ATENCIÓN!! esta historia contiene mucha violencia, si usted es sensible por favor no la lea ... Demás está decir que está es una simple novela y No una historia real...
1 año atrás
Samara
— El señor Reed me ofreció mucho dinero por entregarte en matrimonio con su hijo, pero primero quería hablarlo contigo, se que Mateo te gusta, pero estás dispuesta a casarte con él ?, yo no te obligaré sino lo deseas – me dice mi padre después de quedar solos en el comedor, mis hermanos habían terminado de cenar y se habían ido a acostar
Me quedé pensando en las palabras que acababa de decir mi padre, realmente me gustaba Mateo, pero no era una persona para atarse en matrimonio, él era muy frío, arrogante y trataba mal a toda persona que fuese inferior a él y nosotros lo éramos, ya que mi padre es el conserje de la empresa Reed Constructora.
Por otro lado pienso en que necesitamos ese dinero para Yuri, ya que mi hermanita nació con displasia pulmonar crónica y requiere tratamiento de por vida.
Yuri y Yago son mis hermanos menores, ellos son mellizos y tienen 13 años. Mi madre falleció de un paro cardíaco dando a luz a mis hermanos. Yago nació bien, pero al momento de nacer Yuri mi madre falleció por lo que tuvieron que hacerle una cesárea de urgencia para poder sacarla, pero en todo ese tiempo que mi hermana estuvo sin aire dentro del vientre, fue lo que le produjo la displasia pulmonar y al no tener cura requiere de tratamiento de por vida.
— El señor Reed también me dijo que el contrato matrimonial es por 3 años y después podrán divorciarse si así lo desean — continúo diciendo mi padre al no obtener respuestas de mi parte
Tengo miedo, más allá de que Mateo me gusta mucho por ser un hombre muy guapo, por lo que todas mueren por estar con él, también es una persona muy cruel y más siendo yo inferior a él, 3 años es mucho tiempo si la relación con él no funciona.
— Papá, 3 años es mucho tiempo, puedes hablar con el señor Reed y que rebaje el tiempo a 1 año?, si la relación con Mateo no funciona en ese tiempo, no quiero estar 3 años atada a un matrimonio sin amor — le digo a mi padre al fin después de haber estado unos minutos en silencio analizando la situación
— Está bien hija, hablaré con el señor Reed y le comunicaré tu propuesta — dice mi padre con una sonrisa
Damos por finalizada la conversación y mi padre se despide para ir a descansar, yo me quedo juntando la vajilla de la mesa y luego las lavo.
Una vez que toda la cocina queda limpia, me doy un baño y luego me acuesto a dormir.....
.... Mi nombre es Samara López, tengo 19 años, tengo el cabello castaño y ojos verdes, mido 1,65 cm y vivo en Santiago de Chile - Chile
Mi padre se llama Roberto López tiene 52 años y trabaja como conserje en una empresa constructora muy reconocida acá en chile, y mis hermanos Yago y Yuri mis mellizos favoritos tienen 13 años y están en la preparatoria
Mi padre es quien nos ha mantenido todos estos años mientras yo me encargo de la casa y de mis hermanos....
.... A los días de esa conversación con mi padre, él llegó y me dijo que el señor Reed aceptaba mi propuesta de matrimonio por un año.
Organizaron una cena para presentarnos pero Mateo jamás llegó y no lo volví a ver más hasta meses después en el día de la boda donde sin saberlo comenzaba mi sufrimiento
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Soy Mateo Reed, tengo 28 años, cabello castaño oscuro, ojos marrones, mido 1,80 cm y soy el presidente de la empresa Reed Constructora
Vivo solo en un departamento, soy soltero, ya que no me agradan las mujeres más que para pasar un rato en la cama y nada mas
Mis padres son Ricardo Reed de 55 años y Sonia Reed de 50 años y soy hijo único
También están mis tíos Sergio y Marisa Reed y mi primo Fernando Reed de 26 años quien es el vicepresidente de la empresa y mi prima Gimena de 23 años
Fernando Reed
ACTUALIDAD...
Samara
Toda la boda fue una gran incomodidad, estar al lado de Mateo era una tortura, su cara de mal humor no la cambió en toda la fiesta, solo se la pasaba bebiendo.
Ya al finalizar la fiesta se lo veía bastante ebrio, jalo de mi brazo y me llevó hasta el auto para irnos sin darme oportunidad de despedirme.
