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COMO DOS GOTAS DE AGUA #Contraataque Del Inútil

1- ATAQUE

SIMÓN CALZONE

El dolor atraviesa mis huesos, es la segunda vez está semana que Raúl junto a Bruno y Emilio me propinan una paliza solo por verme respirar. No sé que se las traen contra mi, siempre a sido así, soy su blanco de descarga de frustraciones, le molesta que soy el mejor en todo a pesar de mi posición social.

Soy pobre, muy pobre, apenas alcanzamos comer en el día, mis padres trabajan de lo que sea para llevar un plato de comida a la mesa. Mi madre es mucama en la casa de los Sánchez, el hijo más joven de ellos es mi amigo al conocernos desde pequeños cuando mi madre me llevaba con ella a su trabajo.

Mi padre es mecánico, siempre está de cabeza en los autos arreglando los motores, el olor a aceite y nafta es familiar en él. Por mi parte trabajo en un minisúper, soy el que atiende, el acomodador y el que limpia, todo por un sueldo básico. De esa manera cubro mis gastos, me compré mi bicicleta, de segunda mano, pero me sirve para poder ir y venir más rápido de mis clases en la universidad a mi trabajo en el centro.

Hoy salía apresurado del trabajo para llegar a una clase y me interceptaron por el camino estos bravucones.

-RÓMPELE LAS COSTILLAS ... JA...JA... PATEALO. Escucho mientras Raúl junto a sus dos amigos me pegan estando en el suelo sin poder levantarme.

Piñas y patadas rebotan contra mi espalda y costado. El dolor es palpable, ya no siento nada de tanto que me duele todo, no hay un lugar donde diga aquí no me duele.

-ERES UNA CUCARACHA... UNA BIL CUCARACHA. Escupe Raúl riendo de manera burlona.

-ALEJATE RAUL. Escucho la voz de Leo que tiro su mochila a un costado y corre a mi rescate.

-BIEN... YA ME ABURRIA. Escupe Raúl, que a Leo no le pega al ser su hermanastro y porque su padre amenazo con desheredar si le llegaba a pegar.

El padre de Leo dejo a la madre de Raúl para casarse con la madre de mi amigo, por lo que su relación también no es muy buena, esa tensión es notoria entre ambos aunque no se digan nada.

Raul mira con desdén y hace señas a sus amigos para alejarse.

Tira unos billetes en el piso.

-Diez por cada golpe. Escupe Raúl.

-Ahora se hará millonario....Ja..Ja...Ja. Se burla Bruno.

-YA SE LE DIJO QUE NO TE TOQUE... YA LE CONTARE A MI PADRE. Dice Leo molesto tratando de levantarme.

-Deja... No vale la pena decirle ... Siempre me agarran. Le digo atajandome por él apenas, tuerzo la cara del dolor y me limpio la sangre de los labios. Se que si le dice a su padre, Raúl volverá a golpearme junto a sus socios, nunca anda solo, si lo enfrentó solo se que podré contra él o eso es lo que creo.

El dinero lo guarde todo arrugado en mi bolsillo, luego lo guardare en una caja para saber cuántas veces me pegó y lo que vale para él una paliza.

-Asi no puedes ir a clases. Me dice Leo, mirando mi deplorable estado.

-No puedo faltar. Le digo apenas.

-Te llevó hacer ver primero. Me aconseja.

-No quiero que mis padres lo sepan... No quiero preocuparlos. Le digo.

" Ya tienen suficiente preocupación con los gastos de la casa como para llevarle mis problemas", pienso.

-No lo sabrán... Mi doctor es muy discreto. Me dice llevándome a su auto y tira en su baúl mi bicicleta que le digo la bestia al ser de un aspecto despintado y su color parece herrumbre.

Llegamos a una casa muy lujosa y en la esquina hay una placa anunciando que es un sanatorio en ese sector.

-Asi que tú doctor tiene su lugar en su propia casa. Le observo.

-Si ... Así está más cerca de su familia. Me responde.

Ingresamos y un aroma a lavanda invade mis fosas nasales, los bancos están cubiertos de un almohadón blanco suave y cómodo, repartidos a los costados de un pasillo y en el centro una mesa petisa con un centro de flores, algunos panfletos de cuidados de la salud, una pantalla colgando de una esquina cerca del techo donde pasan el canal de noticias.

-No está la secretaria. Murmura Leo mirando a todos lados.

Veo que abren la puerta donde está atendiendo el doctor y sale un joven con un cubrebocas en color negro al igual que la ropa que lleva de un estilo deportivo, junto a las zapatillas que son de marca, cuyos ojos color miles se clavan en mi persona de arriba abajo como sacándome una radiografía, siento su mirada que me penetra, no puedo sostenerle la mirada, es muy fuerte.

-Te espero la otra semana. Le dice el doctor al despedirlo.

-Doctor. Lo saludo Leo.

-¿Qué te trae por aquí?. Le pregunta el doctor.

-Él es mi amigo Simón... Le propinaron una paliza... Y quiero que sea discreto y no diga nada. Le pide.

