***Hola hola\, queridos Smilings\, ¿cómo están? ***
Bienvenidos a una nueva novela. Como se habrán dado cuenta estuve un poco desaparecida… tuve algunos problemas y seguido de ello me vino bloqueo escritor y pese a que tenía muchas ideas, no encontraba la manera de plasmarlos y darles una gran historia digna de leer e impresionarlos.
Ah y otra cosa. Ya tengo 18 años oficialmente jajaja, así que espero no decepcionarlos y seguir mejorando conforme pase el tiempo.
Espero y deseo de corazón que dejen sus comentarios buenos, interactúen, me sigan, y dejen su like al final de cada capítulo. Eso me ayudará a tener más seguidores y hacer más llevadero el esfuerzo, ya que estudio en la universidad, hago quehaceres en casa, y escribo, lo cual incluye editar y rectificar una y otra vez buscando perfección. Reconozco que aún me falta, pero estoy en el proceso de mejorar.
RECOMENDACIONES
♡ La novela tratará mucho sobre el tema de la familia, es decir, no va a ser el típico cliché donde van a haber tantas traiciones o engaños entre familiares y venganzas
♡ Habrá escenas 18+
♡ Tiene como tema la perdida de memoria, pero no el típico donde el hombre o la mujer olvida a su pareja, así que no se preocupen por eso
♡ Como recomendación, la novela algunos la pueden interpretar como incesto, y puede que no sea de su agrado, pero les recuerdo que no los une un lazo sanguíneo como tal y se desarrollara de una manera interesante
♡ Las actualizaciones las haré tres veces a la semana (lunes, miércoles y viernes) Si me queda tiempo y estoy muy emocionada o inspirada habrá maratones de caps diarios.
♡ Por último, recuerden dejar su Like, comentarios, seguirme, y dejar sus regalos… porfa, es mi sueño ser escritora y espero no decepcionarlos.
Y sin más. Comencemos❤️ ❤️❤️
***PERSONAJES ***
Adrián Monroe (Papá de Jennifer, y padre adoptivo de sus hermanos)
Jennifer Monroe (rotagonista)
Nicolas Protagonista, hermano mayor de Jennifer (Adoptivo)
Mathias Clark (Hermano mayor adoptivo de Jennifer)
**Brydelis (Hermana mayor de la protagonista) **
**James (Hermano de Jennifer) **
Y sin más, comencemos… ¡POSDATA!!! Adivinen qué. Tengo inspiración de sobra.
Esta novela dará paso a una saga. ¿Como así? Bueno, la saga se llamará. “La familia extraña”
***Entonces. Aquí va el orden en el cual las haré ***
1. La Novela de Nick y Jen
2. Novela de Mathias
***3. Novela de Adrián Monroe (Padre de Jen) ****
4. Novela de James
5. Novela de Brydelis***
Así que… pueden estar seguros de que esta escritora aún tiene mucho que decir, e historias por narrar. ¡AH!… Y NO CREAN QUE OLVIDÉ QUE LES DEBO LAS HISTORIAS DE LOS HIJOS DE NUESTROS PROTAS DE OTRAS NOVELAS COMO “Una pareja fuera de lo común” “el día que todo cambio” o “siempre has sido tú; mi bella dama”… Así que puede que en el futuro, quisa uno cercano, los sorprenda. Y amo los cameos, así que a disfrutar.
Recuerden dejar su Like, es muy importante. Ojalá pudiera llegar al ranking ara que más personas la lean, no sé si soy buena en lo que hago, peor de verdad amo hacerlo y me esfuerzo, además espero mejorar. Así que de ante mano, muchas gracias por su apoyo.
Abril del 2006
— ¿Qué quieres parásito retrasado? Ahora este es mi lugar, tú lárgate de último antes de que te lance al suelo como la última vez — gritó Dan al pequeño, quien asustado cubrió su rostro con la bandeja y se colocó de último. Era la tercera vez que hacía fila y aún no lograba comer. Como siempre, los maestros estaban demasiado ocupados en su vida, como para preocuparse por un niño retraído que no sabe ni su propio nombre.
