Como toda historia comienza con un “yo era tal persona bla-bla-bla-bla-bla-bla-bla, morí y reencarne en tal villana, protagonista, o extra, también de esas donde un hombre reencarna en una mujer o una mujer en un hombre” bueno pues mi historia comienza así…

Soy Lucía González de 23 años, una estudiante que iba a la universidad, amante de las novelas de fantasía, sobre todo esas donde la protagonista reencarna en la villana y hace de todo, hasta a guerras van o luchan para estar con las personas que aman y al final obtiene ese amor, también opinen venganza por ese cuerpo y es feliz, hasta tienen hijos.

Lucía 23 años

Pero como les iba diciendo; yo era huérfana, ya que mi madre me abandono con unos tíos y ellos me sacaron a la calle a duras penas estoy terminando mis estudios, al principio viví en la calle ahí fue donde conocí a Johnny tiempo después llegamos a esas casas adoptivas, creo que esa fue una de las razones que me refugie en las novelas desde un principio, como sea; siempre desde muy pequeña me ha gustado trabajar de lo que sea, por eso actualmente trabajo como mesera en un bar-antro, me ha ido muy bien, ya que se ganan muy buenas propinas, lo malo son los borrachos unas inician peleas u otros que se quieren propasar con nosotras las meseras, una noche unos tipos estaban insoportables y Johnny (ya también trabaja aquí, pero de seguridad) pero prácticamente siempre me cuidaba, por el hecho de que era como su hermanita, por el hecho de que crecimos en el mismo lugar junto a Clara que actualmente es su novia y futura esposa; así que los sacó a la fuerza, por el hecho de que estaban armando un alboroto. Pero uno de ellos tenía un arma y con esta le estaba apuntando a Johnny, cuando sentí la detonación no lo pensé dos veces entonces corrí hacia Johnny por qué no quería que le pasara nada, ya que va a hacer papá aunque él aún no lo sabe, ya que Clara le quería dar una sorpresa esa noche.

Lo que si lamentare será nunca haberme enamorado, claro tu aventuras y amantes, pero jamás una relación, también yo no era buena en eso, una vez la tuve pero no funciono. Como sea tambien jamas conocere a mi sobrino o sobrina al menos espero que mi sobrino o sobrina se parezca a Clara con los ojos de johnny, o ver casarse a jhonny, ayudarle con los detalles a Clara con la boda ser la dama de honor de Clara y ayudarla a escoger su vestido, o ser la madrina de mi sobrino o sobrina.

Así que aquí nos encontramos en este oscuro y frío lugar, no sé ni como llegue aquí o en donde me encuentro [bueno sé que morí, pero no sé donde estoy🤣] odio estar sola o en la soledad, ya que siempre me encontraba sola😭😭😭

Clara 23 años

Johnny 28 años

CONTINUARÁ!!!

CAPÍTULO 1

“EL CORAZÓN DE LA VEGA”

Todo comienza con Adara de la Vega, la única hija de los Duques de la Vega, una de los cuatro ducados más ricos del imperio. Desde pequeña, Adara ha sido conocida por su humildad y compasión, amada por todos los que la rodean. Sin embargo, esa dulzura se transforma en una fría mirada de venganza cuando se enfrenta a sus enemigos. Con un corazón que puede ser tanto un refugio como un arma, Adara es una figura compleja: una joven que puede ser la salvadora de muchos, pero que también puede convertirse en la peor villana.

Prometida del príncipe heredero, Erick, su historia de amor es un cuento de hadas que se ha tejido desde la infancia. Sus padres, amigos desde la academia, unieron sus destinos, y así crecieron como hermanos, compartiendo risas y secretos. Sin embargo, la vida en la corte es un juego peligroso, lleno de celos y traiciones. A medida que se acercan a la adolescencia, la presión de los compromisos y las expectativas comienza a desgastar su relación.

Erick, un joven noble de gran carisma y determinación, siempre ha sido el protector de Adara. Desde que eran niños, él se ha esforzado por hacerla reír y sentirse segura. Sin embargo, a medida que crecen, la dinámica entre ellos se complica. Adara comienza a sentir una mezcla de amor y frustración hacia Erick, quien a menudo se siente abrumado por las expectativas de su posición. La presión de ser el futuro rey lo lleva a tomar decisiones que a veces lastiman a Adara, aunque nunca lo haga intencionadamente.

