Alma, el importador dice...
Alma levanta su mano en señal de espera. Estaba en los últimos detalles de su nueva invención, sus galletas tenían su baño de chocolate, simétricamente hecho, y ella debía terminar de colocar sus trozos de papel de oro. Una vez colocados en el mismo lugar, y con el mismo tamaño...
- ahora si Ana, decime.
- ya cortó la llamada, Alma...
- y que necesitaba decir el importador?
- que la pimienta que le encargaste de Indonesia, no la encuentra, y quería preguntarte si podía reemplazarla con otra cosa.
- no, la próxima vez que te llame, decile que busque bien, que yo en el último viaje, la encontré y que por eso se la estoy pidiendo.
- pero me dijo que no la encuentra.
- está mintiendo, no la buscó, seguramente tiene alguna partida de alguna otra pimienta, perdida en sus galpones, y me quiere ver la cara.
- sos muy desconfiada, y si está diciendo la verdad?
- no le creo, vos decile lo que te dije, y si insiste, buscamos otro importador...
Alma Báez, 28 años, empresaria y única dueña, además de ser la principal chef de pastelería, su negocio era super exclusivo en toda la ciudad, se caracterizaba por vender galletas, pasteles y tortas de estilos básicos, pero con sabores exóticos. Todas las familias importantes, compraban sus productos, pagando elevados precios, un poco por la exquisitez de los mismos y otro poco por la moda.
Alma, había logrado llegar a esa élite, por sus propios medios, tenía todo lo que se había propuesto, cualquiera que estuviera en su lugar, sería "la figura" en todos los medios. Pero, sin embargo, ella era un fantasma, nadie la conocía, mucho menos la reconocían en la calle, ni tampoco en ese mundo de élites, todo en ella era intriga, y eso la ayudaba más, para volverse más famosa.
**** 8 años atrás ... El porqué
Alma en ese entonces, estaba conviviendo con su novio de la adolescencia, Nano, ambos tenian la misma edad, 20 años. Alma, en el dia, trabajaba como ayudante de pasteleria y por la noche iba a su curso de chef. La vida le sonreía , tenía todo, trabajo, la posibilidad de educarse y un amor, porque para ella Nano, era la luz de sus ojos.
Una noche, volviendo de sus estudios, entra al lugar donde vivían con Nano y se encuentra que él estaba en la habitación de ambos, no con una, sino con 2 señoritas, teniendo sexo. Alma sale de la misma, y se queda sentada esperando que las señoritas se retiraran, para aclarar la situación con Nano, no era la primera vez. Cuando él sale de la habitación vistiéndose...
- podrías haber sido un poco más delicado.
- no pienso pedirte disculpas, esta fue la mejor manera de decirte que me voy, que no te amo mas, que me pareces una insulsa, y que además vivis solo para tus cosas.
- como que vivo solo para mis cosas?,todo lo que hago es para los 2, para nuestro futuro.
- un futuro que no quiero con vos, Alma, lo vas a tener que entender.
- Nano, sos el amor de mi vida, sos el único amor que tuve.
- no me interesa, ya no te aguanto. Me voy.
Alma se pone delante de él.
- por favor Nano, pensalo bien, aunque sea esta noche.
- sali de mi camino Alma, te lo estoy pidiendo bien...
- yo también te estoy pidiendo bien, porque tirar todo a la basura?
- te dije que salgas.
Nano la empuja muy fuerte, tanto que Alma pega todo su cuerpo contra una mesa y luego cae al piso, quedando tirada y viendo como detrás de Nano, se cierra la puerta.
Llama a su amiga Ana, ya que sentía muy mal, le dolía mucho el vientre y casi no podía caminar, Cuando Ana llega, se entera de lo sucedido y la ayuda para ir a un hospital.
Ahí es atendida, y le comunican que los fuertes dolores que tenían, se debían a que estaba embarazada, y que el golpe la hizo abortar, pero la peor noticia era, que no volvería a embarazarse nuevamente, había quedado estéril. Le hace prometer a Ana, que su madre nunca se enteraría de esto.
