Suena el despertador y logro apagarlo al primer timbre, abro los ojos y con mucho esfuerzo me levanto de la cama.
Esto es un asco lo sé, me siento fatal y esto todavía no ha iniciado quisiera sentirme como el ganador que siempre aparento ser, el alfa guapo y popular, la persona favorita de todos, el chico dorado. Sonrío mirándome al espejo, a pesar de la mala noche mi rostro luce perfecto mis ojos azules cielo, mi cabello negro azabache con el look de recién despertando, mi mandíbula definida y ni qué decir del resto, una complexión atlética natural en mi casta y el 1,90 que lo acompaña.
Si, tal vez no seré millonario, tal vez mi familia ha caído en desgracia gracias a los malos negocios que hizo mi padre, puede que no pueda sentir el orgullo de antaño al pronunciar mi apellido, pero me he aferrado con cada célula de mi ser a cambiar ése destino.
El mejor alumno, las becas, humillaciones en silencio, para lograr crear esa máscara de perfección que me han permitido llegar a dónde estoy hoy en día.
A punto iniciar el primer día de clases en la mejor universidad del país, un gusto amargo recorre mi boca.
- Basta de autocompasión , hoy empieza mi nuevo desafío - Me digo mirándome al espejo para luego entrar a darme un baño y partir a mi destino.
Ya es medio día cuando por fin tengo un descanso, ha sido un inicio agotador y mi batería social se encuentra casi descargada. Como lo esperaba en mi carrera no hay muchos omegas solo dos, la mayoría somos alfas y betas. No es de sorprenderse pues aunque los tiempos han cambiado la mayoría de omegas prefiere carreras que no tengan una carga académica tan alta.
Sonrio para mi, pero la verdad es que pienso que un buen omega es el que te espera en casa cuidando de ella y criando a los niños. Lo sé, puedo ser anticuado, pero es un pensamiento que tengo tan arraigado en mi que ni siquiera me doy el trabajo de cuestionarlo. Aunque para ser honesto nunca he tenido una relación seria, nada que pase de un acostón de una noche pues mis rut evito pasarlos con omegas, no quiero accidentes y evito a toda costa hacerme cargo de algún bebé no deseado.
Ya estábamos en la última clase del día cuando oigo la puerta del salón abrirse y volteo a ver quién entra, estaba tan perdido en mis pensamientos que no noté que me había quedado con la boca abierta al ver entrar a un joven con facciones muy delicadas y con una sonrisa tímida disculpándose por la tardanza. Entró apurado sin mirar a nadie y se sentó en la última fila del salón.
Después de esa breve interrupción la clase continuó, al finalizar intenté buscar al joven entre la multitud de personas que salían apresurados del salón, pero no lo divisé. Suspiré fuerte, realmente era un chico hermoso y a pesar de que no era mi intención, había despertado una curiosidad en mi.
Al llegar a casa terminé mis deberes y avancé algunas ideas que tenia para un proyecto para una de mis clases. Había hecho todo en automático, la verdad es que en cada momento de mis actividades se me atravesaba la imagen de aquel chico.
¡Ahhhhhh! - exclamé fuerte para liberar tensión, estoy cansado y frustrado.
Estoy enojandome conmigo mismo, no suelo ser así, pues nunca me ha interesado alguien en serio para meterse en mis pensamientos. Llevo años obsesionado con sobresalir y ser cada vez mejor, no es una obligación es una necesidad.
Solo me tengo a mi mismo, soy Daniel Blake hijo único de la familia Blake. Antiguamente fuimos una familia adinerada, si bien no eramos millonarios contábamos con una situación económica que nos permitía vivir cómodamente y con ciertos lujos.
Mis padres eran destinados y se demostraban mucho amor, diría que crecí en una familia con mucho amor. Todo fue perfecto hasta que cumplí 16 años, ése fue el comienzo de nuestra desgracia y el comienzo de mi calvario.
Mi padre era un buen hombre, llevaba el manejo de la empresa de manera justa y gentil, era querido por todos sus empleados y era respetado por sus pares. Era mi orgullo y mi modelo a seguir, mi madre nunca quiso participar en la empresa era feliz estando en el hogar y cuidándonos. Siempre tuve un abrazo, cariño en cada etapa difícil y pensé que la vida no sería más complicada que esto.
Ja! Que tonto fui, mi padre fue acusado de malversación de fondos y se vio involucrado en una estafa de la cuál no tenía como defenderse porque todos los documentos indicaban que era culpable. Esto fue como un balde de agua fría, de un día para otro mi padre fue tratado como escoria y se vio implicado en un juicio brutal donde lo hicieron pedazos y le quitaron hasta el último centavo.
Cómo si no fuera suficiente, todos aquellos que habían sido nuestros amigos y familiares cercanos nos dieron la espalda. Mi madre que siempre había vivido bajo el alero de mi padre, protegida por su alfa no pudo soportar el dolor de perderlo y no tenerlo cerca, por más que le rogué que siguiera por mi y que no bajara los brazos porque aún me tenía a mi... La decisión que su angustiado corazón la arrastró a tomar fue acabar su sufrimiento cerrando sus ojos para siempre.
