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EL APRENDIZ DE LA MUERTE

PROLOGO

Haniel Estrada estaba sentado en la pequeña oficina del detective James, rodeado de archivos y papeles desordenados. Era un joven de 22 años, con cabello negro ondulado y ojos negros profundos. Su rostro era serio y reservado, pero sus ojos brillaban con una intensidad que revelaba su pasión por el trabajo.

..."¿Qué te parece, Haniel?" preguntó el detective James, un hombre de mediana edad con una barba gris y una pipa entre los dientes. "¿Crees que podemos resolver este caso?"...

...Haniel se inclinó hacia adelante, sus manos entrelazadas."Sí, señor. Estoy seguro de que podemos encontrar una pista."...

...El detective James sonrió. "Me gusta tu confianza, Haniel. Eres un buen aprendiz."...

Haniel se sonrojó ligeramente, pero su mirada no se desvió. "Gracias, señor. Estoy aprendiendo mucho de usted."

Mientras hablaban, Haniel no podía evitar pensar en su vida como aprendiz del detective. Había empezado hacía un año, después de terminar la universidad. Siempre había estado fascinado por los misterios y los crímenes, y había decidido seguir su pasión.

Ahora, sentado en la oficina del detective James, Haniel se sentía en su elemento. Estaba listo para enfrentar cualquier desafío que se le presentara.

De repente, el detective James recibió un correo electrónico en su computadora. Su expresión cambió de curiosidad a sorpresa y luego a horror.

..."Haniel, ven a ver esto", dijo el detective James, su voz baja y seria....

Haniel se acercó a la computadora y vio la imagen de una joven de unos 17 años, con la piel pálida y fría. Su cuerpo estaba desnudo, extendido en el suelo en una posición de ángel, con los brazos y piernas abiertas. Sus ojos estaban cerrados, como si estuviera durmiendo, pero su expresión era de paz. Tenía el cabello largo y oscuro, extendido alrededor de su cabeza como una aureola.

La luz de la imagen era tenue, como si hubiera sido tomada en una habitación oscura. Sin embargo, se podía apreciar cada detalle del cuerpo de la joven, desde la forma de sus labios hasta la curva de sus caderas.

Lo que más llamaba la atención era la posición del cuerpo, como si hubiera sido colocada allí con cuidado y precisión. No había señales de lucha o violencia, solo una paz macabra.

Debajo de la imagen, había una nota escrita:

..."Tantos crímenes que ocurren día tras día, tantos asesinatos que ocurren en esta sociedad echada a perder... muertes sin sentido por peleas maritales, por un asalto, por una enfermedad, por un accidente... pero no hemos de entender que la muerte es una maravilla si sabemos cómo aprovecharla y disfrutar de ella....

...Esta ciudad y la ley que la cubre no ha podido atraparme, no ha podido descubrir quién soy... Y eso es lo fascinante de esto, de encontrar a mis víctimas y hacer justo lo que me encanta y gusta hacer. Creo que algún día sabrán quién soy yo, o pasaré al legado de la historia como Jack el destripador, que jamás fue atrapado y hoy en día todos conocen su historia. Los desafío a tratar de encontrarme"....

Haniel sintió un escalofrío al leer las palabras del asesino. Era como si se estuviera riendo de ellos, desafiándolos a encontrarlo.

..."Este es el trabajo de un psicópata", dijo el detective James, su voz llena de gravedad. "Tenemos que encontrarlo antes de que mate de nuevo"....

El detective James y Haniel se miraron entre sí, decididos a encontrar al asesino. Comenzaron a investigar la fuente del correo electrónico, buscando cualquier pista que los llevara al remitente.

..."La URL del correo es anónima", dijo Haniel, frustrado. "No hay forma de rastrearla"....

El detective James asintió. "Eso es lo que esperábamos. Este tipo es inteligente. Pero podemos intentar buscar patrones en el lenguaje, algo que nos dé una pista sobre su identidad".

