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ESPINAS DE ROSAS

CAPITULO I

ESPINAS

DE ROSAS

CAPITULO I.

La jovencita mira la arrebolada tarde que moría, se siente con suerte de ser

seleccionada para participar en la preparación de los eventos de aniversario

del Hotel Internacional. No es que trabajara en él, solo es una de las veinte

pasantes que lograra la dirección colocar en tan magno evento que todos los

años esta empresa realiza y Merle Agencia es la

encargada por quinta vez invicta de cumplir con toda la exigencia del alta

gerencia.

Es un acuerdo: les enseñaría a treinta jovencitas portugués y a cambio la preparan

como anfitrionas que tanta falta le hace. Pero hoy, por emergencia, sustituyó a

última hora a la intérprete de francés, La directora la unió a la fila con la

advertencia de mantener un perfil bajo. Nada de que alarmarse era joven, educada

y de muy buena presencia, pero menor de edad.

Desde los cubículos donde la capacitaron toda la tarde, vio a todas sus compañeras

trabajando férreamente no se desperdició ni un minuto. Se seleccionaron los

manteles, la cristalería, la loza, los cubiertos y la disposición de las mesas.

Unos se encargaron del sonido. Otro equipo se encargó de las bebidas, surtieron

los bar, las vinares y los cuartos fríos. La decoración quedo en manos del

equipo senior, es la hora de salida, están atrasados, ya han llegado muchos

invitados y justo ahora sale de la primera entrevista donde un chef francés

hablaba con los cocineros, tradujo sus palabras y escribió sus instrucciones,

era un hombre agradable, grande y gordo, olía a vino. Reviso las notas las

firmo, sonrió y se alejó.

Aun viste el uniforme de la agencia y la líder de equipo anda atareada y sin mirarla

le ordenó que colaborara, aún faltaba supervisar las habitaciones de la planta

baja y los novatos fueron a ver que todo estuviera en orden y no faltara ni una

gota de agua.

-Hola (Mariam, la llama por celular su hermana mayor) como te va. Ya regresas a casa.

-No manita -Le contestó – te toca hoy trabajar sola en el puesto. A última hora me

mandaron a revisar las habitaciones de la planta baja, tengo que supervisar que

todo esté en orden, son más de doscientos invitados y aquí todos están muy

atareados, voy a echarles una manita. En cuanto termine te llamo. No te

preocupes muestro el carnet en la puerta y me mandan en taxi. Que vendas

bastante.

Hay muchos detalles, en algunos ambientes faltan toallas, frazadas, focos. En otros

las cortinas no cierran y rechinan las puertas, faltan artículos de higiene

personal y pare de contar; de tal manera que se tardó más de media hora en cada

cuarto. Ya la estan castigando los zapatos de tacón alto y el uniforme ajustado

cuando llega al último cuarto y el que tenía más detalles, alguien usaba seguido

este cuarto había dejado su estela de perfume a noble madera atrapado en sus

revueltas sábanas y las almohadas acusaban aun el peso de una cabeza. Bueno

este no es su problema solo pasar la novedad para las camareras en la mañana.

Miro con nostalgia la cama grande y recordó la de sus padres donde cada mañana

los invadía y sentía el humor fuerte del padre mezclado con la dulzura y la

ternura de la madre y allí aterrizaban todas las mañanas con Mariam.

-Margareth tenemos tiempo esperándote- se quejaba la líder de la cuadrilla – ¿qué te pasa?

-Ay señora me falta un cuarto -contestaba contrariada - está muy desordenado.

Ordeno y hago el inventario de lo que pueda faltar y se lo mando por mensaje.

Me tardo más de media hora. Si quieren vayan adelante. No estoy sola el señor

Peña esta con dos vigilantes en el pasillo, ya saben que estoy en los cuartos

supervisando. Y hay una bedel conmigo.

-Si está bien señorita – concordó el superior – en el ala norte quedan más

pasantes. Cualquier cosa les notifica por WhatsApp, nosotros nos vamos. Solo

muestren el carnet en la puerta y un chófer de confianza te lleva a tu casa.

apúrate que es muy tarde.

