Azucena era una princesa del reino de Forest, hija de la reina Jazmín Marriott de Forest, la reina más amada, como le decían en el pueblo, ya que se dedicó a ayudar a los plebeyos y a los niños del lugar e hija también del Rey Liam de Forest, un rey poderoso, mayor, reconocido por todos, por su integridad y rectitud. Tenía un hermano, el príncipe Ehliam Forest Marriott, heredero al trono y el mejor espadachín del reino y además desde que nació se había criado al lado de un especial dragón negro, a quien siempre había reconocido como a un tío. También tenía dos primos, que vivían en el ducado Costa y que habían vivido con ella, hasta que salieron de la academia.
Pero, a pesar de todos los antecedentes familiares que tenía, Azucena disfrutaba pasar su tiempo en el Templo, estudiando la alquimia… mezclando diferentes plantas y realizando experimentos, además de ayudar en algunos asuntos diplomáticos del reino.
Pocos sabían que la familia real Forest, tenía la habilidad de percibir e identificar la magia y aunque el poder había sido heredado principalmente por su hermano, ella también tenía la habilidad de percibir la magia, lo que le ayudaba muchísimo en sus estudios.
Ahora que ya iba a cumplir los 18 años, iba a tener una misión algo diferente, ya que había sido convocada al templo, por el gran Mago, uno de sus principales maestros, para representar al reino y para que utilice sus conocimientos en la alquimia.
Azucena: - Tío Black, será muy llamativo llegar contigo, eres un hermoso dragón, pero llamas mucho la atención.
Black, le hablo telepáticamente…
Black: [-Sobrina, si no me dejas llevarte, me quedaré allá contigo en el Templo]
Azucena: - Esta bien, llévame, me iré a despedir de mis padres.
Black: [-Asegúrate de decirle a tu padre, que yo te voy a llevar, porque me quieres más a mi]
Azucena se despidió de sus padres y de su hermano, antes de salir del palacio de la rosa. El Palacio Forest estaba dividido en tres áreas principales, el sector central, que era donde estaban las oficinas, salones de fiesta y en la cual se dirigía toda la parte política del reino; el palacio de la rosa, en el cual vivían los reyes y sus hijos, al cual tenían solo acceso personas autorizadas; Y el área sur, donde vivía un peculiar dragón negro, quien custodiaba el lugar, era la zona más lujosa del palacio.
Azucena: - Padre, iré al templo nuevamente, puede que esta vez me tome unos días volver, porque tenemos que ver si el reino o el templo va a intervenir en los problemas internos que tienen los hombres lobo.
Rey: Muy bien princesa, ten cuidado, mandaré a preparar un escuadrón para que te acompañen.
Azucena: - No será necesario, mi tío Black me va a llevar.
Rey: Yo también podría haber ido
Black: [-entiende que tus hijos prefieren estar conmigo]
Jazmín: ¡Black! Solo ten cuidado, cualquier cosa me avisas, no te olvides de alimentarte bien.
Azucena: Los amo, nos vemos pronto.
Una hora después, Azucena envío sus pertenencias en un carruaje y salió vestida de forma diferente, usando unos ajustados pantalones negros, botas, una blusa roja ceñida al cuerpo y una capa negra.
Físicamente, Azucena era similar a su padre, tenía un cabello negro largo hasta su cintura que ahora había atado en una cinta roja, ojos azules y la piel blanca que contrastaba con su caballera.
Black: [¿Por qué no usas vestidos con mucha tela, como los que usabas cuando eras pequeña?
Azucena: Tío en unos meses cumpliré 18 años… además esta ropa que diseño mi madre es bastante cómoda para cabalgar o para salir contigo…
Black: [Bien, vamos, me pregunto si podrás crear una poción que hagas que te quedes pequeña, creces muy rápido]
Azucena: Siempre seré tu niñita tío.
Black: [Ja, toma eso rey, bien, ¡vamos!]