-Tú le pegaste. Le pregunta en un tono sarcástico.

-No... No fui yo. Le responde nervioso Leo.

Yo miro como se va el joven que salió, veo que le murmuró algo a uno de traje que lo acompaña y me mira también de la misma manera.

-¿Quién era? Le pregunto señalando hacia él que se fue.

-Asi como tú quieres discreción... Todos mis pacientes quieren esa confidencia. Me responde el doctor dándome a entender que no quieren que sepa quién es.

Ingresé a su consultorio, me senté en una camilla alta, mientras el doctor me hizo quitar la remera y me revisó los golpes que tenía.

-Si que te molieron a golpes. (Murmura al revisarme) - Te haré unas radiografías... Así compruebo que no tengas nada roto... Tocando parece que no... Pero mejor estar seguros. Comenta mientras me aguanto de gritar mientras me revisa.

Me hizo las radiografías con la máquina que tenía ahí, esperamos un rato y a la vez me hizo una ecografía, de la que no quiero contar a nadie. Culpa de Raúl me examinaron a fondo y me sentí incómodo, pero según el doctor es para asegurarse que no tenga nada malo. Por suerte no fue así, solo tenía golpes que con un antiinflamatorio se mejoraría, sumado a una crema para sacar los moretones.

-Tienes una salud de hierro... Me sorprendes. Dijo el doctor.

-¿Cuándo estarán los resultados del análisis?. Le consulto.

-Dejame tu número y correo... Te los enviaré. Me avisa.

-Yo lo recibiré. Le anuncia Leo al saber que mi celular es muy básico y apenas sirve para mensajes y llamadas.

-Bien. Suspiro el doctor, veo que Leo le realiza una transferencia y nos despedimos.

-Vamos a casa. Me dice.

-No quiero molestar. Le digo, al pensar que a su padre no le va a gustar mi presencia en la casa, si le avisan los empleados.

-No molestas. Me dice suspirando.

Nos dirigimos a la casa de Leo, vive en una mansión de lujo a las afueras. Él siempre está solo en ese enorme espació, sus padres casi no están, si yo no le acompaño, él viene conmigo.

Al ingresar se aprecia un enorme salón y dos escaleras en cada costado que guian a la planta alta. Leo tiene su cuarto en la planta baja al fondo ,con vista al jardín y a la piscina, tiene un ventanal de vidrio que se desliza para salir de su cuarto al fondo.

Ingresamos y tira su mochila al piso, señala el sofá y la pantalla gigante. Eso es signo que nos hundiremos a jugar a la play toda la tarde.

***

*

*EN OTRA RESIDENCIA

-ESTO ES INACEPTABLE. Grita un hombre de edad avanzada lanzando contra el piso el vaso que sostenía en ese momento.

-SEÑOR, GANO... TRAJO EL PREMIO. Le informa otro parado firme de traje oscuro.

-INVIERTO MILLONES PARA ESOS EVENTOS... NO QUIERO NINGUN ERROR... Y NO PORQUE GANE QUIERE DECIR QUE ES BUENO... FUE UN DESASTRE. Grita furioso.

Un joven se incorpora de dónde está sentado escuchando las represalias.

-¿DÓNDE CREES QUE VAS?. Le grita furioso.

-Padre... Me retiro a mi cuarto. Le responde sin expresión alguna.

-ESCUCHAME BIEN... ANDAS MUY BAJO EN TU RENDIMIENTO... NUNCA TE TIRARON... JAMAS TE PUSIERON CONTRA LA COLCHONETA... Y AHORA SI... DESDE CUANDO. Ofusca tirando lo que tiene sobre su escritorio.

-Ya te he dicho que no quiero seguir en esto. Le dice.

-DEBES DAR ESA DEMOSTRACION... HACER VALER EL DINERO QUE INVIERTO EN TI. Grita molesto.

El joven gira y mira al que está parado firme.

-Ya no puedo seguir ocultando más esto. Le dice levantando la remera. El padre furioso cierra los puños rojo de la ira al ver lo que le enseña.

-YA TE DIJE QUE NO HAGAS ESO. Grita.

-NO SOY COMO NAHUEL... NO SOY NAHUEL... ¿QUÉ NO LO QUIERES ENTENDER?... ME OBLIGAS A QUE LLENE SUS ZAPATOS... ÉL SE FUE... YA ADMITELO... Y NO ME HAGAS PASAR POR ESTO... DEJAME VIVIR MI VIDA. Le grita molesto a su padre, recibiendo una bofetada que retumbó en todo el cuarto.

-El falleció por tu culpa... Por rescatarte... Me lo debes si no quieres pagar por lo que pasó debido a tu culpa. Le dice furioso.

-NO FUE MI CULPA... YO FUI A BUSCARLO... ESTABA DROGADO... YO FUI A RESCATARLO... EL SE MATO AL NO SOPORTAR VIVIR BAJO TUS REGLAS... LO EMPUJASTE A QUE BUSQUE ESCAPAR DE LA REALIDAD. Le responde sin doblegarse ante su bofetada, que no era nada comparado a los golpes que sufría ante cada lucha que debía enfrentar.

