hola... hola familia, ya llegué...

Paula Gales, mira a su hija, las valijas y cajas que traia, estaba un poco molesta.

- Alina Alcoser, no podías esperar a que Mateo te acompañara?

- no mamá, es mejor así, además ya te dije que no quiero necesitar de nadie en mis decisiones.

- no me digas? En serio?, tus decisiones te trajeron de vuelta, tuve que hacer malabares para evitar que tu hermano y tu padre salieran a buscar a tu "última decisión"y romperle la cara.

- lo sé mami, te pido mil disculpas, conociéndote, me imagino lo que fue lidiar con papá, con el troglodita de Mateo y con tu propio miedo a que me ocurriera algo.

Paula se acerca a su hija y la abraza fuertemente, mira todas las cosas que trajo y se sonríe.

- bienvenida nuevamente a casa... lugar que nunca tendrías que haber dejado, por lo menos hasta el día que te enamores de alguien que te ame correctamente y tu padre te lleve tomada de su brazo.

- mamá, sabías que estamos en el siglo XXI y que ya las mujeres no esperamos salir de casa para casarnos? ¿Que tenemos otros planes, proyectos de vida?

- claro que lo sé hija y respetaría todo eso, si cuando decidiste salir de tu casa, hubieses hecho todo eso que dijiste, en cambio, saliste de esta casa, para irte a vivir con un noviecito que apenas conocías y que terminó en maltrato. Me gustaría me aclararas cuál fue la diferencia a lo que te dije, que fue sin casamiento...

- bueno...no sé... quizás tengas razón, pero no me voy a quedar mucho tiempo, sabes que siempre mi sueño fue vivir sola y triunfar, en ese momento pensé que Leandro era la solución para que ustedes pensaran que podía irme y no estaría sola.

- como que no te vas a quedar por mucho tiempo?. Ya te adelanto que tu padre no te va a dejar ...

- mami, mamita querida, ya tengo 21 años, papá no puede obligarme a nada, soy mayor y decido por mi vida - se acerca a Paula con cara de nena mimosa, y la abraza- Además... vos me vas a ayudar, verdad?

-Alina Alcoser, no me manipules!!!!. Vos sabés que lo que me estás pidiendo será una tarea difícil, tanto con tu padre como con tu hermano, más después de lo que sucedió.

- ya va la segunda vez que me hablas con nombre y apellido, pero te olvidaste el Gales.

- es que no estoy conforme con tu comportamiento y cuando es así, solo pongo el apellido de tu padre, el mío lo agrego solo cuando pasan cosas buenas.

Ambas se miraron y comenzaron a reír mucho, distendiendo así la conversación anterior.

- sabes que cada día que pasa te estás pareciendo mucho a la tía Majo?

- sí, es que me encanta verle la cara a tu padre cuando digo estas cosas, igual ahora estamos solas, pero tengo que mantener la práctica - guiñándole un ojo-. Hija, ahora en serio, voy a ayudarte, pero quiero que sigas realmente tus reglas y lo que te propusiste, no quiero que nadie crea que te vio la cara, no permitas que nadie te corra del camino que trazaste.

- te amo mami, cuando sea mamá quiero ser como vos, pero falta mucho para eso. Bueno, y hablando de otra cosa, donde están papá y mis hermanos y hermanas?

- tu padre está en el escritorio, lo puse a escuchar música clásica para ver si se calmaba un poco de los ultimos acontecimientos, las mellizas y los mas chiquitos están en el colegio, y Mateo, está en la empresa de la familia Alcoser. Hablando de eso, cuando vas a volver a la empresa de eventos? La tía Majo esta un poco grande y no puede sola.

- uy, cuando le cuente a la tía lo que me dijiste!!!

- te lo dije porque fue un reclamo de ella, quiere más tiempo libre... hija, ya que sabes que sos mayor, también tenés que hacerte cargo de las responsabilidades, además fuiste vos la que pediste ocupar mi lugar en la empresa.

- te lo prometo, ahora me voy a ver a papá- comienza a subir las escaleras-

-Alina Alcoser, primero me sacas todas estas cosas de acá y las llevas a tu cuarto.

- te juro que ya lo hago... primero quiero saludar y hablar con papá.

Paula niega con la cabeza y suspira - Que días difíciles se vienen!

Alejandro Alcoser estaba relajado en el sillon, con los pies sobre el escritorio y los ojos cerrados, de repente siente que tocan a la puerta.

- adelante amor, sinceramente tu consejo de escuchar música me ha ayudado mucho, puedo sentir que la bronca que sentí con el novio de Alina ha bajado.

