Save Me [TaeKook]
Capítulo 1
Jungkook caminaba lentamente camino a su casa. La jornada escolar no había culminado lo mejor posible.
Jamás culminaba mejor de lo que se podía pensar.
Jungkook
Me duelen mis pies. *susurraba para sus adentros con una sonrisa cansada*
Llevaba en brazos a un pequeño gatito que había encontrado abandonado. Primeramente, supuso llevarlo a un refugio, pero lo había encontrado tan bonito... tan solo... No quería que terminara en manos equivocadas que lo hicieran sufrir.
Jungkook
Mamá definitivamente me va a matar.
*cerró los ojos con fuerza para suspirar profundamente*
Llegó sano y salvo a su casa, buscó con rapidez las llaves dentro de su mochila y abrió la puerta lo más rápido que pudo. Había dejado al gatito en el suelo para completar la acción, preocupándose por que tuviera frío, de hincó en un santiamén para volverlo a tener en brazos.
Sonrió tiernamente y entró a su hogar, había escuchado a su madre estar en la cocina, por lo que decidió esquivarla para subir las escaleras que daban al segundo piso, yendo así a su habitación.
Conociendo un poco a su madre, era consciente de que esta jamás le dejaría quedarse con aquella bolita de pelos. En cambio, haría lo que siempre hacía cuando Jungkook llegaba con un animalito a casa.
Jungkook
Espero que te guste mi cuarto *sonrió*. Está un poco desordenado.
Jungkook
«¿Por qué le hablo a un gato?» *se preguntó ladeando su cabeza* «Me estoy volviendo loco.» *rio*
Jungkook escuchó cómo alguien desde el exterior de su habitación tocaba con delicadeza. Suspiró con fuerza y comenzó a desesperarse, ¿dónde escondería al pequeño animalito?
Observó a su alrededor impacientemente. Su habitación estaba hecha un desastre por lo que podía esconderlo en cualquier lugar. Pero, en vez de eso, se dirigió con rapidez al baño y le dejó en el lavamanos.
Jungkook
Quédate aquí *le susurró*. Ahora regreso.
Caminó hasta la puerta de la habitación e inhaló fuertemente intentando sacar todas esas malas sensaciones de su cuerpo.
Abrió la puerta y allí estaba. Seokjin, su hermano, sostenía una bandeja de comida.
Seokjin
Hola... *dijo con una pequeña sonrisa en su rostro. Parecía tímido, y bueno, estaba realmente nervioso*.
Seokjin
Mamá me dijo que habías llegado y que la habías ignorado por completo, así que, bueno, no está de muy buen humor *intentó explicarse*.
Jungkook
Jamás está de buen humor *hizo una mueca e intentó cerrar la puerta de su hermano en su cara*
Seokjin
¡Espera! Por favor... *suplicó para que no terminara de cerrar la puerta*.
Jungkook volvió a abrir la puerta, se encontraba desconfiado. Alzó ambas de sus cejas indicándole de que podía seguir hablando. Seokjin suspiró, estaba abrumado por recibir esa indiferencia por parte de Jungkook. No sabía que le sucedía, ¿por qué se estaba comportando así con él?
Seokjin
Te traje esto para que puedas almorzar, ¿bien? No me gusta que estés todo el día con el estómago vacío.
Jungkook
Está bien *pensó en que podría compartir con el gato*, gracias *intentó sonreír*.
Seokjin
No es nada, espero que lo disfrutes *le sonrió de vuelta y se despidió con la mano para irse completamente del campo de visión de su hermano*.
Jungkook cerró con su pie la puerta siendo rápido; dejó la bandeja encima de su cama y corrió al baño, donde se encontraba dormido aquel gatito dentro del lavamanos.
Jungkook
Ow, te dormiste *sonrió haciendo que se entrecerraran sus ojitos*. Ven, te llevo a mi cama.
Tomó al gatito entre sus manos haciendo la menor fuerza posible, quizás estaba muy cansado y buscó la oportunidad perfecta para poder dormir, o también quizás pudo haberse rendido ante el sueño y se quedó dormido en el mismo lugar donde se encontraba.
Jungkook
«Eres muy tierno», *pensó el jovencito mientras acariciaba su pelaje*.
Unos segundos más tarde, Jungkook observó la bandeja de comida que le había preparado su hermano. Mostró un rostro neutro analizando lo que le había traído. ¿Se había pasado tratando tan mal a su hermano? Sabía que si lo trataba como siempre tal vez el chico se ofreciera a sí mismo para acompañarlo a comer.
Jungkook no quería que él en ese momento estuviera en la habitación.
Tomó la bandeja y se dedicó a comer el ramen acompañado de frutas, sabía delicioso y no le gustaba desperdiciar comida, y mucho menos lo haría cuando tenía un hambre de mil demonios.
Se llevó otro gran bocado de ramen con los palitos, disfrutando el sabor. Definitivamente jamás se cansaría de comer algo preparado por su hermano.
Porque sabía que él lo había hecho.
Sabía que si fuera por su madre, ésta prefiriera primero que él muriera de hambre antes que darle algún alimento en específico.
El teléfono del jovencito sonó, sacándolo de esa burbuja de la cual se rodeaba cada vez que hacía algo que le gustaba.
Era una llamada Namjoon, un compañero de clases. Tragó todo lo que tenía acumulado en las mejillas y contestó con rapidez.
Namjoon
Oh, Jungkook, ¿cómo estás? *preguntó animado*.
Jungkook
Esto... *miró al gato a su lado*. Estoy bien, ¿necesitas algo?
Namjoon
Bueno, como sabes, yo estoy en el consejo escolar de nuestro instituto... Justamente tu hermano también está (...).
“Tu hermano”, Jungkook cerró los ojos al escuchar esa pequeña frase. Todo tenía que ser por su hermano, ¿no? Si no fuera por Seokjin a él no lo estuviesen llamando en este mismo instante.
Namjoon
(...) Necesitamos una mano más en una actividad de la escuela, es algo pequeño, no nos expondremos mucho...
