Melissa, una chica dulce, carismática y muy linda, pero algo introvertida, vive en una pequeña ciudad de Ecuador junto a sus padres quienes son Inelda y Michael y sus dos hermanos mayores, Jofree y Humberto, desde muy pequeña la vida de Melissa ha estado marcada por situaciones muy difíciles que a lo largo de esta historia vamos a ir relatando.
Esta que provienen de una familia de estatus medio, donde cada miembro ha tenido que lidiar con las consecuencias de sus malas decisiones, pues sus padres, se casaron siendo muy jóvenes, alrededor de los 18 años, cuando aún estaban estudiando, por lo que Michael no logro culminar sus estudios superiores, Inelda por otro lado si terminó su carrera de Corte y Confección, la llegada prematura de responsabilidades adultas cambió por completo sus planes y expectativas, obligándolos a adaptarse a una realidad difícil y a aprender a lidiar con las complicaciones que esta traía consigo.
Inelda y Michael, tenían dos hijos Jofree, quien tenía dos años cuando se enteraron del embarazo de Melissa, y Humberto quien le llevaba 10 años, la noticia de la llegada de un tercer hijo fue totalmente inesperada pues ellos no estaban preparados para ello.
Inelda
Michael
Melissa no fue planeada, y su llegada fue una sorpresa que provocó emociones encontradas en sus padres, por un lado, Inelda no se sintió feliz al enterarse de que estaba nuevamente embarazada, pues las circunstancias no eran favorables para recibir a un nuevo miembro en la familia, ella trabajaba en un puesto que le exigía mucho esfuerzo físico y mental, y la noticia de un embarazo no deseado representaba una carga adicional que la agobiaba profundamente.
El embarazo fue particularmente complicado para la madre, desde el inicio del mismo tuvo que enfrentar dificultades, estas hicieron que cada día fuera un desafío, aparte la salud de Inelda comenzó a deteriorarse debido a las complicaciones relacionadas con el embarazo, ella tuvo que lidiar con problemas renales causados por la presión que el bebé producía, lo que le ocasionaba un dolor constante y la obligaba a guardar reposo absoluto, algo que Inelda odiaba, ya que le gustaba salir a pasear, además el embarazo afectó su apetito, y la falta de nutrientes afectó el desarrollo del bebé, razón por la que Melissa nació antes de tiempo y con un peso muy bajo, lo que preocupó enormemente a toda la familia.
A pesar de los problemas y la ansiedad que rodearon su nacimiento, Melissa se convirtió en un rayo de luz para su familia, su padre Michael, estaba lleno de alegría cuando por fin pudo sostener a su hermosa bebita en brazos, para él la ilusión de tener una niña había sido una de las pocas cosas que lo mantuvo optimista durante los difíciles meses del embarazo, cuando finalmente pudo ver a Melissa, pequeña y frágil, pero hermosa, sintió que todos los sacrificios valieron la pena, no pudo evitar sentirse con gran preocupación por la emoción, puesto que la llegada de su amada niñita fue un sueño hecho realidad.
Humberto, el hermano mayor, también estaba encantado con la idea de tener una hermana pequeña, a pesar de la diferencia de edad entre ellos, él asumió desde el principio un rol protector de su pequeña hermana, durante los meses antes del nacimiento, había estado ansioso por conocerla, imaginando cómo sería tener una hermanita a quien cuidar y proteger, Jofre, aunque aún era pequeño, también esperaba con curiosidad la llegada de Melissa, aunque no comprendía del todo lo que significaba ser hermano mayor.
Cuando Melissa finalmente nació, Inelda, quien había estado abrumada por la ansiedad y la preocupación durante todo el embarazo, sintió un cambio en su corazón, al ver a su hija por primera vez y sostenerla en sus brazos, le hizo comprender que, a pesar de las dificultades, había una pequeña vida a la que debía cuidar y proteger.
Después del parto, Melissa y su madre permanecieron en el hospital hasta que ambas estuvieron lo suficientemente estables para regresar a casa, pero, en lugar de volver a su propio hogar, Inelda y Michael tomaron la decisión de mudarse temporalmente a la casa de la madre de Inelda, quien se llamaba Dionesia, esta decisión fue por la necesidad de apoyo que Inelda requería, sobre todo en los primeros días de recuperación, ya que su salud aún era frágil, Dionesia, a pesar de ser una mujer mayor, recibió a su hija, a su yerno y a sus nietos con los brazos abiertos, dispuesta a ofrecerles todo el apoyo necesario durante este período.