Devastado no me encontraba la forma de comunicarle a mi padre lo ocurrido, me aferraba a la idea de que lo tenía a él, creía ciegamente en él y en que saldríamos de esto y podríamos limpiar su nombre. Pero al estar marcados al morir mi madre, mi padre perdió las ganas que tenía de seguir respirado. Dejó una nota muy breve donde me pedía perdón, pero el dolor de continuar sin su destinada no podría soportarlo.
Y así en menos de un año perdí todo, no quedaba nada de lo que conocia. La realidad me golpeó más fuerte cuando me di cuenta que ni siquiera tenía donde volver pues la que había sido nuestro hogar hasta ése momento había sido embargada.
Sin hogar, sin familia, sin dinero y sin esperanzas.
¡Demonios!, he vuelto a soñar con todo, siento el cuerpo entumecido creo que dormí en una mala posición o puede que sea el hecho de que mi cama es tan vieja que en realidad sería más cómodo dormir en el suelo.
Si mi Tía Sam me escuchara quejarme me podría la cama de sombrero, me rio para mi, esa señora a pesar de los años sigue siendo muy enérgica. Ella fue quién cuido de mi madre en su juventud, trabajó como su Nana muchos años hasta que la despidieron por un mal entendido. Al enterarse por las noticias del final de mi madre se acercó a la casa y me vio llorando e la puerta. La verdad no recuerdo mucho porque tuve una fiebre muy alta por varios días, ella dice que por momentos estuve con un pie en el más allá que en el más acá.
En fin, ella ha sido mi ángel guardián estos años y quien me mantiene centrado, siempre me cuenta anécdotas de mi madre cuando niña y me repite que tengo los mismo ojos de ella.
Termino de arreglarme y estoy listo para salir, un fugaz pensamiento pasa por mi cabeza, el deseo de ver de nuevo al chico misterioso.
Revisando mi horario de clases me doy cuenta de que la última clase de ayer es optativa así que alumnos de otras carreras pueden tomarla, esa es la razón por cuál no lo había visto antes. Hago memoria recordando detalles que lo diferencian del resto medirá al menos 1.60 y tiene la piel muy blanca, su cabello es castaño claro y tiene unos preciosos ojos verdes. Ahhh, estoy siendo muy vago, debe ser omega, se me hace demasiado delicado para ser beta y para nada calza para ser alfa.
El día pasa lentamente sin novedades, se arman grupos de trabajo y me enfoco en las clases y trabajos. Ocasionalmente levanto la vista y busco si aparece otra vez el chico misterioso. Me gusta repetirlo chico misterioso, el chico misterio.
Mientras veo qué comprar en la cafetería para almorzar, por fin logro divisar a mi chico misterio. Esta acompañado de una chica y un chico, me alejo de la caja después de pagar y me acerco disimuladamente al grupo y los escucho hablar.
¡Charlie cuando tendrás tiempo para salir a celebrar la primera semana de clases! - alza la voz la chica.
Este sábado sin falta Cami, nos están dando duro con tanto quehacer y solo llevamos dos días! - se queja el muchacho.
Pero a pesar de todo es genial, tengo muchas expectativas de éste semestre! - exclama mi chico misterio.
Oli, tú eres toooooodo un caso - suspira la chica - aunque nos taparan en trabajos, exámenes y nos encadenaran a nuestros asientos en las aulas tú dirías que es genial. Nunca he conocido a nadie que amé más que tú estudiar hasta morir. - termina poniendo los ojos en blanco mientras bebe de su vaso.
Pero es que debes tomar todo como un desafío, constantemente estoy poniéndome a prueba para demostrar lo competente que soy y no me avergüenza admitirlo. - responde mi chico misterio, ahora sé que se llama Oli, o eso creo.
Ya chicos, no sean tan intensos, Cami no está mal tomarse en serio las cosas no todo en la vida es un juego y Oliver hay veces que es necesario no tomarse las cosas tan en serio y ser más flexibles - dijo Charlie con una sonrisa nerviosa.
Tsk, es fácil decirlo pero por algo Oli ni siquiera ha tenido un novio - dice en tono burlesco Cami - y no, no me mires así. Pretendientes no te han faltado, pero eres tan estreñido que los terminas ahuyentando a todos.
No sé a que viene eso, pero me abstengo de responder lo que pienso porque te ofenderás Camila. Mi vida personal es una cosa que no te compete, no sé en qué se relaciona ser buen estudiante y aplicado con tener novio o estar saltando de cama en cama, upsi. - Oliver se levanta de su asiento con el rostro serio y se va.
Camilaa! - exclama Charlie - no te vayas si tú empezaste.
La chica se va molesta y solo queda Charle sentado en la mesa.
Vaya, mi chico misterio tiene los huevos bien puestos para responder y defenderse. Si antes me causaba curiosidad en definitiva ahora si quiero conocerlo.
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