—Atención todos— Vociferó aplaudiendo la madre superiora sorprendiendo a todos— esta tarde vendrá un hombre muy influyente que podrá sacar de la miseria alguno de ustedes, deben darle la mejor impresión y con suerte donará dinero para poder comprar al menos comida decente de esta pocilga — Entonces volteó y su vista se encontró con la de él, quien agachó su rostro temeroso. Ella, al ver los golpes en sus brazos, se enfureció
—Ma-madre su-su-superiora —tartamudeó temerosamente al paso que ella se acercó
— ¿Y tú qué diablos haces aquí? ¿Ya terminaste de limpiar los baños de los hombres? Eres la desgracia de este maldito lugar, peor que una peste — le reclamó furiosa, logrando que el pequeño retrocediera temblando hasta chocarse con el borde de una mesa.
— S-s-si se-seño-ra… Lim-limpié todo… yo-yo qui-quisie-ra co-co-comer— Sí, el niño tenía algunos problemas de comunicación, a lo cual la timidez no ayuda. Por eso no tenía amigos y todos se burlaban de él usando a su favor que él jamás podría protestar
—Cállate, no puedo ni imaginar que el señor Monroe te mire. Se iría corriendo si ve a una desgracia retrasada como tú aquí, ni siquiera tienes futuro, apuesto a que terminarás como una rata ladrona o un sucio y mugroso limpia retretes. Lárgate al sótano donde mantienes y habla con los malditos animales que tú siempre cuidas.
— Pe-pe-pero ten-tengo ham-bre. No he-he co-comi-do des-desde ayer.
—No te morirás de hambre por comer uno o dos días. Dan, lleven a este paresito al sótano y asegúrense de que no puede salir de ahí hasta que el señor Monroe se vaya — Dan y sus amigos sonrieron con altivez y bruscamente lo arrastraron por el pasillo hasta llegar al inicio de las escaleras.
—Es-esperen… no-no lo hagan, por-por favor… me da mi-miedo la-la luz — les suplicó intentando forcejear
— Eres patético en tu pobre intento de hablar, papel en blanco. ¿Pero sabes qué es lo más fastidioso de ti? Eres un maldito niño iluso que sigue sonriendo sin importar cuando te maltraten. Eres amable incluso si te muelen a golpes, incluso si te dejan sin comer. ¿¡Por qué diablos aguantas y no te largas!? Sigues siendo molesto con tu patética amabilidad. Date cuenta de que la vida es un maldito infierno, somos niños abandonados, sin hogar, sin futuro, somos la maldita escoria de la humanidad, las sobras de personas que no se molestaron en cuidarnos y si sigues siendo tan débil y torpe, te comerán vivos si alguna vez sales al mundo real. En realidad, te estoy haciendo un favor, rata asquerosa. Ahora sube tú mismo al sótano o lo haré yo mismo y sé que no te gustan mis formas de hacerlo.
— N-no, yo iré solo— susurró mirándolo fijamente y se dio la vuelta para subir, pero a los pocos escalones se detuvo y volteó a verlo de nuevo — Ojalá t-te adop… adopten, sé que si-siempre has querido que al-alguien te quiera— le susurró ante la mirada dura de Dan, sin decir más le sonrió dejando a aquellos tres chicos mudos y sin argumentos. Apretó sus puñitos aún adoloridos y subió las escaleras para encontrarse al final con un frío y oscuro sótano. Incluso si estaban a plana luz del día, aquel lugar estaba tan lleno de cosas que era imposible que la luz entrara, y solamente había un rayo de luz en una pequeña ventana de forma circular donde él se sentaba abrazando sus piernas a esperar que alguien tuviera misericordia y lo sacara de ahí.
Horas después.
