Mafalda Alcázar, de 25 años, observaba la hora en el reloj de la pared de la oficina de la casa editorial para la cual trabajaba y no comprendía por qué su jefe Joshua Ravelo, de 32 años, ese día la había hecho trabajar horas extraordinarias
-jefe necesito irme – Dijo Mafalda con preocupación
Joshua levantó su rostro y observó a Mafalda con severidad y debía admitir que con ese look se veía muy glamorosa
-¿Terminaste? – Preguntó Joshua con sarcasmo
Mafalda negó con la cabeza porque era muy difícil para ella terminar con todo el trabajo que le asignó Joshua a última hora.
-Lo siento jefe, pero me es imposible terminar
-Entonces no puedes irte – Dijo Joshua de forma enfática
Joshua la observaba con una expresión muy severa lo cual la hacía sentir intimidada
- Realmente necesito irme – Dijo Mafalda con expresión muy compungida
El atractivo rostro de Joshua se distorsionó debido a la molestia que sentía en ese momento y pronunció cada palabra con severidad
-¿Por qué tienes que irte tan temprano? – Preguntó Joshua
Mafalda jugaba con sus manos y estaba muy nerviosa porque la personalidad tan dominante de Joshua la hacía sentir muy intimidada
-Es que hoy es la fiesta de compromiso de mi hermana – Respondió Mafalda
Joshua Ravelo no disimuló su expresión de desagrado en ese momento porque deliberadamente la hizo trabajar hasta tarde para que no pudiera asistir a la fiesta de compromiso de su hermana
-Supuse que no irías a esa fiesta – Dijo Joshua con indiferencia
Mafalda sabía que su jefe tenía razón y que no debía ir a ese lugar por eso bajó el rostro sintiéndose avergonzada porque no quería ir a esa fiesta, el problema es que su madre le suplicó que asistiera y le garantizó que no ocurriría nada
-Se lo prometí a mi mamá – Murmuró Mafalda con resignación
Joshua negó con la cabeza porque Cecilia de Alcázar siempre manipulaba a Mafalda para que esta terminara cediendo a las incesantes manipulaciones de su hermana Lilly, y se dio cuenta de que llegó el momento de intervenir antes de que algo grave le ocurriera y con mucho pesar decidió ejecutar el plan que tenía previsto para Mafalda desde hace un tiempo
-¿Mafalda estarías dispuesta a ir a la nueva sede de la casa editorial en mi nombre? – Preguntó Joshua
Esta era una decisión muy difícil porque la idea de Mafalda viviendo en otro país tan lejos de él lo aterraba, no obstante, cuando pensaba en que terminaría su contacto con sus tóxicos familiares sentía alivio, y aunque la amaba, debía dejarla ir y era una suerte que ella nunca se había dado cuenta de sus sentimientos
-¿Está hablando en serio jefe? – Preguntó Mafalda con asombro
Mafalda puso una expresión de asombro debido a sus palabras, pero al darse cuenta de que Joshua la observaba con impaciencia porque estaba hablando en serio se sonrió muy emocionada porque esta era una excelente oportunidad de trabajo y no podía creer que su amargado jefe le ofreciera esa vacante debido a que desde que trabajaba para Joshua siempre fue muy severo con ella
-¿Te parezco una persona del tipo que hace bromas? – Preguntó Joshua con enojo
Mafalda negó con la cabeza y se estremeció al observar la expresión en el rostro de Joshua como si ella no le agradara
-No jefe, usted es una persona muy seria y nunca hace bromas – Respondió Mafalda con una expresión lamentable
Internamente, Joshua se reía de su expresión lamentable y se preguntaba cómo podía lucir tan adorable en ese momento, quería abrazarla y decirle que todo estaría bien y que nunca más alguien de esa familia le haría daño, pero luego recordó que solo era su jefe además de que no eran cercanos más allá de ser vecinos en el pasado
-Si necesitas pensarlo te doy hasta mañana para decirme cuál es tu respuesta – Sugirió Joshua
