Una chica sostiene una prueba de embarazo con dos líneas. En lugar de sentirse feliz por tener un hijo, se siente triste al descubrir este hecho. ¿Cómo no iba a sentirse así? La chica aún estaba en la escuela secundaria y no estaba casada. Lo que significa que su embarazo actual fue un accidente.

Quedar embarazada siendo aún estudiante no era algo que la chica deseara. Las lágrimas seguían rodando por su rostro.

Afuera, un chico seguía llamándola. Lo hacía mientras golpeaba suavemente la puerta de vez en cuando.

"¿Tari? ¿Estás bien?", preguntó el chico. Estaba preocupado porque su novia llevaba más de una hora encerrada en el baño.

"Tari...", volvió a llamar el chico. Su nombre era Bastian Samudera. Era un chico sencillo pero muy guapo. Tenía la piel clara, la nariz afilada y era alto y fuerte.

Fue por esa belleza que Abas consiguió ser el novio de Tari, la chica más popular de la escuela. Se podría decir que Abas y Tari eran la pareja popular de la escuela porque ambos tenían un aspecto atractivo. Pero había una sola diferencia entre ellos. Es decir, el estatus social. Tari procedía de una familia rica y respetable, mientras que Abas era un joven pobre que había sido abandonado por sus propios padres. Ahora el chico vivía con su abuela en una pequeña casa en los suburbios de la ciudad.

Lentamente, la puerta del baño se abrió. Tari apareció con el rostro bañado en lágrimas.

"¡Tari! ¿Estás bien?", preguntó Abas preocupado.

Tari no dijo nada. Solo le entregó algo que sacó del bolsillo de su falda.

Abas cogió el objeto que Tari le había entregado. Entonces pudo ver la prueba de embarazo mostrando dos líneas.

El rostro de Abas parecía inexpresivo. Era solo un adolescente que no sabía nada. Especialmente sobre pruebas de embarazo.

"¿Qué es esto?", preguntó Abas.

Tari se sorprendió al ver la reacción de Abas. Como su novia, conocía las deficiencias de Abas. El chico no era un alumno brillante en la escuela. Sobre todo en términos académicos. Así que había muchas cosas que no podía entender.

"¡Dios mío, Abas! ¡Esto es una prueba de embarazo! ¡Estas dos líneas prueban que estoy embarazada!", reveló Tari.

Solo entonces Abas mostró una reacción de sorpresa. Volvió a mirar la prueba de embarazo que Tari le había dado.

"¿Este dispositivo es fiable?", preguntó Abas. "Mejor vamos al médico. Ahí sí que podemos creerlo", continuó.

"¡Bas! ¡Es la quinta prueba que me hago! ¡Y todas han dado positivo! ¿Qué vamos a hacer ahora? Mi familia se va a enfadar mucho cuando se entere", sollozó Rita.

Abas se sintió triste al ver llorar a Rita. Entonces abrazó a la chica.

"Esto pasó por nuestra culpa. Así que vamos a afrontarlo juntos. Prometo que asumiré la responsabilidad", dijo Abas.

Tari no dijo nada y solo se ahogó en su llanto. La chica abrazó a Abas con fuerza. Tari se sintió un poco aliviada porque Abas era un chico lo suficientemente valiente como para asumir la responsabilidad.

"¡Eh, Abas! ¿Por qué sigues ahí parado? ¿No deberías ir a buscar a Denis ahora?", la voz de Tania interrumpió la ensoñación de Abas sobre su pasado. Un pasado que Abas esperaba que pudiera volver a ocurrir.

"Sí, mamá. Ya voy", dijo Abas mientras se levantaba para salir.

Ahora Abas estaba de camino a buscar a su hijo a la escuela. Resulta que Denis ya estaba en primer grado.

Abas iba en su moto Jupiter. Considerando que nunca se le permitió conducir un coche. A pesar de que sus suegros tenían muchos coches de lujo en el garaje.

Realmente, en los últimos años, Abas se sintió triste por su relación con Tari. Porque su esposa estaba constantemente ocupada con el trabajo. Tari rara vez interactuaba con Denis.

Por eso, últimamente, Abas recordaba con frecuencia los momentos con Tari en el pasado. Quería que aquellos momentos volvieran.