Jungkook
Puedes decirme qué quieres *dijo intentando parecer amable, pero sus palabras salieron toscas*.
Namjoon
Bueno, Jin nos dijo que se te daba bien eso de dibujar, y pintar unas cosas en un muro que nadie usa de la escuela.
Jungkook
¿Vandalismo? *alzó una ceja*
Namjoon
Los profesores nos dieron permiso, es una actividad recreativa para promover el cuidado del medio ambiente, ya sabes. Pensamos en que nos podrías ayudar con eso.
Jungkook
Seokjin no me dijo nada al respecto... *recordó que hace poco estuvieron hablando*.
Namjoon
¿No? Bueno, puedes preguntarle más tarde, él te puede dar más detalles.
Jungkook
De acuerdo, muchas gracias por hablarme *dijo con una pequeña sonrisa en sus labios*.
Namjoon
Gracias a ti, Jungkook, espero que nos puedas ayudar de verdad. Nos vendría bien tu presencia, eres un buen chico.
Jungkook no supo que responder al respecto, jamás había sido tratado con tanto respeto. Pensó que tal vez esta sería una buena oportunidad para destacarse frente la escuela.
Jungkook
Hablaré con mi hermano, nos vemos mañana *se despidió manteniendo la sonrisa, se sentía repentinamente bien*.
Namjoon
Hasta mañana, Jungkook.
Al colgar la llamada, Jungkook sintió sus ojos escocer. ¿Estaba llorando? Bueno, sí, ¿de tristeza?, claramente no, era pura alegría lo que sentía dentro de sí mismo.
Se terminó sus fideos lo más rápido que pudo y guardó las verduras en un pequeño envase que tenía en su habitación desde la noche anterior cuando tomó varias cosas de la cocina para encerrarse en su habitación.
Bajó con la bandeja en brazos y se dirigió a la cocina con el pretexto de lavarla, pero, en realidad, quería hablar con Seokjin, y su felicidad se esfumó al verlo almorzar en la mesa junto a su madre.
¿Es que acaso no podían llamarlo para poder almorzar todos juntos? Bien, su padre ni siquiera se encontraba en casa, pero Jungkook quería sentirse también como otro miembro de la familia.
Ignoró por completo la presencia de su madre y la de Seokjin, éste último observó cómo Jungkook lo observó por un pequeño segundo con una sonrisa y luego su rostro se volvió totalmente neutro.
Seokjin
Mamá, ya terminé *avisó*, iré a lavar esto *se levantó de la mesa y tomó sus utensilios*.
Seoyeon
Oh, mi amor, no te preocupes. Mira a tu hermano, él ya está limpiando, puede hacerlo por ti.
Jungkook escuchó la voz de su madre y asintió desde el lugar donde estaba. Terminando de limpiar sus cosas se dirigió a la mesa para ir a por las de su hermano, quien al verlo hizo un mohín.
Seokjin
Mamá, Jungkook no es nuestro criado ni algo así por el estilo, yo lo hago *insistió*.
Jungkook
Hyung, sólo dámelo, no me cuesta limpiar esto por ti *sonrió intentando tomar de las cosas de su hermano que se encontraban en las manos del mencionado. No quería que su madre ahora se enojara*
Seokjin
Yo lo ensucié, yo lo limpio, deja que lo haga *haló el plato con cubiertos hacia él con el objetivo de que Jungkook lo soltara, pero no lo hizo*.
Jungkook
Hyung, por favor *y haló nuevamente hacia él, desatando un forcejeo*.
Entre ida y vuelta ambos chicos se observaron. Ninguno tenía malas intenciones, Seokjin quería ahorrarle a su hermano ese trabajo, y Jungkook quería exactamente lo mismo. Pero ambos fueron tan tontos que ninguno cedió al otro. Las cosas cuando Jungkook haló por última vez, volaron por los aires hasta acabar en el suelo.
El envase se había hecho trizas.
Seoyeon
¡Pero Jungkook! ¿¡Qué acabas de hacer!? *exclamó eufórica viendo uno de los envases de su juego favorito de tazones roto en tres pedazos en el suelo*
Jungkook
Y-Yo *miraba consternado el desastre*
Seoyeon
¡Ve a tu habitación! Estás castigado *dijo arrastrando decepción a través de sus palabras*
Seokjin
¿¡Qué!? No es su culpa, es mía. Eran las cosas que yo debía hacer *intentó interferir ante la reprimenda que había desatado su madre*.
Seoyeon
Jin, cariño. No intentes salvar de esta a tu hermano, él dejó que cayera al suelo, ¿o no? *observó directamente a los ojos de Jungkook, pero falló en ello porque el menor tenía la cabeza agachada debido a la vergüenza que sentía*.
Jungkook
S-Si *una pequeña lágrima escoció de sus ojos*
Seoyeon
Ve a tu habitación ahora *ordenó*.
Jungkook asintió e hizo una reverencia antes de abandonar el comedor, recibiendo una mirada cargada de tristeza de su hermano. Seokjin no paraba de pensar en la primera mirada que le había dirigido el menor cuando estuvo frente a él en cuanto bajó; estaba emocionado por algo y tal vez quería comunicárselo. Se sentía terrible.
Seoyeon
Cariño *su madre llamó su atención*.
Seokjin
¿Si? *preguntó con una expresión triste*.
Seoyeon
Recogeré todo esto, tú ve a estudiar. Dentro de poco tienes exámenes, ¿no? No deberías preocuparte por el egoísta de tu hermano.
Seokjin
«Egoísta... ¿Jungkook de verdad es egoísta?» *Se preguntó frunciendo el ceño. No le agradó ese adjetivo ni mucho menos viniendo de su madre*
Seokjin
Iré a mi habitación *avisó para hacer una reverencia y también desaparecer de aquel lugar*.
Jungkook observaba al gato, ya había despertado y parecía tener más energías que cuando lo conoció de camino a su casa. Curvó sus labios mostrando una pequeña sonrisa mientras lo acariciaba, el pelaje era realmente suave, incluso, en su pequeña mentecilla, pudo compararlo con la textura de las nubes.