Mafalda no necesitaba pensarlo por más tiempo y tomó su decisión de inmediato porque quedarse en esta ciudad era seguir experimentando las mismas humillaciones una y otra vez, porque a pesar de que ella no fue la responsable del error que cometió el hospital cuando las cambió tanto a ella como a Lilly al nacer, sin embargo, la convirtieron en el chivo expiatorio como si fuera su culpa
-No es necesario jefe, ya tengo mi respuesta y estoy dispuesta a trasladarme a la nueva sede – Dijo Mafalda
Joshua estaba muy feliz, aunque su expresión no lo demostraba, así que en ese momento ambos comenzaron a discutir los pormenores de la propuesta sin darse cuenta de que el tiempo pasaba y se estaba haciendo tarde
-Todo está listo para tu traslado a la nueva sede la próxima semana – Dijo Joshua esbozando una sonrisa
Mafalda estaba impresionada debido a la rapidez con la cual Joshua actuó porque era como si ya todo estaba listo y él simplemente estaba esperando a que ella aceptara
-Jefe gracias por la oportunidad y prometo no decepcionarlo – Aseguró Mafalda
Mafalda y Joshua conversaban muy animadamente sobre cuáles serían sus funciones en la nueva sede cuando el sonido incesante del teléfono de Mafalda rompió el buen ambiente y cuando Mafalda se dio cuenta de quien se trataba puso una expresión de miedo en su rostro y por instinto no pudo evitar responderle
-¿Mafalda porque aún no has llegado? – Preguntó el padre de Mafalda con impaciencia
Mafalda escuchó el severo tono en la voz de Velasco Alcázar y se estremeció porque era fácil notar su impaciencia, e intentaba no sentirse afectada porque era consciente de que no importaba lo que dijera por qué para Velasco su hija falsa siempre actuaría mal
-Lo siento papá, se me hizo tarde, aunque ya estoy esperando un taxi para que me lleve hasta el lugar de la fiesta – Respondió Mafalda
Mafalda no quería compartir la buena noticia de su ascenso con su padre porque lo conocía y sabía que solo recibiría reproches de su parte haciéndola sentir como si se tratara de algo insignificante
-¿Mafalda cómo puedes llegar a la fiesta del compromiso de tu hermana en taxi? – Preguntó Velasco con irritación
Mafalda sintió un nudo en la garganta porque siempre esperó a que su papá la quisiera por lo menos un poco y se preocupara por temas como su seguridad, sin embargo, a tantos años el duro corazón de este hombre no se conmovía y lo único que le preocupaba es lo que opinarían sus amistades
-Papá, no veo que estoy haciendo de malo – Respondió Mafalda justificándose
-¿Acaso quieres que mis amistades piensen que no cuido de mi hija adoptiva? – Preguntó Velasco con molestia
Mafalda finalmente soltó una lágrima arruinando su maquillaje y esa imagen le rompió el corazón a Joshua porque quería ayudarla, si bien ella era una mujer fuerte el ser constantemente acosado por estas hienas con el tiempo terminaría destruyéndola
-Voy a llegar pronto papá, así que no te preocupes porque no voy a hacerte quedar mal con tus amistades
Joshua le entregó un pañuelo y ella esbozó una amarga sonrisa porque ahora también se había humillado frente a su jefe
-Mafalda no deberías ir a esa fiesta si no quieres – Insistió Joshua
Mafalda no le respondió a Joshua simplemente le devolvió su pañuelo y se dirigió al baño desde donde llamó para que un taxi para dirigirse al lugar y cuando salió del baño luego de retocar su maquillaje notó que Joshua aun se encontraba esperando por ella
-Hasta mañana jefe – Dijo Mafalda con frialdad
Joshua extendió su mano para sujetarla y decirle que se quedara porque tenía un mal presentimiento y por desgracia era muy asertivo cuando eso le ocurría y que ella no debía asistir a esa fiesta