-Si señora, trabajare rápido -y se fue hacia al vestidor, siguió anotado cada

detalle. Decidió que era un ejecutivo que de vez en cuando usaba esta

habitación, sonrió cómplice y evito el contacto con la ropa de cama. Si su

madre la viera se horrorizaba no era el lugar adecuado para una niña. Pero aprovechó

la oportunidad que su profesora de inglés y se propuso para ayudar, consciente

en su habilidad de traductora. En esa agencia salen anfitrionas para fiestas y

eventos culturales, las mejores alumnas consiguen trabajo rápido, en seis meses

están capacitadas para ser anfitrionas. Solo se necesita ser bachiller y

dominar inglés. Y tiene a su favor hablar cuatro idiomas, una bonita figura y

una buena educación. Mañana cumple quince años y sus padres no están. Hace diez

meses en un fatal accidente de tránsito murieron sus padres, se quedó con

Marian, su hermana mayor con dieciocho y su anciano abuelo recibieron la

herencia: La casa, el carro, el seguro de vida y las prestaciones sociales de sus

padres. Todo el mundo se les vino abajo. El abuelo materno asumió la patria

potestad y la guardia custodia, tuvieron todo el apoyo de la Institución donde

es rector y fundador; De parte de los Arráez la única familia que se conoce son

dos tíos sacerdotes, padre desconocido y la madre murió de parto. Las de mi

madre están en Checoslovaquia cuando era unión soviética y el abuelo fue hijo

único y emigro, eran tiempos difíciles y él es un catedrático. Allá dejo sus

padres, tíos, primos y amigos. De modo que aquí quedamos solo nosotras dos, el

abuelo y dos jóvenes discípulos, catedráticos como él, a quienes considera sus

nietos varones. con tanta gente noble que nos ayudó y hoy a casi un año del

fatal accidente vamos de la mano viviendo y tratando de hacerlo bien.

Con el dinero del seguro y las indemnizaciones del padre, se reparó la casa, está

bien cuidada, con dinero restante montamos un puesto de venta de comida rápida.

Y en la mañana las hermanas abren su puesto en el garaje de la casa que acondicionaron

y quedo muy coqueto. Desayunos, almuerzos y cenas. Mientras Margareth termina su

trabajo de grado de bachiller surgió la oportunidad de estudiar un curso rápido

en una agencia de anfitrionas, el abuelo aplaudió la idea, mientras espera la

afiliación a la academia le puede servir de practica para que se desenvuelva en

idiomas y etiqueta tan necesaria en la conducción de su carrera, con todos sus

dotes era un gran candidato para cualquier trabajo.

-Junto con mi diploma de bachiller anexaré también el de anfitriona.

Casi un año y van pasando las penurias. Se levantan a las cinco de la mañana, ella a

entrenar su cuerpo una hora, camina, trota y se ejercita en la gran avenida y

en la cancha cercana, a las siete tiene clase en la preparatoria todas las

mañanas. Porque los fines de semana, las tardes y las noches las dedica a los

avances de la academia, su segunda casa, aunque distante la tecnología se

encarga de achicar distancia. Recibe cursos, asiste a conferencias, seminarios,

tutoriales y cualquier herramienta que le permita maximizar sus estudios

superiores en la academia, se volvió dependiente de las computadoras desde los

diez años cuando se vino de Managua. Allá en la distancia dejo sus grandes

amores: su abuelo- maestro y a sus dos discípulos,

Ayuda a su hermana hasta la hora de clase y en algunas noches. En los caminos de la

vida tropezaron con Adela, otra alma sola que las ayuda y la llevaron a vivir

con ellas. Está mejorando el negocio. Ayer compramos dos mesas y ocho sillas y

ahora en las noches se quedo en la cocina limpiando, haciendo postres y la

lista de lo que hace falta.

-No todo es malo – pensó la niña - aprendí a trabajar y terminé la preparatoria.

Por vacaciones conseguiré un trabajo y mi hermana seguirá en la universidad

sino yo también trabajaré en la fonda hasta que ella termine el semestre en

septiembre. Lo hemos hablado, aquí no tenemos nada que hacer. Y el anciano

abuelo está enfermo, nos necesita, en Managua tenemos la villa. Aquí en la

provincia andina venderemos la Quinta Arráez y el restaurant.

