Elena.
- Ya estoy listo ~dice mi hermano~
- De acuerdo, solo faltan unas cosas más ~le digo mientras empaco mis cosas~
- Estoy emocionado ~se tira a mi cama~ Estaré con mi novia todo un fin de semana, y en su casa. ¿No es eso emocionante?
- Mmm... ~me alzo de hombros~ Si fuese otra chica sí, esa tipa no me cayó nada bien.
- Solo la vista hace dos meses en la cena que organizó mamá para la presentación de nuestro noviazgo ~me mira~ No has tenido la oportunidad de conocerla a profundidad.
- Tienes razón ~le doy un beso en la frente y salimos de mi habitación~ Igual no me cayó bien ~digo y él rueda los ojos~
Bajo de mi habitación con mi pequeña maleta y mi hermano a mi lado. Hoy es viernes y me voy a Londres con mis amigas a pasar el fin de semana, mi hermano se quedará en casa de su novia que vive allá y yo lo llevaré.
- ¿En serio tienen que irse todo el fin de semana? ~pregunta mi madre~ No estoy muy confiada.
- Mamá, tengo 20 años, no soy una niña ~ruedo los ojos~
- Tranquila, ella "se sabe cuidar" ~dice entre comillas y lo fulmino con la mirada~
- ¿Te olvidas que soy tu hermana mayor?, apenas tienes 16 años ~le digo~
- Sí, pero yo no me iré a vivir la vida loca este fin de semana, me quedaré en casa de mis suegros, con mi novia ~se burla y yo le saco mi dedo medio~
Gracias a mi abuelo que me heredó algunas propiedades, entre ellas una casa en Londres, mis amigas y yo nos quedaremos allí; en mi casa.
Estoy tan emocionada, papá mando a que la redecorarán a mi gusto y contrató personal para que la mantuvieran aseada. No despedimos de mis padres y salimos de la casa en busca de mis amigas.
***
- ¡Londres, aquí vamos! ~grita Grace en el asiento de atrás~
- En cuanto lleguemos a tu casa, nos cambiamos y salimos a divertirnos ~me dice Hanna al lado de Grace~
- Es increíble, es la primera vez que vengo a Londres sola, y con mis amigas ~digo emocionada~ También es la primera vez que me quedaré en mi casa.
- También es la primera vez que cogerás en Londres ~dice Grace y río~
- ¿Se olvidan de que estoy aquí? ~dice mi hermano con fastidio en el asiento del copiloto~
- Solo ignoranos ~le dice Hanna~
- A mí no. Si quieres... ~ya va a empezar~
- Grace... ~le digo con tono de advertencia mirándola por el retrovisor~
Ella me sonríe con malísima y me guiña un ojo. Todos los presentes sabemos que desde que nos conocemos, se quiere tirar a mi hermano, pero Benedict no la soporta; incluso la soporta menos que a Hanna. "Es tan escándalosa", es lo que siempre me dice él.
Después de tres horas, dejo a Benedict frente a la dirección que me ha dado (ambos nos miramos con cara de: ¡qué casa!) y luego llegamos a ,la mía mis amigas y yo. ¡Me encanta! Y a mis amigas también. Después de acomodar a mis amigas en sus habitaciones, voy a la mía para ducharme y comenzar a vestirme. Hoy es viernes y nos iremos el lunes en la mañana, ya que es festivo.
- ¡Hoy es viernes y el cuerpo lo sabe! ~grita Grace cuando me ve bajando las escaleras~
Hanna y yo reímos, ambas amamos a Grace, es alegre y demasiado extrovertida. Es de ambiente y obviamente siempre en nuestros peores días ella es la que llega a pintar nuestro mundo de rosa.
Llegamos al club, está a tope y la música nos hace hablar en gritos para poder entendernos. Tomamos una mesa y unos segundos después, un camarero nos trae una botella de champagne.
- Cortesía del hombre de blanco ~nos dice señalando la mesa de enfrente~
Desde aquí podemos ver lo atractivo que es, debe de estar en sus treinta. Las tres a la vez sonreímos y lo saludamos con la mano, el hombre sonríe, pero vemos que su vista se fija en Grace.
