Mi nombre es Sienna Barrera. Tengo 16 años, todavía estoy en el Instituto.

Actualmente vivo con mi madre Andrea y mis dos hermanitos. Sofía y Julián de 8 años (son gemelos).

De mi padre Antonio no se sabe nada después del divorcio. Solo recuerdo que era un hombre adicto a los juegos de azar.

Hace poco mi madre comenzó a salir con un hombre que conoció en su trabajo. Ella mantiene un pequeño puesto de comida y supongo que ese hombre es un cliente habitual.

No contamos con una buena economía así que sobrevivimos con lo justo y necesario.

Por mi parte me esfuerzo al máximo en mis estudios para poder mantener mi beca, también trabajo medio tiempo en una cafetería.

En la parte de lavado de vajilla ya que por mi edad nadie puede saber que una menor se encuentra ahí como empleada.

La vida no ha sido fácil pero le ponemos empeño.

Por mi parte, soy una chica sociable y divertida. Aunque nunca he tenido novio he recibido muchas propuestas.

No soy la chica más guapa de la escuela pero mi aspecto tranquilo llama la atención.

Soy de estatura baja (1,60cm) cabello color castaño oscuro medio largo. Cuerpo con buenas curvas y ojos color avellana.

Mi mejor amigo es el único hombre a mi alrededor. Su nombre es Óscar y tiene la misma edad que la mía. Él es un chico sumamente agradable y sumamente simpático.

Somos amigos desde la primaria, así que entre nosotros no hay secretos ni vergüenza.

Un día llegando a casa junto a Óscar (que por cierto solo vive cuatro casas más allá de la mía) Nos encontramos con mi madre y su "novio" esperando en la vereda.

Nose porque, pero la mirada de ese hombre no me agrada.

Mi madre nos pone mala cara a Óscar y a mí después de que aquel hombre le susurrará algo al oído. Sin ánimos de pelear me despido de Óscar y entró apresurada.

Saludo a mi madre y mis hermanitos, por último y con mala gana a ese hombre.

Pero mi madre furiosa me regaña.

__ Asta que por fin das la cara muchacha desvergonzada. ¿Acaso son estas horas de llegar?. Y para colmo acompañada de ese bueno para nada de Óscar Martínez.

__ ¿Pero qué te pasa madre? Siempre llegó a esta hora y siempre me regreso con Óscar. Por cierto él no es como dices "un bueno para nada"

¿Acaso se te olvida que Óscar solo vive cuatro casas para arriba? Hemos sido vecinos por más de 10 años.

Mi madre bravísima me abofetea.

__ A mí me respetas y no me contestas de esa manera. Parece que la mala junta ya te está contaminando. Ahora asta me hablas de forma vulgar.

Me alejo del agarre de mi madre y subo las escaleras corriendo.

¿Qué bicho le pico de repente? Ella sabe a la perfección como es mi relación con Óscar y que soy una chica de moral.

(lloro abrazada a la almohada)

Sofía entra y me abraza tratando de consolarme.

__ No llores hermana, todo es culpa de Raúl.

Él fue quien le dijo a madre de que Óscar era un chico malo y que de seguro te traía ganas.

Que diablos le sucede a ese maldito. Con que derecho interfiere en mi vida.

Si antes me caía mal, ahora lo odio.

La semana pasa como de costumbre. Estudiar, trabajar, cuidar de mis hermanitos, ayudar a mi madre en su negocio y en casa.

Casi nunca tengo tiempo para mí, no salgo con mis compañeros, ni tampoco puedo siquiera imaginar en tener una relación.

A veces siento envidia al ver a mis compañeras en sus andanzas. Me pregunto que se sentirá poder ser una chica normal de 16 años.

Que la única preocupación sea que el vestido combine con los zapatos y elegir la mejor película para disfrutar con mi pareja.

*Despierta Sienna. Yo soy la hermana mayor, mi obligación es velar por el bien de mis pequeños hermanos y ayudar a madre. Algún día podré disfrutar de la vida sin preocupaciones.

Algún día.

Una tarde noto a un sujeto extraño fuera de la escuela. Es alto y fornido, por eso llama tanto la atención. Además de guapo.

Nuestras miradas se cruzan y siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.

Siento que estoy frente a la mirada asesina de un predador peligroso y yo soy la inofensiva presa.

Óscar me saca de mis absurdos pensamientos pinchando mi cachete con su dedo.

Cuando vuelvo en sí, aquel hombre ya no se encuentra en el lugar.

No sé por qué, pero tengo miedo, y una sensación extraña de que algo pasará. Mi instinto es fuerte y rara vez me falla.

Una cuadra antes de llegar a casa. Óscar se cruza de calle. Ya no queremos enfurecer a mi madre y que nos insulte a ambos por cosas absurdas y sin sentido.

