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La Elegida De La Noche

“Un mal día.”

-Hoy ha sido un pésimo día la verdad – les cuenta Emily a sus amigos – se suponía que tenía que entrar a mi turno a las 07:00 am, pero que creen, mi despertador no sonó y llegué una hora tarde, Ralf casi me despide, me redujo el sueldo y me supo a limpiar los excusados de los baños, luego a una señora no se le ocurrió mejor idea que llamar a mi jefe para quejarse de que no sonreí lo suficiente al atenderla, ósea quien se queja por eso – concluyo Em indignada -.

-Definitivamente hoy no es tu día amiga. -aseguró Lizzie, su mejor amiga –

-Claro, pero para tu suerte o desgracia, nos tienes a nosotros, y si tu quieres yo le puedo tirar una piedra al parabrisas de ese zorro de tu jefe Ralf – declaró Matt, su mejor amigo –

-No le vendría mal a esa rata explotadora, pero no gracias, la vida ya se lo devolverá con creces, además ustedes ya me han ayudado suficiente al invitarme a tomar un helado, tengo muchísima suerte de tenerlos a ambos. – dijo feliz Emily, sus mejores amigos siempre acudían a su rescate cuando su jefe se pasaba de la raya con ella, desde hacía muchos años era así. A Lizzie la conoció primero, la encontró en el baño de la escuela llorando, cuando la que ella creía ser su mejor amiga la había traicionado y había publicado fotos de ella en ropa interior en toda la escuela, desde ese día comenzaron a hacerle bullying a Lizzie, pero desde ese día Emily y Lizzie se hicieron las mejores amigas defendiéndose mutuamente de los acosadores de la escuela. Uno año después conocieron a Matt, cuando ellas volvían para sus casas uno de los acosadores de la escuela intentó propasarse con las chicas en un callejón oscuro, apareció Matt como un ángel guardián a defenderlas, luego las acompañó a ambas a sus casas, luego de eso lo encontraron en un parque solo, se le acercaron y ahí comenzó su amistad que más tarde se volvió algo inquebrantable para los tres.

- ¿Em?, ¿está todo bien? - preguntó Matt – te nos fuiste por un momento.

- Ah, sí perdonen, estaba recordando cuando nos conocimos...

- ¿Que loco no?, ya han pasado casi cinco años desde que somos amigos los tres – comento Lizzie-

-Si, de los mejores momentos de mi vida- repuso Em – de verdad los amo – luego miró asombrada la hora en su celular- ¡chicos!, miren la hora que es, se nos hizo demasiado tarde – declaró mientras se levantaba y recogía sus pertenencias –

-Se nos ha ido el tiempo de las manos – dijo Matt mientras acababa su helado de chocolate – vamos las acompañó a sus casas.

-No se hagan problemas chicos yo voy sola, ustedes se tienen que ir hacia el lado contrario, les tomaría el doble de tiempo llegar a ustedes, de verdad

-No es ningún problema Em, serio. – declaró su mejor amiga.

-No hace falta de verdad, llevo gas pimienta en mi bolso, además tomaré un atajo, y les avisaré apenas llegue, ustedes también avisen cuando lleguen a sus casas – dijo firmemente Emily mientras ya se iba yendo –

La noche estaba muy tranquila en Clouwood, la cuidad en la que nació y creció, como no hacia frio como normalmente lo hacia en esa ciudad, iba de una musculosa blanca con maripositas bordadas, una pollera de jeans y unos borceguís negros, los cuales eran muy cómodos y por ellos los llevaba para trabajar. Em aprovechó que había poca gente en la calle para pasar por el callejón que usualmente suele evitar, pero esta noche no se sentía preocupada por ello, sus amigos la habían distraído de sus problemas frecuentes y se sentía mucho más tranquila. Al entrar en el callejón sintió de repente un olor bastante fuerte que no supo descifrar cual era pero era demasiado repugnante así que acelero el paso, ya se estaba sintiendo bastante paranoica de nuevo, y justo cuando creía que ya salía de ahí, una figura de un hombre muy corpulento se paró en medio de su camino pero no se movió en absoluto, esto la alarmó, porque si fuera un simple transeúnte seguiría su camino, pero solo estaba ahí,, observándola, por lo cual decidió pegar la vuelta, al volverse, el mismo tipo estaba parado enfrente de ella, tan cerca que pudo ver su rostro, tenía sangre alrededor de su boca y una sonrisa que la asustó pero lo que realmente la asustó fue ver sus ojos, eran de un rojo muy fuerte, nunca antes había visto algo igual.

