En un Hospital público de Navolato, nació una niña hermosa, en verdad hermosa. Tuvo la desgracia de nacer de una mujer adicta y eso significa el riesgo latente de que la bebé naciera con esas mismas adicciones. Drogas y Alcohol. Sobre todo la Cocaína, ese era el temor de los médicos. Pero aparentemente, no era el caso.
La Madre murió después del parto, estaba mucho muy débil y fué muy complicado, además de una desnutrición grave.
Nadie acompaña a la Madre, un indigente la llevó a Urgencias y desapareció. No se sabe su nombre y no hay nadie que proporcione alguna información, ninguna identificación, nada más buscar a través del ADN, y encontrar comparaciones genéticas en el banco de la Fiscalía del Estado de Sinaloa, y si no hay resultados, irse al Banco Genético de la Fiscalía General de la República.
Mientras tanto, cuando la bebé estuviera en condiciones, va a ser llevada al Orfanatorio del Gobierno del Estado, con la esperanza de ser adoptada por alguna familia.
Ese es el panorama nada favorable de la bebé, que en el Hospital nombraron Carolina Rosales, ya que al ingresar al Orfelinato, debía llevar un nombre plasmado en el certificado de nacimiento. Era una bebé rubia, algo que no debe extrañar. Al final de la Guerra de Intervención Francesa, 1862-1867, cuando ya el Ejército Francés estaba condenado a la derrota ante el Ejército Mexicano, muchos soldados de Maximiliano, abandonaron su ejército y se quedaron en México, Sinaloa fue un lugar donde se asentaron varios soldados Franceses que se enamoraron de alguna Mexicana, echando raíces, que a pesar de las circunstancias, no fueron rechazados por la población, muy al contrario, los recibieron dándoles la oportunidad. Todos se pusieron a trabajar en lo que podían, gracias a eso fueron bien vistos y se les permitió agregarse a la sociedad.
Probablemente de ahí vienen los rasgos raciales de Carolina Rosales.
Caro estuvo dos semanas en Pediatría del Hospital y luego fue trasladada al Orfelinato y fue bien recibida, primero por las trabajadoras sociales, luego por las Enfermeras y Médicos. Nunca fue maltratada, Caro se dejaba hacer todo sin protestar, sin llorar, solo lloraba cuando pedía que le cambiaran el pañal o tenía hambre y habría que darle su biberón. Por lo demás, siempre tranquila, y jugaba con una sonaja que alguien dejó por ahí y que quien recogió, la puso en el cunero de Caro y ella la recibió gustosa y nunca dejaba de sacudirla, cuando la sonaja dejaba de sonar, una enfermera se acercaba, solo para percatarse de que Caro ya estaba dormidita.
Así pasó el primer año de vida. Caro ya camina solita y es sumamente inquieta, nada que ver con la bebé tranquila que fue. Caro, eres una traviesa, decía Yola, la Nana del turno matutino y Caro respondía con una sonrisa, que desarma a cualquiera. ¡Ayyy!! Caro, tú ganas.
Al cumplir un año, le hicieron un pequeño pastel y antes de apagar la velita, ya Caro había metido las manos y se untó la cara de Chantilly, así como también la bata de Yola. Caro, eres una traviesa sin remedio, qué voy a hacer contigo?, Decía la Nana, pero una sonrisa que dejaba ver los dientecitos de la bebé, hacía que Yola se derritiera y dijera: Contigo no se puede. A ver, dime, que hago contigo?.
Así fué la vida de Carolina Rosales bebé, a pesar de todo, tuvo amor y cariño de Parte del personal del orfelinato, ella fué una nena feliz, si, muy feliz.
Al cumplir tres años, Caro era una niña muy inteligente, ya decía casi todo lo que oía, menos una palabra básica y que por lo general, es la primera en pronunciar: MAMÁ.
Carolina siempre estaba detrás de la Nana Yola.
Nana Yola era una mujer soltera, no era guapa, pero su atractivo estaba en su modo de ser, muy atenta, amable y cariñosa. Ella nació en un pequeño pueblo que se encuentra muy cerca de Mazatlán, El Recodo. Ella un buen día salió huyendo del pueblo cuando tenía 16 años, su Padre recibió una cantidad generosa de dinero de un hombre que era el dueño del pueblo, ahí se hacía lo que él decía, y cuando había necesidad, pagaba cantidades generosas de dinero, con tal de cumplir su capricho.
Antes de huir, Yola fue notificada por su Padre que ese fin de semana, ella sería entregada a Juan José Lizárraga en legítimo Matrimonio y que tenía que prepararse. Ella le contestó a su Padre que está bien, ella lo acepta sin ningún problema.
Lizárraga es un tipo de 75 años y sabe que es el cacique del pueblo, muchas jovencitas de su edad fueron entregadas al tipo ese en Matrimonio, pero después ya nunca se volvió a saber nada de ninguna de las chicas.
Yola ya tenía tiempo guardando el dinero de sus domingos, ese día se encerró en su habitación y sacó una caja de zapatos de debajo del ropero, contó el dinero y se preparó para la huída. Su Madre le dijo que fuera a comprar algunas cosas y ella aprovechó para huir, llegó a la terminal de autobuses, compró un boleto a Culiacán, lo pidió directo para no parar en Mazatlán, como los autobuses salen cada quince minutos, no tuvo que esperar mucho tiempo para salir. Cuatro horas después, llegó a Culiacán y de ahí tomó un autobús al Puerto de Altata, ahí se quedó tres días, como era menor de edad, no tiene identificación y se quedó a dormir en la Terminal de Autobuses. Después de esos tres días, decidió trasladarse hacia Navolato y una señora, que la vio deambulando por el centro de la población se le acercó: Qué haces aquí sola criatura?.