Haniel comenzó a analizar el texto del correo, buscando cualquier error gramatical o de puntuación que pudiera revelar algo sobre el remitente. Mientras tanto, el detective James hizo una llamada a la compañía de telecomunicaciones para ver si podían proporcionarles cualquier información sobre el origen del correo.

Después de una hora de investigación, no habían encontrado nada. El correo parecía haber sido enviado desde una dirección anónima, sin dejar ningún rastro.

..."Esto es como buscar una aguja en un pajar", dijo el detective James, exasperado. "No tenemos nada. Ninguna pista, ningún lead. Es como si el asesino se hubiera esfumado en el aire"....

...Haniel se levantó de su silla, decidido. "No nos daremos por vencidos. Seguiremos investigando, buscando cualquier cosa que nos lleve a él. No podemos permitir que siga matando"....

...El detective James asintió, su rostro serio. "Tienes razón, Haniel. No nos daremos por vencidos. Vamos a encontrar a este asesino, aunque nos lleve todo el tiempo que sea necesario"....

Después de una larga jornada de investigación, Haniel regresó a su departamento, un espacio acogedor en el centro de la ciudad. Al abrir la puerta, fue recibido por su fiel compañero, un Pastor belga malinois de color café llamado Max. El perro lo saludó con entusiasmo, moviendo su cola y lamiendo su mano.

Haniel sonrió y acarició a Max, sintiendo un momento de paz después de un día intenso. Se quitó el abrigo y se dirigió a la cocina para prepararse un café.

Justo cuando estaba a punto de sentarse en el sofá, su teléfono sonó. Era su hermana menor, Sofía.

..."Haniel, necesito hablar contigo", dijo Sofía, su voz temblorosa....

...Haniel se puso alerta. "¿Qué pasa, Sofía? ¿Estás bien?"...

...Sofía respiró profundamente antes de responder. "Mamá... ha tenido una decaída. El cáncer... es terminal"....

Haniel se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago. Había sabido que su madre estaba enferma, pero no había esperado que las cosas tomaran un giro tan grave tan pronto.

..."¿Qué puedo hacer?", preguntó Haniel, sintiendo una mezcla de tristeza y desesperación....

...Sofía lloró al otro lado de la línea. "Necesito que estés aquí conmigo, Haniel. Por favor, ven a casa"....

...Haniel asintió, aunque sabía que Sofía no podía verlo. "Estoy en camino", dijo. "No te preocupes, hermana. Estaré allí para ti y para mamá"....

Haniel salió de su departamento, seguido de cerca por Max, su fiel compañero. Subieron al auto y se dirigieron a casa de su madre, que estaba ubicada en las afueras de la ciudad.

Haniel manejaba su auto, un Toyota Corolla gris metalizado, por las calles de Matamoros, Tamaulipas. Salía de la ciudad, dirigiéndose hacia las afueras, donde se encontraba la casa de su madre. El sol comenzaba a ponerse, casting un brillo anaranjado sobre la ciudad.

Mientras manejaba, pasó por la Avenida Constitución, una de las principales calles de la ciudad, flanqueada por tiendas y restaurantes. Luego, tomó la carretera que lo llevó hacia el norte, alejándose del centro de la ciudad.

El entorno cambió, y Haniel se encontró rodeado de campos de cultivo y pequeñas casas. La carretera se estrechó, y el tráfico disminuyó.

Mientras manejaba, Haniel recibió un mensaje SMS en su teléfono. Lo miró con curiosidad y frunció el ceño al leer el texto.

..."Hola Haniel, te va a interesar lo que te voy a decir. Deberías ir a la ubicación que te estoy proporcionando. Ahí vas a encontrar algo maravilloso. Pero ves pronto, no vaya a ser que otro detective lo encuentre primero. Ah, no espera... Tú no eres detective aún, verdad. Aprendiz"....

