En China, el gobierno regional de Henan está organizando un proyecto de saneamiento y para ello la empresa que piensan contratar les recomienda cambiar la tubería.

- Señor gobernador, para que el proyecto tenga efectividad a largo plazo con el control del salitre debido a la humedad generada del subsuelo, es recomendable cambiar la tubería de agua y desagüe, los tubos de concreto pueden presentar filtración con el paso del tiempo, y teniendo una población en crecimiento, el aumento de la presión aumenta el riesgo de filtración.

- ¿Me está indicando que ese problema es la causa principal del salitre? – intenta entender, pero en si le preocupa que el costo de la obra supere el presupuesto.

-  La humedad del subsuelo se alimenta con la humedad externa del clima y del riego, por lo tanto, al instalar una tubería moderna con tecnología avanzada, esa alimentación se verá afectada y el nivel del salitre irá  decreciendo. Por lo que el tratamiento a las bases de las construcciones serán efectivas al cien por ciento, el hormigón nuevo vendrá preparado para combatir el salitre.

- ¿Me puede usted hacer una demostración más gráfica del porcentaje de beneficio a largo plazo? – Necesita más información para poder tomar una buena decisión y disponer de otra manera los gastos.

- Si gusta, señor gobernador, le puedo mostrar una maqueta sobre nuestro sistema, para que sea lo más graficado posible, en cuanto al porcentaje de beneficio a largo plazo, el diagrama lo puede visualizar en las últimas páginas del informe.

El gobernador de la región en compañía de un ingeniero civil, siguen evaluando  la propuesta del contratista. En estos momentos se revisan los cuadros y se hacen análisis. Dado que es un proyecto de saneamiento para una región, el gobernador y el ingeniero no pueden tomar decisiones a la ligera, y tampoco dejar el trabajo a la primera contratista que se les presenta.

Tras una larga reunión de análisis, diagramas, han evaluado el costo del proyecto y el contratista salió de la oficina con el contrato firmado.

Dos semanas después, el gobernador de la región hace un comunicado que a las ciudades afectadas por el salitre se realizarán los trabajos de saneamiento, en adjunto envía un cronograma de fechas de trabajo. La primera provincia en ser atendida será Shangqiu al noreste.

Al día siguiente de la emisión del comunicado, la contratista da inicio al trabajo, primero clasifican los puntos de tránsito para los peatones, se aseguran del abastecimiento de agua en las construcciones y proyectan una desviación de las aguas residuales, pero la personas se han organizado para no estorbar durante las horas de trabajo. La compañía asegura a los trabajadores con sus equipos y posiciona las maquinarias, hacen una breve reunión con todo el personal y a las nueve de la mañana en punto se da inicio al forado para el cambio de tuberías.

La región de Henan es muy húmeda debido a sus numerosas lagunas, y gran densidad de áreas verdes, se puede decir que desde la vista aérea, la región es boscosa un 80%, por lo tanto la región es rica en humedad.

Conforme avanzan con los trabajos encuentran tierra húmeda y el ingeniero que guía a los obreros analiza el terreno y concluye que es más prudente que las tuberías sean más profundas para dar tiempo a esta capa de tierra de secar.

Los obreros siguen cagando por debajo de los tubos para poder trabajar y hacer los cambios, pero uno de ellos, llama a sus compañeros de trabajo y les muestra lo que encontró.

- Miren, encontré piezas de barro. –  se emociona como si hubiera encontrado oro.

Todos se maravillan al ver la pieza de barro.

- ¿Qué pasa allí? A trabajar. – los avistó el ingeniero – la obra tiene fecha de entrega.

- Señor, se ha encontrado resto de vasijas, tendría que venir un arqueólogo. – Le comenta un obrero.

- Pero ¿Qué dices? – eso no se lo esperaba.

- Señor, mire las piezas. – otro empleado le alcanza algunos pedazos.

