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Dea, La Reina Alfa

1. Compañeros

Dea 13 años.

Si alguien me preguntara cual era la primera vez que mi corazon se habia roto, definitivamente diria que hoy, Hoy era el cumpleaños de Azuma, al fin tenía 18 y hoy seria su primer turno, Estabamos todos en el centro del laberinto detras de la mansion, el mismo Lugar en donde mi padre y mis tias habian tenido su primer turno, Eliam tambien lo habia tenido aqui el año pasado, Estaba toda mi familia aqui, Rhys estaba a mi lado como siempre tan imponente, su brazo estaba en mis hombros mientras observabamos como la luna llegaba al punto correcto, Rhys ya habia tenido su turno el año pasado, Eliam, Azuma y yo habiamos viajado al sur a presenciarlo, Su lobo... igual de majestuoso que el, extremadamente Alto, con un pelaje blanco perfecto que brillaba bajo la luz de la luna, una mancha plateada en forma de rayo surcaba por en medio de sus ojos y bajaba hasta su inmenso hocico, unos ojos azules como el cielo... simplemente majestuoso como solo un rey alfa podria ser, Rhys habia crecido para convertirse en la fantasía sexual de toda la manada, tanto la suya como la mia, secretamente lo odiaba aunque nunca lo dijera, despues de todo lo que yo pensara sobre la vida sexual de Rhys, Azuma y Eliam no importaba, claro que me molestaba una mas que otra, especialmente la de Azuma, nisiquiera me habia dado cuenta en que momento mi mente tonta de adolescente y mis hormonas alborotadas habían dejado de ver a Azuma como mi hermano de otra madre y habian comenzado a verlo como el compañero que algun dia queria tener, era tonto de mi parte pensar esas tonterias, pero solo tenia 13 años, a esta edad se me tenia permitido fantasear con mi principe Azul de cuentos, nada estaba escrito, talvez si la diosa quien era tecnicamente mi abuela se apiadaba de mi, entonces Azuma podria ser mi compañero y todas las fantasias de cuentos de Hadas que viajaban por mi mente cuando pensaba en el podrian hacerse realidad, pero entonces sucedio y me di cuenta que mi linda abuela no me quería tanto como yo pensaba.

La luna llego al punto correcto y Azuma grito, el sonido desagradable de huesos crujiendo lleno el silencio de la noche, el tiempo pasaba y pasaba y Azuma no cambiaba, gritaba de dolor retorciéndose en el suelo, mi madre con el porte que solo una diosa podria tener se acerco a el preocupada y se arrodillo a su lado tomando su rostro con fuerza y pegando su frente a la suya.

- Cambia.

Azuma grito cuando todos sus huesos parecieron moverse al mismo tiempo, cerre los ojos escondiendome en el pecho de Rhys asqueada por el sonido cuando el asqueroso sonido paro y senti a rhys tensarse a mi lado, sali de su pecho observando hacia el frente, mi mamá se hizo a un lado y pude verlo por completo, Su lobo era completamente negro como el de mi padre Jace, unos ojos amarillos sigilosos que miraban directamente hacia nosotros, me quede observandolo embelazada, cuando Rhys hablo.

- Me estas jodiendo verdad.- quito su mano de mi hombro y dio un paso hacia el frente, cuando el lobo de Azuma salio corriendo hacia el estrellándose en su pecho y tumbandolo hacia atras.- No puedes ser mi maldito compañero.- el lobo de azuma lamia su rostro emocionado mientras Rhys intentaba quitárselo de encima.- quítate de encima idiota, me estas babeando todo, basta.

Compañero.

La palabra retumbaba en mi cabeza, repitiéndose incesantemente, mi cabeza retumbaba como si hubiera escuchado una maldita canción de electrónica a todo volumen por diez horas seguidas, mi corazon martillaba como si quisiera salir corriendo de mi pecho y dejarme un agujero inmenso que jamas cerraría nisiquiera con toda la maldita magia del mundo, senti como si hubieran clavado mil cuchillos en mi pecho, la respiracion se volvio extremadamente necesaria porque no podia respirar, el aire no pasaba por mis pulmones, sentia todo mi cuerpo temblar mientras los observaba interactuar, Rhys se reia intentando quitárselo de encima, entonces todo se estrello contra mi, El era su compañero, el maldito Rhys Volk era el compañero de Azuma.

