Caminos Silenciosos (SasuNaru - Gaanaru)
El retorno después de la tormenta
El sol brillaba sobre Konoha, pintando la aldea con un brillo dorado que resaltaba sus calles bulliciosas y edificios reconstruidos. Naruto caminaba con las manos detrás de la cabeza, una expresión despreocupada y feliz en su rostro. Todo parecía haber vuelto a la normalidad después de la guerra. El aire estaba lleno de vida, y las personas que pasaban lo saludaban con sonrisas y respeto.
Niño de de Konoha
¡Naruto-sama!
Gritó una joven ninja, inclinándose con admiración.
Naruto
¡Oh, vamos! No hace falta eso.
Respondió Naruto rascándose la cabeza, aún no acostumbrado a ese nivel de respeto. “Naruto-sama”, pensó con una mezcla de orgullo y extrañeza. No era como antes, cuando todos lo ignoraban o lo miraban con desprecio. Ahora, era un héroe.
Caminó por las calles principales, observando las tiendas llenas de gente y los niños corriendo por todas partes. De repente, vio a un grupo de amigos cerca de una tienda de dulces. Shikamaru, Ino, Choji y Sakura estaban charlando animadamente. Sakura lo vio primero y lo saludó con entusiasmo.
Sakura
¡Naruto! ¡Ven aquí!
Naruto caminó hacia ellos, con una sonrisa en el rostro.
Ino
¡Naruto, no te vas a creer lo que Shikamaru acaba de decir!
Shikamaru, con su habitual expresión relajada, soltó un suspiro antes de hablar.
Shikamaru
Hoy Sasuke sale de la cárcel. Después de estar dos años ahí.
Naruto sintió un pequeño golpe en el pecho. Sabía que este día llegaría, pero escucharlo en voz alta lo hacía más real de lo que esperaba. Trató de ocultar su sorpresa y asintió, aunque una oleada de pensamientos lo invadió.
Murmuró para sí, sin darse cuenta de que lo decía en voz alta.
Sakura
¡Sí! ¡Hoy por fin vuelve!
Sakura
¡Sabía que Sasuke regresaría! Ha cambiado, lo sé. Es nuestro compañero… siempre lo ha sido.
Shikamaru
¿Todo bien, Naruto? Estás muy callado. No es propio de ti.
Naruto sacudió la cabeza rápidamente, obligándose a sonreír.
Naruto
¡Ah, no es nada! Solo… es que, bueno, es raro, ¿no? Después de todo lo que ha pasado…
Choji, que hasta ese momento había estado concentrado en su bolsa de papas, intervino con la boca llena.
Chofi
Tienes razón, Naruto. Pero hey, al menos ya no tendremos que preocuparnos por él tratando de destruir la aldea. Eso es un alivio, ¿no?
Naruto asintió lentamente, aunque no podía dejar de pensar en lo mucho que había cambiado todo. Él mismo había crecido, ya no era el chico impulsivo y cabeza hueca de antes. Pero Sasuke… ¿realmente había cambiado tanto? ¿Estaba preparado para enfrentarse a ese nuevo Sasuke?
Sakura
Va a ser como en los viejos tiempos, ¿no? ¡El equipo 7 de vuelta otra vez! ¡Naruto, Sasuke y yo! ¡Lo hemos conseguido!
Naruto rió, aunque su risa sonó un poco forzada.
Naruto
Sí, claro, como en los viejos tiempos…
Ino
Naruto, ¿qué pasa? Parece que no estás tan emocionado como deberías. ¡Es Sasuke, después de todo!
Naruto
No es eso, Ino. Es solo que…
Shikamaru
Déjalo, Ino. Naruto tiene sus razones para sentirse así. Después de todo, no es como si Sasuke hubiera vuelto porque quería. Fue más una especie de trato, ¿no?
Sakura
¡Eso no es justo, Shikamaru! Sasuke ha pagado por lo que hizo, y está dispuesto a regresar. No puedes decir que no lo está intentando.
Naruto sintió cómo una pequeña chispa de incomodidad crecía dentro de él. La conversación giraba en torno a Sasuke, pero nadie parecía entender lo que él sentía realmente. ¿Y si Sasuke no quería estar de vuelta en Konoha? ¿Y si todo esto solo era temporal? El pensamiento le asustaba más de lo que quería admitir.
Naruto
No, Sakura tiene razón. Sasuke ha cambiado, y tenemos que darle la bienvenida. Además, estamos hablando de Sasuke… nunca ha sido fácil.
Shikamaru
Jajajaja. Nunca lo es con él. Problemático como siempre.
Chofi
Bueno, al menos no habrá más peleas épicas entre ustedes dos, ¿verdad?
Sakura, siempre optimista, dio un paso adelante y lo agarró del brazo.
Sakura
¡Deja de preocuparte, Naruto! Todo va a salir bien. Cuando Sasuke vea todo lo que ha cambiado, sabrá que su lugar está aquí, con nosotros.
Naruto
Sí… espero que tengas razón, Sakura.