Haniel se sintió intrigado y un poco molesto. ¿Quién podría estar enviándole mensajes anónimos? Y ¿qué podría ser lo que querían que encontrara?

Miró la ubicación que le habían proporcionado y vio que estaba cerca de su destino actual. Decidió que podría hacer un pequeño desvío para investigar.

Finalmente, llegó a la casa de su madre, una pequeña vivienda de una sola planta, con paredes de estuco blanco y un techo de tejas rojas. El jardín delantero estaba bien cuidado, con flores y arbustos que su madre había plantado con amor.

Haniel estacionó su auto en la entrada y se bajó, seguido de Max. La puerta principal de la casa se abrió, y Sofía salió a recibirlo, con lágrimas en los ojos.

..."Haniel, gracias por venir", dijo Sofía....

...Haniel la abrazó y miró hacia adentro de la casa. "¿Cómo está mamá?"...

...Sofía se secó las lágrimas. "Está... está muy mal. El médico dice que no tiene mucho tiempo"....

La casa de su madre estaba decorada con fotos familiares y recuerdos de sus viajes. El salón estaba amueblado con un sofá y dos sillones, y había una mesa de comedor en un rincón. La cocina estaba al lado, con una ventana que daba al jardín trasero.

Haniel se dirigió hacia el dormitorio de su madre, donde la encontró acostada, con un tubo de oxígeno en la nariz y una manta sobre sus piernas. Su rostro estaba pálido y demacrado, pero sonrió débilmente al ver a su hijo.

EL DESCUBRIMIENTO

Haniel entró en el dormitorio de su madre, seguido de cerca por Max. Su madre estaba acostada en la cama, con un tubo de oxígeno en la nariz y una manta sobre sus piernas. Su rostro estaba pálido y demacrado, pero sonrió débilmente al ver a su hijo.

"Haniel, mi amor", dijo su madre, con una voz débil. "Me alegra que hayas venido".

Haniel se acercó a la cama y tomó la mano de su madre. "Mamá, ¿cómo estás?" preguntó, tratando de contener las lágrimas.

Su madre respiró profundamente antes de responder. "El cáncer ha llegado a un punto crítico, Haniel. No hay manera de detenerlo. Me queda poco tiempo".

Haniel sintió un golpe en el estómago. No quería perder a su madre. "No, mamá. Por favor, no digas eso".

Su madre sonrió de nuevo. "Lo siento, mi amor. Pero debes ser fuerte. Tienes que seguir adelante sin mí".

Haniel asintió, tratando de ser fuerte. Pero en su interior, estaba desmoronándose.

Su madre continuó hablando, su voz débil pero llena de emoción.

"Haniel, tengo que hablar contigo sobre algo importante. Como sabes, mi tiempo se está acabando y debo asegurarme de que estés preparado para lo que viene".

Haniel asintió, sintiendo un nudo en la garganta.

"Quiero que te hagas cargo de tu hermana menor, Sofía. Ella no tiene a nadie más que tú. Prométeme que te cuidarás de ella y la protegerás".

Haniel asintió de nuevo, sintiendo una sensación de responsabilidad.

Su madre continuó hablando, su voz llena de tristeza.

"Recuerdas a tu padre, ¿verdad? ¿Cómo nos fuimos de él debido a su manera de ser? Era un hombre violento y alcohólico, y siempre hablaba sobre la muerte y los asesinos en serie. Era su pasión, y nos daba miedo".

Haniel asintió, recordando los momentos difíciles que habían pasado con su padre.

"Sí, mamá. Lo recuerdo. Era un hombre extraño y nos daba miedo".

Su madre continuó hablando, su voz llena de tristeza.

"Después de que nos fuimos de él, recibimos la noticia de que había muerto. Fue un alivio para nosotros, pero también fue triste. Nunca pudimos entender por qué era así".

Haniel la miró, sintiendo una mezcla de emociones.

"Mamá, ¿por qué me estás contando esto ahora?"