Por segunda vez en aquel día, la puerta de su habitación fue tocada. El pelinegro abrió un poco su boca buscando aire y llevó nuevamente al gato al baño para poder abrir la puerta de sus sagradas cuatro paredes.
Seokjin
Supongo que debo disculparme *Seokjin había decidido ir a donde su hermano de nuevo, no quería que se sintiera culpable por algo que solo fue un accidente*.
Jungkook
No debes *rió*, mamá sólo me había pedido el favor. Sólo es que ella es un poco brusca para hablarme, puedes estar tranquilo *quiso tranquilizarlo, pero Seokjin no tenía ni una pizca de paz en su interior*.
Seokjin
Aún así debo pedirte disculpas, ¿si? Yo debía limpiar mis cosas, no tú. Y ahora te castigaron por mi culpa.
Sí, Seokjin se sentía culpable, mucho más de lo que quería parecer, aunque en realidad quería mantenerse como una figura fuerte ante su hermano. Jungkook hizo un movimiento con sus manos para que le restara importancia.
Jungkook
No te preocupes, ya es costumbre. Igual, de por sí no pienso salir de la habitación *dijo con intenciones de tranquilizarlo*.
Seokjin
Oh... Eso es... ¿Bueno? *observó a Jungkook asentir, pensó que tal vez se encontraba trabajando en algo de la escuela y por eso se mantendría encerrado*. Por cierto, mañana tenemos una actividad y-
Jungkook
Ya Namjoon me llamó *lo interrumpió*. Perdón por no haberte dado oportunidad de contármelo cuando viniste por primera vez, sé que te habías esmerado en mi almuerzo sólo para ello.
Seokjin
Me esmeré en tu almuerzo porque quería que comieras bien, pero me acabo de dar cuenta de que no te gustó mucho lo que había preparado *coló su vista en la habitación, divisando el pequeño envase con las verduras que justamente había integrado al ramen*.
Jungkook siguió la vista de su hermano, dudoso de lo que había visto, y en cuanto notó lo que centraba la vista de Seokjin, se preocupó por el hecho de que pensara mal de él. No es que no le haya gustado, ¡a él le encantaba la comida de su hermano! Pero lamentablemente no podía contarle el objetivo de que esas verduras estuvieran encima de su cama.
Jungkook
Oh, ¡no! *exclamó nervioso*. Es que quería comerlas más tarde, ya sabes, cuando tuviese hambre *sonrió mostrando toda su dentadura*.
Seokjin
Ah, bueno, te entiendo *rio un poco*. Con respecto a lo de mañana, ¿lo harás?
Jungkook
Pensé que podría entretenerme un rato allí, ¿no lo crees? *sonrió*. Me interesaría mucho hacer amigos... ya sabes, eso de andar siempre sólo no es muy bien visto *bromeó, pero en Seokjin no divisó ni un poco de gracia*.
Seokjin
Jungkook, está bien si vas sólo o acompañado a algún lugar, eso no define el buen chico que eres, ¿si?
Seokjin quería una respuesta de su hermano, un “lo sé, esas cosas no son muy importantes” u otra cosa que demostrara que sus palabras tenían peso sobre él. Pero sólo recibió de su parte un asentimiento de cabeza y un pequeño “Okay”.
Seokjin
Me voy, si necesitas algo... Sólo llámame, o ve a mi cuarto. Hace mucho tiempo no estás por ahí *dijo*
Jungkook
Tranquilo, Hyung, nos vemos.
Y junto con esa despedida, Jungkook cerró la puerta sintiéndose insuficiente en la vida de su hermano. Sólo quería despejar un poco su mente y escapar.
Capítulo 2
Sintió sus párpados pesados, recién acababa de despertar. Tardó en abrir sus ojos debido a las lagañas que los atrapaban sin hacerlos ceder a ver la luz que escapaba por la ventana. Hoy, nuevamente, había tenido una pesadilla. En verdad ya era algo normal sentirse mojado por el sudor cuando se despertaba.
Ese sueño se repetía una y otra vez como si fuera una especie de recordatorio haciéndole saber que su vida era una completa miseria.
Jungkook
¿Gatito? *preguntó mientras se frotaba sus ojos*
Observó al pequeño gato a su lado y sonrió. No paraba de verlo, su pelaje blanco y negro lo hacía notarse pequeño ante la oscuridad que albergaba la habitación. Era un gato bebé, completamente indefenso, ni siquiera podría valerse por sí mismo fuera de esa casa, moriría en cuestión de segundos.
Jungkook se veía a él reflejado en el gato.
Jungkook
Debería darte un nombre, ¿no? *le preguntaba acariciándolo*. No se me viene nada a la cabeza, ¿podrías esperar un poco? Necesito un nombre perfecto para ti, uno que al pensarlo sólo me recuerde a ti.
Se consideraba un tonto al hablarle así a un gato, podía pensar de sí mismo que sólo era otro chico que se refugiaba en un animal para que al menos que éste lo escuchara. No estaba muy lejos de la realidad, aunque, aún así, se sentía patético al reconocer su soledad. A sus dieciséis años, Jungkook era un chico solo, sin nadie que lo tomara en serio.
Observó a su izquierda el reloj digital que abarcaba una pequeña parte de su mesita de noche. Marcaba las 6:07 am, aún era demasiado temprano para ir a la escuela, y era demasiado tarde para darse cuenta de que no estaba solo en la habitación.
Un pequeño pajarillo se asomaba por la ventana picoteando la madera de aquella. Luego, voló por la habitación hasta caer encima del cuaderno de dibujos que el joven siempre llevaba consigo. Como si fuera una venganza imprudente llena de maldad, esa ave comenzó a hacer añicos aquel cuaderno que Jungkook cuidaba con su vida.
Jungkook
¿Q-Qué haces? *se levantó de la cama de un salto con los ojos bien abiertos*. Quítate de ahí *pidió acercándose al ave*.
Esta jamás se apartó, solamente hizo su trabajo de destrozar los sueños del jovencito, quien, para no dañarla, se sentó en una esquina de su cama observando con lágrimas en los ojos.
