Hola, mis queridos lectores. Estoy de nuevo por aquí con el tercer libro de la saga Elite, la historia de Nicolle. Los que leyeron la viuda sabrán de quién habló y qué fue lo que pasó con aquella joven amiga de la hermosa Fiorella, pues aquí lo descubrirán.
Cómo siempre mis advertencias, esta es una novela de mafias y está mezclada con las otras del ejército, los rangos y organizaciones son enteramente de mi imaginación, al igual que las organizaciones mafiosas.
El contenido es para mayores de dieciocho años; contiene violencia, escenas de sexo tan explícitas como la app me lo permita; si tengo errores ortográficos me lo hacen saber y así lo voy corrigiendo, sin más nada a lo que hacer referencia. Bienvenida a la historia de Nicolle.
Gracias por su apoyo.
Nicolle Windsor es hermosa, es una chica de piel blanca como su madre, cabello negro y ojos azules, es una verdadera belleza, amable, dócil, sumisa, es incapaz de llevarle la contraria a alguien, jamás desobedece a su familia, no es una jovencita que de problemas, es delicada y a todo le tiene cierto miedo, o eso es lo que les ha hecho creer a sus abuelos, tíos, primos, hermanos y hasta a su padre.
La joven ha estado en una burbuja por los hombres de la familia, ya que su madre y su abuela, fueron y son mujeres de la élite, grandes guerreras que dejaron el apellido en alto, pero también estuvieron a punto de perder la vida, y esos sufrimientos ya no los quieren de nuevo en sus vidas y menos con semejante angelito.
Ellos la protegen de todo peligro, tratan de evitar que conozca sobre la violencia, evitan hablar de cosas violentas delante de ella.
La chica desde muy niña ha sido entrenada por su madre y abuela en secreto desde muy pequeña. Sabe muchas cosas como ellas, todo sobre computadoras, habla varios idiomas fluidos y es excelente en lucha cuerpo a cuerpo y con armas.
A la edad de quince años, fue que la dejaron mediante manipulaciones y lágrimas ir a un supuesto campamento de ballet, pero en realidad era una academia para cadetes… La pequeña, como digna hija y nieta de Gia y Lia, rápidamente fue superando cada prueba.
La pequeña era la primera en todo, tenía buena puntería, era disciplinada, peleaba bien y era muy avanzada, así que no dudaron en reclutarla para una extensión de la elite; estos son espías. Su escuadrón estaba lleno de jóvenes de su edad y unos años más que ella. Con tan solo 16 años entró a esa elite. Empezó como un soldado más, pero día a día demostraba sus capacidades.
Su madre y abuela se encargaban de ir a los supuestos recitales a visitarla; ellas siempre insistían en ir ellas solas, por eso de que eran mujeres; hasta Sharpei se enteró después de un tiempo y las ayudaba a cubrir a su sobrina Nicolle.
La hermosa jovencita conoció a un apuesto hombre en uno de los bailes de beneficencia de su familia, un capitán llamado Massimo Moretti. El hombre solo puso sus ojos en ella y quedó perdido en sus hermosos ojos; tenía 20 años en ese tiempo.
El joven sabía que era el tesoro Windsor y no podía jugar con semejante ángel.
Esa noche solo se presentó ante ella en un mini descuido que la dejó hablar con otras señoritas. Tenía un vestido color rosa satinado, de mangas, tres cuartos, con un detalle de piedras en los hombros y un cuello redondo. La falda era larga y un poco suelta; tenía un cinturón en la misma tela y un bolso de mano plateado, con unas sandalias del mismo tono. La jovencita era una belleza única de esas que no necesitan un escote o algo corto para resaltar.
Vestido de Nicolle
—Buenas noches, hermosa señorita, si me permite me presento, mi nombre es Massimo Moretti y usted —dijo el joven perdido en el azul en sus ojos. Todas las otras niñas la veían con cierto reproche, ya que eran hermosas y sus vestidos dejaban ver más piel que el de ella que era totalmente tapado.
