Argumento:

La vida, la muerte, la corrupción y las mentiras son los temas principales de este relato sobre guerreros, amigos, amantes y asesinos. Sorprendentemente, en lugar de la muerte y el olvido, estos temas otorgan redención y nuevas oportunidades.

La protagonista, víctima de una amistad difícil y un amor imposible, debe pagar un precio excesivo, si desea sobrevivir a ambos.

El protagonista, un asesino de élite que se esconde tras su máscara de un Seal, que solo vive por el recuerdo que aquel río le trajo por primera vez, marcándolo para siempre.

Nuestra sicaria, es una mujer que ambos creyeron conocer; es un guerrero despiadado que lucha internamente para mantener sus secretos y enfrentar los demonios, de su cotidiana existencia, en la oscuridad. La muerte y la vida, la han elegido como una balanza cósmica, que ella jamás quiso ser.

Noel y Kellian, aprenderán con dolor, sobre la mano negra de muerte que posee Anahí, también conocida como Lady River, y de lo que es capaz de hacer en momentos donde los que ama están en peligro.

Cuando el dolor, las mentiras y los secretos salgan a la luz del río de la vida; ellos dos, deberán ser jueces y jurados, para decidir si perdonan con amor y con piedad o condenan al olvido, a esta mujer tan misteriosa y compleja, que es un bastión para tantas almas, tomando cada uno su camino sin mirar atrás.

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Nota de la autora:

El cabello, de color rojo cálido en tu cabeza, ha sido la fuente de inspiración de este libro. Las noches que compartimos de risas, mates y bailes, junto a la máquina de escribir que dio forma a las letras y párrafos, son inolvidables. Tus ojos marrones claros me guiaron hacia la amistad verdadera. Tu nombre inspiró a algunos de mis personajes, y la calidez de nuestra amistad, junto con la intensidad de tus emociones, dieron vida a mi heroína y su historia en este libro, que te dedico Noel. Tu amistad fue y es muy valiosa para mí.

Este libro, también está dedicado a la memoria de mi padre, a quien agradezco la vida y sus enseñanzas. A pesar de los obstáculos que la vida nos presentó, siempre intentó ser el mejor padre que pudo ser, brindándonos su sabiduría a pesar de las pocas oportunidades. A pesar de las cartas difíciles que nos tocó jugar, siempre estuvimos juntos luchándola. Gracias por ser mi querido padre, Pedro Adrián. Siempre te amaré y te recordaré con cariño.

Pedro A. M: 14/05/1933 – 4/04/1997 QEPD.

La novela, está dedicada a las personas que sufren de TEPT (Trastorno Por Estrés Postraumático), una enfermedad tratable, pero incurable que se clasifica dentro de los trastornos de ansiedad. Este trastorno se caracteriza por la aparición de síntomas específicos, después de la exposición a un acontecimiento extremadamente traumático y amenazante para el individuo, lo que puede causar trastornos duraderos.

El trastorno de estrés postraumático, se diagnostica cuando una persona ha experimentado o presenciado un evento, que involucra muerte o amenaza a la integridad física propia o de otros, y ha respondido con temor, desesperanza u horror. El evento traumático es revivido persistentemente, a través de recuerdos recurrentes, sueños terroríficos, sensación de que el evento está sucediendo, ilusiones ópticas, alucinaciones y flashbacks. En los niños pequeños, esto puede expresarse a través de comportamientos desestructurados, juegos repetitivos o re escenificación del evento traumático.

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En este libro, la asesina, es nombrada de diferentes maneras según quién hable de ella.

Para unos es Anahí, la novia de un compañero, la niña pescadora y la mujer en la que se convirtió por amor.

Para otros es Maíma Ña Ysyry, la protectora de los Peques y los Topos que son sus recatados.

Para los profesionales que la rodean, es la Flaca y Lady River, una asesina y negociante altamente efectiva, y devastadoramente cruel cuando se lo propone.

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🚨🚨 Aviso Extra 🚨🚨

Se subirán capítulos, cada tres o cuatro días, debido a problemas familiares y de salud. Espero y sepan entender la situación reinante.

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Los quiere su autora Martínez Iris.

...LA LEY Y LA TRAMPA...

Yo que fije las reglas,

Que llevé las riendas, que hice la ley.