Al orfanato entró un carro negro muy lujoso, llevándose la admiración de muchos en el lugar. Los niños estaban emocionados e ilusionados. Tenía la oportunidad de cumplir su sueño: tener una familia, algo que para muchos es común, su día a día, pero que para otros es su más grande anhelo y cada día se aferran a ese sueño que se va volviendo lejano con el paso de los años
—Señor Monroe, este es el lugar —le indicó el chofer al abrir la puerta trasera de donde salió un hombre de traje a la medida. El chofer miró el sitio prácticamente abandonado y con evidente suciedad que preocupado habló —Señor, ¿está seguro de que no reconsiderará ir a un mejor orfanato? Este es el más abandonado de la ciudad, aquí traen a los peores niños, además este lugar ni higiene tiene, quién sabe si los niños no están contaminados
—Mark, si tú estuvieras en un lugar así, ¿no desearías que te dieran una oportunidad? ¿No quisieras un hogar? ¿Odiarías la idea de que nadie viniera a verte solo por cómo es el sitio en el cual estás, verdad?… —El hombre se sintió avergonzado de sí mismo —. Ahí hay más de doscientos niños que anhelan tener una familia, y sueñan con tener una oportunidad en el mundo, pero son pocos los que se la dan porque personas que piensan igual que tú jamás voltearías a verlos. Me conoces, no juzgo por el exterior.
— Lo lamento, señor, crucé el límite con mi comentario, no volverá a pasar— le concedió el asistente avergonzado
—No te preocupes, todos herramos. Pero ten en cuenta recordar que un niño no elige estar en un orfanato, es alguien a quien no se le dio la oportunidad de elegir. Vamos, tengo ansias por conocer con qué niño vamos a comenzar — así, con una sonrisa, entró al lugar.
Al entrar a la sala principal observó con atención a todos. Los niños tenían su mejor ropa, algunos tenían raspones, otros estaban un poco sucios, algunos sonreían ampliamente para ganarse una buena impresión, otros tenían su semblante serio y perdido. Las niñas sonreían de la mejor manera posible y aunque a algunas les faltaban algunos de sus dientes de leche, eran hermosas aun teniendo pocas esperanzas en su mirada. Ahí fue donde Adrián se dio cuenta de que le sería muy difícil tomar una decisión, porque así como le daría esperanza a un niño al adoptarlo, se la arrebataría al resto y los decepcionaría.
Adrián observó alrededor y sintió tristeza al ver las condiciones higiénicas del lugar, olía a suciedad y en época de frío seguramente debían sentir que sus huesos se congelaban… se preguntaba cómo, aun viviendo así, sacaban fuerzas para sonreír.
— Oh, señor Monroe, que placer tenerlo aquí, es un verdadero honor— exclamó la madre superior emocionada estrechando su mano — verá, nos tomamos muy en serio a nuestros clientes, así que elegimos a los mejores niños del lugar, los más inteligentes… en lo que cabe, además de buen aspecto y carácter — dijo con entusiasmo. Adrián, por otra parte, vio aquella cara que ella trataba de ocultar. Ocultando su disgusto, soltó su mano y tomó una distancia prudente.
— Muchas gracias, pero creo que soy lo suficientemente capaz de elegir por mí mismo. Por favor, traiga a todos los niños de lugar, no solo a los “mejores” — dijo con ironía— Por cierto, ¿el gobierno no suele dar ayudas para los orfanatos? Por eso pagamos tantos impuestos, no creí que un sitio donde se cuidan a tantos niños brillantes esté en estas condiciones, no es nada sano
— Recibimos ayuda. Sí… pero son tantos niños que apenas y alcanza para la comida, productores de aseo primordial y cobijas para temporadas de invierno… verá, por eso esperamos tanto que vengan personas como usted y se den cuenta de cómo vivimos. Muchos suelen darnos algo de donaciones, las cuales nos ayudan mucho.
—Oh, ¿es así?… ¿Y puedo saber dónde invirtió TODAS aquellas donaciones de las que habla? Sé de qué tipo de donaciones habla, y mínimo debería haber una mejor estructura en el lugar o un mejor calzado para los niños. Pero por lo que veo y entiendo, puede que la ropa que llevan hoy sea la mejor que tienen —Adrián observó a los trabajadores del lugar, todos guardaban silencio y tenían cierto miedo en su mirada, sobre todo un hombre de un traje de trabajo que tenía una expresión extraña— Traiga a todos los niños y niñas que aún no ha traído, mientras esperamos ¿qué tal si vamos a patio todos a jugar en lo que mi asistente se encarga de traer aperitivos para todos?
