**Antes:**

El Red Quarter, antes de la caída de Necropolis Valley, era el corazón industrial de la ciudad. Este barrio estaba lleno de fábricas, almacenes y talleres mecánicos. Era un lugar vibrante, donde las chimeneas expulsaban humo a todas horas, y los sonidos del metal chocando y las máquinas funcionando eran constantes.

^^^ Los trabajadores llenaban las calles, y las tiendas locales prosperaban gracias a la actividad económica de la zona. Las avenidas estaban bordeadas de camiones de carga y grúas, y los muelles estaban ocupados con mercancías siendo transportadas a diferentes partes de la ciudad y más allá.^^^

^^^**Después:**^^^

Ahora, el Red Quarter es una sombra de lo que fue. Los edificios están en ruinas, muchos de ellos derrumbados o severamente dañados. El humo que alguna vez salió de las chimeneas ahora es reemplazado por el olor de la muerte y la descomposición.

^^^Los pasillos de las fábricas están llenos de escombros, y las máquinas, alguna vez ruidosas, están silenciosas, cubiertas de polvo y óxido. Las calles están llenas de vehículos abandonados, restos de barricadas improvisadas y cuerpos esparcidos, evidencia de los intentos fallidos de los primeros días de la infección.^^^

Sin embargo, a pesar de su apariencia desolada, el Red Quarter sigue siendo un lugar lleno de recursos valiosos para los supervivientes: herramientas, piezas de maquinaria, alimentos enlatados olvidados en los almacenes y, para aquellos con el coraje suficiente para buscarlos, armas improvisadas.

^^^Pero también es un lugar mortal. Aquí, los zombis son especialmente peligrosos. Entre ellos están los "rápidos", zombis que son más veloces y ágiles que los demás. Estos "rápidos" pueden trepar por las paredes, correr a velocidades alarmantes, y son extremadamente agresivos. Sus chillidos pueden ser escuchados desde lejos, lo que pone en alerta a cualquier superviviente que se acerque.^^^

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Un pequeño grupo de ocho supervivientes, encapuchados para protegerse del frío y del polvo que cubre el Red Quarter, se mueve sigilosamente por los callejones oscuros. Entre ellos están **Maria Álvarez**, una médico ingeniosa y compasiva, y **Tom "Tank" Harris**, el forzudo encargado de la defensa del grupo. Dos niños de 12 años, asustados pero valientes, se mantienen cerca de Maria, mientras que los otros miembros del grupo se mantienen vigilantes, sabiendo que su esperanza de supervivencia es frágil.

^^^El grupo avanza lentamente por un estrecho callejón, donde los muros altos de las fábricas les proporcionan algo de cobertura. El suelo está lleno de escombros, y cada paso se siente como un riesgo de atraer la atención no deseada. Maria, manteniendo la calma, sostiene a uno de los niños cerca mientras Tom avanza al frente, su gran cuerpo bloqueando cualquier vista hacia ellos desde la calle principal.^^^

...**Maria susurra,** "Mantengan la calma. No estamos lejos del almacén. Necesitamos esos suministros si queremos llegar al otro lado de la ciudad." ...

^^^Tom asiente, sin dejar de mirar hacia adelante. Su instinto le dice que algo no está bien. "Estos callejones son un lugar perfecto para una emboscada. No me gusta estar aquí."^^^

Al salir del callejón, el grupo se enfrenta a una avenida amplia y abierta, donde la visión clara es tanto una ventaja como un peligro. Pueden ver los restos de los vehículos y alguna que otra barricada improvisada, pero también saben que los "rápidos" podrían estar en cualquier parte.

..."Tom, ¿qué ves?" pregunta uno de los otros supervivientes....

...Tom escanea la avenida. "Nada todavía... pero no bajen la guardia. Estos cabrones son rápidos y saben trepar. ...

^^^Manténganse pegados a los muros y sigan avanzando."^^^

Mientras avanzan por la avenida, el grupo mantiene una formación compacta, con Tom al frente y otro superviviente cubriendo la retaguardia.

^^^Las ventanas rotas de los edificios a ambos lados parecen ojos vigilantes, listos para soltar una horda de muertos en cualquier momento. ^^^

^^^De repente, un sonido rompe el silencio; un coche a lo lejos se desliza unos centímetros hacia adelante, liberando un crujido agudo. Todos se detienen en seco.^^^

**Uno de los niños susurra,** "¿Qué fue eso?"

^^^**Maria responde,** "Solo un coche. No pasa nada, pero necesitamos movernos más rápido."^^^

Tom da un paso adelante, guiando al grupo mientras cruzan la avenida lo más rápido posible. Un chillido lejano les alerta: un "rápido" ha detectado su presencia.