A partir de ese momento, ella se dedicaría a ser chef pastelera, se volvería la más importante. Lo que nunca más volvió fue Nano y el sentimiento de volver a creer y amar a otra persona.****
- Alma, amiga, no tenés que ser tan desconfiada y tampoco tan estricta.
- gracias a como soy, llegamos a donde llegamos.
- y para que querés tanto?, si no disfrutas ni compartís con nadie.
- como que no?, mi madre tiene una hermosa casa, vos que sos mi asistente personal, tenés todo lo que una vez soñaste, y hasta Martín logró lo que quería, un hogar y ser hijo adptivo de mi madre
Martín es su ayudante principal tiene 20 años, ella lo recogió de la calle y lo llevó a vivir con su mamá, la cual, terminó adoptándolo.
- sabes de lo que te estoy hablando, no salis, no te divertís, vivís solo para el trabajo, y apenas disfrutas de esa casa de cristal que te hiciste y tu auto.
- que tiene mi casa?, fue hecha a mi gusto.
- si toda vidriada y fría.
- mi me gusta así, y vivo yo sola, no se a quien le molesta. Además, sos la única que sabe el porqué, como no me entendés?
- te entiendo, pero me duele que dejes pasar los años, podrías volver a confiar en alguien y enamorarte nuevamente.
- si, claro, me enamoro, hago que la otra persona se enamore y después la estocada final... Nos amamos, pero olvidate de tener hijos.
- quizás encuentres a quien no le interese.
- pongo un anuncio?, busco hombre, en lo posible estéril, así no le molesta no tener sus propios hijos.
- evidentemente, no se puede hablar con vos. Ese tema ya debería estar resuelto, pero decidiste, no acercarte a la gente, menos a los hombres y...
- después de lo que paso no creo más en nadie, solamente en vos, mi madre y Martín. Y tampoco voy a intentarlo, porque no quiero condenar a nadie a que acepte no ser padre por mi culpa.
- no es así, pero bueno, hace 8 años que venimos hablando de este tema, y seguís en la misma.
- por eso Anita, no discutamos más, esto decidí que era así y punto. ¡Martín!!!
- si Alma, que necesitas?
- podrías guardar las galletas en los frascos de vidrio que esterilizaste?, mañana temprano, las pondremos en las alacenas y salen para la venta.
- OK.
- y después cerramos, ya casi es la hora.
Se dirige a su amiga.
- cuando salga, pasaré por un bar nuevo, que dicen hacer unos tragos distintos, quiero ver que onda, por ahí descubra sabores nuevos. ¿Queres venir?
- hoy no puedo amiga, mi marido y mi hijo me esperan, quizás otro día.
- OK, nos vemos mañana .
Alma entra al bar, y se sienta en la barra, hay mucha gente, así que debe esperar a ser atendida.
Detrás de ella entra Federico Alcaraz, 35 años hijo único de una de las familias más importantes de la ciudad. Había sido nombrado presidente de la empresa de sus padres, pero para ser dueño de las acciones y debido a su comportamiento, sus padres le habían impuesto que más tardar a los 36 debía formar una familia. Federico deseaba que eso ocurriera, enamorándose de alguien, pero eso se le hacia difícil, el era muy arrogante, se sentía poderoso y muy mujeriego, ya no quedaba señorita dentro de las familias adineradas que no se hubiese llevado a la cama, pero ninguna le duraba más de una semana, todas le parecían superficiales, le aburría los temas que tocaban, y solo le servían para una cosa, sexo.
Hoy había ido a ese bar, porque era nuevo y había quedado en encontrarse con un amigo. Cuando se dirige a la barra, ve que hay una bella morocha, sentada en la misma, mirando todo a su alrededor, como si estuviese inspeccionando el lugar, la comienza a recorrer con la mirada.