Los niños empezaron a festejar con gritos los cuales agrandaron la sonrisa de Adrián, Mark salió a hacer llamadas para comprar mucha comida, ropa y zapatos para los niños y la madre superior no tuvo otra opción que traer alrededor de cien niños más, a los cuales les había prohibido salir, pero entre todos ellos no estaba aquel niño al que apodaban "pael en blanco" ya que no recordaba nada de su vida, nisiquiera su nombre. Él seguía encerrado en el sótano ajeno a todo lo que estaba sucediendo. Era consciente de los festejos de los niños, pero solo podía imaginar sus sonrisas y el motivo de su felicidad
Un rato después alcanzó a divisar por la pequeña ventana de donde entraba la poca Luz cómo todos los niños corrían y jugaban alrededor de un hombre que tenía un traje color azul oscuro. Su corazón se apretujó de tristeza y miró la puerta dejando sus esperanzas al lado. Mientras miraba por la ventana observó con atención que Adrián estaba observando con atención el lugar y por un momento hizo contacto visual con él, pero de los nervios se agachó y recogió su cuerpo abrazándose a sí mismo.
—Mem-me me miró… la ma-madre su-su-superior me va a pegar, me-me va a gol-golpear—el miedo en su interior era tanto que soltó un grito ahogado cuando escuchó un golpe seco en la puerta, pero nadie entró… entonces volvió a escuchar más claramente que alguien tocó la puerta dos veces y la puerta se movió. ¿Alguien la abrió la puerta? A pasos lentos se acercó temeroso de que del otro lado alguien entrara a golpearlo… aunque sería mejor a que entrara el hombre de la limpieza… quien era su peor pesadilla, pero para su sorpresa estaba solo el lugar y en absoluto silenció
Bajó las escaleras con cuidado y lo primero que pensó fue ir a comer aprovechando que los demás estaban jugando, pero notó que había una pelota en el corredor contrario, se acercó lentamente a ella y justo cuando la iba a agarrar escuchó un ruido más al fondo en el corredor que daba al patio de juegos. Observó un carro de juguete, se acercó emocionado a tomarlo, pero antes de poder hacerlo chocó con la madre superior
—¿Y ti que haces aquí? ¿Quién te dejó salir? Ven conmigo rata metiche, vas a arruinar todo — la madre superior lo tomó del brazo con fuerza, él miró a todos lados buscando ayuda, pero todos los niños estaban distraídos jugando y Adrián estaba de espaldas, perdió las esperanzas, pero justo cuando estaban por perderse en el pasillo alguien gritó
— ¡¡¡ Madre superior, ya llegó!!! ¡Y tu, niño sin nombre, porque tardaste tanto, te estábamos esperando! — la voz de Dan retumbó en el lugar logrando que Adrián volverá hacia ellos y la madre superior se detuvo de golpe, no tuvo más opción que voltear y obligarse a sonreír. El estaba temblando sin saber que iba a suceder, pero extrañamente se sintió más seguro, entonces aquel hombre se acercó a ellos y se arrodilló a la altura de él
— Hola, ¿es verdad que no tienes nombre? — Adrián percibió miedo y desconfianza pero eso no le impidio dejar de sonreirle. Lo datalló y vio golpes en sus brazos, piernas y rostro marcado, por lo que le dio una mirada amenazadora a la madre superior — ¿Por qué está tan lastimado? ¿Quién lo golpeó? ¿Esta es la clase de cuidado que usted le da a estos niños? — una pregunta fue tras otra y la presión que la madre ejercía sobre el niño aumentó, causando que él se quejara del dolor y se alejara
— Verá, es que… es un niño muy torpe, está mal de la cabeza, por eso se golpea mucho. A veces lo hemos visto en ocasiones donde se golpea a sí mismo como un demente. Es un caso perdido— se excusó la madre superior, pero antes de poder seguir hablando, Dan llegó hacia donde ellos
— Eso no es cierto, lo que pasa es que él tiene dificultades para hablar —interrumpió abruptamente acercándose hacia ellos—además está golpeado porque… bueno, en realidad fue mi culpa… fui yo quien lo
—No — gritó deteniéndolo— yo-yo me caí… me gus-gusta ir al so-sotano… por eso mem-me caí de-de las es-escale-ras — Adrián sonrió al ver que pese a todo intentó encubrirlo, era obvio que tantos golpean no podían ser de una simple caída de las escaleras, y el silencio de todos era evidente. Aun así sonrió y le siguió al corriente
— Vaya, entonces voy a tener que colocar pasamanos en la mansión para que no te caigas, y tendremos que buscarte un nombre para tu guapo rostro — bromeó sonriendo y por un momento todos se quedaron en absoluto silencio tratando de procesar lo que acababan de oír, parecía un silencio eterno, entonces Dan lo rompió
— Oye, fuiste adoptado. Te eligieron a ti, vas a tener una familia, enhorabuena — codeó al chico perplejo devolviéndolo a la realidad
—¿Yo? ¿Me-me eligió a-a mi señor? Pero… no soy i-i-inte-ligente… soy ton-tonto —se excusó pellizcándose sus brazos
— Nadie es tonto. Algunas personas tienen habilidades diferentes a las de los demás. Te mostraré que, todos decían que Albert Einstein era un loco, pero en realidad tenía una mente brillante. Te ayudaré a solucionar tus problemas, verás que en unos años serás tan imponente e inteligente que será difícil reconocerte. ¿Aceptas venir conmigo?