Llegamos a una gran mansión, supongo que donde sería nuestro nuevo hogar, yo estaba nerviosa, demasiado a decir verdad, era nuestra noche de bodas y sería mi primera vez.
Al entrar a la mansión había un silencio total, el lugar estaba desolado, yo miraba para todos lados contemplando la hermosa decoración hasta que sentí un tirón en mi brazo
— Acá vivirás por petición de mi padre, pero ni pienses que tendrás empleados a tu disposición, tu serás la encargada de limpiar está casa de punta a punta y de cocinar para mí — dice con tanto odio en su voz — princesa si esperabas lujos con esta boda te has equivocado, vas a sufrir por haberme robado mi libertad y comenzaras desde ahora, ponte a limpiar — dice empujándome hasta hacerme caer al piso
— Por qué me tratas así?, yo no obligue a tu padre a que te casarás conmigo, fue él quien insistió en que yo me casara contigo, él deseaba un contrato matrimonial por 3 años y yo le baje solo a uno porque sabía que esto no funcionaria y debíamos separarnos lo antes posible — le digo yo molesta levantándome del piso
— Y tú piensas que yo voy a creerte, conozco a las de tu clase, interesadas por tener lujos y comodidades, pero no vas a obtener nada de eso y como tú esposo me vas a obedecer, ahora ponte a limpiar — escupe con odio
— Son las 3 de la mañana Mateo y no soy tu maldita empleada, limpiare mañana cuando me levanté — le digo girándome para subir las escaleras hasta que siento que me jala del cabello
— Te atreves a desobedecer mis órdenes? dije que te pongas a limpiar princesa y tu habitación es ahí, la de los empleados — me señala las habitaciones detrás de la cocina
— Plaff — le doy una bofetada — no me vuelvas a poner una mano encima jamás en tú vida, quien te crees que eres maldito? — le digo con odio en mis ojos y se me abalanza sobre mi tirándome al sofá y subiéndose encima mío
— Te enseñaré quien manda y da las ordenes en esta casa, maldita zorra — me dice con su mirada oscurecida y comenzó a romper mi vestido de novia
— DÉJAME, NO LO HAGAS, SUÉLTAME MATEO POR FAVOR — digo desesperada llorando imaginando lo que está a punto de hacer
— Plaff — me da una bofetada — CÁLLATE, hoy sabrás que a mí nadie me desobedece — me dice con odio
Entre el llanto y la desesperación intentaba empujarlo o pegarle para sacarlo de encima mío, pero peor se ponía y yo siendo una persona tan chiquita no tenía la fuerza suficiente para la altura y fuerza de él
Me rompió el vestido, me quitó la braga de un tirón y de una sola estocada se introdujo en mi haciéndome gritar de dolor.
Después de hacer lo que quiso conmigo, se fue a su habitación dejándome ahí tirada en el sofá sin fuerza para poder moverme, con golpes en todo el cuerpo y ahogada en mi propio llanto, hasta que caí inconsciente....
.... Al día siguiente me despierto de golpe al sentir una cantidad de agua fría caer sobre mi cara, intento levantarme, pero terminó cayendo al piso por el dolor y la debilidad en mis piernas
— Levántate a prepararme el desayuno, date prisa que se me hace tarde — me dice parado aún lado mío
— Hazlo tu mismo, yo no estoy en condiciones, ni siquiera puedo moverme — le digo aún en el piso, ya que no tuvo la amabilidad de ayudarme a levantar
— Parece que no has aprendido la lección que te di anoche, tocará volverla a repetir a ver si asi lo entiendes — dice tomándome del cuello
— No, no lo hagas, me levantaré, te prepararé el desayuno, pero déjame — le digo asustada comenzando a llorar con miedo a que quiera abusar de mi nuevamente
— Muevete, te doy 10 minutos para que te vistas y comiences en lo que yo voy y vuelvo — dice soltandome y saliendo de la casa
Me levanto como puedo del piso, camino hasta una de las habitaciones y la primer puerta que abro veo mi maleta, tomó ropa al azar y voy al baño a darme una ducha rápida
Salgo del baño, me visto rápido y con mucho dolor camino hasta la cocina a preparar el desayuno
Cuando estaba por comenzar, llegó Mateo nuevamente
— Tomalas — dice dejando sobre la mesada un par de pastillas — una es para el dolor, y la otra es para que no me salgas con un embarazo más adelante — me dijo y con mucho miedo de salirme embarazada de esta basura me la tomé enseguida. Lo que menos quiero es un hijo de este maldito violador
Después de tomarme las dos pastillas, en silencio comienzo a preparar el desayuno así ya se va a la mierda y me deja sola.