-¡¡ SUFICIENTE!!... ENCIERREN EN SU CUARTO A ESTE CUERVO... MAL AGRADECIDO. Ordena señalando la salida.

-DE TRAS DE LA MASCARA PUEDES SER SAN PEDRO SI QUIERES... NO ES QUIEN ES... SINO QUIEN PUEDA SEGUIR MARCANDO LA DIFERENCIA EN CADA LUCHA...POR LO QUE SEGUIRAS HASTA QUE YO DIGA BASTA. Concluyo molesto.

-Me acompaña. Le pide amablemente el que lo asiste siempre al joven.

-¿Pudiste averiguar sobre el joven que vimos?. Le pregunta de paso.

-Si... Tiene su misma edad... Es de una familia humilde... Trabaja medio día en un mini super ... Estudia administración de empresas... Siempre es increpado por el hermanastro de su único amigo... Y sueña con ser millonario. Le responde.

-Es ambicioso... Eso es interesante... Y averiguaste más sobre su familia... ¿Dónde nació?... ¿Por qué se me parece tanto?. Le pregunto.

-De eso no hay registros... Es como si se perdieran esos datos. Le comunica.

-Bien... Lo averiguaré por mi lado. Le comenta.

-¿Cómo hará eso?... Su padre no quiere que se exponga. Le advierte.

-Con los años aprendí a pasar desapercibido. Le responde.

-Seguira aparentando ser...

-Si ... Me sale bien... Además me instruiste. Le recuerda.

-Si... Pero lo demás... ¿Cómo ocultar eso?. Le pregunta señalando hacia su pecho.

-Siempre uso ropa cómoda... Y con unas vendas elásticas ajustadas... O tú descubrirás la manera. Le dice.

-Aun se me hace que es mala idea. Le dice.

-Necesito descubrir la verdad... Hay mucho que no me dicen... Solo me exigen... Y las ganancias jamás las veo... Y eso que tengo edad para manejar lo mío. Expresa resoplando.

-Solo tiene veinte años. Le recuerda su asistente.

-Si... Mi padre maneja todo... Solo piensa en el dinero... A mí no me registra... Salvó que se presente alguna competencia. Dice mirando en un punto fijo en la pared.

En eso ingresa su padre en su cuarto sin anunciarse.

-Tienes un evento benéfico... Quién aguante contigo quince minutos ganará diez grandes... Es para juntar para la casa hogar de niños huérfanos.

-Viste el informe del doctor... No puedo esforzarme. Le recuerda, enseñando su hombro izquierdo que apenas eleva.

-Fue tu culpa al dejar que te lastimen... Toma los suplementos y has los ejercicios... Estarás bien para el fin de semana. Le dice y se marcha.

-ASCH ... QUE FASTIDIO. Grita.

-Continuaremos con el plan. Le consulta su asistente.

-Will... Lo haremos... Necesito un respiro de todo esto. Le responde.

-Simone... Es arriesgado lo que haces. Le advierte.

-Puede ser... Pero si no lo hago terminaré como Nahuel. Le responde.

-No digas eso... Me tienes a mi... Sabes que me puedes considerar un amigo más allá de ser tu asistente. Le dice.

-Eres muy amable... Y eres el único que tengo... Mi padre se encargo de alejar a todos. Le respondió sin dejar de mirar el punto fijo en la pared.

Esa era la manera que canalizaba el mal humor que sentía en ese momento, era la manera en que cargaba la batería de su energía para las luchas, dónde descargaba esa frustración que su padre le provocaba en cada gesto de despreció al culparle por la muerte de su hermano, por no querer aceptar que sobrexigía a sus hijos en ser mas que perfectos en lo que hacian.

2- CONOCIENDONOS

SIMÓN CALZONE

Estoy nuevamente en clases, por alguna extraña razón siento que me vigilan, es como si me mirarán todo el tiempo, pero aquí hay miles de ojos, miro alrededor para detectar quien tiene sus ojos posados en mi y ahí está, ese chico del consultorio, sus ojos color miel son como navajas atravesando mi piel, me da escalofríos de como me observa, trato de ignorarlo por ahí solo son ideas mías. Usa ese cubrebocas oscuro ¿Será que es enfermo?, me preguntó.

"O nos ve como bacterias a todos, por la ropa de marca que usa, por más que sea deportiva se nota que no compro en la esquina de casa"

"No sabía que asistía a mi misma clase"

"La verdad que no presto mucha atención a eso"

Solo me limito a atender a las clases y así no perder nada para el examen. Tengo una meta y pienso alcanzarla a como de lugar, pero si el dinero llega antes no me quejare.

"Que locura quien olvidaría un maletín con millones en su interior justo ante mi".

Concluye la clase y salgo primero aliviado de que no me siga ese chico.

-Hola man. Me saluda Leo haciéndose presente.

-Te perdiste la clase. Le observo.

-Tuve que aguantar una reunión familiar. Me avisa torciendo la cara.