Titubeó un poco, pero extrañamente Adrián le brindaba seguridad, así que aceptó su mano y la tomó temblorosamente
— S-sí… qui-quiero ir co-con us-usted
14 años después
— Hijo, debemos apresurarnos o no vamos a llegar al aeropuerto a tiempo. Jenny debe star en casa impaciente — advirtió Adrián apresurando mientras Nick terminaba de leer unos documentos
—No te preocupes padre, el jet no se irá sin ti, eres el dueño. Les avisé de antemano que la reunión se prolongara
— que haría sin ti — le concedió Adrián recostándose en el auto — cada día soy más olvidadizo, me estoy haciendo viejo
—¿Viejo? Pero si le ganaste un partido de tenis a un hombre doce años menor que tú como si nada. Tiene más vida por delante que cualquiera que he conocido, no te preocupes de antemano padre.
Al llegar al jet ambos subieron y se acomodaron mientras hablaba entre risas.
— ¿Champán? —les ofreció la azafata, pero ambos se negaron al mismo tiempo
— Tráeme por favor, un zumo de naranja con hie
— Tráeme por favor un zumo de naranja con hie—ambos se vieron a la vez y empezaron a reírse
— Con gusto, señores
Ambos bebieron tranquilos y algunas horas después aterrizaron a la ciudad de Manhattan, donde los esperaban algunos guardaespaldas junto a Mark, su conductor.
— Señores, un placer tenerlos de regreso — dijo Mark con una reverencia y ambos entraron al auto que los llevaría a la lujosa mansión al norte de la ciudad
Al llegar a la mansión las puertas se abrieron y entraron, bajaron y apenas y tuvieron tiempo de cerrar la puerta porque de la nada una joven salió corriendo del interior de la casa con su uniforme del colegio y saltó a los brazos de su padre, quien la envolvió entre sus brazos
— Papá, te extrañé mucho, por fin volviste. No te vuelvas a ir tanto tiempo
—Pequeña, solo fueron dos semanas
— Lo sé, pero te extrañé mucho, Bri ya no vive con nosotros, Matt es un témpano de hielo, y James es adicto a vagar por todos lados solo con una mochila. Solo tenía a Nana y ella toma sus siestas en la tarde, sí o si
— ¿Y yo qué? A mí no me extrañaste— preguntó Nick indignado haciéndose el dolido y en cuando Jenny escuchó su voz sus ojos brillaron y saltó de los brazos de su padre a los de Nick, quien la abrazó y besó su frente
— Nick, Por fin volviste. Creí que volverías después de que papá volviera. Eso me había dicho, nana.
— Lo sé enana, pero acabé antes el trabajo y vine antes porque tengo mucho trabajo en la empresa— dijo mientras le despeinaba el cabello y Jenny hizo un mohín mirando a otro lado molesta
— No es cierto, si trabajaste como loco sin dormir solo para venir antes y sorprenderla — lo delató Adrián y Jenny lo volteó a ver con su mirada brillante y su amplia sonrisa.
— Lo ves, tú también me quieres — aseguró ella pegando su cuerpo al de él sin darse cuenta de que él mandó saliva nerviosamente, entonces él retrocedió y volvió a sacudir su cabello.
