Elena.
- Ya estoy listo.
- De acuerdo, solo faltan unas cosas más.
- Estoy emocionado ~se lanza a mi cama~ Estaré con mi novia todo un fin de semana en su casa. ¿No es eso emocionante?
- Mmm... ~me encojo de hombros~ Si fuera otra chica, sí, no me gustó esa chica en absoluto.
- La viste hace dos meses en la cena que organizó mamá para la presentación de nuestra relación ~me mira~ No has tenido la oportunidad de conocerla a profundidad.
- Tienes razón ~dejo un beso en su frente y salimos de mi habitación~ Igual no me gustó.
Hoy es viernes y me iré a Londres con mis amigas a pasar el fin de semana. Mi hermano por otro lado, se quedará en casa de su novia, quien vive allá, así que lo llevaré.
- ¿En serio tienen que irse todo el fin de semana? ~pregunta mi madre~ No estoy muy confiada.
- Mamá, tengo veinte años, no soy una niña.
- Tranquila, ella "se sabe cuidar" ~dice entre comillas y lo fulmino con la mirada~
- ¿Te olvidas que soy tu hermana mayor?, apenas tienes 16 años.
- Sí, pero yo no me iré a vivir la vida loca este fin de semana, me quedaré en casa de mis suegros, con mi novia ~se burla y le enseño mi dedo medio~
Gracias a mi abuelo, que me dejó algunas propiedades, entre ellas una casa en Londres, mis amigas y yo nos alojaremos allí.
Estoy tan emocionada, papá mandó a que la redecorarán a mi gusto y contrató personal para que la mantuvieran aseada.
No despedimos de mis padres y salimos de casa en busca de mis amigas.
***
- ¡Londres, aquí vamos! ~grita Grace en el asiento de atrás~
- En cuanto lleguemos a tu casa, nos cambiamos y salimos a divertirnos ~dice Hanna a su lado~
- Es increíble, es la primera vez que voy a Londres sola, y con mis amigas ~digo emocionada~ También es la primera vez que me quedaré en la casa que me heredo mi abuelo.
- También es la primera vez que f*llarás en Londres ~dice Grace y río~
- ¿Se les olvida que estoy aquí? ~dice mi hermano con fastidio en el asiento del copiloto~
- Solo ignoranos.
- A mí no, si quieres...
- Grace... ~le digo en tono de advertencia~
Ella me sonríe con malísima y me guiña un ojo. Todos los presentes sabemos que desde que nos conocemos, se lo quiere llevar a la cama, pero Benedict no la soporta; incluso la soporta menos que a Hanna.
"Es tan escándalosa", es lo que siempre dice.
Después de tres horas, dejo a Benedict frente a la dirección que me ha dado y ambos nos miramos con asombro cuando vemos la enorme casa.
Luego de que mis amigas y yo llegáramos a casa, realmente puedo decir que me encanta y a ellas también. Nos iremos el lunes en la mañana, ya que es festivo, así que a comenzar lo bueno.
- ¡Es viernes y el cuerpo lo sabe! ~grita Grace cuando me ve bajando las escaleras~
Hanna y yo reímos. Amamos a Grace, es alegre, demasiado extrovertida y siempre en nuestros peores días, es la que llega a pintar nuestro mundo de rosa.
Llegamos al club y la música nos hace hablar en gritos para poder entendernos, tomamos una mesa y unos segundos después, un mesero nos trae una botella de Champagne.
- Cortesía del hombre de blanco ~nos dice señalando la mese frente a nosotras~
Desde aquí podemos ver lo atractivo que es, debe de estar en sus treinta. Las tres le sonreímos y lo saludamos. El hombre sonríe, pero vemos que su vista se fija en Grace.
- Creo que te quiere a ti ~le digo al oído~
- Hay que conocerlo ~dice sirviendo el líquido en las tres copas~
Damos un largo trago, cuando la vemos despedirse e ir hacia la mesa del hombre. Parece que por esta noche la perdimos.