Terminó el desayuno y se lo sirvo en el comedor y vuelvo a la cocina, mientras menos tiempo este con él mejor
— No vendré a almorzar princesa, Pero espero que la cena esté preparada para cunado llegue en la tarde y la casa limpia — dice tomándome del mentón para que lo mire y luego sale de la casa y es ahí que puedo soltar un suspiro y comienzo a llorar nuevamente pensando en el infierno en dónde me fui a meter
Este es el segundo día y aún falta un año para divorciarnos, como soportaré todo este infierno por un año?
Después de que Mateo se fue, me fui para mi habitación y me recosté en la cama un rato a esperar que el dolor se me pasará para poder comenzar a limpiar...
Al llegar la noche, la cena ya estaba lista, solo esperaba que llegara Mateo para poder servirle la comida. 15 minutos después llegó serio sin decir una palabra, yo procedi a servirle la comida y me retiré dejándolo comiendo solo
Estaba en la cocina por sentarme a comer cuando escucho un estruendo de algo romperse, comencé a temblar de miedo cuando lo veo a Mateo entrar furioso a la cocina
— QUE MIERDA ES ESO QUE ME SERVISTE?, A ESO LE LLAMAS COMIDA? ERES UNA INSÍPIDA QUE NI COCINAR SABES — dice gritándome acorralandome contra a pared y mi enojo se hizo presente, como se atreve a humillarme por la comida
— SI NO TE GUSTA PUEDES COCINARTE TU MISMO — le digo enojada haciendole frente por haber despreciado mi comida y que gran error cometí
— MALDITA, TE VOY A ENSEÑAR A RESPETARME Y A NO DARTELA DE VALIENTE — dice dándome una bofetada fuerte que me hizo caer al piso
Me levantó tirándome del cabello, yo del miedo lo empuje con fuerza y salgo corriendo para mí habitación para esconderme, pero fue inútil porque cuando intenté cerrar la puerta el empujó con fuerza haciéndome caer nuevamente y entrando detrás de mi, me volvió a levantar de los pelos y me tiró a la cama subiendose sobre mi y mis nervios de que otra vez me violara como la noche anterior se hicieron presente y comencé a forcejear y patalear para sacarmelo de encima
— MALDITA PERRA TE VOY A ENSEÑAR A OBEDECERME – me dice volviéndome a pegar y dejándome desorientada por el golpe en la cara y comenzando a romperme la ropa nuevamente
Cuando reaccione ya era tarde, ya me tenía desnuda y me estaba atando las manos a la cama con su cinturón
— No lo hagas, no lo hagas Mateo por favor, detente, déjame te lo suplico — le rogaba para que no lo hiciera, pero no me escuchó, simplemente sacó un condón de su pantalón, se lo colocó y nuevamente se volvió a introducir en mi interior de una sola estocada, haciéndome gritar de dolor estando yo seca y lastimada por la noche anterior, pero aún así con mis gritos y mis lágrimas no se detuvo y volvió a hacer conmigo lo que quiso cayendo yo nuevamente inconsciente ...
Me despierto desorientada y con todo el cuerpo adolorido nuevamente, miró la hora y son las 6 am, recuerdo la noche anterior y mis lágrimas se hacen presente
Me levanto despacio y me meto en el baño a darme una ducha, me visto y voy a la cocina a preparar el desayuno antes de que se levante de mal humor
Cuando termino el desayuno, lo sirvo en la mesa y 5 minutos después baja él en silencio y se sienta a desayunar
Un rato después mientras yo estaba en la cocina desayunando siento la puerta de entrada, me levanto y veo que se ha ido, suspiro de alivio de que no hayamos cruzado palabras ....
.... En la noche vuelvo a preparar la cena y cuando llega se la sirvo en silencio, lo dejó comiendo solo y vuelvo a la cocina a comer yo
Está vez no se ha quejado de la comida y tampoco me ha dirigido la palabra
Un rato después en lo que todo estaba en un total silencio, me asomo con cuidado para ver si aún continuaba en el comedor y la mesa estaba vacía, había comido y se había retirado a su habitación, eso fue un alivio para mí corazón que ya se encontraba alterado creyendo que vendría nuevamente a despreciar mi comida como la noche anterior
Recogí las cosas de la mesa y comienzo a lavar la vajilla que se usó, una vez que dejo todo limpio, me voy a mi habitación, me doy un baño y me acuesto a dormir ...
