sentía, el odio por Itachi seguía alimentando su sed de poder. Los recuerdos de su hermano, de su familia, de todo lo que fue destruido, lo mantenían despierto, entre la sombra y la rabia.
De repente, un movimiento en la ventana lo sacó de sus pensamientos. Una silueta se deslizaba dentro de su habitación, y antes de que pudiera reaccionar, se encontró con una figura que permanecía allí, observándolo en silencio.