Morena, ojos negros con pestañas muy largas, poco maquillaje, casi nada, pelo corto y negro azabache, labios carnosos, llevaba un vestido celeste, corto bien pegado a su cuerpo, lo que hacía notar unos pechos maravillosos, y por lo que veía en su asiento, de atrás no venía nada mal , unas piernas bronceadas y muy torneadas, y en sus pies unas sandalias simples, sin taco. Lo que el calificaría como un monumento.
Se acerca y toma asiento, al lado de ella. Justo en ese momento el bartender la atiende.
- buenas noches, que le sirvo?
- aquí en la carta dice bebida 23, la que tiene pomelo, vodka y tintes de maracuya.
- enseguida se lo traigo.
Federico la miraba por el espejo que tenía enfrente de la barra. Alma ni siquiera lo había registrado. El bartender vuelve con la bebida y ella le paga, y comienza a beber, entonces el bartender va hacia Federico para tomar el pedido, cuando Alma lo interrumpe.
- perdón, discúlpame, pero esta bebida es horrible, quiero que me devuelvan el dinero.
Tanto el bartender como Federico la miran.
- señorita, es lo que usted pidió.
- no, yo pedí un jugo de pomelo, que no es, este es sintético, con vodka, que parece alcohol de curaciones, y los "tintes de maracuya", son solo semillas, de pulpa no hay nada. Me están estafando. Quiero que me devuelvan el dinero, aquí cobran muy caro, para una bebida que es un bleff.
El bartender, empieza a incomodarse. Alma estaba muy decidida y la clientela comenzaba a observarlos.
- señorita, hablare con el encargado del bar, veré que puedo hacer.
- es muy simple, devuelvanme el dinero y aquí no ha ocurrido nada.
- ya vuelvo.
- OK.
Alma mira en dirección a donde va el muchacho, cuando siente una voz que le habla, del otro lado.
- el no tiene la culpa, es un empleado.
- perdón?
- le dije que..
- ya lo escuché, mi asombro es porque se está metiendo en un asunto que no le compete, a no ser que usted sea el dueño del bar.
- no, no lo soy, permitame presentarme...
- si no es el dueño del bar, no hace falta presentaciones.
A Federico , ya le estaba cayendo mal la actitud que tenia Alma, pareciera que no solo estaba enojada con los del bar, sino con la vida, y el no tenia nada que ver, así que no le iba a permitir que le hablara de ese modo, en definitiva, quien se creía ella, si bien estaba para el infarto, no tenía ni idea de con quién estaba hablando.
- escucheme, no tiene porque comportarse de esa manera conmigo, yo no tengo nada que ver con lo que le pasó.
- exacto, por ese motivo, nunca debió existir esta conversación, que fue usted el que la inició.
Cuando Federico iba a contestarle, vuelve el bartender y también llega su amigo.
- señorita, el encargado me dijo que le devuelva el dinero, pero que por favor, no haga más escándalo y nos critique mal las bebidas.
- perfecto, igual, deberían ser más honestos con los clientes, y si lo que quieren es cobrar caro, por lo menos utilicen productos de calidad. Tengan todos buenas noches, toma su cartera y se dirige hacia la puerta.
El amigo de Federico y el mismo, se quedan absortos por como había tratado la situación.
- Guau, Federico, que fue todo eso?
- no lo sé, pero me encantaría averiguarlo.
- es una fiera, muy hermosa, pero fiera al fin.
- es diferente, jamás conocí a alguien como ella, a mí ni siquiera me dejó presentarme.
- pero no tenés ni idea de quien es...
- es verdad, pero voy a averiguarlo.
Sale corriendo hacia la calle, cuando puede divisarla, ella sale con su auto a toda velocidad, tanta que no le dio tiempo a ver la patente.
Vuelve a la barra, su amigo lo estaba esperando.
- y, pudiste averiguar algo?
- no, ya se había subido al auto y salió a toda velocidad, no pude ver la patente, si pude ver que en la tapa del baúl tenía grabada una lengua de los Rolling Stones.
- lo siento amigo, te la perdiste.
- no lo creo, no sé por qué, pero tengo el presentimiento que la voy a volver a ver.