Jungkook
Mi trabajo... *susurró entristecido, ya cuando había sido consciente de lo que sucedía su cuaderno estaba deshecho. No podía volver atrás el tiempo y despertarse cinco minutos antes para recuperarlo*.
Seokjin
Jungkook, te noto decaído, ¿sucede algo? *preguntó observando como su hermano daba pequeños bocados de su desayuno, parecía no estarla pasando bien*.
Jungkook
No... No es nada *mintió*
Seoyeon
Cariño *le habló a Seokjin*, deja a tu hermano. De seguro quiere llamar tu atención, has estado estudiando, únicamente quiere distraerte.
Jungkook tragó con pesadez llevando algo de comida a su boca. Ya conocía las preferencias de su madre por su hermano, pero tampoco le hacía falta ser el culpable de las distracciones del mayor, era consciente de que su hermano tenía cosas más importantes que hacer antes de echarle una reprimenda por obligaciones de la escuela.
Seokjin
No hace falta ser tan dura *hizo saber sintiéndose culpable por la reacción de Jungkook*. Jungkook, ¿ya terminaste? Hoy tienes mucho que hacer *le sonrió al chico, quien al verlo le devolvió la sonrisa de una forma cómplice e inocente*
Ambos jóvenes desocuparon el comedor. Seoyeon les dijo que ella será quien limpiará los trastes de aquel día en adelante. No quería poner en riesgo otro envase que sea de su preferencia personal.
Jungkook
Hyung, no hacía falta que me defendieras delante de mamá *llamó la atención de su hermano*. Si estás estudiando no es necesario que te preocupes por mí, tienes más cosas que hacer *sonrió*.
Seokjin
Jungkook, jamás vuelvas a pedirme que me deje de preocupar por ti *dijo totalmente seguro de cada una de sus palabras*.
Jungkook
Está bien, hyung *asintió en voz baja*.
Los chicos se dirigieron juntos a la escuela. Muy pocas veces lo hacían, ya que Jungkook prefería siempre estar lo más solo posible, y Seokjin no podía interferir en sus decisiones por más que quisiera.
Ingresaron al lugar siendo observados por todos los estudiantes que los rodeaban cada que daban un paso. Dentro del pecho del menor comenzó a hacerse sentir una punzada que poco a poco le cortaba su respiración.
Seokjin
Oye, ¿estás bien? *preguntó preocupado al notar el semblante pálido de su hermano*.
Jungkook
S-Si, es sólo que no me gusta la atención *tranquilizó*.
Seokjin
Te dejaré en tu clase, vamos.
Jungkook dio varios pasos atrás, alertando al mayor quien lo observó consternado.
Jungkook
No es necesario *habló tropezándose con sus palabras*. Puedo ir solo; la atención va hacia ti, si estás conmigo solamente me ahogaré antes de darme cuenta de que lo estoy haciendo.
Seokjin
*Asintió*. Entonces... nos vemos en la actividad, ¿no? Jungkook, no me puedes hacer quedar mal.
Jungkook
Puedes estar tranquilo *trató de formular una sonrisa ante la desesperación por estar rodeado*. Nos vemos *se fue perdiéndose de su campo de visión*.
Seokjin
Este niño... *suspiró agobiado*.
Jungkook ingresó a su salón casi corriendo. Deseaba huir de al lado de su hermano, no soportaba obtener miradas sobre él. Pensaba que Seokjin era muy fuerte al poder aguantar eso todos los días.
Namjoon
¡Hey! Jungkook *saludó en cuanto lo vio entrar al salón*. ¿Cómo vas?
Namjoon
Tu hermano nos dijo que si nos ayudarías, eso es muy amable de tu parte *sonrió hasta mostrar los hoyuelos de sus mejillas*.
Jungkook
Yo... *observó a su alrededor, en el salón aún faltaban al menos diez alumnos*. No estoy seguro de que lo haga bien, ¿y si mi pulso falla y termino haciendo una mancha en el muro?
Namjoon
Baf, te preocupas mucho, estoy seguro de que lo harás bien *dijo reconfortante*. Tal vez puedas hacer más amigos estando allí.
Jungkook
«Ni siquiera tengo, ¿cómo voy a hacer más?»
Jungkook
Dudo que a alguien le agrade ser amigo de la sombra de Seokjin *esta vez pensó en voz alta*.
Namjoon
A mí me agrada hablar contigo, Jungkook. Hablamos poco, pero al menos lo hacemos y sé que eres un buen muchacho. Cualquiera querría ser tu amigo.
Jungkook
¿Si? *observó a Namjoon asentir y una sonrisa invadió su rostro*. Gracias, Namjoon, tú también eres muy buena persona.
Namjoon
No es nada, ahora ve a tu asiento, pronto el profesor Kang vendrá *avisó*.
Jungkook asintió y se dirigió a su asiento aún con esa sonrisa. Le caía bien a Namjoon, ese era un gran paso para desistir de su miedo al público, si tal vez fuera amigo del presidente de su clase... muchas personas se acercarán a él sin pensar en que sólo es el hermano del presidente de la escuela, y sólo así podrá salir de aquella sombra.
A no ser de que Namjoon le estuviese hablando únicamente porque es el hermano de Seokjin.
La sonrisa del rostro de Jungkook se esfumó por completo. Estaba sobre suponiendo más de lo normal, quería salir de ese infierno lo más rápido posible.
Profesor Kang
Buenos días a todos *ingresó observando a todos los alumnos*. Espero que todos hayan hecho el estudio independiente que dejé ayer.
El profesor Kang había entrado al salón caminando hacia la mesa que le correspondía por ser parte de la docencia escolar. Dejó varios de sus papeles allí y se dirigió al alumnado, ya todos estaban sentados y observándolo fijamente.
Profesor Kang
Bien, ¿quién podría leer lo que debían hacer?
Jisoo
Nos ordenó a redactar un poema acerca del amor, ya sea explicar el sentimiento, o escribir algo parecido que evoque o transmita el sentimiento... *resumió*.
Profesor Kang
Muchas gracias señorita Kim, bien. ¿Quién puede leernos su poema?