-Por favor, no me hagas daño – suplicó Em con voz trémula –

-Tranquila – respondió el tipo de los ojos rojos con una voz gutural y un aliento que le atravesó las fosas nasales a Em – no te hare daño, solo tengo hambre, y tu serás mi cena – concluyo el demente antes de saltar sobre Em –

- ¡Ayudaa! – grito fuertemente Emily antes de que el tipo saltara directo a su yugular.

De repente sintió que alguien la empujaba, al abrir los ojos vio a un chico de cabello negro como la misma noche, y unos ojos azules como las profundidades del mar con la tez tan pálida como la suya, él se puso entre medio de ambos.

-Déjala ir – lo escuche decir, su voz era suave, casi melodiosa pensó.

- No deberías meterte en lo que no te incumbe Evans – dijo amenazante el matón.

-Pues sí me incumbe, ella pidió ayuda y yo se la voy a dar, además no me gustan los tipos como tu – declaro mi salvador – así que déjala ir o tendremos que hacer esto por las malas.

-Te crees mucho ¿no?, pues tendremos que hacerlo por las malas, luego cenaré en paz. – murmuró el matón luego de lanzarse sobre mi defensor, le sacaba por lo menos dos cabezas, yo estaba segura de que terminaría siendo la cena esta noche, eso y sin mencionar sus ojos rojos.

-Por favor no pelees, te lastimara, mejor huye tú y llama a la policía – le rogué a mi salvador, por mucho que le temiera a ese tipo, no iba a permitir que lo mataran por defenderme.

El solo se volteo a verme, me dedicó media sonrisa que me pareció un tanto petulante pero igual de hermosa.

-Mejor huye tú, puedes salir más herida de lo que ya estás -  dijo mirando mi cuello – al bajar la mirada hacia mi cuello vi que chorreaba sangre, saque rápido mi celular para verme mejor y note que tenia dos orificios por los que salía la sangre, aterrada por recién notarlo me voltee a ver al matón que me había hecho esto, el estaba agarrando del cuello a mi salvador el tan Evans, pero este ni siquiera se defendía, de pronto el loco matón saco un par de colmillos con los que intento clavarlos a mi salvador, pero este, con una gran destreza y fuerza sobrehumana, lo tomo por el cuello, le saltó encima y le rompió el cuello, este, cayó inerte al suelo, luego mi salvador se le acercó lentamente al cuerpo y de una patada le arranco la cabeza y ahí note que los ojos del chico que acababa de salvarme la vida también se habían transformado en rojos y sus colmillos habían hecho acto de presencia.

- ¿Pero ¿qué has hecho? – susurre llevándome las manos a la boca.

- Es un vampiro y esa es la única manera de matarlos – dijo simplemente, dejándome en shock, pero en el fondo lo sabía, al ver sus ojos rojos y esos colmillos.

-Pero tú también eres uno como el ¿no? – pregunte algo temerosa.

-Lo soy, pero no me compares con ese tipo – luego me tomó de la muñeca y me sacó del callejón –

- ¿A dónde me llevas? – atine a preguntar

- Lejos de este lugar, seguro que no estaba solo, y antes de irme debo dejarte en un lugar seguro. – declaro mi vampiro salvador

- ¿Asique no vas a comerme también? – pregunte todavía temerosa – esté al escucharme preguntar eso se paró en seco y se giró a verme.

- ¿Por qué te salvaría para luego comerte?, ¿no te parece algo ridículo? – pregunto con algo de ironía cargada en su voz

- Supongo que tienes razón, pero ¿a dónde iremos?

