En un lugar desconocido se reúnen aquellos seres que dictan el destino de los mortales. La diosa de la luna Selene, madre de los licántropos,
Hécate diosa de la muerte y los caminos que caprichosamente unen a las personas.
Helios dios del sol,
Nyx diosa de la noche.
Helios: ¿Qué haremos?, dentro de algunos años se vence el tiempo de su castigo. Él saldrá, será libre y nos hará pagar a todos por encerrarlo. Su traición fue algo con lo que no contábamos, pero es demasiado fuerte, aún lo sigue siendo.
Nyx: Debemos elegir con sabiduría a nuestros campeones, aquellos que lucharán esta batalla por nosotros. Con algo de suerte esta vez lograremos destruirlo.
Selene: Lo sé. Es nuestra última oportunidad si fallamos será el fin de nuestra existencia.
Hécate: Ya ha empezado a moverse, el sello que lo mantiene prisionero se ha debilitado. Él también ha elegido a los que lucharán en su nombre.
Helios: Los que hemos escogido apenas han empezado su vida. Y nuestra intervención en el mundo mortal es limitada, no siempre podemos ayudarlos cuando lo necesitan.
Selene: Estarán bien, hemos seleccionado a los mejores.
Hécate: ¿Estás segura?, no digo que sean malos, pero esto es muy importante, y no tenemos el tiempo necesario para prepararlos. Nos tomó mucho dar con los indicados. ¿por qué no mandas a tu hija? Ella no conoce la derrota.
Selene: Sé a quién te refieres y no, no es la adecuada para esto. ¿O acaso olvidas quién la engendró? No espero nada de ella, solo causa problemas. Pero no te preocupes otra de mis hijas se encargará. Si esto es todo me marcho aún hay mucho que hacer.
Helios: Yo también debo irme.
Al mismo tiempo en otro lugar, un ser sin rostro, atrapado en la profundidad de un abismo inhóspito y solitario daba instrucciones a aquellos que aceptaron servirlo a cambio de poder.
Ustedes son mis elegidos, mi pase a la libertad. Encuentren a aquellos en que los dioses han puesto sus esperanzas y destruyanlos antes de que sean una amenaza más grande.
¿?: Así se hará.
Hécate: Que necia.
Nyx: ¿Qué tramas?, te conozco. ¿Estás inconforme con los elegidos?
Hécate: No es eso, son buenos chicos, pero su desafío es grande. Sabes que yo resguardo el destino y puedo decir mejor que nadie lo cambiantes que son los mortales.
Nyx: Lo sé.
Hécate: una voluntad fuerte se forja bajo un fuego intenso y esos chicos no lo tienen. Al menos no todos, así que tomaré mis propias medidas en caso de que fallen.
Ambas diosas se retiran a los dominios de Hécate. En medio de un gran espacio se alza un altar extraño, sobré el, un libro que no deja de escribirse, pero tampoco puede entenderse el misterio que guardan sus páginas.
Nyx: ¿El libro del destino?, ¿qué harás?
Hécate: Dar una oportunidad a quién sea capaz de tomarla. Y talvez, con suerte el futuro injusto de un padre y su hija pueda enmendarse.
Nyx: ¿a qué te refieres?
Hécate: si todo sale bien lo sabrás, todos lo harán
Nyx: si tú lo dices entonces solo resta esperar. Ya que guardas el pasado, presente y futuro de todos, incluso de los dioses
Hécate: he querido enmendar este fallo del destino hace mucho, pero por primera vez tengo la oportunidad de lograrlo.
Nyx: pero ¿estás segura de hacer esto justo ahora?, ya no habrá marcha atrás.
Hécate: lo sé, *tomo la pluma que escribe el libro y creo una página totalmente en blanco y vuelvo a poner la pluma en su lugar*. Veamos como maduran las semillas que acabo de plantar o si se secarán a mitad de camino.