La jovencita miró su mano y sintió su corazón latir. El hombre era realmente una belleza y sus ojos eran grises y profundos, su sonrisa era radiante y a ella casi se le olvida cómo respirar.
—Ni Nicolle… Windsor, así me llamo. Dijo la jovencita, sonrojándose mucho ante tan guapo caballero.
Massimo solo sonrió al ver lo nerviosa que la puso.
—Eres por mucho la niña más hermosa del lugar —le regaló una sonrisa que le sacó un suspiro travieso a la jovencita.
—No es cierto, mira a esas niñas, están divinas, ¿por qué te acercaste a mí? Has visto sus vestidos todos cortos, ¿acaso perdiste alguna apuesta? La joven señala a las niñas de la fiesta y luego le sonríe.
—No perdí ninguna apuesta, tú no necesitas esos vestidos para deslumbrar, solo me hice una promesa al verte y fue que lograría obtener tu sonrisa solo para mí —respondió galante y ella solo sonreía.
—Quisieras bailar conmigo; realmente eres hermosa —Ella negó ante su pedido.
—Mi familia es un poco… protectora y si mi padre, tíos o hermanos nos ven te irá muy mal y no quiero eso —él sonrió con su respuesta.
—No sabes cuánta alegría me da saber eso; mi pequeña futura novia está bien cuidada. Las mejillas de la chiquilla se enrojecen. No era posible que le estuviera sucediendo.
—Mira, ya mi Tío se dio cuenta, te podrías alejar. — Pidió a la joven y él asintió.
—Lo haré, solo recuerda que nos volveremos a ver —le dio con disimulo una tarjeta y se alejó sonriendo como idiota. Nicolle no podía con tanta emoción; el hombre más guapo ante sus ojos la estaba cortejando.
Con el pasar de los días se fueron conociendo hasta volverse novios secretos. Él sabía que no la dejarían tener una relación por la edad, pero él no quería esperar para proteger a su pequeña Niki, como le decía, aunque igual la respetaba; era un ser tan dulce que debía evitar que cayera en manos perversas.
Nicolle era una novia perfecta, no tenía problemas con él porque no salía, no bebía, no se le veía con chicos, jamás le refutaba nada y solo asentía ante sus deseos; era el sueño de todo novio.
Ellos siguieron su relación en secreto; se veían escondidos con ayuda de su nana, en fiestas de sus padres o cuando ella acompañaba a su tío a la élite.
Massimo era un novio maravilloso, le regalaba flores cada vez que la veía, le obsequiaba peluches y era tan lindo con ella, que la pequeña no podía estar más enamorada.
—Hola, mi Nicki, ven, no puedo aguantar más sin besarte —pegó sus labios con los de ella y disfrutando de lo suaves que eran, él le dio su primer beso y fue tan especial como todos los que siempre les daba.
—También te extraño, hermoso, pero vine un momento con mi tío Enzo y debo retirarme —dijo alejándose un poco y el hombre miró a un amigo de él que se acercaba.
—Entretén al coronel Harrintong, dame unos minutos más —el hombre asintió e hizo lo que le pidió Massimo.
La dulce Nicolle tenía puesto un vestido de mangas largas con un cuello redondo y una camisa debajo que dejaba ver su cuello blanco. Era por debajo de sus rodillas y tenía unas medias panty con unos zapatos blancos de tacón medio.
—Aún no sé qué me ves. —Le preguntó Nicolle con hermoso puchero.
—Tu hermoso ser, tu sonrisa, tus ojos maravillosos, quisiera que tuvieras edad suficiente para hacerte mi esposa, pequeña Nicky. La jovencita solo suspiraba. Luego de unos minutos de besos salieron por separado. La jovencita guardaba distancia con todos y a nadie le daba pie y eso le encantaba a Massimo.
La jovencita y Massimo viven su amor como pueden; sin medida, a escondidas y con el miedo a que los descubran. A él no le importa, porque lo que más quiere es casarse, pero no dañaría su reputación jamás. Es un verdadero ángel.
Enzo llama a su sobrina y toma su mano mientras Massimo le tira un disimulado beso y la observa irse. Esa pequeña ha hecho estragos en ese hombre y él en ella.