- Te llevaré a tu casa, no es seguro que vuelvas sola. -  exclamó el vampiro.

- De acuerdo, solo porque me salvaste y confío en que no vas a comerme, pero ¿me podrías decir al menos tu nombre? – pregunto curiosa Emily

- Tienes razón, no me he presentado. Soy Jackson Evans, es un placer – se presentó cortésmente Jackson.

- Un placer Jackson, mi salvador, yo soy Emily Harrys.

*Al llegar a la casa de Emily*

- Bien ya llegamos – dijo Em

- Perfecto, ahora debo irme – el vampiro hizo el amague como para ya irse a su casa, pero Emily lo detuvo.

- ¿No es peligroso que te vuelvas tu solo?, dijiste que quizás ese tipo no andaba solo, tal vez deberías esperar hasta el amanecer para irte – dijo ella nerviosa, el vampiro le provocaba eso, era muy bello al igual que peligroso, pero no deseaba que le ocurriera algo malo por culpa de ella.

- Sería más peligroso para mi andar fuera de casa en el amanecer que esos tipos, créeme.

- ¿De qué hablas? – pregunto Em – él la miró a los ojos y por alguna razón suspiro

- Los vampiros no toleramos la luz del sol, si salgo de día, podría morir quemado vivo, si así se le podría decir – confesó Jackson

- Entiendo – dijo Em – entonces es mejor que te vayas ahora, ya están por salir los primeros rayos de sol y no quisiera que te quemaras – le confesó al vampiro – por cierto, no te lo he dicho, pero muchas gracias por salvarme esta noche, de no ser por ti, esta noche habría sido la cena. – le agradeció sonrojada Emily.

- No hay de qué, pero tal vez deberías evitar esos callejones y más cuando es de noche y no hay ni un alma por las calles – le respondió Jackson, se sentía raro, nunca antes se había relacionado tanto con una humana y además ella no le temía, sino que también se preocupaba por él

- Por favor, Jackson, acepta esto de mi parte, como agradecimiento – dijo ella entregandole un collar que llevaba puesto, tenía la forma de una mariposa, mitad roja, mitad azul.

- No creo que sea neces… - ella lo interrumpió, le tomó la mano y colocó el collar en su palma.

- Por favor, no sé si te volveré a ver, y por si acaso me gustaría que lo conserves – pidió Em de corazón- a lo que Jackson asintió con la cabeza, le agradeció por ello y se fue.

 

“Celos e Incertidumbres”

Amigo, que tienes, ya llevas varias semanas observando ese collar – apuntó el mejor amigo de Jackson - ¿no será de alguna novia tuya verdad?, si es así, no me opongo, pero, ¿Por qué aún no la he conocido? – recrimino a su amigo.

- Cállate Nick - gruñó Jack – no tengo ninguna novia, lo sabes bien.

- Pero aún no me has dicho de quien es ese collar que tan pensativo te tiene, y no me vayas a mentir, se nota de leguas que pertenece a una mujer – señaló Nick

- Lo es – suspiró Jack, no quería tener que contarle a su amigo de Emily, lo amaba, ya que habían estado juntos durante muchas décadas, eran casi como hermanos, pero a veces solía ser muy impulsivo. – Una chica me lo dio por haberla ayudado con algo – dijo simplemente.

- Vaya…, ¿y se puede saber con que la has ayudado exactamente para que te ofreciera ese collar? – pregunto perspicaz Nick.

- Le salve la vida de un vampiro mundano que quería cenarla.

- Pero para que un vampiro haya querido besarla ella debería ser humana – miró a Jack buscando respuestas y al notar que este huía de ellas, lo entendió todo - ¡Salvaste a una humana de un vampiro! – al no obtener respuestas de su amigo prosiguió - ¿desde cuándo te interesan los humanos como para salvarlos?, y todo esto me lleva a pensar que, si ella te dio ese collar como obsequio por haberla salvado, debe de decir que no te teme o no descubrió lo que eres. – Jack resignado por la deducción y astucia de su amigo decidió contarle lo que pasó.