En el mundo de los dioses solo dos tenían noción de lo que sus acciones acarrearían. Observaban con atención la vida de aquellos que habían sido elegidos para cumplir un destino más grande que ellos mismos. En una gran manada de lobos nacía el próximo rey de los licántropos, un niño fuerte, aún desde el vientre de su madre. Su llanto llenaba toda la habitación, sin dudas él sería el más poderoso de todos. No mucho después nació una niña, no muy lejos de allí. La pequeña era hermosa, bendecida por la luna pues llevaba su marca, ella sería la próxima reina de los licántropos. La luna del gran alfa, pero debía ser escondida, protegida de aquellos que quisieran dañarla para destruir a ese poderoso lobo que sería su compañero. Así que la diosa de la luna compartió el vínculo de mates con seis pequeñas más, este lobo tendría siete mates, pero solo una de ellas sería la verdadera. En otro lugar un pequeño de cinco años miraba a la luna, era el primer híbrido que lograba sobrevivir. Todos los que eran como él habían sido destruidos, por temor a su poder. Pero sus padres no eran seres a los que pudieran enfrentarse con facilidad. Por lo que lograron criar a su hijo alejados de todo y de todos. En un páramo que a la vista de muchos parecía hasta embrujado, pero justo en medio escondía una gran mansión. Su compañera ya ha nacido, pero el mal no descansa, busca incesantemente lo que podría dañarlo. Lamentablemente su paradero ya había sido descubierto. Solo esperaban el momento indicado para destruirla y con ella aquel que podría entorpecer sus planes. Pero la intervención de Hécate dio un giro inesperado y una nueva oportunidad. Una pequeña que estaba a punto de morir cambiaría el destino de aquel niño. Había sido abandonada entre las bolsas de basura de un edificio antiguo. Nadie se había dado cuenta del pequeño bulto que empezaba a apagar su existencia. Pero en ese justo momento, en vez de la muerte recibirla en sus brazos, besó su frente. Dándole un aliento de vida, uniendo su alma al lugar donde habitan los muertos. Pronto su llanto hizo eco en cada rincón y su presencia fue notada, gracias a ese lamento estremecedor que salía de su pequeña garganta, ¿qué veía?, ¿qué sentía?, que la hacía llorar con tal terror, porque eso era miedo, miedo puro. Sin dudas su vida sería difícil, más allá de lo que muchos se hubieran podido imaginar. Pero irónicamente su presencia no dejaría que ese chico avanzara a una muerte segura. Y la última involucrada en este giro inesperado, una pequeña que nacería en una familia de lobos sin nada de especial, completamente común. Pero con el infortunio de ser una de esas pequeñas que compartirían el vínculo. Pero esa pequeña sería la portadora de la hija despreciada de la luna. Castigada por su madre, despojada de aquello que era suyo por herencia. Pero ésta intervención furtiva le dio a su portadora un espíritu tan salvaje como el de su loba, tan indómito que no tendría dueño con facilidad. Una vez que esa chispa se encendiera haría temblar el mundo bajo sus pies.
Ese fue el comienzo desconocido de estas dos historias completamente ajenas una de la otra, al menos por ahora. El alfa de las siete lunas. El híbrido, la bruja y la ¿enferma? . Pasaron los años y nuestros protagonistas alcanzaron la adultez sin darse cuenta de que a partir de ese momento sus vidas cambiarían para siempre.
El paso de los años no se hizo esperar, ese pequeño ya se había convertido en todo un hombre.
Y el tan ansiado día llegó.
Richard Beaumont: hijo ésta noche tu vida cambiará por completo. Finalmente serás uno de nosotros.
Alison Beaumont: al fin conocerás a tu lobo, aquel que será tu compañero hasta el fin de tus días.
Nadir Beaumont: lo sé, pero estoy algo nervioso.
Richard: no te preocupes, solo déjate llevar, sucederá de manera natural. Así es con todos.
Esa noche en el centro de una cueva oculta que escondía una gran piscina natural, con manantial tan puro que sus aguas se convertían en un celeste resplandeciente cuando los rayos de la luna tocaban su superficie. Allí se encontraban todos los jóvenes de dieciocho años que conocerían a sus lobos. Uno a uno empezaron a transformarse. Los gritos de dolor llenaban el lugar, los cuerpos se deformaban dejado tras de sí enormes lobos. Pero uno se llevó la atención de todos. Un gran lobo negro de ojos dorados, era una vista poco común.
