Me llamo Martina Suárez tengo actualmente veintiséis años, nací y viví mis primeros años en Argentina, pero cuando tenía ocho años mi padre recibió una oferta de trabajo la cual siempre había estado esperando y sin pensarlo dos veces nos mudamos con toda mi familia a Italia sin saber que sería la peor decisión del mundo y que toda mi hermosa familia encontraría su trágico final

En ese entonces yo era una niña feliz con una vida perfecta, mi padre había comprado una hermosa casa en Nápoles con un increíble jardín lleno de flores en el cual me encantaba jugar, si cierro los ojos aún puedo ver a mamá con su largo vestido blanco caminando descalza por el verde césped regando sus plantas, cantando o simplemente riendo, también recuerdo que desde el balcón podíamos ver el Vesubio o el mar Tirreno el cual se encontraba a dos calles más abajo, también recuerdo todas las tardes que pase en la playa junto a mis abuelos Martín y Elsa mientras mis hermanos Gabriel e Isaías hacían competencias de nado, mis abuelitos eran los mejores del mundo me amaban muchísimo y de papá que puedo decir? Era el mejor papá y hombre del mundo, el mejor en su trabajo, el más dedicado y correcto agente.

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A sus ocho años Martina era niña muy amorosa, educada, inteligente y llena de sueños y metas por cumplir, era una niña muy amada por sus padres, al ser la única hija mujer era la princesa de papá, su padre por más cansado que llegara del trabajo siempre tenía tiempo para jugar aunque sea veinte minutos con ella, su madre Verónica era dulce, amorosa y muy alegre la amaba y consentía demasiado al igual que a sus hermanos, quiénes siempre cuidaban a su pequeña hermanita hasta de lo más mínimo aunque también les gustaba hacerla enojar y llorar de vez en cuando Pero solo lo hacían para bromear un rato, ya que ambos adoraban a su pequeña hermanita

Y que decir de sus abuelitos? Ellos vivían para sus nietos, les encantaba malcriarlos y apañar todas sus travesuras, ambos señores eran un pan de Dios que al igual que sus padres y hermanitos no merecían morir como lo hicieron

Martina vivía rodeada de amor, no conocía otra cosa que no fueran risas, juegos, bondad y mucho amor Pero todo eso fue arrastrado por un tornado llamado Julio Salvatore quien en un segundo destruyo por completo su vida, dejándola completamente sola

 Su vida se convirtió en una terrible pesadilla, dónde antes todo era de color rosa lleno de alegría y felicidad, se convirtió en una vida llena de tristeza y soledad, todo por culpa de Julio Salvatore y su hijo quienes asesinaron a sangre fría a su familia

Desde ese día la hermosa, dulce y feliz niña murio dándole paso a una pequeña llena de tristeza y soledad que creció con un solo objetivo en su vida, vengarse de los asesinos de su familia 

Martina se preparó mucho para cuando llegara ese día, Pero para lo que no se preparo, fue para terminar enamorándose de Dante Salvatore, uno de los asesinos de su familia…

Que podrá más el amor o la venganza? 

¿Podrá cumplir Martina la promesa que hizo sobre la tumba de sus padres? 

...Martina...

Martina

Mi despertador suena a las cuatro y media de la mañana, quisiera tirarlo contra la pared y que se haga pedazos o agarrarlo con un martillo Pero lamentablemente tengo que trabajar, si no trabajo no tengo dinero para pagar mis alimentos, mi ropa, tarjetas de crédito, boletas de luz, agua etc, en fin odio mi vida de pobre 

De mala manera me quito mi suave y calentita manta piel de piel color crema y camino descalza y aún con los ojos cerrados hasta la cocina para buscar mi tan amado e indispensable café, mi día no puede comenzar si no bebo una inmensa e humeante taza de café, ya se que mi médico me ha dicho que debo dejar de beber tanta cafeína Pero la necesito tanto como al aire para respirar 

Le doy el primer sorbo a mi taza y sonrió al sentir el delicioso sabor quemando mi garganta

Ya con un poco de cafeína en mi sistema todo parece cambiar, vuelvo a mi habitación y me pongo mi ropa deportiva que consiste en un top con una campera ya que estamos en época de otoño y ya comienza hacer bastante frío sobre todo a estas horas de la mañana y una calza que levanta mi trasero, de vez en cuando me gusta verme y sentirme sexy, me hago una trenza en mi largo cabello, tomo mis auriculares y salgo de casa para comenzar mi rutina de gimnasia 