Abas detuvo su moto frente a una escuela. Su confusión desapareció al instante cuando vio a Denis sonreír y correr hacia él. Para Abas, el único que siempre le había dado fuerzas era Denis.

"¡Papá!", gritó Denis, que ahora se estaba acercando a Abas. "¿Llevas mucho tiempo esperando?", preguntó.

"Papá acaba de llegar. ¡Vamos a casa!", invitó Abas mientras se subía a la moto. Denis lo siguió poco después.

En ese momento, el celular de Abas sonó. Contestó la llamada.

Era Darto. Un hombre de mediana edad que conocía como su antiguo vecino.

"¿Qué pasa, señor?", preguntó Abas.

"¡Su abuela, Bas! ¡Ha fallecido!", dijo Darto desde el otro lado de la línea.

Al escuchar eso, Abas sintió como si un rayo hubiera alcanzado su corazón. Después de todo, su abuela era la única familia que tenía además de Tari y Denis.

"Iré para allá inmediatamente". Abas dijo eso con una sensación de ansiedad. Pero trató de ocultar su miedo a Denis. El niño ciertamente se pondría triste al saber que su abuela había fallecido.

Como resultado, Abas llevó a Denis a la casa de sus suegros primero. Más tarde, cuando fuera el momento adecuado, le contaría todo a Denis.

"¿A dónde más vas, papá?", preguntó Denis, quien inmediatamente se puso ansioso cuando vio a Abas volver a la moto.

"Papá tiene un asunto urgente que resolver. Quédate en casa y pórtate bien. Papá no tardará", dijo Abas.

"No quiero. Tengo miedo de la abuela. Quiero ir contigo, papá", respondió Denis, sujetando firmemente una de las manos de Abas. La abuela de la que estaba hablando no era otra que Tania.

"Denis, ¿por qué tienes miedo de la abuela? Si se enfada, es porque te quiere", respondió Abas.

"Pero, papá..."

"Basta. Papá no tiene tiempo. Papá volverá pronto", interrumpió Abas, quien inmediatamente se alejó, incluso sin el consentimiento de su hijo.

Ahora Denis solo podía quedarse en silencio y dejar ir a su padre.

...***...

Al llegar a la casa de su abuela, Abas vio que una bandera blanca ya estaba izada. Las lágrimas que había estado conteniendo desde entonces rodaron automáticamente. Abas corrió hacia el interior de la casa para ver el estado de su abuela con sus propios ojos.

Y realmente, al entrar, vio la figura de su abuela pareciendo indefensa, envuelta en una tela tradicional. Abas inmediatamente se acercó a su abuela y la abrazó. Inmediatamente, pudo sentir lo frío que estaba su cuerpo. Era una señal de que su abuela realmente se había ido.

"Abuela...", sollozó Abas. Ciertamente estaba muy triste. Pero, por otro lado, Abas sabía que un día pasaría por esto. Especialmente porque su abuela ya era muy vieja. Honestamente, Abas se estaba preparando mentalmente para este día. Entonces, su tristeza no fue demasiado excesiva. Esencialmente, Abas se estaba conformando con la partida de su abuela.

Abas no se olvidó de contarle a Tari y a sus suegros que su abuela había fallecido. Sin embargo, no hubo respuesta de ellos. Incluso cuando Abas intentó llamar.

Abas decidió pensar positivo. Estaba seguro de que sus suegros cuidarían bien de Denis.

Ahora Abas optó por concentrarse en ocuparse de la muerte de su abuela. También acompañó a su abuela hasta su descanso final. Fue cuando Darto lo llamó para conversar.

"Bas, hace unos días, escuché a tu abuela dejar un recado", dijo Darto.

"¿Qué recado, señor?", preguntó Abas.

"Dijo que si algo le pasaba, quería que revisaras el armario. Dijo que había algo allí que quería dejarte", reveló Darto.

"¿En serio, señor? Gracias. Lo revisaré inmediatamente después de esto", dijo Abas. Corrió hacia su casa, que estaba a pocos metros del cementerio.

Abas abrió el armario de su abuela. Allí, su atención fue atraída inmediatamente por una caja hecha de madera de teca con tallas antiguas. Abas estaba seguro de que eso era lo que su abuela quería darle.

Sin pensarlo dos veces, Abas abrió la caja.