- hola papá, soy Alina.

Alejandro abre grandes los ojos y se para de repente, camina rápido a abrazar a su hija.

- Alina, nena, pensé que era tu madre, ¿cómo estás, hija?, decime que ese hijo de buena madre no puso un dedo sobre tu cuerpo con la intención de golpearte.

- calma papá, fue solo una discusión que se fue de las manos, sabes que puedo ser intensa, bueno está vez Leandro también sé aceleró un poco y termino amenazándome con que me golpearía.

- ese tipo, en cuanto nos enteramos de la amenaza, tanto Mateo como yo íbamos a ir a enseñarle como tratar a una mujer, pero tu madre nos amenazó, dijo que no debíamos meternos porque vos ibas a saber defenderte y que debíamos confiar en vos.

- y tiene razón, mamá me conoce, sabe que iba a poder manejarlo, por ese motivo y porque no pienso jugar al límite con esas cosas, es que decidí irme y romper con el.

- bueno está bien, Mateo te ayudo en la mudanza?, me dijo que iba a ir para estar presente y si ese se encontraba, dejarle en claro que vos tenés libertad de irte cuando quisieras.

- la verdad papá, no lo espere, el me llamó y me dijo que iba a venir a ayudarme cuando terminara en la empresa, yo quería irme temprano y junte mis cosas, cargue el auto y acá estoy, sana y salva. Y ya que sabes esto, ahora podrías aflojar un poco el agarre de tu abrazo, me estás cortando el aire.

- uy, perdón, es que de solo pensar que pudiera lastimarte, vamos a sentarnos...bueno, pero ya estás aquí con nosotros y bien. Ahora señorita, se quedará con la familia, el único lugar seguro y cuando vuelvas a enamorarte, me encargaré de verificar de quien.

Alina se queda mirando a su padre en silencio, estaba elaborando en su cabeza, como iba a decirle que ya era mayor, que lo que pasó le dio más fuerzas para irse a vivir a otro lado, pero esta vez sola y a su vez que se le había ocurrido donde sería ese destino. Intento relajar un poco la conversación.

- conociéndote y conociendo a Mateo... como hizo mamá para poder frenarlos?

- fue muy sencillo para ella, en voz calma, pero firme nos aclaró a mí y a tu hermano como serian las cosas si no le hacíamos caso...

Alejandro recuerda bien ese momento...(anoche) - imbecil, quien se cree que es para levantarle la voz y amenazar a nuestra hija!?!?, Mateo! Trae las llaves del auto, vamos a ir a visitar a ese Leandro y le vamos a recordar como se trata a una mujer.

- si papá, hace rato que le tengo ganas a ese. Maldito sea el día que le presente este tipo a Alina.

- por eso, vamos.

Paula se pone delante de la puerta y los enfrenta a los dos.

- de aquí nadie se mueve, yo estuve hablando con Alina, ella está bien y está controlando la situación.

- perdóname Paula, pero no me importa nada como está la situación, a mi hija no la amenaza nadie.

- Alejandro Alcoser - lo mira fijamente-

Alejandro supo en ese momento que con esa mirada las cosas se estaban poniendo más difíciles que en lo de su hija.

- Paula...

-nada!, dije que Alina sabe como manejarlo, si no puede me llamara, lo que no quiero es pasar la noche con ustedes dos presos.

- pero mamá, nosotros estamos para defenderlas, somos los hombres de la casa...

- hijo….No... no discutas con tu madre. - Alejandro conocia muy bien a su mujercita ya sabía cuando bajar la tensión-

- solo lo diré una vez, Alejandro Alcoser, si te atreves a hacerte el policía en accion vas a dormir un mes seguido en la habitación de Mateo.

- mi habitación???, y yo que???

- vos vas a ir a vivir al departamento que era de tu padre, sin servicio de limpieza, vas a tener que limpiar, cocinar y lavar tu ropa, ah! Y pagar tus impuestos, con tu dinero.

Mateo iba a contestar a su madre, Alejandro se le adelanta.

- HIJO, cuando tu madre tiene razón... tiene razón, asi que nos vamos a calmar y confiaremos en tu madre y en tu hermana. (en la actualidad)...

Alina empieza a reír a carcajadas, Alejandro al principio estaba serio, pero comenzó a reír con su hija.

- ay papá, mami siempre tuvo mucho poder sobre vos, sin levantar la voz.

- es que ella sabe donde pegarme, desde que la conocí, nunca más quise dormir sin ella a mi lado, te imaginas 30 días!!, me muero...