Mis pies tomaron vida propia y sali corriendo hacia la mansion, me conocia los pasadisos del laberinto de memoria pero mientras lo atravesaba me sentia perdida, como si no pudiera encontrar el camino a casa, mis pies se movian por inercia corriendo cada vez mas fuerte hasta que mis pulmones ardian en busca de aire, mis piernas estaban en llamas del esfuerzo cuando al fin llegue a la mansion, subi las escaleras y entre en mi habitación cerrando la puerta con llave detras de mi, mi cuerpo se deslizo por la puerta hasta que cai al piso intentando respirar, intentando calmarme, esto era una tonteria, como podia dejar que me afecte, nisiquiera era seguro que se aceptaran, segun lo que sabia ninguno de los dos era gay o talvez eran bisexual?, despues de todo tampoco sabia demasiado sobre sus gustos sexuales y definitivamente nunca quise saberlo y ademas que importaba ahora si se aceptaban o no, yo tenia un compañero esperando por mi en alguna parte, alguien que me amaria incondicionalmente, esto era solo un amor tonto de niños, algún dia lo superaría y podria reir de esta situacion al recordarlo, esto iba a pasar, era solo algo pasajero, habia confundido su amabilidad enamorándome de el, yo podia superarlo, no tenia que doler tanto, cierto?

Al dia siguiente me di cuenta que si, que si que dolería y me dolio, cuando vi a Azuma y Rhys llegar al comedor a la hora del desayuno, ellos... se habian marcado, se habian aceptado, oficialmente... eran compañeros.

2. Definición de diversión.

Dea 16 años.

Hoy estabamos en la manada del sur, hoy Rhys desafiaría a su padre por el titulo de Rey Alfa, era una costumbre entre reyes que el proximo sucesor desafiara a su padre por el titulo, normalmente se hacia al cumplir 18 pero Rhys habia logrado que se aplazara por un largo tiempo, pero al final el dia habia llegado, me sente con Azuma y Eliam en el primer puesto del estadio donde la pelea se daria, era invierno y el frio me calaba los huesos, estaba temblando acurrucada del pecho de Eliam, La pelea dio inicio, Rhys y su padre estaban a la par, se cazaban, tentaban y sonreian como si solo estuvieran jugando, no podia evitar pensar en el dia en que yo tuviera que desafiar a mi padre, sabia que podria ganarle, despues de todo mis poderes eran extraordinarios, mi padre solo era un lobo y yo era una maldita diosa, eso no me hacia sentir mejor, en vez de eso me causaba ansiedad, pensar en lastimar a mi padre, pensar en ocupar su lugar, todo el mundo creia que yo no era apta para hacerlo y aunque nadie me lo habia dicho en la cara los habia escuchado mas de una vez hablar a mis espaldas, La primera mujer Reina Alfa, parecia una aberracion ante los lobos que se mantenían fiel a las costumbres del pasado, sabia que nadie se atrevia a decir nada por miedo a que mi madre los pulverizara con su mirada matadora que te hacía querer esconder la cabeza en la tierra como una avestruz, pero eso no significaba que no pudieran pensarlo.

La pelea estaba reñida, los dos transformados en sus lobos, el lobo del padre de Rhys era Gris ceniza, peleaba agil dandole batalla a Rhys, que hoy como todos los dias se veia majestuoso, la batalla se alargó por un rato hasta que al fin sucedió, El lobo de Rhys estaba encima del de su padre, su garra puesta en su cuello y rugio obligándolo a someterse, cuando el lobo de su padre mostro el cuello en sumision el estadio se lleno de gritos y victores, nos levantamos felices y euforicos, el lobo de Rhys retrocedio y alguien se acerco a el corriendo dandole unos pantalones, Rhys se los puso rapido y volteo hacia nosotros, su mirada se clavo en la de azuma que grito.

