Corazón Blanco
El Chico Ciego
Neville Park es un abogado que trabaja para una importante firma y es bastante famoso por no perder en ningún caso. Es un hombre adulto de 23 años, de apariencia seria, pero en realidad tiene un corazón muy blando.
Neville Park estaba caminando de regreso a casa, hasta que sintió que alguien se chocó contra él.
El ruido de un madera cayendo al suelo y el suave quejido de un chico lo hace alarmarse un poco, dándose vuelta lo mas rápido posible.
Neville Park
¿Se encuentra bien? Deberías fijarte por dónde...
Neville Park
(¿Es un chico ciego?)
Lee Jae
Discúlpeme, señor... Debería haber sido más cuidadoso.
Neville Park
Oh... Uh... Si, no te preocupes. Fue un accidente...
El chico ciego movía sus manos por el suelo, buscando su bastón. A pesar de que esté a pocos metros del chico, él era incapaz de encontrarlo.
Lee Jae
Um... Disculpe... ¿Usted ve dónde está mi bastón?
Su voz era suave y tranquila, pero con un toque de urgencia en ella.
Neville se agacha para tomar el bastón del chico ciego, entregándoselo mientras lo ayuda a levantarse.
Neville Park
Es peligroso para ti, ya sabes...
Lee Jae
No se preocupe por eso. Sé el recorrido de memoria...
Neville se encontraba algo dividido, sin saber si debería dejar al chico sólo e irse o sí debería acompañarlo hasta su hogar.
Habían muchas personas malas en Bodhi, por lo que fácilmente podrían engañarlo, lucía muy inocente.
Neville Park
Uh... ¿Quiere qué le acompañe?
Neville Park
Sería más seguro.
Lee Jae
¿De verdad lo dice?
Lee Jae
Se lo agradecería mucho, señor...
Neville Park
Ah... Si, lo siento. Dime Neville.
Lee Jae
Un gusto, señor Neville. Me llamo Jae.
Lee Jae
Le diré dónde queda mi hogar, pero... ¿Está seguro de qué no le molesta?
Neville Park
No, no me molesta en lo absoluto.
Neville no comprendía por qué se ofreció a acompañar al chico. Ni siquiera lo conocía.
De repente, sintió el delgado brazo del chico ciego debajo del suyo, dejándose guiar completamente por él. Aunque Neville se sentía perplejo y algo incómodo por esta acción, no intentó apartar su brazo.
Luego de una pequeña caminata, ambos llegaron a una casa, de tamaño mediano y de aspecto algo antiguo.
Del interior de la casa, salió un anciano de unos 60 años, que los miró a ambos con confusión.
Lee Dae-Hyung
Jae, ¿quién es éste hombre que te ha acompañado aquí?
Lee Jae
Su nombre es Neville, abuelo...
Lee Jae
¡Parece que es una buena persona! Me ha traído justo cuando estaba algo perdido...
Neville Park
Un gusto, señor. Mi nombre es Neville Park.
Lee Dae-Hyung
Señor Park, muchas gracias por traer a mí nieto a casa. Soy Lee Dae-Hyung, el abuelo de éste muchacho.
Lee Dae-Hyung
Lamento si le causó problemas.
Neville Park
No, para nada. Su nieto es un chico muy inofensivo.
De la nada, las pequeñas manos de Jae toman las manos de Neville entre las suyas, mientras una brillante y suave sonrisa se extiende por su rostro.
Lee Jae
Señor Neville, quédese a comer la cena con nosotros... ¡En forma de agradecimiento por su amabilidad!
Neville Park
Oh... Me encantaría, pero...
Lee Dae-Hyung
Sí, es una buena idea. Quédese a cenar, señor Neville. Debe estar cansado, tiene pinta de haber trabajado mucho.
Neville Park
Oh... Yo... Uh...
Neville miró hacia todos lados, sin saber exactamente cómo responder.
Al final, Neville no tuvo otra opción más que aceptar.
Neville Park
Está bien... Cenaré con ustedes.
La Cena
La casa era acogedora, de aspecto antiguo pero moderno a la vez.
Jae se sentó en el sofá de la sala de estar, dejando suavemente su bastón junto a el mientras sus ojos verdosos y ciegos miran hacia abajo.
Luego, de repente, una gata salta sobre el regazo del chico ciego, quien toca un poco su cabeza y luego su cuello, el cual tenía un collar con un cascabel en el.
La gata parecía bastante mansa e inofensiva, dejándose tocar por el chico ciego mientras ronronea suavemente.
Lee Jae
Señor Neville, mire... Esta es mi gata, se llama Campanita.
Dijo Jae inocentemente, sonriendo suavemente, sus ojos ciegos aun mirando hacia abajo, pero ahora con su cabeza en dirección a Neville.
Lee Jae
Se llama Campanita por su collar... Ya sabe.
Campanita ronronea bajo el toque del chico ciego, felizmente pasando su cabeza contra él.
Luego la gata salta al suelo y camina hacia su plato de comida, su collar haciendo ruidos de vez en cuando.
Neville Park
Es muy mona. Puedo decir que te tiene bastante cariño...