Por aquí ya terminé – miró satisfecha – terminamos señora.

Por el teléfono envía el informe a la líder

-Voy a cambiarme. llevaba todo el equipaje en un bolso grande.

-Cámbiese aquí mismo mi niña – le aconsejo la bedel - en el edificio solo estamos los de

guardia. Báñese y vístase ahí y cuando esta lista me llama y la acompaño a la

puerta.

-No me parece bien, voy a los baños de servicio. Me pueden amonestar y no me

conviene

- Hija\, son más de las siete de la noche. Usted es la única que queda por aquí. Todo

está cerrado y oscuro, mejor váyase en uniforme.

-No puedo voy para otro trabajo me tengo que cambiar estos zapatos de tacón altos

maltratan. Bien, me arreglare aquí. en cuanto termine le aviso para que me

acompañe a la salida – la convenció la buena mujer - Gracias señora.

CAPITULO II

Eduardo Figueredo no se engaña, se sabe un hombre bien parecido, pero es su cuenta

bancaria quien más levanta el interés de la mayoría de las mujeres que trata.

Aprendió a vivir con eso. Se graduó en economía joven y desde siempre trabajo

en los hoteles al lado de toda la familia. A sus treinta y cuatro, no se

equivocaba con las mujeres sabía que ya es hora de sentar cabeza y formar una

familia. Por eso abandono la sala de reunión del grupo. Allí iban los solteros

más codiciados, el poco frecuentaba esos lugares, pero claro no era un santo.

Le dijeron que allí siempre iba Martha, la mujer que lo traía intrigado, a

veces al alcance de sus ansias e inmediatamente se escabullía y se hacia la

difícil. Ya conocía el juego. Pero se sentía muy aburrido de esos trotes. Llego

sin avisar, burlo los centinelas de manera que nadie advirtió su presencia,

entrando al salón pudo verla haciendo el mismo juego con el presidente de

Parker, a diferencia que era este muy joven e ingenuo y debía sentirse halagado

que una mujer mayor le dedicara su tiempo. Se quedo en las sombras viendo el

espectáculo y el intercambio de caricias a lo mejor por un carro nuevo o un

viaje. Consumió varios tragos hasta que lo descubrió su fiel socio y primo que

sentándose con él lo acompaño entre chiste y tragos. De tal forma que a las

siete salían rumbo a sus predios con un sabor amargo.

-Roberto - le hacía conversación a su primo y socio - dime amigo cuando voy a conseguir

la mujer que yo quiero.

-Ojalá no sea hoy -se burlaba Ernesto - porque con esta pinta se va a decepcionar y desde cuando a ti te

caen mal los tragos.

-Ando molesto y no almorcé, porque la andaba buscando para cenar con ella

-No importa eso no vale nada. Mañana las veras buscándote.

-Pero ya no me interesa. Lo que realmente busco no lo voy a conseguir en lugares como

ese.

-Eso si es verdad, búscala detrás de un escritorio, en un banco, la bolsa de Valores,

Tribunales. Hospitales, industrias, Cámara de comercio, a pesar de inteligentes

algunas son también bonitas. Lo que te va a animar es una amiga hermosa que te

está esperando hace rato.

-Ok me baño y subo. Dile que se vaya calentando.

-Yo, no díselo tu. Cuidado primo es de la familia. Buenas noches

-Animar - pensó molesto - si talvez por un rato. Me da igual la noche ya está echada a

perder. Que más podía salir mal.

Ni siquiera la fresca serranía que soberana se extiende somnolienta, disfrutaba

tener a los pies la húmeda ciudad de los parques, ni siquiera luna hay para

distraer la mirada y los pocos luceros titilantes luchan contra las borrascosas

nubes que invaden el cielo. Definitivamente no es su mejor noche. Entro en la

habitación, un aroma esta esparcido por todo el ambiente, se respira la pureza

y la frescura de las rosas. Avanzó sigiloso. La luz del Vestier está encendida,

través del cristal se aprecia una figura femenina acicalándose. Se sentó en la

cama y la vio entre brumas, presume que sintió su presencia porque coqueta dejó

caer una toalla liberando una melena ondulada de cabellos rojo que cayó en

cascada y atrevida soltó la otra que cubría su cuerpo de guitarra y su piel de

armiño, un cuerpo perfecto se refleja en los tres espejos del Vestidor, nada

que desperdiciar se veía hermosa como una ninfa desnuda. Se deslizo provocativa

y bailo: sus hermosos senos generosos, su reducida cintura, amplias caderas,

las piernas perfectas, sabe cómo seducir.