- peor Mateo, te lo imaginas haciendose cargo de toda una casa??, jajajajajaja

- cuando era chiquito le gustaba ayudar a su mami, pero empezó a crecer y le gustó eso de tener todo servido.

- bueno papá, igual yo vine para decirte algo... algo, que no te va a gustar.

Alejandro se acomoda en su sillón, sabía que Alina no era como Mateo y que también siempre se las arreglaba para sacarlo de su juicio.

- te escucho hija.

necesito que confíes en mí.

- siempre

- no hace falta que te diga que soy mayor de edad y que soy responsable de mis acciones, y que no necesito permisos...

- ponele que si, que lo sé, pero no fuiste muy responsable cuando decidiste irte a vivir con un zángano, sin tener en cuenta que no lo conocías lo suficiente. Pero ahí fue la señorita, y a pesar de mi negativa, se pusieron de acuerdo, vos y tu madre, ahí están las consecuencias.

- son los riesgos... pero superé la situación y sin ayuda de nadie.

- sin ayuda? Me vas a decir que muchas de las cosas que le dijiste e hiciste a ese tipo, no salieron de la boca de tu madre?

- bueno algunas, también me ayudo la tía Majo.

- uy, al final, voy a empezar a tener lástima de ese muchacho.

- papa!!!, el tema es que quiero mudarme nuevamente pero esta vez sola.

- no.

- te dije que no te pedía tu permiso, más bien tu ayuda.

- no.

- es más, tengo una solución que nos favorecerá a ambos.

-no.

- papá, podés escucharme y no repetir como loro "no"?

- Alina, nada de lo que me pidas, me va a hacer, por más favorable que sea, cambiar de opinión.

- quiero ir a uno de esos departamentos que tenés como alquiler, yo estaría muy contenta y vos con más tranquilidad, sabiendo donde estoy y que además estaría el portero, que ya sé que es uno de tus hombres de confianza, para cuidarme y seguramente pasar el parte diario.

- están todos ocupados.

- no mientas, se perfectamente que hay todo un piso vacío, con excepción de un departamento.

- justamente, la persona que vive allí, me alquilo el departamento con la condición que nadie ocupara otro en el mismo piso.

- es legal eso? O está loco?

- no lo sé, pero paga muy bien y a tiempo, no tengo de que quejarme y tampoco pregunto, mientras cumpla, esta todo bien..

-papá, soy tu hija, me vas a negar un departamento?. Y más por una persona que tiene problemas de socializarse con otras personas?

- sé que sos mi hija, te amo mucho y es por eso que prefiero que pases más tiempo con nosotros. No es mi problema la relación que tenga esa persona con la sociedad, pero vos si me importas y no quiero que te pase nada.

-nunca tuve dudas de eso, es más, en cada fiesta de cumpleaños, me he encargado de agradecer por la madre y el padre que tengo, pero quiero madurar, hacerme cargo de la empresa de mamá, tener mi espacio sin que mis otros hermanos se metan en mi cuarto y me revisen todas mis cosas. ¿Ya te olvidaste del griterío que era esta casa cuando yo vivía?

-claro que lo recuerdo, tu madre se ponía loca y yo siempre la abrazaba y le decía... no es maravilloso todo el ruido de esta casa?, significa que hay vida. Hoy con el resto de tus hermanos, no es tan distinto, pero faltan tus rabietas.

- papá, es muy lindo todo, pero bueno, ya hice mi propuesta por las buenas, si no obtengo el visto bueno de ustedes, lo haré igual, iré con un cerrajero y me instalaré en uno de esos departamentos.

- no lo vas a hacer...

- sí que lo voy a hacer, cuando me fijo un proyecto, lo llevo a cabo, sin importar quien esté enfrente.

- hija, para llevar adelante el negocio de tu madre eso es perfecto, en cuestiones de familia es diferente.

- ya lo dije, el que avisa no traiciona, quieras o no y por el amor que te tengo, voy a ir a uno de esos departamentos y sola.

- veremos…

- veremos...

Alina se levanta y sin decir más se va del estudio de su padre, dando un golpe a la puerta.

Alejandro se toma el rostro, se levanta y empieza a caminar de un lado a otro, como perro enjaulado, hablando solo.

- que barbaridad esta hija mía, como le gusta enfrentarme y ver hasta donde correr el límite...

A quien habrá salido? Paula es un poco terca, y yo soy de manipular un poco, pero esta chica, salió con cosas de los dos pero potenciadas...

Pero está vez no, esta vez me voy a imponer, no voy a pasar de nuevo por lo de anoche, que no sabía si estaba bien, y queriendo matar al maldito.

- PAULA!!!!!!