- Creo que te quiere a ti ~le digo al oído~
- Bueno, pues es bastante atractivo y puedo dármelo ~dice sirviendo el líquido en las tres copas~
Damos un largo trago cuando la vemos despedirse e ir hacía la mesa del hombre, creo que por esta noche la perdimos.
- ¿Crees que deberíamos ir por ella?, sigue siendo un desconocido ~le digo a Hanna~
- Sabes perfectamente que Grace acabará con ese hombre y con todos los que traten de propasarse ~me alzo de hombros y asiento porque es verdad~
Salimos a la pista un par de veces y una de esas en las que nos sentimos deshidratadas, nos acercamos a la barra.
- Oh Dios... Mira eso ~me codea y sigo su mirada~ Que morenazo.
Veo a un morenazo de al menos 1,90 viendo fijamente a Hanna, sus facciones parecen latinas, sus ojos son color miel y su sonrisa... ¡Derrite!
- A ti te gusta el chocolate, ¿no? ~le digo con una sonrisa~
- Me encanta ~se toma el martini de un solo sorbo y se encamina al hombre~
Me quedo sola en la barra y me tomo un shot doble, quiero bailar, por lo que comienzo a moverme aún en la barra.
- Eres tan ardiente que siento que me estás quemando desde hace una hora en la que llevo viéndote ~me giro~
Veo a un hermoso chico de cabello negro, sus ojos oscuros son tan profundos que me estremezco. Sus facciones... Son perfectas. El chico me sonríe y yo no puedo evitar hacerlo también. No se ve mayor, parece que está en sus veinte como yo.
- ¿Esa es la labia que utilizas? ~digo poniendo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja~
- No puedo negar que suelo ser más hablador, pero francamente me has dejado... ~me escruta de pies a cabeza~ Eres hermosa ~se pone a mi lado y pide un whisky~ ¿Qué tomas?
- Lo mismo ~me mira y yo me alzo de hombros~
- ¿Y la hermosa mujer de ojos esmeraldas anda sola?
- No, mis amigas parecen que tendrán una noche más divertida que yo ~digo dándole un sorbo a mi trago~
- Me iré ~dice Grace llegando hasta nosotros~ Llegaré en la mañana ~me besa y se va~
- ¿Lo ves? ~le digo y este ríe~
Después de cruzar algunas palabras me invita a bailar y por supuesto, acepto. ¡Qué hombre tan atractivo por Dios!, la forma en la que se mueve y guía mi cuerpo a sus movimientos, sus manos tocándome y acariciándome sutilmente, no es vulgar ni grosero, es sensual.
Me giro, fijo mis ojos en los suyos y muerdo mi labio inferior haciendo que me dedique una sonrisa ladina. De acuerdo, también quiero pasar una noche divertida.
Me atrevo a besarlo y él enreda una de sus manos en mi pelo profundizando el beso, mientras que la otra se ajusta a mi cintura apretándola levemente. Me pregunto si su boca también es buena para otras cosas.
Después de bailar al menos dos canciones más, volvemos a la barra, esta vez me pido una Coca Cola, siento calor, mi cuerpo esta caliente y no precisamente por el ambiente.
- Oye, creo que nos veremos en la mañana ~ahora Hanna se acerca a nosotros~
- Cualquier cosa, me llamas, vale ~le digo y nos despedimos~
- Es cierto, parece que tus amigas se divertirán esta noche ~se termina su trago de un solo sorbo y me mira~ ¿Y tú?, ¿la pasarás bien está noche?
- Sí... ~sonrío y bebo de mi refresco sin apartar mi vista de la suya~ Creo que sí.
Por alguna razón, estamos hablando como si nos conociéramos de toda la vida aunque ni siquiera nos hemos preguntado nuestros nombres ni nuestras edades.
- ¿Qué tal si me llevas a un lugar menos ruidoso? ~rodeo su cintura con mis brazos y él sonríe~
- Me parece bien ~me besa y nos marchamos del club~
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
La mañana siguiente:
Siento que la cabeza me martilla y los rayos del sol colándose por la ventana me queman los ojos. No estoy en mi casa, pero aún así sonrío. ¡Este hombre es una bestia en la cama! Creo que nunca antes me habían tomado de esa forma, de hecho, este ha sido el mejores sexo de mi vida.