Lee Dae-Hyung
Es un gato de apoyo emocional.
Lee Dae-Hyung
Pensé que a Jae le vendría bien uno, en especial con su condición. A veces puede aburrirse mucho...
Lee Dae-Hyung
... O eso creo yo.
Las mejillas de Jae se sonrojan tímidamente ante las palabras del señor Lee, como si le diera algo de vergüenza.
Lee Jae
Abuelo... eso no es importante...
Neville Park
Ya veo. A mi me gustan mucho los gatos, son muy tiernos...
Neville tuvo que pensar dos veces su respuesta. Después de todo, Jae no sabía cómo era un gato.
Se sintió algo mal por lo que dijo, por lo que intentó cambiar el tema.
Neville Park
Um... Bueno, ¿quién cocina la cena? No me molestaría ayudar un poco...
Lee Jae
Mi abuelo cocinará. Créeme que él es un muy buen cocinero.
Lee Dae-Hyung
Me halagas, Jae.
Lee Dae-Hyung
Señor Neville, por favor siéntese. Yo me ocuparé de todo.
Neville estaba algo indeciso, quería ayudar al señor Lee para no lucir irrespetuoso o irresponsable.
Pero antes de que pudiera decir algo, escuchó al chico ciego darle algunas palmaditas al lugar junto a él, mientras sonreía de suavemente.
Lee Jae
Señor Neville, conozcámonos un poco más mientras el abuelo prepara la cena...
Neville Park
Pero... Yo... Uh...
Lee Jae
Venga, no sea tímido.
Lee Dae-Hyung
Así es, señor Park. Deje que yo me ocupe de todo.
Lee Dae-Hyung
Además, usted es nuestro invitado. No sería adecuado que usted tenga que hacer cosas.
Luego de unos segundos de vacilación, Neville finalmente cedió, sentándose junto a Jae.
El chico ciego lucía muy contento de tener a alguien junto a él, como un niño con su primer amigo.
Lee Jae
Señor Neville, ¿cuántos años tiene?
Lee Jae
Su voz suena muy gruesa.
Neville Park
Tengo 23 años.
Neville, por alguna razón, evitaba a toda costa decir el nombre de Jae.
Cómo si eso lo hiciera sentirse nervioso.
Lee Jae
Pensé que era más mayor, señor Neville...
Neville Park
Supongo que... mí voz suena muy gruesa.
Neville estuvo a punto de meter la pata en ese momento.
Decir que "lucía" mayor a un chico ciego sería casi insultante.
Neville Park
Por cierto... ¿Dónde están tus padres?
Neville Park
Noté que estás sólo con tu abuelo.
Casi al instante, el suave rostro del chico se volvió algo triste y serio. Tal vez no fue una pregunta adecuada.
Lee Jae
Bueno, Señor Neville... Verá...
Lee Jae
... Mis padres me abandonaron a los cinco años. Supongo que criar a un hijo ciego era demasiado difícil.
Definitivamente, Neville la cagó.
Neville Park
Oh, discúlpeme... No tenía ni idea.
Neville Park
Lo siento mucho...
Lee Jae
Está bien, ni siquiera lo recuerdo tan bien.
Una suave sonrísa se volvió a extender por el rostro del chico, un poco forzada.
Aunque Neville quería disculparse de nuevo por su pregunta, no quería hacer sentir aún más mal a Jae.
Lee Dae-Hyung
¡Vengan a comer! ¡Qué ya está lista la comida!
Luego de la agradable cena, Jae se ofreció a acompañar a Neville afuera.
O más bien insistió en hacerlo.
Neville Park
La cena estuvo deliciosa.
Neville Park
Muchas gracias... Jae...
Lee Jae
No hay de qué. Además, debería agradecer a mi abuelo, el fue quien cocinó.
Lee Jae
Por favor, visitenos de nuevo.
Neville Park
Lo pensaré...
Neville Park
Una vez más, muchas gracias.
Neville Park
Espero no haber sido una molestia.
Neville no podía parar de mirar al chico ciego a los ojos. Cómo un alfiler atraído a un imán.
Lee Jae
Para nada, señor Neville...
Lee Jae
Ha sido un placer tenerlo en casa.
Neville Park
Lo haré. Buenas noches, Jae. Y buenas noches para tu abuelo.
Con eso, Neville se dió la vuelta y se alejó lentamente, pero miró una última vez hacia atrás para asegurarse de que el chico ciego entrara de nuevo.
No podía comprender por qué se sentía... protector con ese chico.
El "Cobrador de Impuestos"
Al día siguiente, Neville se fue de compras.
Todos los domingos se iba de compras, solo comprando lo necesario para una semana.
Neville Park
Bien... Huevos, leche, arroz...
Neville Park
...Té, café...
De la nada, oyó a un hombre gritarle a alguien en la tienda. Sonaba cada vez mas agresivo, y nadie lo detenía.
Neville fue a ver que sucedia, dejando sus compras en el carrito.
Para su sorpresa, estaban Jae allí, siendo gritado por un hombre de traje, con un apestoso olor a cigarrillo.
Jae lucía nervioso y algo asustado, sus ojos verdosos y ciegos mirando en dirección al hombre.
