Hola mis amores, aquí les traigo esta nueva aventura, deseo puedan seguir apoyando mi trabajo, y viviendo conmigo la emoción de cada historia, deseo poder seguir recibiendo sus me gusta, comentarios, pedidos de actualización, regalos y votos, los cuales me motivan a mejorar, a seguir adelante cada día y que cada una de mis obras llegue a más lectores.
En “No me culpes a mí” Estaremos leyendo la historia de un triángulo amoroso que se formará entre tres empresarios, en donde Ana Lucía Arango se convertirá en la punta de este pasional triángulo que pondrá en crisis la amistad entre Gonzalo Piedrahíta y Eduardo Salvatierra.
Espero les guste y la disfruten.😉
⚠️ ADVERTENCIA, ESTA HISTORIA TIENE CONTENIDO EXPLÍCITO Y ESCENAS NO APTAS PARA PERSONAS SENSIBLES AL TEMA DE LA INFIDELIDAD Y LAS RELACIONES PROHIBIDAS E INMORALES, LEER BAJO SU RESPONSABILIDAD ⚠️
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Presentación de los personajes:
iAna Lucía Arango.
Ana Lucía Arango, hija menor del poderoso empresario Armando Arango y la Chef más reconocida del país Jakeline Buitrago, sus hermanos son Alan y Axel Arango.
Ana Lucía al igual que su padre es amante de los negocios y una excelente empresaria, ella es la vicepresidenta del corporativo Arango a sus 25 años. Alan y Axel, por el contrario, son amantes de la cocina como su madre, estos apuestos hombres de 30 y 28 años llevan una cadena de restaurantes muy exitosos y reconocidos nacional e internacionalmente en compañía de su bella madre.
Ana Lucía es una mujer muy hermosa con el cabello negro azabache que le llega a la mitad de la espalda, tiene ojos cafés como su padre, una boca tentadora y provocativa, pestañas largas y naturales. Es una mujer inteligente, apasionada, amable y caritativa, y está recién casada con el empresario Gonzalo Piedrahíta, quien es el hijo mayor del amigo y socio de Armando Arango.
Gonzalo Piedrahíta.
Gonzalo tiene 28 años, es el hijo mayor de Hernán Piedrahíta y Belén Gómez, con una hermana menor llamada Susana de 23 años.
Belén y Susana solo quieren vivir del dinero que Hernán y Gonzalo producen con las empresas, viven de compras y viajando cada que quieren, las empresas de estos están atravesando una gran crisis y van a aprovechar el matrimonio de Ana Lucía y Gonzalo para salir del apuro, pues van a asociarse con el corporativo de los Arango, el cual es muy grande, importante y reconocido y les inyectará un buen capital.
Gonzalo está enamorado de Ana Lucía, la ama y desea formar una familia con ella, pero ha cometido un grave error días antes del matrimonio, error que pondrá a temblar el amor, la confianza de su esposa y la estabilidad de su matrimonio.
Eduardo Salvatierra.
Eduardo tiene 28 años, es el dueño de la cadena de hoteles más prestigiosos del país, es enigmático, sencillo y le apasionan las motos de carreras, es independiente, un arquitecto y magnate reconocido, desde sus 17 años creó su fortuna y sus hoteles con una pequeña herencia que le heredó su abuelo paterno al morir y está comprometido en matrimonio con la modelo Cristina Cruz.
Eduardo es hijo único de Gustavo Salvatierra y Saray Valenzuela, estos son dueños de la reconocida constructora Salvatierra & asociados.
Eduardo siente que ya no está enamorado de Cristina, Pero el día que decide terminar con la relación la mujer le sale con la sorpresa de que está embarazada, por tal motivo Eduardo decide empezar de cero e intenta salvar su relación para darle una familia y un hogar al inocente bebé que viene en camino, pero lo que no imagina es que más adelante tendrá una sorpresa mucho mayor que sacudirá la imagen que tiene de su familia y novia “perfecta”.
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Gonzalo y Eduardo fueron amigos cuando estuvieron en la preparatoria, pero por cosas del destino se separaron perdiendo comunicación, años más tarde vuelven a encontrarse cuando el primer mencionado ya está casado, pero Eduardo no conoce a la hermosa esposa de su amigo.