Miro a mi lado... Estoy sola, ¿a dónde fue? Justo cuando me lo pregunto, lo veo saliendo de la ducha, me sonríe y yo igual.
- Buenos días ~me dice~
- No puedes pasearte en frente de mí apenas con una toalla cubriendo tu cintura ~miro su abdomen marcado~
No es alguien corpulento, es delgado, pero si cuerpo se ve trabajado. Muerdo mi labio inconscientemente y vuelvo a la realidad cuando el se acerca y me besa.
- ¿Quieres desayunar? ~me susurra en los labios~
- Gracias, pero no ~me levanto y él se hace a un lado~ Tengo que irme, pero ha sido un placer conocerte... ~dejo la frase al vuelo porque no sé si nombre~
- Aarón ~me mira fijamente los pechos~ El gusto es todo mío...
- Elena ~respondo mientras me pongo el vestido~
Escucho voces fuera de la habitación y frunzo el ceño, son voces masculinas.
- Me estoy quedando con unos amigos por este fin de semana ~la puerta se abre y agradezco haberme puesto el vestido antes~
- ¡¿Qué onda?! ~dice un chico rubio~ Oh... Lo siento, no sabía...
- No te preocupes, ya me iba ~tomo mi cartera y mis tacos del suelo~
- ¿No me digas que ya perdiste tu virginidad? ~entra otro chico riéndose y yo lo miro sin entender~
- ¿Quieres callarte? ~le responde Aarón~ Es más, salgan los dos de aquí ~dice empujándolos fuera de la habitación~
- ¿Qué fue eso?
- Solo les gusta joderme la vida ~se rasca el cuello con nervios~
- Tú... ¿Cuántos años tienes? ~entrecierro los ojos~
- Yo... ~parece entre asustado y nervioso~
- ¿En serio eras virgen? ~abro los ojos con sorpresa~
- ¿Qué?, no. Ellos solo están jodiendo ~rueda los ojos~ Tranquila, no lo era. En cuanto a mi edad... Tengo 17 años.
- ¡¿QUÉ?! ~pego el grito en el cielo~
¡¿Pero cómo?!, es que... ¡Es que no se ve de esa edad! Dios mío, me acosté con un chico un año mayor que mi hermano menor. ¡¿Pero cómo estaba en el club sí aún es menor de edad?!
- ¡¿Qué carajos hacías tú en ese lugar anoche?!, ¡eres un niño! ~lo acuso molesta~
- Mis amigos tienes contactos ~se alza de hombros~ A demás, soy bastante maduro para mi edad.
- ¡Oh por Dios! ~me llevo las manos a la cabeza~
Salgo apresurada de la habitación mientras escucho la voz del chico llamándome, sus amigos solo se limitan a mirarme mientras salgo del depa.
- Espera ~siento que me jalan del brazo~ Yo... Dame tu número, podemos...
- No, esto definitivamente no va a volver a pasar ~lo interrumpo~ Eres un ni...
Me jala hacia él y me besa. Al principio me resisto, pero joder, sus labios son exquisitos. Poco a poco voy cediendo mientras enredo mis manos a su cuello.
- Me encantó lo de anoche y quiero repetirlo ~vuelve a besarme~
- Eres un niño ~susurro en sus labios~
- No creo que después de lo que pasó, te importe mucho eso ~sonríe con picardía y yo muerdo mi labio inferior~ Vamos, dame tu número ~agita su celular frente a mí~
Ruedo los ojos y dudando un poco, anoto mi número. Intento irme nuevamente, pero vuelvo a ser jalada por él hasta que nuestros labios se encuentran de nuevo.
***
- ¡17 años! ~gritan las dos al unisono~
- Así como lo escuchan, pero... ~las miro~ Coge como un puto Dios ~paso mis manos por mi pelo~
- Cielos... Que rico ~dice Grace~
Mi celular timbra en una llamada, es un número desconocido. Me quedo mirando la pantalla indecisa, algo me dice que se trata de él.
- Nos iremos el lunes de igual forma ~Hanna se encoge de nuevo~ Cógetelo mientras dure este fin. No siempre uno se topa con buenos polvos.
