El sol se asomaba a la ventana de Natalia. No era costumbre que durmiera hasta tarde. Tal vez era nerviosismo o se rehusaba a querer levantarse, ya que no quería dar ese paso ni emprender ese viaje que no le causaba alegría.

__Natalia ya es hora __ se díce a sí misma con un profundo respiro. Se levanta dispuesta a enfrentar sus miedos.

__ Tío, no quiero ir____dijo sentada frente a su tío, el señor Carlos Jiménez, quien la miraba con una expresión profunda y con amor.

____Si estoy dispuesta a hacer este viaje en parte es por tu insistencia, sabes que te quiero y respeto como a un padre.

"Carlos, aparte de ser el tío biológico de Natalia, era la figura paterna, ya que la había cuidado desde los siete años de edad, cuando su padre así lo decidió.

____ Mi bella Natalia, es hora que vayas al lugar que te corresponde, me gustaría que siempre estuvieras acompañándome, pero tienes que curar tus heridas y las de tu familia.

Carlos quería que su sobrina-hija entendiera que solo quería verla feliz.

Con una sonrisa explosiva, Natalia respondió: --- Sabes que solo voy de visita, ¿verdad?.

Natalia miró las inmensas tierras que la hacían sentir libre. Ese mundo que tanto trabajo le costó dominar, un mundo que le enseñó a no confiar en nadie y marcado por hombres machistas. Seco las lágrimas de su hermoso rostro, encendió su motocicleta, decidida a emprender el viaje. Cuando de repente escuchó la voz de Rick.

---- Natalia, si no estás segura, no vayas.

----¿Tienes miedo de que no vuelva?, claro que no, Rick. No te preocupes por mí. Cuida de Capricho, sabes cuanto lo quiero. Volveré, ya lo verás--- respondió Natalia con una risa sarcástica.

Arrancó su motocicleta sin mirar atrás.

En las inmensas Llanuras se encontraba el pueblito San José de Lunar, un lugar lleno de alegría y energía. La economía del pueblito se basaba en la ganadería, con grandes haciendas y también muchos productores pequeños que apenas lograban sobrevivir a los grandes acaudalados. Cada año, en el pueblito San José de Lunar, se celebraban las ferias ganaderas y de exposición de ejemplares de la zona, que incluían concursos de las mejores vacas lecheras y los mejores toros sementales de la región, cabalgatas y sobretodo carreras de caballos, eran muy populares y se movía mucho dinero en las apuestas, era una actividad para ricos y pobres

Las instalaciones de los animales estaban impecablemente limpias y organizadas, con vigilancia sobretodo para comodidad de los animales Todo era organizado por el comité de ganaderos en cabeza de su presidente Santiago Reyes, quien desde muy joven se destacó por ser un hombre de negocios responsable, honorable y muy acertado en los negocios. además era hijo del señor Rodolfo Reyes, fundador del comité.

Las ferias estaban en su inicio, las cuales duraban5 días. Este era el destino de Natalia, el cual no conocía, pues cuando su familia se instaló en la región, ella no se encontraba con ellos Para Natalia toda ese belleza pasaba desapercibida

Las ferias estaban en su inicio. Las cuales duraban cinco días. Este era el destino de Natalia, el cual no conocía, Pues cuando su familia se instaló en la región, ella no se encontraba con ellos.

Natalia se bajó de su motocicleta y se estiró. Mientras tanto miraba a su alrededor, se dio cuenta de la de que la plaza principal estaba llena de personas, todas ellas vestidas de acuerdo a la ocasión de las ferias. De repente escuchó una voz detrás de ella.

___ ¿necesita ayuda, señorita?___

Natalia dio la vuelta y se encontró con un hombre alto y muy guapo que la miraba con una sonrisa coqueta. Llevaba una chaqueta de cuero y tenía ojos negros, cabello oscuro y un poco ondulado.

___ Estoy buscando la Hacienda del señor Marcos Jiménez dijo Natalia.

___¿Sabes dónde es? Al instante, Natalia se encontró rodeada de otros jóvenes que se acercaron a ver la belleza que nunca antes habían visto en el pueblo.

___ ¿Eres pariente de los Jiménez?, preguntó Santiago con una sonrisa coqueta de galán.

___¿Sabes o no?, respondió Natalia con un poco de disgusto.

___ Sí, puedo ayudarte a llegar a la casa de los Jiménez __, dijo Santiago, no queriendo terminar la conversación allí y perder la oportunidad de seguir hablando con ella.

gracias, buscaré la forma de llegar sola, respondió Natalia, y antes que Santiago pudiera decir algo más, ya había dado marcha a su motocicleta y se había ido sin decir una palabra más.

___ Santiago, estás perdiendo tu talento y don de conquistador de mujeres__ Se burló Ricardo, amigo y empleado de Santiago, lo que provocó la risa de sus demás amigos. Santiago era un hombre que podía tener la mujer que deseara, y muchas chicas del pueblo andaban coqueteando con él, pero no se podía negar que había perdido la cuenta de con cuantas mujeres había tenido que ver.

___ Con una mujer así podría cambiar de opinión sobre el matrimonio __ dijo Santiago en forma de burla.

___¿Quién crees que es esta chica?, pregunta Ricardo.

___ No lo ves, es la primera mujer que rechaza a nuestro amigo Santi __ comentó Eduardo. Solo se escucharon risas de los tres hombres. Pero en los pensamientos de Santiago estaba ella, esa mujer de cabello negro azabache, labios carnosos, cejas marcadas y negras haciendo juego con su cabello. ¿Quien era ? solo el tiempo le daría esa respuesta.