Kang repasó su vista sobre cada uno de los estudiantes, ya que nadie tenía intenciones de leer, ni siquiera Namjoon, quien consideraba el chico más inteligente de su clase. Suspiró negando con su cabeza y su vista se posó en un chico que no parecía estar al tanto de la clase, frunció el ceño antes de hablarle.
Profesor Kang
Jungkook, ¿podrías leernos tu poema? *preguntó*.
Jungkook alzó su vista para compartir miradas con su profesor, este le observaba de una manera cautelosa, podía percibir un poco de ilusión en su pregunta. Según sabía, al profesor Kang le agradaba escucharlo leer en el club se lectura al que la escuela le había obligado a estar.
Jungkook
Yo... *comenzó nervioso*. No lo hice.
Profesor Kang
¿No? *observó al chico reprendiéndolo con la mirada*.
Jungkook
*Negó con la cabeza*.
Profesor Kang
Sé que lo hiciste, Jungkook. Al menos lee una parte para nosotros *pidió*.
Jungkook
E...Está bien *se levantó de su asiento con su cuaderno en sus manos*. *Carraspeó su garganta antes de comenzar*.
Jungkook
Hoy me visto de negro para camuflarme entre las sombras;
huyendo de algo,
huyendo de alguien.
Ese algo es el amor que siento;
ese alguien es tu silueta danzando entre mis sueños.
Danzo en la oscuridad, esperando tu llamado.
Mis manos se entrelazan, mientras simulan ser otras deseadas.
Cierro los ojos; ahí estás, pareces esperar.
¿Esperar a qué?
Mis manos tiemblan y mis pies comienzan a flaquear.
Mis ojos escocen lágrimas que no quieren salir.
Te acercas, pero no quiero mantenerme a tu lado.
Soy débil a tu tacto;
me niego a sentir algo.
Me cautiva la delicada caricia de tu mano en mi mejilla.
Tanta persimonia me distrae del mundo real.
Abro mis ojos: estoy llorando.
No estás a mi lado, no me estás tocando.
Hipócrita sería al decir que no te extraño,
pero más iluso sería al seguir con algo que yo mismo me he inventado.
*Leyó con una voz dolida*.
Kang se quedó boquiabierto ante la lectura de su alumno. Estaba sofocado de siempre escuchar lo mismo de siempre, pero la redacción del poema de Jungkook y su voz acompañando el sentimiento dolido que este reflejaba lo hizo replantearse su perspectiva de la impresión que le había dado ese chico del primer día que lo vio.
Profesor Kang
Buena lectura, puedes sentarte *observó a Jungkook asentir y tomar asiento*. ¿Otro más quiere leer?
La clase siguió su rumbo y luego del jovencito muchos más quisieron darse una oportunidad de leer lo que habían escrito. Jungkook, por su parte, sentía que su mundo se iba a acabar, sus orejas se encontraban rojas tal cual tomate debido a la vergüenza que había sentido al levantarse de su asiento.
Namjoon
Oye, Jungkook *lo llamó desde atrás de su asiento*. Tu poema... ¿es para alguien en específico? *preguntó*.
Jungkook
*Se volteó de su asiento para observar a Namjoon con la mirada llena de curiosidad. Incluso, podría jurar que sus ojos brillaban*.
Jungkook
Eh... No *rio tímido*. En realidad escribo solamente para entretenerme. No creo que algún día encuentre a alguien al que le pueda dedicar mis poemas. Ni siquiera sé si a alguien hoy en día le gusten esas cosas.
Jisoo
*Al escuchar a sus compañeros hablar, dirigió su mirada hacia ellos. Jamás había hablado con Namjoon, ni mucho menos con Jungkook, pero algo le decía que debía ocupar lugar en esa conversación*.
Jisoo
De seguro si encontrarás a alguien que pueda merecer lo que escribes, es cuestión de perseverancia *le guiñó un ojo a Jungkook*.
Jungkook
Mu-Muchas gracias *sonrojado y avergonzado, se volteó regresando a su postura de siempre para observar a su libreta*.
Namjoon
*Soltó una risa silenciosa ante la reacción del chico, luego dirigió su vista a Jisoo*. ¿Te gustó lo que escribió? *Se refería a Jungkook*.
Jisoo
Mi poema es mediocre a un lado del de él *bromeó*. Sería muy egoísta no reconocer su talento, creo que ese chico tiene mucho que contarle al mundo.
Namjoon
Pienso lo mismo... *suspiró con impotencia*. Hoy ayudará al consejo en el proyecto medioambiental, ¿quieres ir a verlo?
Jisoo
Creo que estaré un poco ocupada estudiando, pero haré un esfuerzo *sonrió*. Será el que pintará el gimnasio, ¿no?
Namjoon
Así es, destacará mucho por eso.
Jisoo
A él realmente se le da muy bien pintar, quisiera saber quién le enseñó...
Profesor Kang
Los jóvenes que están hablando, por favor, guarden silencio *regañó desde su escritorio*. Bueno, chicos, como tarea para la próxima clase hagan el ejercicio (...).
Todos tomaron nota de lo que debían entregar para su próxima clase. Afortunadamente, el tiempo pasó bastante rápido y la hora de almuerzo se hizo casi inmediata.
Jungkook comía apartado de todos, siempre lo hacía. Y se dio cuenta de que nadie quería comer con él desde el día en que siempre se encontraba vacía la mesa que usaba para almorzar, nadie siquiera la volteaba a ver ni por equivocación.
Jungkook
*Escuchó una voz femenina que no le era desconocida en su totalidad. Frunció el ceño concentrándose en su comida hasta que se dio cuenta de que hablaban con él*.
Jisoo
¿Jungkook? ¿Me escuchas?
Jungkook
Eh... Sí *hizo un leve intento de sonreír*. ¿Qué necesitas?
Jisoo
Bueno, me preguntaba si podría sentarme hoy contigo. Mis amigas estás haciendo cosas de personas populares, ya sabes *rio un poco*. ¿Puedo?
Jungkook
Claro que puedes *se mostró amable*. ¿Es por la actividad? *preguntó*.