Dionesia
La casa de Dionesia, aunque era grande, no estaba exenta de problemas que acarreaban cada día los hermanos de Inelda, que también vivían allí, no estaban completamente de acuerdo con la llegada de más personas al hogar, pues para ellos, la presencia de la familia de Inelda representaba una invasión de su espacio, y aunque no lo decían, sus actitudes lo dejaban bien claro, Dionesia se esforzó por mantener la paz y por asegurarse de que su hija y sus nietos se sintieran bienvenidos.
Melissa, con su dulzura y encanto natural, pronto se convirtió en el centro de atención de la casa, a pesar de que al principio estuvo muy delicada, poco a poco mostró ser una niña fuerte y resistente, su presencia comenzó a suavizar las tensiones en el hogar, y su abuela, la tomó bajo su protección, le dedicaba todo el tiempo que podía, aunque la vida no era fácil, Melissa creció en un abrir y cerrar de ojos, la que más se ocupada de las atenciones de Melissa y Jofre era su abuelita ya que sus padres trabajaban, su hermano Humberto se iba a clases y al regresar quedaba igual con sus hermanitos, muy contento ayudando.
Los años pasaron Melissa tenía ya 8 añitos, debido a los desacuerdos con los hermanos de Inelda, se habían mudado hace años a otra casa, donde arrendaban, la niña ya estaba en la escuela, su madre la iba a dejar, mientras que Jofre iba en el recorrido escolar, y Humberto se iba caminando ya que su escuela quedaba cerca de casa.
Un día que parecía ser normal, la familia recibe una terrible noticia, Dionesia ha sufrido un terrible accidente y esta delicada de salud, Inelda decide cuidar a su madre pero por los roces con sus hermanos mayores prefiere llevarle a su casa para que se recupere, pero en una cita con el médico les dice que cuando sufrió el accidente se golpeó fuerte la cabeza y se formó un hematoma intracraneal en una zona muy delicada, les dijo también que deben prepararse para lo peor, que enfermedad no tiene tratamiento, y que no le queda mucho tiempo de vida, todos estaban muy tristes, Melissa no entendía nada de lo que pasaba, pero sus hermanos quienes ya entendían, se dieron cuenta de la fuerte noticia, todos lloraban y lloraban, esa señora había sido el pilar de la casa ya que el padre de Inelda había fallecido cuando ella era aun pequeña, casi no tenía muchos recuerdos de él, los púnicos recuerdos que se le venían a le mente era su madre y todo lo que la apoyo, el amor que le dio, el amor que daba a todos, era una mujer simplemente cariñosa y excepcional.
Pasó una semana, de esta terrible noticia, y llegó lo fatal, Dionesia se puso muy mal y estaba en cama sus hijos llegaron para despedirla, también llegaron todos sus nietos, pero faltaba su ultima hija que vivía en otra ciudad, demoraba 5 horas de viaje, la pobre Dionesia, estaba ya en las últimas pero solo esperaba la llegada de su hija, al llegar Lourdes su hija, se despidió de su madre con mucha tristeza, y dio el último aliento, falleció, todo el lugar se inundó de llanto, era una señora muy querida por su familia, Melissa quien todavía no entendía lo que sucedía pensó que su abuela solo esta dormida, para ella toda está situación le causaba confusión.
Luego de este mal sabor de boca para la familia fue el sepelio, Inelda con su esposo compraron la parte de la casa a sus hermanos para poder vivir en la casa de la que fue su madre, pero no todo salió en buenos términos puesto que apenas se vendío la casa entraron a llevarse las cosas de su madre diciendo que les pertenece, fue todo un alboroto, las peleas por la herencia de la recién fallecida fue todo un caos, Inelda y su familia estaban devastados no podían creer que sus hermanos hasta en la muerte le hacían sufrir.
Lourdes por otro lado estaba bien destrozada junto con su esposo y sus cuatro hijas volvieron a su ciudad ya que el trabajo no esperaba.