... Asi pasaron dos semanas, la primer semana, él se levantaba sin decir una palabra, desayunaba y se iba. Llegaba en la noche, cenaba y se iba a dormir, siempre en silencio
Yo estaba más tranquila, igual trataba de tener todo limpio y a horario para no hacerlo enojar
La segunda semana no vino en toda la semana, me pareció raro pero igual mantenía la cena lista todas las noches por si llegase a venir. Me sentía tranquila cuando él no estaba, mi cuerpo ya se había recuperado a un 100% de los golpes y los abusos de él, igual no bajaba la guardia cuando él estaba acá.
Hoy como todas las noches termino de preparar la cena colocó el plato de él como todas las noches por si llegase a venir y me quedo en la cocina esperando un rato por si llega y así servirle
Escucho la puerta abrirse y me levanto enseguida para recibirlo con la cena, cuando voy al comedor lo veo llegar con una rubia de la mano
— Apresúrate a servirnos la cena — me dice serio abriéndole la silla a la rubia para que tomara asiento y mi cara de odio se hace presente, que se piensa que soy su empleada? si a él lo atendía era porque es mi esposo pero a esa no la pienso atender
— Que te pasa? te piensas que soy tu maldita empleada doméstica? si traes a tus putas a la casa atiendelas tu mismo — le digo dándome la vuelta y volviendo a la cocina, vuelvo a dejar la comida sobre la estufa y me voy a mi habitación, pero cuando estaba por cerrar la puerta Mateo la empuja con fuerza entrando detrás de mi y haciéndome caer
— Estoy arto de que no entiendas qué aquí el que manda y da las ordenes soy yo — dice subiendose sobre mi en el piso y apretando mi cuello, pero estoy cansada de dejarme intimidar por el y más cuando ahora se le da por traer a sus amantes a la casa sin respetar que estoy yo y encima pretender que los atienda
Con mis manos intento arañarle la cara pero es tan alto que solo logro arañarle el cuello, eso lo enfurece aún más ocasionando que me de una bofetada rompiéndome el labio, pero no me importó y comencé a defenderme con mis manos y pies, le mordi un brazo logrando así lastimarlo, ya que le empezó a brotar sangre por la camisa blanca
— Te crees ruda defendiendote ? piensas que te soltaré ? — me dice tomando mis dos manos y colocándolas sobre mi cabeza mientras se acerca y me habla cerca de mi oído — no princesa, eso me exita aún más — dice bajando una mano hasta mi intimidad, mientras que con la otra me sostenía las manos aun
— Déjame maldito infeliz, no me toques, me das asco, te odio con toda mi alma — le digo sacudiéndome para intentar soltarme de su agarre — aaahhh que haces? déjame, no, suéltame — le digo cuando siento sus dedos dentro de mi intimidad
— Quieres que te deje, pero lo estás disfrutando, tu cara me lo dice — dice con una sonrisa cerca de mi rostro y no quiero, no quiero sentir placer con él, debo sacarmelo de encima como sea o perderé la cordura
— Déjame, eres un maldito violador — le digo escupiendole la cara y eso lo provocó aún peor, ya que sin soltarme las manos, se levantó, me levanto del piso y me tiró sobre la cama, saco su cinturón y nuevamente me volvio a atar a la cama
— Entonces le haré honor a mi nombre — me dice con una sonrisa siniestra y me volvió a violar, pero está vez ya no sentí dolor como las dos primeras veces, igual mis lágrimas no dejaron de salir hasta que sació su sed de placer y me soltó dejándome tirada en la cama, hecha un mar de lágrimas
Me levanto de la cama y me meto al baño a darme una ducha y ahí mismo me quedo hecha una bolita bajo el agua aún llorando a mares.
Un rato largo después salgo del baño, me visto y me acuesto a dormir cansada de tanto llorar y forcejear con él ...
