Era de noche y ya terminaba otro día mas en la escuela, en la cual me desempeñaba como maestra, desde asi casi 10 años. Mi vida era sencilla, nunca había tenido excesos, ni una gran fortuna, mi origen era humilde pero siempre había tenido para comer y comprar lo justo y necesario, mi rendimiento en la escuela fue bueno, pero no sobresaliente, aunque me alcanzo para estudiar una carrera universitaria con una beca parcial, por lo que debía parte de mis estudios y aun los pagaba a pesar de haber salido desde hace años de la universidad. Mis relaciones amorosas tampoco eran extremas, tuve novios, pero nada serio y yo estaba bien con eso. Me gustaba mi soltería, aunque mi madre no lo creyera, ya que me gustaba mi soledad, tener espacio para mí, después de haber vivido con mi familia y ser la tercera de cinco hermanos. La del medio, la que pasa desapercibida y estaba bien con eso.

Aunque todo cambio, hace un tiempo, me enferme en esta pandemia, de ese bendito corona virus y ahora estaba sola, en mi departamento pequeño, sin el cuidado de nadie y al principio era lo mejor, recomendaban estar solo y una vida en la cual solo podía comer, leer, ver series y dormir, sin salir de la casa, mientras seguía recibiendo mi sueldo, era algo bueno, pero no duro mucho, por lo menos no para mí.

Cuando estaba en el hospital, de alguna forma, sabía que era el final, sabia de alguna forma que ya no saldría.

Me daba pena mi madre y no haberme podido despedir, pero ella tenia a mis hermanos y eso estaba bien, me daba pena mis estudiantes, pero ellos estaban con su familia y este virus tenía cierta ética al inicio y no atacaba tan fuerte a los niños sí que sabía que ellos estarían bien.

Pero un día o noche, la verdad es que ya me cansaba de solo abrir los ojos, todo se oscureció aún más, si es que eso se puede, aunque lo mas sorprendente fue el frío que atravesó mi espalda, en ese momento lo entendí, había muerto y se había acabado mi tibia vida, mi vida simple, ahora que lo pienso demasiado sencilla.

- Lady como es posible que se duerma sentada leyendo.

- Y el covid?

- Quien?

- ¡aaaaaah! ¡tu ropa! ¡yo! ¿Quién soy?



- jajaja que graciosa Lady Aurora.

- Lady Aurora?!

En ese momento unos recuerdos vagos, invadieron mi mente, ¡maldición! Estaba en una novela y era una extra de la extra, ¡Dios siempre tan invisible! Hasta en mi segunda vida… ¡Pero esto va a cambiar! No se si renaceré una vez mas, asi que por eso intentaré lograr todo lo que pueda y hacer una diferencia, mi único sueño, es hacer un pequeño aporte a alguien, ser indispensable para alguien, marcar alguna diferencia en este mundo. Aunque esto será difícil, esta época aun es machista, clasista y yo solo soy bonita, no tengo mucho dinero, y aunque mis padres son nobles, no tienen grandes tierras ni propiedades, mi padre es Augusto Smith Carrozal, asistente del primer ministro y mi madre es directora de una escuela, algo no muy bien visto, ya que la mayoría de las mujeres no trabajan, pero somos una familia emergente, con poco nombre en la sociedad, lo que ha servido para escapar de los rumores en los terribles salones de té.

- Aurora Smith Vicencio, ¿Qué son esos gritos?

- Sra. Leonor, buenos días.

- ¿Señora?

- Madre, digo, querida madre.

- Está bien que estés estudiando para entrar a la escuela de enfermería, pero sino duermes lo suficiente, pronto no sabrás ni cómo te llamas.

- Si seño…madre.

- Esta bien. Recuerda que la duquesa madre anunciara la fecha de las pruebas pronto, sí que prepárate, pero no mueras, por favor.

- Si madre.

- No te olvides que tus hermanos vuelven en unos meses para irse a la academia militar.

- La academia militar… ya veo.

- Hoy estás más rara que nunca. Anda a comer algo y abrígate por favor.

Ya se en que momento de la novela estamos y creo que no será tan difícil cambiar todo, bueno eso creo…

La novela se llama “La vida en el reino de Cristal”, la cual trata de varias mini historias que les pasan a varios personajes de este reino. Nosotros estamos en el capitulo “La tragedia del ducado”, el cual es uno de los pocos que no tiene un final feliz o romántico. Trata principalmente de como un joven duque viudo tiene que enfrentar la traición de algunos de sus Generales de ejército, los cuales quieren tomar el Ducado y convertirlo en régimen militar y eso lo harían independizando el ducado, sacándolo del Reino de Cristal y volviéndolo un estado independiente. Aunque sus planes fallan y el duque recupera el poder, muchas personas mueren y entre esos desafortunados está mi familia. Mi personaje es mencionado una vez, ¿En serio?, asi de invisible, y solo se menciona cuando los generales matan a mi familia porque mis hermanos se niegan a revelarse. Recuerdo que decía algo así como… y aunque los hermanos Smith fieles guerreros del ducado, se mostraron leales hasta el final de sus días, no pudieron evitar la muerte de sus padres el ayudante de ministro Agustín Smith, su madre la directora de la escuela Lady Leonor y de su hermana menor Lady Aurora Smith quien nunca pudo ser enfermera.