Hui de mi casa, contestó Yola.
Hiciste algo malo?. Volvió a preguntar a la mujer.
No, yo soy de El Recodo, tengo 16 años y mi Padre arregló un matrimonio con el cacique del pueblo, es un señor muy viejo y aproveché un descuido de mi familia para escapar de algo que yo no quiero. Se desahogó Yola.
Eso que hizo tu Padre es muy malo.
Seguro que recibió dinero por tu inocencia. Ven, acompáñame a mi casa. Veo que no traes nada, solo lo que traes puesto.
Mi mamá me pidió ir por un mandado a la tienda y aproveché para huir. Usé mi dinero de los domingos que me daba papá.
Eres muy valiente...
Me llamo Yolanda.
Yo soy Susana, vamos a mi casa.
Así Yolanda conoció a la mujer que vendría a ser como su segunda Madre. Con ella encontró un hogar, cariño y comprensión. La mujer le preguntó si tenía alguna identificación, pero no, no llevaba nada.
Mira Yolanda, voy a ir a hablar con un amigo abogado que conozco y le voy a pedir que te consiga un acta de nacimiento, para poder inscribirte en una escuela.
Yola le contestó que está bien, pero que no quería ir a la escuela. No por ahora, ya que temía que la estuvieran buscando.
Creo que tienes razón, hay que dejar pasar un tiempo. Después veremos.
Susana es una soltera de más de cuarenta años y nadie sabía exactamente a qué se dedica, tiene una muy buena casa, en las orillas del pueblo, en su defensa hay que decir, que esa casa es herencia de la familia, pero tampoco se sabe a qué se dedicaban.
Como siempre, pueblo chico, chisme grande, diciendo que se dedican al Narcotráfico y la extorsión, pero nadie se puede quejar en Navolato de haber sido extorsionado por alguien de la familia de Susana, rumores, solo rumores.
Los jóvenes de las mejores familias de Navolato, se acercaron a ella con la intención de cortejarla, hubo un muchacho muy guapo del que Susana se enamoró y pocos días antes de hacer la petición de mano, fue secuestrado, la familia pagó los $300,000.00 que se pidió por el rescate, pero les entregaron el cadáver del muchacho.
Desde entonces, Susana se volvió un misterio para la comunidad.
Al morir sus Padres en un accidente de auto, pero que por la forma en que sucedió, tiene más parecido a un ajuste de cuentas. Los Padres de Susana fueron a una boda al Puerto de Altata. Todo iba bien, hasta que empezó la balacera, Jesús y Concepción (nombres de los Padres de Susana) corrieron al estacionamiento donde dejaron el coche y salieron de regreso a Navolato, al salir de una curva, se encontraron de frente y en sentido contrario, a una motocicleta a toda velocidad y sin conductor, estrellándose de lleno contra el automóvil, el cual se fue a un precipicio y los ocupantes no sobrevivieron.
Fue un golpe terrible para Susana, lo más raro del asunto es que ella, al realizarse la lectura del testamento, lo único que recibió la chica, es la casa, el dinero y los automóviles. Pero no se sabe hasta la fecha de dónde salió ese dinero. Susana si sabe el origen de su riqueza, pero es un secreto muy bien guardado.
Han pasado tres años desde que Yola llegó a la vida de Susana, estudió Puericultura en Culiacán, y, como es una carrera corta, en tres años la terminó. Y gracias a las influencias de Susana, encontró un buen empleo de Nana en el orfelinato de Navolato.
A los veintitrés años, Yola recibió a Carolina en el orfelinato, la niña que le iba a ganar el corazón.
Un buen día, después de la cena, Yola le dijo a Susana que quería hablar con ella sobre un asunto delicado.
Susana se sorprendió: Tú, hablarme de un asunto delicado?. Acaso algún mal educado te faltó el respeto?.
No Susana, si eso hubiese pasado, yo misma ya lo hubiera puesto en su lugar.
Con lo atravesada que eres, seguro ya lo hubieras hecho.
No, se trata de Caro, la bebé de la que te he platicado.
Ah, ya recuerdo, qué pasa con esa niña?.
Ella y yo estamos muy ligadas, quiero adoptarla, Susana.
La mujer abrió desmesuradamente los ojos: Qué quieres qué?.
Adoptarla, es que la quiero mucho.
Pero eso es un compromiso para toda la vida, dijo Susana.
Lo se muy bien, Madre. En ocasiones, Yolanda le decía Madre a Susana. Se que es un compromiso de vida y que se necesita mucho amor por la criatura, y siento ese cariño por esa hermosura de bebé.
Estás segura hijita?.
Si Madre. Completamente segura.
Piensas traerla aquí a la casa o vas a independizarte?.
Depende de tí Madre. Quieres tener a tu nieta aquí en casa o la quieres ver ocasionalmente?.
No hijita linda, traela a casa, es tu casa y la presencia de una bebé, no le hace daño a nadie. Yola, si tienes algún problema en el proceso de adopción, me dices, tengo algunos contactos.
Gracias Madre, me has hecho la mujer mas feliz. Gracias, Yola abrazó a Susana y le dió un beso en la mejilla.
Pues tienes que comenzar con los trámites hijita, recuerda que aquí me tienes.
Nuevamente gracias Madre.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play