El ingeniero observa las piezas, efectivamente son restos de vajillas antiguas. Lo piensa por un momento y habla con sus trabajadores.

- Sigan despejando la tubería, y solo excaven hasta dejar descubierta la tubería, ya no vayan más abajo. Debo hablar con el gobernador.

Los obreros van al pie de la letra con las órdenes del ingeniero. Mientras tanto, el ingeniero se comunica con el gobernador.

- ¡Aló! Ingeniero, dígame.

- El equipo de trabajo ha encontrado restos antiguos de vasijas. Vamos a tener que suspender la obra y que un arqueólogo haga su trabajo. – fue directo al grano.

- ¿Y la obra de saneamiento? – le preocupa más la obra por el presupuesto.

-Tendremos que hablar con el arqueólogo y con él llegar a un acuerdo considerando sus ideas para no perjudicar la obra de saneamiento y mucho menos los restos arqueológicos.

- Pondré un aviso de que se necesita un arqueólogo con carácter de urgencia.

- Ojalá se encuentre uno pronto, por lo tanto voy avanzando con los trabajos, esa tubería necesita ser reemplazada, la tierra está húmeda y eso no es bueno.

- Suspenda la obra. No tiene sentido avanzar. – siente un dolor de cabeza con ese percance.

- Señor gobernador, el arqueólogo no cuenta con herramientas para hacer los forados para las excavaciones, lo ideal es avanzar para que los trabajos arqueológicos avancen rápido y nosotros poder continuar con la obra de saneamiento. – fue la sugerencia del ingeniero – tenemos  que cumplir con el contrato con la contratista. – le recuerda al gobernador.

- Está bien. Pero no que vayan a dañar nada de los restos antiguos, de lo contrario el ministro de cultura nos puede sancionar.

- Al equipo de trabajadores les he dado la orden de excavar hasta dejar expuesta la tubería, más profundo de ello, no.

- Veremos cómo nos va con la búsqueda de un arqueólogo. Apenas encuentro uno le aviso para sostener una reunión.

- Me parece muy bien, señor gobernador. – intenta  animarlo para continuar la obra.

- Con esto, espéreme hasta mi próxima llamada. – no se le ve muy entusiasta.

- Listo. Así quedamos – el ingeniero queda conforme con el gobernador.

- Mañana se informará al ministerio de cultura, que estamos buscando un arqueólogo para salvar restos antiguos encontrados en las excavaciones del proyecto de saneamiento y que serán entregadas todas las piezas, esa será una cláusula del contrato. De

El primer día de avance de la obra de saneamiento ya tiene retraso, pero no puede estar de brazos cruzados, la tierra está húmeda, y dejar esos tubos viejos puesto que pueden ocasionar un forado gigantesco y un gran gasto de última instancia. Pero encontrar retos arqueológicos resultó ser algo no previsto.

La búsqueda de un arqueólogo no ha sido fácil, han necesitado una semana para encontrar un arqueólogo interesado en venir al lugar, nadie quería trabajar en medio de tuberías, en medio de una ciudad, con humedad y espacio angosto

 Se han presentado muchos profesionales de carácter selectivo al momento de observar la zona de trabajo, y todos ellos han expresado su incomodidad de trabajar  en un lugar tan reducido. El gobernador renunció a la idea de convocar un arqueólogo, dejó al ingeniero con la tarea.

El ingeniero pensó que sería inútil seguir convocando a profesionales tan exigentes, pero seguir con los trabajos y destruir vestigios históricos es un delito, y como profesional debe dar el ejemplo.

Cuando se creyó que no hay más profesionales interesados, aparece un joven que pide permiso para ingresar.

- Señor ingeniero Chan, he venido por el anuncio en el que buscan un arqueólogo.

- Pase, tome asiento. – lo atiende bien con la esperanza de que sea el indicado.

- Gracias. – se muestra muy gentil – mi nombre es Lin Kong, soy licenciado en arqueología e historia.

