NovelToon NovelToon

Renacer Entre Telas

Saludos cordiales:

Bienvenido a Renacer Entre Telas, una historia donde los hilos del destino tejerán un mundo de secretos, amor y segundas oportunidades. Esta novela te invita a explorar la vida de una mujer que, tras perderlo todo, renace en un cuerpo ajeno, enfrentando desafíos en el despiadado mundo empresarial y enredándose en una red de pasiones que nunca imaginó.

Espero que cada capítulo te envuelva como una fina tela, llena de intriga, emoción y giros inesperados. Gracias por embarcarte en este viaje, espero que sea de su agrado es mi primer novela.

¡Que disfrutes de cada página!

Con cariño,

Gaby

La caída de una reina

El sonido del avión privado rugía sobre las nubes mientras Camila Villagrán revisaba por enésima vez los documentos en su tableta. Su agenda estaba llena de reuniones, cierres de contratos y eventos sociales exclusivos. No había espacio para errores ni retrasos. Como CEO de Imperium Textiles, la empresa más influyente en el sector textil de Latinoamérica, Camila se había acostumbrado a controlar cada aspecto de su vida.

A sus 35 años, había logrado lo que muchos consideraban imposible: transformar una empresa familiar en decadencia en un imperio global. Pero ese éxito tenía un precio. No había tiempo para amistades, familia ni amor. Camila vivía para su empresa y su ambición la había convertido en una mujer implacable. Sus competidores la temían, sus empleados la respetaban, y la prensa la bautizó como "La Reina de la Tela".

En el asiento frente a ella, su asistente personal, Sofía, revisaba en silencio el itinerario para la reunión en Milán. Camila apenas le dedicó una mirada. No necesitaba palabras para dar órdenes; su mera presencia bastaba para imponer respeto. Sin embargo, en el fondo, había algo que inquietaba a Sofía. La reunión en Milán no era solo un acuerdo comercial. Era una jugada estratégica que pondría a Imperium Textiles en la cúspide del mercado europeo, arrebatándole a su principal competidor, Valle Textiles, una oportunidad única.

Leonardo del Valle. El nombre resonaba en la mente de Camila como una advertencia silenciosa. Él era todo lo que ella despreciaba: carismático, confiado y, sobre todo, peligroso. Aunque nunca se habían enfrentado cara a cara, ambos sabían que el otro era su mayor rival. Un roce más en el mercado, y uno de los dos caería.

—Señora Villagrán, aterrizaremos en una hora —anunció el piloto desde la cabina.

Camila asintió sin apartar la vista de la pantalla. Cada detalle debía ser perfecto. No podía permitirse fallar. Pero justo cuando volvía a concentrarse, un leve temblor recorrió la nave. Al principio lo ignoró. Las turbulencias eran comunes. Sin embargo, el temblor se convirtió en sacudidas violentas, y las luces de la cabina parpadearon.

—¿Qué está pasando? —preguntó Sofía con nerviosismo, sujetándose al asiento.

—Nada que no puedan controlar —respondió Camila con frialdad, aunque en el fondo comenzaba a sentirse inquieta.

El piloto volvió a comunicarse, pero esta vez su voz estaba teñida de preocupación.

—Señora Villagrán, estamos experimentando una falla en los motores. Intentaremos un aterrizaje de emergencia.

Camila cerró los ojos por un segundo. Su mente analítica buscaba soluciones, pero en el aire, sin control, no había mucho que pudiera hacer. La sensación de impotencia era extraña, casi insoportable.

Las sacudidas empeoraron y el avión descendía rápidamente. Los documentos y dispositivos electrónicos cayeron al suelo mientras una alarma ensordecedora llenaba la cabina. Sofía lloraba en silencio, y Camila, por primera vez en años, sintió miedo. No por perder su vida, sino por perder todo lo que había construido.