^^^ El grupo corre, Maria toma la mano del niño más cercano mientras Tom bloquea cualquier intento de los zombis de alcanzarlos.^^^

Finalmente, llegan al almacén designado. Es un lugar grande y deteriorado, pero parece intacto, al menos desde el exterior. Tom se acerca a la puerta, la abre lentamente y se asegura de que el lugar esté despejado antes de dejar entrar al resto.

^^^"Entremos rápido," dice, "No sabemos cuánto tiempo tenemos antes de que esos cabrones nos encuentren."^^^

Una vez dentro, Maria se asegura de que los niños estén seguros mientras los demás comienzan a buscar suministros. El aire dentro del almacén es denso, lleno de polvo y con un silencio inquietante.

...**Tom murmura,** "Tenemos que ser rápidos. Este lugar no se ve seguro. Cogemos lo que necesitamos y nos largamos."...

**Maria asiente,** "Sí, cuanto antes estemos fuera, mejor. No quiero que los niños pasen más tiempo aquí de lo necesario."

^^^El grupo se mueve con rapidez, llenando mochilas con lo que encuentran mientras permanecen alerta a cualquier ruido. Saben que cada segundo cuenta, y que en cualquier momento, los "rápidos" podrían alcanzarlos. Es solo una cuestión de tiempo antes de que el peligro los alcance de nuevo.^^^

...La mujer, con el cabello revuelto y el rostro lleno de sudor, gritaba mientras disparaba su pistola desde la ventana del coche: “¡No podemos detenernos aquí, Jack! ¡Estos malditos nos están acorralando!” Su voz temblaba, pero sus manos eran firmes, ajustando la mira y disparando con precisión a los zombis que se acercaban peligrosamente....

Jack, con su cara arrugada por el tiempo y la experiencia, mantenía el volante firme con una mano mientras que con la otra intentaba desviar el coche de los obstáculos y, ocasionalmente, disparaba su propia arma hacia los enemigos.

^^^“¡Sujétate fuerte, Rose! No quiero ni pensar en lo que pasaría si nos detenemos aquí,” dijo con una calma tensa, su voz grave contrastando con el frenético caos que los rodeaba.^^^

^^^A cada ráfaga de disparo, los zombis que se lanzaban al ataque caían uno tras otro, pero el número parecía inagotable. Jack maniobraba el coche entre los restos de vehículos abandonados, intentando ganar algo de distancia.^^^

...“¡Tenemos que llegar a ese almacén más adelante! ¡Es más seguro y tiene una salida de emergencia por atrás!” gritó Jack, señalando hacia un edificio de varios pisos que se vislumbraba a lo lejos....

^^^Rose asintió con la cabeza, aunque su respiración entrecortada delataba su ansiedad. “¡No puedo creer que seguimos vivos después de todo esto! ¡Nos han tenido persiguiendo desde hace horas!” ^^^

Su expresión se endureció con determinación mientras continuaba disparando, su mirada fija en los zombis que se agrupaban cada vez más cerca.

^^^ Jack mientras giraba el volante con fuerza, esquivando otro grupo de autos abandonados. ^^^

...... ...

De repente, una escena horrible se presentó ante ellos cuando consiguieron escapar de los rápidos y entrar en un almacén; cuerpos en descomposición de trabajadores que habían sido atrapados ahí durante el brote.

^^^ Sus ropas eran apenas reconocibles entre la putrefacción, y la escena desoladora confirmaba que no habían tenido ninguna oportunidad de escapar. ^^^

^^^Rose, se tapó la boca, intentando contener las arcadas mientras miraba los cadáveres.^^^

... “Dios mío, Jack… esto es peor de lo que imaginaba. Estos pobres… ¿Qué nos ha pasado a todos?” Su voz era un susurro tembloroso....

Jack, con una expresión dura y resignada, asintió. “Sí, es un lugar terrible. Pero al menos aquí estamos más seguros por un tiempo. Tenemos que encontrar un lugar donde descansar y planear nuestro próximo movimiento.”

^^^ Su mirada recorrió el almacén, buscando un sitio relativamente limpio y seguro. Se adentraron más en el almacén, evitando el contacto con los cuerpos y buscando cualquier recurso que pudiera ser útil. Jack encontró una oficina al fondo del almacén y se dirigió hacia allí, esperando que ofreciera un refugio temporal. ^^^

La oficina estaba en mejor estado, con algunas ventanas aún intactas y una puerta que podría proporcionar una barrera adicional. Rose se quedó cerca, revisando las estanterías en busca de suministros mientras Jack reforzaba la entrada de la oficina.