-Mafalda porque eres tan terca – Se dijo a sí mismo
Joshua observó como Mafalda subía a un vehículo de una compañía de taxi reconocida lo cual le dio un poco de alivio así que se dirigió a su oficina desde donde hizo un par de llamadas, luego con impaciencia arregló su traje y tomó las llaves de su auto para evitar que lo que sea que intentara Lilly no tuviera éxito
-Espero llegar a tiempo – Se dijo a sí mismo
Mafalda iba en silencio en el taxi y a pesar del amargo momento anterior estaba feliz porque esta sería la última vez que cedería ante los deseos de su familia, la razón para venir es porque necesitaba despedirse y darle un cierre a esta etapa de su vida
-Llegamos a su destino señorita – Dijo el conductor
Mafalda observaba el lugar que escogió Lilly para celebrar su compromiso y sintió escalofríos, además de que el cielo estaba nublado como si estuviera a punto de llover y ella sentía miedo a los relámpagos
-Hasta el cielo sabe que todo esto es una farsa – Se dijo a sí mismo
Lilly Alcázar de 25 años se observaba en el espejo y sonreía con suficiencia porque en contraste con su hermana adoptiva Mafalda, ella era una mujer de piel muy blanca, ojos verdes, cabello rizado color castaño, en general era muy hermosa y sofisticada y ese vestido de color azul pálido que usaba esa noche la hacía lucir muy delicada
-¿Qué te parece mamá? – Preguntó Lilly
Cecilia de Alcázar observaba a su hija y le parecía que se veía tan hermosa esa noche, además de que se parecía tanto a ella que era innegable que se trataba de su hija biológica
-Estás preciosa Lilly – Respondió Cecilia, muy conmovida
Lilly se dio la vuelta llena de orgullo mientras era observada por su madre y el motivo para sentirse tan feliz es porque esa noche finalmente lograría su objetivo de hacer que Mafalda fuera repudiada por sus padres expulsándola para siempre de la familia Alcázar
-¿Crees que soy más bonita que mi hermana? – Preguntó Lilly
Cecilia frunció ligeramente el ceño porque Lilly siempre hacía comparaciones entre ella y Mafalda y no le gustaba, después de todo había criado a Mafalda y también la consideraba su hija, aunque nunca la defendió de forma adecuada debido a su cobardía
-Sí – Respondió Cecilia
Cecilia sabía que estaba actuando mal, el problema es que era una mujer débil, de carácter y no le gustaba contrariar a su hija, después de todo fue su culpa que se perdiera esos primeros años de su vida y le diera sus cuidados y amor a una hija que no era suya
-Espero que mi hermana no juegue uno de sus trucos esta noche – Dijo Lilly fingiendo inocencia
Cecilia no se sentía a gusto con esta conversación y estaba por responderle a Lilly que si tanto temía a la reacción de Mafalda en ese caso no debió presionar tanto para que esta asistiera a la fiesta, sin embargo, en ese momento entró a la habitación Velasco con una expresión de disgusto en su rostro y decidió mantenerse en silencio
-¿Puedes creer que Mafalda no solo va a llegar tarde, sino que va a tomar un taxi? – Preguntó Velasco con enojo
Lilly esbozó una ligera sonrisa en su rostro porque su hermana no la decepcionaría, no obstante, cuando sintió que su madre la observaba con un poco de molestia, cambió su expresión a una de pesar y observó a su padre, el cual al verla tan agraviada no pudo evitar sentirse muy conmovido
-Papá, estoy segura de que Mafalda no tiene malas intenciones – Dijo Lilly con un tono de voz tranquilizador
Velasco suavizó la expresión de su rostro y le sonrió a Lilly, la cual a diferencia de Mafalda era delicada y de buen comportamiento
-Lilly no necesitas justificarla – Respondió Velasco con desdén
Lilly se acercó a Velasco y lo abrazó en una actitud muy infantil, lo cual le encantaba a este severo hombre de negocios