- Señor Kong, cómo ingeniero civil que soy, estoy en un proyecto de saneamiento, en las excavaciones los obreros han encontrado piezas de cerámica. Queremos contar con su apoyo para que se extraigan todas la evidencias sin ser dañadas.

- Entiendo, ¿Puedo ver las piezas?

- Sobre mi escritorio de campo están, por favor acompáñame.

  El licenciado Lin Kong sigue al ingeniero Chan. Al llegar al lugar, el ingeniero le explica y le muestra el lugar donde se hallaron las piezas, luego lo invita a su mesa de trabajo de campo. Para el licenciado no hay inconveniente, pero solicitó un permiso para comunicarse con su equipo y explicarles en qué consiste el trabajo. Unos minutos después llegó el veredicto, el licenciado acepta el reto de trabajar allí, en esas condiciones, es más, su equipo también acepta trabajar con tal de salvar un pedazo de historia del país.

El ingeniero le dio la mano al licenciado y llamó por teléfono al gobernador para cerrar el contrato. Esa misma tarde, el gobernador y el licenciado cerraron el trato.

- Bienvenidos y gracias por apoyarnos.

- Gracias por la oportunidad, es un honor para mí trabajar para usted.

- Entonces cuento con tu apoyo a partir de mañana.

- Mi equipo piensa venir hoy, y ayudar lo más que se pueda.

- Estupendo. Le diré al ingeniero que te lleve al lugar.

Ese único arqueólogo, mostró agradecimiento por la oportunidad de trabajar, al volver a la zona de trabajo, el ingeniero, lo recibe como uno mas del equipo. Luego al licenciado le devuelve los pedazos de cerámica para dar inicio a su trabajo. El licenciado observa detenidamente las piezas, de su mochila, sacó un pincel y un pedazo de papel toalla.

-¿Puedo limpiar aquí las piezas? Necesito ver los detalles de la decoración para estimar de qué época proviene.

- Sí, claro. – el ingeniero le concede el permiso – Tengo curiosidad de saber un poco.

- Prometo dejar limpio su escritorio.

El arqueólogo coloca el papel toalla sobre el escritorio, y con su pincel, limpia las piezas de toda costra de tierra. Después de limpiar las piezas, intenta ensamblar las partes y explica que el diseño decorativo pertenece a la distancia Song, pero que la calidad de la cerámica ya era usada en la época de la dinastía Han.

- Increíble. – el ingeniero no pensó que fuera tan antiguo.

El licenciado limpia el escritorio y pide permiso para bajar al forado.

- Si me permite, quiero bajar para seguir buscando hasta que venga el equipo y se instalen la tienda de trabajo.

- Adelante, el campo es suyo.

El licenciado Kong baja por formado, saluda a los obreros, se presenta y todos vuelven a trabajar. El licenciado limpia la basura. Basura ese es el término técnico que los arqueólogos usan cuando se refieren a la tierra, piedras que se remueven para despejar el área y extraer las joyas, que son las piezas antiguas.

Poco a poco se van rescatando muchas piezas, el espacio no es mucho, pero con la ayuda de su equipo, hicieron mucho hasta el atardecer.

Al día siguiente, el equipo trabaja y el licenciado limpia las piezas y las va estudiando. Los empleados del proyecto de saneamiento avanzan y conforme avanza el equipo del licenciado se cambian las tuberías.

El licenciado y su equipo se turnan para cuidar la carpa, los equipos no pueden quedar solos y menos dónde hay tantas maquinarias. Las noches en que el licenciado va a su departamento, pasa a limpio sus apuntes, de su celular plasma en papel las fotos, es detallista en sus dibujos, usa muy bien los colores.

A la semana, llaman del ministerio de cultura al arqueólogo, puesto que el gobernador movió sus contactos para que todo quede legal.

- ¿Licenciado, Kong? Buenos días, soy el secretario del ministerio de cultura.

- Buenos días, señor secretario.