“Espero que esto sea lo suficientemente sólido,” dijo, mientras miraba los restos de los muebles que usaba para bloquear la puerta.“

^^^Lo será,” respondió Jack con determinación. “Ahora, necesitamos tomar un momento para recuperarnos, revisar nuestras provisiones y planificar cómo saldremos de aquí. No podemos permitirnos relajarnos demasiado.^^^

Mientras la pareja se asentaba en su improvisado refugio, el sonido de los rápidos aún resonaba en la distancia, recordándoles la constante amenaza que enfrentaban en este nuevo mundo apocalíptico.

...🪡🪡...

^^^Ashen Square es el centro neurálgico de la ciudad de Necropolis, un lugar donde la vida y la muerte se entrelazan de manera intensa. La plaza está marcada por un ambiente sombrío y opresivo, con edificios antiguos y deteriorados que rodean el espacio central. ^^^

El caos se desparramaba en la escena como un espantoso tapiz de desolación. Los rápidos, esos seres repugnantes que trepaban los edificios bajos en busca de comida, a veces incluso se aferraban a las paredes con una agilidad inesperada.

^^^Desde las alturas, parecían arañas grotescas en un mundo sin redención. Algunos de ellos corrían frenéticamente por la carretera, ignorando las señales de tráfico en su frenética búsqueda, su propósito tan claro como la suciedad que arrastraban. ^^^

^^^El hospital central de la ciudad, uno de los edificios más prominentes de Ashen Square, destaca por su arquitectura gótica y su fachada imponente, con torres y detalles ornamentales que le confieren un aire macabro.^^^

En el horizonte, el hospital se alzaba como un bastión de recursos, una fortaleza que prometía salvación en medio de la desesperación. Pero para los pocos supervivientes en la zona, entrar era una proeza digna de héroes. Los rumores de los "rápidos", esos zombis de velocidad sobrehumana y hambre insaciable, mantenían a los sobrevivientes a raya. Como si el apocalipsis necesitara más desafíos, el hospital era la joya de la corona.

^^^ En medio de esta escena de devastación y desesperanza, una pareja destacaba, como si hubieran salido de una película de acción de bajo presupuesto con una sorprendente cantidad de profesionalismo.^^^

Lia Reddington y Ethan Voss, dos almas atrapadas en un apocalipsis zombi bíblico. Lia, con su piel de rica tonalidad africana y su cabello azul eléctrico con puntas negras, era una figura llamativa. Su estatura de 1,70 cm le daba una presencia firme, y su cabello, cortado justo debajo de los hombros, ondeaba como una bandera en la tormenta.

^^^ Ethan, de ascendencia africana y asiática, era el contraste perfecto: joven, atractivo y de mirada dura, con marcas de lucha visibles en sus ropas rasgadas pero resistentes. Su armadura antibalística era casi un complemento de moda en esta nueva era.^^^

Ambos estaban en modo de sigilo, la comunicación entre ellos se hacía a través de señas y palabras clave. Mientras Ethan vigilaba con atención a los rápidos que se movían delante de ellos, Lia aprovechó el momento para hacer un comentario irónico que solo él entendería.

...—¿Sabías que mi plan era convertirme en una diseñadora de moda antes de todo esto? —murmuró Lia con una sonrisa traviesa, mientras apuntaba con precisión a un rápido que se movía demasiado cerca de su posición....

El cabello azul de Lia, iluminado por la tenue luz de su linterna, parecía casi brillar con intensidad, como si estuviera desafiando la oscuridad misma.

^^^Ethan levantó una ceja, sin dejar de observar el panorama. —¿Y cómo eso nos ayudaría ahora? —preguntó, su tono grave y sin rastro de humor.^^^

—Oh, vamos, Ethan. No me digas que no ves el potencial aquí. Los rápidos podrían ser la nueva moda: ¡un poco de sangre, un poco de caos! —Lia bromeó, mientras se movía con agilidad para ajustar su posición.

^^^—Claro, como el desfile de la apocalipsis. —Ethan asintió, aunque una pequeña sonrisa se asomó en sus labios. —Espero que no esperes que diseñe un modelo de vestido de protección para esta noche.^^^

—Quizás un chaleco antibalas a la moda. —Lia rió suavemente y luego hizo una señal con la mano, indicándole a Ethan que se moviera hacia la entrada del hospital.

^^^—Vamos, "diseñador de moda", necesitamos esos recursos y no podemos quedarnos aquí conversando sobre tendencias.^^^

Con una precisión casi coreográfica, los dos avanzaron con una combinación de movimientos silenciosos y gestos entendidos únicamente entre ellos. Lia mantuvo su sentido del humor afilado mientras Ethan, con su expresión imperturbable, se ocupaba de la vigilancia.