-No la estoy justificando papá, es que pienso que mi hermana debe estar muy triste porque me estoy comprometiendo con su amor de la infancia – Dijo Lilly al borde de las lágrimas
Velasco Alcázar era un hombre de 52 años, de rasgos clásicos, muy atractivo y siempre tenía una expresión muy severa en su rostro y para todos a su alrededor ellos tenían una vida perfecta
-Déjate de tonterías porque los sentimientos no se pueden forzar y Joaquín a la que ama es a ti – Dijo Velasco
Joaquín Guzmán de 25 años era el prometido de Lilly, y es el primo de Joshua y vecino de las dos hermanas y desde el inicio de la universidad cortejó a Mafalda y cuando ella aceptó ser su novia y recién comenzaban su relación, Lilly fiel a su naturaleza se interpuso entre ambos haciendo que ellos terminaran
-Este no es momento para hablar sobre ese tema – Dijo Cecilia con impaciencia
Velasco y Lilly observaron a Cecilia con un toque de enojo porque les desagradaba que apoyara a Mafalda a pesar de que ellos no tenían la razón
-Mafalda se comporta de esa forma tan desvergonzada porque tú la apoyas – Dijo Velasco
Lilly notó la tensión entre sus padres y se dio cuenta de que esto no era bueno para sus planes, así que decidió intervenir para servir de mediadora entre ellos
-Mamá, papá esta noche es un momento para celebrar como familia
Lilly los instó a darse un abrazo familiar y estaba feliz porque su esfuerzo de tantos años finalmente daría frutos
-Vamos a celebrar – Dijo Lilly
La familia Alcázar había alquilado una casa de estilo colonial en las afueras de la ciudad para la celebración la cual tenía la particularidad de conservar mucho del encanto de esas construcciones de antaño con sótanos y bodegas para la conservación del vino y toda la decoración fue escogida personalmente por Lilly
-Te felicito Lilly porque todo quedó muy hermoso – Dijo Cecilia
Mafalda llegó en ese momento y llamó la atención de las personas en el lugar no solo porque había llegado en taxi sino porque era evidente que no pertenecía esa familia, después de todo era una hija falsa, aunque eso no disminuía ni un poco su exótica belleza
-Finalmente, llegaste – Murmuró Velasco con molestia
Velasco se acercó a Mafalda para darle un abrazo porque después de todo debía mostrar una imagen de padre amoroso
-Papá, querías que viniera así que aquí estoy – Respondió Mafalda en un tono de voz bajo
-Intenta no arruinar las cosas para tu hermana – Le advirtió Velasco
Velasco fue saludando a los invitados en compañía de sus dos hijas, mostrándose como un orgulloso hombre de familia
-Velasco me produces un poco de envidia, tienes dos hijas tan hermosas – Dijo uno de sus socios comerciales
El obeso hombre observó con lujuria a Mafalda, lo cual no pasó desapercibido para Velasco y le sonrió con complicidad a su lascivo amigo
-Ahora que Lilly se va a casar, supongo que es momento de que Mafalda también lo haga – Respondió Velasco con descaro
Mafalda puso los ojos en blanco, lo cual no pasó desapercibido para varios de los invitados causando reproches en unos y sonrisas entre otros, Joshua que había llegado escuchó el comentario de Velasco y apretó los puños con enojo
-Mujer terca, te advertí que no debías venir a este lugar – Murmuró Joshua
Joshua no tenía ninguna razón para asistir a esta fiesta porque su relación con su primo era pésima, además no soportaba a la descarada de Lilly y todos se sorprendieron cuando hizo su aparición en esa celebración
-Supuse que no vendrías – Dijo Joaquín
Joaquín siempre sintió envidia de su primo el cual a pesar de quedarse huérfano cuando tenía ocho años y mudarse como un refugiado en la casa de sus padres siempre fue un alumno destacado y actualmente era un empresario muy exitoso por mérito propio