Nicolle llega a su casa y su padre la rodea y la levanta. Es tratada como una niña delicada y frágil, todos en su familia la adoran, la joven los saluda y va a su habitación a preparar sus cosas para regresar a la sede de espías.
—Pequeña, ya te vas para el campamento, no sabes lo triste que me coloco cuando te vas —le dice su bisabuelo, abuelo paterno y la abraza.
—No tienes que ponerte así, abuelito lindo, luego regreso. —Los besos no paran y es igual con el resto de la familia; su madre y abuela la llevan al supuesto campamento que no es más que la organización donde presta servicios a su país y a muchos otros.
Nicolle en la sede es una de las más respetadas por todos. Es la más pequeña en edad y la más dulce, aunque es un verdadero demonio en el campo de batalla.
—Windsor, acérquese, necesitamos que hoy dirijas al equipo; el objetivo es sencillo: encontrar al senador y traerlo con vida; el resto debe desaparecer. Ordena su líder y ella asiente.
—Entendido, líder. Saluda y se retira. Camina hacia su grupo y habla.
—Atención, hoy yo seré la que los lidere; no quiero errores, demostremos que podemos, y el que no se apegue al plan haré que lo pague caro al regresar. Que mi cara dulce no los engañe —dice y todos le prestan atención. La jovencita les traza un plan, el cual ellos siguen al pie de la letra. Esta es una prueba; tienen a muchos elementos más antiguos cerca solo por si deben intervenir. Esta es la prueba de fuego de Nicolle: ya lleva casi dos años y necesitan ver si sacó el temple de su madre y abuela.
La joven está vestida de negro. El pasamontañas solo le deja los ojos y la boca al aire, el pantalón negro se ajusta perfecto y le da la movilidad necesaria, el casco le cubre la cabeza y el chaleco le da más seguridad.
Nicolle entra por el frente y divide su equipo de doce elementos en grupos de tres, cubriendo frente, costados y parte trasera.
La jovencita se dirige a la parte de arriba y junto a su grupo revisa cada habitación, asesinando a quien se le atraviese.
—Equipo Alfa, habitaciones principales despejadas, equipo bravo que revise parte trasera y sótano —informa Nicolle.
—Parte trasera y sótano despejado —informa el equipo bravo y así lo hacen los otros dos restantes.
—Shh, tú ve por allá y tú verifica allí; yo iré a la azotea —avisa y comienza a subir cuando ve cómo escapan los secuestradores. Los disparos comienzan y ella asesina a tres y corre por las escaleras. El secuestrador líder llega a la azotea y se para cerca de la orilla con el rehén a quien apunta en la sien. Un helicóptero se acerca a lo lejos y allí piensa escapar.
—Baja el arma o te juro que morirás —espeta Nicolle apuntándole al sujeto con su arma, pero el rehén está frente a él.
—No seas idiota, si te mueves le destrozo la cabeza —dice mientras el helicóptero se acerca cada vez más.
—Tranquilo, señor senador, míreme, está a salvo conmigo, usted confía en mí —le pregunta solo mostrándole ojos y boca porque el pasamontañas no deja ver más.
El senador asiente levemente y ella sonríe.
—No le des falsas esperanzas; él morirá —grita el secuestrador y ella se ríe.
—Lo diré una vez más: baja el arma y sálvate —dice y el hombre niega al sentir que el helicóptero está cada vez cerca.
—A dios, pequeña… —sonríe el secuestrador y Nicolle mira al senador a los ojos y le dice.
—Se le soltaron las agujetas, senador. El hombre baja la cabeza por una fracción de segundo y Nicolle dispara volándole la cabeza al secuestrador; el senador se tira al suelo y ella acaba con los del helicóptero; este gira varias veces y choca estallando.
Nicolle se acerca y todos los demás salen, incluyendo su líder.
—Excelente trabajo. Windsor, es usted la nueva líder del equipo —Ella saluda a su líder y todos regresan a la base donde su equipo la aplaude y ella solo asiente.