Pasaron algunos días y para Inelda y su familia las cosas se iban calmando, los hermanos de vez en cuando venían tomados a hacer problema pero ya eran menos constantes, pero al pasar el tiempo Melissa cada vez estaba más sola, sentía la ausencia de su abuelita y no entendía porque no venía verla, la niña a pesar de estar rodeada de su familia no se sentía bien, pues todos se centraban en sus asuntos, Humberto estaba estudiando en otra ciudad y con Jofre no se llevaba bien, ya que el era el consentido de Inelda.
La madre de la niña pasaba mucho tiempo fuera, dejaba a los niños solo en casa la mayor parte de tiempo, Michael el padre de ellos pasaba trabajando y llegaba a casa ya en la noche, como pasaban solos Melissa aprendió a cocinar sus alimentos, su madre aprovechaba de eso para dejarle en casa para que haga la comida para todos, Jofree debía ayudarle pero era muy perezoso y no ayudaba en nada, cuando no estaba lista la cena Inelda se molestaba, y gritaba mucho a la niña, la pobre pequeña sabía que no debía molestar a su madre y le obedecía en todo.
Pasaron otros años, Melissa era una hermosa jovencita de 14 años, Jofree tenía 16 y Humberto tenía 24, estaba a mitad de su carrera de medicina, cuando se entero que su padre estaba enfermo, y en su empresa hicieron recorte de personal dejándolo fuera de la empresa, fue una noticia devastadora para Humberto, quien decidió poner una pausa en su carrera y regresar con su familia, ya es su casa fue a ver a su padre que se encuentra hospitalizado, le están realizando algunos exámenes para dar con la enfermedad que tanto le aqueja, luego de unos días están listos los resultados, pero no hay buenas noticias, Michael tiene cáncer, y eso es el porque de sus malestares, la familia pasa nuevamente por una situación difícil, Humberto tiene que dejar de lado sus estudios definitivamente y dedicarse a trabajar para ayudar con los gastos de la casa, sus hermanos siguen estudiando, Melissa tiene que dejar haciendo el el desayuno para su madre y su hermano Jofree, ya en el colegio las cosas para ellos también pintan mal, ya que el dinero es escaso y deben hacer un sobreesfuerzo para que sus amigos no se den cuenta de la situación que viviendo en ese momento.
Melissa
Jofree
Humberto
Son momentos duros para la familia, Inelda pasa en el hospital con su esposo, Humberto trabaja doble turno y los chicos en clases, Michael recibe quimioterapias que lo dejan muy agotado, pero estas están dando resultado, pronto se ve la mejoría, al cabo de algun6 tiempo siguiendo la misma rutina Michael es dado de alta, solo debe estar en continuos controles, una vez en casa su familia le brinda todo el apoyo que necesita, aunque la situación económica sigue siendo difícil, están mas tranquilos por tener a su padre en casa y sano.
Humberto sigue trabajando pero esta vez solo toma un turno al día, pues su padre se encuentra mejor y ha salido a buscar empleo, gracias a su carácter gentil tiene buenos amigos que le ayudan rápidamente a encontrar un buen trabajo, por otro lado Inelda ve que sus hijos tienen mucho tiempo libre y los pone a estudiar dos institutos, uno en la mañana y otro por la tarde, para Jofree es igual ya que no hace nada en casa, es pero para Melissa es muy agotador ya que no solo debe hacerse cargo de la casa sino también de sus dos colegios, pasan los días y para la chica la rutina se vuelve un poco frustrante, ella no puede quejarse ya que de lo contrario sentirá la ira de su madre, el único que la ayuda es Humberto y su papá en sus tiempos libres, que casi son escasos.
Un día al salir del trabajo Humberto sale con unos amigos a una parrillada, ahí conoce a una chica encantadora llamada Verónica, ellos quedan flechados al instante, pronto empiezan a platicar, intercambian sus número de teléfono y se despiden, comienzan a salir juntos primero como amigos, conociéndose más, no tardan mucho y quedan como novios, esto dura unos tres meses, y deciden que es hora de hablar con sus familias, a los padres de Humberto les cae la noticia como balde de agua fría, pues la única que sabia de la relación era Melissa ya que entre los dos se contaban todo, no le contaban nada a Jofree ya que era muy chismoso y todo iba a contar a su madre.