- Asique aquella chica no tiene miedo de ti, aun sabiendo lo que eres – dijo asombrado Nick luego de que Jack le relatara los hechos - ¿asique por eso te la pasas mirando ese collar?

- En parte si y en parte no, esto sin duda me recuerda a ella ¿sabes?, es algo parecida a mi supongo, tiene el cabello de color negro como el abismo e igual de largo y sedoso, su piel es blanca como la luna y tiene dos bellos ojos como estrellas, como si fueran dos faros azules que te guían por donde ir y te insta a seguirla, asique si me recuerda un poco a ella, pero también me hace sentir de manera rara el collar, como si me estuviera tratando de decir algo, pero no entiendo muy bien el que.

- Tal vez te está diciendo que la busques, no todos los días te encuentras con una humana que no le teme a los vampiros – aconsejo Nick.

- No estoy muy seguro de eso amigo – dudo Jack – tal vez esté mejor así, sin saber nada más sobre nuestro mundo sobrenatural.

Nick intentó sacarle el collar que tenía Jack puesto en el cuello, y este al defenderse te tropezaron con los muebles de la sala y tiran accidentalmente la cortina que los protegía de la luz solar, al hacerlo, Nick comenzó a gritar de dolor, pues se estaba quemando vivo, por lo que rápidamente se refugió tras un mueble, pero lo que realmente lo dejo shockeado fue que Jackson estaba parado frente a la ventana sin ser dañado por los rayos del sol, estaba intacto.

- ¿Cómo es esto posible? – susurro impactado Nick

- No tengo la menor idea amigo, esto nunca antes me había sucedido – luego ambos de repente miraron el collar, el cual brillaba.

- Creo que después de todo si vamos a tener que visitar a esa amiga tuya – dijo riendo Nick

- ¿Vamos?, si voy, voy solo hermano, no vaya a ser que la asustes.

- ¡Oh vamos hermano!, si no la asustaste tu que eres tan serio y reprimido, ¿crees que lo hare yo?

- Justamente por eso lo decía – puntualizó Jack

- ¿Y si no era una simple humana y en realidad salvaste a una bruja?

- Lo dudo, una bruja habría podido defenderse de ese vampiro mundano, además jamás me regalaría este collar a mí, a un vampiro, no te olvides que gracias a los de nuestra raza las brujas nos odian a muerte.

- Es lo que pasa cuando masacrar a todo un pueblo de ellas, tienes razón. – concluyó Nick – pero yo también deseo verla, quiero saber quien tiene tan loco a mi hermanito además de porque poseía semejante collar. – Jack tan solo asintió, sabía que, si eso era lo que su hermano se proponía, nadie se lo sacaría de la cabeza.

- De acuerdo, pero no vayas a ser indiscreto con ella, trátala bien y no puedes suponer que es una bruja, ah, y déjame a mí la charla de adultos, ¿está claro hermanito? – dijo firmemente Jack.

- De acuerdo aguafiestas.

 

*Ya fuera de la casa de Emily por la noche*

-Enserio Matt deberías usar traje, seguro te quedará muy bien – dijo Emily mientras acompañaba a su amigo hacia la salida.

- No lo sé, ya veremos eso – respondió Matt mientras ya salía de la casa de Em.

-Creo que sobramos aquí – murmuró mientras codeaba a Jack que los miraba como si fuese a degollar a alguien.

- Cállate Nick, creo que fue una mala idea venir hasta aquí – dijo algo celoso Jack, el no era una persona insegura de sí mismo, es más, estaba al tanto del efecto que causaba con las damas, pero al ver a Emily junto a ese chico no lo dejaba indiferente, no había comparación claro estaba pero el chico tenía buena apariencia, era alto, cuerpo atlético como el suyo, tenía el pelo rubio con leves ondas rebeldes y unos ojos verdes esmeraldas que al parecer solo estaban dedicados a Emily, lo cual le frustraba, pero más le frustraba el que eso le importara, él nunca había sido así.

Emily de pronto se sintió muy observada, se giró a ver, pero no había nadie, así que decidió entrar a su casa, debía prepararse para ir a trabajar.