- Tiene casi la edad de mi hermano menor ~frunzo los labios~
- ¿Y qué?, ¿crees que Benedict no coge? ~pregunta Grace~
- De hecho no ~digo con ironía~ Mi hermano apenas tiene unos meses de noviazgo con la mimada de su novia. Él me cuenta todo y aún no ha pasado nada.
- Pues estoy segura que algo va a pasar en estos días ~dice Grace~
- Benedict es un chico de los buenos, pero que tu hermano tenga casi la misma edad del chico no significa que tú te tengas que sentir como una cuarentona. Solo vive por los dos días que nos quedan aquí.
El celular vuelve a sonar y muerdo mi labio mientras pienso en la noche anterior. ¿Qué malo puede pasar?
Aarón.
Flashback:
- No... No lo entiendo ~mi voz se quiebra~ ¿Cómo puedes ser tan miserable?
- Yo... Lo siento, solo...
- Eres igual que él... ~retrocedo negando con la cabeza~ Tú, tu madre, tu hermano... Todos son unos miserables hijos de puta.
- Aarón, tengo que hacerlo ~dice mientras llora~ Mi padre...
- Tu padre, tu padre, todo el tiempo tu padre. ¡ESTAMOS HABLANDO DE TU HIJA! ~le grito furioso~ ¡Nuestra hija!, ¡¿qué tanta humillación vas a darnos?!, ¡¿Cómo fuiste capaz de quitarle el apellido?! Yo creí... Creí que me había enamorado de la mujer correcta ~meto la mano al bolsillo de mi gabardina~ Creí que eras perfecta para mí, pero ya veo que pase los últimos años enamorado de una mierda igual a su padre.
Observo la cajita en mis manos y se la pego al pecho. Tenía todas mis esperanzas y mi futuro puesto en la sortija dentro de la caja, ahora no hago más que odiar a la mujer a la que le pediría que pasara el resto de su vida conmigo.
- Esto no te lo voy a perdonar nunca ~limpio mis lágrimas~ Ni a ni, ni a tu hermano. Espero nunca vuelas a aparecer en la vida de MI HIJA y mucho menos en la mía. Espero seas feliz cumpliendo las exigencias de tu padre.
Tomo con cuidado a mi pequeña de los brazos de mi madre y la acurruco en los míos, intenta decirme algo más e incluso se acerca, pero me alejo seguido por mis padres.
Ya en el auto, veo por la ventana como sale apresurada, pero su padre la toma del brazo, papá se pone en marcha y yo no hago más que llorar aún con la niña en mis brazos.
Fin del flashback.
Siento que la cama se mueve en repetidas ocasiones y pronto me encuentro escuchando eso de "la vaca lola, la vaca lola, tiene cabeza y tiene cola", pero en una vocecita muy chistosa, rio y me incorporo tomándola y apretándola contra mí mientras escucho como ríe.
- Papi, aire ~eso me hace reír~
- Es que eres tan tierna que quiero abrazarte muy fuerte ~la lleno de besos~
- Papi, escuela ~dice mientras tira de mi mano~
- Sí, solo dame unos minutos ~digo mientras me levanto~
- Vamos, Ella, desayunemos mientras papá se cambia.
Mi bebé me da un beso antes de bajar de la cama ya con su uniforme e ir corriendo con la chica que le extiende su mano.
Ella ya tiene tres años, es tan inteligente y tan hermosa, siempre que la veo aunque se parece mucho a mí, sus ojos verdes me hacen recordar a una persona que me niego a mencionar.
Rápidamente me doy un baño y luego me visto con mi traje. Antes era el dueño de varios concesionarios gracias a mi padre quién me los heredero, pero ahora con ayuda de él, cree mi propia marca de autos que es todo un éxito.
Vendí los concesionarios y ahora tengo mi propia empresa encargada de diseñar y sacar al mercado mi marca de autos deportivos Bellerose. Estoy comenzando, pero todo va bien.
Desafortunadamente, sin querer, he escuchado muchas noticias sobre personas las cuales no me interesan, pero que se atrevieron a comprar mi primer modelo.
Al bajar, me siento en el comedor junto a mi hija quién feliz me extiende una fresa que recibo y la hace reír el sonido que hago, como si fuera una delicia.