No esperó invitación. rápidamente se quitó la ropa y todo lo que le pudiera

estorbar, ella coqueta retrocede sacudiendo osada piernas, hombros y cadera;

suave se desplazaba como si flotara, el excitado avanza a medio camino le rodeó

su diminuta cintura y la otra mano la mete en la horqueta de sus piernas y la

atrajo dominándola. Debía estar muy contenta porque se quedó quieta, sabía que

su acto había tenido el efecto esperado.

Quedo de espalda, la volteó y vio sorpresa, la ignoró y a esa otra expresión que no

logró descifrar porque lo distrajo aquellos senos perfectos, se enloqueció con el

olor de su cuerpo y no hubo un solo centímetro que no haya acariciado, por un

momento entre la bruma del alcohol y la excitación oía que parara que le estaba

haciendo daño, más se motivó, reía era parte de la obra de teatro, con frenesí

la excitó al máximo y cuando era todo quejido y lágrimas la penetró,

sintió la oposición por la estrechez, desgarrando tejidos y luego por el himen

perforado causándole dolor, intentó compensar sellándole sus labios con un beso

delicado en un intento de dispensarle un poco de ternura y se concentraba para

que alcanzara el orgasmo juntos y borrarle el dolor de su cara. Cuando la sintió

extasiada se sintió muy mojado.

Pero me imagino – pensó Eduardo - que ella sabía lo que le esperaba, se quedó

 dormida. Lástima – se amonestó - no me dijeron que era su primera vez, hubiera

sido más gentil. Es tan hermosa, lástima que se haya prestado a estas cosas. Ha

de tener problemas económicos y busco la manera más fácil de salir de ellos. Es

hermosa, algo pálida, parece una deidad escandinava con su pelo rojizos

ondulado y sus labios carnosos ha de tener los ojos verdes y esa piel

aterciopelada, lampiña e inmaculada. Deben haberle pagado toda la noche.

Se acercó al joven cuerpo y su piel tibia lo anestesio y dormitó. Un leve

movimiento lo despertó. Sonó el celular e inmisericorde trepó sobre ella y lo

alcanzó. Había poca luz, pero era innegable estaba llorando y estaba aterrada.

-Roberto – no jodas manito.

- ¿Dónde

estás cabrón? La prima se fue muy molesta.

- No importa aquí tengo otra. – y mirando a la chica que aplastaba – verdad belleza

que la estamos pasando bien.

-Ayúdeme señor Peña. Me hizo daño -grito la dama –

Se oyeron golpes frenéticos en la puerta y la voz alterada de la bedel. Fue

instintivo inmediatamente le tapó la boca, la niña se retorcía y le mordió la

mano y aun así no le quitó el peso, hasta que cesaron los ruidos en la puerta

no la soltaba porque aún luchaba y lloraba.

Roberto alterado reprendía a la empleada -como se atreve Maita a molestar al presidente

-No señor no entiende – se defendía la empleada – ahí no está el patrón, es solo la

niña de la Agencia, debió pasarle algo porque me canse de esperarla y ya no hay

taxi hace rato que debió irse-

-Y dime Maita porque va estar una pasante en el cuarto del presidente.

-Porque le di permiso para que se bañara y se cambiara ahí. Aquí no había nadie y la

niña, tiene dos trabajos y tenía que salir rápido, le insistí que se arreglara

aquí pues todo el edificio esta solo y el patrón nunca viene a esta hora.

Además, la están arreglando para los invitados de la fiesta. Por eso sé que la

niña está ahí haciendo su trabajo. Ella indica todo lo que no sirve y yo lo

llevo a la basura. Ya terminamos y calcule media hora para que se bañara y

vistiera y fíjese aún no sale del cuarto, déjeme echar una mirada no vaya a ser

que le haya pasado algo a la muchachita.