- ¿Se puede saber porque carajos me has arrastrado de ahí? – reclamo atónito Nick. – su amigo se había comportado de una manera bastante extraña.

- Estaba con gente, otro humano, el cual no debería vernos, no podemos tener relación con ellos. – mintió Jackson.

- Lo que tu digas, mejor tratemos de investigar un poco acerca del collar. – Nick intuía la razón por la que se fueron así, pero se la dejo pasar por esta vez.

 

*Con Emily*

Por fin ha acabado este día, se me ha hecho eterno, ahora solo me queda cerrar el local.

- Em, por favor, ¿podemos hablar? – suplico un chaval

- No tengo nada que hablar contigo Trevor, te he dejado las cosas muy claras la última vez que nos vimos – replicó Emily furiosa, Trevor había sido su novio en la escuela, pero terminaron luego de que ella se enterara de que el se revolcaba con cualquiera que se le cruzara, además divulgaba cosas de su privacidad con sus amigotes y por esa razón empezaron a acosarla y Trevor no se quedo atrás, siempre la buscaba y trataba de que ella volver con él, aunque ella no quisiera.

- Te prometo que esta vez todo será distinto Em – rogó Trevor mientras se acercaba lentamente.

- Te he dicho que no Trevor, ¡asique ya lárgate de una vez! – grito Emily.

De pronto la puerta del local se abrió y entro un chico, tenia el cuerpo atlético, su cabello era de color negro azulado, bastante raro pero magnético, su rostro era anguloso, su forma ya de por si era atrayente, sus labios eran super carnosos provocando muchas sensaciones solo con verlos, pero sus ojos del color del cielo de Bilbao, en los días de niebla tenue me hipnotizaron por un momento, haciéndome olvidar por un segundo donde estaba y con quien me encontraba.

Trevor al notar mi estupor y/o fascinación por el sujeto que acaba de entrar decidió entrometerse sacando malas conclusiones.

- ¿Por eso no quieres volver conmigo?, ¿Por qué ahora te estás revolcando con este cretino? – grito Trevor muy fuera de sí.

- Aquí el único cretino eres tu Trevor, lárgate de una vez – masculle llena de odio.

- Creo que deberías hacerle caso a la señorita – dijo por fin el extraño, pero había burla en su voz, como si todo esto le divirtiera o le causara placer.

- Tu no tienes vela en este entierro – repuso Trevor jalándome del brazo, pretendía llevarme a la fuerza de ese lugar.

- Suéltame Trevor, me lastimas – pidió Emily mientras en vano trataba de liberarse.

De pronto el extraño con una increíble velocidad se posicionó entre Trevor y Emily.

- Es de mala educación tratar a una dama así – dijo el extraño mientras colocaba una mano sobre el brazo que retenía a Emily, a los segundos Trevor comenzó a gemir y luego a gritar hasta que la soltó. Una vez libre Emily corrió hacia la cocina, y regresó cuchillo en mano.

- ¡Espero que esta sea la última vez que vea tu asqueroso rostro!, sino a la próxima que te me acerques o intentes hablar conmigo, cortaré tu lengua y luego te la haré tragar, ¡lo juro Trevor, no me pruebes! – amenazó Emily a los gritos.

Trevor salió huyendo del local despavorido, y el extraño que la había ayudado estaba a tres pasos de ella riéndose.

- ¿Qué te causa tanta gracia? – preguntó molesta Emily, a lo que el extraño la llevó junto a un espejo de cuerpo y ella pudo ver la impresión que daba, tenía los pelos alborotados por el jaleo de Trevor, estaba con un cuchillo a mano y la mirada de una loca.

- Tienes razón – dijo Em sin poder contener la risa – Por cierto, muchas gracias por tu ayuda, sé que no debías, pero gracias por quedarte… ¿cómo te llamas por cierto?

- No hay de que, nunca me viene mal un poco de acción, y soy Alexander Hamilton – Alexander tomó la mano de Em y la beso en el dorso, lo que hizo que Em se sonrojara – es todo un placer, ¿señorita…?