Al otro día me levanto, me cambio el pijama con un vestido suelto y voy a la cocina a preparar el desayuno. Ojalá y no esté con esa rubia nuevamente porque me sigo negando a atenderla a ella
Término de preparar el desayuno y espero a ver si baja, pero los minutos pasan y él no baja
"será que se fue anoche?" — me preguntó a mi misma
Sin darle importancia comienzo a desayunar yo, después de un rato comienzo a lavar las cosas que había ensuciado, cuando siento sus brazos en mi cintura desde atrás
— Se una buena niña y sirvenos el desayuno que ya se me hizo tarde para ir a la empresa — me dice en mi oído mientras que una de sus manos baja a mi intimidad
Lo empujó con mi cuerpo para que me suelte y hacerle entender que yo no pienso atender a su puta
— NO ME TOQUES, TE DIJE QUE NO PIENSO ATENDER A TUS PUTAS, NO ME IMPORTA LO QUE HAGAS, ATIENDELA TU MISMO Y NO ME JODAS — le grito enojada
Lo veo que sonríe y se abalanza sobre mi, girándome y empujándome contra la mesada, con una mano me presiona el pecho contra la mesada con fuerza impidiendo que me pudiera levantar por más fuerza que ejerciera yo y con la otra mano me levantó el vestido, corrió mi braga y se volvió a introducir nuevamente en mi interior, pero está vez no iba a llorar, solo me quedé quieta a esperar a que terminara, aunque tenía ganas de llorar, pero no sé lo demostraría
Cuando siento que salió de adentro mío y se alejo un poco, me levanto, me doy la vuelta y le doy una bofetada
— Eres un sucio asqueroso, estuviste con tu puta anoche y ahora me tomas como si nada después de haberla follado a ella — le digo con odio
— Jajaja estás celosa? — dice arrinconandome de nuevo contra la mesada — para tu información la loca se canso de esperar a que yo terminara de follarte a ti y se fue, porque cuando salí ya no estaba, así que solo contigo estuve anoche — me dice con una sonrisa muy cerca de mis labios
— Pero dijiste sirvenos el desayuno — le digo confundida
— Así es, estoy con mi primo Fernando — me dice aún riendo y yo me puse roja de la vergüenza pensando en que seguro escucho todo
— Sirvenos el desayuno princesa que se nos hace aún más tarde — dice saliendo de la cocina y yo no sé cómo voy a hacer para dar la cara ahora, me da vergüenza
Tomo aire, respiro profundo y salgo para el comedor a llevarles el desayuno y efectivamente ahí estaba Fernando sentado en el comedor hablando con Mateo
— Buenos días señor Fernando — digo sin mirarlo mientras le sirvo el desayuno
— Buenos días Samara, como has estado? — me pregunta con una sonrisa
— Bien señor — solo respondo antes de dirigirme a Mateo — necesito ir a la farmacia — le digo a Mateo
— No puedo llevarte, tengo una reunión importante dentro de 15 minutos — me dice él sin mirarme
— Por favor, puedo ir sola — le suplico para que me deje ir
— No saldrás sola — me dice mirándome y yo lo miró con tristeza — hay de acuerdo, pero te lleva Fernando, no irás sola — me dice suspirando
— Está bien, muchas gracias — le digo con una sonrisa y me voy rápido a mi habitación a cambiarme de ropa
Llegó a mi habitación busco ropa en el closet y luego voy al baño, me doy un baño rápido, me cambio y luego salgo de nuevo para el comedor
Al llegar solo estaba Fernando en el comedor terminando de desayunar
— Mateo ya se fue? — pregunto curiosa
— Si, hace unos minutos — dice levantándose de la silla y caminando hacia mi — Mateo te hizo esto? — dice tocando con una mano mi labio roto y morado por el golpe que me dio anoche y con la otra mano tocando el cuello donde tengo también las manos de Mateo cuando me estaba ahorcando anoche
Sentí una corriente por todo mi cuerpo cuando acaricio mi cuello que hasta me dio miedo está sensación que me hizo sentir y me aleje de él
— Por favor no le digas nada, no quiero que se la agarre conmigo luego por algo que le vaya a decir usted — le digo sin mirarlo
— Samara porque permites que te haga esto? — pregunta confundido
— No tengo opción, es mi marido y me supera en fuerza y altura — le digo restándole importancia y dándole a entender que por más que intente hacer algo él siempre termina ganando
— Pero aún así no tiene derechos, por más que sea tu marido, porque aún sigues con él? – vuelve a preguntar confundido de porque sigo aguantando todo lo que me hace Mateo
— No lo entenderías — solo digo