-¿De qué trato está vez?. Le pregunto.

- Al parecer Raúl no es adepto para casarse tampoco... Y quién va a quererlo como esposo al ser un vago que ni piensa en el futuro... Solo se pasa de joda en joda. Comenta chicleando la lengua.

-Eeeennntonces. Lo insisto a seguir.

-Al parecer voy a ser quien lleve esa carga. Larga suspirando pesado.

-¡¿Qué?!. Le pregunto.

-Ya tienen todo arreglado con quién va a ser la sociedad... Al parecer es la hija menor de un multimillonario que maneja medio mundo y a mis padres les conviene dicha sociedad para que su imperio no caiga... Y no importa si me opongo... Es mi obligación. Dice exhalando pesado.

-Y debes de olvidarte de enamorarte. Le agrego como para tirarlo más contra el piso.

-UNA BOMBA... ASI LA SENTI A LA NOTICIA... COMO UNA BOMBA... ¡PUM!. Hace el gesto con las manos como si todo estallará.

-Y ¿cuándo será el gran acontecimiento?. Le pregunto.

-Pues según me dijeron... Primero debo esperar a que termine sus compromisos... Tendremos una reunión entre las familias... Y ahí acordarán cuando harán el cierre... Mierda... Yo solo quiero conocer por mi cuenta a la mujer ideal... Pero mi padre dice que es una tontería... Que al ponerme a la mujer correcta ante mi... Lo demás llega después... Y si no pasa... El contrato tiene un periodo de duración... Así que de todos lados se gana. Concluye tirándose sobre la mesa en el bufet suspirando.

-Te mostraron alguna foto... Al menos se ve bien. Le pregunto.

-No... Nada. Responde con la voz ahogada.

-Estas muerto... Ya imagino que debe ser una que ni con un palo quieren tocar... Y te la meten a vos... Ja...Ja. Me rio por la ironía de las cosas.

-Que suerte tienes de ser pobre... Elegir con quién, como, y dónde ... En cambio yo debo ajustarme a los deseos de mi familia si no quiero terminar en la miseria... Sin un mango, sin un techo sobre mi cabeza... Sin posibilidad de trabajar al ser mi padre quien obligue que nadie me contraté. Expresa con pena.

"La verdad a la que quiero no me presta la atención que deseo", pienso.

-Ven a vivir conmigo. Le sugiero

-No los voy a arrastrar a que sufran la ira de mi padre. Me dice resignado Leo.

Siento la mirada nuevamente sobre mi espalda y miro sobre el hombro notando a ese joven a unos cinco metros hablando con el de traje que parece ser su guardaespaldas.

-¿Qué te pasa?. Me pregunta Leo.

-Al parecer no solo Raúl me tiene en la mira... El chico que cruzamos en el consultorio va a nuestra clase y no me quita la mirada de encima. Le comento a Leo señalando disimulado hacia atrás y él se fija hasta localizarlo.

-Debe ser que se te hace... Deja de sentirte perseguido. Me dice Leo al ver que hablan y miran a otro lado.

-Mira ahí está ella... Niki Alcaraz. Le digo señalando a la chica que me tiene dado vuelta peor que media.

Una chica de cabellos rubios largos, ojos azules, piel blanca y sonrisa deslumbrante.

-Ya te dije que la olvides... Es una interesada... Solo te hace caso para que le hagas la tarea... Te usa man... Solo te usa. Me dice Leo.

-Tu vez a todas como interesadas ... Así jamás encontrarás a tu media naranja... A me olvidaba... Ya la tienen para vos. Me burló de él.

En eso veo que se aproxima Niki al verme sentado ahí.

-Hola Simón. Me saluda con una voz dulce

-Niki. Apenas logro decir.

-Ya tienes lo que te pedí. Me dice torciendo la punta de su cabello y mirándome de manera intensa.

-Si pasas mañana. Le digo tragando saliva.

-Gracias... Sos un divino. Me dice rozándome la mano con la punta de sus dedos y se va.

-Cambia esa cara de gato herido... Solo te usa... Si no necesitará de ti no te buscaría. Me dice Leo tirándome de mi nube de sueños con Niki.

-Me debo ir... Tengo que trabajar. Le aviso mirando la hora.

-Bien nos vemos... Debo quedarme para la otra clase. Me avisa Leo.

Nos hacemos un saludo de manos despidiéndonos.

Nuevamente, estoy saliendo apresurado para ir al minisúper donde trabajo, estoy convencido que si sigo por este camino voy a lograr alcanzar mi deseo de ser millonario, estudio una carrera relacionada al comercio, es lo que quiero tener, mi propio negoció.

-MIRA NADA MAS... LA CUCARACHAS SALEN CUANDO LA LUZ SE APAGA. Escucho la burla de Raúl saliendo del minisúper con una bebida en la mano.

-APARTATE. Le digo molesto al ver que me tapa la entrada. Lanza su bebida contra mi rostro y siento el líquido helado empapando mi remera.

"JA, JA, JA". Se rien los dos que acompañan a Raúl, jamás lo agarro solo, siempre está con esos dos pegados a él.

