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DESEO IRRESISTIBLE

CAPÍTULO I COINCIDIENDO POR PRIMERA VEZ

Nick Evans es un inversor financiero, de 37 años, tiene una pequeña empresa reconocida por la bolsa de valores donde invierte capital con el objetivo de obtener beneficios, y para su fortuna, le ha ido muy bien.

Evans, es catalogado como un rompe corazones, pero nada está más alejado de la verdad. Sin embargo, él aprovecha esa mala fama que le han inventado para mantener justamente a esas mujeres que lo han hecho, alejadas de él.

Por muchos motivos, la imagen que tiene del género femenino no es el mejor, él considera a las mujeres unas oportunistas e interesadas. En una ocasión estuvo enamorado de una mujer que pensó era el amor de su vida, sin embargo, amargamente descubrió que ella no sentía lo mismo por él, cuando atravesó una posible crisis financiera y ella no dudo en irse. Aunque no pasó a mayores, eso le permitió darse cuenta quien era ella en realidad y sobre todo, porque estaba con él.

Nick es inglés de nacimiento, pero ha optado por cruzar el continente e invertir en Estados Unidos donde vive desde hace unos cuantos de años. El día de hoy, va camino a visitar una ingeniera comercial que dirige su oficina en Boston , una mujer aparentemente muy inteligente que tiene una visión concreta del mercado y ha diseñado y ejecutado con su aprobación planes de negocio bien efectivos, que le han generado bastante rentabilidad a corto y mediano plazo a su inversión inicial, lo que lo tiene además de sorprendido, muy contento por los cuantiosos beneficios que ha obtenido en tan poco tiempo.

. - ¿Cuánto tiempo es que tiene esta mujer con nosotros Steven? – Le pregunta a su socio y buen amigo Steven Davies.

. – El tiempo que llevamos generando esa inmensas ganancias hermano… - le responde este mientras continúa hojeando las estadísticas que lleva impresa – Cada plan ha sido aprobado e incluso por premura se ha atrevido a invertir sin consultar.

Ciertamente para ello le habían otorgado licencia, ya que este negocio es así, como también se gana se pierde, pero hay que arriesgar. Para fortuna de ellos, la ingeniero ha sabido muy bien dónde hacerlo y cómo.

. – Cuatro meses – Concluye admirado de que en este tiempo, su porcentaje de ganancias ha crecido considerablemente gracias a ella y a sus estrategias de negocios – Es todo un cerebrito esta mujer…

Nick sentía curiosidad como seria la dama en cuestión, pero especialmente quería conocer la fórmula innovadora que ella estaba utilizando para favorecer de este modo la rentabilidad y posición competitiva de la empresa.

. – Lo es, y desde ya te digo que debemos cuidarla, no nos podemos dar el lujo de perder semejante recurso Nick… no, no, no ¡Esa mujer me ha hecho muy feliz!

. – Jajaja, mientras no te enredes con ella, todo estará bien. ¡Le tengo una propuesta que dudo rechace! – Dijo Nick convencido de que con eso la mantendrá trabajando para él.

. – ¿Porcentaje de inversión además de los bonos?

. – Exactamente, una gran ganancia para ella, ¿Quién se puede negar a eso? Además siendo tan inteligente, sabe la oportunidad que eso representa…

. – Claro, puede comenzar a invertir también… ¿Y no te da miedo que luego quiera independizarse?

. – No, no sería egoísta de cortarle las alas, y para eso faltaría mucho, y si ocurre, podemos incluso asociarnos…

. – Pues sí, la cosa es que ya ha inflado bastante nuestras cuentas…

. – Pero no te vuelvas loco, y sigue mirando las ganancias, no la inversión… - Le aconsejó como siempre a su amigo.

. – Sí ya aprendí la lección viejo, la inversión no se toca… - Aceptó Steven, pues en una oportunidad por un mal dato, invirtió sin consultar con Nick y casi se va a la quiebra.

. – Y las ganancias tampoco se despilfarran, menos en mujeres… - Sentenció nuevamente Nick con tono hosco, pues su amigo es un pica flor sin remedio que se deja manipular por un bonito cuerpo, y por lo general termina exprimido.