El impacto fue brutal. Todo se volvió una mezcla de fuego, metal retorcido y silencio. Por unos segundos eternos, Camila quedó atrapada en la oscuridad, sintiendo cómo su cuerpo se debilitaba. ¿Así termina todo? pensó, mientras su conciencia se desvanecía lentamente.

Pero la muerte no fue el final.

Un rayo de luz atravesó sus párpados cerrados, obligándola a abrir los ojos con esfuerzo. Lo primero que sintió fue el dolor. No en su cuerpo, sino en su mente. Había algo extraño en el lugar donde despertaba. No era una habitación de hospital, ni una suite de lujo. Era un cuarto sencillo, con paredes blancas y muebles modestos.

Camila intentó levantarse, pero su cuerpo no respondía como antes. Su mirada recorrió la habitación hasta encontrar un espejo al otro lado. Lo que vio la dejó sin aliento.

El rostro que la miraba no era el suyo.

Desconcertada, se levantó tambaleándose y se acercó al espejo. La mujer que reflejaba tenía facciones delicadas, piel ligeramente bronceada y ojos grandes y expresivos. Era más joven que ella, quizá unos 28 años. Pero lo más inquietante era que no la reconocía. ¿Quién era esa mujer?

De repente, la puerta de la habitación se abrió, y un hombre alto, de cabello oscuro y traje impecable, entró con paso firme. Sus ojos verdes la miraron con una mezcla de preocupación y frialdad.

—Isabela, finalmente despiertas. —Su voz era profunda y controlada.

Camila sintió un escalofrío recorrer su espalda. Ese nombre… Isabela. No era el suyo. Y ese hombre… lo reconocía de inmediato. Leonardo del Valle, su mayor enemigo, estaba frente a ella. Pero para él, no era Camila Villagrán, la reina del textil. Era Isabela López, su esposa.

—¿Leonardo? —susurró con voz débil, intentando procesar la situación.

Leonardo la miró con escepticismo.

—Sí, soy yo. Has estado inconsciente durante días. ¿Recuerdas algo del accidente?

Camila, o ahora Isabela, lo miró fijamente, intentando ocultar su pánico. No sabía cómo, pero estaba atrapada en el cuerpo de otra mujer, casada con el hombre que más había detestado.

Y lo peor de todo… Leonardo no tenía idea de quién era ella en realidad.

Renacer en otro cuerpo

La cabeza de Camila —o, mejor dicho, de Isabela— seguía dando vueltas mientras intentaba comprender lo que acababa de suceder. Estaba en el cuerpo de otra mujer, casada con Leonardo del Valle, el hombre que había sido su competencia más feroz en el mundo empresarial. No sabía cómo había llegado hasta ahí, pero lo que sí sabía era que, si quería sobrevivir en este nuevo entorno, debía adaptarse rápidamente.

Leonardo permanecía de pie frente a ella, observándola con una mezcla de preocupación y desconfianza. Aunque sus palabras eran amables, sus ojos mostraban algo distinto. Camila estaba acostumbrada a leer a las personas, y en ese momento supo que él no confiaba plenamente en la mujer que tenía delante.

—Isabela, ¿estás bien? —preguntó Leonardo, cruzándose de brazos—. Te encontré inconsciente en el taller. Dijeron que fue un accidente… pero pareces diferente.

Camila tragó saliva. Diferente… claro que lo soy, pensó, pero no podía permitir que Leonardo sospechara.

—Sí, estoy bien… Creo que fue solo un golpe fuerte. Mi memoria está un poco confusa —respondió, esforzándose por sonar convincente.

Leonardo frunció el ceño.

—Eso explicaría algunas cosas. Has estado actuando extraño en los últimos meses… más distraída.

Camila no sabía qué responder. Nunca había conocido a la verdadera Isabela López, pero tenía la sensación de que esta mujer había llevado una vida muy distinta a la suya. Su atención se desvió hacia la ventana, donde se veía la ciudad extendiéndose en el horizonte. Desde esa casa, se podía apreciar la oficina principal de Valle Textiles, una torre moderna que competía con los mejores rascacielos de la ciudad.