Verónica
Los padres de Humberto no hacen más que aceptar la relación e ir a conocer a los padres de la chica, piden su mano y comienzan los preparativos del matrimonio, un mes después en una boda sencilla por lo civil se hacen esposos, hacen una pequeña fiesta solo con la familia más cercana, al poco tiempo llega a la familia una pequeña bebé llamada Estefanía, es la hija de Humberto, para Melissa es una felicidad enorme ver a la niña ya que se sentía cada vez más sola, desde que perdió a su abuelita su hermano era su gran apoyo y ahora también de alguna manera lo había perdido, aunque la joven pareja vivía en la casa de alado, casi ya no se veían.
Paso un año y Melissa cumplió sus quince añitos, ella no estaba ilusionada por su cumpleaños, pues eran días normales, no acostumbraban a celebrar sus cumpleaños, ni el de nadie solo el de Jofree, pero en este día por lo menos esperaba un feliz Cumpleaños, pero nadie se acordó de ella, bueno hasta la noche que recibió un mensajito de su hermano Humberto, quien le decía que recién llega del trabajo y que no había tenido tiempo de escribirle antes.
Melissa paso llorando toda la noche, pero ella es una chica fuerte, lloraba un buen raro pero después se levantaba con más fuerza y positivismo, se decía a si mismo, la vida me puso aquí con esta familia y en esta vida, los problemas no se solucionan llorando hay que salir y buscar soluciones, si Dios me dio otro día más de vida tengo que seguir luchando, no me rendiré.
Verónica la esposa de Humberto, consiguió empleo, así que Inelda y Melissa iban a cuidar a la pequeña Estefanía, la abuelita estaba muerta de gusto con su nieta, la cuidaba con amor, cosa que era extraña para Melissa, pero entendía que los abuelos quieren más a los nietos que a los hijos, o eso decían los ancianos.
Estefanía
Pasaron algunos meses y Melissa no podía salir a ningún lado siempre estaba en los colegios o en la casa ayudando a su madre, mientras Jofree salía con sus amigos,
dejado los estudios de la tarde, para tener más tiempo libre, Jofree era más independiente y podía hacer lo que quisiera por el hecho de ser hombre, Humberto y Verónica quienes esperaban a su segundo bebé un varoncito se pusieron un taller de tejido en su casa, este lo administraba la esposa y Humberto ayudaba al salir del trabajo, les iba bien en el negocio que decidieron ampliar y contratar más personal, un día un chico muy apuesto de unos 20 años llega al taller y ve a Melissa quien estaba ayudando a su cuñada con la niña, el chico queda flechado, pero la joven chica no está interesad, el joven se acerca a Melissa y le hace plática, en ese momento entra Inelda y observa la situación, estudia de pies a cabeza al muchacho y se da cuenta que es de buena familia, entonces le dice a Melissa que atienda al chico que ella se hace cargo de la pequeña Estefanía, a la joven se le hace extraño pero obedece, el chico hace el encargo, un suéter azul marino, con cuello en V, y luego se marcha, Inelda va pronto a preguntarle a Melissa que le dijo el joven.
- Hija, qué te dijo el muchacho?
- Me dio su número para que le avisará cuando este listo su pedido y nada más mamá, pero por qué tanto interés.
- Hija abre bien los ojos es un chico muy lindo y además se ve que viene de buena familia, una familia con dinero, es tu gran oportunidad hija.
- Claro que no mamá, no me interesa.
- Tienes que hacerte su novia, llámalo para que salgan, pero bajo mi supervisión muchachita.
- Hay mamá claro que no, estás loca.
Inelda pierde la paciencia y le da una bofetada a Melissa.
- Fíjate como me hablas niña, tienes que hacer lo que yo te diga, no ves que es por tu bien, una madre siempre sabe lo que es mejor para su hija.
Melissa trata de calmarse y toma el celular para llamar al joven Vicente, pues no quiere alterar más a su madre.
- Hola Vicente, soy Melissa de la tienda de tejidos.
- Hola Melissa que gusto escucharte, dime
- Eemmm… te llamaba para preguntarte la talla del suéter, es que se me olvido, disculpa.
- No te preocupes Mel, te puedo llamar así verdad.
- Si claro Vicente no hay problema.
- Muy bien siendo así la talla 40, es que soy un poco alto… Mel, pero ya que fue una buena coincidencia, ¿te puedo invitar a salir?
- Eehh.. Claro Vicente puedes pasar por mi a las 2:30 es que a las 4 tengo clases.
- Claro Mel a esa hora esta perfecto.
Vicente
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