Pero la verdad le estoy muy agradecida por la compañía, ya que estoy de los nervios gracias a ese encuentro extraño.

Tengo la sensación de ser acechada.

Los siguientes 3 días sigo encontrando casualmente a aquel hombre misterioso.

Es como una sombra que desaparece en un abrir y cerrar los ojos.

Definitivamente algo está pasando.

Una fatídica noche todos mis temores se vuelven realidad.

Al entrar a mi casa veo a toda mi familia rodeada por personas armadas. Los tienen arrodillados y los niños lloran desesperados.

__ ¿Qué sucede aquí?

__ ¿Madre que está pasando?

Detrás de mí se encuentra aquel sujeto que aprieta mis hombros con fuerza.

__ Por fin regresas niñita. Te hemos estado esperando por un largo tiempo.

__ ¿Quién eres tú, porque le haces esto a mi familia?

__ Quien soy no importa ahora. Estoy aquí para cobrarme la deuda de tu padre.

Ese bastardo te vendió a mi jefe por una fuerte suma de dinero.

Ahora eres de mi propiedad Sienna Barrera.

Vendrás conmigo y serás mi esclava exclusiva.

__ ¿QUÉ? No, no por favor. Mamá ayúdame.

No dejes que me lleven. ¡MAMÁ!.

__ Deja de llorar y compórtate. No me obligue a usar la fuerza.

* La agarra del brazo y la saca a la fuerza de la casa, la obliga a subir al lujoso automóvil mientras la chica grita desesperada por ayuda.

Pero nadie escucha sus súplicas.

Así dos horas después llegaba a un lugar completamente extraño y frío. Una gran mansión lúgubre y bien custodiada.

__ Bañate bien y ponte la ropa sobre la cama.

Le exige el hombre a Sienna pero ella no obedece si se revela golpeándolo con todas sus fuerzas.

Pero de una sola bofetada la arroja al piso.

__ No pregunté tu opinión. Fue una orden.

Mira niña, tu padre te vendió a mi jefe. Pero como hoy es mi cumpleaños, te entregaron a mí como un obsequio.

Si no ahora estarías en un prostíbulo de m***** siendo viol@d@ por un montón de asquerosos viejos pervertidos.

Así que te recomiendo hacer lo que te ordenó si no quieres terminar en aquel lugar.

¿Me entiendes? (Grita furioso).

Sienna es arrojada con brutalidad dentro del baño.

Llora desconsolada por su tráfico futuro. ¿Cómo su propio padre fue capaz de venderla a un gángster?.

¿Ahora seré el jugete sexu@l de este pervertido asta que se canse de mí y luego me bote a ese asqueroso lugar del que hablo?

¡No! Debo de escapar a la primera oportunidad. No puedo quedarme quieta ahora.

Pasa una hora y Sienna no sale del baño. Una vos furiosa se escucha del otro lado de la puerta.

__ Si estás intentando ahogarte para salvarte de esto, déjame decirte que entonces tu pequeña hermanita Sofía tomará tu lugar como forma de pago.

Apresurada Sienna sale enfurecida.

__ Eres un ser despreciable. Como puedes siquiera imaginar en tocar a una indefensa niña.

__ La única persona despreciable aquí es tu padre. Que no dudo ni un segundo en dar a sus dos hijas como forma de pago.

Ya no hace falta que te vistas. Te usaré tal cual estás ahora.

La arroja sobre la cama y comienza a quitarse la camisa.

__ No te me acerques maldito. (toma un cenicero de la mesa de luz)

__ Si no quieres estar aquí perfecto. Ahí está la puerta, puedes irte.

Sienna lo ve asombrada mientras se baja apresurada y camina rumbo a la puerta.

__ Pero si bajas esas escaleras te encontrarás con 20 hombres hambrientos, deseosos de carne fresca. Que salgas de esta habitación significa que te entrego a ellos para su disfrute.

Así que tú eliges Sienna. Aquí solo conmigo o allá abajo en una orgía s@ngrienta. Es tu decisión.

Sienna se queda parada junto a la puerta.

No hay salida.

Esa noche será la peor de su vida y no puede hacer nada para evitarlo.

El hombre la sujeta por los hombros y le susurra "sabía decisión". No prometo ser gentil, pero al menos soy solo uno.

La despoja de la bata y Sienna queda completamente desnuda ante su verdugo.

La tumba sobre la cama boca abajo y comienza su tortura.

Sienna siente como se desgarran sus entrañas y un enorme dolor invade todo su cuerpo inocente.

Llora aferrada a la almohada intentando no hacer ninguna clase de ruido.

Suplicando que su tortura termine pronto. Que ese hombre termine lo más rápido posible y se marche.

Pero sus súplicas no son escuchadas. Una y otra vez es torturada salvajemente. Sin una pizca de consideración. Sólo le queda esperar no morir en manos de tan despiadado ser.