Retorno de la tormenta
Horas más tarde, Naruto caminaba hacia la oficina del Hokage con las manos en los bolsillos, tratando de no pensar demasiado en lo que estaba por ocurrir. Lo habían llamado para que estuviera presente cuando Sasuke llegara para su liberación formal. Tsunade iba a encargarse de todos los detalles legales, pero Naruto sabía que, al final, su presencia era más simbólica. Él era quien había traído a Sasuke de vuelta, quien había luchado por él hasta el final.
Naruto
¿Por qué me siento tan nervioso? Estás exagerando, Naruto.
Naruto
Solo trataré de concentrarse en la misión de hoy: asegurarme de que Sasuke fuera liberado y de que todo saliera bien.
Cuando llegó a la puerta, la abrió lentamente y encontró a Tsunade sentada detrás de su escritorio, hojeando algunos documentos. Kakashi estaba apoyado en la pared, con su típico aire despreocupado. Y ahí estaba él, Sasuke Uchiha, de pie en el centro de la sala, con las manos cruzadas sobre su pecho y una mirada seria que no dejaba entrever ninguna emoción.
El silencio en la sala era palpable.
Tsunade
Naruto, llegas justo a tiempo.
Naruto asintió, cerrando la puerta detrás de él. Intentó no mirar directamente a Sasuke, pero sus ojos lo traicionaron. Al fin, después de tanto tiempo, Sasuke estaba de vuelta en Konoha, y aunque todo en su postura mostraba calma y control, Naruto podía sentir la tensión.
Sasuke lo miró de reojo, con ese gesto frío y distante que siempre había usado como una barrera. Durante un instante, sus miradas se cruzaron, y Naruto sintió como si todo el aire hubiera sido succionado de la habitación. Era como si volvieran a estar en el Valle del Fin, enfrentados, pero sin el odio que los había consumido en aquel entonces. Ahora, había algo más… algo no dicho, algo que ambos temían abordar.
Era solo una palabra, pero el peso de los años, las peleas, y todo lo que no habían dicho, se sentía en ella. Naruto tragó saliva y asintió, tratando de no parecer afectado. Se recordó a sí mismo que debía actuar con normalidad, pero su cuerpo parecía ignorarlo.
Naruto
Naruto, concéntrate. Solo es una persona. No puede afectarte tanto.
Tsunade, al ver el intercambio silencioso entre los dos, suspiró.
Tsunade
Bien, antes de que esto se vuelva más incómodo, continuo con el proceso.
Tsunade
Sasuke, como sabes, tu liberación no es completa. Estás bajo libertad condicional, lo que significa que deberás permanecer en Konoha bajo supervisión. Kakashi y Naruto serán los responsables de asegurarse de que te adaptes.
Sasuke
No necesito supervisión.
Tsunade
Es lo que hay, Uchiha. No tienes opción. Esta es la única forma en que el consejo y el resto de la aldea estarán de acuerdo con que sigas aquí.
Tsunade revisó los últimos documentos y los selló con su firma.
Tsunade
Kakashi, tú serás su supervisor en términos generales, pero quiero que Naruto lo acompañe en sus primeros días. Asegúrense de que entienda las nuevas reglas de la aldea y que no cause ningún… problema.
Kakashi
Por supuesto, Tsunade-sama. No será un problema. Sasuke ya conoce a la perfección el lugar y, por supuesto, Naruto puede manejar cualquier situación que surja, ¿verdad?
Naruto, que había estado perdido en sus pensamientos, se sobresaltó.
Naruto
Ah, claro! Sí, sí, todo estará bien.
El silencio volvió a caer sobre la sala. Sasuke, que había mantenido su mirada fija en Tsunade durante la mayor parte de la conversación, ahora volvió sus ojos hacia Naruto. No era una mirada agresiva ni desafiante, solo… intensa. Naruto sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero se obligó a mantener el contacto visual.
Sasuke
Nos veremos más tarde, entonces.
Tsunade
Esto va a ser complicado —murmuró, mirando a Naruto y Kakashi—. Pero es lo que hay.
Naruto permaneció en silencio, mirando la puerta por donde Sasuke había salido. El encuentro había sido breve y sin emociones visibles, pero por dentro, todo estaba alborotado. Había tantas cosas que quería decirle a Sasuke, tantas que no sabía por dónde empezar. Pero también tenía miedo. ¿Cómo iba a manejar todo esto?
Kakashi
Tómalo con calma, Naruto. Las cosas encontrarán su lugar. Sasuke ha vuelto, y ese es el primer paso.
Naruto
Sí… —murmuró, —. Sasuke ha vuelto.
La Mirada del Kazekage
El cielo de Konoha amaneció despejado, con el sol dorado derramándose sobre los edificios y las calles aún en calma. Naruto se estiró con fuerza frente a la ventana de su departamento, disfrutando del aire fresco que entraba. Había pasado una noche agitada, con la mente revuelta por el regreso de Sasuke.
Naruto
No lo puedo evitar. Se que tengo que verlo de nuevo hoy. Así que me tengo que tranquilizar.