La chica, quien a demás, es la niñera de Ella; pone mi desayuno frente a mí. Alcanzó a ver el libro que tiene en su mano libre y no puedo evitar sentirme incómodo.
- ¿Te gusta mucho ese libro, Valerie? ~le pregunto y ella se sonroja~
- Sí, de hecho, me gustan todos los del autor ~dice emocionada~ ¿Sabías que el autor a confesado en varias entrevista que le gusta tu auto? Incluso entre su colección está de tu modelo.
- Sí... He escuchado algo de eso ~me remuevo incómodo~ Está vez yo recogeré a Ella, iremos a casa de mis padres.
- De acuerdo.
Después de terminar el desayuno, salgo con mi bebé de casa y la dejo en la escuela, me despido de ella y luego parto a la compañia.
Estamos comenzando el año y hay mucho trabajo que hacer, tenemos que pensar en llevar a cabo los nuevos proyectos.
Saludo a todos y cuando llego a mi oficina, segundos después, entra mi secretaria; nos sonreímos y la jalo del brazo para besar sus labios.
- Buenos días ~le susurro~
- Buenos días, corazón ~me dice limpiado su labial de mis labios~ Hoy tienes una reunión con Anthony Vannucci.
- Sí, lo tengo presente aunque aún estoy pensando si realmente diseñar el auto de carreras.
- Me parece una excelente inversión y buena idea, los Bellerose pueden revolucionar el mundo de las carreras, hasta el momento es uno de los autos deportivos más comprados entre el mundo de la farándula. ¿Sabía que tu auto hace parte de la colección de cantantes como Chris Brown y The Weekend?
- Sí, entre otros ~la miro y sonrío~
- Entonces creo que si entras en el mundo de las carreras, serás igual de importante que Ferrari.
- Bueno, eso lo veremos en la reunión.
- Bien.
Mientras reviso los papeles que me ha entregado, me doy cuenta de que aún permanece de pie frente a mí, alzo la vista y mis cejas para saber que quiere decir.
- ¿Cuándo vas a presentarme a Ella? ~se cruza de brazos~
- Ya hemos hablado sobre eso ~vuelvo mi vista a los papeles frente a mí~
- Cumpliremos un año de salir, Aarón ~suena molestá~ ¿No piensas hablarle al mundo sobre nosotros?, ¿no piensas hacerme parte de la vida de tu hija?
- No ~la miro serio~ No expondré a mi hija en esa situación, a demás, fui claro en que lo nuestro no es nada formal.
- ¿Exponerla de qué? ~alza una ceja~ ¿Piensas que la voy a abandonar como su madre? ~me detengo y la miro fijamente~ ¿Crees que involucraré de esta forma para luego irme y dejarlos?, no soy así, Aarón... No soy como ella.
- A mí no me interesa si eres o no como ella, ¿desde cuándo tocamos estos temas? ~la miro molesto~ No quiero que vuelvas a hablar de mi hija y menos de su madre. Si no me interesa relacionarte con ella es porque no le daré un hogar inestable y relaciones fallidas, esto no es duradero y no le voy a dar eso a mi hija. Ahora, si te incomoda tanto, lo dejamos hasta aquí.
Se mantiene callada mientras la miro fijamente. Me molesta que crea saber que es lo mejor para Ella, que piense que ella es la mejor madre sustituta para mi hija. Kristen no es mala, es dulce y lleva insistiendo en que la presente como mi novia no solo frente al mundo sino también frente a mi bebé.
Incluso las veces en que he traído a Ella, ella siempre es dulce, juega con ella y hasta le compra muñecas y ropa, esa es su única oportunidad de relacionarse con mi hija. El caso es que me volví desconfiado, el menosprecio que Elena le dió a nuestra hija al quitarle el apellido, me dejó completamente marcado.
No quiero que Ella se encariñe con una figura materna que luego la abandonará tal y como lo hizo su verdadera madre. Si a ella no le dolió dejarnos, no será doloroso para cualquier otra mujer.
- No nos dañemos el día ~dice~ Pero tarde o temprano me darás la razón. No puedes negarle esta oportunidad por miedo a que pasé lo mismo del pasado. Ella tiene a una mujer que la ama y que ama a su padre y tú estás quitándole el privilegio de crecer con una familia. Tus padres no estarán para siempre y tú tampoco, lastimosamente eso es lo único que le estás dando.