— Sabes que sí, eres a quien más quiero en el mundo — afirmó con media sonrisa y pasó por su lado entrando a la casa. Por otro lado, Jenny se quedó de espaldas con una extraña sensación de felicidad
—¿Qué me pasa? ¿Por qué estoy tan caliente? — rápidamente sacudió su cabeza y entró corriendo a la casa. Adrián y Nick estaban sentados en la sala de star mientras se relajaban y Jenny se tiró encima de Nick de un salto dejándolo sin aire
— ¿Viniste para planear mi fiesta, verdad?
— Te dije que tengo mucho trabajo, planéala tú
— Te conozco, viniste por mí, ah, dilo, dilo, viniste por mí
— ¿Si ya lo sabes para qué preguntas?
— Porque me gusta escucharlo de ti
— Jenny, hija, dale un respiro a Nick, no durmió por más de tres días para poder volver rápido a casa
— ¿¡Qué!? ¿No dormiste? ¡Pero cómo se te ocurre! ¿Eres tonto o qué? — de la nada le dio un golpe en el pecho a Nick furiosa y le quitó la corbata tan apresuradamente que no le dio tiempo a Nick de reaccionar y mucho menos de ver lo incómodo que se sentía— a dormir rápido y más te vale que duermas y mañana descanses, no quiero saber que estás trabajando por al menos dos días ¿entendido? — le ordenó furiosa mientras su padre rio por lo bajo
— Pero hace nada me dijiste que te ayudara a planear tu fiesta
—Eso da igual, tu salud es primero. Vamos, a tu cama. ¿Nana, le podrías preparar una infusión para que duerma tranquilo? —la Nana asintió y Jenny literalmente lo llevó a regañadientes por las escaleras para ir a la habitación mientras su padre se reía desde el sofá
— Te dije que estoy bien, no tienes que cuidarme, Jen
— No creas que no sé por qué haces esto. Tú no le debes nada a mi papá y no eres un empleado, tienes tanto derecho de estar aquí como cualquier otro— le reprendió Jenny mientras lo entraba a la habitación y cerraba la puerta, luego bajo las cortinas y quitó el tendido de la cama — somos una familia, eres mi hermano, puedes holgazanear toda la vida y aun así te vamos a querer
— Familia… — imitó Nick por lo bajo sintiendo una punzada en el pecho —no soy tu hermano real Jen y lo sabes.
— No importa lo que digas. Ahora ven aquí— Nick se acercó lentamente a Jenny y ella le quitó el abrigo sin previo aviso y desabrochó los primeros botones de su camisa mientras Nick intentaba detenerla nerviosamente
— Quédate quieto, solo quiero que duermas bien y…— Jenny abrió sus ojos como platos al sentir algo en su vientre al estar tan cerca de Nick —am… tú… yo…— Jenny no sabía qué decir y por suerte la nana golpeó la puerta y entró a dejar la infusión
— Chicos, ah… ¿Por qué estás tan roja, Jenny, también quieres una infusión?
—No Nana, solo es qué… Tengo algo de calor. ¿Esa es la infusión de Nick?
— Gracias, nana, la beberé ahora —la nana salió y Jenny aprovechó para coger la infusión y acercarla a Nick.
—Bébetela —le ordenó y Nick aunque no la quería beber, sabía que no le ganaría, así que obedeció y se la tomó lo más rápido que pudo y luego hizo una mueca de disgusto.
— Tiene hierbas medicinales —protestó con disgusto por el sabor amargo
— Sí, por algo aún estás sano, trabajas como burro y no te cuidas. Estás aquí gracias a las hierbas de nana. Así que acostúmbrate.
—No me gustan.
— Y a mí no me gusta la matemática, pero aun así tomo cursos intensivos. No todo es color de rosa.
— Si no quieres hacerlo, entonces estudia algo que tú sí quieras. Amas pintar, escribir, cantar y bailar, además eres muy talentosa en todas ellas. Fácilmente serías famosa y te ganarías el corazón de todos…
—Son mis hobbies. Pero quiero aprender para ayudarle a papá en la empresa y a ti. James es el holgazán de la familia, no yo.