Su madre lo miró con ojos tristes.

"Porque quiero que recuerdes de dónde vienes, Haniel. Quiero que recuerdes que tienes una hermana que depende de ti y que debes protegerla. Y quiero que recuerdes que, aunque tu padre era un hombre extraño, tú no eres como él. Tú eres fuerte y capaz, y puedo confiar en ti".

Haniel sintió un nudo en la garganta, pero asintió, sintiendo una sensación de determinación.

"Lo haré, mamá. Me cuidaré de Sofía y la protegeré. Lo prometo".

Después de despedirse de su madre, Haniel decidió ir a la ubicación que le habían enviado por SMS. No sabía qué esperar, pero sentía que debía investigar.

Llegó a la casa abandonada y se bajó del auto. Max lo siguió de cerca. La casa estaba en ruinas, con ventanas rotas y una puerta colgando de sus goznes.

Haniel se acercó a la casa, sintiendo un escalofrío en la espalda. La puerta principal estaba abierta, como si alguien la hubiera empujado recientemente. Haniel se detuvo en el umbral, mirando hacia adentro. La oscuridad era absoluta, solo rota por los rayos de luz que se filtraban a través de las ventanas rotas.

"Max, espera aquí", dijo Haniel, dejando al perro en la entrada.

Haniel entró en la casa, su corazón latiendo con fuerza. El aire estaba lleno de polvo y olía a moho. Haniel se cubrió la nariz con la camisa y siguió adelante.

La casa estaba en silencio, solo roto por el crujido de las tablas del piso bajo sus pies. Haniel se movió con cautela, su mirada escaneando cada rincón.

Llegó a una escalera que bajaba al sótano. Haniel se detuvo, sintiendo un presentimiento. Algo no estaba bien.

Bajó los escalones lentamente, su corazón latiendo con fuerza. El aire en el sótano era frío y húmedo. Haniel se estremeció.

Y entonces, la vio.

La mujer joven colgaba de la pared, su cuerpo en posición de ángel. Los brazos extendidos hacia arriba, las piernas abiertas en forma de X. La piel estaba pálida y fría, los ojos cerrados como si estuviera durmiendo.

Haniel se quedó helado, su mente incapaz de procesar lo que estaba viendo. La sangre se había coagulado en la pared, formando un charco oscuro en el suelo.

La boca de la mujer estaba abierta, como si hubiera gritado en el momento de su muerte. Los dientes estaban manchados de sangre, los labios pálidos y fríos.

Haniel sintió un golpe en el estómago, su visión se nubló. Se tambaleó hacia atrás, como si hubiera recibido un puñetazo.

Y entonces, todo se volvió negro.

Haniel se desplomó en el suelo, su mente incapaz de procesar lo que había visto. Sabía que tenía que llamar a la policía, pero no podía moverse.

De repente, escuchó un ruido detrás de él. Se dio la vuelta y vio a Max, su perro, mirándolo con preocupación.

Haniel se levantó, todavía aturdido. Sabía que tenía que hacer algo, pero no sabía qué.

Llamó al detective James y le informó sobre el descubrimiento. El detective llegó rápidamente, junto con una equipe de forenses.

Haniel se quedó en la escena, tratando de procesar lo que había visto. Sabía que este caso era mucho más grande de lo que había imaginado. Y estaba decidido a encontrar al responsable.

El detective James se acercó a Haniel, su rostro serio. "Haniel, ¿qué estabas haciendo aquí?" preguntó.

Haniel respiró profundamente antes de responder. "Recibí un SMS de un número desconocido", dijo. "Me decía que viniera a esta dirección si quería encontrar algo que me interesaba".

El detective James frunció el ceño. "¿Y viniste solo?"

Haniel asintió. "Sí, vine solo. No sabía qué esperar, pero sentía que debía investigar".

El detective James miró alrededor de la habitación, su mirada escaneando cada rincón. "Y entonces, encontraste esto", dijo, señalando el cadáver.