Estos eventos siempre eran presenciados por algún representante del consejo, aquellos que registraban los sucesos importantes que influirían en el futuro de su raza. Y ésta era una de esas ocasiones.
Anciano del consejo: *solo basto verlo para saber su papel*. El lobo guardián que unirá nuestra raza en tiempos difíciles y junto a él sus lunas y el híbrido.
Richard: ¿híbrido?
Alison: ¿lunas?
Richard: puede darnos más detalles de esto… pero en otro lugar.
Alison: ve, yo me quedaré con ellos.
Richard: acompáñeme.
Anciano del consejo: cómo guste.
Nadir: *creí que moriría, nunca había sentido tanto dolor. Siento la mirada de todos sobre mí, me acerco al agua a ver mi reflejo y no puedo creer lo que veo. Nunca he visto un lobo así.*
¿?: [nadie es como nosotros, somos únicos. Soy Eos el lobo guardián y ahora tu compañero.]
Nadir: [¿guardián?]
Eos: [esa será una historia para otro momento.]
Nadir: *vuelvo a mi forma humana, veo a mi padre irse con el anciano del consejo. Mi madre se acerca con un manto cubriendo mi cuerpo.*
Alison: estoy muy orgullosa de tí, serás un gran rey algún día.
Nadir: ¿dónde está mi padre?
Alison: tubo que atender un asunto, no tardará.
Richard: dígame, ¿a qué se refería?
Anciano del consejo: hace dieciocho años surgió una profecía. Llegarán tiempos difíciles para nuestra raza y no solo nosotros todo el mundo sobrenatural se agitará. Será una batalla por la supervivencia, y en el centro de todo estará el alfa que porta al lobo guardián y sus lunas. Así como el híbrido, no hemos divulgado su relación con la profecía por su propia seguridad. Ese niño no debe morir o todo será aún más difícil.
Richard: puede que usted se este refiriendo a...
Anciano del consejo: sí, a su hermana
Nadir: *no sé de qué hablaron ese día, pero el semblante de mis padres lucía preocupado. Cuando pregunté que pasaba dijeron que no era nada. Contestaron mis preguntas con evasivas, pero la sensación de que me ocultaban algo cada día se acentuaba más.*
El tiempo siguió su curso, aprendió a dominar su poder y los dones que venían con un lobo guardián. Su fuerza era descomunal, su aullido podía doblegar a cualquier licántropo y su mordida tan venenosa como la serpiente más letal. Sabía que era fuerte, había sabido ganarse su lugar con esfuerzo, dedicación y fuerza demoledora. Se imponía ante quien no le obedeciera, pero eso no lo hacía arrogante, era justo, un gran líder. Su lobo no tenía rival. No dudaba a la hora de proteger a los suyos. Pues era responsable por toda una raza. El gran lobo negro de ojos dorados, imponente, majestuoso, un lobo guardián y gracias a él tenía al menos la noción de lo que le esperaría en un futuro. Y pudo darse cuenta de lo difícil que sería cuando encontró a su primera compañera. Amelia
Era hermosa, sofisticada, elegante, pero algo en ella no le agradaba, no sabía que era, pero había algo. No tardó mucho en descubrir la falsedad que se escondía tras ese bello rostro. Frívola, materialista, egoísta, ¿cómo una mujer como ella podía ser su Luna?. Sabía que tendría varías mates, su lobo se lo había dicho. Pero nunca pensó que serían ese tipo de personas. Su único consuelo era que ella no era la verdadera. Podía sentir el vínculo tan débil que los unía, ella era solo una más y por su carácter ni siquiera sintió pena por el destino que le esperaba. En un encuentro casual descubrió a Olivia,
También era hermosa pero tan falsa como la primera. Ellas al darse cuenta que no serían las únicas mujeres en su vida se enojaron y mucho. Nunca se había visto algo como eso, un Alfa con más de un vínculo. Así comenzaron las disputas y tretas por llamar su atención, por subir a su cama, por lograr engendrar al próximo heredero. Aunque él evitaba todo contacto con ellas eso no sería posible del todo, eran sus mates. Aunque la atracción hacía ellas fuera pequeña, sabía que ellas aprovecharían su período de celo que se disparaba al encontrarse, para exigir su atención. Porque para él ellas eran solo más del montón, pero para ellas él era el único. Y era su deber aliviarlas en esa etapa. Ya que el propósito de ese vínculo ambiguo era solo servir de escudo para evitar que su luna, su verdadera luna sufriera algún daño.