- Maldito Rayo Lo lograste.- Azuma estaba eufórico celebrando, Rhys salio corriendo hacia donde estabamos con pasos agigantados que solo su maldito metro 90 podrían dar, llego hacia donde estabamos y se guindo de las barras de metal impulsandose hacia arriba y aterrizando en el muro delante de nosotros, nos echamos hacia atras dandole paso para bajarse, el se bajo eufórico y su boca se estampo en la de Azuma dejándonos pretrificados, en todo el tiempo que tenian de compañeros jamas los habia visto tener ni un minimo acercamiento de parejas entre ellos, seguian tratándose como mejores amigos, sin abrazos, sin besos, sin palabras bonitas, simplemente amigos, pero hoy al parecer no tenían ganas de fingir que no eran compañeros, Eliam me movió hacia un lado tapándome los ojos como si todavia fuera aquella niña de diez años.

- Hay por dios no hagan eso delante de nosotros.- Eliam me tomo del brazo sacándome del estadio, hizo un sonido de asco y me rei.- Maldicion como desveo eso.

Mi risa salio por mi garganta rompiendo en una carcajada escandalosa, a mi parecer no habia sido algo repulsivo o repugnante, en cambio habia sido... excitante, jamas habia visto a dos hombres besandose pero estaba segura que ningunos se verían tan bien como Rhys y Azuma, eso podia jurarlo.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Ya era de noche y estabamos en la parte de atrás de la casa de Rhys estaban ofreciendo una fiesta por el nuevo cargo de Rhys, manadas vecinas del sur habian venido a la celebración, todos bebian y hablaban entre ellos, Yo estaba en un esquina al lado de la mesa de tragos con Eliam y Shira el nuevo beta de Rhys, un chico de 22 años bastante majo, siempre llevaba una sonrisa relajada aunque podria asustar cuando se lo proponia, la gente pasaba a nuestro lado y hacia una reverencia hacia mi.

Princesa

Era literalmente la unica palabra que podian decir antes de que Eliam y Shira los fulminaran con la mirada y salieran corriendo, tenia un vaso de vodka en mi mano desde hace mas de media hora, vodka que despues de rogarle por mas de una hora a Eliam me habia dejado beber, este y solo este y despacio, cada vez que intentaba aumentar el ritmo me miraba con esos ojos de "para o no respondo", siempre tan sobreprotector, mire hacia donde Rhys y Azuma hablaban con una chica, habia logrado superar mi fase de enamoramiento o bueno eso creia hasta que su acostumbrada cara seria se curvaba en una pequeña sonrisa mostrando ese lindo hoyuelo que tenia en su mejilla izquierda, la chica les sonreia coqueta y la curiosidad de saber de que hablaban se infiltro por mis venas hasta llegar a mi cerebro y converserme de hacer una estupidez, agudice mi oido lo suficiente como para escucharlo, nunca se lo habia dicho a nadie pero podria escuchar conversaciones de aqui a 3 mil millas si lo deseaba, una bendicion y una maldicion, por que muchas veces habia escuchado cosas que definitivamente no deseaba oir.

Comence a escuchar lo que hablaban, la risa de la chica que intentaba parecer coqueta se escuchaba, a mi parecer era bastante repulsiva, cuando la voz de Azuma la callo

- Bueno que tal, aceptas?

- Si no habra ningun problema entonces si.- Ella hablo coqueta mirándolo a los ojos mientras se retorcía un mechon de su melena negra en un dedo, volteo hacia rhys cuando el hablo.

- El unico problema seria que buscaras algo mas de lo que te estamos ofreciendo.

- Esto es solo sexo y adios, no seras la luna ni siquiera la compañera al lado, ten eso muy claro, asi que si estas dispuesta a aceptarlo...