- ¿Crees que deberíamos ir por ella?, sigue siendo un desconocido.
- Sabes perfectamente que Grace acabará con ese hombre y con todos los que traten de propasarse.
>> De igual forma, la mantendremos en la mira.
Salimos a la pista un par de veces y en una de esas, nos sentimos tan deshidratadas, que vamos a la barra.
- Oh, Dios... Mira eso ~me codea y sigo su mirada~ Que morenazo.
Veo a un hombre moreno de al menos casi dos metros de altura, viendo fijamente a Hanna. Sus facciones parecen latinas, sus ojos son color miel y su sonrisa... Derrite.
- A ti te gusta el chocolate, ¿no?
- Me encanta... ~se toma el martini de un solo sorbo y va hasta él~
Me quedo sola en la barra y me pido un shot doble. Quiero bailar, por lo que comienzo a moverme aún en el taburete.
- Eres tan ardiente, que me has estado quemando durante la última hora. Te he estado observando ~me doy la vuelta~
Un hombre hermoso, de cabello negro y ojos oscuros tan profundos que me estremecen, me habla. Sus rasgos... son perfectos.
Me sonríe y no puedo evitar hacerlo también. No se ve mayor, parece que está en sus veinte como yo.
- ¿Eso es lo que siempre dices? ~pregunto, mientras meto un mechón de pelo detrás de mi oreja~
- No puedo negar que suelo ser más hablador, pero francamente, me has dejado... ~me mira de pies a cabeza~
>> Eres hermosa ~se pone a mi lado y pide un whisky~ ¿Qué tomas?
- Lo mismo.
- Y la hermosa mujer de ojos esmeraldas, ¿anda sola?
- No, mis amigas parece que tendrán una noche más divertida que yo.
- Me iré ~dice Grace llegando hasta nosotros~ Llegaré en la mañana ~besa mi mejilla y se va~
- ¿Lo ves?
Después de cruzar algunas palabras, me invita a bailar y por supuesto, acepto. ¡Qué hombre tan atractivo, por Dios!
La forma en que se mueve y guía mi cuerpo con sus movimientos, sus manos tocándome y acariciándome sutilmente, sin ser vulgar ni grosera, simplemente sensual.
Me giro, fijo mis ojos en los suyos y muerdo mi labio inferior haciendo que me dedique una sonrisa ladina.
De acuerdo, también quiero pasar una noche divertida.
Me atrevo a besarlo y él enreda una de sus manos en mi pelo profundizando el beso, mientras que la otra se ajusta a mi cintura apretándola levemente.
Me pregunto si su boca también es buena para otras cosas...
Después de bailar al menos dos canciones más, volvemos a la barra. Mi cuerpo esta caliente y no precisamente por el ambiente.
- Oye, creo que nos veremos en la mañana ~ahora Hanna se acerca a nosotros~
- Cualquier cosa, me llamas ~digo y nos despedimos~
- Es cierto, parece que tus amigas se divertirán esta noche ~se termina su trago de un sorbo y me mira~ ¿Y tú?, ¿la pasarás bien está noche?
- Sí... ~sonrío y bebo de mi refresco sin apartar mi vista de la suya~ Creo que sí.
***
Por alguna razón, hablamos como si nos conociéramos de toda la vida, aunque ni siquiera hemos preguntado nuestros nombres, ni nuestras edades.
- ¿Qué tal si me llevas a un lugar menos ruidoso? ~rodeo su cintura con mis brazos y él sonríe~
- Me parece bien ~me besa y nos marchamos del club~
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
La mañana siguiente:
Siento que la cabeza me martilla y los rayos del sol colándose por la ventana me queman los ojos. No estoy en mi casa, pero aun así, sonrío.
Este hombre es una bestia en la cama.
Creo que nunca antes me habían f*lllado de esa forma, de hecho, este ha sido el mejores s*xo de mi vida.
Miro a mi lado y... Estoy sola. Justo cuando me pregunto a dónde habrá ido, lo veo salir de la ducha, me sonríe y yo igual.