—Felicidades, jefa, —dice uno de sus amigos y ella asiente riendo. Ya se encuentran descansando, así que no hay necesidad de formalidades.
—Gracias, Alessio, pero ni crean que van a bajar la guardia conmigo; soy joven, pero pego duro —todos se ríen y ella solo asiente.
—Espero que puedas con este puesto —dice con algo extraño en su voz. Es obvio que está molesto con que esta niña haya logrado en tan poco tiempo y con tan poca edad lo que él no.
—Gracias, Francisco, pero créeme que estoy más lista que nunca —él la mira y se retira mientras sus amigos lo ven marcharse y juegan con su cabeza.
—Está celoso, tiene casi dos años aquí, él tiene más tiempo y más edad y no llegó a coronel; estamos contigo —dice Raúl a otro compañero y ella asiente.
—Sé que piensa que es por mi apellido, pero él sabe que aquí no miden eso, aunque es un poco extraño que con casi 17 años me coloquen en este puesto.
—La líder general tenía 17 cuando comenzó como coronel y con veinte ya era líder de sector; ahora es la líder general y no tiene treinta años. Aquí valemos por habilidad, somos una extensión de la élite, somos lo más —bromea una de sus amigas y ella niega.
—Sí, mi madre también lidera una parecida, como sabrán y hacen y deshacen a su gusto.
—Nicolle sonríe y ellos asientan con la cabeza.
—Por eso preferí a los espías que a la elite; somos asesinos de elite con licencia, sin la mierda honorífica ni protocolos absurdos —Daniel sonríe.
—Bueno, mucho hablar, a dormir, que su nueva líder es un ogro —expresa Nicolle y se retira.
Así, la joven, ya con casi dos años en los espías, fue ascendida a líder. Era algo apresurado y su madre lo vio peligroso.
La joven seguía con misiones en su equipo, pero regresaba a casa y seguía siendo la pequeña y dulce Nicole de moño alto y nada de maquillaje. Massimo no se imaginaba que su bebé fuera la sombra como le pusieron en la organización.
Nicolle sigue con su doble vida y esta vez está con su familia. Le tocó regresar a casa y ellos están más que felices por tenerla allí. La joven deja su maleta en la puerta y corre a los brazos de su abuelo Andrew. Este es el primero en recibirlo. Giran y ella le come las mejillas a besos, al igual que él.
Nicolle queda en los brazos de su abuelo como si fuera una niña pequeña; camina con ella mientras le habla como si fuera una bebé; su padre le abre los brazos y ella va hacia él.
—No, ya, por favor, deja de bailar, por favor, no te vayas más, la casa es oscuridad total sin ti —dice Nicolas y la abraza.
—También te extrañé, Papito, no sabéis lo mucho que me hace falta. Sus copias favoritas, como ella les dice, la abrazan a la vez; ella solo los envuelve y se ríe con ellos. Todos sabían que regresaba hoy y por eso estaban todos allí.
La mansión estaba llena de sus primos, hermanos, sus tías, abuelos, sus padres y Tomás, que era también su tío del alma, aunque no los uniera sangre. Lorenzo, Leonardo y Gino no la dejaban caminar; uno la soltaba y el otro la abrazaba. Nicolle solo se reía feliz.
La jovencita llegó con sus habituales faldas largas, sus medias panty debajo, zapato cerrado de tacón medio y su camisa manga larga abotonada hasta el cuello.
Por más ropa conservadora que utilizaba, seguía viéndose como diosa.
La madre, la abuela y las amigas de Lía no dejaban de abrazarlas; se la llevaban lejos de los chicos para que les contara todo, aunque solo Sharpei, Lia y Gia sabían la verdad.
—Bueno, bueno, qué haremos para celebrar el regreso de mi niña hermosa —dice Nicolás acercándose.
—No sé, Papi, una pijamada, ir al cine, o una visita a la ópera, podemos ver un recital —Nicolle lo abraza y él niega riendo.
—Se me olvidaba que mi pequeña es una dulce y tranquila jovencita —responde su padre y ella solo sonríe.
—Podemos comer gomitas mientras miramos alguna peli. —Proponen los gemelos.