- Licenciado Kong, en vista que lleva trabajando una semana a pedido del gobernador ¿Hay la posibilidad de recibir un informe de avance?

- El informe de la primera semana está casi listo ¿Me puede agendar una cita para el día de mañana?

- Mañana…, a ver,… si, es posible a las tres de la tarde.

- Así quedamos, señor secretario. Mañana a las tres de la tarde estoy allí con el informe.

- También quiero saber si hay la posibilidad de poder ver algunas piezas y contactar a un historiador para que lo ayude con las investigaciones.

- Hemos encontrado varias piezas.  Estaré con todo el material disponible en su oficina.

- Perfecto, lo estaré esperando.

El arqueólogo Kong, trabajó hasta tarde para tener todo el informe listo y las piezas debidamente envueltas y encajonadas para ser transportadas en una camioneta dispuesta por el ministerio.

En el edificio, mucha gente estaba en la espera de las piezas para recibirlas y transportarlas a una sala que será  destinada para la exposición. El ministro está en su oficina esperando sostener la reunión con el licenciado, está ansioso por conocer el informe y contratar a un historiador competente para ayudar con las investigaciones.

Los trabajos de saneamiento avanzan según lo planeado, las tuberías son cambiadas con éxito. Los trabajos de arqueología se han intensificado, el gobierno nacional ha dispuesto de más ayudantes para no retrasar el otro proyecto que también es importante, con tanta gente trabajando, dos turnos de diez horas, el avance es notorio.

Cada día encuentran algo que sorprende, están descubriendo una  estructura, en pocas palabras una ciudad perdida. Los ingenieros se ven obligados a cambiar rumbo del proyecto y  se tiene que ampliar el forado, para profundizar las excavaciones. El trabajo de saneamiento se tuvo que suspender hasta que los ingenieros encuentren otra manera de trabajar sin afectar la arqueología.

El gobernador regional, está recibiendo apoyo del gobierno nacional, puesto que encontrar una ciudad perdida fue algo fortuito y que de alguna manera está perjudicando.

Los trabajos continúan, el licenciado Kong descubre que no es una cuidad propiamente dicha sino más bien un cementerio de nobles. Muchos fardos funerarios son desenterrados, pero el problema es que la presencia  de la humedad puede haber causado daños y un estudio forense sería complicado por no decir inútil.

También se han encontrado restos humanos que, dadas sus condiciones revelan que su estatus es bajo o que cumple una función, como se creía en ese tiempo, para que cuide del personaje importante, pero las excavaciones siguen revelando cosas, al lado de los muertos hay armas, vasijas con comida y hasta restos de finos tejidos.

- Señor Kong – un ayudante lo busca – mire encontré algo de metal, parece ser un medallón.

- Déjame verlo – se aproxima al hombre – eso sería muy interesante – toma el objeto entre sus manos – está  deteriorado, lo mandaré a limpiar con un especialista. Siga buscando y avíseme. – le ordena.

- Si, señor.

A los pocos minutos, dos hombres están en la carpa buscando al licenciado Kong.

- ¡Señor, señor! – exclama uno,

- ¿Qué sucede? ¿ Pasó algo malo? – le preocupa la situación de los hombres, llegaron corriendo.

- No, señor. – contestó  el otro – pero hemos encontrado los restos de un hombre alto y con armadura.

- ¿Armadura? ¿Están seguros? – le parece extraño que algún guerrero de la dinastía Song haya Sido enterrado con su armadura.

- Si señor, venga. – comentó  el primer hombre – el cuerpo y la armadura están completos.

Esto era algo muy bueno de ver. Tener un cuerpo con toda su armadura sería algo muy interesante. Puede que sea un guerrero muy importante, pero si era importante ¿Cómo lo supieron los ayudantes? Los personajes importantes siempre tenían su funeral, eran bien protegidos sus cuerpos ¿Se habrá dañado la protección? ¿Los ayudantes se han despojado de la protección para ver de qué se trataba? El arqueólogo tenía que ver primero, antes de sacar conclusiones.