-Y perderme la comida y bebida gratis – Respondió Joshua con sarcasmo
Joshua resentía mucho a su primo porque lo trataba muy mal mientras crecía en la casa de sus tíos y en especial cuando comenzó a cortejar a Mafalda porque sabía que nunca la tomaría en serio y jugaría con ella debido a que la heredera de la familia Alcázar obviamente sería Lilly y para Joaquín un rico de segunda generación que necesitaba una esposa con un fuerte respaldo, Mafalda solo sería un juguete del cual se cansaría pronto
-Tampoco es que estés corto de dinero – Dijo Joaquín con un toque de envidia en su voz
Joshua era el dueño de una casa editorial muy influyente de la ciudad y actualmente se encontraba expandiendo su negocio a otro país
-Tienes razón Joaquín no estoy corto de dinero, simplemente quiero ver que tan arrastrado puedes ser
Joaquín deseaba golpear a su primo por desgracia, sabía que no podía hacerlo debido a que temía a las represalias que este pudiera tomar en su contra, parte del éxito de Joshua no se debía a la editorial sino a que se había asociado con personas muy peligrosas del submundo de la ciudad
-¿Acaso tienes envidia? – Preguntó Joaquín con sarcasmo
Joshua soltó una carcajada porque Joaquín se sentía triunfador debido a su inminente matrimonio con Lilly, aunque decidió que por el bien de Mafalda no sería muy severo con los Alcázar, era bueno que ahora disfrutaran de tanta prosperidad porque en el futuro cada vez les pondría las cosas más difíciles
-No, porque nada bueno puede salir de la unión entre un infiel en serie y una mujer intrigante – Respondió Joshua con indiferencia
Joaquín quería refutar las palabras de Joshua, pero en el fondo sabía que tenía razón, aunque le gustaba mucho Lilly no le importaba relacionarse con otras mujeres y en cuanto a su prometida sabía que no era alguien en la cual confiar
-Por lo menos tengo a una bella mujer a mi lado y voy a llevar a la cama a la hija falsa también – Dijo Joaquín con suficiencia
Joshua no le mostró a su primo la ira que lo embargaba en ese momento, aunque era muy difícil contenerse, por suerte Mafalda pronto se iría de ese lugar y ninguno de esos viciosos le harían daño nunca más porque él se encargaría de protegerla en la sombra porque quería que ella fuera feliz
-Quiero que seas feliz, aunque no sea conmigo – Se dijo a sí mismo
Joshua caminó hacia la salida porque necesitaba conversar con su mejor amigo Caleb García, el cual era un jefe de investigadores para la policía e intentaba convencerlo de que debía enviar agentes a la fiesta
-Joshua, no puedo mover a mis agentes solo por un presentimiento y molestar a todas esas personas – Dijo Caleb con preocupación
-En el pasado mis presentimientos te han sido de mucha ayuda – Refutó Joshua
Caleb resopló con enojo porque la verdad es que le debía muchos favores a Joshua
-Está bien, Joshua voy a enviar a alguien – Respondió Caleb con resignación
A pesar de que la policía venía en camino, Joshua había traído consigo a dos personas en las cuales confiaba y por lo general estos hacían trabajo de reconocimiento
-Vigilen a Mafalda en todo momento – Ordenó Joshua
Esa sensación de que algo malo iba a ocurrir era muy abrumadora e intentaba calmarse y se decía a si mismo que todo iba a estar bien
-Mafalda, espero que todo esté bien o de lo contrario podría volverme loco – Se dijo a sí mismo
Lilly puso una sonrisa muy maliciosa en su rostro porque esta noche haría caer en desgracia a su hermana para que su única salida fuera casarse con el socio de Velasco para ganarse nuevamente el favor de sus padres, no paraba de reír mientras caminaba en dirección a su hermana Mafalda