Nadir: [esto será un problema, si alguna de ellas llegara a tener un hijo mío no sabría qué hacer.]
Eos: [eso no sucederá, dormiré hasta que tengas contigo a todas tus Lunas y sin mí no tendrás descendencia. Así que no te preocupes.]
Su lobo se sumió en un letargo profundo. Y esa fue su suerte porque esas lobas astutas lograron engañarlo más de una vez. Sin dudas su vida era un tormento. No tenía ni un momento de paz, su hogar se había transformado en un campo de batalla, pero todo estaba lejos de terminar. Aunque no las buscara, llegaban de manera imprevista trayendo más caos a su ya revuelta existencia. Y si creía que conocía el infierno la vida le demostró que no era así, lo supo con la llegada de Penélope
y Caroline.
Cuatro de sus lunas habían aparecido.
Nadir Beaumont Alfa de Alfas: ¡no puedo más!, ¿qué hice para merecer semejante castigo?. No tengo paz ni siquiera en mi propia casa.
Kris Davies Beta: Tranquilo las cosas mejorarán cuando la encuentres.
Nadir: Eso espero.
Mientras este joven vivía en la amargura, lo que otros verían como una fantasía cumplida. La compañera que tanto anhelaba estaba más cerca de lo que podría imaginarse.
Kris: sé que no es el mejor momento, pero hemos tenido algunos enfrentamientos en los límites de la manada.
Nadir: ¿vampiros otra vez?
Kris: si, son neófitos. No fue difícil destruirlos, se movían en un grupo pequeño, como si hubieran escapado de algún lugar.
Nadir: o los hubieran liberado a propósito. ¿Sobrevivió alguno que pueda responder éstas preguntas?
Kris: hablar con ellos no es opción. No son como los vampiros comunes, no tienen rastro de conciencia, solo son seres violentos y hambrientos.
Nadir: hablaré con el rey de los vampiros. Hemos estado en paz ️ por muchos años y al parecer alguien quiere que eso cambie.
Kris: quién esté detrás de esto debe ser detenido. Están apareciendo ese tipo seres con más frecuencia y su objetivo es esta manada, solo nos atacan a nosotros.
Nadir: entonces ya sabes cuál es su propósito.
Kris: las lunas
Nadir: sí, buscan a la que me hará caer. Al parecer ese destino misterioso del cuál vengo escuchando desde hace algunos años está por cumplirse.
Kris: ¿qué harás?
Nadir: encontrarlas a todas. Así sabré ¿a quién debo proteger? y ¿quién será el cebo?.
Kris: quisiera decir que siento pena por ellas, pero la verdad son unas arpías.
Nadir: disfrutaré el día que pueda deshacerme de ellas. Pagarán con creces por hacer de mi vida un infierno.
Kris: ¿alguna noticia de tus padres?
Nadir: no, nada, dijeron que tomarían todas las vacaciones que mi padre ha pospuesto por gobernar tantos años. Aunque creo que solo es una excusa, sé que ocultan algo.
Kris: también lo creo, se alarmaron mucho cuando vieron tu lobo y se dio a conocer la existencia de esa profecía.
Nadir: lo sé, más que descansar, para mí están buscando algo. Pero ya nos enteraremos de que se trata.
Richard: !nada!, no hay noticias. Llevamos meses y ni siquiera un rastro de ellos.
