Personajes:
Protagonista Femenina:
Nombre y apellido: Luana Martinez
Edad: 23 años.
Pasatiempo: Trabaja en una pastelería y la repostería es su pasión,es la hija de la dueña de la pastelería.Está estudiando repostería y en sus tiempos libres le gusta salir a conocer nuevos lugares.
Tiene un hermano mayor que se llama Mike Martinez que tiene 28 años. Ellos son bastante unidos a pesar de la diferencia de edad.
Es una chica muy sociable y amable,le gusta escribir poemas y mojarse cuando llueve.No le gusta mucho salir de fiesta.
Protagonista Masculino:
Nombre y apellido: Logan Harris.
Edad: 27 años.
Pasatiempos: Dueño de una empresa de cadenas de hoteles,le gusta viajar y salir de fiesta con sus amigos.
Le gusta pasear en barco por la costa,y es un chico que vive solo en una casa pero le gusta mucho pasar tiempo en familia con su madre y su hermano menor. No tiene padre. Tiene un primo que es su mejor amigo y mano derecha en la empresa.
Personajes secundarios:
Nombre y apellido: Vanessa Williams
Edad: 24 años.
Mejor amiga de Luana. Le gusta salir de fiesta,es una chica amable y divertida.
________________________________
Nombre y apellido: Daniela Foster.
Edad: 23 años.
Amiga de Luana y Vanesa,es algo antisociable pero muy graciosa y ocurrente,es una buena amiga y trabaja junto a Luana en la pastelería.
___________________________________
Nombre y apellido: David Harris.
Edad: 22 años.
Hermano menor de Logan.Trabaja en la empresa cuando tienen tiempo libre en la universidad. Está estudiando administración de empresas para poder ayudar a su hermano con el negocio.
Es apegado a Logan y también a su primo Gael que es tres años mayor que él. Los tres están muy unidos desde pequeño.
_______________________________
Nombre y apellido: Gael Hernández.
Edad: 25 años.
Es el primo de Logan y David, además de ser también el mejor amigo de Logan. Le gusta salir de fiesta y es algo mujeriego.
___________________________________
Nombre y apellido: Mike Martinez.
Edad: 28 años.
Hermano mayor de Luana,es serio pero gracioso con la familia y amigos. Trabaja en la empresa de Logan como una de sus manos derecha en el trabajo.
Pasa mucho tiempo fuera de casa,pero es muy dulce y amable con su hermana y madre.
__________________________________
Nombre y apellido: Talia Domínguez.
Edad: 25 años.
Es sería y cortante con las personas,pero no es mala. Es la mejor amiga de Logan,ambos se llevan muy bien y se apoyan y tratan como hermanos.
_______________________________________
Nota de la autora:
Hola mis queridísimos lectoras,se que tengo historias sin terminar pero estoy en proceso de corregirlas y subirlas completa.En la espera de esa novela les traigo una nueva historia de amor que espero que también les guste mucho. Espero que le den mucho amor y apoyo a esta novela,intento tener capitulos adelantados asi no los hago esperar tanto a la hora de actualizar.Desde ya les agradezco mucho por el amor a todas mis novelas y la paciencia.
Les deseo un bonito día,nos vemos en el primer capítulo de esta historia de amor.
Chau mis queridas lectoras 😊.
Luana
El aroma a chocolate recién horneado inundaba la cocina, un aroma que siempre me hacía sentir en casa. La masa, suave y húmeda, se extendía sobre el molde, lista para recibir el delicioso relleno de chocolate amargo y trozos de nueces caramelizadas. Era mi pastel favorito, un clásico que siempre me traía buenos recuerdos, especialmente cuando lo preparaba en la pastelería de mi mamá.
Hoy, sin embargo, me encontraba en la cocina de mi pequeño apartamento, disfrutando de la paz y la tranquilidad de la tarde. Mi hermano, Mike, había salido con sus amigos y mi mamá estaba trabajando en la pastelería. La casa estaba en silencio, un silencio que solo se interrumpía por el suave sonido de la música que salía de mi teléfono.
De pronto, la puerta se abrió de golpe y mis dos mejores amigas, Vanessa y Daniela, irrumpieron en la cocina, llenándola de risas y entusiasmo.
— ¡Luana! ¡No te imaginas lo que pasó! — exclamó Vanessa, con los ojos brillantes y una sonrisa de oreja a oreja.
Daniela, siempre más callada y observadora, asintió con la cabeza, suspirando con una mezcla de emoción y nerviosismo.
— ¿Qué pasó? — pregunté, dejando la espátula a un lado y girándome hacia ellas.