. – Ah no vayas a empezar con eso… -

Comenzaron a conversar al respecto, y el auto que se había detenido en el semáforo, después de unos segundos justo cuando cambió la luz, y el chofer iba a ponerse en marcha nuevamente, un motorizado se les adelantó convencido que iba a alcanzar pasar antes, pero como iban en la misma dirección fue inevitable el contacto entre los dos transportes.

El auto, golpeó la rueda trasera haciendo que el piloto de la moto perdiera el control y cayese al suelo rodando con su motocicleta una buena distancia.

. - ¿Pero qué demonios? – Preguntó Nick al sentir el latigazo por el frenazo que dio el chofer.

. – Lo siento señor, hemos chocado con un motorizado.

. – Tenía que ser, ellos y su puta imprudencia siempre – Soltó con firmeza saliendo del auto y observando cuando la persona que piloteaba la moto, golpeaba el piso con rabia.

La chica estaba frustrada, pues en poco tiempo tendría una reunión importante y le pasaba esto justo ahora, cuando por acudir a un llamado de su padre, pensando que lograría llegar a tiempo, y fue todo lo contrario. Poco a poco se levantó, sintiendo que su codo y pierna ardían por el roce del pavimento al rodar. Lo único que rogaba es que su motocicleta pudiera encender y que los involucrados no se pusieran intensos.

Terminó de ponerse de pie con dificultad al escuchar las pisadas que se acercaban… Nick al observar la silueta de la persona que se levantaba evidentemente adolorida, supo que era una mujer.

. - ¿Acaso estás demente? – Le reclamó Nick con excesiva dureza al llegar hasta ella – Eres una irresponsable, pudiste haber muerto o que alguien más lo hiciera… - Continúo señalándola.

Ella era consciente que había sido una imprudencia de su parte, pero si algo le molestaba era que le hablaran con altanería y mucho más que la acusaran de loca… con rabia y dolor contenido se quitó los guantes, los metió en el bolsillo de su pantalón negro y luego comenzó a quitarse el casco para enfrentar el prepotente hombre que le habló con tanta dureza.

Cuando lo hizo y se volteó a mirarlo, los tres hombres que estaban allí se quedaron atónitos con la inesperada belleza de la mujer, que así vestida toda de negro se veía más joven de lo que realmente era.

. – En primer lugar no estoy loca… – Se paró con altivez frente a los tres - Y en segundo, fue un accidente…

. – No fue un accidente, fue claramente una imprudencia que pudo traer graves consecuencias – Nick se negaba a que la presencia de esa mujer lo descontrolara como era el caso de Steven que no dejaba de sonreírle como idiota, y el chofer de mirarla embelesado.

. – Pero no las hubo, y me disculpo… - Dijo sinceramente reconociendo su error – Y si su auto sufrió algún daño yo me comprometo a correr con los gastos de reparación…

Nick volteó los ojos, suponía que esta chica no era otra que una cría de esas a quienes sus padres complacían con todo lo que pedía sin medir las consecuencias de los actos, sino al contrario, tapándole cuanta cagada hacían…

. - Claro, supongo que terminaré comunicándome con sus padres… - Ahora fue el turno de la chica hacer un gesto de burla…

. – No señor, yo soy bastante capaz de responder por mis actos ¿Quién de los tres es el dueño del auto? – Ya suponía que era con quien hablaba, puesto que los otros dos no habían gesticulado una sola palabra, sino que estaban allí como autómatas sin dejar de mirarla – Mire, debo irme, si me facilita su número, le garantizo que lo llamaré hoy mismo, para que resolvamos el daño.

Nick no confiaba en lo que ella decía, así que decidió no continuar perdiendo el tiempo en una causa perdida, además él también tenía cosas más importantes que hacer…

. - No se esmere tanto – Le dijo con sarcasmo que ella muy bien captó como una actitud de desconfianza hacia ella, por lo que levantó los hombros, era su problema si no confiaba en su palabra – Además, creo que su motocicleta se ha llevado la peor parte…

La chica volteó a mirar su adorada moto y rogó que no, varias personas que estaban observando el altercado, decidieron levantarla y probar si encendía, cuando ella escuchó el motor, sonrió agradecida, y el joven que hizo la prueba le devolvió la sonrisa.

. – Entonces me retiro señores… - Le anunció

. – Si claro, aquí no ha pasado nada… - El sarcasmo de Nick fue evidente.