Bueno ahora solo debo pensar en como cambiar el final de nuestra historia. En mi libreta escribí todo lo que recordaba del capítulo.

Los generales llevan años planeando el ataque, ya que lo decidieron cuando el padre del duque murió.

El duque es joven y viudo, su esposa murió cuando dio a luz a sus mellizos quienes no tienen una buena salud, ya que al parecer nacieron antes de tiempo, o por lo menos eso se dice, ya que casi no se muestran en público, por lo menos uno de ellos no.



Todo el reino de Cristal enfrenta guerras con los otros reinos, pero estas, al parecer no afectan a este ducado ya que estamos casi en la frontera.

El ducado es prospero y organizado como un pequeño reino, tiene dos ministros que apoyan al duque. El ministro de Guerra y Defensa (él que será traidor) y el primer ministro y de Hacienda (él jefe de mi padre).

Mis hermanos también mueren en la historia, pero al parecer lo hacen después que nosotros, en algo asi como la batalla final.

Bueno pensándolo bien, quizás no sea tan fácil salvar la vida de todos, como podría una niña de 17 años terminar con una revolución que aún no empieza. Creo que me dará un ataque de pánico, no quiero morir de nuevo, en serio, pero, siento como que la muerte me rondara, ¿Por qué no pude revivir en una personaje importante, en una protagonista o en una villana? siempre ame a las villanas qué generalmente solo se salvan sino se enamoran del príncipe infiel... Pero en cambio yo, tengo que escapar de la muerte.



Muy bien ahora que ordené todo en mi cabeza haré un plan para sobrevivir. O varios planes. Aún falta bastante tiempo.

Han pasado dos semanas y no he salido de mi habitación. ¡Maldición! No se me ocurre nada.

No tengo mucho dinero para investigar. En esta época machista mi voz no sería escuchada y además no tengo pruebas. No puedo ir y decirles a todos. Nadie me creería.

¿Y si les digo que los soñé? ¿Qué tengo poderes mentales?

Me encerrarían por loca en un manicomio.

Ni si quiera conozco al duque ni a su familia.

¿Y si le hago una carta? ¿Una carta anónima? Quizás no me crea, pero por lo menos lo haría dudar.

Y si alguien lee la carta antes o me pillan.

Bueno me tengo que asegurar de hacer una carta que sea clara, que siembre la duda y que el duque la lea. Igual iré a la iglesia para confesarme por si me pillan me den otra oportunidad para vivir, ¡por favor Diosito!

Mañana tengo el examen para ser enfermera, afortunadamente mis recuerdos de biología y mis conocimientos en primeros auxilios me acompañan y para el nivel de la ciencia de esta época estoy bastante bien.

En la mañana me apresuré en arreglarme y llevar lo necesario para ir a la academia a dar el examen, cuando salí, me encontré con mi padre que me esperaba en la puerta del sencillo carruaje que teníamos.

- ¿Cómo te sientes para hoy hija?

- Bien padre, creo que me irá bien en el examen.

- Eso es bueno

Avanzamos en silencio por el pueblo, no muchas veces salía de nuestra casa y siempre me admiraba de lo pintoresco del lugar. Los paisajes naturales eran realmente hermosos, parecía que el pasto era mucho mas verde de lo que lo recordaba y el color de las flores era mucho mas intenso. En el pueblo había olores que no siempre eran los mejores y la falta de agua potable también mostraba los problemas, definitivamente la parte sanitaria era algo que tenía que mejorar.

Llegamos a la academia que se encontraba en el ducado y varios carruajes de diferentes partes del reino se estacionaban ordenadamente frente a una pequeña plaza.

- Hija que te vaya bien y por favor tienes que estar tranquila, has estado con dolores de cabeza desde que te enteraste de este examen.

- Si padre lo hare.



Entre a la academia y nos ordenaron por salas según las pruebas que íbamos a rendir. Se postulaba para estudiar enfermería, para ser maestra y había cursos para moda, cocina y peluquería.

Solo a ese tipo de profesiones podían aplicar las mujeres de la época y eso había que agradecerlo ya que no en todos los lugares las mujeres podían estudiar o trabajar. Aunque aún había cierto resguardo, cada día más mujeres intentaban surgir.

Un grupo de señoras muy refinadas, que usaban vestidos de tonos claros en todas las tonalidades existentes se presentaron como parte de una fundación que apoyaba a las mujeres, nos hablaron de los tiempos de los estudios y la importancia de la independencia.

- Queridas señoritas, esperamos que les vaya muy bien en su paso por la academia, algunas estarán años y otras solo meses dependiendo del oficio que elijan, ¡Mucha suerte!

Me senté y comencé a responder lo que sabía y afortunadamente me sentía bastante contenta por mis respuestas, revisé varias veces y me di cuenta que aun me queda mucho tiempo, por lo que decidí entregar mi examen y aprovechar de recorrer la academia, porque había escuchado que el joven duque viudo andaba cerca.