PROLOGO
Esta es una historia de una de mis lectoras, a esta persona le gusto tanto mi última historia, que se abrió conmigo y me contó la suya, la cual voy a compartir con ustedes, está basada en hechos reales, espero les guste mi adaptación, por respeto a ella cambiaré nombres y lugares.
Al ser una historia contada por una de mis lectoras trate de mantener los hechos y cambie muchas cosas, la idea de está nueva obra es darle a ella ese final feliz que tanto desea tener y deseo que sea de inspiración para muchas mujeres que como ella tienen que luchar en la vida para poder cumplir sus sueños y tener la vida que desean, me encantó escribir está novela y la verdad tarde más de lo que tenía pensado, solo espero que les guste y me lo hagan saber con sus comentarios.
Si alguna de ustedes desea que escriba su historia no duden en decirme, me encanta escuchar historias, bueno y sin más, bienvenidos a esta nueva historia que espero disfruten tanto como yo cuando la escribía y si no les gusta dejen de leer y comente que es lo que no les gusto.
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Mi nombre es LAIA HERNANDEZ, tengo 38 años vivo en España, específicamente en Madrid, tengo un negocio prospero una familia que amo con todo mi corazón, pero no siempre fue así, a continuación, les voy a compartir mi historia todo lo que tuve que pasar porque según yo estaba en busca de la felicidad, una que encontré donde menos lo esperaba, y es que, que es la felicidad.,Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.
Eso es lo que aparece en google, pero la felicidad es una decisión, soy feliz porque quiero ser feliz, no porque una persona me haga feliz o porque encuentre con quien ser feliz, la felicidad va mas allá, es como cuando amanezco tan de buen ánimo que decido comerme un helado sin importar que estoy a dieta, es por qué me siento feliz y la satisfacción que eso me da no me la quita nadie, es mi forma de hacerme feliz, porque la felicidad tela das tú mismo con tus decisiones, tú decides ser feliz.
Y cuando por fin comprendes el verdadero significado y decides ser feliz se te nota y es ahí en ese momento que puedes compartir con los seres que amas tu felicidad, es en ese instante que descubres que fue una pérdida de tiempo buscar la felicidad, porque esa felicidad que buscaste desesperada mente te la tenías ahí justo dentro de ti, lo siento si me extendí un poco, pero quiero contarles esto porque yo perdí años en busca de la felicidad, felicidad que solo yo misma me podía dar y gracias a que encontré mi felicidad llego el amor a mi vida, un amor que complemento mi vida y con la que hoy comparto mi felicidad.
Bueno y sin más preámbulos comencemos mi historia desde el principio.
Nací en una familia normal, no rica, pero si acomodada, desde niña tuve gustos muy peculiares, por los cuales tenía problemas con mi madre, ya que esta le encantaba vestirme de princesa y para mí era un fastidio estar siempre de rosa, me gustaba más el azul o el negro y por eso siempre peleábamos, cuando tenía 15 años paso algo que terminó de dañar nuestra relación, en la celebración de navidad, yo me encontraba en la cocina, mi abuelo entro y empezó a tocarme, luego quiso meter sus manos en mi ropa para tocar mis partes íntimas, me toco por todo el cuerpo con sus sucias manos.
Me paralice por el miedo, él me decía que me relajara, pero tenía tanto miedo que era imposible, gracias a dios alguien entro a la cocina, él se inventó que estaba con dolor de estómago intentaba tranquilizarme, mi tía no dijo nada, solo tomo lo que había ido a buscar., yo aproveché para salir corriendo de la cocina eso fue muy traumático para mí, desde ese día me mantuve alejada del, luego el intento disculparse, según él estaba pasado de copas, la verdad no le creí nada, para mí ya no era nadie y lo quería a mil metros de distancia.
Después de días me anime a contarle lo que me paso a mi mamá, pero ella como era de esperarse no me creyó nada, es más me pego una bofetada por mentirosa, me dolió mucho, pero más me dolió que no confiara en mí, decidí irme de la casa, ella no se opuso es más creo que estaba feliz, según ella volvería con el rabo entre las patas, eso me grito cuando salí de casa.
Ese día empezó a cambiar mi vida, me toco hacerme cargo de mi misma con solo 15 años y unos ahorros que no me durarían mucho, lo primero que hice fue buscar donde dormir, una amiga me recomendó una posada barata., Llegue a una casa antigua cerca al centro de la ciudad, eso me serviría para poder buscar trabajo, la dueña era una señora muy amable que solo dejaba quedar mujeres, mujeres que en su mayoría eran prostitutas, la dueña les ayudaba con sus hijos y cuando llegaban golpeadas se encargaba de curar sus heridas sin hacer preguntas, me ofreció trabajo con ella para cuidar a los niños, la paga era buena y lo mejor sería que no tenía que dejar la escuela.
No puedo mentir los primeros días me costó un poco acoplarme ya que en el día tenia clases y ayudaba con el aseo de la casa y en la noche cuidaba de dos niños, que eran una lata para dormir, pero eran lindos niños, estando en ese lugar mis gustos se fueron incrementando con el tiempo pude darme cuenta que me gustaban las mujeres, comencé a sentir cosas por una de las chicas.