- vas a tratar que la investiguen?
- con que dato lo haría?, para más pagó en efectivo, ni siquiera hay una copia del ticket de una tarjeta. Bueno, busquemos una mesa, pero pidamos cervezas, por lo visto aquí los tragos no son de confiar
Mientras se dirigía hacia la mesa, Federico seguía pensando en esa hermosa mujer de carácter fuerte...- no importa cuanto tarde, belleza, pero te voy a encontrar-
A la mañana siguiente, todos estaban preparados para el nuevo día, era domingo y siempre ese día concurria mucha gente al local.
Ana era la encargada del mismo y era la cara visible ante los clientes, tanto por cualquier inconveniente o para recibir los halagos, luego en la atención había 2 chicas una era Rita y la otra Gala. Y en la parte de producción estaban Alma y Martín. Esta última parte está pegada al salón del público, los separa una puerta vidriada y espejada, para que Alma pudiese ver como venía el salón, sin ser vista. Ese día Alma, no iría a trabajar, pero no había inconveniente, ya que los días anteriores se encargaban de tener muchos productos ya elaborados, el envasado y la profilaxis, lo hacía posible.
Entra una pareja, eran Federico y su última conquista, Estefanía, una chica de 30 años, hija de una familia adinerada. Lo que llama la atención de todos, es que Estefanía, a pesar de su edad, gritaba y se comportaba como una adolescente.
- ay Federico, te agradezco que me hayas traído a esta confitería top, para ir a merendar con mis padres.
- ajam.
Federico una vez que ingreso al local, dejo a Estefanía a la buena de Dios y solo se dedicaba a su celular, sin siquiera mirarla.
- Federico, que te parece que llevemos?
- lo que quieras.
- pero ayudame amor…
-lo de amor está de más. Federico, así me llamo.
Las empleadas y Ana se miraban entre sí, Estefanía se ríe nerviosa.
- él es así, pero es un divino
- OK, que va a llevar?
- ay no sé... Federico, ayúdame Please.
Federico, pone cara de fastidio, se acerca a los mostradores y le dice a Rita.
- poneme lo que sea, lo mejor que tengan, no me importa.
- Fede, porque sos así?, es para llevar a mi casa.
- me da igual Estefanía, sabías que no quería ir. Pongan cualquier cosa y nos vamos, quiero terminar esto lo antes posible.
- podría hablar con la dueña?, querría saber que me recomendaría ella para llevar.
- imposible señorita, la dueña no se encuentra y si estuviese, tampoco se presenta en público.
- que pena, es muy renombrada por todo el mundo, pero nadie la conoce, bueno, sigamos.
Rita, mira a Ana y ella le señala lo más caro del negocio. Esta va, sirve una buena bandeja y se la entrega a Estefanía.
- muchas gracias. Donde se abona?
- allí está la caja señorita, tenga usted buenas tardes.
- Fede, vamos a pagar?
Federico vuelve a dejar el celular y les da una tarjeta de crédito, sin preguntar siquiera cuanto era el valor, Gala les cobra y la pareja se retira.
Ana les comenta a las empleadas...
- por favor... esta mujer haciéndose la jovencita y el tipo, un antipático..., me muero si me toca un novio así.
Las chicas se ríen.
Federico y Estefanía se suben al auto y cuando empieza la marcha, de pronto, Federico, frena de golpe, ve el mismo auto de la noche anterior, que entra a un garaje pegado al local donde recién habían estado, no pudo ver quien lo manejaba, ni otra vez la patente.
- Fede, amor, que pasó?
- no me llames amor, no quería ir a lo de tus padres y no te importa.
- porque sos así conmigo?, solamente quería presentarte a mis padres.
- por eso soy así, estábamos teniendo una mañana perfecta, a puro sexo, y se te ocurre hacerte la novia.
- me vas a hacer pensar que solo te interesa de mi la parte sexual.
- perfecto Estefanía, lo vas entendiendo, no somos más que eso.
