sentado ante el enorme escritorio de roble de su despacho, Carlos brizna se pasó una mano por el rostro. el día aún no había acabado. todavía quedaba tiempo de sobra para que alguna otra cosa fuera mal.
ya había acomodado a todos los clientes del triple b excepto a uno, y lo único que quería era un poco de paz y tranquilidad. pero la visión de un baquetado Mustang que se acercaba por el camino le hizo comprender que no conseguiría ni una cosa ni otra hasta que no hubiera terminado de acomodar al último cliente.
se levantó y salió para dar la bienvenida al recién llegado. mientras bajaba las escaleras del porche y se encaminaba hacia la zona de aparcamiento fue sometido a la visión de una espalda cubierta de flores ante la puerta del maletero del viejo coche.
trae sonrió. era de esperar que el último cliente fuera una mujer. a las mujeres se le daba de maravilla muchas cosas... pero siempre llegaban tarde
río para sí mientras se acercaba a ella. su gusto en cuanto la ropa dejaban mucho que desear. los tonos verde neón naranja y amarillo de las flores de su camisa danzaron ante él mientras la mujer se esforzaba en sacar algo del coche.
Buenos días, señorita.
la mujer se sobresaltó al oír el saludo de trey y se dio con la cabeza en el marco de la puerta. se apartó del coche a la vez que se cortaba la cabeza, llena de cortos rizos castaño. trey sonrío mientras ella lo miraba de abajo arriba a través de sus gafas.
pero la sonrisa quedó petrificada en su rostro cuando sus miradas se encontraron. tras los cristales de las gafas había unos ojos verde como la hierba de los pastos del verano, rodeados de unas largas pestaña sintió que se le secaba la boca. no supo cuánto tiempo permaneció mirándolo. un golpe seco a sus pies le hizo salir de su ensimismamiento. al bajar la mirada vio una sobrecargada bolsa de Nilon.
deje que,,,_dijo, y se agachó para tomarla.
_yo puedo... dijo ella a la vez, y sus cabezas colisionaron.
El golpe hizo que trae recuperara la normalidad. suspiró de alivio por haber roto el contacto con aquella y no óptica mirada y se hirguió.
la mujer empujó el puente de sus gafas con dedos temblorosos
lo... lo siento
_no pasa nada_dijo trey, que sea seguro de no volver a mirarla a los ojos. luego las rodeó para sacar otras dos bolsas que se hallaban en el maletero del coche_, usted debe ser mecchastan añadió por encima del hombro
_la cerradura de la puerta está rota-, y se apartó rápidamente del camino de trey cuando este se volvió con las bolsas.
él ascendió y luego señaló con un gesto la dirección en que se encontraban las cabañas
_usted está en la número 4
_oh. gracias
trey echó a andar y miró de reojo a la mujer cuando esta se puso a la altura, desconcertado por su reacción hacia ella. era difícil saber qué había debajo de su colorido atuendo. la florida falda que llevaba caía prácticamente hasta sus tobillos, e incluso estaban ocultos por unos calcetines naranja chillón. su blusa verde también era floja y no sugería El más mínimo las curvas que pudiera haber debajo. cosa que atrey le pareció muy bien
cuando llegaron a la cabaña, trey se detuvo en el diminuto porche y dejó las bolsas en el suelo para abrir la puerta
_qué significa la m? preguntó
-um.. margaret
Trey abrió la puerta y se apartó para dejarla pasar.
-sus amigos la llaman Maggie?
la risa ligeramente ronca de la mujer hizo que trey sintiera un agradable cosquilleo por todo el cuerpo . trató de tragar y no pudo.
_, no, solo margaret. o a veces meg.
Trey gasrraspeo. incapaz de encontrar algo que decir, dejó las bolsas en el interior de la cabaña y observó a margaret. árbol la forma de moverse de esta llamaba su atención
es una cabaña muy bonita dijo ella.