-Déjeme revisar esa chica es de la Agencia, hizo el parapeto, la empleada la llevaron

hace un cuarto de hora a su casa sana y salva.

-Qué raro -comenta la empleada – ella estaba apurada porque iba para el otro

trabajo. Muy juiciosa la muchacha y es apenas una cría. Dios la cuide y la

bendiga.

- ¿Como abrió la pasante el cuarto?

-Con mis llaves- nos pasaron el memorando que todas las habitaciones de abajo iban a

ser arregladas para las visitas del evento.

-Muy

bien Maita, váyase a descansar ya es tarde. Haces un buen trabajo. Está

pendiente de todo se te bonificara por eso.

-Gracias presidente Peña. Pero ni tan buena la niña salió y ni me di cuenta. Hasta

mañana que descanse señor.

En la habitación. La joven dejo de luchar, se desmayó.

- Oh Dios en que problema estoy metido. -Se lamentaba el joven ejecutivo.

Andaba muy borracho y zas de un zarpazo se le fue hasta el último vestigio de alcohol

de su organismo. se vistió, encendió la luz, abrió la puerta. Miró por todos

lados solo estaba Roberto. Lo jaló por el cuello, lo metió al cuarto y le mostró

la mujer en la cama.

- ¿Qué te pasa? ¿todavía borracho? es solo una más que se metió en tu cama\,

debería estar agradecida.

-No entiendes, mírala bien. Pero no la despiertes.

-Si es una joven muy bonita. ¿Y porque esta dormida?

-Porque no habría de estarlo, digamos mejor esta desmayada, no oíste lo que dijo Maita.

Es una joven y yo la confundí con una puta y así la traté. Por Dios solo a mí

me pasan estas cosas.

-Vamos Eduardo no es para tanto. La despierto. Hablamos con ella y le damos buen pago-

Se agacho, le cubrió su desnudez, le quitó las auriculares y la llamo. Por mucho

que la zarandeo no despertó. Le tomo el pulso, le palpo el cuello.

-Tiene

el pulso a millón – se asustó - ¡Le va a dar un infarto! Bicho. ¿qué le hiciste?

-La viole marico. Irrumpí en la habitación mientras ella se cambiaba y me lo tomé

como provocación. Es una joven pasante, era virgen y estaba tan borracho. Dios,

la trate tan mal.  Ahora que hago.

.- Intentaron despertarla. Cuando vieron que era en serio y estaba más pálida, le

quitaron la sabana y vieron la hemorragia.

CAPITULO III

 Cómplice se miraron. Eduardo tomo el teléfono y llamo a su prima Elizabeth, que era

doctora, tenía una clínica y podían confiar en ella. -

-Elizabeth ¡estoy metido en un problema ¡¿Dónde estás?

-En casa, -respondió preocupada- ¿Qué te pasa primo? ¿estas enfermo? Dime donde

estas y voy por ti.

La situación estaba fuera de control. Ernesto que siempre se comporta ecuánime,

ante esta situación perdió el control, y oí a lo lejos a Eduardo encargarse.

No Ely, no soy yo - respondía angustiado- Es que viole a una muchacha, esta

desmayada y tiene una hemorragia, se está desangrando y está muy pálida. Estoy

en la torre. En la planta baja.

- ¡Cálmate Eduardo ¡- lo regaña\, como siempre lo hacía\, no era la primera ni la última vez

que pasaban momentos difíciles juntos y era ella quien siempre le tocaba pagar

los platos rotos- no hables paja. Tú no eres de esos. Solo debe estar

desmayada. ¿Dónde está Ernesto? No te expongas. Sácala por el estacionamiento.

Trata de que nadie te vea y ven a mi clínica. Voy para allá te espero.

Acuérdate de las cámaras. -

-Ernesto– ordenaba Eduardo - revisa la cámara de este cuarto y guarda el video muy

bien. Luego ve a vigilancia y apaga el monitor inventa algo, mientras yo saco a

esta mujer de la torre. Anula todas las cámaras. Verifica que mi transito hasta

el carro este desierto y luego ven conmigo a la clínica de Elizabeth.