Mientras mi lista de Spotify se reproduce corro como si no hubiera un mañana, amo la sensación que me produce el viento al golpear mi cara, es como si todo lo malo se borrara, si el dolor dejara de existir, me siento tan libre que sin darme cuenta corro mas y mas fuerte, me detengo cuando llego al final de la ruta y comienza la autopista, mi respiración está agitada, mis piernas duelen un poco y es entonces cuando observó el reloj en mi muñeca derecha y me doy cuenta que corrí alrededor de una hora y media, mi celular suena y veo que es una llamada de mi jefe contesto de inmediato 

- Señor - respondo educadamente

- En dónde estás? Te quiero en la estación en treinta minutos Suárez - dicho esto cuelga sin darme tiempo a nada

Mi jefe tiene un problema serio con decir buenos días o buenas noches en todos los años que lo conozco jamás ha Sido amable conmigo, digamos que es bastante machista y no cree que una mujer pueda hacer el mismo trabajo que el, Pero se lo he demostrado en varias oportunidades que soy mas eficiente que varios de sus protegidos a los cuales le he pateado el trasero en varias oportunidades

Vuelvo a observar el reloj y pego un grito al ver que no tengo casi tiempo para nada

- Mierda como diablos voy a llegar a la otra punta de la ciudad? No debí correr tanto

Por suerte logré contactarme con Iván un amigo que tiene una super moto y que en menos de dos minutos estaba frente a mi, me pasa un casco que me lo pongo de inmediato para luego subirme a su Kawasaki y emprender el viaje, Iván acelera a fondo, mientras se incorpora al tránsito, comienza a zigzaguear entre los demas vehículos y en diez minutos estoy frente a mi casa 

- Gracias amigo te debo una - digo bajando a gran velocidad de su moto

- El sábado karaoke en el bar del viejo Enrique - dice y como negarme después de que siempre me esta salvando las papas?

- De acuerdo nos vemos - respondo antes de entrar corriendo a mi casa odio cantar y todo eso Pero mi amigo me salvó una vez más y debo de ser agradecida con el 

Corro al baño y me ducho rápido, luego salgo y a las apuradas busco que ponerme, termino por usar una remera negra, pantalón de cuero negro y para completar unos borcegos negros bajitos ya que en mi trabajo nunca sabes cuándo vas a tener que correr y por último una chaqueta de cuero también negra, amo el color negro creo que combina justo con el color de mi alma, es gracioso ya que cuando era niña amaba el color rosa y ahora de solo verlo me produce náuseas, era tan tonta creía ciegamente en los cuentos de hadas, en el amor, la felicidad y toda esa mierda que uno creé cuando se es una niña inocente de ocho años

Me sirvo más café en mi vasito termico tomo mis cosas y me apresuró a subir a mi auto, tengo exactamente diez minutos para hacer un recorrido de treinta cuadras por lo que tendré que arriesgarme a que me hagan varias multas si no quiero que mi jefe me suspenda o en el peor de los casos me despida. 

Martina

Después de recibir varios bocinazos e insultos por mi loca y desenfrenada manera de conducir llegó a mi trabajo, bajo corriendo del auto y entro al edificio

- Suárez maldita sea cuando aprenderás a ser puntual? - me grita mi jefe con tanta rabia que por poco me escupe, siempre he tenido la teoría que me odia sin motivo alguno, ya que yo recuerde jamás le hice nada

- Lo siento señor salí a correr y perdí la noción del tiempo no volverá a ocurrir - digo mordiéndome la lengua, ya que si le contesto como quisiera perdería mi trabajo y no puedo perderlo, ya que necesito encontrar información para vengarme de los asesinos de mi familia

- Espero que no vuelva a ocurrir por qué la próxima te quedas de patitas en la calle... - dice saliendo de la oficina estaba a punto de sentarme cuando volvió a entrar

- Ah y sabes lo que te hace falta? Un reloj para que aprendas a ser más responsable - me dice de mala manera y ya me está costando bastante controlar mi lengua venenosa que suelo tener

- Y lo que usted necesita es una mujer, tal vez con un poco de sexo se le quite esa cara de agrio y aprenda a ser más amable y menos amargado y odioso - mi jefe frena en seco y voltea a observarme con los puños apretados

-Cómo te atreves a hablarme de esa manera?

- Pues si le hablo de esta manera porque ya estoy cansada de sus malos tratos, nunca le he hecho nada siempre fui amable y respetuosa con usted, pero, en cambio, de su parte solo recibo maltratos, burlas y humillaciones, soy mucho más eficiente y mejor que toda la manada de inútiles que tienes trabajando para ti...