decidido aparecer la clase de vaquero que la gente esperaba encontrar en rancho de Texas trey se llevó una mano al ala del sombrero y sonrió
me alegra que le guste dijo exagerando el acento puede que le apetezca mover un poco las escuelas van a servir la cena en el furgón en cualquier momento
margaret also una ceja
y supongo que no debería perdérmela
Trey evitó sus ojos pero no pudo evitar fijarse en la perfección de su cutis, no encajaba en lo más mínimo con el castaño desvaído de su pelo ni con aquellos fascinantes ojos verdes ni con su boca de labios carnoso y levemente curvado en un na r media sonrisa pensó que sería agradable saborearlos y de inmediato apartó aquel pensamiento de su cabeza
comportate brightman se dijo a sí mismo, dio un paso atrás para salir de la cabaña se quitó el sombrero y se puso a hacerlo girar entre las manos
bueno me voy eh si necesitas algo solo tiene que pedírselo alguno de los empleados del rancho digo y a continuación se dio media vuelta y se encaminó hacia los establos a toda velocidad
qué diablos le pasaba trey Britney prohibido con la lengua trabada ni siquiera sus hermanos Dev y chace habían logrado hacer jamás que se callara. lo que necesitaba era beber algo fuerte y lo haría en cuanto hubiera comprobado cómo estaba el ganado necesitaba despejar su mente las mujeres no lo afectaban no lo habían hecho a lo largo de sus 30 y un año de edad excepto en una ocasión y no volvería a cometer aquel error
desconcertada por la parentina marcha del vaquero meg se acercó a la puerta y vio que se encaminaba hacia los establos se obligó a cerrar la puerta a pesar de la magnífica vista y se apoyó contra ella con un profundo suspiro aquello no iba a ser tan fácil como había pensado cielo Santo aquel hombre se movía como si estuviera las articulaciones perfectamente engrasadas y sus caderas rotaban rítmicamente con cada paso que daba más le valía apartar aquella imagen de su mente
se apartó de la puerta y tomó nota mental de las comodidades con que contaba la cabaña a pesar del aire acondicionado sentía un extraño acoramiento mezclado con el calor y había tenido que soportar durante el viaje el sudor había hecho que un rizo se le pegara a la frente sopló hacia arriba para tratar de apartarlo pero no se movió lo apartó con un rápido movimiento de las manos pero el rizo volvió a su sitio esa esperada llevó la mano a la cabeza y tiró de la peluca que llevaba puesta su pelo real cayó como una cascada sobre sus hombros húmedo a causa del calor que había tenido que soportar durante los días y medio de viaje
los hombres sudan y las mujeres transpiran solía decir su tía Dee.meg sonrío al pensar en aquello había pasado prácticamente sus 27 años escuchando los sabios consejos de su tía que aún la hacían sonreír
lo siento día Dee murmuró pero intenta viajar por Texas bajo este calor en un coche sin aire acondicionado
al menos había conseguido llegar al triple b aunque unas horas tarde
tras arrojar a la cama las gafas que solo lleva como parte de su disfraz entró en el baño para darse una ducha el agua hizo maravilla susa doloridos músculos pero la imagen del vaquero resurgió en su mente enseguida aquellas botas vaqueras aquellos muslos poderosos confundido con unos gastados vaqueros le había dejado sin aliento al igual que su amplio torso sus anchos hombros los fuertes rasgos de su rostro y sus ojos azules
gimió no debía pensar ni por un momento en el magnífico espécimen de vaquero que había salido a recibirla
cuando finalmente volvió a sentirse humana terminó de vestirse se puso la peluca y las gafas y contempló su imagen en el espejo nadie prestaría la más mínima atención a una mujer con aspecto tan poquita cosa y que apenas sabía nada de rancho cualquier pregunta que pudiera ser resultaría perfectamente normal
y ahora a buscar al señor Robin Bustamante murmuró mientras salía de la cabaña caminaba hacia la casa de las dos plantas del rancho
más vale que se den prisa si quiere comer algo lento y arrastrado acento de sano interrumpió los pensamientos de meg
su estómago se contrajo al escuchar la profunda voz y se volvió para ver a su banquero encaminándose hacia ella su vaquero la cabeza mientras se reprendía silenciosamente a sí misma teniendo en cuenta su reacción lo más aconsejable sería preguntar a algún otro sobre Robin Bustamante haría bien alejándose de aquel vaquero en particular no había ido allí para implicarse en una relación
un empleado del rancho estaba allí para hacer su trabajo
se fijó en un grupo de gente que rodeaba lo que parecía una especie de carro manto cubierto y su estómago gruñó a causa del delicioso aroma asado que andaba de él
antes de que pudiera dar otro paso el vaquero se acercó a ella
tienes hambre señorita chastan
la comida huele de maravilla
Trey miró por encima de sus hombros parece que aún quedan algunos sitios libres para sentarse
va a comer también? ella rogó para que respondiera que no aquel hombre era una distracción que no podía permitirse en aquellos momentos
puede que más tarde yo él bajó la mirada hacia una niña de unos 8 años y acababa de aparecer a su lado y tiró de su manga Hola saludó
la pequeña la miró con los ojos abiertos de par en par
es un vaquero de verdad?