Y así lo hacen, visten a la hermosa muchacha, temiendo que se despertara, La

limpia con una toalla húmeda, todo su cuerpo estaba maltratado, su cuello y su

hermoso busto magullado dejó huella por donde pasó, se aterró y se avergonzó;

si, la niña se estaba vistiendo, encontró en el Vestidor su celular, una blusa,

una falda ancha, los sostenes y hasta los zapatos deportivos. Metió todo en una

mochila de tela azul con nubes blancas. Está lloviendo, la envuelve en una

frazada y la cargó hasta el ascensor presidencial que va directo al

estacionamiento donde está su carro, tenía muy bajo peso, es alta y esbelta;

Roberto solícito con cara de mucha preocupación maneja. la dama no da signos de

vida. Aún está muy pálida. El carro se desliza suavemente por las húmedas

calles, en el asiento trasero puso la cabeza de la niña en sus piernas y todo

su cuerpo a lo largo del asiento. Realmente es bella, aunque la sangre se fue

de su rostro y sus labios perdían su brillo. Eduardo la estaba pasando mal, siente

que se le queman los ojos con el ardor de la culpa y ruega al cielo por una

lagrima bendita que le limpie su alma por tal profanación. La niña sigue inmóvil

y fría. Le verifica el pulso y está muy acelerado, entro en pánico llegando a

la clínica vio a su prima al lado de una camilla y los enfermeros se la

quitaron de las piernas subieron con la camilla y se perdieron en emergencia

con ella.

Elizabeth la llevo a su consultorio privado, tenía tres cubículos de emergencia. Casi

nunca los usaba. Allí llevó a la niña. Despide los camilleros y procede a

revisarla. los primos asustados están en el consultorio al lado, solo están

separados por biombos y cortina. La desviste y ve horrorizada como ese cuerpo

joven tan perfecto fue lacerado, magullado y ultrajado. La cubrió con bata

quirúrgica, le inyecta un sedante suave en el suero consciente de que está muy

adolorida, así aprovecha y la revisa toda, las ecografías no muestran nada

anormal, le toma muestra de sangre. Ella está bien y es sana.

Desde al pabellón Eduardo vio a la prima que abraza fuertemente a la muchacha, que

quedo llora. Se miraron, los ojos de la prima lo acusan, el también llora no se

creía capaz de hacerle daño a alguien. No buscó justificación ella rogó que

parara.

Furiosa la doctora salió y lo interroga. ¿Cuéntame que paso?

- ¡Una confusión ¡Tome     toda la tarde\, estaba molesto la pandilla me busco compañía\,

pero Roberto la subió al penthouse. Yo me fui a mi cuarto. Y allí estaba la

niña, salió del baño con una toalla en la cabeza y otra en su cuerpo, se

desnudó parecía una diosa me deslumbro y para colmo comenzó a bailar y se

miraba en los espejos. Estaba muy borracho. Te juro que creí que era la chica

que me habían conseguido y era tan bella y se veía tan natural que la tomé y no

me di cuenta hasta el final que era una niña y estaba aterrada y luego la

andaban buscando y ella estaba desmayada en mi cama con una hemorragia. ¡Prima,

por Dios Ayúdala!

- Eres

un canalla depravado. Sabes es una cría. Tiene catorce años. Ahora la sede,

pero insistió en llamar a su hermana. Si habla con la familia y te acusa te

meten en la penal. Tenemos que buscar la solución, la familia estará preocupada

porque no ha llegado y son casi las ocho de la noche.

-Roberto

– preguntó – ¿sabes algo de la niña?

-Si, bastante, es una del pasante de Merle Agencia vino hoy a cubrir una colega que

está enferma. Es una de las mejores de la agencia. Habla cinco idiomas, se

graduó con honores. Igual en el liceo es bachiller en ciencias. Este fin de

semana va a recoger su diploma y después su fiesta de grado. Dios es una cría

mañana cumple quince años

- ¡Dios mío! ¡Me voy a volver loco! ¿y la familia?