Soy mejor que ellos y lo sabes, recibí una medalla por desbaratar una banda de delincuentes yo sola, salve una niña secuestrada y capture yo sola a sus raptores, encarcele narcotraficantes , sicarios yo sola y aun así tú siempre me has tratado horrible así que si tienes un problema conmigo ten los huevos suficientes para decírmelo en la cara - le gritó al machista de mi jefe el cual me mira como si quisiera ahorcarme ahora mismo, pero el sabe que no estoy diciendo nada que no sea verdad

-Cómo demonios te atreves a hablarme de esta manera? No eres más que una irrespetuosa, estás despedida, te quiero fuera de mi unidad - grita golpeando el escritorio, está tan colorado de la furia que carga que temo le de un ataque

Justo cuando iba a responderle la puerta se abre y entra el señor Esteban quien no sólo es el sargento por lo cual es el jefe de mi jefe, sino que fue el mejor amigo y hasta un padre para mi difunto padre, él es como un abuelo para mí, siempre me ha apoyado en todo momento desde que decidí convertirme en policía, me ha enseñado todo lo que se, le tengo un gran cariño y sobre todo respeto

-Qué está sucediendo aquí? - pregunta y puedo ver como mi jefe pierde el color en su cara, le tiene miedo

- Na - Nada se - señor es solo que - tartamudea y yo trato de contener la risa lo más que puedo

- Sargento - digo haciendo una reverencia frente a el

- Oficial Suárez... Me puede informar que está sucediendo aquí? - me pregunta él sargento Esteban con calma

- No, no pasa nada solo fue un mal entendido sargento - se apresura a responder el desgraciado de mi jefe o ex jefe, ya no se

- Lo que sucede es que mi jefe me acaba de despedir, Pero no importa seguramente conseguiré un mejor trabajo, con su permiso - dijo haciéndome la víctima un poco

- Como te atreves a despedir a una de nuestras mejores oficiales imbécil? - le grita Esteban y yo sonrió de lado

- Fue un mal entendido Pero por supuesto que yo no la despedí, Suárez ve a trabajar - me ordena el

- Suárez se queda, tu sal ahorita mismo de esta oficina luego hablamos

Cuando nos quedamos solos, Esteban me mira preocupado

-Qué ha pasado hija?

- Es que estoy harta de que siempre me humille y trate mal y simplemente colapse no pude contenerme y le respondí lo que estaba pensando

A veces creo que tiene un problema personal conmigo - mencioné y él ríe por lo bajo confirmando mis sospechas

- Ibañez y tu padre nunca se llevaron bien, digamos que Ibáñez siempre quería lo de tu padre, su puesto, su inteligencia y sobre todo siempre estuvo enamorado de tu madre pero ella jamás ni se enteró de su existencia, creo que quiere descargar su frustración contigo, pero has hecho bien, no debes de dejar que ni él ni nadie te pase por encima

- Ahora entiendo todo... - dije pensativa

- Mira sí quieres conservar tu puesto te puedo ayudar, Pero si no vengo a ofrecerte la oportunidad que has estado esperando por años

- Te escucho

- Tengo un buen amigo en la guardia di finanza en Italia, me comentó que están detrás de los miserables que mataron a tu familia, necesitan alguna agente que vaya encubierta y pueda pasar información desde adentro de la mansión de los Salvatore, te animas? - me preguntó Esteban y yo estaba que saltaba en una pata de la felicidad, llevaba años esperando está oportunidad

- Por supuesto que me animo, tú sabes el tiempo que llevo esperando por esto

- Bien llamaré ahora mismo a mi amigo, pero Martina dos cosas importantes, debes mantener un bajo perfil, irás encubierta como prostituta, debes de ganarte la confianza del hijo y así pasar toda la información que se necesite para poder encarcelarlos de por vida y otra cosa te preparé una nueva identidad no puedes llegar al país como Martina Suárez entiendes?

- Por supuesto cuando viajo? - pregunté más que ansiosa

- Para mañana tendrás toda tu nueva documentación si todo sale bien mañana a la noche estarás arriba de un avión

Luego que Esteban saliera de la oficina junte todas mis cosas, al final el imbécil de Ibáñez me había beneficiado al despedirme

Cuando salí él estaba de pie junto a la máquina de café

- Que te quede claro que renunció tu no me echas y otra cosa debes de superar que mi madre no se fijara nunca en ti, después de todo eras demasiada poca cosa para un mujerón como era mi madre, un hombre tan insignificante y fracasado. Pero yo no tengo la culpa de tus fantasmas del pasado mejor ve a terapia porque si te encuentro fuera de esta estación te daré una buena paliza por todos los malos momentos que me hiciste pasar... Inútil - mis demás compañeros comenzaron a reírse de mi antiguo jefe quien estaba que se desmayaba por el momento que acaba de ocurrir

Salí del departamento de policía y subí a mi auto, puse música y maneje con la ventanilla baja por toda la ciudad sintiendo la hermosa sensación que da el viento al golpear mi cara

Una vez en mi departamento comencé a preparar todas las cosas que llevaré a Italia

Al fin podré vengar a mi preciosa familia...

Julio y Dante Salvatore voy por ustedes...