Natalia estaba frente al portón de la casa de sus padres y hermanos, con la sensación de querer salir corriendo, cuando de repente uno de los trabajadores le preguntó:

___ Señorita, ¿le puedo ayudar en algo?

___ Si, ¿está es la casa de los Jiménez?, preguntó Natalia, intentando mantener la calma.

___ Sí, señorita, es la casa de los Jiménez. Pase por favor __ respondió el trabajador abriendo el portón.

Natalia agradeció con una leve sonrisa y se dispuso a entrar. En un jardín lleno de orquídeas Amazónicas y otras flores exóticas, en el centro del jardín se encontraba un hermoso quiosco donde se encontraba la familia completa.

___ Buenas tardes ___ dijo Natalia con una voz firme y segura, ya se encontraba allí, ahora solo quedaba esperar la reacción de su familia.

Su madre la señora Naila Rodríguez, se puso de pie de un salto, y con voz llena de amor, pero con un poco de nerviosismo, mostrando sus brazos abiertos a su hija, que ya era toda una mujer.

___ Hija, qué gusto verte, dame un abrazo ___ intentando contener las lágrimas.

Natalia se acercó a ella con un poco de reserva, pues no la veía desde muchos años atrás, tantos que ya no recordaba. Madre e hija se saludaron con un abrazo intentando contener las lágrimas.

___ ¿ Hijos, no piensan saludar a su hermana? preguntó, Naila, volteando a ver a la mesa donde se encontraba el resto de familia, los cuales no sabían qué hacer ni decir.

El señor Jiménez miraba fijamente su libreta, como si estuviera hipnotizado. No parecía darse cuenta de la tensión que se había generado.

___ Hermana, que bueno verte de nuevo__, dijo Richard rompiendo el silencio. __Estas muy hermosa ya eres toda una mujer.

___ Hermanita, mírate __ agregó Marcos. ___ Ya no eres la pequeña que recuerdo. Me da mucho gusto que estés aquí __.

___ ¿Qué haces aquí? ¿Cómo llegaste aquí? ¿Con la autorización de quien?__ preguntó el señor Osvaldo Jiménez, con un acento autoritario y despectivo.

___ Buenas tardes, padre, mi tío me insistió que viniera ___, respondió Natalia __, pero no te preocupes, solo bine de paso. Me iré pronto.

tienes hasta que termine las fiestas, para quedarte__ , luego el señor Jiménez se marchó sin decir una palabra más, dejando a Natalia con un nudo en el pecho. Ese padre duro e indiferente no había cambiado en nada.

____ Hija, mira, ___, dijo Naila, tratando de cambiar el ambiente tenso que se había generado.

___ Permíteme presentarte a las esposas de tus hermanos.

Natalia se sintió perdida. ¿Cómo era posible que sus hermanos se hubieran casado sin que ella se enterará? ¿La habían excluido de la familia?, perdida en sus pensamientos, sentía su sangre fluir por todo su cuerpo.

___ Ella es Carla, la esposa de tu hermano Ric rd ___, continuó Naila.

___ Y ella es Mariana, la esposa de tu hermano Marcos. Son las hijas del señor Rodolfo Reyes nuestro vecino.

Las dos mujeres se miraron entre sí, sin saber qué decir. Desconocían la existencia de Natalia y no sabían cómo reaccionar.

___ Me imagino que ustedes tampoco sabían de mi existencia, ¿verdad?___, preguntó Natalia con una sonrisa irónica.

___ Claro que no, cuñada respondió Carla.___ Es para mí un gusto conocerte.

___ Espero que esta visita sea de tu agrado. Agregó Mariana.

___ Estamos de fiesta en el pueblo, sería bueno que conocieras de ellas.

Natalia agradeció la invitación, pero lo último que quería eran fiestas. Estaba cansada y confundida, solo quería encontrar un lugar donde pudiera descansar y reflexionar.

___ Ven, hija. Dijo Naila, mientras la conducía hacia el interior de la casa ___ Debes estar muy cansada por el viaje.

La casa era impresionante, llena de pinturas valiosas y decoración típica de la región, que reflejaba el gusto de sus dueños.

Natalia sonrió a su madre como queriendo decir que agradecía su amabilidad. ___ Esta será tú habitación___ dijo Naila. pero Natalia, todo aquello era nuevo y desconocido. Lo único que pensaba era en dar la vuelta y volver a su mundo.

___ Me da mucho gusto que estés aquí, hija. Para Naila no era fácil expresarle a su hija los sentimientos encontramos. Diciendo esto se marchó.

Lo único que deseaba Natalia, era darse un baño y descansar.

Era de mañana y Natalia se acababa de despertar, aún era temprano y no se sentía bien. No había dormido nada bien.

La vista por la ventana era impresionante, con las finas Llanuras que parecían infinitas. A pesar de estar distantes, se podía apreciar los animales en los pastizales, donde el viento hacía balancear los árboles. Un suave viento cálido y veranoso entró por la ventana de Natalia. Haciendo que cerrará sus ojos y por el momento disfrutará del aire fresco.

___ Ni modo Natalia___, hay que dar la cara ___ se dijo así misma.

Se dio un baño y se vistió con ropa sencilla, pues era poca la que traía con ella, pero esto no le quitaba lo hermosa que se veía. Vestía un jeans tipo cuero negro que se ajustaba bien a sus curvas y una blusa camisera blanca que hacía resaltar más su hermoso cabello negro azabache.