Ella era Sofía, la más joven de todas, tenía 18 años, cabello castaño, ojos miel y un cuerpo de infarto, tenía años de estar en el medio, intente que me contara por qué una mujer tan hermosa termino en esa vida, pero no me quiso contar se puso nerviosa, parecía muy asustada, desde ese día no volvimos hablar cada vez que lo intentaba me evadía, me dolió mucho porque me gusta más de lo que estaba dispuesta a admitir, esa fue mi primera decepción amorosa ya que después de días de intentar hablar con ella por fin pude hacerlo.
Después de disculparme ella me conto parte de su vida, me dijo que su padrastro la vendió a un bar a los 15 años, cuando cumplió la mayoría de edad salió del bar, pero no encontró otro medio de vida y siguió en las calles y fue así como termino en la casa de doña Ramona, la dueña de la posada que ayudaba mujeres como ella.
Desde ese día nos volvimos más unidas, yo la convencí para que volviera a estudiar, al principio no quería, pero al final me hizo caso y entro a validar en las tardes, una noche me arriesgue a contarle mis sentimientos, ya no podía ocultar lo que ella despertaba en mí, su cercanía me estaba afectando, con solo tenerla al lado quería besarla, muy a mí pesar pues intente ocultarlo de ella lo que más pude, pero una noche algo paso entre nosotras.
Ella llego tomada de trabajar en la madrugada, yo salía de la habitación de una de las chicas, al llegar a la puerta de mi habitación ella me detuvo y pidió que la acompañara que no se sentía bien, no pude negarme, al estar en la misma habitación a solas me puse muy nerviosa, mis manos sudaban y no podía mirarla, ella se empezó a desvestir., Yo no encontraba para donde mirar y ella lo noto, era como si disfrutara verme nerviosa, sus ojos me miraban fijamente.
- LAIA mírame, sé que tú quieres lo mismo que yo, déjame enseñarte.
- Sofia estás tomada, es mejor que me vaya, vete a dormir nos vemos mañana.
Intente salir, pero ella tomo mi mano.
- No te vayas, sé que te gusto, déjame darte lo que quieres. Me beso de pronto.
El beso fue lento, yo lo hacía de forma torpe ya que era mi primera vez, ella me fue guiando y poco a poco el beso fue subiendo de tono, nos dejamos llevar y para cuando quise darme cuenta estábamos desnudas en la cama, para mí el momento fue mágico, sus besos por todo mi cuerpo me tenían en las nubes, la mire a los ojos y me sonrió, yo estaba feliz y fue lo mejor que pude experimentar, ella estaba disfrutando tanto como yo, yo aumente el roce de nuestros cuerpos y aumentando el movimiento al cáncamos el cielo.
Después de esa noche las cosas entre las dos fueron mejores, empezamos un noviazgo secreto, intente negarme yo quería que todos supieran que teníamos algo, pero ella me pidió que no debido a la vida que ella tenía y que por el momento no podía dejar, con el pasar de los días la relación se fue enfriando un poco, ella siempre estaba ocupada, según me decía entre el trabajo en las noches y las clases en la tarde no tenía tiempo para mí.
Yo quería entenderla, sabia lo difícil que era su vida por eso me ofrecí ayudarle con sus gastos, de esta forma ella no tenía que trabajar mucho y podríamos salir de vez en cuando, yo al cuidar niños de noche y ayudar en el aseo mis gastos eran mínimos y tenía dinero para ayudarla.
Ella no quería aceptar, pero termino cediendo, empecé a pagar la renta de su habitación, pero la señora RAMONA no estaba de acuerdo, me dijo que ella me estaba utilizando, le explique de nuestra relación secreta a lo que ella me respondió que saldría lastimada, pero no le hice caso a sus palabras, en ese momento estaba completamente enamorada.
Cuando cumplimos 6 meses de relación decidí darle una sorpresa, gaste mis ahorros en un regalo para ella, le compre un vestido, zapatos y su pastel favorito, limpie su habitación para recibirla, le pedí a la señora RAMONA que me ayudara con unos aperitivos, quería que todo fuera prefecto.
Con toda la emoción del mundo me fui a cambiar a mi habitación, me había comprado un conjunto del mismo color de su vestido, regrese a su habitación para esperarla, pero al llegar a su puerta me lleve la peor decepción.
De la habitación que había decorado con esmero durante toda la tarde salían ruidos, ruidos que conocía muy bien pues los había escuchado de ella muchas veces cuando estábamos juntas, abrí la puerta con mucho miedo a enfrentar la cruda realidad y fue más doloroso verlo que escucharlo.
SOFIA dije con la poca fuerza que aún me quedaba, ella me miro y sonriendo dijo.
- Ven únete a nosotros a Mateo le encantan los tríos, cierto amor.
- Por supuesto, ven para mi es mejor.