La ira invade mi sistema, cierro los puños con fuerza. Conteniendome de no reaccionar.

Raul escupe un catarro que extrajo de lo más profundo de su garganta.

"AAAAGGGG... PUF". Dijo al largar esa bola verde sobre la punta de mi zapatilla blanca.

- SOLO ERES UNA CUCARACHA. Concluye alejándose.

Me atajo de reaccionar, se que si lo hago termino en el piso, como siempre, tirado por esos que lo siguen a todos lados y no puedo armar una pelea en el lugar de mi trabajo, no quiero perderlo al ser el único que conseguí sin tener un título.

"Solo aguanta un año más", me golpeó la cabeza contra el mostrador.

En eso escucho que ingresan y es ese chico de ojos color miel que posa un jugo y unas galletas ante mi en el mostrador.

-Hola... ¿Se te ofrece algo más?. Le pregunto y justo ingresa de nuevo Raúl diciendo.

-Se me olvidaba. Al lanzar del estante de arriba un frasco de mermelada estallando contra el piso y los vidrios se dispersan por todos lados.

"LIMPIEZA EN EL PASILLO DOS", dice riendo sus seguidores y salen muertos de risa.

-Disculpa. Le digo al chico que solo mira sin ninguna expresión como si eso no le sorprendiera. Me siento avergonzado sin saber dónde poner la cara.

Me pasa una tarjeta y le cobro lo que lleva.

Cuando se retira limpio el desastre que dejó Raúl maldiciendolo por dentro.

"Debo enfrentarlo, ya no puedo seguir así, aunque sea debo romperle la nariz aunque me rompa todos los huesos", me digo mientras junto los pedazos de vidrio y paso el trapo.

Cuando llegó a casa a la noche mi madre me espera con un plato de guiso que preparo o trajo del trabajo.

-Hola ma. La saludo.

-Hola tesoro... ¿Cómo te fue?. Me pregunta.

-Bien. Le respondo, ella se sienta a mi lado contemplando mientras como y al rato llega mi padre que se lavó las manos y veo que aún sus uñas tienen algo de rastro negro que al parecer le cuesta sacar esa grasa.

-Hoy me llegó un cliente importante... Pidió que yo le revise el auto... Y me pagó por sobre el valor... Por si había que comprar algún repuesto... Pero ese auto estaba impecable... Aunque aseguraba que hacía un ruido raro al andar... Cuando lo probé... Parecía que flotaba en el aire... Esos asientos tan cómodos... El aire en el interior... Parecía otro mundo... Tenía en el espejo una pantalla que mostraba la marcha trasera... Parecía una nave de otra dimensión. Cuenta mi padre.

-Que raro... Por lo general tienen su propio mecánico. Le comento.

-Es que llegaron del extranjero... Y le recomendaron el taller donde trabajo. Me respondió mi padre.

-Si siguen llegando clientes así... Pagaremos la renta este mes. Dice mi madre entusiasmada.

Terminamos de cenar y me retiro a mi cuarto, me pongo a revisar lo que me pidió Niki en una laptop que me regaló Leo para que estudie. Le hago el resumen como para que ella entienda y lo guardo en mi cuaderno emocionado de entregárselo mañana.

*AL DIA SIGUIENTE

Al salir de clase me dirijo al bufet emocionado por ver a Niki y entregarle el trabajo.

Pero parece que la mala suerte me persigue. Me cruzo de nuevo con el insufrible de Raúl, que carajos hace aquí me cacheteo mentalmente, trato de no mirarlo para que no me detecte, pero parece esos perros que olfatea a su presa.

-LEVANTA ESO. Me ordena al tirar su mochila ante mi.

-Tu la lánzate... Levantala. Le respondo.

Sus dos acompañantes me toman de los brazos y lucho por soltarme pero me arrastran hacia afuera a un costado de la sede.

"Nadie ve lo que me hacen"

"Nadie quiere meterse", me cacheteo mentalmente.

Raúl me propina piñas tras piñas en mi abdomen haciendo que me doble en dos sin poder respirar.

"JA...JA...JA"

"ERES UNA CUCARACHA"

"SIEMPRE LO SERAS"

Repite mientras me patea en el suelo tirado sin poder reaccionar.

Veo nuboso de los golpes y una figura de un joven de cabellos cortos oscuros y tes blanca, vestido de buzo se lanza contra los tres con patadas y piñas.

Miro sorprendido como les pega a los tres y hace que se golpeen entre ellos.

Los dejo tirados, se aproxima y me ayuda a levantarme lo veo de cerca y es el de ojos color miel, tiene su cubrebocas puesto.

¿ Cómo puede estar tan fresco después de lo que hizo?

Es delgado pero su contextura física es firme y maciza, tiene brazos fuertes.

Veo que aparece corriendo el que siempre lo acompaña con un sándwich en la mano, se ve que fue a comprar.

-¿Qué pasó?. Pregunto mirando hacia atrás y el joven lo mira sin decir nada.

Él lo ayuda a llevarme a su auto.