— Te enamoraste de él ?, porque se que su matrimonio fue por un contrato — me pregunta y yo quedó en silencio — Samara — me dice tocando mis brazos desde atrás
— El contrato dura un año, a mi padre le pagaron mucha plata por este matrimonio, hasta que él contrato no finalice no puedo separarme o mi padre pagaría una multa muy cara, entonces no me queda más que solo aguantar un año — le digo con un nudo en la garganta, pero incapaz de derramar una lágrima frente a él — por favor vayamos a la farmacia y luego debes irte — le digo caminando hacia la puerta seguida por él
Ambos subimos al auto en un total silencio y nos dirigimos a una farmacia
— Ten, Mateo me la dejo antes de irse, dijo que te compres todo lo que te haga falta — dice entregandome una tarjeta cuando llegamos a la farmacia y no pensaba recibirla, pero necesito un montón de cosas y mi plata no me alcanza para todo
Debo comprar la pastilla que me dio Mateo al otro día de la boda para no quedar embarazada, ya que anoche no se cuido y hoy en la cocina tampoco, y luego comprar varias tabletas de pastillas anticonceptivas, debo empezar a cuidarme yo, no puedo correr el riesgo de embarazarme, no de Mateo
— Discúlpame que anticonceptivos tendrás para empezar a cuidarme? — le pregunto a la farmacéutica
— Tenés los anticonceptivos orales o las inyecciones — me dice
— Las inyecciones como son ? cada cuanto se administran o cuanto duran ? — le pregunto sin saber
— Bueno tenés estás que se administran una vez al mes, sino tenés está otra que es más fuerte que dura 3 meses — me explica la farmacéutica
— Osea yo me coloco esa y por 3 meses no me la tengo que volver a colocar ? — le pregunto sorprendida
— Así es .. Alguna vez te has cuidado ? — me pregunta
— No, es la primera vez que me voy a empezar a cuidar, por eso pregunto cómo funcionan — le explicó
— Bien, la primera inyección te la tienes que colocar el primer día de tu menstruación para que comience a hacer efecto — me explica y no puedo esperar tanto, aún me faltan dos semanas para que me venga la regla
— No se puede colocar antes? no puedo esperar tantos días para ponermela — le pregunto nerviosa
— Te la puedes colocar ahora sí quieres, pero por una semana te debes de cuidar con preservativos hasta que la inyección comience a hacer efecto — me dice y igual necesito comenzar a cuidarme por lo que la compre y le pedí que me la colocará ella misma
Compré la pastilla del día después y otras cosas más que necesitaba y volví al auto donde me esperaba Fernando para llevarme de nuevo a la casa
Al llegar a la casa, me estoy por bajar del auto cuando Fernando me toma del brazo
— Vas a estar bien ? — me pregunta dudoso
— Si, voy a estar bien, gracias por llevarme y traerme — le digo soltandome de su agarre y bajandome del auto para luego entrar a la casa
Una vez dentro, largo un suspiro y me voy al comedor a recojer las cosas del desayuno que habían quedado sobre la mesa
Comienzo a ordenar y a limpiar todo, al medio día preparo algo ligero para comer y luego me acuesto a dormir un rato
Me despierto, veo la hora y son las 15hs, solo dormí 2 horas nada más
Me levanto, me coloco un bikini y salgo al jardín para meterme un rato en la piscina y me acuesto flotando dentro del agua al sentir la paz que el agua te provoca, hasta que siento que me jalan para la orilla y me sacan de la piscina de golpe
— Mateo que.. que hice? — digo con miedo al ver su mirada oscura
— Te gusta provocar a los hombres? por eso te pusiste ese bikini que no te cubre nada?, sabes cómo te miraba mi primo desde la puerta del jardín? — me dice con furia
— Que?, Mateo yo .. yo no sabía que ustedes vendrían — digo asustada
— Lo haces a propósito, siempre te gusta provocar — dice desabrochandose el pantalón
— No, no lo hagas Mateo, yo no hice nada, yo no tengo culpa — digo comenzando a llorar
— CÁLLATE — dice dándome un puño en la cara y apretándome el cuello con una mano mientras que con la otra se bajaba el pantalón y me quitaba la braga del bikini para luego introducirse con fuerza haciéndome gritar del dolor por la brutalidad de su embestida
— Ma..Mat... — no podía terminar de hablar porque Mateo me seguía apretando con fuerza el cuello al punto que ya no podía respirar hasta que perdí el conocimiento ....
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