-Hermana, que bueno que decidiste asistir a mi fiesta de compromiso – Dijo Lilly con fingida emoción
Mafalda estaba parada en el rincón más alejado del lugar, con una copa de vino en su mano y la verdad es que no quería venir a esta fiesta porque sospechaba que Lilly como siempre estaba tramando algo en su contra, el problema es que su madre insistió en que debía ser la persona más madura y mantener la paz además de que esta sería su despedida de la familia Alcázar
-No fue por gusto – Respondió Mafalda con impaciencia
Lilly observaba a su hermana adoptiva con disimulado desdén comparada con ella una mujer alta Mafalda apenas medía 1,60 mts de estatura, era mestiza con ojos marrones, su hermoso rostro estaba enmarcado por un largo cabello negro el cual llevaba suelto, y debido a que tenía problemas de visión usaba gafas, aunque eso no disminuía su belleza, además que debía admitir que con ese vestido negro de estilo vintage era muy llamativa
-Mafalda debes estar muy ardida porque Joaquín me eligió a mí – Dijo Lilly con orgullo
Aunque las palabras de Lilly estaban cargadas de odio hacia Mafalda, esta permanecía impasible porque el amor de un hombre traicionero vale menos que un montón de basura, el problema era como explicarle eso a la terca de su hermana
-Lilly hay algo que tú no comprendes y es que un tigre nunca pierde sus rayas – Respondió Mafalda
Lilly no paraba de reírse y de incitar a Mafalda para hacerla reaccionar con enojo porque se sentía ganadora y a partir de esta noche su hermana solo sería un molesto recuerdo para la familia Alcázar
-Mafalda deja de poner esa expresión de suficiencia en tu rostro porque en tu interior debes estar muy triste porque luego de que Joaquín te usó fuiste desechada – Se burló Lilly
Mafalda negó con la cabeza porque comprendía el pensamiento tan básico de su hermana, sin embargo, había algo que Lilly desconocía y es que a pesar de la cantidad de rumores que se esparcieron entre sus allegados por culpa de su hermana tachándola de una mujer promiscua la realidad era que ella nunca durmió con Joaquín y su virtud aún estaba intacta
-Lilly lo que tú no comprendes es que un hombre infiel nunca cambia – Respondió Mafalda
Lilly observaba a Mafalda la cual tenía una expresión de indiferencia en su rostro y eso la enfurecía mucho, porque habían competido durante toda su vida y aunque resultaba agotador no estaba dispuesta a ceder porque al final ella sería la única ganadora porque era la hija biológica y Mafalda por años le robó lo que era suyo por derecho
-¡Eso es una mentira! – Dijo Lilly con impaciencia
-Piensa lo que te dé la gana Lilly y si te sintieras tan segura no habrías insistido en que asistiera a esta fiesta
-Te equivocas Mafalda, solo quería que vieras por ti misma que Joaquín me ama – Dijo Lilly con suficiencia
Mafalda se encogió de hombros porque estaba harta de esta situación por suerte esta sería la última vez que tendría que lidiar con su insidiosa hermana y sus sucios trucos porque había aceptado la propuesta de trabajo en el exterior que le ofreció Joshua y en una semana se iría muy lejos y no tenía intenciones de volver
-Entonces mis felicitaciones para el infiel y la arpía – Dijo Mafalda alzando su copa para brindar
Lilly puso una expresión de enojo en su rostro y tomó esto como su señal para ejecutar su plan, y como la buena actriz que era puso una expresión lamentable como si hubiera recibido el peor de lo insultos
-Te vas a arrepentir zorra – Dijo Lilly con malicia
Mafalda observó con horror como Lilly deliberadamente tropezó con ella para que su copa de vino manchara su vestido de color azul pálido mientras comenzaba a llorar
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