-¿Te duele algo?. Me pregunta el acompañante del joven y me pasa un analgésico y al joven también.

Pero no veo que se queje o diga "auch" en ningún momento.

-Estoy bien. Logro decir enderezando mi cuerpo después de tomar un poco de agua que me pasó en una botella.

-Te llevamos a tu casa. Me dice.

-Si... Estoy. Trato de conjugar las palabras pero me duele el costado.

-Pasame tu ubicación. Me dice entregándome su telefono y le escribo en su celular para que me lleve.

En el trayecto lo que me dió me hizo efecto, ya no siento dolor, es bueno lo que toman los ricos.

-Y tú nunca hablas. Le pregunto al joven que solo me mira fijo sentado a lado mío.

Llegamos a casa y ellos bajan conmigo.

-Hola ma. Saludo al escuchar que está en la cocina.

-Hijo... Viniste temprano... Le hago la comida a tu padre... Los Sánchez viajaron... Va a venir Leo. Me pregunta mi madre desde la cocina y los que me trajeron ingresaron conmigo mirando todo.

-Despues le pregunto. Le respondo y ella sale de la cocina.

-¿Quiénes son?. Me pregunta mi madre sonriendo amable.

-Es mi compañero... Haremos tarea. Le aviso.

-Un gusto. Le dice mi madre y el joven se inclina en señal de saludo tomando su mano.

-Que caballero. Dice ella colorada.

-Vino de intercambio... Aún no habla bien el idioma. Aclara el que le acompaña.

"Ahora entiendo porque casi no habla", pienso.

3- PROPUESTA

SIMÓN CALZONE

Mi madre mira con curiosidad y se que no podrá con sus impulsos de querer averiguar.

-¿Cómo se llaman?. Les pregunta mi madre. Y ahí está, ella empezó sus interrogatorios.

-Soy Will y Simón. Se presentan.

-Igual que mi hijo... También se llama Simón. Le dice mi madre sorprendida, hasta yo estoy sorprendido, pero la manera en que lo pronunció fue diferente arrastro más la N y no pronunció el acento de la O.

-Quedense a comer. Los invita.

-Madre... Debemos hacer la tarea. Le digo para alejarlos de ella, o empezará con sus preguntas incómodas.

-Te llevo a tu cuarto. Ofrece.

-Bueno. Le digo y los llevo a mi cuarto.

-Y dime... ¿De dónde vienes?. Le pregunto.

-Somos de Portugal. Dice Will.

-Ah... Y hace cuanto están en el país. Le consulto y veo que el joven mira todo, los libros los cajones.

-Hace un mes. Me dice Will.

Y veo que el joven suspira y se quita el cubreboca y me caigo sentado en mi cama, es idéntico a mi, no puedo creerlo, se parece a mi, con la salvedad que mis ojos son un azul con matas marrones.

-¿Cómo?... Que carajos. Expreso asombrado.

-Tenemos una propuesta que hacerte. Me dice Will.

-No soy de ese tipo. Me atajo enseguida.

-Quiero cambiar el lugar contigo. Me dice Simón y su tono es tan abrazador que parece música, de seguro tiene a las chicas a sus pies. En su tono se nota que apenas maneja el idioma.

-¿Conmigo?... ¿Cómo?... No entiendo. Le digo.

-Podras tener todo lo que quieras... Aprenderás su rutina y él la tuya... Solo un par de semanas... Hasta que debamos regresar a nuestro país. Me dice Will.

-Se te pagará además una indemnización por tus molestias. Me dice el joven y su tono me sigue encantando.

-Pero nadie debe saber de este cambio... Ni tu amigo. Me dice Will.

-Pero porque quiere tomar mi lugar ... Soy pobre... Ven dónde vivo. Le digo sin entender.

-Quiero saber además porque nos parecemos. Me dice el joven.

-Si... Eso me gustaría saber también. Le digo.

-Entonces... Aceptas. Me pregunta Will pasandome unos papeles que parecen un contrato.

-Es para tu seguridad y la mía. Me dice el joven parecido a mi.

-Asi que... Si acepto... Tendré todo lo que anhele. Le digo.

-Asi es. Me dice Will. - Además me tendrás para que te acompañe siempre. Me avisa.

-Pero debe saber que mi vida no es fácil. Le anuncio.

-Ya estudiamos todo sobre ti. Me dice Will.

"Al la mierda, no andan a pasos lentos", pienso.

-Te puedo asegurar que sos más millonario que yo. Me dice el joven.

"¿Millonario?, nunca me sobra un mango", pienso.

-De acuerdo. Le digo y firmo el contrato por dos semanas.

-Sera efectivo a partir de la otra semana. Me avisa Will.

-Primero aprenderás sobre su entorno y tu le comentarás tu rutina. Me dice Will.

Así fue como de la noche a la mañana dejaba de ser pobre y me volvía millonario.

A Simón le mostraba como manejar la registradora, como debía atender el minisúper y él me llevo a su mansión.