Jisoo
Digamos que si... Todas son del equipo de porristas *explicó*. Están entrenando.
Jungkook
¿No crees que deberían comer antes?
Jisoo
Pues claro, pero todas quieren mantener su “cuerpo perfecto” *hizo varias comillas con sus dedos haciendo a Jungkook sonreír*.
Jungkook
Bueno, si quieres verlas puedes ir conmigo más tarde al gimnasio. Me encomendaron a hacer una pintura, ¿tienes tiempo?
Jisoo
Namjoon me dijo algo sobre eso *sonrió al verlo con esa bonita sonrisa*. Pero tengo que estudiar algo de filosofía, si el profesor Kang me ve con una mala nota probablemente llame a mis padres y se haga una movida terrible *se excusó lamentando a su horrible ingenio, por su propia culpa se perdería de entablar más conversación con Jungkook*.
Jungkook
Oh... Lamento eso *hizo una corta pausa*, si quieres puedo ayudarte a estudiar y después de eso vamos juntos al gimnasio, ¿te gusta la idea? *intentó animarla*.
Jisoo se quedó en blanco con los labios semiabiertos. ¿En serio el mismísimo Jeon Jungkook le propuso aquello? Sintió que Dios la había mirado directamente a los ojos.
Jisoo
Oh, bueno-, esto... Sí, claro que sí *sonrió con demasía*.
Jungkook
Entonces al terminar aquí vamos a la biblioteca, puedes estar tranquila *sonrió*.
Jisoo
Oh, esto es más fácil de lo que pensaba *alzó su vista al chico frente a ella*. ¡Muchas gracias! *dijo emocionada*.
Jungkook
No tienes porqué agradecer *ladeó su cabeza*. En realidad la filosofía es sólo reflexionar y expresarte con todo lo que sientes, por eso creo que se me dan bien los ensayos *susurró tímido*.
Jisoo
Hmm, entonces aquel poema si era perteneciente de alguien. ¡Si pensabas en alguien cuando lo escribiste! *exclamó con ilusión* ¿Sería atrevido preguntarte por el nombre de la afortunada?
Jungkook hizo silencio, no sabía qué responder ante eso.
Jisoo
Entiendo, no estás obligado a contarme nada sobre eso *se calmó*.
Jungkook
¿Ah? ¡No! *se recompuso*. Es solo que no miento al decir que no le pertenece a nadie. ¿Es tonto de mi parte soñar con el amor? Jamás lo he experimentado, ¿podría ser capaz de amar a alguien tal cual lo escribo en mis poemas?
Jisoo
Eso nada más lo sabes tú, Kookie *Jungkook rio ante la presencia de ese nuevo apodo*. Escuché en una película que aceptamos el amor que creemos merecer *contó*. Si crees que alguien puede amarte, estoy segura de que podrás amarlo con la misma intensidad.
Jungkook
¿Y si creo que no merezco ese amor?
Jisoo
Entonces jamás podrás querer a alguien de manera romántica o de cualquier otra manera. Si no te amas a ti... ¿cómo esperas amar a otro ser vivo? *preguntó*.
Jungkook
Tienes razón, intentaré trabajar en eso *se convenció a si mismo de sus propias palabras. Él podía amarse a sí mismo, ¿no?*
Jisoo
Necesitas a alguien que te guíe y te acompañe, he notado que siempre estás solo.
Jisoo
A partir de ahora intentaré acompañarte más seguido, me caes bien *le sonrió*.
Jungkook asintió con sus mejillas rojas. En sí era su primera vez teniendo una conversación tan profunda, y se sintió completamente bien al recibir el apoyo de alguien.
Jungkook
Deberíamos ir al gimnasio *dijo después de un tiempo*.
Jisoo
Entonces vamos, me alegra haber terminado a tiempo *suspiró*.
Ambos estudiantes caminaron hasta dar con el dichoso gimnasio que estaba repleto por el equipo de béisbol y por las porristas. Al ingresar todas las miradas se dirigieron hacia él, con rapidez la presión en el pecho volvió a hacerse presente.
Jungkook
Yo-Yo... *balbuceaba cosas sin sentidos, se sentía presionado al estar en el punto de mira de todos*.
Jisoo
¿Jungkook? *se preocupó*. ¿Estás bien?
Namjoon
Podrías estar mejor *se acercó en cuanto vio el rostro preocupado de Jisoo y la mirada llena de miedo de Jungkook*. Ven, siéntate, te traigo agua *lo llevó hasta las gradas*.
Jungkook se sentó sintiéndose totalmente patético. Todos lo observaban, era el centro de atención, ¿se estarán burlando?, quizás ya no querían que trabajara con ellos.
Jisoo
Jungkook háblame *le pidió tomando su hombro*. Jungkook...
Jisoo
No pienses y sólo háblame.
Jungkook
¿C-Cómo me olvido de pensar?
Jisoo
Simplemente di lo que se te venga a la mente, vamos; puedes hacerlo. No sobre pienses, no te quedes callado, ni mucho menos dejes que tu cabeza te gane.
Namjoon
Aquí está el agua *lo interrumpió*. Toma, espero que recupere el color después de esto *le dijo a Jisoo*.
Jisoo
Está pasando por un ataque de pánico *le susurró*. Debemos ayudarlo.
Namjoon
Estamos haciendo lo que podemos, ¿si? Ni siquiera confía en nosotros.
Hoseok
Oye, Seokjin, ¿ese por casualidad no es tu hermano? *tocó el hombro de su compañero señalando a aquel joven de las gradas siendo acompañado por otros dos estudiantes*.
Seokjin palideció al momento de reconocer a su hermano. Dejó las cajas que tenía en brazos encima de una mesa cercana y corrió con una expresión de pánico a donde se encontraba el menor.
Seokjin
¡Jungkook! *se arrodilló en frente de su hermano tocando el rostro de este* ¿Qué sucedió? *observó directamente a Namjoon*.
Jisoo
Jungkook y yo vinimos por lo de la actividad, al entrar al gimnasio comenzó a sentirse mal *habló por su compañero, quien mantenía una mirada confusa al no saber qué hacer con Jungkook*.