Sin esperar mi respuesta, se marcha de mi oficina y yo suspiro. Quizá tiene razón, pero prefiero prevenir que lamentar.
Elena.
- Me siento totalmente capacitada para seguir trabajando ~digo sería~
- Debes tomar reposo, no quiero que agotes tu cuerpo, no quiero que pase lo mismo la próxima ve;, a demás, este tiempo en casa sirve para que lo intenten de nuevo ~lo miro sorprendida~
- ¿Es enserio lo que estás diciendo? ~es que no lo puedo creer~
- Sí, ¿crees que esto es un impedimento?, el doctor dijo que la caída no ha dañado ningún órgano interno así que pueden continuar ~responde papá~
- ¿Dónde está James? ~interviene mamá~
- Tuvo que ir a la empresa ~por suerte~
Si supieran que ir a la empresa es mi escape de mi horrenda realidad. Ayer ingresé por urgencias después de que "accidentalmente" callera por las escaleras y perdí un bebé que ni siquiera sabía que tenía.
Me siento mal por el bebé, pero agradezco lo que pasó porque me niego a tener un hijo con el monstruo de James, es una bestia. Él fue quién me lanzó por las escaleras mientras discutíamos, él mismo terminó con su sueño de ser padre porque ahora más que nunca me niego a darle un hijo.
- Ire a trabajar normal, tú lo has dicho, internamente no tengo ningún problema.
- Pero necesitas reposo y ese tiempo sirve para que retomen la traída de su primogénito ~dice papá~
- Ella es mi primogénita ~lo miro molesta~ Ella es mi heredera.
- No lo será si la sigues mencionado ~da un paso hacía mí~ No juegues a la niñita malcriada como el imbécil de tu hermano, si quieres que tu hija siga respondiendo; capta mis órdenes ~se aleja y toma a mamá de la mano~ Estarás en casa las próximas tres semanas, James mandará a su mano derecha para que continúe el trabajo en nuestra empresa.
Me despido de mamá y ellos se van dejándome sola. Mi vida es un infierno, mi esposo no es el hombre lindo que fingía frente a mis padres, es un monstruo en el que papá confía ciegamente sin importar que.
Mamá sospecha de lo agresivo que es conmigo, pero no puedo confirmarle nada o le reclamará a papá, si eso pasa lo más probable es que papá por desquité le haga algo a Aarón o a Ella.
Mientras que yo me hago cargo de nuestro empresa, James se hace cargo de la suya, lo estúpido de todo esto es que las decisiones importantes son tomadas por James, prácticamente el tiene el mando de ambas empresas.
Según papá, él hará que la de nosotros se siga manteniendo en lo alto de la industria, como si yo no supiera manejar lo que por años he visto, hasta me prepararé para esto. No sé porqué carajos no solo pone todo a nombre de James si es tan inteligente y estratega y a mí me dejá en paz.
Mi celular está en casa por lo que no tengo como llamar a mi hermano ni a mis amigas, que por cierto, ninguno de ellos se encuentran aquí en Liverpool.
Pienso en Ella, mi pequeña. En casa tengo todas las fotos que Edier (papá de Aarón), me envía. Meses después de que papá me obligará a quitarle mi apellido a mi hija, tuve la oportunidad de hablar con él sin que Aarón lo supiera.
Le conté sobre todo y sorprendentemente, me creyó y entendió. En su momento aunque era un hombre reconocido de negocios, no tenía el poder para enfrentar a mi padre. Papá tiene a medios y autoridades comprados y mucha gente con poder de su lado, enfrentarlo es muy peligroso por lo que aceptó mandarme fotos de Ella cada que pudiera sin que Aarón lo supiera.
Lo pienso todos los días, no solo a nuestra hija sino también a él, al amor de mi vida. Veo todas las noticias sobre él. Vendió los negocios que su padre le heredero y creo su propio marca de autos, es una empresa que se esta haciendo grande y rápidamente muchos famosos comenzaron a utilizar su diseño.
Obviamente tanto mi hermano como yo compramos el modelo que sacó al mercado hace dos años con ayuda de su padre: el Bellerose 50XT, un auto deportivo precioso. Yo lo tengo en blanco y Benedict en negro.