Black bajo una de sus alas para que ella subiese. El tamaño del dragón era grande, no tanto como otros dragones, debido a que él aun era joven y además su madre había sido humana.
Mientras Azucena se acercaba a él, Black vio como unos guardias miraban el cuerpo de su sobrina, debido a que la ropa, acentuaba bastante su estilizada figura. Así que fingió estornudar y las botas de ellos comenzaron a quemarse, era una pequeña llama, pero lo suficiente para que los asustará.
Azucena subió en la espalda y cuando él sintió que ella ya se había afirmado bien, emprendió el vuelo.
En el templo, la esperaban los magos y tres licántropos, conocidos por los humanos como hombres lobo.
Eran liderados por Lucio Magnus, el alfa de la manada, quien estaba acompañado de los hermanos Castex, Javier Castex, el beta de la manada, lo que significaba que era la mano derecha de Lucio y Karime Castex, una mujer experta en armas, reconocida por su sensualidad y carácter.
Todos los licántropos, se podían comunicar con su espíritu lobo, a través de un enlace mental.
El lobo de Lucio se llamaba Mox, un gran lobo negro, con ojos dorados. El lobo de Javier se llamaba Oner, un lobo café ojos grises y la loba de Karime se llamaba Rae una hermosa loba gris ojos café.
…
Gran Mago: - Señor Magnus, esperaremos que llegue la princesa Forest, para iniciar la sesión, además que ella posee bastante conocimiento en la alquimia, lo que nos ayudará.
Lucio: - No creo que una princesita nos ayude…
Javier: - Es que no conoces a esta princesa, un día la vi en el pueblo cercano y es j0didamente sexi.
Karime: Y te la c0giste, que novedad, hermanito…
Javier: Ojalá si quiera ella me hubiese notado, además que no es cualquier princesa, es hija de la reina amada, como le dicen en el pueblo, su hermano es el mejor espadachín de todos los reinos, su padre el serio y recto rey Liam y su tío es un maldit0 dragón…
Lucio: ¿Y cuando eso ha sido impedimento para mantener tus pantalones puestos?
Javier: Si escuchaste acerca de su familia…
Lucio: Princesa, plebeya, gim3n por igual, es solo una mujer, deberías intentarlo, así te quedas en este maldit0 lugar, cuando esta reunión termine.
Javier: Bien, me gusta ese plan.
Karime: Además no creo que esa princesita sea la gran cosa…
Javier: Mírala tu misma, viene montada sobre ese dragón.
En ese momento Lucio sintió la agitación de Mox… aunque después dejo de pensar y sintió que el tiempo pasaba mas lento de lo normal… al ver a una hermosa mujer, bajar de un dragón… el viento que provoco el movimiento de las alas, hizo que la fina cinta roja que ataba su larga cabellera negra, se deslizará hasta sus pies.
Ella al bajar, volteo a acariciar al dragón, quien le dio una fuerte mirada a Lucio, para después salir volando del lugar.
Gran Mago: - Buen día princesa de Forest.
Azucena: - Buen día Gran Mago.
Lucio, quien aun sostenía la cinta roja, que no sabía, porque ni cuando había recogido, solo la miraba inquieto…
Javier: Buen día princesa, pertenecemos al clan Lycan
Azucena: Buen día…
Mox se agito aún más, al ver como Javier tocaba la mano de la princesa.
Karime: Buen día princesa, debo reconocer que me sorprendió por su gran entrada.
Azucena: Buen día, si mi tío es bastante llamativo…
Azucena se puso frente a Lucio quien la miraba expectante… pensando que en cualquier momento Mox podría tomar el control.
Azucena: Buen día…
Lucio no respondió, no se podía concentrar en nada más, que no fuese en sus ojos azules, por lo que no respondió, el saludo.
Javier al verlo así, se acercó mas a Azucena…
Javier: Disculpe a mi jefe princesa, generalmente no es tan grosero.
Azucena le sonrió a Javier.