Tú que ponías cara,

Carita de nada, dejándome hacer.

                     *

Yo que un amor dejaba,

Cuando otro llegaba sin comparecer.

Tú sin un solo alarde,

Poquito más tarde me hiciste caer.

                       *

En tu boca mordí la manzana

Carmín del deseo y la tentación

Pero no imaginé que dictando la ley

En la trampa caería yo.

                       *

Puras leyes, puras trampas,

Inventamos al amor,

Y seguimos adelante,

Corazón a corazón.

                       *

Ay florcita traviesa,

Pusiste entre rejas a este picaflor,

Y hoy tus leyes se cumplen,

Y mi barco se hunde en tu mar de amor.

                        *

Yo que inventé este juego,

De escapar a tiempo no me quiero ir,

Tú sin mover un dedo,

Me diste el señuelo que te puse a ti.

^^^Autores: Roberto Juan Ternavasio, Jorge Omar Mlikota ^^^

^^^Intérprete: Chaqueño Palavecino^^^

Prólogo:

Años después el 30 de junio. Estancia La Duquesa Gaucha, Neuquén, Patagonia, Argentina:

Ella, se refugiaba en lo alto de una de las bardas que rodeaban su territorio, sentada con las piernas abiertas sobre Centauro, un imponente Clydesdale de pelaje negro. Ella había conseguido tanto la hacienda, que ahora se conocía como La Duquesa Gaucha, como la confianza y lealtad de los habitantes de la estancia; además de la habilidad para montar a este majestuoso semental. Con su larga cola trenzada y sus elegantes crines ondeando al viento patagónico, él y ella, irradiaban una innegable mezcla de arrogancia y gracia. Nadie en la estancia, podía entender cómo Anahí, dominaba a semejante criatura, con tanta facilidad.

El majestuoso percherón, experimentaba una sensación de inquietud, percibido por la hostilidad que emanaba de ella, y ambos comprendían el motivo por el cual esto sucedía.

Anahí, estaba al tanto del autor del infausto ataque incendiario, contra su hacienda y su empresa, que terminó con la muerte de premiados especímenes, tanto equinos como vacunos. Durante mucho tiempo, la maldita y su secuaz, habían buscado la forma de arruinar su floreciente negocio de cría de caballos, donde ella había invertido miles de dólares en la construcción de un centro de fertilización veterinaria, que junto al de Bariloche, en la provincia de Río Negro, eran los más grandes de la Patagonia.

Con una sucesión de partos de primera categoría, había logrado una excelente camada, catapultando su hacienda a nivel internacional, superando incluso a los Stanton, quienes figuraban en el decimotercer lugar entre los veinte mejores criadores mundiales, mientras que Anahí ostentaba el octavo puesto.

El velo de la justicia, caerá sobre la maldita mujer; cuya maldad, la ha llevado a reinar con terror y opresión económica, en estos últimos años. Este apenas será el comienzo de su final.

En la historia que Joshua y Anahí compartían, el destino los llevó a un desenlace que culminó con la creación de alguien, que hoy es parte de su historia juntos. Por aquel entonces, Anahí había acordado con Damien Joshua Stanton el alejamiento de su nieto, firmando un documento, que la obligaba a mantenerse alejada tanto de Joshua como de los gemelos, que él y su esposa habían tenido un año atrás. Este acuerdo también especificaba, otras condiciones que debían ser cumplidas. Sin embargo, el anciano ya no estaba presente. Hacía cinco años que había muerto y desde entonces, ella se había mantenido alejada de los niños, porque aún tenía uno más con quien arreglar temas y ese era Damien Joshua Stanton hijo.

Él, era tan responsable como el viejo y la puta, de esta mierda de situación y vida. Eran culpables de su suerte y la de Ramón, que había sido aceptado muy felizmente por los hijos de Joshua, con quienes vivían juntos, pero escondiendo su verdadera identidad a casi todo el mundo. Además, estaba Pamela, que se había fugado de la estancia de Steven y logró llegar junto a su bebé a EE. UU.; para estar junto a Ramón. Mientras sonreía al cielo neuquino, se prometió que esto lo arreglaría con Lord por ayudarla.

Era tal el amor que los unía, que ella solo pudo sonreír, cuando logró contactarse con Ramón y este le pasó su mensaje, diciendo: “ni, aunque vengan todos los Ángeles Caídos juntos, me separas de él Ña Ysyry”, y de fondo, se sentía el llanto del bebé.

