Amor Y Calle
Capítulo 1
Majo
* El timbre suena, y yo no puedo evitar suspirar. El mismo sonido de siempre, el que marca el fin de una clase y el inicio de otro día que será igual que todos los demás.
Majo
Siendo sincera, cada vez siento que estudio para nada, si al final mi futuro será igual que el de toda mi familia: empleado de segunda mano con un sueldo que solo alcanza para lo justo.
Majo
Pero no soy como ellos. Mi madre me enseñó que los sueños se logran con esfuerzo, no con favores. Mi sueño no es ser famosa ni rica, sino salir de este barrio y escuela, donde las oportunidades son escasas y solo se busca sobrevivir.
Majo
Mientras hago mis tareas, lo veo pasar a él, Santino, tan seguro de sí mismo, como si todo a su alrededor fuera suyo, como si nada lo intimidara. Él sabe que es lindo y lo aprovecha, demasiado diría yo.
Majo
Santino no es mi tipo de chico ideal. Pero cuando sus ojos se cruzan con los míos, siento una punzada en el pecho. No sé por qué.
Majo
Me atrae de una manera que no quiero admitir.
Majo
Pero los chicos como él no buscan algo serio, solo diversión. Y yo no tengo tiempo para eso.
Majo
Cuando finalmente suena el timbre, me apuro a salir del salón y me dirijo hacia el patio, donde siempre me encuentro con mi mejor amiga.
Majo
Miro hacia el pasillo, y ahí está Santino, rodeado de un grupo de chicos, hablando y riendo como si todo fuera sencillo.
Majo
Lo observo un momento más antes de que mi amiga me arrastra de nuevo a la conversación.
Lauren
¿Lista para ir a perder el tiempo en la biblioteca?
Me dice en tono de broma. Me río y le doy un empujón suave en el hombro.
Lauren
Ay, Majo, ni sé para qué te hago chistes… Al final eres la que siempre se toma todo tan en serio
Majo
Por favor, Lauren, no soy tan seria.
Le respondo, poniéndole una cara exagerada de fastidio. Ella se ríe, sacudiendo la cabeza.
Majo
* Me detengo un segundo y miro hacia atrás, hacia donde está Santino, todavía rodeado de su grupo de chicos. Es cierto que él no es mi tipo ideal, pero hay algo en esa seguridad, en esa manera de reírse como si nada importara, que no puedo ignorar.
Empujo suavemente a Lauren para que siga caminando.
Majo
Cállate y mejor dime, ¿qué hacemos esta tarde?
Lauren
A ver, quizás hoy hagamos algo que no tenga que ver con estudiar, o con correr a la biblioteca
Me dice, dándome una mirada cómplice. Nos reímos, y con eso la tarde sigue como cualquier otra.
Capítulo 2
Majo
El sol de la mañana entra por las ventanas del aula, el aire todavía tiene ese toque de verano ya que todavía seguimos en marzo. El profesor entra con unos papeles en la mano, y desde el fondo se escucha un suspiro colectivo: todos sabemos lo que eso significa.
Profesor
Voy a asignar equipos para el proyecto del trimestre.
Dice el profesor, con ese tono que deja en claro que no acepta quejas.
Majo
* Lanzo una mirada a Lauren, que levanta los pulgares desde su mesa, cruzando los dedos para que nos toque juntas. Pero en cuanto el profesor comienza a leer los nombres, sé que las esperanzas son pocas.
Profesor
Martínez con Gómez… López con Ríos… Torres con Navarro…
Majo
* Escucho mi nombre en el aula y me tenso al oír el segundo apellido: Santino Navarro. Me toma un momento darme cuenta de que es él, el chico que veo desde que comenzó la secundaria, aunque apenas hemos hablado.
Majo
Mientras intento asimilarlo, Santino se levanta y camina hacia mi mesa con su habitual calma, como si nada lo sorprendiera. Lleva el cuaderno en una mano y la mochila al hombro, con una ligera sonrisa que siempre parece estar en su rostro.
Santino
Supongo que ahora somos equipo.
Dice, mirándome con esos ojos que parecen estudiar cada gesto.
Le respondo, intentando sonar casual.