Gran Mago: Bien, pasemos a la reunión.
Mox abrió el enlace para comunicarse con Lucio < mía >
Todos avanzaron hacia la sala de reuniones, excepto Lucio, quien parecía estar plantado al piso, mientras se enlazaba a su lobo.
Mox: < Espero no lo arruines, ella será nuestra >
Lucio: ¡No, no puede ser, no pertenece al clan!
Mox: < Si lo arruinas, perderás el contacto conmigo >
Lucio miró en su mano la cinta roja y por instinto la olió, despertando a Mox, por lo que tuvo que salir del lugar a liberar a su lobo y dejarlo correr, para dejar que el viento apagara su enlace y que el pasto lo calmará.
En la sala de reuniones, cada uno tomo un espacio en la mesa, Javier se sentó al lado de Azucena, quien lo miraba de forma amable, similar a como miraba a todos.
Gran Mago: ¿Dónde está el joven Magnus?
Javier: Debe encontrarse indispuesto, pero empecemos por favor, no hagamos esperar a la princesa.
Gran Mago: Bien, el motivo de la reunión es tratar una dificultad importante que está teniendo el Clan Lycan.
Javier: Así es, desde hace algunos años, en diferentes territorios, esta apareciendo la planta acónito…
Azucena: Que es letal para su raza.
Javier: Asi es princesa…
Karime: Lo extraño es que cada vez, que limpiamos una zona se extiende más…
Azucena: ¿De que formas la han intentado quitar?
Javier: Inicialmente, contratamos a humanos u otras criaturas, incluso quemamos una zona, pero aun asi, la planta nuevamente re aparece…
Azucena: ¿Han intentado revisando el agua?
Javier: No princesa.
Azucena: ¿Propiedades de suelo? ¿Calidad del aire? ¿Animales que entren en contacto?
Javier: No princesa.
Azucena: el acónito necesita varias características para desarrollarse, por eso es escaso de obtener.
Gran Mago: Sin embargo, princesa intervenir en el territorio Lycan esta prohibido para los humanos.
Azucena: Pero, para intentar averiguar, necesitaremos varias muestras, será difícil ayudarlos si no podemos entrar.
Karime: Así es, solo los Lycans pueden entrar en nuestro territorio.
Azucena: Es probable, que cada tres semanas, vayan perdiendo más de su territorio, por el nivel de crecimiento que pueden tener las plantas.
Javier: Princesa, si por mi fuese la llevaría ahora conmigo.
Karime: ¡Javier! ¡Ya sabes las reglas, nadie entra en el territorio!
Gran Mago: Bien, creo que no llegaremos a un acuerdo, el templo y al parecer el reino Forest, están dispuestos a cooperar con su Clan, pero ya escucharon a la alquimista…
Karime: Bien, lo hablaremos con nuestro líder, pero no creo que sea posible.
Javier: Princesa, ¿hasta cuando va a estar en el templo?
Azucena: No lo sé, quizás hasta que se resuelva este asunto…
Javier: Me concedería el honor de mostrarle el lugar.
Gran Mago: Joven Castex, la princesa viene al templo desde que tenía 5 años, desarrolló sus estudios de alquimia en este lugar, estoy seguro de que lo conoce más que usted.
Azucena: Muchas gracias de igual forma, pero aprovecharé de descansar. Cuando tengan una respuesta de su líder nos avisan.
Javier: Bien, princesa espero verla pronto entonces.
El Gran Mago y Azucena salieron del lugar, dejando solo a los hermanos Castex en la sala de reuniones.
Karime: Me puedes decir donde mierda, esta Lucio
Javier: No tengo idea, ves lo linda que es la princesa, lo inteligente…
Karime: Si es cierto, no es solo una princesita cabeza hueca, por lo que creo que no tendrás ninguna posibilidad.
Javier: ¡Oye! Le haré caso a mi líder, y lo intentaré.
Karime: Bueno, lo primero será que lo encuentres.
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