. – Bueno, pero a usted quien lo entiende, no quiere aceptar que me haga cargo de los gastos, ¿Entonces?

Ella esperaba que no se le ocurriera proponer llamar a los fiscales de transito…

. – Ya vete, continua con tu imprudente vida, eso sí, no te vuelvas a cruzar en mi camino, porque la próxima vez no te perdonaré…

“Que idiota” pensó la hermosa mujer, pero se negó a responderle, simplemente le dedicó una mirada fulminante y caminó hasta su amada motocicleta.

. – Gracias – Le dijo con suavidad a los jóvenes que aún estaban al lado del vehículo, apreciando su belleza y el cilindraje. También les pareció increíble que esa mujer piloteara tal aparato…. Y así mismo estaban los tres hombres que dejó atrás.

CAPÍTULO II COINCIDENCIAS

Dayanne Wilson, se puso los guantes, el casco y subió a su motocicleta, le dio al arranque, subió la pata y arrancó, al principio evitó acelerar para que las revoluciones no se elevaran de golpe, sino que espero a que el motor se volviera a calentar más rápidamente y la presión del aceite también aumentara. Luego cuando lo consideró aceleró y manejó como a ella le gustaba, teniendo cuidado esta vez de no provocar otro accidente.

. – Irresponsable – Soltó Nick cuando la escuchó acelerar su imponente aparato.

En el auto, él y su amigo, seguían sin poder evitarlo, el recorrido a la distancia de la motocicleta que por lo visto iba en su misma dirección.

. – Vaya, esa mujer es una diosa… - Comentó Steven aun admirado.

. – Por favor, para ti hasta una escoba con falda es atractiva… - Espetó con desagrado Nick.

. – Ay por favor hermano, me vas a decir que no era hermosa la chica, ¡Ni tú te lo crees! Hasta Rico quedó fascinado, ¿Sí o no viejo? – Preguntó mirando al chofer por el retrovisor, el hombre solo se atrevió a asentir al mirar la cara de molestia de su jefe…

. – Jajaja no temas hombre, lo que pasa es que él también quedó atrapado y como la chica lo encaró está enojado Jajaja…

. – Eres imbécil o ¿Qué? – Le preguntó furioso, pero más con él mismo, porque en efecto, esa mujer soberbia e imprudente, le había aparecido más que atractiva… - Ni siguiera supimos si se había lastimado – Dijo de pronto recordando que notó cuanto se le dificultó levantarse y caminar.

. – Oh, está preocupado… - Rico sonrió desde el retrovisor al escuchar el tono de broma de Steven y ver a su jefe voltear los ojos - Pero tienes razón, fue una fuerte caída, en efecto debió lastimarse, solo que se parece un poco a ti, cualquier cosa menos admitir algo…

. – Francamente estas insoportable… - Dijo mirando su reloj – Mira cuanto tiempo nos hizo perder esa tonta mujer, y su imprudente paseo…

. - ¿Por qué asumes que estaba paseando?

. – ¿Acaso no te diste cuenta? – Le pregunta incrédulo Nick – No viste que es una de esas hijitas de papá, caprichosa o interesadas que andan por la vida consiguiendo lo que quieren sin importar a quien se llevan por el medio? No creo que no lo hayas notado…

. – Guao hermano, sí que estas resentido viejo… - Nick lo miró frunciendo el ceño – Si, resentido, creo que ya es tiempo de dejar de juzgar a todos por igual… ¡Probablemente ella no es como tú piensas!

Nick no respondió, pero siguió manteniendo su postura al respecto, sin embargo, también pensaba en el bienestar de la mujer.

Por otro lado, Dayanne, adolorida como estaba, apuraba su paso para llegar a su destino y tomarse algo que le calmara el dolor que sentía en su brazo y pierna. Además quería llegar puntual a la reunión que tenía programada.

Al llegar al edificio entró al estacionamiento y detuvo su moto en el lugar de siempre, con mucho cuidado bajó porque el dolor ya se había intensificado, sin embargo intento simularlo y caminó lo más recta que pudo hasta el ascensor que la llevaría a su oficina, donde tendría oportunidad de cambiarse, y tomar algo.

. – Carajo – Se quejó cuando llegó a su piso, botó aire y retuvo otro poco para soportar la molestia.