Majo
* Nos movemos a una mesa en el fondo del aula para trabajar, y al principio, el silencio es incómodo. Ninguno de los dos dice mucho, y me cuesta concentrarme. Finalmente, él rompe el silencio con una media sonrisa.
Santino
¿Por dónde quieres empezar?
Pregunta, mirándome como si estuviera esperando ver mi reacción.
Majo
Bueno… podríamos dividirnos el trabajo.
digo, y me esfuerzo por sonar tranquila.
Él suelta una risa ligera.
Santino
Siempre tan práctica, ¿no?
Majo
* No sé si es un chiste o si realmente me está observando, así que le lanzo una mirada curiosa.
Majo
¿Y tú? ¿Sueles hacer los proyectos a último minuto?
Santino
A veces. Pero puedo adaptarme. Es mejor que estresarse por todo.
Majo
* Su respuesta me hace pensar en el tipo de vida que lleva. Mientras yo me concentro en todo lo que quiero hacer para salir de aquí, él parece vivir sin preocupaciones, como si el futuro llegara solo. Esa diferencia me intriga, y aunque no lo diga, empiezo a mirarlo de otra manera.
Majo
Seguimos hablando del proyecto, pero entre las ideas y las notas, Santino de pronto cambia de tema de una forma inesperada.
Santino
¿Piensas irte a estudiar a otro lado?
Pregunta, como si en lugar de trabajar, estuviéramos en medio de una charla cualquiera.
Majo
Sí, quiero algo más. No es que odie este lugar, pero… no sé, siento que es un lugar en el que uno se queda atrapado.
Majo
* Él guarda silencio unos segundos y me mira como si entendiera, pero no dice mucho más. La conversación vuelve al proyecto, aunque no puedo evitar sentir que hay más detrás de esas pocas palabras, como si él también tuviera algo que decir y lo estuviera guardando.
Majo
El timbre suena de pronto. Me doy cuenta de que la clase terminó y no he avanzado tanto como pensaba. Santino se levanta y recoge su mochila, dándome esa media sonrisa suya.
Santino
Entonces, ¿seguimos mañana?
Majo
* Le digo, intentando sonar tranquila mientras me guardo las notas. Pero por dentro, siento una emoción que no sé bien cómo explicar.
Majo
Salgo del aula y encuentro a Lauren, que me espera en la puerta con una expresión divertida. No tengo que decir nada; ella ya ha notado lo que está pasando y empieza a hacerme preguntas. Le hago una seña para que no me moleste tanto, aunque en el fondo sé que esta semana acaba de volverse un poco más interesante.
Capítulo 3
Majo
Mis pensamientos están atrapados entre el caos de mi mente y la incertidumbre que siento en el estómago, todo por un nombre: Santino Navarro.
Majo
Hoy, mientras camino hacia el salón, lo veo a lo lejos y no puedo dejar de pensar en él.
Majo
Hace unos días tuvimos nuestro primer contacto real, cuando el profesor nos asignó como equipo para el proyecto.
Majo
Hoy, cuando entro al aula, lo veo en su lugar habitual. Como siempre, está rodeado de su grupo de amigos, conversando en voz baja y soltando risas.
Lauren
¿Qué te pasa? Te quedaste mirando a Santino.
Me dice Lauren, interrumpiendo mis pensamientos mientras se me acerca.
Majo
No estaba mirando a nadie.
Respondo rápidamente, intentando restarle importancia.
Majo
* Pero Lauren ya me está mirando con esa cara de “sé perfectamente lo que estás pensando”.
Lauren
Majo, ¿de verdad te vas a hacer la dura con él? Yo no soy tonta, te has quedado pensando en él toda la mañana.
Me encojo de hombros, aunque por dentro siento una mezcla de incomodidad y… curiosidad.
Majo
No es para tanto, Lauren. Solo fue un par de palabras.
Lauren
¿Par de palabras? Vamos, ¿de verdad crees que no te das cuenta de que él está muy interesado en ti?
Majo
Mi respuesta se queda en el aire, mientras veo cómo Santino me lanza una mirada fugaz desde su grupo. En ese segundo, no puedo evitar sentir que me está retando, como si todo fuera un juego para él. Y eso me desconcierta aún más.