Haniel asintió de nuevo. "Sí, lo encontré. Y luego te llamé".

"Detective James, el correo electrónico que llegó a tu computadora no era un juego", dijo Haniel, su voz seria. "Creo que el asesino quiere que sepamos que esto es real, que no es un juego. Y me envió un SMS para que viniera aquí y encontrara esto".

El detective James lo miró con atención. "¿Y qué crees que quiere el asesino?"

Haniel se encogió de hombros. "No lo sé, pero creo que quiere que juguemos a su juego. Que sigamos sus pistas y que intentemos descubrir quién es".

El detective James asintió. "Sí, creo que tienes razón. El asesino quiere que estemos involucrados en esto, que sigamos su ritmo. Pero debemos ser cuidadosos, no sabemos qué podemos esperar".

LA TRAGEDIA

Haniel regresó a casa de su madre, su mente aún procesando lo que había visto en la casa abandonada. Quería hablar con su hermana Sofía sobre la situación de su madre, que estaba luchando contra el cáncer.

Sofía, una adolescente de 15 años, lo recibió con una sonrisa triste. "Hey, hermano", dijo. "¿Cómo estás?"

Haniel se sentó en el sofá junto a ella. "Estoy bien, hermana. Pero quería hablar contigo sobre mamá".

Sofía asintió. "Sí, claro. ¿Qué pasa?"

Haniel tomó su mano. "Mamá está muy enferma, Sofía. El cáncer es muy agresivo. Pero debes ser fuerte, hermana. No podemos perder la esperanza".

Sofía asintió, lágrimas en los ojos. "Lo sé, hermano. Estoy tratando de ser fuerte. Pero es difícil".

Haniel la abrazó. "Lo sé, hermana. Pero no estás sola. Estoy aquí para ti. Y nunca te dejaré sola".

Al día siguiente, Haniel recibió una llamada de la policía. "Haniel, necesitamos hablar contigo", dijo la voz al otro lado de la línea.

Haniel se sintió un escalofrío. "¿Qué pasa?"

"El detective James ha muerto", dijo la voz. "Fue encontrado muerto en su casa, con la garganta rajada".

Haniel se quedó sin aliento. "¿Qué? ¿Cómo?"

"No lo sabemos", dijo la voz. "Pero hay algo más. Había una carta dirigida a ti en la escena del crimen".

Haniel se sintió un golpe en el estómago. "¿Qué dice la carta?"

"No podemos decirlo por teléfono", dijo la voz. "Pero necesitamos que vengas a la comisaría a hablar con el nuevo detective a cargo del caso".

Haniel asintió, aunque la voz no podía verlo. "Estoy en camino".

Cuando llegó a la comisaría, Haniel conoció al nuevo detective, un hombre llamado detective Rodríguez. Era un hombre alto y delgado, con una mirada seria.

"Haniel, gracias por venir", dijo el detective Rodríguez. "Sabemos que eras cercano al detective James, y queremos que sepas que estamos haciendo todo lo posible para encontrar al responsable de su muerte".

Haniel asintió. "Gracias. Quiero ayudar en lo que pueda".

El detective Rodríguez lo miró sorprendido. "¿Quieres ser mi ayudante?"

Haniel asintió de nuevo. "Sí, quiero ayudar a encontrar al responsable de la muerte del detective James y de la mujer en la casa abandonada".

El detective Rodríguez asintió. "Muy bien, Haniel. Eres mi ayudante ahora. Vamos a trabajar juntos para resolver este caso".

Haniel se sintió un golpe de adrenalina. Estaba listo para trabajar en el caso y encontrar al responsable de las muertes.

"¿Dónde empezamos?", preguntó Haniel.

"Empezamos por la carta que te enviaron", dijo el detective Rodríguez. "¿Puedes mostrármela?"