Pero también, estaba preocupada por su mejor amiga, Noel Luz Valsan, más conocida como “la Moro”. Ella estaba rara y arisca. Este último tiempo, estaba bastante osca con respecto a su normal carácter, con respecto a estar en contacto con ella, y había desaparecido varias veces después de que se rencontrara con Kellian. Más aún, después de que el médico le diera una dura noticia, luego de aquel último incidente en que juntas sobrevivieron, y este le dijo: “no podría volver a quedar embarazada nunca más”.

Eso era muy triste, y la culpa de esto ¿de quién era?… de Anahí, solo de ella. Esa vez, en que la había llevado a una misión, para la que necesitaba su apoyo logístico y operacional; en la cual un mal cálculo por parte de Anahí, los guardaespaldas de los dos magnates rusos, al sentir el disparo perforante que realizó contra el Cadillac convertido en limusina, que usaran siempre que llegaban a Nueva York, abrieron “fuego a discreción” contra lo que caminara, y entre ellas estaba Noel. Las esquirlas del vidrio del escaparate del negocio que observaba, se alojaron en sus piernas y algunas en su bajo vientre, provocándole una lesión muy grave en el útero que le imposibilitaría tener bebés para siempre; ya que, si quedaba embarazada, moriría ella y el o los bebés gestantes.

Pero esto no había parado a Noel y Kellian. Habían intentado tener un hijo mediante inseminación, porque naturalmente no lo habían conseguido, pero todos los intentos habían sido infructuosos, y ambos habían llorado y despotricado contra Anahí.

Por eso, ella les regalaría lo que ambos tanto anhelaban, y después cobraría venganza contra la Stanton. Estaba cansada de sus maquinaciones y abusos. El fin de esta lacra tenía una fecha y hora, la cual ella la cumpliría a tiempo porque este cartero ya llamó dos veces.

Llegando en un caballo criollo ruano, cruza con percherón, una voz muy suave y llena de preocupación, la sacó de sus pensamientos.

—Maíma…

—Mi querido Gringo, ¿cómo has estado?, espero que, al ver este video, me odies un poco más. Tú eres una de las pocas personas a quien en verdad estimo y siento no poder estar para tu arribo, que dicho sea de paso… ha sido cuando yo no estoy, sino este video… no estaría en curso. Debes entender, que esto es muy jodido. No en broma mi amigo. La mierda sepultada en este terreno es más grande de lo que me imaginaba. Tenés prohibido ingresar a dos sitios de este lugar hasta que yo termine este video y te explique qué paso, ellos son el cuarto que posee la leyenda “PROHIBIDO EL INGRESO A TODO PERSONAL NO AUTORIZADO” y el que es mi dormitorio. A lo primero creí que solo serían problemas edilicios, pero con el paso de las semanas, me di cuenta de que había muchos secretos y cosas malas en esta estancia.

^^^Fragmento de la video salutación^^^

^^^De la novela El teniente del río Uruguay^^^

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Cinco años antes:

Cerro Tronador, cumbre internacional Argentina-Chile, tres de junio:

En el desierto patagónico, al oeste de Río Negro, sobre la cordillera de los Andes en el lado argentino; en el frío suelo nevado, donde el inhóspito paisaje es vida y misterios, que la nieve fina ya cubrió de blanco, mientras la tierra madre del Cerro Tronador es su guardiana infranqueable; en esa bellísima visión se esconde un personaje secreto, que no debería estar aquí.

...(Cerro Tronador, visto desde el lago Mascardi, San Carlos de Bariloche, Patagonia, Argentina)...

El conocido y típico sonido de ruptura de las altas nieves, del cerro y su glaciar, indica que hoy está más enojado que nunca, y chilla por la intromisión no deseada del extraño “foráneo” que se atrevía a pisarlo, y era por el atrevimiento de quien se hallaba agazapado y encubierto, con enmascaramiento y equipo invernal de montaña.

Ese personaje, no era otro, que el Capitán Gunn “Mustang” Kellian Francis, quien no mostraba su rostro; el que estaba cubierto con un pasamontaña térmico y, además, por el sonido del cerro, no era para nada bienvenido, y eso él lo sabía más que la misma verdad comprobada.