Alison: sabías que no sería fácil encontrarlos, que se esconderían para no ser descubiertos.
Richard: solo así podrían sobrevivir. Por años he guardado la esperanza que estuvieran bien, me sentí impotente. Solo podía ayudar a mi hermana si no hacia nada.
Alison: lo sé, aún los buscan.
Richard: ¿crees que ellos...
Alison: no pienses así, esa profecía lo confirma. Están vivos.
Richard: pudiera no tratarse de ellos.
Alison: no lo creo, han cazado a los híbridos desde que se conoció su existencia. Solo personas tan fuertes como ellos podrían salir de esa situación. Además no olvides que cuentan con la ayuda de Alina, sin dudas es por ella que ni siquiera nosotros podemos encontrarlos. Pero no te preocupes el llamado de la sangre no se puede esconder, los encontraremos
Richard: todavía recuerdo como empezó toda esta locura....
Hace mucho tiempo se dio la unión entre la hermana menor del rey alfa y el rey de los vampiros. Nadie esperó un emparejamiento como ese, pero los involucrados les bastó verse solo una vez para no poder, ni querer negar el vínculo entre ellos. Pero sabían que esa unión no sería bien vista por muchos. Para nadie era un secreto el destino que sufrían los híbridos. Eran cazados incluso antes de ser concebidos, pues aquellas parejas de razas diferentes eran eliminadas antes de poder engendrar descendencia. Y si alguno lograba escapar, si por casualidad llegaba a nacer, la familia entera era exterminada. Sin importarles tomar la vida de un inocente que no tenía ni siquiera un ápice de maldad. Pero en esta ocasión no sería tan fácil acabar con la nueva pareja. Quién sería el tonto que se atrevería a enfrentarse a dos reinos. Pues era bien sabido que los lobos y los vampiros protegen a sus compañeros incluso a costa de sus vidas. Y esta vez era una princesa lobuna y el rey de los vampiros, eliminarlos no era tan fácil como decirlo.
Alistar Cavendish: Hermano debo pedirte un favor.
David Cavendish: ¿Qué sucede?, por tu semblante parece algo serio.
Alistar: Lo es, sabes, he encontrado a mi compañera.
David: ¡En serio!, eso es bueno, ¿cuándo podré conocerla?
Alistar: claro que es bueno, es lo mejor que me ha pasado. Pero es la hermana menor del rey alfa.
David: ¡¿qué?!, !es de otra raza!
Alistar: Si, y sabes también como yo lo que eso conlleva.
David: Por tu mirada no la rechazarás.
Alistar: No, no lo haré. Por eso tengo una petición para ti, por ahora no muchos conocen que hay una nueva pareja de razas distintas. Pero no será así para siempre y antes de que eso suceda perderé el rastro de nuestra existencia.
David: ¿Y el reino?, tú velas por todos los nuestros.
Alistar: Por eso te nombraré como el nuevo rey.
David: ¿Qué?!, no hablas enserio ¿verdad?
Alistar: ¿Puedes hacer esto por mí, hermano?
David: Está bien, pero si algo llegara a ocurrir, no dudes en contar conmigo.
Alistar: Lo sé, *abrazo a mi hermano menor*. Espero vernos algún día.
Richard: ¿Estás segura Elena?, si te vas lejos no podré ayudarte.
Elena: Esta bien, esto es lo mejor, nadie podrá encontrarnos.
El rey de los licántropos despedía a su hermana menor en medio de la oscuridad de la noche. Sabía que esa unión atraería una atención no deseada, y si en un futuro tenían hijos correrían gran peligro. A su encuentro llegaron las dos personas que esperaban.
Elena: ¡Alistar!, al fin llegas, pensé que había sucedido algo.
Alistar: *correspondo su abrazo*, todo llevó más tiempo del que pensaba, pero ya le he cedido el trono a mi hermano.
Richard: Más vale que la cuides con tu vida, porque si le sucede algo yo mismo te mataré con mis propias manos.
Alistar: Daría mi vida por ella. Además, ya todo está listo no nos encontraran en medio del mundo humano.