Si
monta a caballo todo el día?
Trey sonrió
no todo el día hay mucho trabajo que hacer en un rancho aparte de montar a caballo
qué trabajo
hay que asegurarse de que las vacas y los caballos estén bien atendidos y cualquier día de esto esperamos unos cuantos gatitos
de verdad la niña bajó la mirada y clavó la punta de sus zapatos en el suelo
meg notó la incertidumbre de la niña y le ofreció su mano
me llamo tuvo un momento y rápidamente se obligó a recordar porque estaba allí y quién se suponía que era me llamo margaret pero puedes llamarme meg cómo te llamas tú
Larry Wilson contestó la niña
sabes montar a caballo Larry preguntó trey
Larry megó con la cabeza
y usted señorita meg le gusta montar
yo... la verdad es que no mucho puede que necesite un buen profesor
Meg contuvo el aliento no fue lo que había dicho el vaquero sino como lo había dicho había cantado un matiz de promesa en su tono una sugerencia de algo esperada
puede ser que a Larry le interesa tomar unas clases de montar en una de las posibilidades que ofrece el rancho verdad señor
trey contestó a la vez que se llevaba una mano al sombrero
puedo? preguntó Larry emocionada puedo tomar clases de montar
por supuesto avisaré a visen trey sonrío a la niña y apoyó una mano en su hombro,visen es nuestra instructora Peter está ahí es nuestro capataz señaló con la cabeza en dirección a dos hombres uno de ellos con aspecto de típico vaquero y el otro más delgado y alto con pantalones grises y una camisa de mangas cortas visen debe de estar ocupada con los caballos pero qué te parece si voy a hablar con Peter sobre esas clases está dispuesta a empezar mañana mismo
Larry mira ameg con ojos brillados
oh sí tengo que decírselo a mi abuela mientras Larry salía corriendo, trey se volvió hacia meg
y usted señorita le interesa unas clases de montar
Meg dudo montar a caballo la idea le produjo ganas de salir corriendo pero disimuló era habitual que los clientes del rancho quisieran montar y ella se había apuntado en las excursiones que tendría lugar al finalizar la semana Geraldine había insistido en ello aunque todo aquel viaje era un esfuerzo sugerido de la desesperación pero ameg no le importaba necesitaba aquello sin ello las cosas no mejorarían y debían mejorar
me apunto sí Larry se se apunta
en ese caso la inscribiría las dos trey se llevó la mano al sombrero y se volvió para ir
Meg contempló cómo se alejaba y cuando desapareció de su vida soltó el aliento, como en respuesta su estómago volvió a gruñir para recordarte que no había comido solo quedaba algunos asientos libres de manera que fue rápidamente antes de llegar al implante el hecho de haber llegado tarde había supuesto una desventaja se había perdido de la pequeña fiesta de bienvenida que se le daba a los clientes lo que significaba que no había tenido oportunidad de conocer a los demás debía recuperar el tiempo perdido más tarde cuando se reunieran en torno a la fogata esperaba averiguar todo lo que pudiera sobre el triple b
al sentarse y volver la mirada hacia la casa del rancho yo al vaquero subiendo las escaleras del porche debía tener cuidado con él la había mirado como si fuera capaz de ver más allá de su brazo y temía que pudiera adivinar la verdad y no podía arriesgarse a ellos con un poco de suerte pronto estaría en situaciones de ayudar a tiaDee cuando tuviera los medios para poder trasladarse con su tía a un lugar en su casa mejorada ambas empezarían a relajarse y a disfrutar de la vida pero eso solo sucedería si mantenía su mente centrada en el asunto que le había llevado allí no en el sexy barquero del rancho
tras asegurarse de que todavía ha vuelto a la normalidad tras los desastres de la mañana trey trae salió al porche que yo un orgulloso vistazo a su rayo y se encaminó hacia el caromato de la comida
al buscar un sitio para sentarse comprobó que el único disponible le había frente a meg se plantó ir con el plato el granero pero eso solo sería retrasarlo inevitable no iba a poder evitar aquella mujer toda la semana tenía que acostumbrarse a sus ojos verdes o a descubrir que había afectado tanto de ella
en aquellos momentos estaba hablando con una joven pareja aceptada a su derecha
Hola saludó sin dirigirse a nadie en particular
Hola contestó meg veo que ha decidido reunirse con nosotros después de todo
Trey trato de no mirarla a los ojos pero le fue imposible
tenía unos asuntos que atender en el rancho
la mujer que estaba junto a meg sonrío
El rancho es un lugar precioso ted y yo estamos impresionados y esta comida
el hombre que estaba a su lado asistió
me quito el sombrero antes de quién se desea que haya preparado esta deliciosa costilla
Trey estuvo a punto de superar suspirar de alivio cuando meg volvió la mirada hacia la pareja dándole la oportunidad de despejar su mente y contestar
nuestra Teresa es la mejor cocinera del mundo dijo mientras reposaba mentalmente la lista de clientes ustedes son los Anderson
la mujer sonrió complacida.