—De acuerdo, pero mañana vamos a Zoo, hermanita, día de hermanos, vale… Nicole asiente feliz, y así pasan el día mirando películas y luego hace una barbacoa en el jardín. El teléfono de Nicolle suena y revisa el mensaje.
✓Muero por besar a mi hermosa novia.✓ Ella lo lee y sonríe disimuladamente mientras teclea.
✓Te amo, mi amor, también te he extrañado. ✓El mensaje se envía y ella sigue sonriendo junto a su familia. La dulce Nicolle es todo un personaje; solo su abuela, madre y madrina conocen su verdadero ser. Ella es hija de una arpía, como siempre dijo Lía.
Al día siguiente, Nicolle y sus hermanos van al zoológico; los tres caminan mientras tres guardaespaldas los siguen de cerca.
—Mira Niki, ese es un leopardo, no tengas miedo. — Le dice uno de los gemelos y ella queda encantada en el animal, los ojos y la manera en que muestra sus dientes la cautiva.
—Me da terror, mejor sigamos —miente y sus hermanos la abrazan para seguir su recorrido por los otros hábitats de los animales. Leones, elefantes, jirafas, tigres, hipódromos y una gran variedad de animales visitan estos tres hermanos.
—Me encantaría ir a ver a las mariposas —sonríe Nicolle y ellos niegan.
—Aburrido, pero como siempre anda y observa, tú y nosotros miraremos las serpientes y también al gran lagarto. Ellos están emocionados y ella lo hizo a propósito; lo conoce demasiado bien.
Los gemelos salen corriendo y los guardias también lo hacen; solo uno se queda afuera del gran invernadero lleno de flores y mariposas, lo que no sabe es quién está dentro de ese lugar.
—Mi Niki… — Massimo la gira en sus brazos y luego le planta un beso en los labios que la hace derretirse.
—No sabes cuánto te extrañe, cuánto desee verte; eres mi todo, chiquita —Susurra en sus labios.
—Y eso —pregunta emocionada al ver un regalo en sus manos.
—Esto es para el amor de mi vida; para que te lo lleves y lo tengas contigo siempre, será como llevarme a mí —Ella frunce el celo y abre la cajita de dónde saca un hermoso relicario. Tiene un diamante en medio y es realmente hermoso. Dentro hay una foto de ambos dándose un beso.
La chica se tapa la boca y lo besa. —Gracias, amor, está hermoso —Massimo al separarse le pide darse la vuelta para colocarle su collar.
—Ves, no es hermoso, tú haces ver hermosa a esta joya —Massimo le besa sus suaves labios; el amor que le tiene es tan inmenso que ni él mismo se explica que le hizo esa chiquilla.
—Moria por verte, mi amor…— Nicolle no puede estar más enamorada de él.
—Falta menos, cada vez hermosa, pronto gritaré que eres mi novia y luego te haré mi esposa; te amo demasiado. Se vuelven a fundir hasta que ella se da cuenta de que sus hermanos se acercan y se despide de su amor.
—Adiós, Massimo, eres mi vida. Se oculta el collar por dentro de su suéter y regresa con sus hermanos.
—Hablabas con alguien —preguntó uno de los gemelos, tratando de ver quién es, pero ya se esfumó.
—Un joven al que le encantan las mariposas y me pidió que le tomara una foto —mintió y ellos salieron abrazados, los tres con la jovencita en medio.
Así, poco a poco la relación entre ellos cada vez es más grande y más fuerte; para Massimo no hay mejor mujer que su hermoso angelito, su dulce Niki; ella es la esposa ideal, todo lo que un hombre desea y es todo de él.
Nicolle seguía surgiendo en la elite de espías; cada vez ganaba más logros y medallas. Era la más joven y la más letal, y esto, como en todas partes, le causa molestias a algunas personas.
Nicolle era la sombra, una asesina de elite con excelente puntería. A medida que pasaba el tiempo eran más los delincuentes que encarcelaban; era excelente líder y muy buena infiltrándose; toda su vida ha representado a la dulce Niki, así que ningún otro papel le quedaba grande…
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