Un día cualquiera Eduardo quedar cautivado e hipnotizado por una hermosa pelinegra que conoce en un bar, sin saber que la mujer que le robará el sueño y el aliento es la misma de la que hablaron días antes...
“Entre el deseo, el amor, la amistad y el engaño solo uno prevalecerá”.
• Ana Lucía.
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Me reparó frente al espejo de cuerpo entero que hay en mi vestidor, me coloqué una hermosa lencería roja para recibir a mi amado esposo, nos casamos hace mes y medio, no tuvimos noche de bodas ni luna de miel y no nos hemos visto desde el día de nuestra boda porque una de sus empresas tuvo un problema grave y tuvo qué viajar a resolverlo.
Los primeros días me llamaba a diario tres y cinco veces al día, últimamente me llama una vez al día porque está muy ocupado y no comprendo, y ya hace una semana no hablo con el, pero sé que llega está noche porque me lo dijo su madre está mañana, y estoy segura que él querrá darme una linda sorpresa y yo le tengo una también.
Me dejo el cabello suelto como a él le gusta y me aplico un poco de perfume, tengo la habitación decorada de manera romántica, con pétalos de rosas, velas, música suave y una botella de champán bien fría, les di la tarde libre a todos los empleados internos de la casa.
Amo a Gonzalo, lo conocí en la universidad, el estaba dos años mas adelantado que yo, nos hicimos amigos y eso fuimos durante seis meses, luego nos hicimos novios y eso fuimos durante tres años, me entregué a él después de un año de novios, fue mi primer hombre y ha sido el único, y los siguientes dos años los disfrutamos al máximo, nos comíamos en cualquier parte, y por eso decidimos casarnos, ya no podíamos vivir el uno sin el otro.
Mi padre tiene un corporativo muy importante y reconocido en el cuál yo trabajo como la vicepresidenta de la compañía, el Padre de Gonzalo pidió que hiciéramos un contrato de un año a causa de una negociación que hicieron ambas empresas, Gonzalo y yo no le vimos problemas porque sabemos que nos amamos y nunca nos separaremos, así que aceptamos la petición de mi suegro sin chistar, a mi madre no le gustó la idea, pero la tranquilicé diciéndole que todo estaría bien.
Volviendo al presente, me asomo por la ventana al escuchar el ruido del auto de mi esposo, lo extraño demasiado, ya tenemos más de dos meses sin hacer el amor, y yo soy muy activa, cuando éramos novios lo que más demorabamos para hacer el amor era una semana como máximo y eso por mis días en rojo, mi corazón se acelera cuando presiento que está por entrar, y mi zona ya está mojada de solo imaginar todo lo que me hará cuando cruce la puerta de nuestra habitación...
Enciendo las velas y apago las luces, me siento en la cama de manera muy seductora para esperarlo, mi corazón late desesperado.
Escucho sus pasos y sonrió con las ganas que tengo de verlo, de besarlo y abrazarlo, imagino que me traerá como siempre un gran y hermoso ramo de flores, y alguna otra sorpresa, pero la decepción llega a mi pecho, cuando la puerta se abre y veo que no trae nada de lo que imaginé, lo único que le veo en la mano es una botella de licor, está todo desaliñado y apesta a alcohol.
Cierra la puerta y enciende las luces para centrarse en mi, me repara desde la cabeza hasta los pies y hace un gesto despectivo que me encoge de inmediato.
_____ ¿Que haces vestida como una puta? __ Arrastra las palabras al hablar, está sumamente borracho, sus palabras impactan en mi de una manera desgarradora, él jamás me ha hablado así.
Me coloco de pie y me pongo la bata de seda que está en los pieceros de la cama.
Me paro frente a él y le doy un par de bofetadas con todas mis fuerzas, de tal manera que me arden las palmas de las manos.