- Buenos días.
- No puedes pasearte frente a mí apenas con una toalla cubriendo tu cintura ~miro su torso desnudo~
No es alguien corpulento, es delgado, pero su cuerpo se ve trabajado. Muerdo mi labio inconscientemente y vuelvo a la realidad cuando se acerca y me besa.
- ¿Quieres desayunar? ~susurra en mis labios~
- Gracias, pero tengo que irme~me levanto y él se hace a un lado~ Ha sido un placer conocerte...
- Aarón ~mira fijamente mis senos~ El gusto es todo mío...
- Elena ~respondo mientras me pongo el vestido~
Escucho voces fuera de la habitación y frunzo el ceño, son voces masculinas.
- Me estoy quedando con unos amigos por este fin de semana ~la puerta se abre y agradezco haberme puesto el vestido antes~
- ¡¿Qué onda?! ~dice un chico rubio~ Oh, lo siento, no sabía...
- No te preocupes, ya me iba ~tomo mi cartera y mis tacos del suelo~
- ¿No me digas que ya perdiste tu virginidad? ~entra otro chico y lo miro sin entender~
- ¿Quieres callarte? ~le responde~ De hecho, salgan los dos de aquí ~dice empujándolos fuera de la habitación~
- ¿Qué fue eso?
- Solo les gusta joderme.
- Tú... ¿Cuántos años tienes?
- Yo...
- ¿En serio eras virgen? ~abro los ojos con sorpresa~
- No, no, ellos solo están jodiendo ~rueda los ojos~ Tranquila, no lo era. En cuanto a mi edad... Tengo diecisiete años.
- ¡¿QUÉ?!
¿Pero cómo?, es que... ¡Es que no se ve de esa edad! Dios mío, me acosté con un chico un año mayor que mi hermano menor.
¡¿Cómo carajos estaba en el club sí aún es menor de edad?!
- ¡¿Qué carajos hacías tú en ese lugar anoche?!, ¡eres un niño!
- Mis amigos tienen contactos, además, soy bastante maduro para mi edad.
- ¡Oh, por favor!
Salgo apresurada mientras escucho la voz del chico llamándome y sus amigos solo se limitan a mirarme mientras salgo del depa.
- Espera ~toma mi brazo~ Yo... Dame tu número, podemos...
- No, esto definitivamente no va a volver a pasar ~lo interrumpo~ Eres un ni...
Me jala hacia él y me besa. Al principio me resisto, pero... Sus labios son exquisitos que poco a poco voy cediendo mientras enredo mis manos a su cabello.
- Me encantó lo de anoche y quiero repetirlo ~vuelve a besarme~
- Eres un niño...
- No creo que después de lo que pasó te importe mucho eso ~sonríe y muerdo mi labio inferior~ Vamos, dame tu número.
Agita su celular frente a mí y ruedo los ojos tomándolo. Dudando un poco, pero al final anoto mi número e intento irme nuevamente, pero enreda sus brazos en mi cintura besándome... Otra vez.
***
¡Diecisiete años! ~gritan al unisono~
- Así como lo escuchan, pero... Coge como un puto dios ~paso mis manos por mi pelo~
- Cielos... Que rico ~dice Grace~
Mi celular timbra en una llamada de un número desconocido, me quedo mirando la pantalla indecisa y algo me dice que se trata de él.
- Nos iremos el lunes de igual forma ~Hanna se encoge de nuevo~ F*llatelo mientras dure este fin, no siempre uno se topa con buenos polvos.
- Tiene casi la edad de mi hermano menor.
- ¿Y qué?, ¿crees que Benedict no coge?
- De hecho, no ~digo con ironía~ Mi hermano apenas tiene unos meses de noviazgo con la mimada de su novia. Él me cuenta todo y aún no ha pasado nada.
- Pues estoy segura que algo va a pasar en estos días ~dice Grace~
- Benedict es de los buenos, pero que tu hermano tenga casi la misma edad del chico, no significa que tú te tengas que sentir como una cuarentona. Solo vive por los dos días que nos quedan aquí.