Seokjin
Debieron llamarme *replicó preocupado, su hermano tenía una mirada perdida. ¿Qué estaba pasando por su mente ahora?*.
Jisoo
¿Y también debimos dejar que tu hermano se ahogara con su propia respiración? No gracias *se encontraba molesta*, en estas situaciones debemos actuar rápido antes de que pase a mayores.
Seokjin
¿Tú acaso eres su hermana? *vociferó con molestia, Jisoo se quedó callada de un momento a otro*. Déjenme solo con Jungkook.
Namjoon
Pero... *intentó intervenir*.
Seokjin
Por favor, ya váyanse *pidió*.
Los dos chicos asintieron desganados, Jisoo más molesta que entristecida, ¿acaso no le iba a dar las gracias por estar con su hermano cuando él estaba haciendo quién sabe qué? Se sentía impotente.
Seokjin
Jungkook... *le habló llevando una de sus manos a las de su hermano*. Estoy aquí, ¿si?
Jungkook
Hyung, no debiste tratarla así *una pequeña lágrima se escurrió por su mejilla*. Ella me ayudó.
Seokjin
Más tarde me disculparé, pero entiéndeme, no me gusta estar fuera de tus problemas. En cuanto te vi no supe qué pensar. Jungkook, ¿estás bien?
Jungkook
Estoy vivo, eso es lo que importa.
Seokjin
En parte tienes razón, pero para estar vivo tienes que sentirte vivo, ¿entiendes?
Seokjin
¿Entonces? *insistió*.
Jungkook
Estoy bien, hyung. Nada más me preocupé por ver a tantas personas observarme, es raro *rio*.
Seokjin
No te mofes de tus preocupaciones, a veces son más grandes de lo que piensas.
Seokjin
Quiero que entiendas que soy tu hermano y estaré para ti en cualquier momento, no estás solo, Jungkook.
El menor asintió sobando su nariz y limpiando sus pocas lágrimas. Sonrió para mantener en paz a Seokjin.
Jungkook
Debería hablar con Jisoo *le dijo*.
Seokjin
¿Así se llama? *Jungkook asintió* Me sentí culpable después de gritarle, no quiero que pierdas amigos por mi culpa.
Jungkook
No te lamentes por eso, ella te entenderá, o eso espero.
Seokjin
¿Ya estás bien? *el menor volvió a asentir*. ¿Puedes pintar? *otro asentimiento*. Entonces habla con tu amiga y ven con nosotros, te explicaremos lo que debes hacer.
Jungkook
Está bien, hyung, gracias por acompañarme *sonrió recibiendo un abrazo de su hermano*.
Seokjin
No vuelvas a asustarme así, ¿eh? Casi se me sale el corazón por la boca cuando te vi tan pálido, jamás te había visto en ese estado Jungkook.
Jungkook
No deberías estar tan al pendiente, al fin y al cabo ya pasó, ¿no? No quiero que nadie en casa se entere de esto.
Seokjin
Lo que pidas, pero a partir de mañana almuerzas conmigo, necesito verificar que estás comiendo bien.
Jungkook
*Frunció el ceño*. Puedes preguntarle a Jisoo, ella comió conmigo *se defendió*. No quiero estar contigo ni con tus amigos, mucha gente estará mirándome comer, no me gusta, no.
Seokjin
Sólo no conoces a los chicos, son increíbles y sé que también quisieran ser tus amigos. Ahora vamos, debemos terminar con nuestro deber.
Jungkook asintió y se levantó de las gradas para seguir a su hermano, quien había emprendido su regreso a donde se encontraban sus amigos del equipo.
Jungkook
Jisoo *se acercó a la pelinegra*.
Jisoo
¿Ya estás bien? Me preocupaste, chico *sonrió con tristeza para abrazarlo*.
Jungkook
Perdón por lo de mi hyung, quería defenderte, pero-
Jisoo
Shhh, eso no es importante ahora *dijo fundiéndose en sus brazos*.
Hoseok
¿Qué le había sucedido a tu hermano? *preguntó al notar que Seokjin volvió*.
Seokjin
Tuvo un problema, es todo *conociendo a Hoseok, era mejor ahorrar decir esa preocupación, sabía que el chico era capaz de correr a los brazos de su hermano y consolarlo por horas hasta hacerlo desesperar*.
Hoseok
No lucía bien, Seokjin, ¿estás seguro de que se encuentra mejor ahora? Quizás puedo hablar con él.
Seokjin
Jungkook no es de las personas que te dan confianza a la primera vez que hablas con él, y si lo hace es porque te conoce de antes, él es muy observador. ¿Crees que se dejará ser consolado por alguien que no conoce?
Hoseok
Supongo que todos debemos desahogarnos de vez en cuando, ¿no?
Seokjin
Tienes razón *dejó escapar aire por su boca yendo a buscar las cajas que había dejado antes*. Pero quisiera que Jungkook eligiera por sí mismo a quien contarle sus problemas y que no se sienta presionado, aunque esa persona a la cual se los cuente no sea yo.
Hoseok
Entonces dame una oportunidad, creo que podré hacerle bien.
Hoseok
Te entiendo, quieres que me conozca primero, pero, ¿cómo quieres que me conozca si cada vez que me intento acercar me dices que no es momento?
Seokjin
Tienes razón *cerró los ojos rindiéndose ante él*. Cuando esté pintando puedes acercarte, te recibirá bien, es un chico amable.
Hoseok
Si los rumores de que se parece a ti son ciertos... Estoy seguro de que es el mejor de todos.
Capítulo 3
Pintaba el gran muro que le habían encomendado desde un principio. Jungkook pensaba que era una tarea sencilla, pero estuvo a punto de maldecir al ver el gran espacio de pared blanca sin pintar.
Namjoon
¿Es mucho trabajo? *se acercó*.
Jungkook
No tanto... lo que no sé qué hacer con tanto espacio *rio*
Jisoo
Si quieres puedo buscar algo en internet *se introdujo a la conversación al verlos charlar*. Puedes tomarlo como inspiración y ambos te ayudamos a hacer un nuevo boceto.