^^^El interior del hospital era un laberinto de sombras y desolación. La oscuridad predominaba, con las luces de emergencia parpadeando esporádicamente, creando una atmósfera de inquietante penumbra. El aire estaba cargado con un olor nauseabundo, una mezcla de sangre coagulada, descomposición y la acritud del moho.^^^

^^^ Las paredes, alguna vez blancas, estaban ahora salpicadas de manchas secas y rojas, con grafitis de desesperación y rastros de manos ensangrentadas. ^^^

Gritos lejanos resonaban en los pasillos, ecos desgarradores de dolor y furia que se mezclaban con el sonido de pasos arrastrados y el constante crujir de escombros.

De vez en cuando, se escuchaban ruidos de objetos cayendo, probablemente arrastrados por los rápidos en su frenética búsqueda de comida. El suelo estaba cubierto de escombros, papeles esparcidos y partes de equipos médicos destrozados. Algunos frascos rotos y jeringas dispersas creaban un campo de peligro adicional.

^^^ Lia y Ethan, moviéndose con la máxima precaución, se separaron para cubrir más terreno en busca de los analgésicos que tanto necesitaban.^^^

^^^ La decisión de separarse era arriesgada, pero era una cuestión de eficiencia en un lugar tan vasto. ^^^

^^^Lia avanzó hacia el fondo del hospital, donde esperaba encontrar una farmacia o algún lugar donde pudiera haber suministros médicos. Su camino la llevó a través de un pasillo que parecía más una zona de guerra que un área de recuperación.^^^

El suelo estaba salpicado de manchas de sangre, y la pared estaba decorada con marcas de rasguños y manchas que indicaban una lucha desesperada. Los armarios y estantes estaban volcados, con medicamentos y frascos esparcidos por todas partes.

^^^En uno de los rincones, encontró una pequeña farmacia, aunque el acceso a la sala estaba bloqueado por una puerta rota. Con habilidad, Lia logró abrir la puerta, revelando una escena que no era menos perturbadora: frascos rotos y etiquetas desgarradas estaban esparcidos por el suelo. A pesar del caos, Lia comenzó a recoger lo que parecía útil: frascos de analgésicos, antibióticos y cualquier cosa que pudiera servir en una emergencia. La incertidumbre era una constante, pero su mirada entrenada buscaba lo esencial en medio del desastre.^^^

Sin embargo, no estaba sola. Entre las sombras y el caos, Lia percibió la presencia de otras personas. Un grupo de supervivientes, claramente afectados por la desesperación, se había refugiado en el hospital. Algunos parecían estar organizando sus propios intentos de buscar suministros, mientras que otros estaban en un estado de evidente angustia.

La tensión era palpable; la necesidad de recursos y la inseguridad se reflejaban en sus miradas y movimientos nerviosos. Mientras tanto, Ethan se dirigió al pasillo derecho, que lo llevó hacia las puertas de emergencia. La entrada a esta área estaba medio destruida, con las puertas parcialmente abiertas y una pila de escombros bloqueando parcialmente el paso.

Los pisos estaban cubiertos de escombros y sangre, y las paredes estaban marcadas con arañazos profundos y manchas oscuras.

^^^El pasillo estaba en un estado de caos absoluto:^^^

^^^ equipos médicos destrozados, bolsas de sangre derramadas y sillas rotas estaban esparcidos por el suelo.^^^

Los gritos y pisadas que se escuchaban a lo lejos lo mantenían alerta, y su enfoque era metódico mientras revisaba los armarios y gavetas en busca de suministros críticos.

Etham, al encontrar un rincón seguro detrás de una mesa volcada, miraba con atención lo que sucedía a unos metros. Los ecos de los rugidos de los rápidos reverberaban por el hospital, y la desesperada lucha entre los combatientes y las criaturas se desarrollaba en un caos casi dantesco.

^^^Uno de los combatientes, un hombre robusto con una chaqueta de cuero rasgada, intentaba usar una barra de metal como un improvisado garrote. Cada golpe que daba a los rápidos era recibido con una ferocidad aún mayor por parte de las criaturas. Aun así, él no podía evitar sonreír irónicamente mientras pensaba: "Claro, esto es justo lo que necesitaba, un desfile de monstruos para acompañar mi almuerzo".^^^

La mujer que luchaba junto a él, de complexión delgada y con el rostro marcado por la tensión, disparaba una pistola con una precisión envidiable. "¡Justo lo que necesitamos! Más compañía," gritó, mientras recargaba rápidamente.

... Sus disparos eran certeros, y cada vez que acertaba en un rápido, se notaba su frustración mezclada con un toque de sarcasmo. "No puedo esperar a contarles a mis amigos sobre este evento exclusivo," murmuraba entre disparo y disparo....

^^^Los rápidos, sin embargo, no compartían el sentido del humor. Uno de ellos se lanzó hacia el hombre con la barra de metal, que apenas pudo desviar el ataque. "¡Qué amables! Ahora tenemos hasta catering," bromeó el hombre mientras intentaba repeler al monstruo. ^^^