Abas ya se imaginaba el dinero y el oro dentro de la caja de teca que ahora sostenía. Pero en cuanto abrió la caja, su imaginación se disipó.

La frente de Abas se arrugó. ¿Cómo era posible? Encontró un rollo de papel dentro.

"¿Qué es esto? ¿Un mapa del tesoro?", murmuró Abas. Inmediatamente abrió el grueso rollo de papel.

Una vez abierto, descubrió que los papeles contenían recetas de hierbas tradicionales utilizadas para masajes. Las recetas estaban escritas por separado según la enfermedad.

"Dios mío, abuela... Siempre presumías de esto", dijo Abas, resoplando con aspereza. Enrolló de nuevo los papeles de recetas y los volvió a meter en la caja.

Abas guardó la caja en el armario. Después se fue inmediatamente a casa. Por el momento, la casa de su abuela permanecería vacía. Abas tampoco tenía intención de vender la modesta casa.

Ahora Abas estaba volviendo a casa. Fue directo a ver a Denis. El niño parecía estar durmiendo en la cama.

Abas se acercó a Denis. Fue entonces cuando su atención se vio atraída por el hematoma en la muñeca de Denis.

Abas entrecerró los ojos para ver más claramente el moratón en la mano de Denis. Realmente quería preguntarle a Denis directamente. Pero no se atrevió porque Denis dormía profundamente.

Así que Abas se fue a su habitación. En ese momento llegaron sus suegros.

"¿Ya has llegado?", respondió Tania.

"Sí, mamá. He tenido que ocuparme del funeral de la abuela hasta el final. ¿Por qué no habéis venido papá y tú?", respondió Abas.

"Lo siento, Bas. Teníamos un asunto urgente que resolver hoy. Acabamos de llegar a casa. Papá y yo tenemos hambre", dijo Tania.

"Sí, mamá. Voy a la cocina a preparar algo de comer", dijo Abas, entendiendo inmediatamente el código de su suegra. Inmediatamente fue a la cocina a preparar la cena. No importaba lo cansado que estuviera ese día.

Abas era a menudo mandado por sus propios suegros. Teniendo en cuenta que solo trabajaba como barbero. Abas tenía su propia barbería.

En realidad, Abas intentó buscar trabajo en varias empresas con su título de la escuela nocturna. Pero, por desgracia, ninguno de ellos tuvo éxito. Tal vez una de las razones fuera que sus notas en el título eran demasiado bajas.

Así que Abas no tuvo más remedio que abrir un negocio. Aprendió a cortar el pelo él solo a través de YouTube.

Al principio, la barbería de Abas siempre estaba llena. Pero, poco a poco, cada vez estaba más desierta debido al creciente número de competidores. Principalmente porque sus competidores tenían barberías más grandes con mejor comodidad y servicio.

Ahora Abas estaba ocupado cocinando. Esa noche, decidió freír pollo y saltear col rizada. Abas también complementó la cena de su familia con tofu y tempeh fritos.

Abas lo hacía todo solo. Puede que Abas no fuera bueno en los estudios. Pero al menos tenía manos de oro que eran buenas haciendo cualquier cosa. Además de saber cortar el pelo, también era bueno cocinando. Tal vez fuera porque Abas lo hacía muy a menudo.

Cuando la comida estuvo lista, Abas la sirvió inmediatamente. Él, Tania y Roni cenaron juntos.

"¡Se me ha olvidado llamar a Denis!", exclamó Abas mientras intentaba levantarse de la silla.

"Ya ha comido. Le he preparado dos paquetes de fideos instantáneos. Por eso se ha puesto a roncar en cuanto se ha quedado satisfecho", añadió Tania.

Abas volvió a sentarse automáticamente. Le creería la palabra a su suegra.

Después de comer, Abas se fue a su habitación. Se sentó en el borde de la cama y vio un tutorial de corte de pelo en YouTube. Para ser sinceros, Abas siempre estaba mejorando sus habilidades aprendiendo nuevas técnicas en Internet.

Sintiéndose cansado, Abas se metió en la cama. Hasta que finalmente se quedó dormido.

El rostro de su abuela lo recibió inmediatamente con una sonrisa. Abas se vio sentado en el porche con su abuela.

"¿Abuela?", llamó Abas, aturdido.

"Bas, ¿ya has mirado en mi armario?", le preguntó su abuela, Abas.