Jungkook
Eso suena bien *le dedicó una sonrisa*.
Jisoo
Oh, ¡mira esto! *le mostró su teléfono al cabo de unos minutos de búsqueda*
Jisoo
Ese me gusta... Pero también este...
Jungkook
Creo que podríamos usar ambos como inspiración. Namjoon, ¿te gustan?
Namjoon
Son perfectos *miró ambas fotos*, Jungkook, si quieres podemos ayudarte. No tienes por qué hacer este trabajo solo.
Jungkook
No se preocupen, puedo hacerlo. Ustedes deberían ayudar a los demás, noté que Seokjin tenía un problema con unas cajas *señaló con la cabeza a su hermano, quien hablaba con un chico que desconocía*.
Jisoo
Bueno *de brazos cruzados, le dio una pequeña mirada a Namjoon*. Vámonos, tú ve a ayudar a Seokjin y yo a las porristas.
Namjoon asintió y se fue con Jisoo. Jungkook por su parte, comenzó a trabajar en lo que le debía a su hermano y a ese consejo de alumnos destacados.
Jungkook
¿Dónde está la pintura verde?... *buscó a sus alrededores. Le habían dejado varias latas que pensaron que les serían de ayuda*.
Jungkook
Oh, aquí estás *observó la lata y se acercó a tomarla, pero una mano llegó antes que la de él y frunció el ceño*.
Hoseok
¡Hola! *saludó ampliando una gran sonrisa*.
Jungkook
¿Hola? *alzó sus cejas confundido* ¿Quién eres?
Hoseok
Ah, soy amigo de Seokjin, ya sabes *rio un poco*
Jungkook
Lo siento, no conozco a sus amigos *hizo una reverencia*. Debo hacer mi trabajo, por favor, devuélveme la pintura.
Hoseok se quedó pasmado por las palabras del chico. Seokjin tenía razón, si Jungkook no quería entonces no le daría una oportunidad, y definitivamente no estaba ni cerca de poder tenerla.
Hoseok
Aquí tienes *se la tendió*. Perdón molestarte.
Jungkook
Oh, no molestas *negó frenéticamente con la cabeza*. Es sólo que debo empezar ahora para poder terminar antes de que se acabe el horario docente. Mi madre ayer me castigó y... (...)
La vista de Hoseok se amplió cuando el joven comenzó a hablar. ¿Se arrepintió de aquellas palabras tan abruptas?
Jungkook
(...) no puedo llegar tarde hoy.
Hoseok
Comprendo, no te preocupes *sonrió de manera acogedora*. ¿Sabes?, yo también sé pintar. El año pasado fui yo el que hizo tu trabajo, pero en ese muro de allá *señaló a una esquina donde había una pintura de un sol y varias mariposas*. No es lo más creativo del mundo, pero era lo que quería Seokjin específicamente, ese chico no tiene creatividad *rió negando*.
Jungkook observó hacia donde señalaba Hoseok y comenzó a reír debido a las palabras que había dicho de su hermano. Recordaba perfectamente su vida de último año de secundaria y con ello el boceto horrible que había hecho su hermano para un “proyecto escolar”. Ya sabía en dónde había terminado aquella mancha amarilla con moscas alrededor.
Jungkook
Eres buen amigo de él... ¿no? *preguntó después de varios segundos cuando acomodó la pintura a su lado para comenzar a cubrir la pared de verde*.
Hoseok
Hicimos clic desde el primer día *contestó animado*. Somos una especie de mejores amigos, pero él aún no lo sabe, así que no se lo digas *guiñó su ojo divirtiéndose con las pequeñas risas tímidas de Jungkook*.
Jungkook
Seokjin jamás me ha contado de sus amigos... Es decir, sé que tiene, me ha dicho que tiene y que son buenas personas, pero tampoco es que se dirija a hablarme de una persona en específico.
Hoseok
Es un chico reservado, estoy seguro de que su madre no sabe ni que existo. *Bromeó*.
El semblante de Jungkook cambió drásticamente, ¿su mamá podría aceptar a un amigo de su hermano, pero no a una mascota de él?
Pensó en el gato que el día de ayer había llevado a casa, con suerte consiguió una caja espaciosa para dejarle leche y agua que le pudiera alcanzar por el resto del día. Se sintió culpable en un instante, aún era un bebé y necesitaba otro tipo de cuidados, no estar escondido.
Hoseok
Eh... ¿Jungkook? *se preocupó al verlo tan pensativo*. ¿Estás bien?
Jungkook
Eh... Sí, es que olvidé hacer tareas de mañana, estoy atrasado *se excusó con la mentira más convencible que puso formular*.
Hoseok
¿En serio? Agh, eres tan parecido a tu hermano *sonrió*. Ambos son tan responsables.
Jungkook
Creo que mi hyung no dejaría tareas hasta el último día *bromeó tomando otro color*. Y, por favor, no me gusta que me comparen con hyung, es incómodo.
Hoseok
Oh, perdón *cambió su expresión a una arrepentida*. ¿Puedo ayudarte?
Jungkook
Esto... Por favor *observó cómo Hoseok quedaba a su lado y tomaba un pincel para hacer trazos más precisos*. Y no te preocupes, no es tu culpa. Las personas suelen hablar así de los hermanos en la mayoría de veces.
Hoseok
¿Si? *Jungkook asintió*.
Jungkook
A las personas les gusta eso de comparar. Comparan una manzana con otra, prefiriendo la más dulce o la que ellos crean que tiene mejor sabor.
Hoseok
Comprendo, eso es muy filosófico de tu parte... comparar frutas con traumas.
Jungkook soltó una carcajada que al momento tapó con su mano libre, muchas personas se habían volteado a verlo por llamar la atención con su risa.
Hoseok
No tengas miedo de reírte, si me vieras reír a mí saldrías corriendo.
Jungkook
No creo que tu risa sea peor que la de mi hyung *bromeó*.
Hoseok
Bueno, tienes ahí un punto *ambos rieron por ello*.
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