Haniel sacó la carta de su bolsillo y se la entregó al detective Rodríguez. El detective la leyó y frunció el ceño.

"Hola Haniel", leyó en voz alta. "¿Recibiste mi SMS?, ¿cómo te sentiste al ver a esa joven desnuda y colgada de la pared? Se que puede ser escalofriante, el detective James era un estorbo para los planes que tengo para ti. Si algún día quieres dejar de ser el aprendiz para convertirte en un verdadero detective, debes jugar conmigo. Compara los cadáveres de las dos chicas, la del correo electrónico y la de la casa abandonada, encuentra las similitudes. Pero corre, por qué sino lo haces rápido será muy tarde para una chica más. ¿Te crees lo suficientemente astuto para descubrir quién puede ser la próxima chica?"

El detective Rodríguez miró a Haniel con seriedad. "Este es un juego peligroso, Haniel. El asesino quiere que juegues con él, pero no podemos permitir que te pongas en riesgo".

Haniel se sintió un escalofrío. "No tengo opción, detective. Debo jugar si quiero encontrar al responsable de las muertes".

"Tenemos que comparar las imágenes de los dos cadáveres", dijo Haniel, su mente trabajando rápidamente. "La chica que descubrimos por correo electrónico y la chica que encontré en la casa abandonada".

El detective Rodríguez asintió. "Sí, es una buena idea. Veamos si podemos encontrar alguna similitud entre las dos escenas del crimen".

Haniel se levantó y se dirigió hacia la computadora de la que antes había usado el detective James. Buscó el correo electrónico y obtuvo la imagen de la chica muerta. Luego, se volvió hacia el detective Rodríguez.

"Por favor, ayúdame a conseguir a un forense que pueda explicarnos la posible causa de muerte y analizar la fotografía de la chica que encontré en la casa abandonada", dijo Haniel.

El detective Rodríguez asintió. "Ya voy a llamar a nuestro experto en forense. Mientras tanto, comencemos a analizar las imágenes y buscar cualquier similitud".

Haniel asintió y comenzó a estudiar las imágenes de los dos cadáveres. El detective Rodríguez se unió a él y juntos comenzaron a buscar cualquier pista que pudiera llevarlos al asesino.

Después de unos minutos, el forense llegó y comenzó a analizar la fotografía de la chica que Haniel había encontrado en la casa abandonada.

"La causa de muerte parece ser estrangulación", dijo el forense. "Pero hay algo extraño. La posición del cuerpo y la forma en que está colgada es muy similar a la de la chica del correo electrónico".

Haniel y el detective Rodríguez se miraron entre sí. Estaban en lo cierto, había una conexión entre las dos muertes. Pero ¿cuál era el propósito del asesino? ¿Y quién sería la próxima víctima?

El forense continuó analizando las evidencias y encontró más similitudes entre las dos víctimas. "Ambas chicas eran rubias", dijo. "Y según los análisis, les faltaba un pedazo de mechón de cabello en la misma zona de la cabeza".

Haniel y el detective Rodríguez se miraron entre sí, intrigados. "¿Y qué más?", preguntó Haniel.

El forense continuó. "También les faltaba la muela inferior derecha. Y... esto es muy extraño... los pezones de sus senos habían sido cortados".

El detective Rodríguez frunció el ceño. "Esto es muy sick. El asesino tiene un fetichismo con los senos y el cabello".

Haniel asintió. "Y hay algo más. Las dos chicas tenían aproximadamente la misma edad. 18 y 19 años".

El forense asintió. "Sí, es como si el asesino estuviera buscando una víctima específica. Una chica joven, rubia y con características físicas similares".

El detective Rodríguez se levantó de su silla. "Tenemos que encontrar al asesino antes de que mate de nuevo. Haniel, necesito que sigas investigando y encuentres cualquier pista que pueda llevarnos a él".

Haniel asintió. "Lo haré, detective. No descansaré hasta que encontremos al asesino y lo detengamos".

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