La llegada de Vanesa, la hija de un marqués dueño de minas, cambia el juego. Con su ambición desmedida, Vanesa comienza a esparcir rumores maliciosos sobre Adara y su relación con el príncipe. La situación se complica cuando, en un momento de debilidad, Erick se deja llevar por la influencia de las drogas, y una noche, se encuentra con Vanesa. Aunque fue un error, los rumores se propagan como un incendio, y Adara, herida y desilusionada, se aleja de él.

Erick, al enterarse de los rumores, se embarca en una investigación para desenmascarar a Vanesa. Sin embargo, su error fue no comunicarle a Adara lo que estaba sucediendo. Ella, por su parte, se siente traicionada y decide distanciarse, sin saber que su amado está luchando en las sombras para protegerla. Vanesa, astuta y manipuladora, comienza a lanzar rumores sobre Adara, dejando siempre una sombra de duda sobre su reputación.

A medida que pasan los años, la tensión entre Adara y Erick se intensifica. Él intenta acercarse a ella, pero cada intento es recibido con frialdad. Adara, sintiéndose traicionada, se aferra a su dolor y se niega a escuchar las explicaciones de Erick. Sin embargo, en su interior, aún guarda un profundo amor por él, un amor que la consume y la confunde.

Erick, decidido a limpiar el nombre de Adara y recuperar su amor, inicia un juicio contra Vanesa y su padre. Sin embargo, la batalla no es solo legal; Es una lucha por el corazón de Adara y su futuro juntos. Después de un largo y arduo proceso, Vanesa y su padre son condenados, pero el costo emocional es alto. Adara, que había sido una figura fuerte e inteligente, se siente derrotada y perdida.

En un momento de vulnerabilidad, Adara se encuentra sola en el jardín del palacio, rodeada de flores que solían ser su refugio. Allí, Erick la encuentra. Sus miradas se cruzan, y en ese instante, el tiempo parece detenerse. Erick, con el corazón en la mano, se acerca a ella.

—Erick: Adara, por favor, escúchame. No quise que esto sucediera. Nunca quise lastimarte.

—Adara: (con lágrimas en los ojos) ¿Y qué esperabas que hiciera? ¿Que olvidara todo lo que paso? Me dejaste sola en un momento en que más te necesitaba.

—Erick: (suspirando) Lo sé, y me arrepiento. Pero estoy aquí ahora, luchando por ti, por nosotros. No puedo permitir que Vanesa gane.

—Adara: (mirando hacia abajo) No sé si puedo confiar en ti otra vez. El dolor es demasiado profundo.

—Erick: (tomando su mano) Te prometo que haré lo que sea necesario para demostrarte que mi amor por ti es verdadero. No quiero perderte, Adara.

A medida que sus manos se entrelazan, Adara siente una chispa de esperanza, pero también el peso de la traición. La lucha entre el amor y el dolor se intensifica en su corazón. ¿Podrá perdonar a Erick y reconstruir lo que una vez tuvieron, o el daño ya está hecho?

......

Siento como alguien me llama, y no sé quién es. La voz es suave, pero firme, una mujer que parece estar preocupada.

—Mujer: Señorita, despierte, por favor.

—Lucía: Mm...

—Mujer: Señorita, el duque se enojará si no baja a desayunar.

—Lucía: Eh... ¿dónde estoy?

—Mujer: Señorita, ya levántese, que su baño ya está listo. ¿Señorita?

—Lucía: [Esto no puede ser\, estoy viva\, no\, no\, no\, yo... ¡Jajajaja! Mi cabeza...](se desmaya)

—Mujer: ¡SEÑORITA!

Después de unos minutos, despierto con un dolor de cabeza punzante y todos los recuerdos de este cuerpo. La confusión me inunda mientras la mujer entra de nuevo, acompañada por tres hombres que reconozco de inmediato.

—Lucía: ¿Qué? ¿Por qué están aquí?

—Duque (padre): Hija, nos teníamos muy preocupados.

—Kyan: Sí, pequeña.

—Kyran: Sí, pulgas, te desmayaste. Tenías fiebre. ¿Cómo te sientes?

—Lucía: ¿Fiebre?

—Duque: Sí, hija. Tranquila, ven. (Me acerca una bandeja con comida) No has comido nada desde la mañana, y diez, esto es el medicamento que dejó el médico para eliminar por completo el veneno.

—Lucía: Sí, gracias. Ya estoy mejor. [Ay, no... Esto no puede estar pasándome a mí. Acabo de reencarnar. ¡Ahhh!]