. – Buen día ingeniero… - La saludo la secretaria.

. – Buen día Dylan – Respondió y continuó hasta su oficina sin mirar a nadie más… - ¡Ay por Dios! – inmediatamente que entró, Dayanne puso seguro a la puerta y bajo el pantalón resistiendo el dolor del brazo - ¿Qué me hice? ¡Me duele todo!

Se quejó, pero no tenía tiempo de detallar sus heridas, así que se dirigió al baño se lavó la cara, y luego se dedicó a cambiarse y quedar presentable para la reunión. Se tomó una pastilla y esperó en el mueble hasta el momento que le anunciarán el inicio de la reunión que sería dentro de unos minutos.

El auto de Evans llegó al edificio y avanzó por el estacionamiento, él por su ventanilla notó una moto parecida a la involucrada en el accidente de hacía unos minutos atrás.

. – ¿Será posible que sea la misma? – Se preguntó. Miró a los lados a ver si veía a su dueña. El edificio donde llegaban, era empresarial, en el habían varias oficinas incluyendo desde bufetes, inmobiliarias, hasta consultorios médicos. ¿Habría ella venido para ser atendida por un médico? ¿Tal mal estaba? Todas esas preguntas comenzaron a rondar en su cabeza.

Cuando se bajaron, Steven siguió la mirada de su amigo y también visualizó la motocicleta…

. - ¿Acaso no es esa la moto de la chica? – Preguntó también en voz alta sacando a su socio de sus pensamientos preocupados por el bienestar de la mujer.

. – Ya mismo voy a comprobarlo…

Nick con paso firme, se acercó a la motocicleta para detallarla, y en efecto, por la gran magulladura al costado, el retrovisor partido, pudo confirmar que era la misma. Entonces quería decir que ella debía estar en el edificio ¿Pero dónde? Nick miró toda la estructura casi que deseando tener vista rayos X para saber dónde estaba ella.

. – Vaya, que casualidad – Dijo Steven sonriendo - ¿No crees?

. – Puede ser… ¡Vamos! – Pidió avanzando, por ahora no tenía tiempo de averiguar donde se encontraba esa mujer… - Luego se detuvo – Rico, me avisas cuando la mujer salga…

. – Si señor…

. - ¿Y cómo para qué o qué? – Preguntó sonriendo pícaro Steven, y Nick lo miró serio – Si se puede saber digo – Completó levantando las manos al frente…

. – Tengo el presentimiento de que ella está lastimada…

. – También lo creo hermano… – Sentenció ya serio Steven coincidiendo con Nick – Pero no lo podremos saber por ahora…

Él solo asintió…

Al abrirse las puertas del ascensor, la secretaria se levantó para recibirlo…

. – Señor Evans, señor Williams, bienvenidos, la sala de juntas está lista…

. – Buen día Dylan ¿Cómo está todo por aquí? – Hacía un tiempo que ellos no venían… Exactamente el tiempo que tiene Dayanne dirigiendo el lugar, pues no ha habido la necesidad de estar presente, ya que ella ha sabido gestionar muy bien el lugar.

. – Todo bien señor ya le aviso a la ingeniero que ustedes han llegado…

. – Muy bien, nos adelantaremos -

Continuaron el camino hasta la sala de juntas, aprovechando para observar el lugar notando los cambios que ha habido desde la última vez que estuvieron allí.

. – Se nota mucho que es una mujer que está dirigiendo este lugar – Comentó Steven y Nick sonrió estando de acuerdo – ¡Y con muy buen gusto!

Mientras los dos entraban al salón, Dayanne recibía el aviso de parte de su secretaria…

. – Gracias, ya voy – Colgó y tomó la carpeta con los balances al día que tenía sobre su escritorio, inhalo, exhaló y salió…

Ninguna de las tres personas que se encontraban en esa oficina se esperó semejante casualidad del destino al abrirse esa puerta… Ellos como los caballeros que son, se levantaron para recibir a la persona que entraba, cuando lo hizo Dayanne, los tres se miraron impactados, pero dos de ellos se quedaron contemplando fijamente, casi que retándose con la mirada…