—Deberías descansar —sugirió Leonardo—. El médico dijo que podrías experimentar confusión por algunos días.

—Sí, tienes razón —respondió Camila, deseando que él se marchara para poder pensar con claridad.

Leonardo la miró por unos segundos más antes de asentir.

—Bien. Estaré en la oficina si necesitas algo. Pero por favor, no vuelvas a entrar al taller sola. No quiero otro accidente.

Camila asintió lentamente y observó cómo Leonardo salía de la habitación. Cuando estuvo sola, se dejó caer sobre la cama, cerrando los ojos por un momento. ¿Qué está pasando? Su vida entera había cambiado en cuestión de horas. Ya no era la poderosa CEO de Imperium Textiles; ahora era una desconocida en su propio mundo.

Después de unos minutos, decidió explorar la casa. Si quería descubrir más sobre Isabela y su nueva realidad, debía familiarizarse con su entorno. La casa era grande, moderna y decorada con buen gusto, aunque faltaba algo: calidez. Había una frialdad en el ambiente que reflejaba la relación distante entre Leonardo e Isabela.

Camila llegó a una pequeña habitación al final del pasillo. Era un taller de costura, lleno de bocetos, telas y herramientas. Se acercó a una mesa donde había un cuaderno de diseño abierto. Las creaciones eran impresionantes, elegantes y originales. Isabela era una diseñadora talentosa… pero entonces, ¿por qué su nombre no era conocido?

Pasó las manos por las telas, sintiendo la suavidad y la calidad. La pasión de Isabela por el diseño era evidente en cada trazo, pero algo la detuvo: una carta arrugada en un rincón de la mesa. La abrió con cuidado.

“Isabela,

Sabes que tu lugar está aquí, no en ese mundo de negocios. Si insistes en seguir este camino, solo encontrarás fracaso. No eres como ellos.

—L.”**

Camila apretó los labios. Esa carta lo decía todo. Leonardo no apoyaba las ambiciones de Isabela. Él la veía como alguien que debía quedarse en la sombra, alejada del mundo empresarial. Eso explica muchas cosas… pensó Camila. Isabela no solo luchaba contra el mercado, sino también contra su propio esposo.

Un golpe en la puerta interrumpió sus pensamientos. Una mujer joven, de unos veintitantos años, entró con una bandeja de té.

—Señora Isabela, le traje algo para relajarse —dijo con una sonrisa amable.

—Gracias… —Camila dudó un momento antes de preguntar—. ¿Cuál es tu nombre?

—Soy Clara, la asistente personal que contrató hace unos meses. ¿Se encuentra bien? Ha estado algo ausente últimamente.

Camila fingió una sonrisa.

—Sí, solo estoy recuperándome. Gracias por preocuparte.

Clara dejó la bandeja sobre la mesa y se marchó. Camila se quedó mirando el té, perdida en sus pensamientos. Isabela tenía sueños, pero estaba atrapada. Era una situación familiar para Camila, quien había enfrentado durante años la lucha por ser tomada en serio en un mundo dominado por hombres.

De pronto, una idea comenzó a formarse en su mente. Tal vez este sea mi renacer, pero no tengo por qué renunciar a mi ambición. Si el destino la había puesto en ese cuerpo, lo aprovecharía. Convertiría a Isabela López en alguien que el mundo recordaría. Y lo haría empezando por recuperar el control de su vida y demostrarle a Leonardo del Valle que no era una mujer débil.

Caminó hacia el espejo una vez más, observando el reflejo de Isabela.

—Tendré que aprender a ser tú, pero no dejaré de ser yo —susurró con determinación.

Porque, aunque había renacido en otro cuerpo, su esencia seguía intacta. Y estaba lista para recuperar su poder, un paso a la vez.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play