sí
cuánto tiempo lleva Teresa cocinando para el rancho preguntó meg
siempre ha cocinado para el rancho no queremos a nadie más
el señor Anderson se puso en pie y su esposa hizo lo mismo
no me sorprendería nada que alguien tratara de llevársela con comidas así voy a necesitar hacer todo el ejercicio posible hay problemas en Janet y yo demos una vuelta por el rancho
claro que no trey se levantó y le ofreció su mano y si necesitan algo pídanselo a cualquiera del rayo espero verlo luego para fogata
gracias ahí estaré
finalmente trey acabó quedándose a sola con Meg que era lo último que esta quería que sucediera
parece una pareja agradable digo por decir algo
toda la gente que ha conocido aquí es agradable y el lugar es una maravilla
sería zurdo no estar de acuerdo con eso replicó trey con una sonrisa
a continuación hizo lo posible por centrarse en su plato pero no pudo evitar fijarse de vez en cuando en su compañera de mesa para comprobar qué clase de mujer era él dividía a las mujeres en Dos clases la primera incluía a las que tenían generosas curvas y la y les gustaba divertirse eran con las que más a gusto se sentía porque las demás pertenecían al grupo de las que querían sentar la cabeza y casarse pero él disfrutaba demasiado de su libertad como para dejarse atrapar por una de ellas le gustaba por supuesto pero ya había aprendido que siempre había uno que sufría y salía perdiendo en la relació
pero Meg lo desconcertaba pues no sabía en qué categoría encajarla aunque en realidad daba igual porque en aquellos momentos no tenía tiempo para ninguna mujer y aunque lo hubiera tenido que estaba totalmente dispuesto a permitir que fuera su hermano ya sé el único que disfrutaba de la vida de casado
hace mucho que se dedican a recibir clientes en el rancho preguntó meg cuándo trey creía que iba a poder librarse de entablar una conversación
desde diciembre del año pasado
hace mucho frío por aquí en invierno
hace frío pero no demasiado y en dónde vive usted
mucho respondió meg con una sonrisa
viene del este
del Norte donde hay montones de hielo y nieve ni siquiera reconocería que estábamos en invierno si no hay nieve
sus miradas se encontraron y trey notó qué Meg se ruborizaba sus ojos volvieron a dejarlo sin aliento
Meg se levantó y tomó su plato de la mesa
bueno supongo que como que convendría que vaya a deshacer el equipaje
Trey se sintió a la vez aliviado y decepcionado cuando ella apartó la mirada
deje que me ocupe de eso dijo la vez que tomaba El plato de meg y lo ponía encima del suyo y no olvide la fogata de esta noche añadió antes de llevarse una mano al sombrero en modo de despedida
mientras se alejaba del sitio Meg lo observaba estaba acostumbrado a traer la atención de las mujeres pero por algún motivo en aquella ocasión sentía algo distinto aunque no sabía exactamente en qué radicaba la diferencia
fue a dejar los platos y decidió terminar el el día mejor de lo que había empezado dos de los vaqueros habían sido el vestido aquella mañana por el nuevo toro que estaba suelto en los pastos del Sur con una docena de ternero que había logrado escapar de su retiro además de entender a los clientes había tenido que ocuparte de aquel problema y no era de extrañar que se sintiera agotado y un tanto
tenía cosa más importante en qué pensar que en aquella mujer de devastadores ojos verdes estaba el triple b y ahí era donde recibía su corazón el rancho era lo más importante de su vida siempre lo sería.
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