...(Kellian uniforme de combate Alta montaña)...

Según cualquier vendedor turístico, este lugar era un sueño para cualquiera que adorara escalar en alturas y admirar el paisaje. Eran las nueve y treinta de la mañana, en el lenguaje militar las 0930 hrs (cero novecientas treinta horas) y aquel tres de junio el frío se hacía sentir, presagiando al invierno que clamaba pista, y como diría Anahí, “¡¡mamita… ni dos bastardos llenos de testosterona ardientes, me calentarían para apaciguar el frío del invierno!!”.

Mientras el recuerdo se colaba en su mente; él tenía que estar de acuerdo con ella, y al parecer, este año la Pachamama se había enojado con la Patagonia, pues el frío era aterrador y para nada benigno desde mayo, al igual que los estruendos de las rupturas de los cúmulos de nieve de esta parte del cerro, que como grandes trompetas presagiaban un mal cercano.

Las nevadas eran copiosas, pero finas y como hacía mucho tiempo no se veían. Aunque él sabía que este lugar, era en sí mismo bravo en el invierno y en su comienzo siempre parecía más duro, era un lugar para admirar y respetar, pero no para hacer vigilancia.

Mierda de misión se le había antojado, esta vez, al Tío Sam.

Él estaba harto de estar en Sudamérica, ya quería regresar a Georgia, a sus suburbios, a su casa y a su cama, al soul y al blues, y a las comidas típicas de su hogar. Pero esta misión era su objetivo ahora; y debía concentrarse en ella. Sospechaba que tenía algo que ver con lo que habían encontrado hacía más de dos años y medio en la estancia de Steven, y no le agradaba. Pero el título de su actual misión, era el acabar con la asesina a sueldo que tenía en jaque a tres cuartas partes de la policía mundial.

Su nombre: Lady River.

Ella se movía como una serpiente, en silencio y arrastrándose. Cambiaba de piel cada seis meses y para él, era una serpiente cruza con camaleón; según él había escuchado el refrán “cambia de colores según la ocasión” y este era letal. El “apodo” le quedaba perfecto, ella era un ser invisible, extremadamente sufrible e irrastreable. Con cada ocasión en la que la habían tratado de atrapar, ella desaparecía frente a sus ojos como aquel animal.

Estaba agotado, hacía quince días, que vigilaba este lugar, cambiando de posiciones, y seguía sosteniendo que era excelente para venir a despejarse, pero no para salir en una puta misión. Había cavado un nuevo agujero en la tierra para ocultarse, o como lo llamaban por aquí, pozo zorro. Lo había camuflado con rocas y pastizales zonales. Se había envuelto en una capa térmica para evitar ser rastreado por el calor, cosa que él sabía que, en la Argentina, solo la Armada y Gendarmería poseían esos visores, además de que eran reliquias obsoletas y de muy baja calidad; a comparación de la tecnología de él, que con el equipo que el Tío Sam le había dado a cargo, y este a su vez no era de los últimos en tecnología y tenía una antigüedad de cuatro años, eran bastante nuevos, pero “una novedad sin precedentes”, sí, algún militar argentino, llegara a poner sus dedos sobre él. “Beberían tu sangre por poner sus dedos sobre ellos” diría Anahí, ella siempre se burlaba de los trastos tecnológicos que él estudiaba.

Sus coordenadas eran 41° 9’38.67” S, 71°53’6.52” O, las cuales debían ser ubicadas por un GPS satelital, gracias a un microchip que tenía en su pierna izquierda. Era el nuevo juguete de prueba que estaban usando para los Teams, así sería más fácil rastrearlo y encontrarlo, en caso de ser atrapado o si estuviera herido. Lo que él no esperaba ver, era movimiento alguno. Había recorrido ese vasto territorio; diez veces en estos días, y no había encontrado nada que digiera que allí se encontraba la guarida de Lady River. Lo único que vio fue un Piche Patagónico y unos cuantos Guanacos. Por Dios que gracioso si esto era un desierto seco y él no tenía ni la más puta idea de que hacía aquí, al menos en Afganistán o en Bagdad, tenía un objetivo claro y conciso al que podía ver y destruir. O al menos eso creía. Pero con La Lady, él no tenía ni idea de quién o a que cazaba. Ella era un fantasma diabólico.