Lauren
Voy a dejar de pelear contra algo que ya está en el aire.
Murmuró Lauren, claramente viendo que no estaba dispuesta a hablar más del tema.
Majo
* Las horas pasan lentas, pero el proyecto con Santino sigue rondando mi cabeza. Para el final del día, ya nos hemos organizado para reunirnos después de clases y avanzar un poco más. Estoy en el pasillo cuando escucho su voz detrás de mí, algo que me hace girar sin pensarlo.
Santino
¿Lista para seguir con el proyecto?
Su voz es cálida, pero tiene un toque de seguridad que me hace preguntarme qué está tramando.
Respondo, sin dejar que se me note lo nerviosa que estoy.
Majo
* A la hora de la reunión, llego a la biblioteca, que está casi vacía. Hay un par de estudiantes más, pero la mayoría ya se ha ido a sus casas. Me siento en una mesa en el rincón, con los papeles frente a mí, pero mi mente está en otro lado.
Majo
Santino llega un par de minutos después. Se sienta frente a mí con su actitud relajada, como si nada pudiera alterarlo. Es imposible no notarlo: su presencia llena el espacio, incluso cuando está en silencio.
Santino
¿Te molesta si hablo un poco mientras trabajamos?
Me pregunta, sonriendo como si ya supiera lo que va a pasar.
Majo
No tengo problemas con eso.
Respondo, aunque en realidad, no sé si estoy lista para escuchar lo que viene.
Majo
* Comienza a hablar, y aunque el tema inicialmente es el proyecto, pronto cambia de rumbo, como si estuviera esperando el momento exacto para entrar en terreno personal.
Santino
¿Sabes? A veces me pregunto cómo las personas como tú, que están tan centradas, pueden estar atrapadas en lugares como este. No me malinterpretes, me gusta el pueblo, pero… no sé. Yo nunca podría quedarme aquí.
Majo
* La sorpresa me invade. Esas palabras me llegan de una forma extraña, porque es algo que yo misma siento.
Majo
¿Te refieres a que no te gustaría quedarte en un lugar donde la gente no tiene muchas oportunidades?
Responde, mientras juega distraídamente con un lápiz.
Santino
Odio sentir que tengo que conformarme. Pero ¿tú? Tú eres diferente, Majo. Tienes esa mentalidad de querer más.
Majo
* Su comentario me desconcierta, porque nunca me había visto como alguien diferente. Para mí, todo lo que quería era salir de aquí, encontrar algo más allá de este lugar. Pero, ¿él lo había notado? ¿O era solo una táctica más para acercarse?
Majo
No respondo de inmediato, mientras el silencio se instala entre nosotros. Es como si estuviéramos caminando por una línea muy delgada entre la curiosidad y algo más.
Santino me mira entonces, con esos ojos que parecen ver más allá de lo obvio.
Dice de repente, con una sonrisa en los labios que me pone los nervios de punta.
Santino
Lo que quiero saber es… ¿qué harías si te ofreciera una salida?
Majo
* No entiendo a qué se refiere, pero lo miro, intrigada.
Santino
Una en la que no tendrías que preocuparte por nada.
Responde, casi como un susurro.
Santino
Donde todo fuera más fácil, donde no tuvieras que luchar tanto.
Majo
* El tono de su voz me hace sentir incómoda, como si estuviera diciendo más de lo que debería. Pero antes de que pueda preguntarle más, el timbre suena, marcando el final de nuestra reunión.
Majo
* El día termina, pero la conversación que tuvimos me sigue dando vueltas en la cabeza. ¿Qué quiso decir con eso de “una salida”? ¿Y por qué me dijo eso a mí?
Majo
Cuando salgo del salón, Lauren está esperándome, como siempre.
Lauren
¿Qué pasó con Santino? Te vi como demasiado… pensativa.
Respondo, aunque mis palabras no suenan tan seguras.
Majo
Solo hablamos del proyecto.
Majo
* Pero dentro de mí, algo me dice que la historia con Santino recién está comenzando, y que no será tan fácil como pensaba.
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