El celular vuelve a sonar y muerdo mi labio mientras pienso en la noche anterior.
¿Qué malo puede pasar?
Aarón.
Flashback:
- No... No lo entiendo ~mi voz se quiebra~ ¿Cómo puedes ser tan miserable?
- Yo... Lo siento, solo...
- Eres igual que él... ~retrocedo~ Tú, tu padre, tu hermano... Todos son unos miserables hijos de puta.
- Aarón, tengo que hacerlo ~dice mientras llora~ Mi padre...
- Tu padre, tu padre, todo el tiempo tu padre. ¡ESTAMOS HABLANDO DE NUESTRA HIJA! ~le grito~ ¡Tu hija! ¡¿Cuánta humillación nos vas a dar?!
>> ¿Cómo fuiste capaz de quitarle tu apellido? Creí... Creí que me había enamorado de la mujer correcta, creí que eras perfecta para mí, pero ahora veo que pasé los últimos años enamorado de un pedazo de mierda igual a su padre.
Saco la cajita del interior de mi chaqueta, la miro y se la tiro al pecho. Tenía todas mis esperanzas y mi futuro depositados en esa sortija, ahora solo odio a la mujer a quien le pediría que pasará el resto de su vida conmigo.
>> Nunca te perdonaré esto ~seco mis lágrimas~ Ni a ti, ni a tu hermano. Espero que no vuelvas a aparecer en la vida de mi hija, y mucho menos en la mía ~la miro de pies a cabeza~ Que seas feliz cumpliendo las demandas de tu padre.
Tomo con cuidado a mi pequeña de los brazos de mi madre y la acurruco en los míos, intenta decirme algo más e incluso se acerca, pero me alejo.
Ya en el auto, veo por la ventana como sale apresurada, pero su padre la toma del brazo teniéndola. Papá se pone en marcha y no hago más que llorar aún con la niña en mis brazos.
Fin del flashback.
Siento que la cama se mueve en repetidas ocasiones y pronto me encuentro escuchando "la vaca lola, la vaca lola", pero en una vocecita muy chistosa. Río y me incorporo tomándola y apretándola contra mí mientras escucho como ríe.
- Papi, aire.
- Es que eres tan tierna, que quiero abrazarte muy fuerte ~la lleno de besos~
- Papi, escuela ~dice mientras tira de mi mano~
- Sí, solo dame unos minutos.
- Vamos, Ella, desayunemos mientras papá se cambia.
Besa mi mejilla antes de bajar de la cama ya con su uniforme y va corriendo con la chica que le extiende su mano.
Elha ya tiene tres años, es tan inteligente y tan hermosa. Siempre que la veo aunque se parece mucho a mí, sus ojos verdes me hacen recordar los de una persona que me niego a nombrar.
Antes era el dueño de varios concesionarios gracias a mi padre, que me los heredero, pero ahora con ayuda de él; cree mi propia marca de autos que está siendo todo un éxito.
Vendí los concesionarios y ahora tengo mi propia compañía encargada de diseñar y sacar al mercado mi marca de autos deportivos Bellerose.
Estoy comenzando, pero todo va bien.
Desafortunadamente, sin querer, he escuchado muchas noticias sobre personas las cuales no me interesan, pero que se atrevieron a comprar mi primer modelo.
Al bajar, me siento en el comedor junto a mi hija, que feliz me extiende una fresa, la recibo y ella ríe ppr sonido que hago.
Valerie pone mi desayuno frente a mí, alcanzo a ver el libro que tiene en su mano y no puedo evitar sentirme incómodo.
- ¿Te gusta mucho ese libro?
- Sí, de hecho, me gustan todos los de su autoría ~dice emocionada~ ¿Sabías que el autor a confesado en varias entrevista que le gustan tus auto?
- Sí... He escuchado algo de eso ~me remuevo incómodo~ Esta vez yo recogeré a Elha, iremos a casa de mis padres.