Me meo de la emoción, su cuarto es como el tamaño de mi casa, no puedo creer todo lo que tiene ahí, es de un tono gris y negro, una cortina gruesa cubre un enorme ventanal, tiene una biblioteca con libros de acción, tiene juegos virtuales que parece como si viviera en el juego. Tiene su propio chef, y cuando me entero de quién es me caí de culo.

-SOS EL ENMASCARADO... SOS EL ENMASCARADO BOYS. Le dije señalando nervioso.

Era el mismísimo competidor de lucha libre, el más reconocido. Ahora entiendo como pudo con Raúl y sus séquito de seguidores.

-YO NO PUEDO... JAMAS PODRE LUCHAR COMO VOS. Grito nervioso.

-No será necesario... Solo hay este fin de semana una demostración... Y después no hay más en la agenda. Me avisa Will.

-Deberas usar el cubrebocas... Si sales. Me avisa.

-Si... Debes mantener tu identidad... Nunca deben ver tu rostro... Nadie lo ha hecho... Esto es increíble... Me das tu autógrafo. Le pido sintiéndome emocionado.

-Solo debes usar lentes de contacto. Me señala.

-Si... Es, si...Por supuesto... Y ¿Tienes novia? Le pregunto.

Me queda mirando serio.

-Solo quiero saber si debo comportarme de alguna manera. Le digo.

-No tengo... Y no debes tener tampoco... Usarán cualquier táctica para poder aprovecharse y sacarte dinero. Me advierte.

-Claro... Lo entiendo... Es lo que siempre me habla mi amigo... Él siempre me dice eso al respecto. Hablo todo nervioso y emocionado.

-Y ¿tus padres?. Le pregunto.

-Estan de viaje... No tengo casi contactos con ellos. Me avisa.

-Si... Se parece a la historia de Leo... El también sufre eso. Le comento.

-Solo hablaras conmigo. Me dice Will.

-Y tu...¿Tienes novia?. Me pregunta.

-No... No tengo. Le respondo.

-Si tienes alguna duda... Siempre hablas con Will. Me aconseja.

Asiento mirando extasiado todo, que dudas voy a tener, estos no saben sacar provecho a lo que tienen, están acostumbrados a tener de todo que no se dan tiempo a disfrutar, voy a sacar provecho y aprender a como viven los millonarios.

Me regresan a mi casa y por primera vez duermo con una sonrisa en los labios.

Estaba soñando plácidamente cuando siento que se tiran a mi lado y abro los ojos encontrándome con Leo.

-Debo venir a verte... Andas desaparecido. Me dice.

-¿Cómo entraste?. Le pregunto.

-Me dejo entrar tu madre. Me cuenta agarrando una revista.

-Y qué cuentas. Le pregunto.

-No me vas a creer ... Tengo entradas para ir a ver a nuestro luchador favorito. Me comenta pegándome en el hombro.

-Ah... Que bueno. Le respondo mordiéndome la mejilla del lado de adentro, tragando las ganas de contarle con quién estuve y que voy hacer.

Por primera vez le oculto algo a mi amigo, pero de verdad quiero poder disfrutar esto y de paso ganó unos cuantos millones que servirán para mí fondo y a mi familia.

-Fue difícil... Pero no siempre se puede asistir a uno de sus eventos... Al parecer anda de gira. Me comenta Leo.

-Si... Imagino. Le respondo.

-Estas raro... Por lo general no dejas de hablar cuando se trata de él... Y fuiste tu el que me volvió fanático... Siempre quieres tener su vida. Me dice Leo.

"Y se cumple"

"Tengo a los planetas alineados"

"Por fin me sonríe la suerte", grito en mi mente.

-Es que estoy cansado... Me estoy recuperando. Me escuso.

-Hablando de eso... Más que nada quería contarte... Que se ve alguien le dió su merecido a Raúl... Tenía marcado la mejilla del lado izquierdo... Dijo que fue jugando fútbol... Pero no le creo. Me cuenta.

-Eso dijo. Le pregunto.

-¿No te molesto estos días?. Me preguntó Leo.

-No lo ví. Le respondí.

-Ahi está... Se ve que no tenía ánimos. Me dice.

-Igual estará esperando el momento... Jamás deja de joder. Le comento.

-Dale... Vamos. Me dice.

-¿Dónde?. Le pregunto.

-Estas en las nubes... De nuevo soñando con Niki... Te termino de decir que tengo entradas. Me dice.

-¿Ya es sábado?. Le pregunto.

-Y después dices que yo soy el que anda perdido. Me dice Leo.

-Pero ¿A qué hora es?. Le pregunto.

-Para las 12 horas está anunciado... Pero hay que ir temprano para hacer la cola. Me comenta.

No podía creer, me dormí tan plácido que no me di cuenta del tiempo.

Me levanto y me doy una ducha rápida antes de comer un plátano de paso.

-Te pago el desayuno. Me anuncia Leo mirando que como la fruta.

-Si... Por lo general no desayuno. Le comento.

-Bien... Si quieres el almuerzo. Concluye y tomo un buzo saliendo con él.

-Que se diviertan. Se despide mi madre de paso.