- Llame a su hermana\, es también su representante\, tiene 18 años. Hace unos meses sus

padres murieron en un accidente y las niñas quedaron solas, con la

indemnización del padre repararon el caserón colonial en el centro de la

ciudad, y abrieron una fonda en el garaje, allí venden comidas rápidas, no

tienen problemas económicos, pero Mariam su hermana, debe mostrar independencia

económica para poder representar a su hermana. Tienen un abuelo anciano:

Vladimir Gerasimov, es el tutor legal. Maggie saco ese curso porque quiere

trabajar mientras comienza su carrera universitaria. El puesto de comida está

creciendo. Tienen buena clientela. Hable con la hermana y le expliqué que ella

se iba a los viñedos con un grupo, allá no hay buena señal y me agradeció que

le avisara, pero como ha llovido y hay una tormenta y los caminos de noche no

son buenos y regresan mañana a mediodía y que la llama en cuanto pueda.

- ¿No sospecho nada?

-Es otra niña, se cuidan entre ellas. le tuve que asegurar que el hotel cubre todos

los gastos de los pasantes y vela por su seguridad y bienestar de quienes van a

los viñedos. Quedo conforme y de paso llame a la directora de la Academia de tu

parte y le comunique que Margaret Trinidad Arráez Gerazimov, así se llama tu

novia y por cariño le dicen Maggie, descendiente de unos abuelos emigrantes

checoslovacos y de su única hija: Roberta, quien se casó con un catedrático

criollito Rolando Arráez, fue seleccionada porque habla francés a los viñedos

de los Figueredo a hacer un inventario, porque el encargado le dio gripa y

vienen varios franceses y necesitamos intérpretes. Fue lo que se me ocurrió en

el momento.

Tenemos que pensar – concordó Ely - tú dices que ella estaba en tu cuarto bañándose

- ¡Si\, créeme\, Ely\, salió desnuda bailando\, estaba borracho!

- ¡Por Dios ¡tú eres un adulto\, la vieras a ella -la doctora comenzó a llorar - es

una beba solo tiene las marcas de un bruto que la mancillo, aparentemente no le

dañaste los órganos reproductores, solo la desfloraste. La hemorragia es normal

cuando se rompe el himen y se desgarran las paredes de la vagina y la hinchazón

por tu brutalidad… ¡hijo de puta! … ¡Maldito perro! … ¡malparido!… y llorando

se le fue encima a su primo y le dio golpes por donde le cayeran… ¡No oíste al

abuelo que las mujeres ni con el pétalo de una rosa! ¡como fuiste capaz! Se

abrazaron llorando. Ely, tiene una niña rubia hermosa de diez años, su princesa

Mariana y mataría a quien así se la tratara.

-Nunca Ely - Eduardo callo de rodilla ante su prima- nunca había maltratado a una

mujer. Solo no sabía que era una niña, tan linda, tan bella. Parece una diosa.

- ¡Te dio codicia tanta belleza!  -le grita Ely

furiosa- La quisiste castigar porque no te quería a ti sino tu dinero. Ve al

psiquiatra porque hay muchas Maggie en las calles y así no tendré que esconder

a mi Mariana.

- En parte tienes razón -reconocía Eduardo- Casi todas las mujeres que se acercan a

mi lo hacen por interés, lo se. No soy un jovencito. Si no hubiera estado tan

borracho me hubiera dado cuenta que es una empleada y solo la hubiera despedido

por aventada. Pero como están las cosas creo que hablare con Maggie y llegare

con ella a un acuerdo. Le ofreceré matrimonio. Así purgo mi culpa.

- ¡zúas! -un golpe seco en la cara y lo volteo\, lloraba la doctora\, estaba furiosa. -

que te has creído, un príncipe árabe. Pobre muchacha, yo creo que no quiere ni

verte. Cuando te vea va a desmayarse otra vez. Por la salud mental de ella no

te le acerques. Me dijiste que tu estabas en lo oscuro y no te detallo además

estaba aterrada y en ese estado se pierde la razón. Ojalá no te reconozca,

aunque por lo que oigo es muy lista la carajita. Vamos a manejarla como si

fuera un extraño quien la ataco. Y ustedes la socorrieron.

- ¿Qué te parece Roberto?

Yasí lo maquillaron.

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