Kyoku Toga
Sí no pagan lo que deben, voy a tener que tomarlo a la fuerza, ¡¿oíste?!
Lee Jae
Señor Kyoku, por favor... Tenga un poco de paciencia, le prometo que pagaremos por los servicios de luz, agua y gas...
Lee Jae
Solo denos un poco de tiempo, por favor.
Kyoku Toga
¿Por qué debería esperar? ¡Quiero mi dinero ya!
Neville no podía dejar que un hombre como este tratara de esa manera a Jae, por lo que decidió intervenir.
Neville Park
Señor, le pido que deje de gritarle a este chico. Es muy grosero de su parte.
Casi inmediatamente, Jae reconoció la voz de Neville, mientras camina con un poco de urgencia en su dirección.
Pero antes de poder acercarse a él, el hombre de traje lo tomó de la muñeca y lo tironeó para que se quedara dónde estaba.
Kyoku Toga
¿Qué se mete usted? ¡No es asunto suyo!
Neville Park
Si es asunto mío, este chico es ciego. ¿Cómo puede ser tan inhumano en tratarlo de esa forma?
Neville Park
Si le debe dinero podría esperar a ir a su casa para poder pedirlo. ¡Esto es completamente inaceptable e grosero!
Kyoku Toga
¿Quién se cree que es? ¿Un héroe?
El hombre, a pesar de querer seguir peleando, tuvo que irse antes de que llegaran los de seguridad.
Cuando el hombre se fue, Neville se acercó a Jae, quien parecía algo confundido y nervioso.
Sus ojos ciegos miran hacia abajo, mientras juguetea con su bastón nerviosamente.
Neville Park
¿Te encuentras bien?
Neville Park
Ese hombre es muy grosero...
Lee Jae
Estoy bien, señor Neville...
Lee Jae
Gracias por ayudarme...
Neville Park
No es nada. No podía dejar que un hombre así te... tratara así.
Las mejillas de Neville se sonrojan un poco ante sus propias palabras, y en silencio agradece de que Jae es ciego y que no puede ver su vergüenza.
Lee Jae
No tenía por qué... Pero muchas gracias. Ya son dos veces que me ayuda.
Neville Park
Sí... Por cierto...
Neville Park
¿Qué haces aquí solo? ¿Dónde está tu abuelo?
Lee Jae
Oh... Mi abuelo debe de estar en alguna de las secciones. Esta buscando la comida para hoy.
Neville Park
Ya veo. ¿Quieres qué te ayude?
Lee Jae
No, señor Neville. Pero se lo agradezco mucho.
Lee Jae
Una vez más, gracias por ayudarme de nuevo.
Neville pensó en dejarlo así, ya que dijo que no necesitaba más ayuda. Pero por un momento no pudo moverse de su lugar, sus ojos fijos en Jae.
Debía saber quién era el bastardo de antes.
Neville Park
Bueno, en ese caso... Déjeme hacerle una pregunta.
Lee Jae
Dígame, señor Neville. ¿Qué sucede?
Neville Park
¿Quién ese hombre? ¿Por qué quiere dinero?
Neville Park
¿Ustedes le deben dinero o algo así?...
Neville sabía que no debía entrometerse, pero su curiosidad era mucho más grande.
O era algo más lo que lo llevaba a preocuparse.
Lee Jae
Oh... Es un cobrador de impuestos...
Lee Jae
Todos los meses va a nuestro hogar para cobrar el dinero de los servicios. Ya sabe, luz, gas y agua...
Lee Jae
Pero éste mes no le hemos podido pagar.
Neville Park
¿Cómo se llama?
Lee Jae
Oh... Su nombre es Kyoku Toga.
Eso le ayudaría a Neville investigar esto a fondo.
Neville Park
Hmm... Nunca había oído ese nombre.
Lee Dae-Hyung
Jae, ya están las compras. Vamos a casa.
Lee Dae-Hyung
¡Oh! Señor Neville, qué agradable sorpresa.
Lee Dae-Hyung
¿Usted está de compras también?
Neville Park
Oh, si, señor Lee...
Neville Park
Me he encontrado con Jae mientras compraba...
Neville Park
¿Cómo se encuentra?
Lee Dae-Hyung
Bastante bien, gracias por preguntar.
Lee Dae-Hyung
Bueno, ya debemos irnos. Tengo que cocinar el almuerzo.
Lee Dae-Hyung
Nos vemos pronto, señor Neville. Por favor, visítenos.
Con eso, Jae y su abuelo se fueron. Jae aún parecía incómodo por lo sucedido, pero al menos ese hombre no los molestaría hasta fin de mes.
Luego de las compras, Neville volvió a su hogar, dispuesto a investigar a ese hombre.
Encendió su computadora y comenzó a buscar cobradores de impuestos con el nombre de ese tipo. Pero no se sorprendió mucho cuando descubrió que ese hombre no era un cobrador de impuestos real.
Con esa actitud, lo dudaba mucho.
Al dia siguiente, Neville decidió ir a la casa de Jae para advertirles de ese hombre.
Merecían saber la verdad.
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