- De acuerdo.
Después de terminar, salgo con mi pequeña de casa y la dejo en la escuela para luego ir a la compañía.
Estamos comenzando el año, hay mucho trabajo que hacer y tenemos que pensar en llevar a cabo los nuevos proyectos.
Llego a mi oficina y segundos después, entra mi secretaria. Sonreímos y la atraigo hacia mí para besar sus labios.
- Buenos días.
- Buenos días, cielo ~me dice limpiado su labial de mis labios~ Hoy tienes una reunión con Anthony Vannucci.
- Sí, lo tengo presente, aunque aún estoy pensando si realmente diseñar el auto de carreras.
- Me parece una excelente inversión y buena idea, los Bellerose pueden revolucionar el mundo de las carreras. Hasta el momento, estamos en la lista de los autos deportivos más comprados entre el mundo de la farándula.
>> Estamos iniciando y mira que bien no ha ido. Deportista, cantantes, actores e incluso políticos, tienen nuestra marca entre sus colecciones.
- Sí... ~la miro y sonrío~
- Entonces creo que si entras en el mundo de las carreras, serás igual de importante que Ferrari.
- Bueno, eso lo veremos en la reunión.
- Bien.
Mientras reviso los papeles que me ha entregado, me doy cuenta de que aún permanece de pie frente a mí, así que alzo la vista y mis cejas.
- ¿Cuándo vas a presentarme a Elha formalmente? ~se cruza de brazos~
- Ya hemos hablado sobre eso ~vuelvo mi vista a los papeles frente a mí~
- Tenemos un año saliendo, Aarón. ¿No piensas hablarle al mundo sobre nosotros?, ¿no piensas hacerme parte de la vida de tu hija?
- No ~digo despreocupadamente~ No expondré a mi hija en esa situación, además, fui claro en que lo nuestro no llegará a ese nível de formalidad.
- ¿Exponerla de qué? ~enarca una de sus cejas~ ¿Piensas que la voy a abandonar como su madre? ~me detengo y la miro fijamente~
>> ¿Crees que me involucraré de esa forma para luego irme y dejarlos?, no soy así, Aarón... No soy como ella y me cansé de ser solo "la secretaria de papá" en la vida de Elha.
- A mí no me interesa si eres o no como ella, ¿desde cuándo tocamos estos temas? ~digo molesto~ No quiero que vuelvas a hablar de su madre.
>> Si no me interesa relacionarte con ella es porque no le daré un hogar inestable y relaciones fallidas, esto no es duradero y no voy a darle eso a mi hija. Ahora, si eso te incomoda tanto, lo dejamos hasta aquí.
Se mantiene callada mientras la miro fijamente. Me molesta que crea saber que es lo mejor para Elha, que piense que es la mejor madre sustituta para mi hija.
Kristen no es mala, es dulce y lleva insistiendo en que la presente como mi novia no solo frente al mundo, sino también frente a mi pequeña.
Incluso las veces en las que la he traído, ella siempre es dulce, juegan y hasta le compra juguetes. Esa es su única oportunidad de relacionarse con mi hija.
El caso es que me volví desconfiado, siempre con la necesidad de estar alerta y prevenir. El menosprecio que Elena le dió a nuestra hija al quitarle su apellido, me dejó completamente marcado.
No quiero que Elha se encariñe con una figura materna que luego la abandonará tal y como lo hizo su verdadera madre. Si a ella no le dolió dejarnos, no será doloroso para cualquier otra mujer.
- No nos dañemos el día ~dice~ Pero tarde o temprano me darás la razón. No puedes negarle esta oportunidad por miedo a que pasé lo mismo del pasado.
>> Elha tiene a una mujer que la ama, que ama a su padre y tú estás quitándole el privilegio de crecer con una familia. Tus padres no estarán para siempre y tú tampoco, lastimosamente; eso es lo único que le estás dando.
Sin esperar mi respuesta, se marcha de mi oficina y suspiro. Quizá tenga razón, pero prefiero no lamentarme después.