Mi hermano vive en NY, pero hablamos siempre y en ocasiones viajo junto a mamá para verlo. Nos hace mucha falta.
Es tan sexy, veo sus entrevistas, fotos que le toman los paparazzi y cualquier evento en el que esté, lastimosamente nunca he podido coincidir con él. También veo fotos de mi hija, nadie sabe que soy su madre, ya que no lleva mi apellido, pero es tan hermosa que lloro cada que veo sus fotos.
Tengo que aceptar que aunque parezca loca, me he escapado y he ido a Manchester para verla a lo lejos, veo como Aarón la deja en la escuela y luego veo como él se dirige a su empresa, obviamente todo a escondidas para que nadie lo sepa. Si papá se entera me mata, si los medios me fotografían cerca y James lo sabe, me mata también.
James ya sabe que tuve una hija y que está viva, pero no sabe quién es y con quien la tuve, eso es una ventaja.
Mi matrimonio con James es de lo peor, a la fuerza me obliga a estar con él íntimamente y cuando me niego, comenzamos una discusión en donde la agresión física se hace presente. Benedict tampoco lo sabe, si se entera, se viene por mí y los mata a todos.
***
- Estaré la primera semana aquí contigo, pero ya luego volveré a la empresa ~dice ayudándome a subir las escaleras, las misma por las que me lanzó~
- De acuerdo ~como si me importará, por mí que se quede viviendo en la empresa~
Estar todo una semana con él en la casa sin que ninguno de los dos trabajemos, significa una semana completa de sexo desenfrenado. ¡Qué horror, Dios mío! Siempre que pasa, solo cierro mis ojos e imagino que se trata de Aarón, es la única forma de que lo disfrute (y eso).
Llegamos a nuestra habitación y con cuidado me deja en la cama, él se acuesta a mi lado y como lo supuse, comienza a besarme el cuello mientras acaricia mi abdomen.
- Siento mucho lo que paso, no fue mi intención, es solo que... Estaba muy molesto y se me fue la mano ~ruedo los ojos~
- Claro.
- Yo te amo, Elena, eres mi vida y me duele tanto saber que por fin íbamos a ser padres y lo he arruinado ~me susurra mientras me sigue besando el cuello~
- Sí, lo has arruinado ~digo molesta~
- Pero no volverá a pasar ~siempre dice lo mismo~ Está vez me esforzaré para que haya otro bebé aquí ~palmea suavemente mi vientre~ Y no lo arruinaré.
Dios quiera y no pasé nunca, no quiero un bebé con este lunático bipolar de mierda. Él me sigue besando e incómoda me remuevo, lo quiero lejos de mí.
- Acabo de salir del hospital y he perdido a nuestro bebé, estoy cansada y adolorida así que por favor, déjame reposar tal y como lo ha mandado el doctor.
- Tienes razón, lo siento ~toma mi rostro entre sus manos y me besa~ Descansa, estaré en el despacho unos minutos.
Asiento y lo veo salir de la habitación. Que fastidio, quiere jugar al hombre y esposo perfecto, pero es un maniático con problemas de ira que está obsesionado conmigo y la idea de tener una familia, todo se tiene que hacer como él diga y si no es así todo lo resuelve con violencia.
¡Por supuesto que no quiero un bebé con él!
Pienso nuevamente en mi hija, ya tiene tres años y dentro de meses cumplirá los cuatro, siempre le mandó regalos, incluso cuando cumplía meses. No sé si Aarón si quiera dejará que los vea, pero este año no perderé mi tradición, cuando cumpla los cuatro, también le enviaré un regalo.
Me abstengo de enviarlos con mi nombre o con eso de "Con cariño, mamá", sería contraproducente hacer eso y menos si no estaré para responder sus dudas, así que los envió anónimamente.
Tomo mi celular y marco el número de mi hermano. Considerando que desaparecí un tiempo con James, ahora quiero estar lo más posible comunicada con él, obviamente sin mencionar "el accidente" por las escaleras y la perdida de un bebé.
Él también está pasando por una situación difícil y no quiero perderlo de vista, menos cuando somos nuestro único consuelo.
- Hola, cariño ~me dice y yo sonrío~
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