Las palabras de Azuma se metieron en mi cabeza dejandome en shock, me tape los oidos y cerre los ojos no queriendo escuchar mas nada de lo que hablaban, habia escuchado rumores de que Azuma y Rhys mantenían trios con otras mujeres o incluso orgias con Eliam y Shira, nunca los habia creido la gente habla demasiado, inventan cosas que no son verdad, a mi parecer los compañeros son sagrados, compartirlos con alguien mas no estaba para nada bien, al parecer ellos no pensaban lo mismo.

- Sucede algo Hermanita?.- Escuche la voz de Eliam y abri los ojos, quite las manos de mis oidos y intente actuar normal, como si no me los estuviera imaginando a todos teniendo malditas orgias en este momento.

- Estoy bien.- tome el vaso de vodka y lo puse en mis labios tragando todo el liquido que quedaba de un solo trago, mi garganta ardio cuando termine de tragar, puse el vaso en la mesa con mas fuerza de la que queria y Eliam me miro extrañado, en ese momento Rhys y Azuma hicieron acto de presencia tan tranquilos como si no hubieran estado hace un rato planeando follar esta noche con una loba desconocida.

Azuma miro hacia a mi sonriendo.- Que tal la fiesta Diosa, te estas divirtiendo?.

Definitivamente esta no era mi definicion de diversion

3. Se acabo la diversión.

Dea 17 años.

Mi mundo habia cambiado desde aquel dia, mirarlos a los ojos y saber lo que hacian en la otra parte de sus vidas que obviamente no me mostraban fue bastante perturbador, no podia mirar a una loba en la manada sin preguntarme si ella tambien se habia acostado con ellos, habia tonteado con ellos o echo cualquier cosa con ellos, gracias a la diosa despues de ese dia no los veía muy seguido, despues de todo Rhys ya era el rey y Azuma como su compañero tenia que estar con el gobernando en el territorio del sur, pude relajarme sin verlos, en cambio tenia que tener a Eliam todos los malditos dias pegado a mi como una maldita Ets, por lo menos podia relajarme pasando el tiempo Con Safira la hija de mi tio Aron y Violeta y Roma las hijas de mi tio Elliot, las tres eran menores que yo por un año y eran mis mejores amigas, aveces Alexa y Jaden mis hermanos menores se unian a nosotros, claro cuando no estaban saqueando la cocina o persiguiendo a mi madre para que les enseñara como ellos decian "magia avanzada", todos mis hermanos habian nacido con algun poder, mi madre no habia perdido el tiempo y habia tenido 4 hijos mas aparte de mi, Thea y Jaden que eran mellizos de 15 años y aunque no se parecían por que thea era una copia de mi padre Alec y Jaden era igualito a mi padre Jace, su manera de ser eran tan iguales, siempre completando las frases del otro y acompañándose en sus locuras y despues de ellos venia Melany de 13 años chica extrovertida y totalmente fan del mundo humano, obsesionada con las bandas de pop y dramas de cine que no paraba de ver en la television y por ultimo estaba Alexander de 10 años, era callado y serio y pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en la oficina con mi padre haciendo todo lo que un niño de 10 años normal no haria.

Mi vida se habia reducido a entrenamiento, estudio, noches de pijamada con mis primos y hermanos, tardes de charla con mi madre y padres, Eliam persiguiendome a todos lados, yo escapandome para pasar el rato con amigos de mi edad sin que Eliam estuviera espantandolos a todos lo cual no sucedia muy constante, los dias de ser solo la princesa heredera se estaban agotando y comenzaba a sentirme ansiosa, mientras veía la vida de todos mis compañeros de la manada mas me daba cuenta de que nunca habia disfrutado mi adolescencia, habia pasado la mayor parte del tiempo estudiando, entrenando y siendo sobre protegida por Azuma, Rhys y Eliam, nunca habia ido a una fiesta o a comer helado con amigos, no habia tenido mi primera borrachera ni habia saboreado el sabor de la libertad de ser solo un adolescente normal, el peso de mi realidad se ascentaba mas en mi mientras pasaban los dias y entonces vi la oportunidad de probarlo y no lo dude.