Al llegar al lugar, el arqueólogo desciende por la rampa provisional y puede llegar hasta el cuerpo.

- Mire. – le habla uno – Tal cual como le dijimos.

- Es extraño, un militar así, debió ser sepultado con honores. A menos que haya sido castigado con la muerte, o que tenía una grave enfermedad.

- Pese a la humedad, se ve en buen estado. – comentó el otro.

- Sáquenlo con cuidado, si necesitan más ayuda, solo pidan. Haré un espacio en la carpa para que puedan colocarlo.

- Sí, señor.

Los ayudantes se esmeran por remover el resto  humano sin que se muevan las piezas y para ello piden ayuda, lo hacen a un ritmo lento, arman una superficie y lo van encajando hasta que quede listo para su levantamiento. Por su parte, el arqueólogo hace espacio y reordena la carpa para que el cuerpo pueda mantenerse entero sobre la mesa, facilitando su estudio.

El cuerpo llega, y Lin Kong prepara sus herramientas para practicar una limpieza y todo pueda quedar listo para estudiar.

Alguien entra a la carpa.

- Señor, el cuerpo está aquí.

- Perfecto, póngalo sobre la mesa… aquí – los va guiando – despacio , cuidado con chocarte puedes caer… perfecto, despacio, tomen su tiempo… eso es, ya casi toca la mesa… despacio… un poco más  al centro, muy al filo no… eso, es muy buen trabajo chicos. Es una hermosa pieza.

- Nos estamos retirando, con permiso. – comenta un trabajador.

- Gracias a ustedes por su buen trabajo.

- Señor, - comenta otro trabajador - ¿Hemos perjudicado mucho a la obra de saneamiento?

- Ellos comprenden que el trabajo de arqueología toma tiempo, pero ustedes lo han hecho bien.

- Gracias.

- Cualquier cosa, me avisan. Está noche hago yo la guardia.

- Lo diré con los demás.

El arqueólogo esta feliz con el cuerpo entero de un guerrero, está muy bien conservado, pese al estar expuesto a la humedad. Quizás no sea tan antiguo pero con la debida limpieza todo será revelado.

La noche cae rápido, el cielo está muy oscuro, casi negro, la obsesión del arqueólogo por tener limpia las piezas se interrumpe cuando el jefe de los, obreros se despide.

- Señor, soy el último en irme, pero antes quiero dejarle su cena.

- ¡Oh, gracias por la cena! ¿Todo bien?

- Si, señor – pero el tono de inseguridad llama la atención.

- ¿Seguro? – quiere la información, pero sin intimidar.

El hombre se toma unos segundos.

- Es que la niche vino rápido, fue repentina la oscuridad, el cielo está negro y el silencio es abrumador ¿No quiere que se le acompañe?

- ¿Oscuridad repentina? – le parece raro.

- Si señor, cuenta una leyenda que eso es señal de mal augurio.

- ¿Tú crees esas cosas? – el arqueólogo se muestra escéptico.

- Las leyendas se transmiten de generación en generación, son cosas que fueron observadas y vividas.

- Tengo mucho trabajo, necesito avanzar porque se viene la fecha límite de permanencia, los, obreros de saneamiento deben reanudar su trabajo.

- ¿Seguro que podrá usted solo? – el hombre es muy creyente de las leyendas.

- Es solo una leyenda, no más para darle un toque místico a la historia.

- Bueno, señor. Con su permiso, yo me retiro.

El hombre se fue, y el arqueólogo sale a tomar aire fresco y efectivamente el cielo está muy oscuro para ser las siete de la noche, el silencio es abrumador como cuando uno está solo en el cementerio o de supervivencia en el desierto. Las palabras del hombre lo dejan pensando, pero sacude su mente y vuelve a la carpa, es hora de comer la cena y estar recargado para una noche de intenso trabajo.