En ese momento me sentí con una ira que creo que jamás había sentido, me dieron ganas de matarlos a ambos, pero me contuve, pude notar que estaban acostados sobre la ropa que preparé para ella al parecer tenían tanto afán de revolcarse que no revisaron la cama, les di la espalda y dejé aquella habitación donde antes me había sentido inmensamente feliz.
Me encerré en mi propio cuarto y llore toda la noche, saber que ella esta con otros por trabajo era tolerable para mí, pero verla con otro y además oírla decir mí amor fue demasiado, pase de ser la mujer más feliz a una miserable sin ánimos de nada en solo horas y ni hablar que gaste todos mis ahorros en una sorpresa que ni siquiera fue apreciada.
UN MES DESPUÉS.
Mi vida volvió a cambiar, me la he pasado evitando a Sofia, cambie mis horarios de clases solo para no verla y es que la muy descarada al día siguiente me busco para agradecerme por el regalo y se sintió ofendida porque según ella fui muy grosera con su amigo, me dieron ganas de abofetearla por descarada, pero no valía la pena.
Simplemente, la deje ahí, no entiendo porque me enamore de una persona como ella, creo que eso de que el amor es ciego aplica en este caso yo literalmente estaba ciega, los días siguieron su curso y por la señora Ramona me entere que Sofia resulto embarazada y quería abortar.
Al principio trate de hacerle creer que no me importaba, pero con el pasar de los días eso fue cambiando, me dio mucha lastima su situación actual, pues debido a su condición ya no podía trabajar y el supuesto amigo responsable del embarazo nunca más volvió a la posada desde que supo del bebe.
Una tarde de invierno después de una charla con doña Ramona me anime a visitarla, aunque no estaba dispuesta a perdonar su traición quise hablarle para tratar de evitar que cometiera un error del que se podría arrepentir el resto de su vida.
- Hola Sofía, como estás, le dije entrando a su habitación con una taza de chocolate y pan caliente.
- Mal, tengo muchas náuseas y no he podido trabajar al paso que voy me echarán de aquí pronto.
- Es normal que te sientas así, estás en los primeros meses, ten come esto, te ayudara.
- Gracias, sé que me comporte mal contigo y merezco este castigo.
- No digas tonterías, un hijo no es un castigo todo lo contrario es una bendición.
- No pienso tenerlo, ya estoy decidida.
- No lo hagas, déjame ayudarte, puedo pagar tus gastos hasta que nazca el niño y luego puedo cuidarlo mientras trabajas.
- Porque estas dispuesta hacer algo como eso, no somos nada y si te soy sincera no quiero a este niño.
Fue muy triste oírla hablar de esa forma, pero seguí tratando de convencerla, se tomo el chocolate y dijo que lo pensaría un poco más, desde ese día me volvía a encargar de su renta y le dejaba las tres comidas en su habitación para que no tuviera que preocuparse de nada, con ayuda de doña Ramona un medico la reviso y dijo que el embarazo iba bien y que solo tenia que tomar sus vitaminas y no hacer muchos esfuerzos.
Trabaje mucho más para poder ahorrar dinero, le hacia los trabajos a mis compañeras y cuidaba más niños por algo de dinero extra, me acostaba muy cansada y muchas veces no podía dormir por tanto trabajo, pero con todo ese dinero podía cubrir los gastos de Sofia, nunca pensé que costear un embarazo resultara tan caro.
La relación entre las dos se volvió amigable, aunque muchas veces ella quiso seducirme pude mantenerla a raya, sigo amando a esa mujer, pero no puedo permitirme volver a caer en sus juegos, se que solo lo hace por agradecimiento y es lo que menos quiero recibir de ella, lo que estoy haciendo es por amor y no deseo.
Seguí cuidando de Sofia y con ayuda de una compañera la lleve a un control prenatal, en su primera ecografía pude escuchar los latidos del bebé y me emociono muchísimo más el saber que era una niña, me sentía como la madre de ese bebé, lo sentía mío y se que no lo es, pero intentare que Sofia no me aleje de ella, Sofia es muy inestables y nunca se sabe con qué locura saldrá.
Con mucha emoción compre ropa para la beba, no pude resistirme al pasar por la tienda de bebes, fue como si me llamara, le compre muchas cosas entre estas una cuna, para que estén cómodas cuando nazca, con ayuda de doña Ramona la instalamos en la habitación de Sofia y varias de las chicas le regalaron cosas que ya no usaban sus hijos, se mostraron muy solidarias y también le dieron algunos juguetes.
Los meses pasaron muy rápido, Sofía no volvió a trabajar, pero con mi ayuda logro terminar la secundaria y preparatoria en pocos meses, nos graduamos juntas, hicimos una pequeña celebración y doña Ramona nos preparó un rico pastel, gracias a mis buenas calificaciones recibí una beca para la universidad, fue una enorme sorpresa para mí, podría estudiar administración que era mi sueño, solo espero poder con todo sola, con solo 17 años me había hecho a una responsabilidad que muchos le temen aún con más de 50 años.
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