— ¡Mike nos invitó a la fiesta de Logan! — dijo Vanessa, con un tono de voz que sugería que la noticia era mucho más emocionante de lo que parecía.
— ¿A la fiesta de Logan? — repetí, sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda.
Logan Harris, el dueño de una cadena de hoteles de lujo y un hombre conocido por su atractivo y su vida social agitada, era un nombre que resonaba en mi mente. Había oído hablar de él en la universidad, donde Vanessa y Daniela solían contarme historias sobre sus escapadas a sus fiestas exclusivas.
— Sí, ¡la fiesta es en su nuevo hotel! — exclamó Vanessa, con un brillo de admiración en sus ojos. — ¡Imagínate, Luana! ¡Podríamos conocer a Logan! —.
Daniela, con su habitual tono sarcástico, añadió:
— Y a todos sus amigos millonarios, que seguro son tan interesantes como él.
— ¿Por qué Mike nos invitó? — pregunté, sin poder evitar una sensación de incomodidad.
— No lo sé, pero seguro que tiene algo que ver con su trabajo en la empresa de Logan. — respondió Vanessa, con un gesto restándole importancia a aquello.
— A lo mejor quiere que le ayudemos a ligar con alguna de las chicas de la fiesta. — bromeó Daniela, haciendo que las tres nos riéramos.
— No creo que Mike necesite ayuda para ligar. — dije, con una sonrisa irónica.
— ¡Pero él quiere ayudarte! — exclamó Vanessa, con un guiño cómplice.
— ¿A qué te refieres? — pregunté, sin entender a qué se refería.
— ¡Tu hermano cree que sería bueno para ti disfrutar un poco y salir a divertirte con tus amigas! — dijo Daniela, con un tono de voz más suave.
— ¡No, no, no! — dije, negando con la cabeza. — ¡No quiero ir a la fiesta!
— ¡Luana, por favor! — suplicó Vanessa, con un tono de voz suplicante. — ¡Es una oportunidad única!
— ¡Sí, Luana! — añadió Daniela, con un tono de voz más firme. — ¡No puedes perderte esta fiesta!
— ¡Pero no quiero ir! — insistí, sintiendo que la presión aumentaba.
— ¡Vamos, Luana! — dijo Vanessa, con una sonrisa. — ¡Te lo vas a pasar genial!
— ¡Sí, Luana! — dijo Daniela, con un tono de voz más suave. — Solo tienes que ir con nosotras, nos divertiremos las tres juntan — insistió con una sonrisa dibujada en su rostro.
Solté un largo suspiro de derrota y miré mi pastel.
— ¿Y qué pasa con el pastel? — pregunté, tratando de cambiar de tema.
— No te preocupes por el pastel — dijo Daniela, con una sonrisa. — Ya lo haremos nosotras.
— Sí, ¡vamos a ayudarte a terminarlo! — dijo Vanessa, con entusiasmo.
Mientras mis amigas se acercaban a la mesa, con la intención de ayudarme a terminar el pastel, yo no podía dejar de pensar en la fiesta de Logan. ¿Qué me esperaba? ¿Sería una noche llena de lujo y glamour, o una pesadilla de la que no podría escapar?
La idea de estar en una fiesta llena de gente rica y poderosa, con Logan Harris como anfitrión, me llenaba de una mezcla de miedo e intriga. No era que tuviera algo en contra de la gente rica, pero siempre me había sentido más cómoda en mi pequeño mundo, rodeada de mi familia y mis amigos.
— ¿Y cómo es la fiesta? — pregunté, tratando de obtener más información.
— ¡Es una fiesta increíble! — exclamó Vanessa, con los ojos brillantes. — ¡Mucha gente, mucha música, mucha comida!.
— ¡Y mucho alcohol! — añadió Daniela, con una sonrisa pícara.
— No sé, chicas. — dije, sintiendo que la presión aumentaba. — No soy mucho de fiestas.
— ¡Pero esta es diferente! — insistió Vanessa. — ¡Es la fiesta de Logan Harris!
— ¡Es una oportunidad única para conocer gente nueva! — añadió Daniela.
— ¿Y qué pasa si no conozco a nadie? — pregunté, con una sensación de incomodidad.
— ¡No te preocupes! — dijo Vanessa, con una sonrisa. — ¡Nosotras estaremos ahí contigo!
— Sí, ¡y seguro que Mike también estará allí! — añadió Daniela.
— Está bien chicas, iremos — me rendí soltando un suspiro.
El aroma a chocolate seguía inundando la cocina, pero ahora se mezclaba con un nuevo aroma, un aroma a incertidumbre y a la promesa de una noche inolvidable.