Bajó las escaleras y salió a la calle, dispuesto a continuar su rutina, cuando se encontró con un rostro familiar que lo dejó sorprendido.
Gaara, vestido con su manto tradicional de Kazekage, lo saludó con un leve asentimiento. Su expresión era tranquila como siempre, pero había una suave calidez en su mirada cada vez que veía a Naruto. Aunque su rostro no lo mostrara, dentro de sí, sentía cómo su corazón latía con más fuerza al estar tan cerca de él.
Gaara
Naruto. Es bueno verte.
Naruto lo abrazó con entusiasmo, algo que Gaara había llegado a aceptar, aunque aún no se acostumbraba por completo a las muestras físicas de afecto. Cuando se separaron, Naruto notó algo diferente en los ojos de Gaara, algo que había estado allí antes pero que ahora parecía más presente, más intenso.
Naruto
¿Qué haces aquí? No sabía que venías hoy.
Gaara
He venido para la reunión de la alianza ninja.
Gaara
Pero… tatambién quería verte.
Naruto, siempre un poco despistado, no notó la profundidad de la segunda parte de la frase. Simplemente asintió con entusiasmo.
Naruto
¡Genial! ¿Ya desayunaste? ¡Podemos ir a Ichiraku! Te invito a unos cuencos de ramen. 🍜
Antes de que pudiera responder, Naruto ya lo estaba arrastrando hacia el restaurante de ramen, hablando de todo lo que había pasado en los últimos días, pero evitando mencionar el tema que más le preocupaba: Sasuke.
Mientras caminaban por las calles de Konoha, varias personas saludaban a Gaara con respeto. El Kazekage había ganado el respeto de todos durante la guerra, pero muchos seguían manteniendo distancia debido a su naturaleza reservada.
Sin embargo, lo que Naruto no sabía era que no solo él tenía cosas en mente. Gaara, quien había desarrollado sentimientos profundos por Naruto desde la guerra, había estado luchando por mantener esos sentimientos bajo control. La cercanía con Naruto era a la vez un consuelo y una tortura para él.
Cuando llegaron a Ichiraku, Naruto se sentó de inmediato y pidió su habitual cuenco de ramen, mientras Gaara lo observaba en silencio, aún sin sentarse.
Naruto
Gaara, siéntate. ¡Te estás perdiendo el mejor ramen de todo el mundo!
Justo cuando Naruto estaba a punto de comenzar su segundo cuenco de ramen, una figura apareció en la entrada del restaurante. El ambiente cambió de inmediato cuando Sasuke entró, con su mirada seria y sus manos en los bolsillos. Parecía que había llegado en el peor momento, pero en realidad, había estado observando a Naruto y Gaara desde el momento en que se encontraron en las calles.
Naruto
¡Oh! ¡SSasuke!. ¿Qué haces aquí?
Sasuke miró brevemente a Gaara, su mirada oscureciéndose ligeramente al notar la presencia del Kazekage tan cerca de Naruto.
Sasuke
Tsunade me pidió que te buscara. Hay algunos asuntos de los que debemos hablar.
El ambiente se volvió tenso. Gaara, quien había permanecido en silencio hasta ahora, observaba a Sasuke con la misma serenidad que siempre mostraba, pero internamente no podía ignorar la conexión que había entre Naruto y el Uchiha.
Naruto
Oh… claro, claro, después de que termine aquí.
Sasuke
Gaara. No sabía que estabas en la aldea.
Gaara
He venido para la reunión de la alianza ninja.
Gaara
Pero también para ver a Naruto.
El subtexto en las palabras de Gaara no pasó desapercibido para Sasuke. Había algo en su tono, algo que encendió una pequeña chispa de irritación en el Uchiha, aunque no lo dejó ver. Simplemente asintió, pero Naruto, quien rara vez captaba las tensiones sociales, no notó nada extraño.
Naruto
¡Entonces! Supongo que deberíamos irnos, ¿no, Sasuke?
Gaara
Quizás después de la reunión podríamos pasar un tiempo juntos. Hace mucho que no hablamos con calma.
Naruto
¡Por supuesto, Gaara! Me encantaría.
Sasuke frunció el ceño apenas perceptiblemente ante la familiaridad entre los dos, pero no dijo nada. El Uchiha no era del tipo que expresara sus emociones de forma abierta, pero no podía ignorar la forma en que Gaara miraba a Naruto.
Sasuke
Ya vámonos, Naruto.
Naruto
Si… hasta luego Gaara.
Mientras Naruto y Sasuke salían del restaurante, el Kazekage se quedó en su asiento, mirando hacia la puerta. Por dentro, sabía que sus sentimientos hacia Naruto se volvían más difíciles de ocultar. Y aunque Sasuke no había dicho nada, ambos sabían que el regreso de Sasuke complicaba las cosas. Para Gaara, el reto no era solo estar cerca de Naruto, sino enfrentarse a la presencia de alguien que también tenía un lugar importante en su vida.
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