- Emily Harris – se presentó ella con una leve inclinación de cabeza, lo cual hizo sonreír a Alexander. – por cierto, ¿gustaba de algo del local?, me temo que ya hemos cerrado, pero por ser mi héroe hoy, le puedo invitar un café, si gustan claro.

- Usted es muy amable, pero a mi no suelen llamarme héroe, es más bien lo contrario, pero no se preocupe más por mí, mejor cierre rápido el local y vaya a la seguridad de su casa, ¿Quién sabe qué clase de demonios se ocultan fuera?, y por lo de la oferta de café, no se preocupe, vendré pronto a tomar uno con usted. – luego se despidieron y se marchó del local, dejando a Emily muy desconcertada.

*Llamada telefónica de Alexander*

- Phil, ¿ya has hecho lo que te pedí?, fui al lugar que me dijiste y ahí no había ningún vampiro, espero que a la próxima me des bien la información y dejes de hacerme perder el tiempo, sino será a ti a quien le clavó los colmillos, luego de matar a tu querida madre.

“La leyenda..”

Jack, creo que tienes que ver esto – comenta Nick enseñándole su hallazgo en la computadora – esta relacionado con el collar. – Jack rápidamente se posiciono a su lado.

- Esto es una simple leyenda, no creo que pueda ser cierto – respondió Jack medio incrédulo.

- Yo creo que ya es hora de que visitemos a tu amiguita humana, han pasado varios días ya desde la ultima vez que la vimos.

- Espero que no tome a mal nada de esto – suspiro Jackson, la verdad tenía muchas ganas de verla, pero sentía que se estaba por meter a su vida de manera muy brusca y el solo deseaba que ella viviera una tranquila vida como humana. – esta bien, esta noche iremos y hablaremos con ella, pero en el caso de que no quiera saber nada de esto, no insistiremos y nos iremos de inmediato, ¿de acuerdo?

- Que si hombre, ya se cómo es esto.

 

*Mientras tanto con Emily*

 

- No lo puedes estar diciendo en serio Em – farfullo Lizzie

- Es que realmente no tengo muchas ganas de ir, hace tiempo que deje la Universidad, e ir allí donde estarán todos… no se la verdad.

- Es solo una fiesta del campus Em, nadie se dará cuenta, además estarás conmigo y Matt, los demás seguro estarán ocupados viendo quien se embriaga mas o quien se acuesta con mas de las porristas, tu tranquila. – animo Lizzie, quería hacerla salir a Emily de casa, ya que su único pasatiempo era trabajar y estar en casa, no es muy normal para una chica de 18 años.

- Lo voy a pensar ¿sí?

- No, definitivamente iras, que yo ya conozco esos “ya lo voy a pensar” para que al final me des plantón, esta vez será diferente – aseguro Liz

- Como no vas a dejar de insistir, de acuerdo, iré. – prometió Emily a una sonriente Lizzie

- Además mira lo que he traído – Lizzie comenzó a sacar prendas y prendas de su bolso – hoy yo me encargare de tu outfit – declaro muy feliz.

- Sabia que esto pasaría, no tienes remedio amiga – rio Em, la verdad amaba a su amiga y sus intentos de que viviera una vida normal.

- Pruébate este, seguro te quedara fabuloso – le entrego unas prendas y luego ella misma comenzó a alistarse. – cuando termines avísame así te maquillo un poco

*3 doritos después*

- Vaya Em, la verdad estas despampanante, enloquecerás a todos ya verás.

- No quiero eso, simplemente quiero pasar inadvertida esta noche – replico Emily, en realidad no le gustaba llamar mucho la atención, con la atención suelen llegar los problemas.

*Golpean la puerta de casa*

 

- Seguro es Matt, iré a abrir la puerta, ya vengo – aviso Emily y cuando abrió la puerta se llevo una gran sorpresa al ver al vampiro Jackson junto con otro chico. – hola – fue todo lo que se le ocurrió decir en ese momento.