Elena: ¿crees que eso será suficiente?
Alina: No se preocupen, para eso estoy yo.
Richard: No se había sabido nada de ti en años Alina. ¿Cómo? y ¿por qué la antigua reina bruja está dispuesta a ayudar? Decían que te habías corrompido.
Alina: Es una larga historia, y sí, llevo conmigo un poco de maldad, pues al igual que ellos mi hija también amó a un ser de otra raza y pago con su vida por ello. No solo ellos como pareja, mi nieto también los acompañó. Si me lo hubiera dicho habría hecho todo lo posible por ayudarlos, pero llegué tarde. Aunque por su puesto los responsables enfrentaron un destino peor que la muerte, pero el daño ya estaba hecho. Los muertos no pueden volver. Como mis manos se tiñeron de sangre y mi corazón de venganza, dejé el trono a alguien más. Hasta que Alistar me buscó en busca de ayuda. Así que decidí hacer por ellos lo que no pude hacer por mí familia.
Richard: Entonces te los encargo. Escondelos dónde ni yo mismo pueda encontrarlos.
Alina: Así lo haré.
Partieron esa misma noche, perdiéndose en el basto mundo. No mucho después se supo la noticia de la pareja que podría traer al mundo a un nuevo híbrido. Pero por más que buscaron no los encontraron. No había rastro de ellos, es como si la tierra se los hubiera tragado. Los años pasaron, se habían camuflado perfectamente en el mundo humano. En un pueblo no muy pequeño, ni muy grande. Más de la mitad del territorio les pertenecía, no tenían carencias y Alina había embrujado el bosque dónde vivían, ni siquiera un ser sobre natural se atrevería a adentrarse en él. Vivian felices y esa felicidad se multiplicó con la llegada de Nathaniel. El pequeño había heredado los dones de ambos padres. Pero el destino está escrito. Nada dura para siempre y la verdadera naturaleza que se escondía en ese lugar saldría a flote de la manera más extraña he imprevista. Porque el destino llama a tu puerta asi no quieras recibirlo, hacía algún tiempo se había transformado. Su lobo estaba presente y no le era fácil mantenerlo bajo control. Ni siquiera podía hacerlo con su apetito, su lado vampírico agitaba sus emociones. No podía controlarse, en muchas ocasiones habían tenido que encerrarlo. Sentía a su compañera, aunque no era consciente de ello, no podía olerla, pero algo le decía que lo que lo tenía tan impaciente no estaba demasiado lejos. Lo alarmante era que sentía el peligro demasiado cerca, no sabe cómo, ni por que solo lo sabía. Pero por alguna razón no podía irse de ese lugar, algo lo ataba ahí. Y eso lo hacía desesperarse, se sentía dividido en dos. Como si las dos mitades que lo componían quisieran tomar rumbos diferentes. Y no era tan alejado de la realidad pues eso era exactamente lo que pasaba. Sus dos compañeras estaban en lados opuestos y el justo en medio. La dueña de cada mitad tiraba de él, pues ambas peligraban de manera distinta, pero la muerte las acechaba.
Alistar: Hijo, ¿qué sucede contigo?
Nathaniel: No lo sé, siento como si estuviera a punto de dividirme y salir corriendo en direcciones opuestas.
Elena: ¿Qué lo ocasionará?, no puedes seguir así. Estás fuera de control.
Alina: Creo que sé lo que sucede.
Elena: ¿Qué le causa tal inquietud?
Alina: Puede que tu compañera o compañeras estén en peligro y cerca.
Nathaniel: ¿compañeras?
Alina: ¿Por qué te sorprendes?, eres un híbrido ¿no?
Elena: Dices que tendrá una por cada lado.
Alistar: Si están en peligro debemos encontrarlas. Pero el único que puede hacerlo es el, pero en ese estado no es conveniente que salga. Si se descontrola a la vista de todos será un problema, darán con nuestro paradero y justo en este momento no podremos con ello. Acaricio el vientre de mi esposa, nuestro segundo hijo viene en camino.
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