Ese fin de semana se celebraría una fiesta en la casa de Logan, un lobo de la manada que cumpliría 17 y haria una fiesta para celebrar, Safira, Violeta y roma estaban emocionadas por ir, deseosas de que yo fuera con ellas, pero las tres sabíamos que Eliam jamas me dejaria tranquila, sabia que si le decia a mi madre ella me dejaria ir pero eso significaría que Eliam tambien sabria y me perseguiriá hasta el lugar sofocandome hasta que estuviera desesperada por volver a casa y desaparecer en la tranquilidad de mi cuarto, asi que decirle a alguien no era una opción, ese dia estaba decidida a sentir la libertad por primera y unica vez en mi vida de reina que ya estaba cuidadosamente planeada por el destino, esa noche espere que todos se fueran a dormir, sentada en mi cama con un vestido dorado con escote corazón y unas botas negras de tacon que safira me habia prestado, termine de peinar mi cabello y agradeci a la diosa por mis maravillosos poderes antes de teletransportarme al lugar en donde habia quedado con Safira, Violeta y roma para encontrarnos, Safira llevaba un vestido verde que acentuaba sus curvas perfectamente y hacia brillar sus ojos almendrados, Violeta llevaba un vestido negro suelto que le lucia espectacular y Roma Llevaba un top con tachuelas y una falda de cuero, todas nos abrazamos cuando llegue y comenzamos a caminar hacia donde estaba la casa de Logan, emocionadas por lo que esta noche traería, una noche de auténtica libertad y descontrol.

Llegamos a la casa de Logan, la musica estaba alta y todos hablaban fuerte, entramos y caminamos hacia la barra, estaba conciente de la mirada de todos, era la primera vez que la Princesa heredera y futura reina alfa se presentaba a una fiesta o celebracion sin tener a su fornido guardaespaldas detras, llegamos a la barra y la fiesta comenzo, ya habia perdido la cuenta de cuantos chupitos habia tomado esa noche, bailaba y bebia sintiendome feliz y libre como nunca en mi vida lo habia sido, la sonrisa no se borraba de mi cara mientras bailaba en la pista al ritmo de la Diosa Rihanna, no era fan de la musica que escuchaban los humanos, pero muchas si que eran buenas, tenia un vaso de quien sabe que en la mano y lo bebi completo soltando una risa de felicidad, porque me reia no lo se, pero no podia parar de reir, de repente una figura de un hombre se deslumbro abriendose paso hacia mi, su cara comenzo hacerce reconocible mientras mas se acercaba, era Logan, el chico cumpleañero, llego hacia a mi y me dedico una sonrisa, grito por encima de la musica cerca de mi oido.

- Te estas divirtiendo princesa?

- Mucho.- grite riendo.- Feliz cumpleaños Logan.- El sonrio mientras bailaba cerca de mi, me ofrecio el vaso que traía en su mano y lo tome llevándolo a mi boca y pasando el liquido amargo por mi garganta.

- Gracias, lamentablemente no te traje un regalo, lo siento.- Me rei de lo que habia dicho como si fuera el chiste más gracioso que habia escuchado y el rio conmigo, se acerco a mi oido y hablo.

- El mejor regalo es que estes aqui princesa.- Me rei de lo que habia dicho y de repente la musica cambio al algo lento, el estiro su mano hacia mi con una sonrisa invitandome a bailar, estaba tan cerca de mi que pude vislumbrar su rostro, Cabello castaño perfectamente peinado, labios finos y mojados por la bebida, tenia un lindo lunar en su mejilla izquierda, nisiquiera pude tomar su mano cuando senti una presencia detras de mi y una voz amenazante se escucho.

- Te aconsejo que alejes tu maldita mano de mi diosa antes de que parta todos los malditos huesos de tu cuerpo y termines siendo solo un asqueroso saco de piel.

Si, se acabo la diversion.

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