- Hola Emily, cuanto tiempo – dijo un sonriente y nervioso Jackson, no podía creer lo que sus ojos veían, Emily esta deslumbrante como una diosa griega, traía puesto un top de strass a juego con sus aros, unos jeans claros entallados a su figura y unos tacones de aguja negros brillantes, pero su rostro, oh, su rostro era el más bello que había visto nunca jamás en todos sus años vividos y eso que habían sido muchos, sentía que estaba parado frente a un ángel y si le pidiese que matara a todos los de la ciudad él lo haría, haría todo lo que ella le pidiese y más aún. Nick le dio un codazo en las costillas para sacarlo de su ensueño. – Oh, este es mi amigo Nicolas Donovan.

- Es un gusto – dijo Em extendiendo la mano para saludarlo – y… ¿que los trae por aquí? – pregunto curiosa Em.

-Teníamos que hablar de unas cosas contigo si tienes tiempo – luego Jack le dio otra ojeada – pero me parece que hemos llegado en mal momento.

- Estaba por salir a una fiesta del campus, pero todavía me sobra algo de tiempo, ¿Por qué se quedan parados en la puerta? – pregunto Emily.

- Es que no podemos entrar, debes invitarnos para poder pasar. – dijo Nick

- Oh, disculpen chicos, pues, pueden pasar a mi casa

- Gracias – dijeron al unísono, mientras miraban el lugar, era bastante acogedor, pero demasiado pequeño, justo para una sola persona, si es que vivía sola.

- Ahora sí, ¿de que querían hablar conmigo?

- ¿Recuerdas cuando te traje hasta tu casa aquella vez y te comenté que andar de día podría matarme? – comenzó Jack, a lo que ella asintió un poco desorientada – y ¿recuerdas que como agradecimiento me regalaste este collar? – ella volvió a asentir confundida. – bueno lo que pasa es que el otro día…

- El collar le permite a un vampiro andar bajo los rayos del sol sin que le pase nada – interrumpió Nick.

- ¿Están seguros de eso?, y si fuera así ¿Cómo es posible?, y en todo caso ¿no sería una buena noticia eso? – ambos vampiros intercambiaron miradas, lo que no prometía nada bueno, y justo cuando iban a decir algo apareció una rubia en la sala.

- Holaa, soy Lizzie Conor, ustedes deben ser amigos de Em, ¿van también a la fiesta del campus?

- No – negó Jackson

- Si – dijo al mismo tiempo Nick, al ver la mirada fulminante que le dirigía Jack, dijo – todavía tenemos cosas de las que hablar, podemos ir a esa fiesta, charlar y de paso pasarla bien ¿no?

- Me parece una gran idea, así seremos más y más diversión habrá – aplaudio Lizzie, quien no podía apartar los ojos de Nick – por cierto, ¿cómo se llaman?

- Yo soy Nicolas Donovan y el es mi amigo Jackson Evans – se le acerco a Lizzie pidió su mano, la cual ella le dio, y dejo un sonoro beso en su dorso, ella quedo encantada, mientras los demás los miraban atónitos ante tal descaro de parte de ambos.

- Yo creo que podría ser una buena idea, después de todo es cierto que nos queda por charlar bastantes cosas aun – afiermo Em. A lo que el resto aprobó – encontraremos a Matt en la fiesta.

*Ya en la fiesta*

- Guau, si que ha venido mucha gente hoy – comento Emily mientras veía a unos muchachos beber de cabeza de un barril de cerveza mientras unas chicas los alentaban.

- Hola, perdón se me hizo un poco tarde, por cierto, están hermosas, ambas - y procedió a darles una vueltita a cada una, cosa que a Jack no le gustó nada.

- No te preocupes, los amigos de Emily nos han ido a buscar y se han sumado a la fiesta – dijo contenta Lizzie aunque solo miraba a Nick y este le devolvía la mirada traviesa.

- ¿Desde cuando tienes otros amigos que nosotros no conocíamos? – pregunto algo receloso Matt

- Puedo tener otros amigos también – respondió Em ofendida

- Bueno chicos, no peleemos, mejor disfrutemos de la noche que para eso hemos venido – proclamo Lizzie mientras repartía vasos de vodka a sus amigos. – ¡brindemos! – y los cinco levantaron sus vasos e hicieron fondo – bien, vamos por más – los jalo del brazo y se los llevó a la fiesta.