Federico sigue la marcha, pero ya había encontrado una punta para empezar a averiguar donde encontrar a la mujer que conoció anoche.
Por su lado Alma llegó al local, desconociendo todo, entra y llama a Ana para saber las novedades del día.
- como va todo?
- por suerte como todos los domingos, recién, me aproveche de una pareja que vino.
- que es aprovecharse?
- ella era una tilinga con plata, que quería mostrar a un novio que nunca se enteró que ella existía y él, un antipático, que pidió lo mejor que teníamos y pagó sin importarle cuanto valía. Todo para sacarse a la novia de encima...
- y vos querés que apueste al amor?, mira si me toca un nabo como ese?
- no todos los hombres son así.
- bueno, no importa, no vamos a volver a discutir.
- y como te fue anoche, el bar era lo que esperabas?
- ni me hables, que perdida de tiempo y que mal la pasé.
- que paso?, es nuevo y muy renombrado
- por favor Ana, te presentan tragos con nombres exóticos y después es un jugo de sobre con alcohol de hospital.
- en serio?
- si, por supuesto y les pedí que me devolvieran el dinero, me lo cobraron carísimo y era una estafa.
- quien iba a decirlo...
- y para más, mientras estaba reclamando, se mete un comedido, haciéndose el importante, te imaginas como lo puse en su lugar...
- claro que me imagino, ¿como un hombre se atreve a hablarte?...
- bueno, otra vez lo mismo, igual vine por una receta que escribí ayer, voy a casa y voy a cocinarla, vamos a ver que resulta. Y aprovecho para pasar a visitar a mi madre.
- me parece bien, acordate que mañana, Gala, tiene el día de descanso.
- dale, no hay problema, bueno mi chiqui, los dejo, me voy a ver a Aurelia y después a la paz de mi hogar.
Le da un beso en la mejilla a su amiga y otro a Martin.
- me voy a visitar a tu madre adoptiva, algo para decirle?
- nada, que la quiero mucho y a mi hermana de la vida, ni te cuento.
- OK, mensaje recibido. Nos vemos..., chau.
En otro punto de la ciudad, Federico llega con Estefanía, a la casa de los padres de ella. Estaciona en la vereda, ella baja y él le alcanza la bandeja que habían comprado, cuando ella iba a cerrar la puerta, Federico le dice desde arriba del auto.
- yo no voy a bajar, así que espero que tengas una buena merienda.
- pero íbamos a ver a mis padres...
- no, íbamos, no, es solo un deseo tuyo. Veo como viene el día, si te necesito, te llamo.
Arranca el auto y deja a Estefanía sola con la bandeja en las manos y llorando.
Se dirige nuevamente al local, entra al mismo y se encuentra con Ana, que cuando lo vio, se puso a pensar,- otra vez el tipo este? Y ahora que querrá, llevarse el local?-. Pone su mejor cara y lo atiende.
- hola buenas tardes, nos volvemos a ver, que se le apetece?, Rita vení a atender al señor.
- no, no es necesario, mi consulta nada tiene que ver con las cosas ricas que venden.
- ah, no?, no lo entiendo.
- hoy cuando me iba, vi entrar un auto, es de una persona que conozco, quería saber si se encontraba aquí.
- un auto, que auto?
- uno negro, de alta gama, que tiene un grabado en el baul.
- lo dudo señor, la persona que maneja ese auto, no es conocida por nadie.
- es de la dueña?
- no, es del local.
- quiere decir, que solo personas que trabajan aquí lo maneja?
- emmm, si, solo para empleados y es para entregar mercadería.
Federico se dio cuenta de que le estaban mintiendo, la mujer que estaba anoche en el bar, no había ido a entregar mercadería.
- pero no es un auto muy lujoso como para que lo usen los empleados?
- nosotros no escatimamos en gastos, es parte del servicio al cliente.
- bueno, quizás me equivoque, sepa disculparme.
- ningún problema señor, lo esperamos otro día.
- bueno, muchas gracias
- por favor, gracias a usted.
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