Veo cómo uno por uno se acercan y me dan un beso en la frente, prometiendo regresar más tarde. No puedo creerlo: estoy en la novela que más odié. Según los recuerdos de esta chica, se llama Kristen Williams, la única hija del duque Williams. Tiene dos hermanos mayores, Kyan y Kyran, y es una niña caprichosa y consentida, típica de la nobleza. Sin embargo, lo bueno en ella es que ama a su familia y es agradable con ellos.

Kristen siempre ha estado en este nido de víboras llamado nobleza. Aunque no es clasista ni trata mal a nadie, su carácter caprichoso es comprensible, ya que vive rodeado de tres hombres que la adoran. ¡Está bien, está bien, está bien! Reencarné en un extra, un simple extra. [Ay, esto no puede ser.]

Lo que sé es que la trama principal de la novela aún no ha comenzado. Los protagonistas entran a la academia a los 13 años, y eso falta aún tres años. Para mi mala suerte, este extra ni siquiera existe en la novela, y todo por culpa de la dueña de este cuerpo. Ella no quería que su padre se casara, temía que una madrastra la reemplazara, ya que su madre había fallecido hace tres años. Creyendo que su padre se iba a casar, se deprimió y, en un acto desesperado, fue envenenada. Nadie sabe quién lo hizo.

Su padre logró encontrarla a tiempo y la llevó al imperio vecino para que la trataran. Ya ha pasado un mes y casi nueve días desde que despertó, pero la fiebre terminó con su vida, ya que no lograron eliminar todo el veneno de su cuerpo. Y si a eso le sumamos la fiebre...

CONTINUARÁ!!!...

CAPÍTULO 2: NUEVAS OPORTUNIDADES

Kristen se sentó en su habitación, rodeada de los lujosos muebles de la mansión Williams. Con un suspiro, tomó un papel y un lápiz, comenzando a hacer una lista de todo lo que necesitaba recordar. Desde los cinco años, había entrenado con la espada y había comenzado a desarrollar su magia. Sabía que su regreso al imperio Kingdom estaba cerca, y con ello, la oportunidad de convertirse en amiga de Adara, la protagonista de la historia que había leído. Aunque actualmente solo se conocían y eran cercanos, Kristen sabía que debía aprovechar el tiempo antes de que la trama original comenzara.

Mientras escribía, escuchaba un suave toque en la puerta. Era Laura, su nana, una mujer que había cuidado de su madre desde que tenía diez años. A pesar de su juventud, con solo 37 años, Laura era hermosa y no parecía en absoluto de su edad.

—Laura: Mi niña, vengo a prepararte el baño. Además, tu padre me mandó a decir que saldrá, pero regresará para cenar con ustedes. Así que, señorita, ¡a bañarse!

—Kristen: ¡Sí, nana, ya voy!

Después de alistarse, Kristen decidió explorar la mansión. Merodeó por los pasillos, admirando la decoración y la elegancia del lugar, hasta que finalmente encontró la biblioteca. Al entrar, sus ojos se iluminaron.

—Kristen: Esto es el cielo de las lectoras. ¡Sí! No me enamore. (Pensó, grabando la biblioteca de la Bestia en su cuento favorito).

Se sumergió en los libros, perdiendo la noción del tiempo. La tarde se desvaneció mientras leía, hasta que Laura apareció nuevamente.

—Laura: Kristen, ya es hora de la cena. ¡Vamos!

Kristen se sintió emocionada por su primera, o más bien segunda, interacción con su nueva familia. Aunque había tenido hermanos, nunca había experimentado la calidez de una familia unida. Entró al comedor, donde ya estaban todos, y se sentaron, sintiendo un ligero nerviosismo.

—Duque Alejandro: ¿Cómo les fue hoy, hijos?

—Kyran: De maravilla, padre. Estoy mejorando mucho en mi entrenamiento.

—Kyan: Yo también, padre. He estado practicando mis habilidades de telepatía.

El Duque miró a Kristen, quien se sintió un poco intimidada.

—Duque Alejandro: Y tú, Kristen, ¿qué hiciste hoy?

—Kristen: (titubeando) Ah, yo estuve en la biblioteca. No hice nada interesante. Pero, Duque padre, ¿cuándo podré retomar mi entrenamiento?

—Duque Alejandro: Hasta que no te quede ningún rastro del veneno y el médico lo apruebe. Pero está bien que pasa tiempo en la biblioteca. Si te gustaría, podrías retomar tus estudios mientras tanto, para que no te aburras.

—Kristen: Claro, padre. (Sonrió, sintiéndose un poco más aliviada).