_____ ¡A mí me respetas! ¿Qué te has creído tú?. __ Se soba ambas mejillas y llora como si fuera niño chiquito.
______ Perdóname Ani. __ Susurra. ______ Perdoname por favor.
_____ ¿Por qué llegas así Gonzalo? ¿Por qué me tratas de esta manera? ¿Qué pasa? Habla conmigo __ Le reclamo llena de rabia e impotencia.
No me dice nada más, se quita la ropa y se acuesta sobre la cama solo en boxer, la rabia y la decepción me invaden, me siento tonta y estúpida, tanto que me esmeré para que todo quedara perfecto y Gonzalo me decepcionó, jamás lo había visto así.
Busco mi pijama y me voy a dormir a otra habitación, Gonzalo apesta tanto a alcohol que con solo olerlo ya me siento borracha yo tambien, pero Gonzalo me va a oír mañana, apenas despierte la Aspirina que le voy a dar va a ser tremenda represalia por imbecil.
Es que no puedo creer que la que supuestamente iba a ser nuestra noche de bodas terminara en fracaso total, me quedé como las novias de barranca; vestida y alborotada, o mejor dicho desvestida y alborotada.
No sé ni cuántas vueltas doy en la cama hasta que me quedo dormida.
Al día siguiente me despierta el sonido de una dulce melodía frente a la puerta de la habitación donde pasé la noche, me acomodo el pelo y me amarro bien la bata que cubre mi pijama, abro la puerta despacio y frente a esta está Gonzalo pulcramente arreglado con un ramo de flores en sus manos y tres músicos tras él cantando y tocando una hermosa melodía.
_____ Ani, perdóname, mi amor sabes que te amo. __ Se arrodilla frente a mi y me ofrece las flores, las tomo, “Gardenias” son mis favoritas y huelen delicioso.
______ Creo que tendrás que hacer más que traer serenata y un ramo de flores para que te perdone lo de anoche. __ Con el mismo ramo le doy en la cabeza y me doy la vuelta para ingresar de nuevo a la habitación.
Estando dentro me dirijo al baño y me doy una buena ducha, lloro y no de dolor si no de rabia, Gonzalo nunca me había tratado así.
• Ana Lucía.
...
Me arreglo y me visto con un conjunto ejecutivo en color azul marino, me gusta lo que veo a través del espejo, pero el que me vea bien físicamente no significa que esté bien emocionalmente, tomo mi cartera y mi portafolio y salgo en busca del chófer que me llevará a la empresa.
_____ Buenos días, señora. __ me saluda Tomás, un hombre amable, de 57 años, él fue mi chófer desde que estaba en la escuela y cuando me casé decidió seguir siendo mi chófer, él y su esposa trabajan para mí; Martha es el ama de llaves de la casa que comparto con Gonzalo.
El clima está rico, el tráfico estupendo, así que llego temprano a trabajar como me gusta, le agradezco a Tomás con una sonrisa cuando me bajo del vehículo y entro con mentón en alto al edificio de 30 pisos, todos me saludan amablemente y yo les correspondo al saludo.
Entro a mi oficina y mi asistente detrás de mi.
______ Buenos días, jefa.
______ Buenos días, ¿Ya llegó mi padre?
______ Aún no.
______ ¿Qué tenemos para hoy? __ le pregunto sentándome en mi silla detrás del escritorio.
Enciende su tablet y comienza a leerme todo lo que tenemos pendiente para hoy y agradezco el que tenga bastante trabajo por hacer, pase de cancelar todas mis reuniones de hoy a incluir más de las que tenía ayer.
Al terminar de leer toma asiento frente a mi y apoya los codos en el escritorio.
______ Bueno ahora sí cuenta todo, ¡muchacha! pensé que hoy no vendrías a trabajar o mejor dicho, que si venías no podrías caminar bien y llegarías con una enorme bufanda en el cuello para tapar las marcas de tan anhelada noche de pasión.
Si esa mi asistente, Eva Monrroy , es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón.
La miró fijamente a los ojos y niego al borde de las lágrimas, pero respiro profundo, no voy a llorar.
______ ¿No vino? __ Pregunta incrédula.
______ Sí vino, pero creo que hubiera sido mejor que no lo hubiera hecho.
______ Joder, no me digas que no se le paró.
______ Peor que eso. __ me da tanta rabia de tan solo recordar ese incómodo momento.
Le cuento todo a amiga de principio a fin, ella me escucha atenta.