Elena.
- Me siento totalmente capacitada para seguir trabajando.
- Debes tomar reposo, no quiero que agotes tu cuerpo y que pase lo mismo una vez más, además, este tiempo en casa sirve para que lo intenten de nuevo.
- ¿Es en serio lo que estás diciendo? ~digo molesta~
- Sí, ¿crees que esto es un impedimento?, el doctor dijo que la caída no dañó ningún órgano interno, así que pueden continuar ~responde papá~
- ¿Dónde está James? ~interviene mamá~
- Tuvo que ir a la empresa.
Si supieran que ir a la empresa es mi escape de mi horrenda realidad.
Ayer ingresé por urgencias después de que "accidentalmente", cayera por las escaleras, incluso... Perdí un bebé que ni siquiera sabía que llevaba dentro de mí.
Me siento mal por el bebé, pero agradezco lo que pasó porque me niego a tener un hijo con el monstruo de James, es una bestia.
Él fue quién me lanzó por las escaleras mientras discutíamos, él mismo terminó con su sueño de ser padre porque ahora más que nunca, me niego a darle un hijo.
- Iré a trabajar, tú lo has dicho, internamente no tengo ningún problema.
- Pero necesitas reposo y ese tiempo sirve para que retomen la traída de su primogénito ~dice papá~
- Elha es mi primogénita ~lo miro molesta~ Ella es mi heredera.
- No lo será si la sigues mencionado ~da un paso hacia mí~ No te hagas la niño malcriada como el imbécil de tu hermano, si quieres que tu hija siga respirando; sigue mis órdenes ~se aleja y toma la mano de mamá~
>> Estarás en casa las próximas tres semanas y James pondrá a su mano derecha frente a la farmacéutica.
Mi vida es un infierno, mi esposo no es el hombre lindo que fingía frente a mis padres, es un monstruo en el que papá confía ciegamente sin importar que.
Mamá sospecha que está siendo agresivo conmigo, pero no puedo confirmarlo, o se quejará con papá. Si eso pasa, lo más probable es que papá les haga algo a Aaron o a Elha como represalia.
Mientras yo me encargo de nuestra farmacéutica, James se hace cargo de su empresa. Lo absurdo de todo esto es que él toma las decisiones importantes. Prácticamente, él tiene el mando de ambas compañías.
Mientras yo me encargo de nuestra farmacéutica, James se encarga de la su empresa. Lo absurdo de todo esto es que él toma las decisiones importantes sin importar qué. Prácticamente, controla ambas compañías.
Según papá, él hará que la de nosotros se siga manteniendo en lo alto de la industria, como si yo no supiera manejar lo que por años he visto, hasta me prepararé para esto.
No sé por qué carajos no solo pone todo a nombre de James si es tan inteligente y estratega.
Mi celular se ha quedado en casa, por lo que no tengo como llamar a mi hermano ni a mis amigas, que por cierto, ninguno de ellos se encuentran en Liverpool.
Pienso en Elha, mi pequeña. En casa tengo todas las fotos que Edier (papá de Aarón), me envía a escondidas.
Meses después de que papá me obligará a quitarle nuestro apellido a mi hija, tuve la oportunidad de hablar con él sin que Aarón lo supiera.
Le conté sobre todo y sorprendentemente, me creyó y entendió. En su momento, aunque era un hombre de negocio reconocido, no tenía el poder para enfrentar a mi padre.
Papá tiene a los medios, autoridades sobornadas y a mucha gente poderosa de su lado. Enfrentarlo es muy peligroso, así que accedió a enviarme fotos de Elha siempre que pudiera sin que Aaron lo supiera.
Lo pienso todos los días, no solo a nuestra hija, sino también a él; al amor de mi vida. Veo todas las noticias sobre él.
Vendió los negocios que su padre le heredero y creo su propio marca de autos, es una empresa que se esta haciendo grande y rápidamente, muchos famosos comenzaron a utilizar su diseño.