. – Si antes pensé que ver su motocicleta aquí era una casualidad - Dijo Steven para romper con el incómodo momento, ciertamente, él estaba impresionado de que ella se tratase de la misma mujer que venían alabando hace rato, y no quería por nada perderse la expresión de su amigo Nick, al tener que tragarse cada una de las palabras que dijo antes sobre ella… - Evidentemente me he quedado corto…

Los dos lo miraron, si, esto era una loca casualidad, para Dayanne era una mala fortuna que justo con el hombre que chocó, era su jefe, y para Nick, que la mujer que consideró una inútil y literalmente mantenida y caprichosa, era la extraordinaria diseñadora y operadora de semejantes transacciones que tiene a su empresa subiendo de nivel. Sin duda, analizaba en lo mucho que le debía una disculpa…

. – Buena tarde – Decidió hablar por fin Nick caminando hacia ella y extendiendo su mano respetuosamente. Dayanne observó la mano extendida y solemnemente la tomó, no sin antes hacer un gesto de dolor al extender el brazo – ¿Está usted bien?

Ella es derecha, y justo de ese lado se golpeó al caer, así como su pierna también resultó lastimada por el peso de la moto.

. – Lo estoy – Dijo haciendo un gesto con su cabeza e intentando retirar la mano, pero él no la soltó – Por favor… - Pidió ella porque claramente no podía forzarlo.

. – No estás bien, esa no fue una caída fácil… - le dijo, no creyendo en sus palabras, porque fue evidente su gesto de dolor.

. – Estoy de acuerdo con Nick, Licenciada…

Dayanne los miró ambos “increíble, primero me trata como una irresponsable mantenida, además de caprichosa y ahora se preocupa”

. – Como bien lo dicen, fue un golpe duro, por lo tanto, es bastante normal que me duela, no soy de hierro…

Los dos hombres increíblemente se quedaron sorprendidos con la respuesta de la dama frente a ellos.

CAPÍTULO III ENCANTO

Dayanne Wilson, es una hermosa mujer de 32 años, divorciada, ingeniero comercial, licenciada también en administración comercial y dirección de empresas. Es muy inteligente, desde pequeña se ha destacó en sus estudios, tanto que realizó dos carreras simultáneamente graduándose ambas con honores, y destacando ahora en el desempeño de su carrera.

Dayanne es la encargada de esta oficina financiera perteneciente a Nick Evans. Tiene a su cargo un grupo de agentes de bolsa que cumplen con la función de llevar a cabo los planes de negocios e inversiones que ella talentosamente desarrolla.

Aunque Dayanne tiene bien desarrollado su capacidad de liderazgo, el trabajo en equipo le ha costado un poco, especialmente porque es una mujer extremadamente perfeccionista y exigente, pues en este negocio no se puede titubear o desconcentrarse al momento de invertir. Pero además, porque su carácter a veces suele ser fuerte. No obstante, jamás le ha faltado el respeto a ninguno de sus compañeros.

Sin embargo sus compañeros si son algo irrespetuosos con ella a sus espaldas, por circunstancias que tienen que ver con su fallido matrimonio, y que su ex pareja hizo públicas. Además su personal aún no se adapta a que ella sea la jefa.

. – Por favor siéntense… - Los invitó, esperando que con eso Evans soltara su mano - ¿Podemos comenzar? - Le pidió mirándolo directamente, más él no le apartó la vista, poniéndola muy incómoda. Para Nick, tenerla así, tan cerca, vestida de esa forma tan profesional, con el cabello suelto, la hacía ver verdaderamente hermosa, y el hecho de que estuviera herida y quisiera demostrar lo contrario, lo tenían encantado, por lo fuerte que a sus ojos parecía.

. – Señor Evans… - Le habló nuevamente la sexy motorizada y hermosa ingeniero… “Que divina combinación” pensaba Nick, pero ante la sonrisa maliciosa de su amigo, se obligó a soltarla, además se notaba que a ella le molestaba tener el brazo en esa posición.

. – Claro, sin embargo luego hablaremos de tu estado de salud…

Dayanne no dijo nada, solo agradeció mentalmente que él la soltara. Ya le dolía bastante el brazo y la pierna de estar parada tanto rato…

. – Bueno… ya entrando en materia – Mientras hablaba les entregó una carpeta a cada uno – Aunque no me conocían personalmente, ya tenían conocimiento de mi trabajo, como lo saben, mi nombre es Dayanne Wilson – Ella les dedicaba solo cortos vistazos - En esa carpeta, pueden leer el balance completo de mi labor aquí…

Nick y Steven la escuchaban con atención cuando ella comenzó a desglosar el contenido de lo que había en la carpeta.