— Bueno… Holgazán y todo, pero gana bastante dinero como modelo y actor de comerciales — le concedió Nick y Jenny hizo un bufido
—Lo sé, yo soy la única que aún no gana dinero. Pero ya verás, cuando pueda trabajar, haré tanto dinero que no tendrás que trabajar tanto y te ayudaré, incluso te puedo mantener y tú podrás dibujar cuando quieras, eres muy talentoso.
—… Mejor haz el dinero para tu padre.
— No, tú eres quien necesita el dinero, no él. Sé muy bien que jamás tomas dinero de la familia o de papá, y parte del que ganas, siempre lo llevas a los orfanatos. Literalmente eres un rico sin dinero.
— Jajaja me pregunto cómo sabrás tanto de mi vida, siempre soy muy cuidadoso.
— Siempre lo he sabido, tú solo bajas la guardia conmigo le dijo en voz baja con cierto orgullo, acercándose sin darse cuenta de la mirada profunda de Nick quien se quedó pensativo un momento.
— Es cierto, debería empezar a no bajarla contigo o traerá problemas…
— No, no lo hagas. Solo así es que puedo cuidarte. Asía que solo descansa y duerme todo lo que quieras. Yo iré al colegio y estudiaré mucho, luego me convertiré en una gran empresaria y te daré todo mi dinero y así no tendrás que trabajar y cansarte nunca más— sin decir más se acercó a Nick y lo abrigó con el tendido, luego le dio un beso en la frente y salió de la habitación dejando a Nick con un remolino de emociones y sentimientos encontrados que trataba de negar, pero cada vez era más difícil hacerlo, sobre todo cuando ella decía cosas así.
Jenny salió de la habitación rápidamente y se apoyó al otro lado de la puerta tocando su pecho que latía a toda velocidad… ¿Por qué se colocaba tan nerviosa junto a Nick?
— ¿Nicolas se durmió, hija?
—Sí, papá, estaba muy cansado. Yo creo que dormirá hasta la noche. ¿Y tú no estás cansado? — preguntó sentándose en las piernas de su padre mientras revisaba su rostro.
— Tranquila pequeña, yo estoy tan fuerte como un león. Tengo toda la energía del mundo para planear tu fiesta de 15
— Eso puede esperar, papá. Mira, tienes un poco de ojeras, mejor descansa mientras la nana y yo cocinamos la cena. Mañana, cuando llegue del colegio, podemos hablar de mi fiesta, aún tenemos una semana.
— mmm eso es muy tentador, pero ¿y tus hermanos dónde están? La casa se siente sola
— Ah, James dijo que se iría unos días porque su campaña de modelaje iba a ser a las afueras de la ciudad. Bri dijo que no alcanzaría a llegar a mi fiesta porque tenía mucho trabajo en la universidad y están en las prácticas finales porque está próxima a graduarse. Matt …. — Jenny guardó silencio en cuanto vio a su hermano Mathias entrar a la casa con su habitual rostro inexpresivo y su traje negro. Cualquiera que lo viera pensaría que no conoce otro color que no sea el negro o que es daltónico, pero la verdad es que tiene demasiados trajes y todos son prácticamente iguales— ah, ya llegó. Hola, hermano Matt, ¿Cómo estás?
Matías se detuvo al inicio de las escaleras. Volteó, se sorprendió de ver a Adrián, pero como siempre nadie notó una diferencia en su rostro. Él tuvo una vida complicada y jamás hablaba de ella. Era el hermano más callado de todos, el más reservado y misterioso de todos. Aun así, era impecable y leal.
— Hola, hijo, ¿cómo has estado?
— Hola, padre. Bien… ¿Cómo les fue? — preguntó acercándose a Adrián y, aunque Adrián hizo un ademán para abrazarlo, al ver que su hijo no iba a corresponderlo, solamente le colocó su mano en el hombro dándole su espacio
— Muy bien, hijo, cerramos los negocios con éxito. ¿Y tú, cómo va la empresa?
—Muy bien. Si me disculpan, vine solo por unos documentos, debo volver a la empresa.
— Claro, entiendo. Ve tranquilo — le concedió Adrián y Mathias se fue escaleras arriba para ir al estudio, pero a medio camino el grito de Jenny retumbó de la casa.
— ¡Señor hielo, recuerda venir a cenar, yo prepararé la comida con la nana! — Aunque nadie le respondió, era obvio que todos estarían en la cena. Era como una especie de tradición.