Logan
El sol de la tarde se filtraba por las ventanas de mi oficina, inundando el espacio con un cálido resplandor dorado. La ciudad se extendía ante mí, un mar de edificios que se perdían en la lejanía, mientras revisaba por enésima vez la lista de invitados para la fiesta de inauguración de mi nuevo hotel.
Este día era crucial, no solo porque marcaba la culminación de un proyecto que había requerido años de esfuerzo y dedicación, sino también porque simbolizaba el inicio de una nueva etapa en mi vida. La mezcla de emoción y nervios me inundaba, creando una sensación de euforia y ansiedad.
Un golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos.
— Adelante — dije, sin apartar la vista del teléfono.
La puerta se abrió y Gael, mi primo y mejor amigo, entró con una sonrisa traviesa, seguido de Talia, mi amiga de toda la vida. Ambos parecían tener una energía contagiosa.
— ¿Listo para la celebración? — preguntó Gael, con un tono burlón.
— Más que listo — respondí, intentando ocultar la tensión que aún sentía.
— Eso espero. — dijo Gael, con una sonrisa pícara. — ¿Todo en orden con los preparativos?
— Todo está bajo control. El hotel está listo, la fiesta organizada, la comida preparada y la música contratada. No debería haber sorpresas — respondí, sintiéndome cada vez más seguro.
— Me alegra escuchar eso — intervino Talia, sonriendo. — Aunque tengo una pequeña inquietud.
— ¿Qué pasa? — pregunté, alzando una ceja.
— Solo quiero que todo salga bien. — dijo, con un tono de voz decidida. — Pero sé que lo harás perfecto.
— Estoy seguro de que sí — respondí, tratando de transmitir confianza. — Es un día importante.
— Y también emocionante. — añadió Gael, mirando la lista de invitados en mi teléfono. — ¿Cuántos se esperan?
— Unos trescientos — dije, sintiéndome satisfecho. — Todos los que importan.
La conversación continuó entre bromas y risas. Talia estaba especialmente entusiasmada con la idea de la fiesta, y Gael no dejaba de hacer comentarios sarcásticos sobre lo que podría suceder esa noche.
— ¡Espero que no te pongas a bailar en la pista como la última vez! — bromeó Gael, riendo.
— ¡No prometo nada! — respondí, sonriendo. — Pero me aseguraré de que todo salga bien.
Mientras la charla continuaba, David, mi hermano menor, entró con una expresión pensativa en su rostro.
— ¿Qué pasa, David? — pregunté, notando que parecía algo distraído.
— Solo estaba pensando en el proyecto que tenemos en la universidad. — dijo, rascándose la cabeza. — Necesitamos hacer una presentación la próxima semana y no estoy seguro de cómo abordarlo.
— ¿Ya tienen el tema? — pregunté, inclinado a ayudar.
— Sí, es sobre estrategias de marketing para pequeñas empresas. Pero me gustaría que me dieras tu opinión sobre algunas ideas. — respondió, con una mirada de esperanza.
— Claro, ¿por qué no me cuentas lo que tienes en mente? — le dije, sintiendo que era un buen momento para desconectar un poco de la presión de la fiesta.
David comenzó a desarrollar sus ideas, y me di cuenta de lo apasionado que estaba acerca del proyecto. Habló sobre su enfoque en redes sociales y cómo algunas pequeñas empresas habían tenido éxito utilizando plataformas digitales.
— Eso suena interesante — le dije, asintiendo. — La clave es saber cómo conectar con tu audiencia. Tal vez podrías incluir ejemplos de empresas locales que lo hayan logrado.
— ¡Esa es una gran idea! — exclamó, iluminándose. — Podría investigar algunos casos de éxito. Gracias, hermano.
A medida que hablábamos, me sentí satisfecho al verlo más animado. Siempre había tenido una buena relación con David, y momentos como este me recordaban lo importante que era apoyarnos mutuamente.
— ¿Te gustaría que te ayudara a preparar la presentación? — ofrecí.
— Sería genial. — respondió, sonriendo. — No quiero que esto me agobie.
Mientras la conversación continuaba, Gael y Talia se unieron a nosotros, trayendo de vuelta la energía ligera de antes. Ambos comenzaron a hacer bromas sobre la presentación y las posibilidades de que David se pusiera nervioso.
— Solo asegúrate de no hablar tan rápido como en la última exposición — le dijo Gael, riendo.
— ¡Cállate! — respondió David, riendo también. — No todos tienen tus dotes de orador.
Mientras reíamos, sentí que la tensión del día se desvanecía. Era un buen momento con amigos y familia, una pausa antes de la gran noche que se avecinaba. Las preocupaciones sobre la fiesta parecían más manejables en ese instante, rodeado de las personas que realmente importaban.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play