Llegamos al estadio donde va a ser la presentación y tenía razón Leo, la cola es de una cuadra.

-¿Por qué debemos esperar?... Tenemos entradas. Le comento a Leo.

-No se... Pero por lo que veo hay mucho control. Me dice mirando a las tres paradas por las que hay que pasar.

Estuvimos como una hora a medida que avanzaba y nos registraban que no llevemos armas, ni nada que pueda ser usado como tal. Al ingresar nos acomodamos en la tribuna cerca del sitio donde tenían armado el Rin.

La espera al momento del espectáculo se sentía en el estomago, hubo un show de música y bailarines antes.

Recorrían vendedores de panchos y gaseosas.

-Quieres uno. Me pregunta Leo.

-No... Estoy bien. Le respondo y saca de su bolsillo una menta y me convida.

#AL PUBLICO PRESENTE... LE DAMOS LA BIENVENIDA... GRACIAS A SU APORTE... EL FONDO RECAUDADO... SERA DONADO A LA CASA DE LOS NIÑOS... DE LA MADRE MARIA. Anuncia el locutor y todo el público aplaude vitoreando.

#ADEMAS... QUIEN SE ANIME... A ENFRENTAR AL LUCHADOR ENMASCARADO Y AGUANTE QUINCE MINUTOS ANTE ÉL... TENDRA COMO PREMIO DIEZ GRANDES. Anuncia y todos aplauden entusiasmados.

#PERO ANTES... AQUIIII ESTAAAANNN... LOS HERMANOS ROJOS... ANTE EL DUO DE ACERO. Presenta a cuatro luchadores que suben al rin dando alaridos con trajes en rojo y color gris.

Todos se enloquecen ante la presentación, algunos a favor de los hermanos rojos otros a favor del duo de acero. En un momento se lanzan fuera del rin peleando entre el público que están extasiados por el show. Aparecen cuatro enormes hombres de negro que retiran a los que pelean fuera del rin y concluye el espectáculo dando como vencedor al duo de acero.

Se escuchan abucheos de un lado y del otro vitorean el triunfo, el sonido es ensordecedor.

-Eso si es un espectáculo. Me dice Leo entusiasmado.

-Parece actuado. Le comento.

-No le quites la emoción. Me dice serio.

Dan un intermedio hasta que se presente el invitado estrella que es el enmascarado BOY. Pasan cantantes y bailarines.

-Vamos al baño antes qué comience. Le sugiero a Leo.

-Si ... Vamos... Y de paso compramos algún refrigerio. Me sugiere.

Cuando nos dirigíamos al baño vemos el movimiento de seguridad que acompaña al joven luchador a los vestidores, tiene puesto su cubrebocas y camina derecho con la mirada sería atento a las indicaciones de los de seguridad.

"En unos días yo seré quien ocupe su lugar", pienso emocionado.

-CUCARACHA. Escucho la vos de Raúl que retumba y lo veo aproximarse.

-No puedo ser. Murmuró molesto.

-TRANQUILO... NO VOY A DARTE UNA PALIZA. Anuncia.

-De como. Expreso.

-HE PENSADO QUE ERES BUENO AGUANTANDO LOS GOLPES... ASI QUE ME TOME LA LIBERTAD DE ANOTARTE. Me dice.

-¡¿QUÉ?!. Le digo sorprendido.

-NO ME LO AGRADEZCAS... AHORA RECIBIRAS UNA BUENA GUITA... SI SOBREVIVES... JA...JA. Se burla.

-Esta loco. Digo preocupado. - No le basta con humillarme por su cuenta... Quiere que me vea todo un país... Esto es el colmo. Me quejo con los puños cerrados.

-Tranquilo... Vamos a retractarnos... Que fue un mal entendido. Me dice Leo.

-No... Eso es lo que quiere... Y después me tachará de cobarde. Le digo a Leo.

-Pero no soportaras ni un minuto. Me dice preocupado Leo.

-Solo debo aguantar... Y tú hermano me adiestró en eso. Le respondo.

-Eres mi único amigo... No quiero perderte... No... No lo hagas. Me dice preocupado.

-Antes... Hablaré con él luchador... Tal vez si le hablo. Le digo a Leo.

-No te escuchará... Ya viste su seguridad. Me dice Leo al borde del abismo de perder la cordura.

Tomo mi celular y le envio un mensaje a Simón a ver si me responde, no me queda de otra, debo probar todo.

✉️Soy Simón. Raúl me anoto como para que te enfrente. Para burlarse de mi. Le escribo esperando una respuesta.

✉️Soy Will. Le pasaré tu mensaje a Simón. Está hablando con su entrenador. Me respondió su asistente.

Es todo lo que puedo hacer, ya solo queda esperar que no me golpee tan duro.

Leo camina nervioso de un lado a otro maldiciendo contra su hermanastro.

-Es un maldito... Merece que lo capen. Dice con los dientes apretados.

-Me parecía raro que no hacía nada estos días. Le comento pensativo.

Aunque no lo admita también estoy preocupado y sobre todo si me ve Nikita.

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