*3 doritos después*

- Creo que debería llevar a Lizzie a su casa, ha tomado demasiado - dijo Matt - yo te acompaño – se unió Nick, quien llevaba a Lizzie prendida de su cuello. Matt asintió, luego se giro hacia Emily y esta le sonrió

- Vamos, yo te llevo a tu casa – se ofreció Jack

- De acuerdo, vamos y gracias por esta noche – agradeció Em

- No hay de que agradecer, igual podemos ir hablando de eso que nos quedó pendiente – sugirió

- No entiendo que tiene que ver conmigo directamente lo que ese collar pueda hacer – dijo Em

- A eso quería ir, hay una leyenda muy antigua en la que se menciona un poco al collar que me diste aquella noche, trata de una familia de grandes vampiros muy poderoso de hace siglos atrás, cuando la guerra entre vampiros y brujas estaban en pleno auge, se dice que ellos acogieron a una bruja y la resguardaron en su mansión, lo que ellos no sabían, era que la bruja estaba embarazada de una niña, al tiempo los vampiros descubrieron a la bruja y la asesinaron pero ellos no sabían sobre la bebe que había dado a luz, y de que esa familia de vampiros la había adoptado y protegido, el día que los demás vampiros de la elite los descubrieron, ellos como una medida desesperada enviaron a su hijo mas pequeño junto con la bruja que habían adoptado para que huyeran, ellos se sacrificaron por los dos.

- ¿Pero eso que tiene que ver con el collar? – pregunto muy atenta Emily

- Cuando huyeron el joven de la familia vampírica no podía pasar desapercibido de los humanos porque no podía salir a la luz de día, entonces ahí fue cuando a ella se le ocurrió crear ese collar mágico, el cual lo protegería de la luz del sol y le daría más fuerzas, al pasar los años tuvieron a un bebe, el cual heredo los poderes de ambos, convirtiéndose en el primer hibrido, sus padres en demostración de su amor le dieron el collar a él.

- ¿Por qué dárselo?, ósea entiendo, pero ¿acaso la bruja no podía crear uno más para su hijo?

- Podía, pero seria demasiado riesgoso, todos los vampiros de la elite querrían uno, y no pararían hasta encontrarlo, al igual que al hibrido, se dice que era tan poderoso que por mucho tiempo lo persiguieron para asesinarlo y lo lograron, no sin que antes el haya dejado descendencia y entregara ese collar, se dice que solo pasa de generación en generación, y se les entrega solo a los híbridos de la familia, ya que también los ayuda a controlar sus poderes, ¿ahora entiendes porque necesitaba hablarlo contigo?

- Es imposible, yo no soy una hibrida, solo soy una humana común y corriente – dijo Emily apenumbrada

- ¿Puedo preguntarte por tu familia Emily? – pregunto dulcemente el vampiro – ella alzo la vista hasta la de él y ahí nomas supo que no debió formular esa pregunta.

- Mi madre murió al darme a luz, y mi padre al no poder soportar verme sin recordarla a ella, me dejo en un orfanato antes de cumplir mi primer año, cuando llegue a la mayoría de edad, el orfanato no se quiso hacer mas cargo de mi, por eso ahora solo me la paso trabajando para poder subsistir. Pero el día que me fui del orfanato, me entregaron este collar, dicen que le perteneció a mi padre. – concluyo Emily con lagrimas en los ojos, a ella no le gustaba contar su penosa vida, no quería que sintieran lastima por ella.

- Lo siento mucho Em, no debí preguntar – dijo el vampiro avergonzado por hacerla recordar su pasado, asiqué lo menos que podía hacer era tomarla en sus brazos y consolarla, ella no se resistió. Estuvieron así un buen rato y luego se miraron a los ojos y como si de imanes se trataran, se fundieron en un beso apasionado y ya ninguno quiso soltarse.

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