_____ Dime qué le pateaste las pelotas.
_____ Ganas no me faltaron, pero no.
_____ Ay, amiga, lo siento.
_____ Yo también, . No sabes las expectativas que tenía con todo esto, o sea era nuestra noche bodas, deseaba disfrutar con él, amarnos, pasarla bien, pero nada de eso pasó, solo espero que me dé una buena explicación de su comportamiento, porque aunque esta mañana me llevo serenata y flores no lo voy a perdonar tan fácil.
Pasó la mañana firmando autorizaciones y asisto a dos reuniones cortas, al medio día me reúno con papá para almorzar.
______ ¿Qué pasa princesa? __ Inquiere papá cuando el mesero se va por nuestras órdenes.
______ Nada papá, me duele un poco la cabeza, pero lo te preocupes ya se me pasará.
______ ¿Segura que es eso? No me gusta ver tu mirada apagada.
_____ Sí, pero dame un abrazo y un beso y te aseguro que mejoro en un dos por tres. __ Él me sonríe, me abraza y no me da un beso, sino tres. ______ Te amo Papi.
______ Y yo a ti mi princesa hermosa.
Terminamos el almuerzo y regresamos a la empresa. Al entrar a mi oficina la encuentro llena flores y globos y una pancarta con la palabra “PERDÓN" en grande, mi esposo está sentado en el borde de mi escritorio con una caja de chocolates en las manos.
______ Ani perdóname por favor, te lo suplico, me porté como un imbécil, lo reconozco, pero en mi defensa diré que estaba muy tomado, estoy pasando por un problema serio y eso me tiene estresado.
______ ¿Y en vez de hablarlo conmigo, prefieres tildarme de puta? __ Increpo molesta.
______ ¡Perdón! Vuelve a golpearme si quieres, pero perdóname.
Me conmueven un poco sus detalles y ver su cara afligida, pero no daré el brazo a torcer tan fácil.
______ Cariño, discúlpame, sabes que te amo, que me encanta hacerte el amor, prometo no volver a herirte con esas horribles expresiones, y darte una noche de bodas digna de una princesa cómo tú.
Me entrega los chocolates y me abraza fuerte intento no abrazarlo, pero soy débil y termino devolviéndole el abrazo.
______ Te adoro Ani.
______ Demuéstralo con hechos, no solo con palabras.
______ Lo haré, te lo juro.
Besa mi frente y respira profundo como si algo lo estuviera agobiando.
______ ¿Cómo va el problema de la empresa? __ le pregunto cuando nos separamos. _____ ¿Puedo ayudar en algo? __ Niega.
______ Aún mal, debo volver a viajar esta tarde a Brooklyn, prometo llamarte y regresar mañana por la noche.
Se va, no hay besos, no caricias subidas de tono, me llama antes de dormir, y a la mañana siguiente, pero no llega en la noche si no tres días después en el mismo estado de hace días, borracho, está vez no hay insultos, pero si soledad, volvemos a dormir en habitaciones separadas.
La mente se me llena preguntas que hacen doler mi corazón. ¿Ya no me desea? ¿Tendrá a otra? ¿Qué es lo que quiere ahogar en alcohol?
¿Será que mi matrimonio fracasará tan pronto? Joder no, no quiero que acabe por lo que tanto he luchado, Gonzalo es el hombre que amo, pienso en el matrimonio de mis padres que a pesar de llevar profesiones diferentes y a veces pasan días separados siempre los veo amarse con intensidad, mis padres se aman, se cuidan, se apoyan, nos criaron a mis hermanos y a mi con mucho amor y disciplina.
Voy a tratar de luchar un poco más por mi relación, pero si descubro que Gonzalo tiene a otra todo se acabará, si él no pone de su parte me haré a un lado, lo amo, pero debo amarme yo también...
...
Armando Arango (55 años).
Jakeline Buitrago (52 años)
Alan Arango Buitrago (30 años).
Axel Arango Buitrago. (28 años).
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