. – Increíble, déjeme decirle que cada vez que recibíamos sus reportes licenciada me parecía prodigiosa su estrategia de negocios, literalmente usted es quien engaña al mercado… ¿Cómo lo hace?

. – Solo se trata de tener una visión clara y concreta del mercado…

. – Pues usted descifra excelentemente esa información déjeme decirle – El tono de voz de admiración de Nick, hizo que ambos lo miraran - Y lo más destacable, es que la hace efectiva Licenciada – Terminó dedicándole una sonrisa que fue evidente para Steven, la inquietó y sonrió ocultando la cara con discreción.

. – Bueno, es mi trabajo ¿No?… - Dijo retirando la mirada del hombre que la miraba con demasiada intensidad, carraspeó, sacó de su bolsillo unas mini USB y se las entregó - ¿Tienen sus laptops?

Nick sonrió porque captó su intensión de desviar la atención de ella, y Steven por su parte asintió… ambos sacaron de sus portafolios sus pc e introdujeron la memoria. Ellos entendían su reserva, esa es información demasiado valiosa para manejarla de manera descuidada.

. – Esta es la propuesta más reciente en vista de lo analizado, ya ustedes conocen mi trabajo y saben que no caigo en los juegos del mercado ni hago planes de inversión a corto plazo, y que también invierto su dinero según los acontecimientos mundiales…

. – Entendemos y lo está haciendo muy bien licenciada… - La excesiva confianza que ambos le manifestaban la preocupó un poco.

. – Señores, creo que ya he dejado bastante constancia de mi dedicación con este trabajo, pero debo dejar claro también, y como ustedes lo saben, aquí se corren riesgos, y aunque yo trato de esquivarlos, no estoy excepta de caer en ellos.

. – Eso lo sabemos licenciada, y estamos preparados por si algo así sucede, usted continúe con el trabajo que viene realizando – Le pedía con seguridad Nick – Y para dejar constancia de que creemos y confiamos plenamente en usted, es decir en su trabajo – Corrigió apresurado – Pues le propongo un porcentaje de ganancias del 15% a parte de la comisión que ya recibe - Dayanne abrió los ojos sorprendida por la sustanciosa oferta de Nick - ¿Qué opina? Esto es una gran oportunidad para que usted también se anime a invertir y obtenga sus jugosas ganancias.

. – Oh… bueno pues, agradezco mucho ese reconocimiento y consideración… - Esto era algo que ella no se esperaba en absoluto, ciertamente siempre ha invertido parte de sus pocos ahorros en pequeñas inversiones porque su capital no es tan grande, pero ahora con esta posibilidad que ellos le presentaban, tenía una gran oportunidad de cumplir con ese objetivo pendiente…

. – Lo hacemos con todo gusto Licenciada, de verdad que nosotros estamos muy agradecidos…

Por primera vez Dayanne les dedicó una sonrisa genuina de agradecimiento a estos dos hombres que valoraban tanto su trabajo…

Nick no dejó de observar a Dayanne quien siempre fue consciente de su mirada, pero él no solo miraba y escuchaba sus conclusiones para el cierre de la reunión, sino que estaba atento a sus movimientos y los gestos disimulados de dolor y eso lo preocupaba. Por eso cuando se dio por concluida la junta, él no dudó en acercarse a ella e impedir que saliera.

. – Espera… - Le pidió cuando ella ya se acercaba a la puerta, tanto ella como Steven, voltearon a mirarlo, pero este último que ya conocía a su amigo, se retiró, despidiéndose de ambos…

. – Gracias por todo licenciada, esta ha sido una junta bastante fructífera para todos… - Dijo mirando con picardía a su amigo, lo que hizo que Dayanne lo miraba sin entender porque se retiraba solo él, y por qué su socio le pedía que esperara a ella ¿Acaso algo había quedado pendiente? O ¿Iba a hablarle del accidente?