Tanto mi hermano, como yo, compramos el modelo que lanzó al mercado hace dos años con ayuda de su padre: el Bellerose 50XT, un auto deportivo precioso.
Parece que esa es la única manera de tener así de cerca...
Mi hermano vive en NY, pero hablamos siempre y en ocasiones, viajo para verlo. Me hace mucha falta.
Es tan sexy, veo sus entrevistas, fotos que le toman los paparazzi y cualquier evento al que asista, lastimosamente, nunca he podido coincidir con él.
También veo fotos de mi hija. Nadie sabe que soy su madre, ya que no lleva mi apellido, pero es tan hermosa que lloro con cada foto.
Tengo que aceptar que, aunque parezca loca, me he escapado y he ido a Manchester para verla de lejos. Si papá se entera, me matará, y si los medios me fotografían de cerca y James se entera, me matará también.
Él sabe que tuve una hija y que está viva, pero no sabe quién es y con quien la tuve, eso es una ventaja.
Mi matrimonio con James es el peor. Me obliga a tener intimidad con él, y cuando me niego, empezamos una discusión que termina en agresión física.
***
Me quedaré la primera semana contigo, pero luego volveré a la empresa ~dice ayudándome a subir las escaleras, las misma por las que me lanzó~
- De acuerdo.
Como si me importará, por mí que se quede viviendo en la empresa, imbécil.
Estar en casa con él una semana entera sin que ninguno de los dos trabaje significa una semana entera de s*xo salvaje. ¡Dios mío, qué horror!
Siempre que pasa, solo cierro mis ojos e imagino que se trata de Aarón, es la única forma de que lo soporte.
Llegamos a nuestra habitación y con cuidado me deja en la cama, se acuesta a mi lado y como lo supuse, comienza a besarme el cuello mientras acaricia mi abdomen.
- Lamento mucho lo que pasó, no fue mi intención, es solo que... Estaba muy molesto y me dejé llevar ~ruedo los ojos~
- Claro...
- Yo te amo, Elena, eres mi vida y me duele tanto saber que por fin íbamos a ser padres y lo arruiné ~susurra mientras sigue besando mi cuello~
- Sí, lo has arruinado.
- Pero no volverá a pasar ~siempre dice lo mismo~ Está vez me esforzaré y haré las cosas bien para que haya otro bebé aquí ~palmea mi vientre~ No lo arruinaré, lo prometo.
Eso nunca sucederá, no quiero tener un bebé con este maldito lunático bipolar. No para de besarme e incómoda, me remuevo. Lo quiero lejos de mí.
- Acabo de salir del hospital y perder a nuestro bebé. Estoy cansada y con dolor, así que, por favor; déjenme descansar como me recetó el médico.
- Tienes razón, lo siento ~toma mi rostro entre sus manos y me besa~ Descansa, estaré en el despacho unos minutos.
Que fastidio, quiere jugar al hombre y esposo perfecto, pero es un maniaco con problemas de ira que está obsesionado conmigo y con la idea de tener una familia, todo tiene que hacerse como él dice y si no es así, lo resuelve con violencia.
¡Por supuesto que no quiero un bebé con él!
Vuelvo a pensar en mi hija. Ya tiene tres años y cumplirá cuatro en unos meses. Siempre le envío regalos, incluso cuando cumplía meses de nacida.
No sé si Aarón si quiera deja que los vea, pero este año no perderé mi tradición, cuando cumpla los cuatro, también le enviaré uno.
Me abstengo de enviarles mi nombre o algo como "Con cariño, mamá". Sería contraproducente, sobre todo si no estaré presente para responder a sus dudas, así que los envío de forma anónima.
Tomo mi celular y marco el número de mi hermano. Considerando que desaparecí un tiempo con James, ahora quiero estar lo más posible comunicada con él, obviamente, sin mencionar "el accidente" por las escaleras y la perdida de un bebé.
Él también está pasando por una situación difícil y no quiero perderlo de vista, menos cuando somos nuestro único consuelo.
- Hola, cariño ~saluda y sonrío~
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