Pocas horas después, la comida estaba lista y Nick bajó las escaleras con algo de ropa más cómoda, acababa de ducharse y se veía con un semblante más brillante.
Jenny se encontraba sirviendo la leche caliente en algunos vasos y en cuando lo vio quedó tan embelesada que sin darse cuenta derramó la leche por fuera y se quemó los dedos, por lo que pegó un quejido soltando el vaso causando un estruendo.
— ¡Jen! ¿Cómo puede ser tan descuidada? Y todavía descalza — Nick se acercó a ella rápidamente y la levantó como si no pesara nada colocándola sobre la barra mientras revisaba su quemadura.
— Solo me distraje, no es para tanto. Es solo un vaso — dijo apenada
—El vaso no importa, me refiero a tu mano, está muy colorada. Voy por el botiquín para colocarte una pomada.
— No, espera — lo detuvo Jenny tomándolo del borde de la camisa —. No soy tan delicada, además no me duele. Tranquilízate. Voy a reco— al intentar bajarse de un salto para recoger las cosas, Nick la tomó de las piernas al borde de la isla, ubicándose en medio de ellas
— Ni se te ocurra bajarte de ahí y menos descalza. Te puedes cortar o quemar, además sabes perfectamente que el suelo frío no te hace bien, o si no después estarás quejándote por tu dolor de panza.
—Son cólicos, idiota
—Esa boquita señorita, habla bien. Da igual. Ahora no te muevas, yo limpiaré — a Jenny no le quedó de otra que quedarse ahí observando mientras Nick limpiaba el lugar y eso no fue necesariamente malo. Al inclinarse, los músculos descubiertos de sus brazos se marcaban. El verlo tan concentrado le atraía tan magníficamente que mandó saliva sin saber por qué y en ningún momento apartó la vista de él.
—¿Ya está la comida? — preguntó Adrián mientras bajaba las escaleras con una sonrisa —. Por Dios, ¿qué sucedió aquí?
— Ammm, es que me ocurrió un pequeño accidente y derramé la leche caliente, papá.
—Sí, y la muy descuidada se quemó, además para colmo estaba descalza — la delató Nick y Jenny le dio una mirada asesina.
—¿Te quemaste mucho? ¿Ya te aplicaste una pomada?
— No, pero estoy bien, papá. Es solo que Nick es como una mamá regañona. Además de soplona — Nick la miró indignado, pero ella le sacó la lengua molesta y se cruzó de brazos.
— Niños – advirtió su padre — olvídenlo. Mejor vamos a comer.
— Sí, muero de hambre — gesticuló una voz masculina en la entrada y todos voltearon — ¿nadie me va a saludar? — preguntó James con su típica sonrisa amigable que le ayudaba a ser amigo de todo mundo.
— ¡James!, hermano — lo saludó Jenny y dio un salto para ir a saludarlo — Creí que te demorarías más en venir.
—Bueno, si quieres me puedo ir
–Ni se te ocurra, cabezón, papá estuvo preguntando por ti — James observó a Adrián con una sonrisa mientras abría sus brazos, así fue contento fue a recibir el abrazo de su padre adoptivo.
— Hola, papá, ¿tuviste un buen viaje?
— Sí, hijo, estuvo muy bien gracias a Dios. ¿Cómo estás tú?
— Muy bien, ganándome la vida y disfrutando como siempre
— O, como Jenny lo llama Holgazaneando con una mochila —ironizó Nick fingiendo molestia y James solo le lanzó un caramelo el cual él atrapó en el aire
— También te extrañé, amargado — dijo James mientras Nick solo destapó el caramelo y asintió.
— Lo sé.
—Pfff, presumido. Bueno, huele, muy rico — de la nada, corrió al comedor y se sentó emocionado al ver todos los platillos en la mesa. Luego todos se acercaron también y en eso entró Mathias
— Buenas noches — los saludó a todos y se sentó al lado de Nick. Adrián estaba a la cabeza y Nick a su lado izquierdo. Jenny estaba frente a Nick y James estaba a su otro lado. Mientras, la Nana se sentó al lado de Mathias. Así todos comieron mientras hablaban y contaban cómo habían sido sus días.
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