La cena transcurrió entre risas y anécdotas. Sus hermanos intercambiaron bromas, y Kristen se sintió cada vez más cómoda. Sin embargo, no podía evitar sentir un ligero remordimiento por no ser la verdadera Kristen. Aun así, la calidez de la familia la envolvía.

Después de la cena, se retirarán a sus habitaciones. Kristen se aseó y se acostó, reflexionando sobre lo que había aprendido en estos dos meses. No solo sobre su nueva familia, sino también sobre el mundo que la rodeaba. Había cinco imperios: Centauri, donde se encontraban, conocido por sus sanadores; Kingdom, famoso por sus minas y su milicia; Geazia, con su poder militar; y dos imperios mágicos, Grules, hogar de hadas, y Empire, de elfos. El imperio de la novela era Kingdom, y Kristen sabía que su papel en esta historia apenas comenzaba.

Los días transcurrieron rápidamente, y finalmente llegó el momento de regresar al Ducado Williams. Durante el desayuno, la conversación giró en torno a los preparativos del viaje.

—Duque Alejandro: Hija, tardaremos un poco más en el viaje. Tengo unos asuntos que atender con el Duque de la Vega.

—Kristen: (con un ligero pánico) ¿De la Vega? ¡Oh, no! No estoy lista para conocer a la protagonista. Llanto interno Padre, ¿cuánto crees que tardarás?

—Duque Alejandro: No te preocupes, pequeña. No tardaré nada. Sé que ya quieres estar en casa.

Mientras sus hermanos organizaban a los caballeros y los carruajes, Kristen se sintió un poco aliviada. Después de desayunar, subieron a los carruajes. Kristen se acomodó, sintiendo que el viaje sería largo y, según las novelas, incómoda.

El Duque de la Vega y el Duque Alejandro se despidieron, y Kristen se acomodó en el carruaje, sintiendo que el tiempo pasaba lentamente. A medida que avanzaban, la vista era impresionante: campos verdes y cielos azules se extendían ante ella. Sin embargo, el viaje se sintió interminable.

Finalmente, después de seis días, llegaron al Ducado de la Vega. Kristen sintió una mezcla de emoción y nerviosismo al ver la mansión. El Duque de la Vega, Alejandro, saludó a su amigo.

—Duque de la Vega: Alejandro, cuánto tiempo. Los niños ya están muy grandes. Por cierto, me enteré de lo que le pasó a Kristen.

—Duque Alejandro: De hecho, de eso quería hablar contigo.

—Duquesa Clarisa: ¡Ale! ¡Qué gusto verte! Pero vengan a comer y luego hablen sobre eso.

—Duque Izán: Claro, mi vida. Pasén, Alejandro.

Se movieron al comedor, donde se sentaron. Kristen notó que Adara no estaba presente, lo que le dio un respiro momentáneo.

—Duquesa Clarisa: Por cierto, me enteré de que estabas considerando casarte. (Le lanzó una mirada acusadora al Duque).

—Duque Alejandro: (riendo) ¡Por Dios, Clarisa! Claro que no. Solo pensé que Kristen necesitaba una figura materna, pero me di cuenta de que no la necesita. (Se sonrojó un poco).

—Duquesa Clarisa: Eso espero, porque a Kristen no le hubiera gustado para nada que te volvieras a casar. Lo bueno es que ella te dijo lo que pasaría si no la esperabas. (Le lanzó una mirada amenazante).

—Duque Alejandro: (riendo) Izan, te compadezco. Tu esposa sí que da miedo. Esto me recuerda cómo era en la academia junto a Kristen. Pobre de ti.

—Duque Izan: (riendo) Lo sé, esa época era la mejor. Además, yo también te hubiera amenazado, pero Clarisa se me adelantó.

Las risas llenaron el comedor mientras compartían anécdotas de su juventud. Kristen se sentía cada vez más parte de esta familia, aunque la sombra de su verdadera identidad siempre la acompañaba. Después de la cena, su padre se retiró con el Duque, y ella y sus hermanos se fueron a descansar, preparándose para lo que vendría.

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Personajes y sus Habilidades

Duque Alejandro Williams

Edad: 28 años

Magia: Fuego y Electricidad

Habilidad: Manipulación

Kyan Williams

Edad: 13 años

Magia: Luz y Fuego

Habilidad: Telepatía

Kyran Williams

Edad: 10 años

Magia: Fuego y Agua

Habilidad: Manipulación

Kristen Williams

Edad: 10 años

Magia: Fuego, Naturaleza y Electricidad

Habilidad: Creación

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Las imágenes no son mías, espero les gusten