. - ¿Qué sucede? – le preguntó Dayanne al voltearse y verlo cerrar la puerta – Si es por lo del accidente…

. – Si lo es… - La interrumpió - Pero no por lo que crees – Ella lo miró con más duda - ¿Quiero saber cómo estás?

. – Ah… pues, le dije que estoy bien…

. – No es cierto, casi no te puedes ni mover…

. – Sí, me duele, pero ya me tomé un analgésico…

. – Que no ha hecho ningún efecto… - Ella volteó los ojos cuando la interrumpió por segunda vez – Quítate el saco – Le ordenó de pronto…

. – Claro que no, pronto pasará – Le respondió de una, entonces él se acercó a intentar quitárselo – Señor Evans ¿Qué cree que hace? ¡Ya basta! – Apartó su mano de manera brusca sintiendo inmediatamente un fuerte dolor que la hizo gemir e inclinarse mientras tomaba su brazo adolorido – ¡Dios!

. – No hay excusa que valga, la llevaré al médico…

. – No señor yo… - No pudo continuar porque al erguirse el dolor se intensificó, haciéndola derramar lágrimas involuntarias.

. – No sea terca Dayanne, vamos – Le extendió la mano – Entonces la alzaré – intentó hacerlo, pero ella lo detuvo.

. – Está bien… - Dijo resignada y le mandó una mirada asesina lo que lo hizo sonreír triunfal. Nick trató de tomarla de la mano, pero ella se alejó – Yo puedo caminar sola… - y salió, él solo negó y volvió a sonreír, pensando que era terca la hermosa señorita.

. – Debo ir por mi bolso y las llaves de mi motocicleta…

. – ¿No pretenderás montarte en esa cosa así cómo estás? iras en mi carro y no quiero discutirlo nuevamente… - Sentenció sin esperar respuesta.

. - ¿Cómo crees que llegué aquí? – Le preguntó con ironía

. – Volando en esa cosa, muriéndote del dolor porque obviamente eres orgullosa… - Le dijo mirándola fijamente mientras le abría la puerta de la oficina.

. – Esta es la cuarta ofensa que me dice señor Evans – Él la miró frunciendo el ceño y ella las fue enumerando mientras recogía sus cosas con mucho cuidado - Primero, irresponsable, segundo caprichosa, tercero mantenida y ahora orgullosa…

. – Lo siento… - Ella levantó la mirada para observarlo con evidente duda en sus ojos – En serio, lo siento por juzgarla mal, pero le apuesto y no por justificarme, que también usted me ha dedicado unos cuantos insultos… - Sonrió cuando la vio sonrojarse, claro que lo hizo, solo que a diferencia de él, ella no los había expresado – Jajaja, no necesita decir más…

. – Se los merecía o ¿No? – Nick asintió – Bueno, también me disculpo, venía algo apurada y fui muy imprudente…

. – Okey, estamos a mano, entonces vamos para que le atiendan ese brazo – Ella caminó y el notó también su leve cojera - Y la pierna…

. – Todo el puto cuerpo… - Aceptó Dayanne y Nick soltó la risa, llamando la atención de la secretaria y algunos colegas que por allí estaban, ganándose un improperio mental de su acompañante – Dylan debo irme y no creo que vuelva, recibe lo que venga dirigido a la oficina por favor.

. – Si ingeniero, hasta mañana entonces…

. – Hasta mañana… - Nick notó que alguno de los empleados simulaban trabajar, pero no dejaban de mirarlos a ambos, como haciendo suposiciones de todo tipo en su mente, se notaba en sus ojos la curiosidad que tenía por saber por qué se iban juntos, y por qué ella no volvería – Ya me imagino la cantidad de falacias que esto provocará… - Comentó Dayanne confirmando lo que Nick antes captó, “Ósea que son todos unos cotillas aquí”

¿Qué podrán decir que ya no hayan dicho de él? ¿Qué Dayanne era otra conquista? “Ya quisiera yo” pensó de pronto mirándola por el rabillo del ojo mientras esperaban el ascensor. Ella tenía los ojos cerrado, se notaba que estaba cansada y adolorida, no entendía porque sintió deseos de levantarla en brazos, e incluso cuidarla… Ella en ese instante, a sus ojos se notaba frágil, no como la ruda y sexy mujer que lo enfrentó al momento del accidente.

“Dayanne Wilson” ¿Quién eres?

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